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»%? CONQUISTADOR DEL DESIERTO BLANCO Hernan La permanencia argentina en la Antartida ——— Maria Ghirlanda 4 2522 - Buenos Aires 4784-1168 / Cel.: 154 970-8282 email: 4970-5060@movi.com.ar Edita Ik ISBN 987-97540-5-0 © De esta primera edicion 2002, Fundacion soi © Susana Rigoz Idados Queda hecho el depésito que marca la Ley 11.723 Impreso en la Republica Argentina. Printed in Argentina. Prohibida la reproducci6n total o parcial por cualquier medio visual, grafico o sonoro, salvo expresa autorizacion del editor. Esta edicion se termino de imprimir en VERLAP S.A Comandante Spurr 653, Avellaneda, Prov. de Buenos Aires, Argentina, en el mes de agosto de 2002 Cubierta de este libro: El procer con su fiel amigo Black Contratapa: Fotografia, Alejandro Calderone ee Un soldado senalé este rumbo y especialmente en el Sur. A diferencia del Norte, hay como basamento un continente. Es la Antartida el mas fabuloso terreno que queda por aprovechar a la humanidad y, cuando Ilegue su hora, establecida por tratados y convenciones a los que se han sometido las naciones que histéricamen- te reclaman una parte, la Argentina estara entre elas. e Sabemos que eso sera si sostenemos como hasta hoy nuestra presencia. En pocas palabras, si demos- tramos ser los mismos que durante el ultimo siglo marcamos nuestras huellas de pioneros y si cumpli- mos con el mandato de aquellos precursores que se abrieron camino entre los hielos. Y es de eso ultimo, mas precisamente de la historia de uno de esos hom- bres del destino, de lo que trata este nuevo libro que la Biblioteca Soldados presenta a sus lectores. E 1 lugar mas vacio del mundo esta en los polos, Hay quienes afirman que existe una secreta comu- nin de los héroes, entendiendo por tales a aquellos que han hecho lo que se propusieron, eso que debian hacer sin detenerse ante ninguna adversidad. Aun- que para ello debieran enfrentar duros obstaculos y, mas atin, después de hacerlo pagar el alto precio de la incomprensién de su tiempo. Asi fue en el caso de Hernan Pujato, soldado al que Biblioteca Soldados sammy acs eines hacia una Je tooo ene la mare preciada my an or La Argentina debia completar su ‘ne austeal, pee eons con los Medios : q que om van cecal: earoola de conciencia for), " sabre a importanelt: ‘A Pujato y a sus compan” de la Pament gexpedicion Clentifica a la An ¢ Argentina, ont €N 1951, 66 det ida deapertar de ont nela, Su EMpecinada 4, De Hove aun equipe de militares y Clviles Ainge, ‘ wren aoe pane Ovum Bale on ei. mance ¥ abrio definitivamente el ay, Gone tempo Hevarian Pandera nacional hasta ol mismo Polo. ar donde aprendié a moverse entre ‘Se habia especializado en el terreno . ¥ tuo en exe dialogo solitario del hombre c« — japera naturaleza donde descubridé cual sity tino concibiendo la meta a la que se ie” As procuré apoyos ygand voluntades pars! Mama dastepordcte feadando la primera base oc tina permanente en el continente ra base argen puso bajo la advocacion de nuest Bee, Ha aee bautiz6 "General San Martin" To héroe maximo y consal G0 lartin", A ella se: neral Belgrano’, eguiria la mas Jato, Desde r fundada tambie 808 pivotes, Mbieén por Pr incontables poy el punto de i exploracior le partida de guidores nes ¢ hizo posi ea concretar las dos exi posible para sus se- Argentinas al Polo Sur i. misiones terres También padecio zadas en 1965 y 2000 Cale Wie teescdentos ne, propia las Fae er cuando, a su regreso de Politicos de los argentines _-eneral la expedicion de 1955, es habia salido de su ambito pro! nm relegado y, sin considera” mMarchar a un ingrato ret” fa o los aportes geografices ' su tiempo, quedaran [O al eanmuictadar del eset miendo en los archivos ya que, en su totalidad no fueron comunicados a los organismos 5 internaciona- Jes en la materia y asi se perdio para el pai tunidad invalorable. No obstante y con la mayor dignidad, Pujato sobre- llevé largos anos 8 Una Opor- ste destino del cual el tiempo transcurrido y la més justa valoracion de sus compa- triotas le han devuelto a la consideracion que mere- ce Hoy Pujato, con 98 afios cumplidos, vive con la mayor senci lez su retiro solitario en un pequeno de- partamento que le ha sido destinado en el Hospital Militar de Campo de Mayo. Lo rodean innumerables recuerdos queridos y unos pocos objetos, entre los que se destaca su uniforme de general bien plancha- do y listo, aunque escasas ocasiones de usarlo le e peren ya. Pocas visitas recibe y éstas son casi siempre de sus camaradas, que le prodigan afecto y respeto ilimita- do. Afecto y respeto inmensos que, en realidad, me- rece les sean dados por toda la comunidad de la Pa- tria que él ayud6 a engrandecer. Por eso es el profundo deseo de nuestro Ejército que lo reconoce como uno de sus grandes generales del siglo veinte, que al propagar el conocimiento de sus hechos, este libro contribuya a la justiciera valo- racién de una vida a la que no dudamos de calificar como ejemplar. ii Hernan Pujato, pionero antartico y primer explorador polar argentino por Jorge Julio Mottet (*) ro unalto honor, No hay nada que pudiera halagarme més que escribir el prefacio de la biografia de quien fue- ra el pionero indiscutido de la conquista argentina del conti- nente antartico: general de division Hernan Pujato. He acep- tado esa distincin por haber colaborado con él en la organiza- cin y materializacion de la Primera Expedicion Cientifica ala ‘Antartida Continental Argentina, de la que fui su Segundo Je- fe y por haber ambos formado hace mas de cincuenta y un afios la primera patrulla polar argentina. S e me ha ofrecido que prologue este libro, lo que conside- Debo destacar la valentia, honestidad y objetividad de este trabajo. Dado su tan argentinisimo tema y accesibilidad en su lectura, creo que debiera ser recomendado como texto en nuestras escuelas para que los futuros conductores de esta va- puleada patria de hoy encuentren que hay algo rescatable del pasado para que los ayude a mirar el porvenir con optimismo y esperanza. He tenido acceso a los manuscritos originales de esta biogra- fia y desde su primera pagina me senti aferrado a su lectura, La habilidad descriptiva que se ha usado hace que no haya momento en que el lector se sienta inclinado a dejar el libro para seguirlo después. El tema elegido -la biogra! fia de un hombre cuya vida ha sido la ejemplificacion del mas acendra- do nacionalismo y desprendimiento de los valores materiales- le- daa esta obra un fascinante interés. La autora ha desarro- lado su dificil mision con una gran habilidad cuyo producto final es este volumen presentado ante nosotros con una Prag: matica imparcialidad. Muchos estén familiarizados con nombres tales como 13 n, el Dr Charcot, el almirante na forma o e BI No shos ott0s Y enw wee hora familiatizarnos con i, 8 lo. fos toca a ori i tea a joa tai arin sus PROMS. | parde Jos Mss grandes en la historia ros de MT AT. gertitorios jelados del mundo , 8 usta ce 10 jacond’ 8 afios, C18» gordo, Con serias dific ltades 4] mismo leon rugiente que tuvo el p, fue el comienzo de la conquista ». Pero su contribuc ion a su pais ‘ 11a penetracion continental iin; que tanto ama In reivindicacion de nuestros inalienables camente sin? aay piano que también lamamos patria rechos a ese Ped taba un simbolo