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Ant e su país pequeñísim o, que Gabriela Mist ral baut izó para siem pre
com o el Pulgarcit o de Am érica, Roque t uvo una act it ud de am or/ odio
( Víct or Casaus la califica de «relación am orosa y dolient e») que
im pregna su poesía de una inagot able m ovilidad dialéct ica. La idea
básica de Roque es que en El Salvador ( uno de los países de Am érica
donde los pobres son m ás pobres y que ha vivido siem pre asediado por
la violencia) exist e una inj ust icia consolidada, y en sus versos va
dej ando incuest ionables signos del est ado de ánim o a que lo lleva esa
com probación: «Pat ria dispersa: caes / com o una past illit a de veneno en
m is horas. / ¿Quién eres t ú, poblada de am os, / com o la perra que se
rasca j unt o a los m ism os árboles / que m ea?» y t am bién: «¿A quién no
t ienes hart o con t u dim inut ez?». Sin em bargo, en el fondo de t odo ese
sarcasm o hay un im borrable t razo de am or. El poet a ridiculiza al falso
país en que se ha convert ido su país verdadero, pero sigue am ando y
añorando a est e: «País m ío vení / papaít o país a solas con t u sol / t odo
el frío del m undo m e ha t ocado a m í / y t ú sudando am or am or am or».
Mario Benedetti
D ESCUBRI M I EN TO D EL GUERN I CA
COM O TÚ
Yo, com o t ú,
am o el am or,
la vida,
VERTE D ESN UD A
Pececillos de la im aginación
desnudos caram elos que se perdieron
en la escalera al cielo
perlas hirsut as
ent reabiert as abuelas
pepinos salados del alba
sabiduría m et am orfoseada
¿por dónde os debo penet rar
oh colección de hierbas y cosas
organizada con el pret ext o
de un nom bre de m uj er
de un m odo de ilust rar
a la m uchacha con que siem pre soñé?
AM ÉRI CA LATI N A
LOS BURÓCRATAS
Desde el horror de sus bost ezos son los prim eros asesinos de la t ernura
t erm inan por enferm arse del hígado y m ueren aferrados a los t eléfonos
con los oj os am arillos fij os en el reloj .
LA VI OLEN CI A AQUÍ
Y no decim os nada.
Y no decim os nada.
Y no decim os nada.
Est ás conm igo, Roque, con nosot ros, haciendo las canciones,
disolviendo los m onst ruos, derram ando t u risa invulnerable,
con t u m anera elem ent al, t iernísim a, de hacer versos, t rincheras,
de j ugart e la vida, de const ruir la hist oria.
Julio Cortázar
Escritor. Argentina (1914-1984)
M EGALOM AN Í A
Federico I I con t odo y ser em perador de los alt ivos alem anes
fue excom ulgado por el Papa de ent onces:
es que hizo obligat orio el est udio de la m edicina a los m édicos
ant es de que cobrasen por recet ar infusiones
o ext irpar carne de la carne del hom bre.
Mart ín Lut ero creyó que Dios Padre sufría del hígado divino
viendo por ent re las nubes cóm o los curas gordos corret eaban
por los barrios de las ciudades en provechosa vent a
de indulgencias pagadas al cont ado.
Excom ulgado fue por defender el hígado de Dios.
LOS PROVERBI OS
PARA LA PAZ
EPI GRAM A
EL VAN I D OSO
S. O. S.
( Cart a que m e llegó)
SOBRE UN SUI CI D I O
Hast a la vist a,
am igo.
EN EL FUTURO
D ALTÓN I CA
Pulgarcit o de poet a
que se escapa y m e cosquilla
t an alegre t an sin silla
t an de am ores t orrenciales
t an sin fin.
Yo lo ví
yo lo ví, yo lo ví, yo lo ví,
Yo lo ví,
yo lo ví, yo lo ví, yo lo ví,
era el año 2000 ya él no vivía
y yo lo ví,
la m uert e equivocada lo llevó
y él anda aquí,
yo lo ví, yo lo ví, yo lo ví.
Pulgarcit o de poet a
que se escapa y m e cosquilla
t an alegre t an sin silla
t an de am ores t orrenciales
t an sin fin.
