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Estudios

CIUDAD Y TERRITORIO
ESTUDIOS TERRITORIALES
ISSN(P): 2697-231X ; ISSN(E): 2697-2328
Vol. LIV, Nº Monográfico 2022
Págs. 179-204
https://doi.org/10.37230/CyTET.2022.M22.8
CC BY-NC-ND

Morfología de los paisajes tradicionales en


la España interior: potencialidad de lo rural
construido para un futuro más sostenible
Juan Luis de las Rivas-Sanz(1)
María A. Castrillo-Romón(2)
Miguel Fernández-Maroto(3)
Marina Jiménez-Jiménez(4)
(1) Catedrático
(2) Profesora Titular
(3) Profesor Ayudante Doctor
(4) Profesora Contratada Doctora
(1) (2) (3) (4) Instituto Universitario de Urbanística. Universidad de Valladolid

Resumen: La demanda de una nueva cultura del territorio enfrenta el proyecto sostenible con los inte-
rrogantes de un medio rural abandonado, sobre todo en los paisajes menores de la España interior,
donde las relaciones entre “campo” y “ciudad” deberían ser regeneradas. ¿En qué medida la forma de
los paisajes tradicionales del medio rural es un activo de futuro? Superando tanto la idea de sosteni-
bilidad asociada a un entorno sin desarrollo, de refugio en retroceso, como la visión patrimonial de un
campo sin dolor, emerge una lectura “activa” del territorio dirigida a repensar desde dentro espacios
muy antropizados, aunque en declive. Es aquí donde una serie de proyectos realizados o en curso por
nuestro grupo de investigación desarrollan desde el paisaje una herramienta de conocimiento opera-
tivo y detectan en la morfología de lo construido en los espacios rurales un potencial no sometido
exclusivamente a los intereses del turismo o la segunda residencia, de urbanitas en descanso, sino
abierto a un proyecto global de hábitat más sostenible.

Recibido: 28.07.2021; Revisado: 4.11.2021


Correo electrónico insur@uva.es; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1235-1292
Correo electrónico: mariacr@arq.uva.es; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2331-2854
Correo electrónico: miguel@institutourbanistica.com; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6853-2167;
Correo electrónico: marina@arq.uva.es Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6590-4236
Los autores agradecen los comentarios y sugerencias realizados por los evaluadores anónimos, que han contribuido a mejorar
y enriquecer el manuscrito original.
Este artículo se enmarca en el Proyecto de Investigación “El Paisaje Urbano Histórico como recurso de planificación en los
conjuntos históricos menores de la España interior (PUH-RePlan)”, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y
Universidades (MCIU), la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) dentro
del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020 (ref. PGC2018-097135-B-I00).

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Estudios Morfología de los paisajes tradicionales en la España interior
Juan Luis de las Rivas & María A. Castrillo & Miguel Fernández & Marina Jiménez

Palabras clave: Medio rural; Paisaje; Morfologías tradicionales; Sostenibilidad territorial; Desarrollo
rural.

Morphology of traditional landscapes in inland Spain: the


potential of the rural built environment in a more sustainable
future
Abstract: The demand for a new culture of territory confronts the sustainable project with the uncer-
tainties of an abandoned rural environment, especially in the smaller landscapes of inland Spain,
where the relationship between “countryside” and “city” should be regenerated. To what extent is the
form of traditional rural landscapes an asset for the future? Overcoming both the idea of sustainability
associated with an undeveloped environment, a shrinking refuge, and the patrimonial vision of a coun-
tryside without pain, an “active” reading of the territory emerges, aimed at rethinking from inside
highly anthropised but declining spaces. It is here that a series of projects carried out or in progress
by our research group develop an operational knowledge tool from the landscape and detect in the
morphology of the built in rural spaces a potential not exclusively subjected to the interests of tourism
or second homes, of urbanites at rest, but open to a global project of a more sustainable habitat.

Keywords: Rural environment; Landscape;Traditional morphologies; Territorial sustainability; Rural


development.

1. Introducción: lo rural como 1.1. Protagonismo inesperado del


hábitat futuro medio rural en un contexto de crisis
El medio rural español ha adquirido protago-

E
n un contexto de recuperación de los valo-
res del territorio y de lucha contra el cambio nismo en el debate público en relación sobre
climático, el urbanismo de los núcleos de todo con uno de sus principales problemas:
población menores debería servir para incremen- la despoblación. La pérdida de habitantes de
tar su potencial como hábitat sostenible, capaz de los municipios rurales es un fenómeno ge-
atraer vida y actividad en entornos sometidos a neralizado desde mediados del siglo XX que
procesos seculares de despoblación. ¿Cómo ac- ha sido analizado en sus diversas facetas y
tivar lo construido en el medio rural en un marco desequilibrios asociados (López, AbeLLán &
de lucha contra el cambio climático? ¿Son los GodenAu, 2009; CAmArero, 2009), y que ha es-
núcleos rurales capaces de adaptar sus formas a tado acompañado de un proceso paralelo de
nuevas necesidades y estilos de vida? ¿La lectu- abandono de lo edificado1. La publicación en
ra ecosistémica del medio rural incorpora venta- 2016 de La España vacía (deL moLino, 2016)
jas frente a lo urbano? ¿Qué potencial de impulsó aún más este debate, ofreciendo una
regeneración sostenible tienen los núcleos del expresión tan elocuente como simplificadora,
al menos en algunas de sus interpretaciones.
medio rural? Son preguntas que se plantean en
A pesar de la mejora sistémica de los servi-
este texto, con los Objetivos de Desarrollo
cios públicos y sociales y de las inversiones
Sostenible en el horizonte y con particular aten-
institucionales en fomento del desarrollo local,
ción a los municipios menos poblados y a los muchas situaciones críticas apenas se han
núcleos urbanos más pequeños. Consecuencia corregido e incluso se han acentuado fenó-
de una confluencia de investigaciones, se busca menos de atonía en territorios que conservan
contribuir a la construcción de una “nueva imagi- su fragilidad, son los “lugares que no impor-
nación” del medio rural, en su doble sentido, con- tan” (CoLLAntes & piniLLA, 2019).
ceptualizadora y configuradora, interesada en
hacer visibles sus potencialidades como hábitat Frente a una visión de lo rural que se centra
futuro. en sus problemas, han ido emergiendo otras

1
Como recordaba el Plan Nacional de Arquitectura Tradicional encuentra situado en municipios menores de 5.000 habitantes.
(IPCE, 2014), el 46,4% de las viviendas anteriores a 1900 se

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narrativas que identifican el medio rural como Transformación y Resiliencia, defienden que
un espacio de oportunidades de futuro. Un la acción pública en las áreas rurales “puede
planteamiento que ha adquirido gran difusión constituir una gran oportunidad para lograr la
a raíz de la crisis derivada de la pandemia de sostenibilidad en todas sus dimensiones: am-
covid-19. El confinamiento domiciliario en las biental, territorial y humana”, y subrayan que
ciudades ha puesto de manifiesto la falta de la pandemia “nos ha revelado valores socia-
espacio y de condiciones de confort en mu- les y ambientales de una parte esencial de
chas viviendas urbanas, y ha vuelto a poner nuestro territorio, nuestros pueblos, y nuevas
sobre la mesa la cuestión de la densidad, tan oportunidades a través de la transición ecoló-
ligada a los orígenes del urbanismo moderno gica y digital” (10). Se oficializa así un renacer,
y contemporáneo. En este contexto, el medio todavía sólo formal, de lo rural en el núcleo de
rural representa la posibilidad de un hábitat los grandes retos de la sociedad española, de
más sano y se materializa un giro en el debate tal forma que su contribución, convertida en
que potencia una visión idealizada, eludiendo “palanca de cambio”, pueda constituir el inicio
limitaciones como la debilidad del tejido eco- de la reversión de su declive.
nómico, la escasez de servicios o la dificultad
en el acceso a la vivienda. Es en este contexto donde surge el rol del ur-
banismo en la “activación” del territorio rural,
A caballo entre estas visiones contrapuestas, de sus condiciones. Se acuña el concepto de
es innegable que el medio rural ha adquirido “territorios activos”2 y se enfatiza la dimensión
un protagonismo hasta cierto punto inespe- espacial propia de nuestro campo, proponien-
rado y que se manifiesta en una eclosión de do una aproximación integrada desde el pai-
iniciativas y documentos oficiales dirigidos a saje, donde se inserta una visión sincrética de
orientar las políticas públicas en los próximos la morfología de las poblaciones existentes,
años, siempre enmarcadas en el paradigma en su dinamismo actual y no sólo en sus lógi-
de la sostenibilidad. Así, el “Plan de Acción cas tradicionales.
para la Implementación de la Agenda 2030:
Hacia una Estrategia Española de Desarrollo
Sostenible” (2018) subraya la contribución
del medio rural en los Objetivos de Desarrollo 1.2. Hipótesis de los “territorios
Sostenible 2, 11 o 15, entre otros, afirman- activos”: paisajes resistentes y
do que “no existe desarrollo sostenible que
no se base en un equilibrio territorial, donde
agentes de un cambio desde
las áreas y poblaciones rurales sean próspe- dentro, antecedentes relevantes
ras, pobladas, articuladas y conectadas”. La
“Agenda Urbana Española” (2019), a pesar de El medio rural de la España interior, fuera de
la fragilidad en su dimensión territorial, tam- la costa y de la metrópolis madrileña, centra
bién se refiere al medio rural tanto en térmi- hoy un debate sobre la despoblación que pa-
nos de diagnóstico como propositivos, aunque rece más atento al “problema” en sí mismo
concentrados en su primer objetivo estratégi- que a soluciones concretas. La discusión re-
co: “ordenar el territorio y hacer un uso racio- coge estudios de tendencia y de la acción de
nal del suelo, conservarlo y protegerlo”. De los gobiernos, sin un balance exigente de los
nuevo, se plantea la necesidad de “impulsar la recursos propios de cada ámbito local o de las
máxima interconexión entre los ámbitos rural experiencias que ya están teniendo lugar en el
y urbano”, o la mejora, conservación y puesta propio medio. Recordando la teoría lefebvria-
en valor del paisaje, aunque los intereses de na, el espacio es un producto social en la medi-
la Agenda se desplazan muy pronto a lo urba- da en que cada sociedad “produce su espacio”.
no casi en exclusiva. Este espacio lo forjan las relaciones sociales
de producción y de reproducción, y contiene
Las recientes “130 medidas frente al reto de- las representaciones simbólicas que sirven
mográfico”, anunciadas en mayo de 2021 para mantener esas relaciones en estado de
y vinculadas al Plan de Recuperación, coexistencia y cohesión. Por ello, “desde la