que sintetizara lo qu sila argentina “Tones sobre el sector antartico que nos estas ASP derecho, 10 tuvo en ese soldado que con rtio desde el Puerto de Buenos Aires aque] 1951 hacia los traicioneros mares pola- ne aus hombres no To hicieron ni a bordo de un rompe- Tes ©» de un transporte de Ja Armada sino en una barcaza fledesembarco que habia sido usada por los aliados en la inva. Gon de Normandia durante la Segunda Guerra Mundial, pos- teriormente reacondicionada para prestar servicios de cargas con destino a la Patagonia. Recalco el tipo de embarcacion por haber sido la menos apta para esa riesgosa empresa y por- que, en tiltima instancia, fue lo que el coronel Pujato pudo dis- poner gracias a la generosidad de los doctores Carlos y Jorge Pérez Companc y a la pericia marinera del capitan de ultra- mar Santiago Farrell. Pero ,Quién fue ese hombre? gDonde naci6? ;Como fue su infancia? éQue hizo antes? ;Cuales son sus preferencias? Jee ee pane eCudles fueron los méritos que jus ib laa or qué destac6 como ciudadano y co nera ininterrumpida. Alli también se estableci6, en aquella fe- cha, la primera Oficina de Correos, que durante cuarenta aios fue la tinica estacién habitada en todo el territorio antartico. Llegando a su fin 1904, se form6 la Compafifa Argentina de a ea que abrié su factoria ballenera en la Georgias al a Es 0 siguiente, se agrego a las instalaciones de la cot ° pesca una Oficina Meteorologica. Mas de veinte afios de: las Ore: ena Aj Enuna Jegacion britan de Relaciones una propuesta del r Orcadas del Sur a ¢: para Jevantar’ spués, en 1927, en el Observatorio & adas se inauguré la primera Estacion Radiotelegt®® mh ee yen 1947 y en 1949, sc instalaron en el @ Dn la pa eros tefugios. mr plioune mere mitad del siglo XX, la Armada Nacional aa Protagoniz, a 'a tarea en la Antartida, tras la primera 4 ne Por la corbeta Uruguay en 1903, cand? ‘ a 10, trag reset 8 Primeros témpanos, en el mes des Poner el Pasaje de Drake, realiz6 el rescat? « ad del doctor Nordensjéld y los naufr cinco décadas, la Marina argentina see amare muchas obras (areas de los relevos ¢ las Onegin osut pfectud levantamientos cartograticos hidroprati “ del eos y aerorotograicas; brtsqucdas y Ivatajen; trate barmticas ¥ wna importante catia de expr reas jose alas del nordeste de: la Peninsula Antartica Tarn mae Qent cao 1940 dos hombres de la Armada Argentina ben eomisionados por la superioridad para intezrar la fx vy polar de los Estados Unidos, que ese pais Ile gicionari oy xpe arctte mal pes : 6 ade- Ente en el buque North Star. abril de 1940, bajo la presidencia del doctor Ortiz, se cre en nuestro pais la Comision Nacional del Antartica, con el ob- jetivo de centralizar y tener a su cargo todos los asuntos relati- ssenvolvimiento de los intereses argentinos vos al amparo Y enesa parte del mundo ‘slgunos afios después, en 1946, y ante la necesidad d ter con cartografia especifica, al reorganizarse la Comision Na- “onal del Antartico, se design6 en representacion del minis- ‘rio de Guerra al general de brigada Otto H. Helbling, direc- tor general del Instituto Geografico Militar, y al capitan inge- njero militar Manuel José Olascoaga, perteneciente al Servi- cio Militar de Guerra. En 1947, la Armada Argentina organiz6 la Primera Gran Ex- pedicion Antartica Argentina, con siete buques y un hidroa- vin, En el buque insignia de esta avanzada, el ARA Patagonia, ocupé una plaza el capitan de Infanteria Odilon Arturo Nu- ¢z, que particip6 en la instalacion del faro Patagonia, de la ba- va luminosa Patrullero King y del emplazamiento del Obser- vatorio Meteorologico, inaugurado el 31 de marzo de ese ano como