Ahí...
ent onces
es que desde las geologías int eriores
surge la clara voz de alba, la profét ica
t raída a cuent as del fut uro y su m úsica.
LA CERTEZA
Y los cuilios asom brados dij eron: «¡Te salvast e! Pero ¿cóm o has
podido adivinarlo? Todos t us cheros fallaron, porque el oj o es
Su sangre bella y brut al sólo est á lim it ada por los halcones
por ciert as griet as en el sonido de los dados roj os
y por los pist ilos de la azucena horadando las part it uras del ciego.
Sus enferm edades son cuadros de j óvenes pint ores franceses
est acionados en la decadencia del m irt o
en las aleluyas de la cábala
o en la t ernura final de los asesinados j unt o a un río de yeso.
CAN CI ÓN D E PROTESTA
a Silvio
Roque Dalt on una vez est uvo preso y lo iban a fusilar. Adem ás iban a
hacer creer al Part ido que él era un inform ador y un agent e de la CI A
para que no lo consideraran com o m árt ir. Esa noche, aunque él no t enía
fe en Dios, oró, se arrodilló en su celda y oró. La «suert e loca» - decía él-
hizo que esa noche hubiera un t errem ot o y se cayeran las paredes de la
cárcel, y él se escapó. Cint io Vit ier, Fina y yo nos reíam os de él
diciéndole que nosot ros dábam os ot ro nom bre a lo que él llam aba
«suert e loca», y él t am bién se reía.
Roque Dalt on est aba siem pre de buen hum or a pesar de los horrores
que había pasado, y de los horrores que lo esperaban por delant e y que
él adivinaba. El com prom iso de Roque Dalt on con la revolución era com o
un com prom iso m at rim onial. Su dest ino fue no sólo cant arla sino
t am bién dar la vida por la revolución.
Ernesto Cardenal
Poeta. Nicaragua (1925)
EL M AR
( 1 9 6 2 - La H a ba n a )
A Tat i, Meri, Margarit a, con quienes com part í una ola...
I
Hay grandes piedras en t u oscuridad t em pest uosa
grandes piedras con sus fechas lavadas por t u som bra
porque hast a el sol del día cóm ese t u som bra
cruj e en el frío despidiéndose del aire
que no se at reve a penet rart e.
II
«...sal de los sacrificios...»
García Lorca
Si la noche rescat a su cúpula de fósforo
y t us perdidos m onst ruos baj o el rayo se arrugan
los peces desat ados son diez rápidos niños
que m aduran profundos el him no de la escam a
POEM A D E AM OR
D ECI RES
Hoy fue el día de la pat ria: despert é a m edio podrir, sobre el suelo
húm edo e hirient e com o la boca de un coyot e m uert o, ent re los gases
em briagadores de los him nos.
15 de sept iem bre
Vine a saber de Roque Dalt on en el verano del ‘84, unos días después
de m i arribo al cam pam ent o para refugiados polít icos de Moheda, en el
sur de Suecia. En aquel verano, de pront o quedé condenado a escuchar
t odos los días y a t odo volum en, el Poem a de Am or, int erpret ado por un
grupo salvadoreño que t ocaba canciones de prot est a, cuyas let ras
rayaban las front eras del panflet o. Con est e poem a aprendí que la
palabra guanaco era sinónim o de salvadoreño y que un buen verso se
podía lograr con palabras sencillas, que expresaran hechos cot idianos.
Sin em bargo sería años m ás t arde cuando habría de com prender la
esencia de la poesía de Roque, quien a pesar de la influencia nerudiana,
cont radice el m ét odo del poet a chileno y propone en cam bio “ una poesía
que, en lugar de cant ar, plant ee los problem as, los conflict os, las ideas,
que son m uchísim o m ás eficaces que los him nos, para hacer que el
hom bre cobre conciencia de sus problem as en la lucha de liberación de
nuest ros pueblos” .