2
Concepto que surge del proyecto “Territorios Activos: León (Orden de 5 de mayo de 2020, de la Consejería de
Diseño y desarrollo de un Living Lab para la caracterización Educación, cód. VA200P20), cofinanciado por el Fondo
e impulso sostenible de iniciativas innovadoras en el medio Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y cuya investiga-
rural de Castilla y León”, subvencionado por el Programa de dora principal es María A. Castrillo Romón.
apoyo a proyectos de investigación de la Junta de Castilla y

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perspectiva del conocimiento, el espacio social difficulté à cerner les attributs qui soient propres
funciona –junto a su concepto– como un ins- au milieu rural.” (bontron, 1996: 2)
trumento de análisis de la sociedad” (Lefebvre,
2013: 93). La diversidad de expresiones del espacio
rural supone también una diversidad de si-
Este marco permite interpretar las transfor- tuaciones frente a los cambios económicos
maciones territoriales registradas en el cam- y sociales en marcha, y en particular frente
bio de siglo; tanto la jerarquía y desigualdad a la noción de “crisis”, que no es aplicable a
en el dinamismo espacial de las áreas urba- todos los territorios rurales o, al menos, no
nas como el devenir de los entornos rurales en el mismo sentido. De hecho, no todos los
son expresión de los cambios en el modelo espacios rurales actuales están en ruinas.
social y productivo. Por otro lado, en sentido En los territorios rurales menos dinámicos,
inverso, las relaciones de producción con- la “crisis” se expresa en pérdidas de empleo
temporáneas definidas por los procesos glo- y población que ya compromete seriamen-
bales modelan la organización del territorio, te su demografía futura. En otros, afectados
en particular las tendencias de reestructura- por las tensiones de implantación de nuevas
ción y dispersión reciente de las áreas ur- actividades, incluida la residencia, la dimen-
banas, así como la pérdida de actividades, sión crítica suele estar relacionada con des-
despoblación y abandono de algunas áreas equilibrios de esos mismos procesos frente a
rurales, a la vez que se multiplican los desa- criterios de responsabilidad ecológica y de-
rrollos del turismo, de la segunda residencia, sarrollo social.
o reemerge la vivienda principal asociada a En cuanto a las políticas para el medio rural,
las necesidades de determinados centros no más allá de su influencia efectiva en el mode-
muy alejados. lado del espacio social y de sus relaciones de
poder, interesa observar que son expresión
Por ello, la reflexión sobre los “territorios ru-
del significado que las instituciones políticas
rales activos” o la “activación de territorios
asignan al desarrollo sostenible. Por ejem-
rurales” precisa de algunas consideraciones
plo, el análisis de los presupuestos y finali-
previas. La primera relacionada con la con- dades de la política europea de “desarrollo
dición rural en el espacio social de la España rural” ilustra con claridad la brecha entre su
contemporánea y, la segunda, con la acción entrega a objetivos ligados al mercado y a la
pública que ha orientado el gobierno de los competencia internacional (Política Agraria
territorios vinculados. Los cambios económi- Común) y la acción dirigida al cuidado de los
cos y políticos de la modernización no sólo ecosistemas o de las necesidades sociales
han inhabilitado definitivamente los antiguos en el medio rural.
conceptos, como el de “campo y ciudad”, sino
que los procesos de dispersión y difusión de El concepto de “territorios activos” es una hi-
actividades desde los grandes centros urba- pótesis que se construye a partir del reco-
nos han difuminado las fronteras entre los nocimiento de las resistencias territoriales y
espacios rurales y los urbanos. El borrado de los procesos sociales y económicos que
de esos límites no significa que no existan vienen a contradecir las tendencias dominan-
espacios rurales, pero condiciona su concep- tes en el medio rural castellano y leonés y
tualización. De hecho, aunque parece plena- que, de algún modo, contestan la interpre-
mente aceptado que el medio rural no puede tación economicista o residual del desarrollo
concebirse dentro de los márgenes de lo rural predominante en las políticas públicas.
agrario, la diversidad de territorios rurales y La idea de “territorios activos” se vertebra
su continuidad con los llamados rur-urbanos en torno a la sostenibilidad que se funda
dificulta una elaboración conceptual única y en el desarrollo endógeno, el apoyado en el
precisa, más allá de su condición general de reconocimiento de los valores y recursos
espacios dominados, tanto en lo que se re- de cada ecosistema local y de sus sinergias
fiere a los procesos de producción como a la territoriales.
dimensión simbólica:
El desarrollo de esta hipótesis tiene dos lí-
“Si la notion de rural est communément admise et neas que corresponden a dos enfoques
utilisée, il n’existe pas partout une définition offi- complementarios. El primero surge del reco-
cielle pour désigner les territoires concernés. Les nocimiento de los procesos de “activación”
définitions utilisées dans chaque pays présentent (o de “innovación rural”) protagonizados por
des différences sur de nombreux points […]. Le experiencias sociales, económicas e insti-
fait qu’elles soient souvent le négatif de la défi- tucionales que se desarrollan al lado o en
nition des villes est d’ailleurs un symptôme de la los márgenes de los procesos dominantes y

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avanza hacia el conocimiento de sus condi- En definitiva, este trabajo, que se inicia en la
ciones de posibilidad, incluidas las que se ex- persistencia de ciertos valores de las formas
presan en las formas materiales del territorio sensibles del medio rural, en los márgenes
y de los núcleos rurales. El segundo pone de las transformaciones dominantes, aspira
el foco sobre dichas formas sensibles, sobre a construir un conocimiento sobre lo posible
los paisajes y las formas de los tejidos edi- acorde con la idea de sostenibilidad antes
ficados, sus valores y potenciales, que han formulada. Exploración de formas posibles,
resistido a las profundas transformaciones huye de posturas esteticistas y voluntarismos.
espaciales en marcha y se pregunta por las Con soporte en la teoría de la producción del
posibilidades de pervivencia y acrecenta- espacio, busca desplegar el conocimiento de
miento de esos valores, incluidas las relacio- paisajes apenas esbozados o que todavía no
nes sociales y económicas de soporte. En existen. El soporte es la comprensión de los
términos conceptuales, la noción de “activa- contextos que podrían generarlos, esto es,
ción” de lo rural se inspira en la transducción, de las condiciones y procesos económicos
propia del pensamiento lefebvriano: y sociales en los que “tienen lugar” o pue-
den tenerlo.
“[…] la transducción: una operación intelectual
que puede proseguirse metódicamente y que di-
fiere de la inducción y la deducción clásicas, así
como de la construcción de ‘modelos’, o de la si- 2. Metodología: una convergencia
mulación, del simple enunciado de hipótesis. La de investigaciones, el paisaje como
transducción, a partir de informaciones relativas a
la realidad –la vida cotidiana–, así como de una principio
problemática planteada por esta realidad, elabora
y construye un objeto teórico, un objeto posible. La El déficit territorial de las políticas urbanas se
transducción supone un equilibrio incesante entre acentúa en el ámbito rural, donde la dimensión
el marco conceptual utilizado y las observaciones regional de los factores que condicionan dicho
empíricas. Su teoría –metodología– conforma de- ámbito convive con las expectativas de lo que
terminadas operaciones mentales espontáneas términos como territorio, patrimonio o paisaje
del urbanista, el arquitecto, el sociólogo, el políti- aspiran significar. Ningún término tiene poder
co, el filósofo. Introduce el rigor en la invención y taumatúrgico. El método concreta el enfoque,
el conocimiento en la utopía.” (Jiménez, 2016: 26) aquí presente a lo largo del texto en las inves-
tigaciones que se van mencionando. Hemos
En nuestro caso, la transducción conteni- priorizado una lógica escalar, desde la comar-
da en la noción de “activación” está guiada ca geográfica a la manzana y la casa, con dos
por la urgencia de hacer frente al deterioro escalas intermedias, de entorno y de borde de
medioambiental y al vertiginoso aumento de los núcleos de población, para ir desvelando
las desigualdades sociales determinados por facetas de un proyecto todavía abierto.
el modelo económico dominante. Tiene, por
tanto, un sentido reformista, ya que el reco-
nocimiento de las resistencias y contestacio-
nes a las tendencias dominantes se orienta, 2.1. Territorios abandonados versus
en última instancia, a la identificación de territorios activos
elementos de realidad que sean semillas o
ingredientes ya existentes de un “espacio di- Decir medio rural exige definir un campo con-
ferencial” o una “utopía realizable”, es decir, creto de estudio, entre la diversidad de situa-
un espacio de futuro. Como recordaba Peter ciones que se dan en él. En nuestro caso, las
m ArCuse (2012), retomando a Saint-Simon, investigaciones que se presentan en este ar-
las líneas de desarrollo de una nueva socie- tículo abordaron de forma general el universo
dad deben buscarse siempre en el seno de de los municipios con menos de 2000 habi-
la vieja. Más allá del interés de las corrientes tantes, centrándose con particular atención
críticas en las ciencias sociales y de cues- a los municipios con menos de 500 habitan-
tionamientos sobre la dimensión subversi- tes, calificados como “municipios menores”.
va de algunas experiencias, es claro que la Prácticamente la mitad de los municipios de
perspectiva dominante se forja en los gran- España corresponderían a esta categoría,
des centros urbanos y no de forma descen- un porcentaje que se eleva sensiblemente
tralizada, social y territorialmente hablando. en el caso de las Comunidades Autónomas
El interés por el medio rural, especialmen- de Castilla y León, La Rioja y Aragón, y que
te por el menos dinámico, comienza en de- es también notable en Castilla-La Mancha y
tectar su propia voz y hacerse eco de ella. Navarra (fiG. 1).