Destacamento Naval Melchior. Durante el afio siguien te, otros siete buques participaron de la Campana Antartica 47/48. ‘También de esta expedicion formo parte el Ejército Ar gentino. En el petrolero ARA Ministro Escwra, embarcaron los tenientes primeros de Infanteria Mario Emilio Gomensoro y Alberto Mario Xifra. El 25 de enero de 1948, fue inaugurado un nuevo Oservatorio Metercologico que se denomino Dest camento Naval Decepcion. on- hacia algunos rgentino comience s hora -venia sosteniendo desde Herman Pujato-, de que el Kjército A 1 con una serie de acciones que tiendan & la consolida- cién definitiva de la soberania en el sector reclamado Por nuestro pais, De manera especial, Y fundamental, x 62 i N 1 [a ocupacion integral de esos territovigg,» con estaba tomando forma en su cabeza to que papa = snoceria como el ‘Plan Pujato" £1 sintetizabg Sus co Czas en pocas palabras: ren Ta necesidad que tiene el pais de con do el Territorio Antartico Argentino enla nental, estableciendo bases operativas, con Persona, entrenado y medios apropiados -terrestres y ere para incursionar a todo lo largo y ancho dey ampli, sector polar argentino.” TOCEr a fay, Parte cong; Era aquella una frontera lejana, pero Argentina tenia legitimos derechos por nuidad geolégica y geografica. En 1947, el teniente coronel Pujato fue trasladado aR donde pasé a desempeftarse como agregado militar on bajada Argentina en aquel pais. Ese destino fue decisiy, vida. Por un lado, tuvo la oportu ces presidente de la Nacion, ten: Per6n, su proyecto antartico; po después, seria su mujer, Fernand. llamaban Peti. La Antartida Argentina se; continué puliendo su Propia, sobre Ta qu i ¢ herencia, por cont. livia, laEm. Oen su nidad de exponerle al enton iente general Juan Domingy T Otto, Conoci6 a quien, aiios la Julia Gnecco, a quien todos ‘guia siendo para él una obsesiény plan, agregandole nuevos detalles, Su Pasion de soldado ya lo hacia vivir solo en funcion de poder llevar adelante lo que habia ido Preparando a lo largo de los afios, En varios informes clevad los a la Superioridad, habia hecho Onocer su proyecto, Todo | rado d fuerza de la que formaba parte 0 nocimiento de los jefes del arma, peto ls Tespuestas no llegaban, Ese afio, e Presidente Peron visit6 oficialmente la ciudad de La Paz, Dura: jan Ls mie una pauisa de las actividades del Prime? aa fatario en a sede de la Cmibajada, Pujato tuvo ocasion de are de su plan. Le €xpuso el proyecto sintetizado en ciN® 5 “ pas fundamentates. Aquel dia, logré contagiarle 2 Pe ena parte de su entusiasmo: 1 ~ Instalar ad g, i dirticn, base ur del r Antartico, operating Circulo Polar A Sobre e1 limite este del sector. del secto sobre el limite es! wedldell eamenle - Crear al fondo del Mar de 1, ronda que permanece sin Scr Conocida y lags. sin ocupantes. ¥ logi- el Instituto Antdrtico Argentino pava a gir, on forma organica y amplia, todo lo referente os aircon cenfieds 3 - Adquirir un buque rompehiclos para llevar a ca- Ja penetracion en los mares polares, hasta hoy no dm quae profiecanente on el continente, (1) ree calizadlos estos puntos, intentar Hegar al Polo sur por via (Crrestre, 5 Colonizar con familias el lugar mas conveniente, parece scr el area de bahia Esperanza, donde se que r ainstruird un cascrio polar. ho Pujato presento un proyecto sin fisuras, bien armado, cuya unica ideologia era hacer prevalecer la Patria en sus confines mas australes. Después, los inconvenientes irian apareciendo, uno tras otro, hasta alcanzar alturas que parecian imposibles de sortear. Desde el impedimento econdmico de abordar una expedicion polar hasta considerarla propia de un extraviado. Mas