Con el paso de los días sent í necesidad de saber sobre la vida del
poet a y su obra. Me daba vergüenza no saber nada del que escribió los
versos m ás polit izados de nuest ro cont inent e. Ent onces, m e cont aron
m is vecinos salvadoreños que Roque había pert enecido a un grupo
guerrillero ( fanát ico y ext rem ist a) liderado por un j oven lam piño,
am bicioso y egoíst a, y que por discrepancias polít icas del poet a con el
dirigent e, ést e ordenó aj ust iciar a Roque en nom bre del pueblo y de la
revolución. Cuando supe est o, Roque Dalt on dej ó de ser para m í el
poet a del lenguaj e direct o, para convert irse en un sím bolo polít ico, que
habría de asociar para siem pre con los dolores que el sect arism o de
nuest ras izquierdas nos han causado. El frío final de Roque m e recordó
los aj ust iciam ient os que varias organizaciones de m i pat ria, llevaron a
cabo cont ra sus m ilit ant es y que luego j ust ificaron en com unicados o en
video- casset t es enviados a los not icieros. Y t odo porque era necesaria la
“ erradicación del revisionism o en nuest ras filas” o, porque era im perant e
El prim er libro que adquirí del inm olado poet a lo com pré en la ciudad de
Lund, en una librería que llevaba su nom bre. Era un poem ario de
carát ula negra con let ras roj as: Taberna y ot ros lugares. Debaj o de las
let ras había dos fot ografías suyas, la prim era de perfil y la segunda de
frent e. Después m e ent eré, que esas fot os le fueron t om adas por la
policía la segunda vez que lo llevaron preso. El m ism o Roque
recuperaría m ás t arde esas fot os del archivo policial. En el prólogo del
libro se cuent a una anécdot a que le pasó en Chile. Term inada la
secundaria, Roque se fue a est udiar a una universidad de Sant iago. En
esos días, llegó a Chile el pint or Diego Rivera. Ent onces int ent ó
ent revist arlo, sin saber a ciencia ciert a quién era ese hom bre con figura
de vást ago e hinchado com o un bat racio. La ent revist a hubiera sido
posible si no es porque el m uralist a m exicano le pregunt a prim ero a
Roque:
Víctor Rojas
Poeta. Colombia (1953)
H ORA D E LA CEN I ZA
Cuando yo m uera,
sólo recordarán m i j úbilo m at ut ino y palpable,
m i bandera sin derecho a cansarse,
la concret a verdad que repart í desde el fuego,
el puño que hice unánim e
con el clam or de piedra que exigió la esperanza.
SÓLO EL I N I CI O
I
“ Dad a Dios lo que es de Dios
y al César lo que es del César.”
Pero,
¿qué m ás vam os a darle al gobierno de los ricos
si con ayuda de su gobierno los ricos ya acabaron
de quit árnoslo t odo?
TABERN A
( Con ve r sa t or io)
EL GRAN D ESPECH O
País m ío no exist es
sólo eres una m ala siluet a m ía
una palabra que le creí al enem igo.
Ant es creía que solam ent e eras m uy chico
que no alcanzabas a t ener de una vez
Nort e y Sur
pero ahora sé que no exist es
y que adem ás parece que nadie t e necesit a
no se oye hablar a ninguna m adre de t i.
Ello m e alegra
porque prueba que m e invent é un país
aunque m e deba ent onces a los m anicom ios.
País m ío vení
papaít o país a solas con t u sol
t odo el frío del m undo m e ha t ocado a m í
y t ú sudando am or am or am or.
ARTE POÉTI CA
a Raúl Cast ellanos
La angust ia exist e.
El hom bre usa sus ant iguos desast res com o un espej o.
Com o la desesperanza
el crim en
o el odio.
5 0 AN I V ERSARI O
Uno se va a m orir,
m añana, un año,
un m es sin pét alos dorm idos;
disperso va a quedar baj o la t ierra
y vendrán nuevos hom bres
pidiendo panoram as.
Eliseo Diego
Poeta. Cuba (1920-1993)
I N VOCACI ÓN
CRED O D EL CH E
El Che Jesucrist o
fue hecho prisionero
después de concluir su serm ón en la m ont aña
( con fondo de t ablet eo de am et ralladoras)
por rangers bolivianos y j udíos
com andados por j efes yankees- rom anos.