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Menos de 500 Entre 500 y 2000 Menos de 2000 Total

Comunidad Autónoma Nº %/Total Nº %/Total Nº %/Total

Castilla y León 1799 80% 323 14% 2122 94% 2248

La Rioja 135 78% 18 10% 153 88% 174

Aragón 542 74% 133 18% 675 92% 731

Castilla - La Mancha 525 57% 214 23% 739 80% 919

Navarra 153 56% 59 22% 212 78% 272

Cataluña 336 35% 258 27% 594 63% 947

Extremadura 122 31% 176 45% 298 77% 388

Comunidad Valenciana 148 27% 155 29% 303 56% 542

País Vasco 64 25% 81 32% 145 58% 251

Cantabria 17 17% 38 37% 55 54% 102

Madrid 28 16% 38 21% 66 37% 179

Andalucía 111 14% 219 28% 330 42% 785

Asturias 9 12% 30 38% 39 50% 78

Baleares 2 3% 11 16% 13 19% 67

Murcia 1 2% 4 9% 5 11% 45

Galicia 5 2% 113 36% 118 38% 313

Canarias 0 0% 10 11% 10 11% 88

Total 3997 49% 1880 23% 5877 72% 8131

Fig. 1/ Municipios de España en función de su población padronal en 2019


Fuente: Elaboración propia, a partir de datos del instituto nACionAL de estAdístiCA

La representación de estos municipios sobre el públicos, etc. Una realidad existente ya desde
mapa de España que se muestra a continuación hace varias décadas que, más recientemen-
(fiG. 2) permite apreciar la extensión territorial te, se ha identificado con las denominaciones
de este universo de estudio. En coherencia de la España “vacía” o “vaciada”. Sin embar-
con su peso porcentual, es evidente su pre- go, estos municipios menores son en realidad
sencia en Castilla y León, La Rioja y Aragón, mucho más diversos, y para constatarlo basta
aunque en este último caso con clara concen- con observar la evolución más reciente de su
tración en las provincias de Huesca y Teruel. población, en concreto la evolución de la po-
En el caso de Castilla-La Mancha se obser- blación de todos los municipios de España
va que la gran mayoría corresponden a las entre los años 2011 y 2019 (fiG. 3). Una rá-
provincias de Guadalajara y Cuenca, y tam- pida comparación de esta figura con la an-
bién se aprecia su notable presencia en otras terior permite observar, por un lado, que las
Comunidades Autónomas, como Cataluña. mayores pérdidas de población (superiores
Se constata asimismo la práctica ausencia de al 20% en este periodo) se están producien-
estos municipios en la mitad sur peninsular, do fundamentalmente en los municipios me-
consecuencia en buena medida de los patro- nores, debido en parte a su propia debilidad
nes históricos de ocupación del territorio, al demográfica, en un contexto en el que inclu-
igual que de todas las zonas costeras. so pequeñas pérdidas absolutas dan lugar a
elevadas pérdidas porcentuales. Sin embargo,
Son los pequeños municipios de la España por otro lado, se puede observar que muchos
interior los que habitualmente se asocian con municipios menores han mantenido estable su
el territorio “abandonado”, es decir, con el población o incluso la han incrementado. En
que viene sufriendo el declive demográfico, definitiva, se pueden detectar distintos tipos
la atonía económica, la pérdida de servicios de situaciones.

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Fig. 2/ Municipios de España con menos de 2000 y de 500 habitantes, según su población padronal en 2019
Fuente: Elaboración propia, a partir de datos del instituto nACionAL de estAdístiCA

Fig. 3/ Variación de la población en los municipios de España entre 2011 y 2019


Fuente: Elaboración propia, a partir de datos del instituto nACionAL de estAdístiCA

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Los territorios rurales que cabría conside- narrativa transversal, entre el dinamismo y el
rar “abandonados”, por cuanto concentran las declive, pensando lo rural desde su propia iden-
pérdidas de población, se corresponden con tidad, pero acentuando la dimensión espacial,
zonas enclavadas, con escasas o malas co- su síntesis en el paisaje (el landscape character
municaciones, y cuyas economías locales son británico y su deuda con el genius loci clásico),
frágiles y poco diversificadas. Cabe considerar con el objeto de detectar sus potencialidades
aquí amplias zonas de las provincias de Soria, cuando se busca un futuro más sostenible. No
Guadalajara, Cuenca y Teruel, habitualmente en vano, como insistió John Berger, “la vista
identificadas como aquellas en las que el de- llega antes que las palabras”.
nominado “reto demográfico” es más acuciante,
pero también se extienden en las restantes pro-
vincias de Castilla y León, así como en Toledo
u Orense. 2.2. El territorio leído como paisaje,
En contraste con estos se sitúan los territorios
resistencia de lo rural y proyecto de
rurales más dinámicos, que responden a dos paisaje
grandes tipos de situaciones. Por un lado, cabe
identificar los municipios menores en entornos Comprobamos que algunos espacios rurales
periurbanos, ámbitos rur-urbanos que acogen ofrecen una extraordinaria resistencia a su des-
tanto población como actividades económicas aparición (CAbero, 2014; fiG. 4). Detectar las
vinculadas a sus respectivas cabeceras, lo que condiciones de dicha resistencia y de su capaci-
les permite mantener cierta estabilidad o inclu- dad de mejora no es sencillo. El actual contexto
so prosperidad. Esta situación se aprecia con de crisis y de competencia acentúa la necesidad
claridad en torno a las principales capitales de una visión de lo rural desde sí mismo útil para
de las provincias del interior, como Valladolid, la correcta utilización de unos recursos escasos,
Pamplona, Burgos, Salamanca, etc. Asimismo, con el reconocimiento del capital social local y
se pueden observar territorios rurales con ras- de su potencial de desarrollo. Muchos espacios
gos de especialización económica que les han que pierden población mantienen vínculos con
permitido mantener una situación demográfica, la población emigrada y con sus descendientes,
cuanto menos, estable. Es el caso, por ejemplo, también con otros “urbanitas” interesados. Por
de los municipios menores de las provincias de ello es precisa una perspectiva sobre el des-
Gerona, Lérida o Huesca, vinculados al turismo poblamiento no sólo cuantitativa sino capaz de
rural y a las actividades deportivas de montaña interpretar lo que es ajuste a determinadas con-
y naturaleza, o de los riojanos, impulsados por diciones y lo que está fallando, comprender el
la actividad vitivinícola, entre otros. dinamismo o el desequilibrio para acelerar la
capacidad de actuación endógena, distinguir lo
Acercando todas estas situaciones, la idea de que es inevitable frente a lo que puede ser re-
“territorios activos” es la que estructura una conducido (orteGA, 2004).

Fig. 4/ La “resistencia” del medio rural no depende de su demografía, sino de una cultura arraigada a un lugar, un
paisaje que se niega a dejar de ser habitado. Bonilla de la Sierra (Valle del Corneja, Ávila): Conjunto Histórico
desde 1983; población: 124 hab. (2017) y 1036 hab. (1950). A la izquierda, plano del siglo XVII.
Fuente: ArChivo de LA reAL ChAnCiLLeríA de vALLAdoLid.

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El debate sobre los instrumentos de planea- programa de acción y su desarrollo proyectual.


miento, sobre un urbanismo mal adaptado al Resultado de la convergencia de factores físicos
medio rural, y sobre la ordenación territorial, y antrópicos, el paisaje permite la aproximación
hoy prácticamente abandonada, es un debate comprensiva al territorio rural y a sus núcleos
que suele evaluar intenciones y no resultados de población, y, a través de sus formas, a las
(bieLzA, 2011; iuu_LAb, 2016a). A pesar de in- interacciones sociales que acogen. Documentar
teresantes esfuerzos en Asturias, Cantabria, las transformaciones físicas acerca a los cam-
Cataluña o Galicia por promover un “urbanis- bios productivos y estilos de vida, da cuenta de
mo rural” (borobio & CAstiLLo, 2013), la práctica aquello que les “da forma”.
real se mantiene en las restricciones de cada
competencia y de un urbanismo obsesionado Sin embargo, en España, el enfoque patrimo-
en el régimen del suelo, la protección extensiva nial de la arquitectura del medio rural ha distor-
y vagos principios de adecuación al entorno. Se sionado el estudio morfológico, que permanece
ignora, de facto, el potencial de la dimensión es- en precario si se compara con los estudios es-
pacial, morfológica y paisajística, para avanzar pecíficos de arquitectura tradicional. De hecho,
en un enfoque integrado. No es una cuestión de la aproximación morfológica todavía descansa
planes sino de cultura. En términos de proyecto, sobre algunos estudios clásicos4. Tampoco los
la forma del paisaje rural es la puerta de su rein- trabajos pioneros sobre la arquitectura verná-
vención sostenible. No olvidemos que el primer cula, como los de Flores o Feduchi, planteaban
paso estuvo en esperar a que todo se arruinase: el estudio de la morfología de los núcleos, que
sigue hoy inmerso en la visión regionalista o
“La vieja granja tiene que hundirse antes de que general en exceso. Primando el dibujo conven-
podamos restaurarla y liderar un estilo de vida cional como herramienta de análisis, se ha favo-
alternativo en el campo; el paisaje tiene que ser recido una lectura idealizada de las poblaciones
saqueado y despojado antes de que podamos “originarias”, sin capacidad para interpretar su
restaurar el ecosistema natural; el barrio tiene realidad actual o abordar entornos construidos
que ser un ‘slum’ antes de que podamos redescu- complejos. Tradiciones morfológicas como las
brirlo y elitizarlo. Así es como reproducimos el es- que derivan de M.R.G. Conzen en Gran Bretaña
quema cósmico y la historia correcta”. (JACkson, o de Muratori y Caniggia en Italia, no han exis-
1980: 36). tido. Con ello se ha facilitado una visión estáti-
Eduardo Martínez de Pisón avanzó de forma ca del entorno rural construido, con una retórica
pionera una “cultura y ciencia del paisaje” que, conservacionista sin capacidad para capturar su
sin embargo, no abandonaba el uso habitual o dinamismo. En realidad, lo que es una aproxi-
común del paisaje para referirse a la configura- mación sólo eficaz en poblaciones pequeñas y
ción de los hechos geográficos, la fisonomía de homogéneas, en particular de montaña o costa,
un lugar (mArtínez de pisón, 1983). El estudio del languidece en entornos pobres en valores pa-
paisaje, hecho con rigor y humildad, da acceso trimoniales o sin contrastes fisiográficos. Se
al sistema de interacciones territoriales a través banaliza el desarrollo reciente de los núcleos
del sistema de estructuras físicas que las sopor- menores, incluso se considera carente de inte-
tan, y la gente lo comprende. Así, en el marco de rés o simple manifestación de un productivismo
lo que se ha denominado “nueva cultura del te- agrario sin cultura.
rritorio” (tArroJA & CAmAGni, 2006)3, nuestro mé- Pensar la arquitectura y la cultura rurales como
todo es afín a una ecología comprensiva para lo que está “a punto de desaparecer”, para insis-
orientar la acción en el territorio desde la natu- tir en la variable patrimonial, que se re-propone
raleza y dinámica de sus sistemas paisajísticos sin más como principal “recurso”, es miope. El
(McHarg, Odum, Steiner, Forman, entre otros): trabajo documental, al modo del antropólogo y el
forma de las estructuras espaciales, funciona- etnógrafo, no conduce como resultado mágico a
lidad de las relaciones y dinámicas de cambio “la recuperación económica”. ¿Lo rural debe ser
(redes, flujos, vida). El paisaje sería así una conservado o reactivado? A esta pregunta res-
doble herramienta, de conocimiento y de in- pondía A. mAGnAGhi (2000) casi con violencia: “la
tervención, útil para contextualizar y definir un