alld de todas aquellas criticas iniciales, que después se in- crementarian con mis fuerza, él viaje sofiado por Pujato ya te- nia niveles de hazajia. Los integrantes de la propia fuerza no llegaron a compren- der la dimension politica del proyecto. La idea fue recibida con indiferencia y hasta con absoluta frialdad. Pujato era resis- tido por sus propios camaradas de armas por su estilo altane- 10, por su cardcter Aspero y distante. Pero él, con teson, coraje y mucha firmeza, fue derribando las objeciones. El primer gran triunfo fue lograr que Perén se mostrara des- de el primer momento a favor de su suefio, al que ya muchos habian catalogado de “algo presuntuoso" y hasta “faraonico’. Las precisas indicaciones del teniente general Perén a Pujato fueron que profundizara en todo lo que tuviera que ver con el comet Y que, a su regreso a Buenos Aires, tras conelui su ‘sion en Bolivia, le ampliara analiticamente los distintos () Muchos i aan Puyjetto yer fight Tab ge dufores sefalan que en el plan original de ern Pyjato ya fig Pt tin de wn bugue ompeilas. lsd fe de PI ces capitan ain, cuando fundaron la Base G eral San ae ensar en mara Joe tio Mott, agua que Puta recien comers AT Se Ge de contar con un buque de esas caracteristicas precisa’ neral San Martin, 63 64 s que le habia expuesto. puntos ae puesto de manifiesto por el Prime, i fhe bien calibrado por Pujato, quien deciaig proved no ag inesperado aval proveniente, nada menos arg Sper ridad de la Nacion. due ge Ja maxima autoridad de la , EL 2 de marzo de 1948, desde La Paz, el teniente Ome gy, vid al ministro de Guerra un expediente muy detallady cons proyecto, donde destacaba el apoyo recibido del Presi En aquella comunicacion propuso, ademas, como Part dt plan, realizar una expedicion al Polo Sur con efectivos re Ejército. Pujato no encontré en los mandos de su fuerza el mismo en. tusiasmo que habia logrado despertar en Perén. Tan ee dias después de enviar su nota, recibié la respuesta, fi firmada por el subsecretario de Guerra. La nota, en una de sus Pattes, sefialaba: “..este Ministerio ha dispuesto diferir la consideracién del problema y archivar los antecedentes, en virtud de informe producido por él Ministro de Marina, seg tin el cual la ejecu cién del vuelo proyectado escapa a las posibilidades presen. tes y aun a las que ofrece el futuro préximo,’” El teniente coronel Hernan Pujato estaba acostumbrado 4 estos reveses y pre: intensificé las accio: y Parado para ellos. Lejos de desanimar, i nes para concretar su meta antartica y Continué preparando el terreno Para su regreso al pais. Am- Plis los contactos con funcionarios del gobierno central y coa altos jefes del Ejérci siasmo to, alos que intenté contagiarles su enti ¥ comprometerlos con sus planes, eminada su mision en Bolivia, Pujato regres6 al pais y fe ascendido a coronel. Su proyecto era cada dia mas conocido en los altos niveles del Gobierno y del Ejérci- qcpara no dejar que el entusiasmo que habia logrado desper- ese eniiara, y mientras aguardaba la resolucién final que Spwebara st Viaje, pidié autorizaci6n para realizar el “Curso de supervivencia Polar” que el ejército de los Estados Unidos de Norteamérica realizaba, como todos los afios, en la Artic Indoc- qrination School de Big Delta, en Alaska, durante los meses de enero, febrero y marzo de 1949. El curso se dictaba al norte del Circulo Polar Artico, a una latitud norte semejante a la de la Bahia Margarita en el sur polar. Como los tiempos urgian, Pujato fue autorizado a partir mientras su designacién estaba en tramite. En esta se le asigna- on 10.000 délares para gastos, suma con la que debia afrontar los costos de traslado y la compra de los equipos adecuados. Pero Pujato fue més alla. También compré equipos para quie- nes lo acompafiarian en su expedicion y 36 perros para trineos, que serian los integrantes de la primera jauria polar del pais. Cuando se le termin6 el dinero asignado, puso de su bolsillo la diferencia, sin reclamar ningun reintegro. 