EL D ESCAN SO D EL GUERRERO
Pero qué va
los m uert os
son ot ros desde ent onces.
EPI TAFI O
EL AM OR
El am or es m i ot ra pat ria
la prim era
no la de que m e ufano
la que sufro.
Poet as:
no rom páis los frut os de vuest ros ex- abrupt os.
CARTI TA
Queridos filósofos,
queridos sociólogos progresist as,
queridos sicólogos sociales:
no j odan t ant o con la enaj enación
aquí donde lo m ás j odido
es la nación aj ena.
ROQUE D ALTON
Su vida est uvo m arcada por su part icipación en las luchas por la
liberación de su país. Dalt on era adem ás de un dest acado poet a ( publicó
m ás de quince t ít ulos y recibió num erosos prem ios nacionales e
int ernacionales) un experim ent ado polem ist a, un brillant e periodist a, un
t eórico de la lucha arm ada lat inoam ericana, con ant ecedent es de
persecución, cárcel y exilio, sufridos durant e las dict aduras de t urno en
El Salvador. Residió t em porariam ent e en Guat em ala, México,
Checoslovaquia y Cuba.
Durant e los últ im os t iem pos de su lucha polít ica escribió num erosos
poem as en la clandest inidad, los que circularon ilegalm ent e baj o
Roque est uvo const ant em ent e señalando que su ej ecución era un
gravísim o error, que debía invest igarse m ás, que era una inj ust icia. Para
el polém ico líder de la guerrilla salvadoreña, Joaquín Villalobos, el
fusilam ient o de Dalt on es el error m ás grande que com et ió en su carrera
polít ica, com o int egrant e del “ colect ivo” que decidió t al acción y
reconoce que ese t em a ha dej ado profundas huellas en su ser.
Habrá curas de t iro y carga, curas t rot ones, curas sem ent ales,
y t endrán los est ablos olor a sant idad.
TOD OS
Todos j unt os
t enem os m ás m uert e que ellos
pero t odos j unt os
t enem os m ás vida que ellos.
LAS PALABRAS
I
Es fácil decir
el hom bre m ás grande de est e siglo
colgar las palabras com o gallardet es
porque ot ra fiest a va a em pezar
el m ás hum ano es el m ás sencillo
corazón del pensam ient o y
pensam ient o del corazón
( incit ados sim plem ent e a alegrarnos
el corazón vuelt o un j oven acordeón
para him nos y loas)
el que m ás const ruyó
el que m ej or enseñó la dest rucción const ruct iva
y la sencilla const rucción basada en el t rabaj o
Sin em bargo
querem os para nom brarlo palabras sólidas
que resist an en m edio de la noche
los nuevos vient os del m undo
palabras hij as de sus palabras
fundadoras
pét reas
inconm ovibles
pert rechadoras para la lucha y la frat ernidad
II
«Para los cam pesinos de m i pat ria
quiero la voz de Lenin.
PLAYA N EGRA
At ado est oy a él
y por su m edio a la eficacia del dorm ido,
a sus agudas sílabas de niebla.
ACTA
D ORM I R
Mi m uert e o m i niñez
KAPUT
GUERRA
Mi verdadero conflict o
hondureño- salvadoreño
fue con una m uchacha.
A LA POESÍ A
Sigues brillando
j unt o a m i corazón que no t e ha t raicionado nunca
en las ciudades y los m ont es de m i país
de m i país que se levant a
desde la pequeñez y el olvido
para finalizar su viej a pre- hist oria
de dolor y de sangre.
Los que
en el m ej or de los casos
quieren hacer la revolución
para la Hist oria para la lógica
para la ciencia y la nat uraleza
para los libros del próxim o año o el fut uro
para ganar la discusión e incluso
para salir por fin en los diarios
y no sim plem ent e
para elim inar el ham bre
de los que t ienen ham bre
para elim inar la explot ación de los explot ados.
Es nat ural ent onces
que en la práct ica revolucionaria
cedan sólo ant e el j uicio de la Hist oria
de la m oral el hum anism o la lógica y las ciencias
los libros y los periódicos
y se nieguen a conceder la últ im a palabra
a los ham brient os, a los explot ados
que t ienen su propia hist oria de horror
su propia lógica im placable
y t endrán sus propios libros
su propia ciencia
nat uraleza
y fut uro.