3
A ello ha contribuido tanto el lento pero continuado des- Madrigal de las Altas Torres, Lerma, Urueña…). Sobre los nú-
pliegue institucional en España del Convenio Europeo del cleos urbanos menores fue pionero Eduardo Ruiz de la Riva,
Paisaje (2000), como un amplio elenco de estudios de en- con Casa y aldea en Cantabria (1991), un trabajo muy limitado
foque paisajístico, comenzando con el Atlas de los Paisajes en su geografía. Félix benito (2003) refirió la arquitectura tradi-
de España (mAtA & sAnz, 2003), entre otros. cional de Castilla y León a la morfología de los núcleos median-
4
Todavía sobresalen trabajos como el de J.I. LinAzAsoro (1978) te una clasificación derivada de factores geográficos y
sobre las poblaciones vascas o la serie de estudios que realiza económicos, pero eludía considerar la evolución reciente de los
Luis Cervera Vera sobre diferentes villas de Castilla (Arévalo, núcleos, sin relevancia para su trabajo.

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conservación del paisaje equivale a su destrucción energía en el territorio, de los roles del sector públi-
por cuanto conduce a la petrificación de sus acto- co y del mercado en un medio rural cambiante, de
res”. Magnaghi, que lleva tiempo planteando un su gobernanza, etc. (sCott, GALLent & GkArtzios,
proyecto local desde su autonomía, lejos de inter- 2019). La constante es pensar el mañana del
ferencias ajenas e intereses extractivos, ya defen- medio rural. Es un medio rural donde se ponen a
día en sus trabajos pioneros la necesidad de “una prueba las estrategias contemporáneas de rehabi-
transformación ecológica de los asentamientos” litación, regeneración y reúso, donde los espacios
(mAGnAGhi, 1990; mAGnAGhi & pALosCiA, 1992). Es van a depender de la capacidad de resiliencia de
aquí, y no en la perspectiva patrimonialista donde lo que se resiste a desaparecer. La agroecología
se sitúa nuestro proyecto de paisaje, en su servi- y los servicios de los ecosistemas rurales parecen
cio a un proyecto local de futuro. Un medio rural también ofrecer, a medio plazo, oportunidades en
interpretado como “reserva” de valores impondría la búsqueda de soluciones para afrontar los desa-
la peligrosa lógica de dominio desde los intereses fíos de cambio climático y de la falta de equidad.
urbanos, “el campo” a su servicio. La pregunta sobre en qué medida lo que ya existe
puede pertenecer a los cimientos de un futuro más
Pensar el medio rural como un ecosistema local humano y sostenible alumbra la “nueva ruralidad”
innovador exigirá por lo tanto no sólo capacidad de que aspira a dilatarse en objetivos territoriales y
salvaguardia, sino una agenda renovada y un im- sociales más amplios.
pulso en la gestión. En un contexto de redefinición
de lo rural y de reajuste del potencial de lo local, El primer paso es el inventario, la concreción de
cambiante y crítico (horLinG & mArsden, 2014; lo local en sus parámetros físicos y territoriales.
shuCksmith, 2018; AdAm-hernández & hArteisen, Con una metodología que nuestro grupo ha ido
2019), se buscan nuevas oportunidades e inclu- consolidando, se resume la complejidad de los
so se revolucionan los principios de diseño tradi- componentes del territorio-paisaje con soporte
cionales. La planificación del medio rural avanza en las nuevas tecnologías (SIG), y en un juego
tanto en el plano conceptual, precisando las ca- de escalas que van desde el territorio a la man-
racterísticas y diversidad de la ruralidad contem- zana edificada. El balance del sustrato espacial
poránea, como en el estudio de sus variables más de un ecosistema local más o menos complejo
determinantes. Lo rural se aborda desde el cam- (fiG. 5) es resultado de una aproximación que in-
bio social y las exigencias de inclusión, desde el corpora la cultura consolidada del análisis geo-
reconocimiento de la transformación del paisaje gráfico y del paisajismo (mAtA & tArroJA, 2009;
rural contemporáneo, de su sostenibilidad y resi- CALzoLAri, 2010). Sobre ello avanzan, de nuevo
liencia, desde la nueva economía, los recursos y la a diversas escalas, tanto la perspectiva ecológica

Fig. 5/ Aproximación sistémica al paisaje local (salida síntesis de inventario). Estudio de un Plan de Paisaje para
Paredes de Nava (Palencia).
Fuente: iuu_LAb, 2021.

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 188


CyTET LIV Monográfico 2022

(steiner, 1991; formAn, 2005), como la interpreta- de una realidad compleja, en el mundo rural
ción de sus resultados visuales (espAñoL, 2006) o suele dominar la “tiranía de las pequeñas de-
la diversidad de estrategias que orientan la sos- cisiones”, que explicó el nobel de economía
tenibilidad de los entornos rurales (Arendt & al., Alfred Kahn (1966) y trasladó a la ecología
1994; mAGnAGhi, 2000). Un agregado no reductivo E. W. Odum (1982), pequeñas por su dimen-
de factores y variables que alcanza a la morfolo- sión y perspectiva, una permanente respues-
gía de los núcleos de población y su arquitectura ta a problemas puntuales de necesidad sin ver
(de LAs rivAs, rodriGo & fernández-mAroto, 2018). sus efectos, acumulativos, sin permitir pensar
a largo plazo. La limitada capacidad de actua-
La planificación espacial es una disciplina de sín- ción de los agentes habitualmente implicados en
tesis, no de análisis, que necesita comprender e la acción rural exige pensar de otra manera. El
incorporar las ecologías locales para avanzar en reconocimiento del capital social en cada caso
soluciones de sostenibilidad y reequilibrio territo- (espArCiA, esCribAno & serrAno, 2016; burGos,
rial. El estudio sistemático del paisaje ofrece un 2020), la gestión colaborativa de los bienes co-
nuevo comienzo, la puerta, para reevaluar lo rural munes (ostrom, 2000), la revisión de la eficacia
desde el espacio en el sentido amplio y a la vez y del rol del sector público en la innovación, con
estricto de medio, “milieu”, que incorpora los entor- un marco de valores más amplio (mAzzuCAto,
nos edificados. Ello es viable incluso en el medio 2011), son aspectos para tener en cuenta. Para
rural más frágil y menos valioso, y permite delimi- ello cabe pensar en el paisaje desde una ima-
tar ámbitos concretos para la acción y el gobierno. ginación capaz de integrar visiones sociales y
El paisaje, que se abre a la mirada atenta y bien ecológicas. Paisaje no es solo escenario sino
formada, reduce la abstracción espacial en la comprensión de sistemas de vida, al servicio de
geografía concreta del lugar. Las estructuras del unos objetivos donde convivan el mundo natural
poblamiento, de lo construido en su totalidad co- y el dominio público (Corner, 2016; orff, 2016;
lonizadora, se evidencian en las escalas inter- de LAs rivAs, 2019). El paisaje en sí mismo es
medias, que van de la comarca y el municipio (lo tanto un marco como una solución, adquiere el
local) al núcleo de población, inserto en su paisaje papel de explorar nuevas formas de ayudar a
próximo. Allí, el sistema que componen todas las los ciudadanos y proyectistas a rehacer de ma-
estructuras construidas de un asentamiento o de nera sostenible el entorno construido.
un grupo de asentamientos, da acceso al ecosis-
tema habitado que se materializa en cada paisaje.
En un juego escalar, la lectura morfo-tipológica de
las poblaciones y de las arquitecturas que las con- 3.1. La escala territorial, del
forman asiste la explicación económica o social. conjunto histórico a su comarca:
Sin sucumbir a la ilusión gráfica conservadora, es paisaje y ecologías locales
el paisaje profundo, visible e invisible, el que remi-
te la arquitectura, definida en sus rasgos tipológi- La lógica de escalas que acompaña al enfoque
cos, a modelos morfológicos que son función de paisajístico recuerda que no conviene abordar
sistemas históricos evolucionados y estructuras cada núcleo rural aisladamente. Mientras lo ur-
recientes. Paisaje operativo que comienza como bano puede ser enfocado fragmentariamente,
herramienta de conocimiento (de integración de los núcleos rurales necesitan de la sinergia que
conocimiento), prepara la intervención al esta- aportan sus entornos. Hemos comprobado que,
blecer las “condiciones del campo” y sus interac- en pequeñas localidades con valores patrimo-
ciones (programación y síntesis proyectual), y se niales dispares, el paisaje facilita leer de forma
acerca a las necesidades de cambio en su diver- conjunta e indisociable sus diferentes elemen-
sidad de situaciones (adaptación). tos patrimoniales. Si estos se comprenden en
su contexto espacial y temporal, en sentido am-
plio, es posible avanzar en la “gestión del cam-
bio” en un contexto socioeconómico en el que
3. Resultados: paisaje y forma las presiones son de condición territorial y no
urbana en territorios, y pueblos, urbana, donde los factores propios de la apro-
más sostenibles ximación paisajística son más útiles (LALAnA &
pérez GiL, 2018; Jordán, pérez-eGuíLuz & de LAs
Los pequeños municipios, con poca capacidad rivAs, 2020). Se trata de sistemas patrimoniales
de actuación, están sometidos a un sinfín de compuestos de una amplia gama de elemen-
planes, normas sectoriales, ámbitos de pro- tos específicos tanto por su extensión como
tección y procedimientos, un complejo de re- por sus valores. El concepto de Paisaje Urbano
querimientos que condicionan su futuro. Como Histórico (PUH) puede ser, por lo tanto, un re-
en otros asuntos relacionados con el gobierno curso de planificación en el medio rural si se