118 de febrero, lego a la ciudad de Anchorage y fue recibido cnel aeropuerto por su par norteamericano Donald Fay. Al dia Sguiente, se presenté ante el director del curso, el general Ee hasta el dia 13 se dedlicé a familiarizarse con las instalz- or at tee de entrenamiento de los perros de trineo. ] 1 hamiento i curso, que estaba divido en dos temas: el entre- una duracig aa y elentrenamiento tactico. El primero, a movida on © 120 horas, abarcaba todo lo relacionado con la 3, racions Te nieve, supervivencia, primeros auxilios, ee leduracign oon El entrenamiento tactico, de 40 ee cone] ane eee entre otras cosas, a todo lo ae aco a en el terreno y, especialmente, al desarrollo, Ja "ganizacion de una defensa. Scupacigy 65 66 1 en 6808 LCS MESES Pasados 4 i OT ee ome ce una Signific, wo 6 protagonizaria mas agg a, ndido, el militar hizo conga ® shacer polar. Recibi6 valiggs’® priene exponen 1000 vaca we vaca para fo au + todo lo apt ka sien % port explo = Xplor, iG smité Nacional Noruego de Investigacion "ay somite Na el 1 instituto Artico Canadiense, en Montrea) ha ns yiltimos medios con que se contaba entonca ‘ eu polar como la que él estaba planeando, ; spedic f : i i ento. terior iz6 de su funcionamien| teriorizt 1 curso en Alaska - ‘ar Artico, en la Laponia sueca, , “(ox:) eSt08 ejercicios i lente ‘iercicios invernales ofrecen una excelet ovorinida vernales ofrecen un : imvemnen i Pava reforzar los conocimientos de te vit para et nls aumentando la experiencia neces! Mejor a iy i tica» "2" desemperio de la futura Expedicion A" Entre Fi er "Oa que iban y venian entre nuestro ejércitoY ® wtf acon eds TOS pases : nee Sea ios por C: 4 ajacior en aun cane eer caenind apnea cil jéreo Suecia de bal mel ier, despa tino, la al la presci sue nL 1 , la autorizac nel ade rizacion comer la ae 2n726 aden} nora st J con un laconi re " Jaconic nico pero termi srminante ede io me gion del ita arse ido culmnin© ¢ qu en e808 ode i plas nj jercicios del A pe- epic 69 "Si es necesario morir, ; " moriremos! omenzaba 1950, ¢l “Afio del Libertador General San Martin’, Esa frase, segiin disposicion del gobierno, de- pia encabezar los documentos piblicos, pero tambien egiaren la primera plana de diarios y revistas. La Comision Bi cameral, presidida por el diputado José E. Visca, basada en cl fo cumplimiento de esa exigencia, clausuré mas de cuarenta diarios, entre ellos La Hora, Orientacion, La Nueva Provincia y Los Andes. Eva Peron se enferm6 y debio ser operada. El ministro de Educacion, Oscar Ivanisevich, renuncié a su cargo después de asegurar que existia la posibilidad de que Evita sufriera una grave dolencia Juan Manuel Fangio seguia en Europa con su arrolladora se- tie de victorias y, en nuestro pais, Juan Galvez ganaba las Mil Millas Argentinas de Turismo Carretera Dos peliculas nacionales se exhibian con amplio éxito en los cines del pais: Filomena Marturano, con Tita Merello y Gui- llermo Bataglia, bajo la direccién de Luis Mottura, y Nacha Re- gules, sobre el libro homénimo de Manuel Galvez, cuyos in- térpretes fueron Zully Moreno y Arturo de Cérdoba, con di- teccién de Luis César Amadori. Durante ese afio se cred la Comisién Nacional de Energia Atémica, se bot el ballenero Juan Perén y lleg6 al Puerto de Buenos Aires el transatlantico Eva Peron. Tras