ROQUE D ALTON
Parecía que la est rat egia criolla daría result ado. Desde una t orre de la
iglesia, el cura lanzaba anat em as cont ra los ej ércit os indios. Pero el
Para dem ost rar a los indios la falsedad de los cast igos con que los
am enazaba el cura, para que se convencieran de que ningún rayo
celest e los abat iría por sacrilegio, Aquino t repó al cam arín que
resguardaba una ridícula im agen de San José y, derribándola, se ciñó la
corona y se cubrió con el m ant o de la est at ua const it uyéndose así, a los
oj os de los indios, en el gran dem oledor de la m ent ira cat ólica, en
redent or aut ént ico de la raza oprim ida, en verdadero apóst ol de aquel
que dij o 'Bienavent urados los hum ildes, porque ellos poseerán la t ierra'.
LA SI GUAN ABA
YA TE AVI SO...
Yo volveré yo volveré
no a llevart e la paz sino el oj o del lince
el olfat o del podenco
am or m ío con him no nacional
voraz
ya le com ist e el cadáver de don Francisco Morazán a Honduras
y hoy t e querés com er a Honduras
necesit ás bofet ones
elect ro- shocks
psicoanálisis
para que despert és a t u verdadera personalidad
vos no sos don Rafael Meza Ayau ni el coronel Medrano
habrá que m et ert e en la cam a
a pan de dinam it a y agua
lavat ivas de cóct el Molot ov cada quince m inut os
y luego nos irem os a la guerra de verdad
t odos j unt os
para ver si así com o roncas duerm es
com o decía Pedro I nfant e
novia encarnizada
m am a que parás el pelo.
Las cam panas del ot oño hacen difícil la prim era nevada.
La t rist eza da t os
y si t e descuidas un poco, cariño,
la vida se t e vuelve una j ornada de Anit a la Huerfanit a
un solo llant o ent re gordos.
Recuerdo que las cam panas sirvieron para iniciar est a charla
pero nada pueden cont ra t u silencio y t u desdén
el sacrist án no es el dem onio
es un im bécil que huele a sudor de viej o
y que debe andar com o yo con el sueldo at rasado
( m añana t enem os ot ro día de Conferencia
Est a noche no t uvim os cognac sólo esas uvas dem asiado dulces
( el ser social j uega ping- pong con la conciencia de uno
sobre t odo en invierno) .
LA SOBERAN Í A
El guerrillero nicaragüense
August o César Sandino
dij o a los m ilit ares yanquis
que habían invadido Nicaragua:
El General Mart ínez dij o que eso no era bueno para la soberanía
nacional
y les envió a los alm irant es un t elegram a
que a su vez él había recibido de part e del General José Tom ás
Calderón,
m ás conocido com o " Chaquet illa" ,
Jefe de Operaciones de la Fuerzas Punit ivas del Gobierno salvadoreño
en labores de Pacificación en la Zona Occident al de la República.
REVI SI ON I SM O
No siem pre.
Porque,
por ej em plo,
en Macao,
el opio
es el opio del pueblo.
LA GRAN BURGUESÍ A
No olvides nunca
que los m enos fascist as
de ent re los fascist as
t am bién son
fascist as.
En el prim ero de los supuest os, ent ran de lleno los neozapat ist as,
gent es t an especiales que se han dado en guardar silencio durant e m ás
de un año y denom inar ese silencio una nueva form a de lucha,
inspirados en su consigna que habla de “ cam inar pregunt ando” , o sea,
cediendo la palabra a quienes deben realm ent e indicar los cam inos. El
asesinat o del poet a revolucionario salvadoreño Roque Dalt on, a m anos
de sus propios cam aradas de arm as y poniendo com o excusa las
discrepancias polít icas, nos coloca en las ant ípodas.
Ra úl Zibe chi
Pe r iodist a y Escr it or . Ur u gu a y ( 1 9 5 2 )
La ecología es el eco
producido por el est ruendo
con que el capit alism o dest ruye el m undo.