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trabaja desde una dimensión que no sólo re- 3. La Sierra de la Cabrera, hoy en situación ex-
componga el enfoque patrimonial desde el pai- trema, espacio de montaña enclavado, sin
saje, sino que lo recontextualice en un ámbito Conjuntos Históricos, atonía demográfica,
mayor, el sistema-paisaje patrimonial (benito deL amplios despoblados, rico en flora y fauna,
pozo, 2007), referencia de un entorno concep- y con un medio edificado de valor etnográfi-
tual y espacial más amplio5. co reconocido, aunque muy abandonado.
Gracias a experiencias de trabajo anteriores, la El área norte de Burgos, Bureba Alta, Merindades
geografía de los Conjuntos Históricos de Castilla y Valle de Sedano, es uno de los espacios que
y León ha facilitado un método de estudio de concentra más Conjuntos Históricos de Castilla y
caso dirigido a establecer situaciones tipo, en León, además de contar con espacios naturales
dos tiempos: territorio y núcleo. Se seleccionan de gran valor (fiG. 6). Una riqueza que acrecien-
ámbitos antagonistas, desde la geografía y la ta la convicción de que el patrimonio cultural y
historia, y por ello complementarios: el paisaje natural que lo acoge no pueden pen-
sarse por municipios. UNESCO recomienda la
1. El norte de Burgos, a lo largo del Ebro, entre
zone tampon como área de amortiguamiento o
Frías y el Valle de Sedano, un territorio de
montaña media y valles encajados, donde buffer de control para un ámbito protegido. En
se da una gran acumulación de Conjuntos los centros históricos, éste área afecta la gestión
Históricos en un entorno natural valioso, de la ciudad a la que pertenecen. Dirigido por
como los montes Obarenes. Sólo el muni- esta sensibilidad, el concepto de Paisaje Urbano
cipio del Valle de Sedano cuenta con cuatro Histórico puede ser desplazado al medio rural
Centros Históricos: el propio núcleo de creando sinergias ente localidades y municipios6.
Sedano, y Orbaneja, Escalada y Pesquera Es en esta escala intermedia, de pequeña región,
a lo largo del río Ebro, que establece un donde se cumple la metáfora del paisaje como
enlace paisajístico singular. Una situación piel arrugada pero viva, utilizada por Braudel,
sin duda excepcional. más acertada que la recurrente de la piel muerta
del palimpsesto, un ámbito de interacción donde
2. El borde norte de la Tierra de Campos, en descubrir “la incesante renovación de un juego
la campiña cerealista de Palencia y León, complejo de reinterpretaciones” y “hacer del pai-
incluyendo dos comarcas, una ligada a los saje cotidiano un recurso de desarrollo, contando
Centros Históricos de Sahagún y Grajal, con la gente, implicándola, e incidiendo en la ges-
junto al Camino de Santiago; y la de tión del carácter y no en la invención y sacraliza-
Paredes de Nava, un conjunto que no es ción de lo excepcional” (mAtA, 2010: 65).
Bien de Interés Cultural, pero que podría
serlo, con un rico patrimonio ligado a Alonso Ello nos lleva al proyecto de paisaje y a la sim-
Berruguete, al Canal de Castilla, etc. biosis sociedad-cultura-territorio que buscamos,

Fig. 6/ Área norte de Burgos, a lo largo del Ebro. El Valle de Sedano, al oeste, con apenas 421 habitantes
repartidos en once núcleos de población, acoge cuatro Conjuntos Históricos declarados, sin duda algo excepcional
en España.
Fuente: iuu_LAb, 2020.

5
Los resultados que aquí se presentan pertenecen al pro- potencial de una lectura integrada de naturaleza y cultura al
yecto PUH-RePlan, cuyos investigadores principales son servicio del desarrollo local, pero con escala supralocal, de-
Juan Luis de las Rivas Sanz y Javier Pérez Gil. finida por el propio medio. http://geoparquelasloras.es/index.
6
La gestión vigente del Geoparque de Las Loras, en php/las-loras/
Burgos, al que pertenece el Valle de Sedano, demuestra el

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 190


CyTET LIV Monográfico 2022

donde pueden converger perspectivas que territorio que nunca ha dejado de ser explota-
parecen dispares, algunas autodenomina- do. Mientras en Truchas se intuye una eclosión
das “territorialistas”, pero que comparten el de lo salvaje (manadas de lobos incluidas), en
rechazo a la regulación descontextualiza- la Tierra de Campos el paisaje permanece. En
da y recuperan conceptos como el de bio- los dos casos, los núcleos de población, con in-
región, espacio de dicha simbiosis y eco dependencia del valor patrimonial, evidencian
de la Biopolis geddesiana (s oCiedAd de Los problemas de conservación. La elaboración
territoriAListAs, 2011; m AGnAGhi, 2014). Lo
de una cartografía orientada permite caracteri-
local contextualizado con una particular inte-
ligencia de la multifuncionalidad del territorio zar cada ámbito y facilita un diagnóstico inicial,
(m AtA & ferrer -Jiménez, 2021). desde la escala subprovincial, estableciendo las
condiciones de acceso y enclavamiento, el nivel
La aproximación a tres de los municipios de de servicios y la relevancia de los recursos na-
las comarcas de estudio, Truchas, Grajal de turales y culturales (fiG. 7). El estudio de los
Campos y Frías, permite evidenciar contrastes núcleos de población se enfoca desde su en-
y patrones en la diversidad de situaciones de torno próximo, con diversas técnicas de mapifi-
territorios sometidos a las contradicciones de un cación a partir de la información disponible, ya
desarrollo desigual. La atonía y pequeño tama- sea Catastro, la cartografía temática accesible
ño que caracterizan los núcleos de La Cabrera o reelaborada, o la fotografía área y sus series
leonesa (Truchas), donde la naturaleza avan-
históricas. Se plantea una síntesis paisajísti-
za sobre un campo en semiabandono, difiere
de la estabilidad de las Merindades burgalesas ca en la que se reconocen fisiografía y pobla-
(Frías), marcada por la inercia agraria, el atrac- miento, recogiendo parcelario y usos del suelo.
tivo patrimonial y la tensión suburbanizadora El entramado del espacio libre da soporte a lo
desde la metrópolis vasca. A medio camino, en construido, una estructura socio-ecológica que
el interior de “los Campos Góticos” (Grajal), la vertebra el habitar y donde es posible detectar
reducida población residente es asistida por la situaciones concretas derivadas de la actividad
población vinculada, y mantiene productivo un o de su carencia.

Fig. 7/ Encuadre de los tres núcleos de población (Truchas, Grajal y Frías) y análisis de su morfología con
diferentes técnicas, que destacan la interacción entre lo construido y los usos del suelo.
Fuente: iuu_LAb, 2020.

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Truchas, municipio serrano de La Cabrera Baja, su paisaje inmediato, posible con pocos medios
con 419 habitantes, 13 núcleos de población y pero que nadie promueve.
301 km2 encajados en los macizos leoneses,
entre elevaciones de hasta 1800 m, cubiertas Frías, con 247 habitantes y 29 km2, sobre una
de matorral, brezales y piornales, sobrevive de importante calzada romana, destaca por su im-
la ganadería extensiva en una economía de su- pronta paisajística, con cualidades pintorescas
pervivencia, de la extracción de pizarra y de la evidentes. Además del conjunto de la villa forta-
hoy emergente producción de energía eólica. leza sobre el cerro, Bien de Interés Cultural de-
La secuencia de pequeños núcleos sobre los clarado, el municipio cuenta con las poblaciones
vallejos que conforman los cursos de agua se de Quintanaseca y Tobera, atravesada por el río
refuerza en sus bordes por una rica trama par- Molinar en cascadas, y con dos lugares históricos
celaria de viejos huertos familiares. Delimitados de gran relieve: el puente medieval y la ermita de
por setos y cortinas de piedra, en estos frági- la Hoz. El entorno comarcal es rico, en la vega del
les parajes se mezcla el arbolado de ribera y Ebro, cerca de sus desfiladeros, entre la depresión
se esconden pequeños cauces de agua crista- Villarcayo-Tobalina y las Sierras de Pancorvo. El
lina. Un poblamiento apenas organizado por la municipio, con planeamiento general vigente, ha
red de carreteras menores, caminos y veredas estado sometido a tensiones urbanizadoras apa-
que conectan los pueblos o dan acceso a algu- gadas en la crisis, pero que han dejado sus recor-
nos lugares singulares, como el lago Truchillas, tes sobre la frágil y fértil vega que se despliega
monumento natural, o los restos del castillo de entre el cerro y el Ebro. La segunda residencia
Peñaramiro. La forma de los núcleos se orga- es una actividad que, unida al turismo, caracteriza
la villa con una población que sigue menguando,
niza desde las calles-camino, con un agregado
dependiente de las ciudades próximas. El contras-
lineal de edificaciones aisladas o adosadas que
te entre el valioso caserío histórico, intervenido y
genera amplios vacíos interiores. La arquitectu-
bien conservado, y los fragmentos urbanísticos de
ra vernácula permanece entre las dificultades
su trasera plantea un interrogante paisajístico que
de su abandono y sin apenas interferencias re-
no existe en las otras situaciones. A pesar de ello,
cientes. Atonía social y económica que convive
la calidad del entorno y su buen mantenimiento
con un paisaje todavía reconocible, con poten-
evitan inquietudes y facilitan una lectura positiva
cialidades poco evidentes pero abiertas a una
del futuro. Una de sus claves va a estar en concre-
nueva inteligencia del territorio7.
tar las sinergias comarcales enunciadas, que hoy
En la misma provincia, pero con un carácter no son evidentes, más allá del relato de la man-
completamente diferente, la villa de Grajal de comunidad Raíces de Castilla, con Oña y Poza de
Campos8, con 230 habitantes y 34 km2, perma- La Sal, restringida a lo turístico. Con un enfoque
nece anclada en su pequeño y rico Conjunto paisajístico sistémico se podría ir más allá e in-
Histórico, su núcleo formado por plaza, iglesia, corporar, como plantea UNESCO (Paisaje Urbano
palacio y castillo. El sobrio paisaje de llanura, Histórico), una visión-gestión integrada del terri-
condicionado por la explotación cerealista, care- torio, soporte de una administración intencionada
ce de variedad, esquilmado incluso el arbolado promotora del cambio.
de ribera del pequeño Valderaduey, encauza-
do, o de los pequeños arroyos que se esconden
entre los campos. Es este paisaje productivo y
estable el que marca las condiciones de valor
3.2. Paisajes intermedios:
de un territorio rural confundido con lo agrario, reinventando un arroyo, algo más
paisaje horizontal y casi abstracto, como lo in- que paisaje (San Miguel del Arroyo,
terpretan pintores como Cuadrado Lomas. La Valladolid).
reivindicación de la historia es permanente, sin
embargo, el caserío urbano todavía encerrado En sintonía con lo expuesto en la escala co-
por una muralla desaparecida, su agregado de marcal, la lectura del paisaje permite detectar
manzanas irregulares y compactas, permanece oportunidades de proyecto en los elementos
en declive. Para recuperar atractivo es impres- que lo caracterizan y que facilitan tácticas pro-
cindible una mejora ecológica del enclave y de yectuales estructurantes y progresivas. Este

7
En la pedanía de Valdavido, enclave del municipio de www.fantasticobosque.org
8
Truchas con amplios terrenos comunales, tiene hoy lugar la Entre Truchas y Grajal hay 116 km en línea recta, que son
iniciativa “Bosque Fantástico”, con el soporte de la SEO y 181 km de carretera, pero que son entre 2.30 a 3 horas de
dirigida a absorber CO2 e incrementar la biodiversidad, des- distancia en el tiempo real que exige el trayecto.
tinando recursos y apoyándose en agentes locales.