la suspension del ansiado viaje a Suecia, Pujato realizo cl curso obligatorio de coroneles en el Centro de Altos Estu- dios del Ejército. Mientras tanto, el coronel advirtia que su expedicion no Matchaba bien: los tramites sufrian demoras y retrasos y, POT ettos, se advertian sefiales que indicaban que hasta po- ‘a cancelarse, A pesar de todos los indicios negativos, él se- 8uia firme en lo suyo, llevando adelante el reclutamiento del Personal Yel alistamiento de los elementos necesarios para la &xpedicion, Rin 71 cor trimestre del allo, Pujato recaps atterminat oho Militar, Hamado telefonieg ges ay papiacion del GT euionte, en UMA Auencia gag Ms dente Peron A se realizar la Expedicion Polar qn hs reiterd 50 IMT qivia y dispuso que, de acuerdo con th bia popue prove to, el toma se ia tratada ©N reUnig i portancia del prow eG el cual Pujato deberia volyan "dal Gabinete Nacional, ra x40, ETIO de per coincidide ambos en la oe an ala aiios antes. Entonces habian sabido que los dg, ma pasion por la montana. Ahora, uno era Pa publica, con el grado de teniente genera, y 1 preocupado y obsesionado por el destin, 5" oe el pais. Uno tenia el poder de decision sobre tod juntos de Estado, el otro dependia de esa decision Esta nueva situacion lend de entusiasmo a Pujato que aho. ra, al contar con un apoyo incondicional en el més alto nis de decision, veia que su suefio antartico estaba a punto de concretarse. Algunos dias después, entro a la Casa Rosala donde era aguardado por las mas altas jerarquias de la Nacion y desarrollé entonces su elocuencia en la exposicién del pro. yecto, respondiendo preguntas de toda indole: politicas, eco. nomicas, estratégicas ¢ historicas. Afios de estudio y prepara. cién en el tema lo facultaban para contagiar su pasién. rra siet tian la misn dente de la Re| ‘otro, un corone! “Aquel dia -recuerda hoy Pujato-, cuando terminé de hablar ante los miembros del Gabinete, el teniente co- ronel Balofe, jefe de la Casa Militar de la Casa Rosada, me conté que, cuando yo me retiraba, uno de los mi- nistros le habia dicho al general Peron. “;Ese coronel es un loco!”. Yo segui adelante, aunque sabia que varios ministros le decian al Presidente que no veian la nce sidad de ir a la Antértida, En aquellos aiios habia we fuerte falta de recursos. Habia poco dinero.” cerca te ca, St El proyecto del coronel Pujato cada dia estaba mas Ser una realidad. Los objetivos de la Expedicion Antatt! factibilidad y ejecucién, tras un amplio debate, fucro" apt dos ©n Acuerdo de Ministros el 27 de septiembre de 1950. i propio Presidente de la Nacién resolvi6 asumit Ia 157", lidad directa de enviar la “Expedicion Cientifica a la ana Continental Argentina”. Un mes después, en la orbita del z Misterio de Asuntos'Técnicos, todo comenzaria a ton" nt yf a sett? 1. PUJATO el conquistador del 4° si -sigue recordando ¢ % aputonces si ~Sis elg ls, Parecian mitto en serio.” -romado el asi 5 jaber aguandaba la salida del decreto que ofic se i mientras § a : lizaba xpecicton, que seria firmado cl 9 de febrero de 1951, tode ines, La urgonia estaba dada de manera especial por ee japso durante el cuall se puede acceder por mara la compa. Pato signio adelante sin descuidar ningin detalle ‘iia quedar librado al azar, Termin6 de seleccionar a Jo acompaiiarian, eligiéndolos por sus aptitudes y va- ores de competencia. Lalista qued6 integrada por el capitan de Infanteria Jorge jiio Casimiro Mottet, de 29 afios, montaiiés distinguido con el Condor de Oro; teniente farmacéutico Luis Roberto Fonta- na, de 29 afios ¥ también experimentado montaniés, proximo roctorarse ent Bioquimica y a licenciarse en Farmacia