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DERECHO PROCESAL

CONSTITUCIONAL
REVIEW

RECORDARIS

PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD
PROCESO COMPETENCIAL
1. Antecedentes
 El proceso de conflicto de competencias es una novedad de la Constitución de
1993.
 En el artículo 71 de la hoy derogada Ley de Bases de la Regionalización, Ley
24650, se estableció que los conflictos entre los diferentes niveles de gobierno
debían ser resueltos en primera y segunda instancia por las diferentes salas
civiles de la Corte Suprema de Justicia. En la práctica, tal proceso no tuvo el
desarrollo esperado.
 Por su parte, la Constitución de 1993, muy lacónica en su regulación, solo
establece que el conflicto de competencia y atribuciones es competencia del
Tribunal Constitucional (artículo 202 inciso 3).
2. Concepto y características
Los conflictos de competencia y atribuciones son propios de modelos de Estado
unitarios y descentralizados, como el peruano, donde el poder político que es
único se distribuye entre diferentes niveles de gobierno, ello conforme al artículo
43 CPP.
En dicho sentido, para regular el comercio en dos ciudades diferentes, cada
municipalidad ejerce esa atribución en su respectiva circunscripción territorial. En
ese caso, no existirían conflictos o controversias entre dichas entidades, ya que
cada municipalidad ejerce esa atribución en su territorio. No obstante, sucede que
a veces las circunscripciones también se superponen, esto sucede entre las
municipalidades y los gobiernos regionales o el gobierno nacional.
En estos casos no es el territorio el que permite resolver la controversia, sino la
competencia o atribución específica, dado que esta se otorga y regula en función
a una materia específica
Por ello, el proceso de conflicto de competencias, como constitucional,
permite resolver las controversias que se suscitan por el ejercicio de las
competencias, funciones y atribuciones establecidas por la Constitución y la
ley, en un procedimiento de instancia única que se ventila ante el Tribunal
Constitucional.
De esta manera, el Tribunal en este proceso enfatiza su el rol pacificador de
las controversias entre los clásicos poderes del Estado (Legislativo,
Ejecutivo y Judicial), los diferentes niveles de gobierno (nacional, regional y
local) y los órganos constitucionales autónomos (Defensoría del Pueblo,
BCRP, SBS, JNE, etc.) y de todos ellos entre sí.
3. Parámetro de control
El parámetro de control en estos procesos está constituido por la Constitución,
específicamente, las disposiciones que establecen las competencias o
atribuciones a los Poderes del Estado y los órganos constitucionales
autónomos. En el bloque de constitucionalidad, según lo dispuesto en el
artículo 79 del CPConst., se debe integrar a las leyes que desarrollan esas
competencias y atribuciones, tales como la Ley de Bases de la
Descentralización (ley 27783), las leyes orgánicas de gobiernos regionales y
de municipalidades (leyes 27867 y 29792), las leyes de organización y
funciones del Poder Ejecutivo (ley 29158) y de los ministerios que lo integran,
así como las leyes especiales que regulan determinadas materias, en tanto
atribuyen funciones a las distintas entidades públicas.
Estas normas se ordenan y aplican a través del denominado test de
competencia desarrollado por el Tribunal Constitucional (sentencias de los
Exps. 00020-2005-PI/TC y 00021-2005-PI/TC). Este test está compuesto por
los siguientes elementos argumentativos:
3.1 Principio de unidad dentro de la diversidad