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 192


CyTET LIV Monográfico 2022

es el caso de una de las acciones plantea- El arroyo de El Henar, con cotas entre 780 y 810
das para San Miguel del Arroyo9, con el fin m, su pequeño fondo del valle, define un paisaje
de promover una lectura sistémica del paisa- suave y ondulado entre laderas de páramos que
je municipal apoyada en elementos identifica- ascienden a los 870 m, con límites visuales muy
bles del mismo, muy comprensible para sus claros. Este sistema lineal, hecho de suelo, agua
ciudadanos (fiG. 8). El estado desarticulado y y vegetación, en una situación clara de borde ur-
de abandono del arroyo de El Henar, que no bano, es recurrente y facilita la transición entre
solo destaca en la toponimia del municipio, lo construido y su entorno, ya sea erial, monte
sino que estructura de oeste a este su terri- o espacio de cultivo. En sintonía con esta lógi-
torio y une sus dos núcleos de población, a 5 ca del paisaje próximo, el propio arroyo facilita
km de distancia, ofrece un argumento que, a el juego de escalas entre el término municipal y
pesar de ser evidente, permanecía descuida- sus lugares, gracias a una recomposición de las
do. La relación de los pequeños núcleos con diferentes capas del análisis geográfico y mor-
su paisaje más cercano es a la vez inmediata fológico. Atención especial merecen los elemen-
y frágil, fruto de un urbanismo que considera tos que traban dichos ámbitos, primero el propio
lo construido con independencia de los espa- relieve, las redes de caminos y otros cursos de
cios abiertos que lo rodean. El arroyo favore- agua menores. En sus nodos surgen los lugares
ce la visión serial que propuso Gordon Cullen y enclaves donde desarrollar acciones de pro-
en Townscape (1961), desplegada en una se- yecto concretas. La naturaleza del arroyo permite
cuencia de vistas que organiza una secuen- también definir un amplio ámbito de despliegue
cia de lugares. Dotar de coherencia visual es de servicios ecosistémicos en el municipio. Los
un clásico, el potencial proyectual de lo que pequeños cursos de agua tienen mucho mar-
en apariencia está revuelto o simplemente se gen para convertirse en catalizadores del cam-
yuxtapone. El arroyo, en su linealidad, facilita bio tanto por su valor ecológico, conectivo y de
el diseño urbano en su condición de “arte de nicho o refugio, como por impacto visual, facili-
la relación”, según el propio Cullen. tando mejoras sencillas y reconocibles.

Fig. 8/ Acción estructurante y secuencial sobre el arroyo de San Miguel del Arroyo (Valladolid), enlazando sus dos
núcleos de población
Fuente: IUU_LAb, 2019.

9
Informe “Para un pueblo vivo. San Miguel del Arroyo iuu_LAb (2019).
(Valladolid)”, realizado para la Diputación de Valladolid por el

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En el núcleo de San Miguel desciende por el no- enfoca a partir de su inserción en el paisaje, en su
reste otro arroyo, el de Fuentes Claras, que se alfoz, con varias escalas de aproximación gráfica.
incrusta en el él y permanece visible hasta las tra- También han sido muy útiles los trabajos de Esther
seras de la plaza del Ayuntamiento, perdiendo su prAdA (2007, 2012), en particular en las tierras za-
rastro en el interior de una manzana, con unos moranas del Sayago, donde la morfología histórica
chopos de gran porte que pautan este punto. Hay de los núcleos se muestra inseparable de la econo-
aquí una oportunidad de mejora del paisaje interior mía y los usos de los espacios abiertos de sus bor-
del espacio edificado, de difícil gestión, pero muy des, con una explicación de lo que hoy son reliquias
clara desde la forma. La posibilidad de recupera- de un antiguo paisaje de gran viveza. El estudio de
ción de la memoria del agua en sus nodos clave, la morfología de los núcleos de población meno-
tanto en el ya citado, como en el cruce de acce- res desde la arquitectura tradicional es compatible
so principal al núcleo, hacia el humilladero, en la con una visión que, además de lo patrimonial, in-
calle del calvario, en las eras, etc., es amplia. En terprete sus posibilidades de adaptación y cambio.
el otro núcleo, Santiago, el frente sur se abre ge- Si la conectividad y accesibilidad que brindan las
nerosamente al arroyo en un amplio prado público nuevas tecnologías impregna el territorio, lo rural
de gran potencial sin apenas intervención, tan sólo mejor servido puede acoger nuevas funciones y es-
un rearbolado táctico. En cada escala, el arroyo tilos de vida. En corresponsabilidad con el paisaje
adquiere un papel específico fácil de plantear. heredado, si éste es bien comprendido, adquieren
dimensión creativa.
El medio rural puede acoger mejoras muy sen-
cillas, comprensibles por la gente, abiertas a ac- A partir de 2016 nuestro equipo ha abordado el
ciones colaborativas y muy participadas, que análisis de la morfología de los pequeños munici-
consoliden sus valores como paisaje y su atrac- pios desde un método fundado en la selección y
tivo como hábitat sostenible. A la vez, se acentúa análisis de casos de estudio, que permite estable-
su papel en la lucha contra el cambio climático. Un cer criterios generalizables sobre ámbitos que com-
paisaje dinámico y dinamizado, en la intersección parten rasgos comunes (iuu_LAb, 2016a, 2016b).
de una nueva comprensión de la naturaleza, en El primer factor se refiere al lugar geográfico, que
sus procesos, y de una nueva cultura del habitar, determina unas condiciones de paisaje iniciales
en sus formas (PArrA, 2007). (campiña, valle, sierra) que afectan la forma de
asentamiento. El segundo desarrolla los tipos de
núcleo a partir de la geometría básica de su es-
tructura (regular: circular, ortogonal, lineal; irregu-
3.3. Paisajes de borde y transición: lar: clúster, estrella, policéntrica) y su compacidad
la periferia incompleta (urban (agregada o desagregada). La configuración del
fringe) de los núcleos rurales tejido construido (manzanas, parcelas y edificios)
(Paredes de Nava, Palencia).
y de los espacios abiertos de borde (periferias tra-
dicionales –prados en cortina, huertos, corrales,
etc.– o recientes) permite una taxonomía apoyada
La dominante patrimonial en la aproximación a la en casos ejemplares. La caracterización de situa-
morfología de los núcleos rurales ha dificultado la ciones y patrones, a partir de estudios de caso, se
correcta interpretación de su evolución contempo- desarrolla en una secuencia “tipo-situación-patrón”.
ránea, asunto que se evidencia en sus periferias Sobre cada tipo de núcleo se proyectan situaciones
recientes, casi siempre desarticuladas. Aunque se de transformación concretas y se establecen patro-
consideren simple resultado acultural de la evolu- nes de actuación en función de los criterios y herra-
ción agraria, sin relevancia alguna, la realidad de mientas de intervención predefinidos.
las urban fringe o bordes de los asentamientos
rurales es que responden a una amplia diversi- Recuperando el tema de los bordes, el rural frin-
dad de situaciones, tanto reinterpretando paisajes ge representa hoy uno de los mayores desafíos
prexistentes, de mayor o menor valor, como res- morfológicos y carece de una relectura paisajísti-
pondiendo a necesidades concretas en el tiempo. ca que puede reconducirlos. Son bordes que no
La ruralización de las villas ha facilitado esta con- siempre cuentan con paisajes valiosos, pero en los
fusa periferia, incluso en poblaciones muy peque- que abundan espacios naturales de interés, como
ñas, con interferencias de vacíos y llenos, naves riberas y bosquetes, y retazos de los espacios tra-
y viviendas, baldíos y vestigios del paisaje agrario dicionales que han caracterizado históricamente los
tradicional. límites de las poblaciones, como eras y prados bo-
yales, huertos y fresnedas, con cercados en corti-
Para la comprensión de la relación de los núcleos na, descansaderos y vías pecuarias, entre otros.
rurales con su paisaje más próximo sigue siendo
extraordinario el trabajo de Efrén García Fernández, El caso de Frías es ejemplar, como hemos
Alfoces y pueblos de León (GArCíA, 1986), donde visto, paisaje de cerro edificado y vega conver-
la morfología urbana de los pequeños núcleos se tida en periferia, en un juego de llenos y vacíos

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 194


CyTET LIV Monográfico 2022

Fig. 9/ Plano y modelo 3D de Frías (Burgos), donde se evidencia una periferia discontinua, residencial y agraria, en
la vega, al norte y al sur del cerro sobre que se levanta el Conjunto Histórico.
Fuente: iuu_LAb, 2020.