ATAD O AL M AR
POEM S I N LAW TO LI SA
¡Vám onos! ¡Vám onos! Est oy herido...
César Vallej o
I
Lisa:
desde que t e am o,
odio a m i profesor de Derecho Civil.
II
Pobre de m í, querida,
solo con m i t error ent re los Códigos,
est udiando Derecho con carne de presidio,
negando al cielo ent re m uchachos gordos
que creen firm em ent e en los rinoceront es,
pensando siem pre en encont rar un bar
en donde si quit áram os las m esas
quepan la m adrugada y t ú j unt o a m is oj os.
Pobre de m í,
pobre de m í,
que soy m arxist a y m e com o las uñas,
que am o los suaves garfios de la arena,
las palabras del m ar y la sim plicidad de la gaviot as;
que odio los Bancos,
las inyecciones de com plej o B,
la noct urna crueldad de los m ot ociclist as
que lanzan rudas piedras al ángel de los sueños;
pobre de m í, querida,
pobre de m í,
pobre de est e m uchacho que nunca hirió a los árboles,
a quien t odos exigen est os días
que lea am ablem ent e a Jellinek,
que se acuest e desnudo con las t arifas aduanales
y así j ure ant e el vient o que el j uez es superior al asesino.
O. E. A.
El president e de m i país
se llam a hoy por hoy coronel Fidel Sánchez Hernández.
Pero el general Som oza, president e de Nicaragua,
t am bién es president e de m i país.
Y el general St roessner, president e del Paraguay,
es t am bién un poquit o president e de m i país, aunque m enos
que el president e de Honduras o sea
el general López Arellano, y m ás que el president e de Hait í
Monsieur Duvalier.
Y el president e de los Est ados Unidos es m ás president e de m i país
que el president e de m i país,
ese que, com o dij e, hoy por hoy,
se llam a coronel Fidel Sánchez Hernández.
EL PRÍ N CI PE D E BRUCES
LA JOI E D E AI M ER
No m e am es
para agot ar t u dest ino.
No m e am es
con la fe de const ruir una t ragedia cont em poránea.
Ríet e a t odas luces, cariño.
Ríe en t oda est a et apa de bella vecindad.
Ríet e, ríet e,
aunque sea de m í.
M a n u e l D ía z M a r t ín e z
Poe t a . Cu ba ( 1 9 3 6 )
ARTE POÉTI CA 1 9 7 4
Poesía
Perdónam e por habert e ayudado a com prender
que no est ás hecha sólo de palabras.
Aleluya est rict a, bien grit ada ant e las est rellas im posibles,
qué bella viene de pront o la cólera:
filo inm enso, cuánt o vales a m i alm a,
hom enaj e a los sacrificados sin bellos punt os finales,
cólera, cólera, oh m adre preciosa, j ust a raíz de sed,
has llegado...
CASI ELEGÍ A
para B. C.
EL SALV AD OR SERÁ
M I S M I LI TARES I I I
LOS H . P. ( H I JOS PRÓD I GOS)
D ESN UD A
Am o t u desnudez
porque desnuda m e bebes con los poros,
com o hace el agua cuando ent re sus paredes m e sum erj o.
2 7 AÑ OS
LO QUE FALTA
M I ED O
a Julio Cort ázar
LO QUE M E D I JO UN LOCO
Me cont ast e que los árboles no son los principales enem igos
y que no debía creer nada de lo que hablan
desde el ot ro lado de las rej as.
PERD I D O
TERCER POEM A D E AM OR
A ROQUE
llegast e t em prano
al ron frat erno
a las revoluciones
Y SI N EM BARGO, AM OR...
Aquí,
hoy,
digo:
siem pre recordaré t u desnudez ent re m is m anos,
t u olor a disfrut ada m adera de sándalo
clavada j unt o al sol de la m añana;
t u risa de m uchacha,
o de arroyo,
o de páj aro;
t us m anos largas y am ant es
com o un lirio t raidor a sus ant iguos colores;
t u voz, t us oj os,
lo de abarcable en t i que ent re m is pasos
pensaba sost ener con las palabras.
Ha t erm inado
la hora de la ceniza para m i corazón.