Indus- trial; sargento ayudante radiotclegrafista Haroldo Juan Riclla, de 25 aiios; cabo mayor radiotelegrafista Hernan Sergio Gon- zilez Supery, de 23 afios; cabo mayor baqueano Lucas Serra- no, de 28 afios y también montafiés de sdlida experiencia; Er- nesto Natalio Gomez, de 40 afios, médico cirujano; Angel Ma- ria Roque Abregt Delgado, meteordlogo de 27 aiios, y Antonio Moro, de 45 afios, cocinero. El tiempo corria y habia que obtener todo lo que la expedi- cin necesitaria para pasar un afio -0 tal vez dos, si los hielos ro permitian entrar a los barcos que vendrian a relevarlos, en a Antartida. La labor desplegada a lo largo de aquellos meses es recordada como si hubiera ocurrido hace muy poco tiempo por uno de los miembros de la expedici6n, el entonces cabo mayor Hernan Gonzalez Supery, hoy doctor en Medicina. Mw Nada po quienes ‘Conformamos un grupo muy homogéneo, ramos una or- questa en la que Pujato era el director y de él para abajo todos trabajdhamos como burros de carga. En esa época, trabajo mucho, @ la par de nosotros, el teniente Vaca, que era muy amigo de Fontana, Con él estuvimos desde mayo 0 junio del Shasta que salimos. Nos habian asignado unos gatpones del oo en Palermo, junto al Regimiento de Patricios, donde a ‘hana el supermercado, para ir acomodando la smerade lamba "0s a comer a un bodegén atorrante en _— ane ans El Véiito Negro” Llegabamos amore nos i de atorvantes que asustaba Al menos a nosotros, ustaba, Un dia se incorpor6 al grupo el doctor Gome?, | ngs deste el primar momento con nosotros, pl Vomito” No escuchaba tratando a avo aorrante NO eV ntendia nada. irstabamnas en fos gatpor Ae primera hora de la may vaca es 71 de tarde, imo mes hasta ms fant via, Tenaias un vericulo donde estaba montata una dioestacion portatil, que fue la que levamos a la Antirtidg ; doen pare sai acer Tas compras dle materials ’ Eva una buena organizacion, ideada por Mottet y Riella, sp fon eajones harméticas de madera, forrados ing. riormente con cinc, para ser transportados por dos personas vir tos extremtos tenia dos manijas 0 agarraceras de soga. En cada cajon, por si alguno se perdia, se ponian todos Jos elementos para supervivencia: leche, azucar, café, frutas secas, O sea que no habia un cajén de leche oun cajén de az. car, sino que en cada uno habia de todo. Tenian colores y mi. meros diferentes. En unt registro especial, estaba aclarado el contenido. ¢Dénde estd la leche condensada? Del cajén 5 al 20. cas pulgas, de reacciones imprevisibles y absolutamente st mergido nada mas que en lo que tuviera que ver con st expe dicién, aia ea sus ayudantes acomodaron el inmenso grata pén, El a mess que estaba en uno de los rincones ato Guien, como era ei ba a encargar de Hevar hasta alia a a seriedad rae rami, rengaria al grupo con see aparecié de pronto, ‘0 Go lo que Fontana queria gral m rth na. Una vez que ee una de sus inspecciones estuvo al tanto de las novedades, © q jan cast les hablo °s hablo a sus hombres de memoria: mbres con palabras que todos conec! 1. “Si es necesari ¢sario mori, morivemos. Nos abracarom® watt ets Imps wn COONAN Ki, cogia cada una de: las palabras de jefe, que ne ajc a los suyos en cada oportunidad guene sey alguna ve7, Fontana se habia permitide devise ni gesario reitera aquellas palabras, ya que: tad nes de gue expedicion implieaba aries la gran conscie no de ellos sabia que To que hacian era por la habia que morir, estaban dispuestos a hacerlo reniente -Ie respondia una y otra vez. el coronel empre es bueno recordarlo. Nunca est de mas’, wae prone se estaba por rtirar, después de laarenga de

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