Fig. 10/ Estudio del paisaje intermedio en el entorno del núcleo de Paredes de Nava (Palencia), destacando la
estructura secundaria de caminos y pequeños cursos de agua (arroyos). Hipótesis de geometría relacional que
articula ámbitos paisajísticos (regadíos, pueblo, secano y monte bajo) con conectores lineales potenciales (Canal
de Castilla, arroyos, caminos, laderas…).
Fuente: iuu_LAb, 2021.

resultado de un urbanismo convencional, ratifi- apariencia, y donde se plantea una geometría


cado por el Catastro urbano en bolsas de suelo de trabajo reconfiguradora (fiG. 10). A modo
urbano y expectativas de crecimiento que no se de pentagrama, arraigado en el suelo y dota-
abandonan (fiG. 9). Sin una aproximación pai- do de sus rasgos y potencialidades, la hipótesis
sajística es imposible establecer patrones de ac- consiste en dotar de mayor visibilidad al paisa-
tuación ante una u otra situación modificadora. je local, aparentemente monótono, para crear
un campo de fuerzas virtual capaz de ayudar
Al mismo contexto de estudio pertenece el caso a definir patrones de intervención ante una si-
de Paredes de Nava10, donde se realiza un aná- tuación modificadora emergente. El proyec-
lisis detallado de su paisaje intermedio, entre to de la periferia rural, de una fringe banal en
lo urbanizado y el campo, lo que es vacío en apariencia, descubre en los valores de nodos

10
Los resultados que aquí se presentan pertenecen al pro- Juan Luis de las Rivas Sanz y Javier Pérez Gil.
yecto PUH-RePlan, cuyos investigadores principales son

MINISTERIO DE TRANSPORTES, MOVILIDAD Y AGENDA URBANA 195


Estudios Morfología de los paisajes tradicionales en la España interior
Juan Luis de las Rivas & María A. Castrillo & Miguel Fernández & Marina Jiménez

casi invisibles, vacíos intersticiales y líneas de Los responsables municipales comprueban


vida. Para establecer nuevas relaciones cam- que el empleo industrial ha traído consigo
po-ciudad no puede someterse el primero a la una demanda efectiva de vivienda por parte
regla descongestiva de la segunda, sino incor- de familias jóvenes, que quieren instalarse allí
porar el paisaje en su conjunto con sus fun- pero que, ante la inexistencia de oferta resi-
cionalidades ya vigentes, activando los pocos dencial, permanecen en Valladolid y se con-
espacios que efectivamente permanecen per- vierten en commuters “inversos”: viven en la
didos: arbolar un camino, recuperar un límite ciudad y trabajan fuera de ella. El polígono,
evidenciando un arroyo… son acciones muy servido por y desde la autovía, parece tener
elementales, que con otras acciones mayores vida propia, con flujos de personas y mercan-
o mínimas, siempre sistémicas, con una pro- cías que permanecen ajenos a la vida en los
gresiva incorporación de los servicios de los dos núcleos de población. Y el municipio, sin
ecosistemas en la gestión del paisaje rural, mercado inmobiliario residencial real con una
adquieren valor de guía. oferta en alquiler prácticamente nula, pierde
población. Sin embargo, existe un parque re-
La interacción entre lo construido y lo no cons- sidencial en relativo buen estado y hay una
truido va más allá de los antiguos muros de gran cantidad de vivienda vacía: el 20% en
la villa y penetra en cualquier tema, ya sea la San Miguel y el 10% en Santiago. A ello se
integración paisajística de las vías férreas o suman solares y ruinas inaccesibles que ocu-
la de los nuevos molinos del horizonte, en el pan en torno a 200 y 90 parcelas del suelo ur-
acceso general a una toponimia olvidada, a bano, respectivamente (fiG. 11). Por ello, los
cada lugar sea campo o granja, monte o de- responsables municipales buscan ideas para
hesa, con la preparación progresiva del terre- enfocar este problema de inexistencia de un
no para una intelección diferente del paisaje, mercado residencial que permita la instalación
poco a poco, habitándolo. La lucha contra el de nuevos habitantes y acuden a la Diputación
cambio climático en un ámbito que es sumide- de Valladolid para indagar cómo crear un mer-
ro de CO2, el incremento de la resiliencia de cado de alquiler de viviendas (rehabilitadas) y
un territorio que parece frágil pero que ha sido de venta de solares dentro del núcleo.
explotado durante milenios, la compensación
de la economía extractiva creando un entorno San Miguel cuenta con Normas Urbanísticas,
más sano… son asuntos que sólo pueden ir aprobadas en julio de 2004, que establecen
llegando paso a paso. El primero es el paisa- unas reglas válidas para la gestión urbanísti-
je activado. ca del municipio, pero que son incapaces de
afrontar el problema señalado. Esta es una
evidencia de que el urbanismo convencio-
nal necesita en medio rural de estrategias de
3.4. La vivienda como problema: mayor calado. Por otro lado, los programas
patrimonio construido y públicos de ayudas a la vivienda y a su re-
dinamización residencial (San habilitación apenas han tenido repercusión
Miguel del Arroyo, Valladolid).
en el municipio, salvo la rehabilitación de
dos viviendas municipales, destinadas hace
años al médico, por el programa autonómico
Está asumido que conectividad y vivienda son “Rehabitare”, de rehabilitación para vivienda
factores que, debidamente combinados, incre- en alquiler.
mentan las posibilidades de localización de
nuevas actividades y residentes en el medio El trabajo de análisis y prospectiva que ha
rural. En San Miguel del Arroyo, municipio ya realizado nuestro equipo, en un municipio que
comentado y conectado por la autovía A-601/ no cuenta con elementos de especial interés
Autovía de Pinares, a 33 km de Valladolid, con patrimonial o paisajístico, plantea modelos al-
659 empadronados en sus dos núcleos de po- ternativos de regeneración urbana que sean
blación (538 en San Miguel y 140 en Santiago) capaces de activar el interés del conjunto del
es posible discutir esta idea. A una significa- territorio municipal y de sus núcleos de pobla-
tiva vitalidad económica debida no solo a las ción, poniendo el foco en fortalecer su capaci-
actividades agrarias, sino a la instalación del dad como lugar de residencia habitual (de LAs
polígono industrial “La Arroyada” que locali- rivAs, fernández-mAroto & CAstriLLo, 2020).
za, entre otras, una empresa agroalimenta- El enfoque paisajístico, concebido como sínte-
ria con un volumen significativo de empleo sis sensible de los recursos territoriales, esto
(Huercasa), no le corresponde un correlato de es, percibida en el espacio, permite establecer
incremento demográfico, en descenso desde una agenda de lugares, acciones y mejoras
1960, cuando era casi el triple que la actual. morfológicas a medio plazo.

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CyTET LIV Monográfico 2022

Fig. 11/ En un municipio pequeño, como San Miguel del Arroyo (Valladolid), el 60% del casco urbano lo componen
viviendas vacías, solares (con un total de 12,8 ha) y ruinas.
Fuente: iuu_LAb, 2019.

La complejidad del caserío existente en los y de su condicionantes de transformación


núcleos de población tradicionales y su esta- (estructuras de propiedad y tenencia, políti-
do de abandono dan un amplio margen para cas residenciales, capacidad de actuación...),
pensar un futuro alternativo del núcleo urba- la vivienda permanece en el centro y dirige
no. El gran tamaño de las manzanas (espe- la discusión tanto sobre las formas posibles
cialmente en San Miguel), la irregularidad de como sobre las condiciones de posibilidad de
las parcelas y la diversidad de situaciones que dichas formas.
acogen (edificaciones de diverso tipo y espa-
cios vacantes) ofrece un campo excepcional Por ello, la estrategia ideada descansa en
si se somete a la mínima prospectiva, siem- el diagnóstico sobre el parque residencial y
pre que se abandone una visión convencio- la evidencia cuantificada de las viviendas y
nal de la intervención, tanto en su programa suelos vacantes en el municipio. En segun-
como en su desarrollo. La primera estrategia do lugar, se avanza hacia la ideación de vías
ha de ser la rehabilitación, para recuperar lo innovadoras capaces de involucrar esos re-
existente y conservar la identidad local. A la cursos en procesos sociales y económicos
vez, lo nuevo no puede pensarse con criterios viables, con un soporte técnico y una llamada
“suburbanos”, y las acciones de transforma- a la cooperación entre la política de vivien-
ción han de ir más allá de la simple sustitu- da y el urbanismo, una llamada que desde el
ción solar a solar, la renovación convencional, municipio se hace a las administraciones pro-
concibiéndose como acciones inteligentes y vincial y regional para exigir ayuda en la ges-
colaborativas. El respeto a las preexistencias, tión. Porque las condiciones de partida son
incluido el parcelario heredado, no debe ser muy arduas: la ausencia de transacciones de
una barrera para la adaptación del entorno vivienda o de suelo dificulta la valoración, sin
rural construido a nuevas necesidades con referencias de precios y presencia de ata-
mejoras reales. Tanto por la habitabilidad fu- vismos en cualquier ocasión de venta. Los
tura del propio territorio como por interpreta- propietarios que abandonan el patrimonio fa-
ción concreta de la forma del tejido edificado miliar se resisten, sin embargo, a deshacerse

MINISTERIO DE TRANSPORTES, MOVILIDAD Y AGENDA URBANA 197


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Juan Luis de las Rivas & María A. Castrillo & Miguel Fernández & Marina Jiménez