H OJAS
Hoj as caídas
filos m udos de una delicada agresión
no es el ot oño quien os vence.
Vosot ras devoráis la t ierra
hacéis de vuest ra carne dorada a los páj aros
quem áis la boca de la nieve
que luego m orirá ahum ada y babeant e.
Creem os que os pisam os
y en realidad sois quienes soport áis
nuest ra pobre est at ura.
Por eso os odiam os t ant o com o a nuest ros héroes:
año con año os hacem os quem ar.
Pero, ¡qué gran insult o nos significa la prim avera!
3 5 AÑ OS
I
Pero la cast idad, viej a hedionda, serpient e seca,
visit a que hem os de esquinar y confundirem os con la m uert e
es una sent encia que al fin y al cabo
alguien t iene que m erecer.
Mañana es viernes.
No t ent arás a t u señor.
II
Una de las caras del am or es la m uert e,
en el hum o de est a época et ernam ent e j uvenil.
LA SEGURA M AN O D E D I OS
LEY D E LA VI D A
R. D .
EL RESUCI TAD OR
No pudo salvarse de sus com pañeros. Con pena de m uert e cast igaron
su discrepancia, por ser la discrepancia delit o de alt a t raición.
Est oy absolut am ent e seguro de que José Sim eón Cañas, el libert ador
de los esclavos, bebía dem asiado y en form a em bozada, y que Manuel
José Arce era lo poco figura hist órica com o para inspirar a gent es de la
calaña int elect ual de Chem a Lem us.
¿Os im agináis, com pat riot as, que el General Francisco Menéndez,
responsable de una m uy recordada Reform a Liberal olorosa a naft alina y
a pat as de cuca, era alguien m ucho m ej or que nuest ro cont em poráneo
Cabro Loco, el salvavidas m ás viej it o del m undo?
El cult o a t oda esa pandilla de pendej os es una de las m ayores
expresiones de nuest ra cat ut ería m ent al.
Vulvit as
falit os
salivit as
dedit os
culit os
lengüit as
olorcit os
ruidit os
suspirit os
m am acit a
papacit o
Crit icar lo que no funciona bien «ent re nos» es aut ocrit icarse y poder
corregir defect os, que t ant o convienen al enem igo. No t odo aspirant e a
com unist a cree en est a afirm ación. Pero Roque sí y ej erció la aut ocrít ica
con int eligencia y valent ía. Est oy personalm ent e int eresada en est e
aspect o del ser revolucionario: la «crit icaut ocrít ica» es práct ica difícil
porque adem ás, para no ser inj ust os con lo logrado, solem os
aut ocom placernos enum erando éxit os.
Vaya audacia y salud, decirlo así en una ent revist a. A veces sospecho
que esa ent ereza y esa lucidez fueron t am bién la causa de que lo
asesinaran, en esas circunst ancias. La m ediocridad no perdona.
Tam poco perdonan los Roques, vivos o m uert os, «indóciles» m ot ores de
los t iem pos hist óricos.
M a r ía Gr a vin a Te le ch e a
Poe t a . Ur u gu a y ( 1 9 3 9 )
M ARÍ A QUEZALAPA
( Variaciones)
I
Tlaloc en vez de las sem illas de su frent e
m ieles echó en la copa velluda de t u m adre
m iel de caim it o por los dulces t alapos desflorados
m iel de la flor de infundia que t e dest inó desde ent onces a m i sueño.
II
Tu color
de cacao suavizado en la leche de una cabra salvaj e.
Tu color
de m ariposa oscura am asada con flores de j azm ín.
Tu color
de venada int ocable m oj ada por la hierba.
Tu color
de huracán en verano levant ando las raíces del cobre.
Tu color en la t ierra
asom bra a las raíces que t e ven cam inado.
Tu color en los árboles
es una clara noche regando sus perfum es.
Tu color en el aire
es de un nuevo arcoiris que sale del m aíz.