Según el cual, para apreciar las competencias y atribuciones de los actores


involucrados en la controversia, debe tenerse presente que sus relaciones no
se rigen por el principio de jerarquía, sino por el de competencia. De acuerdo a
este principio, existe un delicado sistema de distribución del poder político
mediante la atribución de competencias entre los diferentes poderes del
Estado, niveles de gobierno y órganos constitucionales autónomos.
Por ello, aunque, todos ejerzan funciones diversas, debe tenerse siempre en
cuenta que lo hacen dentro del principio de una unidad política: el Estado, por
ende, en el ejercicio de sus atribuciones y competencia debe orientarse a
lograr los grandes fines que competen al Estado y que se encuentran en toda
la Constitución, especialmente, en su artículo 44.
3.2 Principio de competencia
En virtud de este principio, las atribuciones y competencias se otorgan de manera
taxativa a los niveles de gobierno regional y local (sub principio de taxatividad), y
corresponde al gobierno nacional una competencia residual, cláusula de
residualidad. Esto quiere decir que, en principio, las competencias de los
gobiernos regionales y locales y por extensión de los órganos constitucionales
autónomos deben estar y están expresamente establecidos en la Constitución y
en la ley, por lo que, si una competencia no está expresamente atribuida, debe
entenderse que la misma corresponde residualmente al gobierno nacional.
Este test permite resolver de manera racional y razonable los conflictos de
competencia y atribuciones, en vista de que permite delimitar y diferenciar los
ámbitos de actuación de los diferentes actores constitucionales.
4. Objeto de control
El objeto de este proceso, es decir, lo que se controla, es el conflicto
constitucional. Este comprende, en primer lugar, los conflictos de competencia
entre el gobierno nacional y uno o más gobiernos regionales o locales y entre
éstos entre sí; y, en segundo lugar, los conflictos de atribuciones entre órganos
constitucionales autónomos. La raíz última de estas controversias radica en dos
interpretaciones distintas de las normas constitucionales, que establecen esas
competencias o atribuciones. Esta se materializa en actos, disposiciones o
resoluciones, e inclusive en normas legales.
Por ello, en el proceso de conflicto de competencias se determina si los actos,
disposiciones, resoluciones o normas han sido emitidos respetando las
competencias en controversia.
En la jurisprudencia se han desarrollado los tipos de conflictos que pueden
resolverse en este proceso: conflictos positivos, conflictos negativos y conflictos
por menoscabo de atribuciones. En el primer caso, dos entidades reclaman la
titularidad y pretenden ejercer una atribución que consideran les ha sido otorgada.
Esto sucedió en el caso del Poder Judicial contra el Poder Ejecutivo en lo que
respecta a la presentación del proyecto de presupuesto del primero ante el
Congreso.
Exp.0004-2004-CC/TC.
En cambio, en el conflicto negativo, la entidad no reconoce que le corresponde la
competencia y, por ende, no la ejerce, porque considera que su ejercicio le
corresponde a otro órgano del Estado. Finalmente, en el conflicto por menoscabo
estamos frente al ejercicio de funciones o atribuciones asignadas por la
Constitución, no obstante que el ejercicio de unas afecta el ejercicio de las
asignadas a otro poder u órgano del Estado. Esto sucedió en el caso de las
medidas cautelares emitidas por el Poder Judicial, que autorizaban negocios de
casinos y máquinas tragamonedas afectando las competencias del Poder
Ejecutivo en la materia.
Exp. 0006-2006-PC/TC.
5. Aspectos de procedimiento

La legitimidad activa y pasiva para actuar en este proceso corresponde a


los poderes del Estado, los niveles de gobierno y los órganos
constitucionales autónomos y a todos estos entre sí, en el marco de una
controversia vinculada por el ejercicio o la omisión de ese ejercicio de
competencia o atribución establecida por la Constitución.
Debido a que este proceso es de competencia exclusiva y se tramita en
instancia única ante el TC, su procedimiento, con las adaptaciones que
cupieren, se rige por las reglas aplicables al proceso de
inconstitucionalidad.
Artículo 202 inciso 3 de la Constitución
Precisiones siguientes:
a) El TC puede pedir a las partes las aclaraciones y precisiones que
considere convenientes para la mejor resolución de la controversia.
b) El TC tiene un plazo de sesenta días hábiles para resolver la
controversia, contados desde el día en que se interpuso la demanda.
En este tipo de procesos, cuando se advierte que en la controversia se
discuten competencias establecidas en normas de rango legal, el Tribunal
declara que la vía para resolver el caso es el proceso de
inconstitucionalidad. Asimismo, resultan procedentes las medidas
cautelares de suspensión del acto cuya validez se discute en el proceso .
Una vez que se publica la sentencia recaída en este proceso, vincula a
todos los poderes públicos y tiene efectos frente a todos (erga omnes).
Asimismo, la sentencia determina a quien corresponde la competencia o
competencias en controversia; y también anula los actos, resoluciones y
disposiciones viciados de incompetencia de ser el caso.

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