de él. Otros titulares, casi siempre herede- y flexible que constituya una visión del futuro
ros, que querrían movilizar un patrimonio que del municipio, y que sea socialmente compar-
consideran poco rentable enfrentan la dificul- tido y liderado por el gobierno local. La apro-
tad de acuerdo y un sinfín de obstáculos bu- ximación al territorio y a los núcleos urbanos
rocráticos. Generar la información precisa desde su dimensión paisajística favorece la
para abordar estas situaciones solo es posi- lectura integrada de las potencialidades de
ble caso a caso tras un gran trabajo de ges- dichos recursos, arraigada en el espacio, y
tión. Es la propia iniciativa municipal la que, permite avanzar en el conocimiento tanto de
pese a lo limitado de sus recursos, emerge las formas posibles como de las relaciones
como clave de la dinamización residencial socioeconómicas capaces de “dar lugar” a
posible. La principal fuerza transformadora esos paisajes que aún no existen.
no es el deseo de mejora sino la propia ca-
pacidad de actuación, a corto y a largo plazo,
con apoyo externo o sin él.
3.5. La manzana y la casa:
El estudio esboza una diversidad de accio- regeneración sostenible del interior
nes y procesos que el Ayuntamiento de San de los núcleos rurales (Paredes de
Nava, Palencia).
Miguel del Arroyo podría impulsar para en-
contrar o construir oportunidades de vivien-
das en alquiler o en venta dentro del tejido
urbano heredado. Con una complejidad va- Muy próximo al trabajo de San Miguel y de
riable, todas esas propuestas comparten el otros pequeños núcleos, y también avan-
hecho del liderazgo local en la creación de zando desde el impulso del Paisaje Urbano
nuevas relaciones institucionales. En la base Histórico para el transformado interior de las
poblaciones rurales, desarrollamos una in-
está la construcción y comunicación de in-
vestigación sobre Paredes de Nava. El ob-
formación significativa en torno al parque in-
jetivo general sigue siendo favorecer una
mobiliario vacante, el registro e identificación
reinterpretación del medio rural como hábitat
de la demanda efectiva y la concienciación
sostenible de futuro capaz de acoger nue-
colectiva de la necesidad de buscar solucio-
vos pobladores. La mejora de la calidad de
nes. El Ayuntamiento podría jugar un papel
lo construido va a depender de un urbanismo
de intermediación entre demanda y oferta
generador de atractivo y abierto a la localiza-
potencial, e involucrarse como garante de
ción de actividades y usos innovadores, co-
los acuerdos alcanzados. Un paso más sería
menzando por un amplio abanico de espacios
dotar de fórmulas de inversión municipal en
residenciales. Ello exige evaluar los caminos
el parque vacante con un compromiso de de una regeneración adaptativa, de sus posi-
gestión de las viviendas rehabilitadas duran- bles tácticas, sin eludir el contexto normativo
te un periodo acordado. La promoción muni- vigente. Ya se han ido mostrando algunas.
cipal directa puede convivir con derechos de Al servicio de modelos de asentamiento y de
uso u otras estrategias de tenencia innova- arquitecturas sostenibles, no solo cabe rein-
doras asociadas a programas de cohousing terpretar la arquitectura tradicional, sino im-
y promoción cooperativa para para jóvenes, pulsar transformaciones viables.
mayores y dependientes. Los acuerdos espe-
cíficos entre administraciones o el acceso de Esta parte de la investigación no es un traba-
nuevos agentes en el universo de relaciones jo cerrado, sino un ensayo experimental para
socioeconómicas locales encuentran en la establecer pautas para un campo de actua-
vivienda un argumento muy sólido. La cons- ción más amplio, a través de situaciones tipo
titución de un ente gestor colectivo, partici- de pequeña escala y proyectos demostrati-
pado por los entes locales y con capacidad vos que desvelan oportunidades y anticipen
de decisión permitiría racionalizar gestiones el cambio a medio plazo. El primer soporte
y procedimientos que, en núcleos pequeños, es la morfología existente, que en el caso de
pueden estar sujetos a fuertes tensiones in- Paredes es elocuente.
terpersonales.
Efectivamente, Paredes de Nava es una ca-
En definitiva, la experiencia en torno a las becera subcomarcal con unos 2000 habitan-
necesidades de vivienda en San Miguel del tes y cierto dinamismo, aunque afectado por
Arroyo nos anima a pensar que impulsar el la crisis demográfica. Se trata de un pequeño
reconocimiento y puesta en valor del po- centro de servicios arraigado en la economía
tencial local de desarrollo, en particular en agraria, que dispone de relevantes recursos
municipios pequeños de territorios poco fa- patrimoniales pero que no está declarado
vorecidos, requiere de un programa concreto Conjunto Histórico. Podría estarlo, porque el

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 198


CyTET LIV Monográfico 2022

núcleo histórico es arquetipo de la morfolo- Tras el balance del espacio en desuso o en


gía circular propia de un recinto amurallado, ruina (fiG. 12), se desarrollan una serie de
de cerca desaparecida pero visible en una proyectos en el interior del casco histórico
secuencia perimetral de manzanas lineales, consolidado con el fin de mostrar oportunida-
con puertas muy marcadas que establecen des de regeneración sostenible del espacio
una relación muy clara entre el interior y el construido allí donde hay abandono o vacío
exterior del núcleo. Con cuatro iglesias casi sin reliquias patrimoniales. Con un enfoque
equidistantes del centro del círculo, donde arquitectónico dirigido a fomentar un paisaje
está el convento de San Francisco, hoy residencial renovado y generador de atracti-
ayuntamiento, un rico sistema de plazas y vo, la propuesta se apoya en la forma preexis-
calles es generador de un agregado de man- tente, en sus escalas y valores ambientales.
zanas irregulares muy homogéneo. En con- La relativa homogeneidad de lo edificado en
traste con este espacio compacto, tras una los núcleos tradicionales dificulta dar cuenta
estrecha breve periferia, el núcleo se rela- de su estado real, de su dinamismo o atonía,
ciona con el paisaje amplio de la campiña de su vigor o su declive, sin embargo, la com-
cerealista, cuyos valores paisajísticos están plejidad del caserío existente y de su estado
condicionados por una explotación agraria permiten pensar un futuro alternativo de ma-
multisecular, de secano y regadío, hoy sec- nera abierta y responsable. Pero para pensar
cionado de norte a sur por una doble infraes- el medio rural como ecosistema innovador es
tructura ferroviaria. necesaria una nueva agenda con estrategias

Fig. 12/ Balance de las edificaciones en mal estado o abandonadas y los solares en el espacio urbano consolidado
de Paredes de Nava (Palencia).
Fuente: iuu_LAb, 2021.

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Fig. 13/ Estudio de caso-situación en Paredes de Nava (Palencia): intervención sobre cinco parcelas de una
manzana interior. Resultado: siete nuevas edificaciones y tres conservadas; nuevo espacio público y
equipamiento. Acción viable desde la normativa y gestión urbanística vigentes, con edificabilidad por debajo de la
hoy permitida, control de la escala e innovación tipológica moderada.
Fuente: iuu_LAb, 2021.

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 200


CyTET LIV Monográfico 2022

capaces de moderarse en el tiempo y adap- Tomando la manzana como unidad de inter-


tarse a los recursos disponibles. Innovación vención, tanto la regeneración de espacios y
en la actitud, en las ideas, en las formas y parcelas infrautilizadas como la rehabilitación
en el trabajo de gestión (AD, 2016; effekt de construcciones existentes puede ser com-
ArChiteCts, 2016; EU, 2018). Para ello habría patible con la introducción de nuevas arqui-
que abandonar la visión convencional de la tecturas que incrementen valor y atractivo en
intervención urbano-arquitectónica y dar so- lugares rurales, acentúen sus ventajas como
porte a una convergencia de factores: hábitat sostenible y garanticen su idoneidad
para nuevas necesidades (fiG. 13). La expe-
1. Plantear intervenciones colaborativas riencia agraria de la concentración parcelaria
y coordinadas que vinculen la gestión establece un marco útil de referencia a los
pública, la privada y la concertada. potenciales trabajos de gestión, reparcela-
ción y valoración. Se trata de una acción en
2. Utilizar las herramientas de intervención la que convergen la lucha contra la despobla-
disponibles en suelo urbano creativamen- ción y la lucha contra el Cambio Climático,
te, incluso con agresividad (Actuaciones creando un entorno residencial integrado en
Aisladas, micro-PERI, etc.)11 la morfología heredada. La reinvención del
3. Ampliar el programa, con tipologías interior de las poblaciones puede ser sosteni-
residenciales adaptadas a nuevos estilos ble. Ahora bien, solo un diseño adaptativo, de
de vida, compatibles con otros usos calidad, viable y replicable puede fundar esta
(talleres, estudios, invernaderos, casas regeneración. Se necesita de un cimiento co-
crecederas, etc.) y espacios abiertos laborativo, considerar la acción como un bien
que recojan las ventajas de la vida rural público (su utilidad) y dotarla de visibilidad
(huertos, jardines, patios habitables, como espacio público (su resultado).
etc.).

4. Impulsar nuevos modelos de promoción


como cooperativas, cohousing o simila- 4. Conclusiones
res, sin imponer la compraventa del suelo
o la reparcelación cerrada, introduciendo Incluso durante el ciclo económico expansi-
el derecho de uso y/o superficie y otros vo, con su peculiar perfil inmobiliario, no se
regímenes de tenencia. detuvo en España el declive del medio rural
más frágil y menos accesible. La pérdida de
5. Priorizar grupos de población objetivo, población y envejecimiento evidencian hoy
con necesidades e intereses específicos: un deterioro que afecta a un sinfín de espa-
retirados, jóvenes matrimonios, estudian- cios con valores patrimoniales y ambientales,
tes, dependientes, etc. un complejo edificado en riesgo de desa-
parición. La calidad de la conservación del
6. Mezclar actividades en los espacios entorno construido en el medio rural, en su
regenerados (públicos o privados), equi- diversidad de situaciones y valores, es el pri-
pamiento y mejora del espacio público, mer indicador de su estado, avanzando sobre
espacios compartidos (mediatecas-TIC, lo puramente demográfico. La arquitectura
coworking, etc.), comercio, hostelería, tradicional, el estado en general de lo edi-
etc. ficado, más allá del inventario, es el primer
indicador para un diagnóstico sobre temas
7. Construcción sostenible, edificaciones más amplios y, a la vez, un componente clave
de consumo casi nulo viables, soluciones en cualquier estrategia. En una investigación
basadas en la naturaleza, infraestructu- dirigida desde el paisaje, el centro no está sin
ras/redes de energía comunes, etc. embargo en lo patrimonial, sino en los modos
de habitar lo rural en el futuro, y en la inspi-
ración y oportunidades que todavía ofrecen

11
La Ley de Urbanismo de Castilla y León (y su gestión disponibles para hacer viable la reparcelación y sus
Reglamento, RUCyL), tras su reforma derivada de la Ley consecuencias de equi-distribución (artículo 217.3 del
7/2014, de 12 de septiembre, de medidas sobre rehabilita- RUCyL); a la vez, sobre cualquier clase de suelo, los
ción, regeneración y renovación urbana, introduce mejoras PERIs (artículo 146 del RUCyL, sobre Planes Especiales
instrumentales de gran potencial para la regeneración en de Reforma Interior) están re-dirigidos a la regeneración
los pequeños núcleos rurales, en concreto: en suelo urbano urbana y pueden reclasificar y recalificar suelos sobre ám-
consolidado las Actuaciones Aisladas de Urbanización y bitos muy variados (modificando planeamiento vigente) en
Normalización pueden acudir a todos los instrumentos de el cumplimiento de sus fines.

MINISTERIO DE TRANSPORTES, MOVILIDAD Y AGENDA URBANA 201


Estudios Morfología de los paisajes tradicionales en la España interior
Juan Luis de las Rivas & María A. Castrillo & Miguel Fernández & Marina Jiménez

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CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 202


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