AYER
LÓGI CA REVI
VOX POPULI
" En 1932 no se t ort uró a nadie. ¿A qué horas, señor? Ya sólo con
fusilar aquellas t anat adas de gent e t eníam os m ás t rabaj o del que
podíam os at ender con seriedad. Por eso no m e ext raña que haya
sobrevivient es de ent re los fusilados. Se conoce el caso de don Miguel
Márm ol, pero debe haber ot ros por ahí, que no hablan por el m iedo de
que se los vuelvan a t ronar ot ra vez en la m enor oport unidad."
" Nadie com ía carne de cerdo. En prim er lugar porque de seguro esos
anim ales se habían encargado, j unt o a los zopilot es y los insect os, de
devorar los cadáveres de los cam pesinos que habían caído ent re los
m at orrales y en segundo lugar porque m ás de alguna persona aseguró
que vendedores inescrupulosos habían llegado a vender carne hum ana
en las zonas de occident e especialm ent e azot adas por el ham bre,
haciéndola pasar por carne de cerdo."
" Las Guardias Cívicas t enían cart a libre para m at ar a cualquiera. Las
aut oridades j udiciales y m ilit ares, por el cont rario, est im ulaban a los
m iem bros de t ales cuerpos para que hicieran los m enos prisioneros
posibles y de una vez fueran haciendo j ust icia direct a, a t iro lim pio. Los
grupos de la Guardia Cívica com pet ían ent re sí para ver quién podía
m at ar o localizar m ás com unist as en un día. Est as Guardias act uaron y
m at aron gent es aún en lugares donde nunca hubo act ividad com unist a
ni com unist as."
" En I zalco se llevó a los niños de las escuelas prim arias a presenciar
el ahorcam ient o del líder indígena Feliciano Am a."
" Dice don Miguel Márm ol que, en Arm enia, un general de apellido
Pint o m at ó personalm ent e a m ás de set ecient os cam pesinos que habían
sido capt urados por el ej ércit o. Los soldados obligaron a los presos a
abrir sus fosas y luego venía el general y los m at aba con su pist ola."
" Ent re los fusilam ient os efect uados con luj o de publicidad en I zalco,
causó gran dolor el del cam pesino pobre Francisco Sánchez, conocido en
la población y ent re los indios com o Chico Sánchez, quien se había
afiliado al com unism o y que precisam ent e por el cariño de que gozaba
había sido seguido por m ucha gent e hacia las filas del Part ido
Com unist a, los sindicat os cam pesinos y el Socorro Roj o I nt ernacional.
En publicaciones ant icom unist as cent roam ericanas han circulado una
serie de fot ografías del fusilam ient o de Chico Sánchez. En ellas se ve al
dirigent e cam pesino posando ent re el Coronel Juan Ort iz y el cura que le
ofreció los 'auxilios crist ianos’, o bien arrodillado frent e a est e m ism o
OH LI GARQUÍ A
Dedicado al núcleo de la clase int erna lacayo- dom inant e, que incluye
una apreciación nada personal sobre lo que le cabe esperar de su am o,
a j uzgar por los vient os que soplan.
Oh
ligarquía
ma
drast ra
con m arido asesino
vest ida de piqué
Puede ser que vosot ros no ent endáis lo que son est as cosas.
LOS LOCOS
ATALAYA
Una religión que t e dice que sólo hay que m irar hacia arriba
y que en la vida t errenal t odo es baj eza y ruindad
que no debe ser m irado con at ención
es la m ej or garant ía para que t ropieces a cada paso
y t e rom pas los dient es y el alm a
cont ra las piedras rot undam ent e t errenales.
M ECAN ÓGRAFO
No t e im port a
t om as el bus frent e a la Penit enciaría
ahí quedan - hace frío hace fiebre- los allegados a la violencia:
los asesinos los ladrones los poet as los locos
los revolucionarios los sant os del alt avoz
los im precadores por el am or
con los oj os abiert os.
Mas no t e im port a
baj as cerca de la oficina
y com pras un periódico com o t odos los días:
No t e im port a
subes las escaleras buenos días doct or
m uy buenos días señor j efe de sección
m uy buenos días - baj as la cabeza- cóm o est á Ust ed
Señor - sonríes- direct or.
LA POZA BRUJA
BALLET
Para B. H.
SAUD AD E
Así que
m ej or apárt ense de m i cam ino.