Los enfermos de Alzheimer y otras demencias, tienen los derechos que los Tratados de
Derechos Humanos y la Constitución Nacional les confieren en orden al respeto de su
dignidad humana y al cuidado de su vida y salud. Por otra parte, las Leyes 22.431 y 24901 establecen la cobertura integral de los requerimientos y necesidades de los discapacitados. El Decreto 1193/98 estableció el Nomenclador de Prestaciones básicas para personas con discapacidad. El derecho a recibir las prestaciones es universal, esto es, alcanza a cualquier persona discapacitada, tenga o no cobertura de obra social. Parece que es necesario hacer mención de estos derechos, a la hora de reclamar al Estado Nacional que obligue a las Obras Sociales y empresas de medicina prepaga, a proveer a los enfermos de demencia de los recursos imprescindiblemente necesitan para el cuidado de su salud. Las organizaciones de medicina prepaga y obras sociales deben proveer sin cargo a los pacientes con demencia de los medicamentos, pañales, servicio de enfermería, o internación en instituciones especializadas, donde se procure el tratamiento médico y de rehabilitación que tienda a paliar y retrasar la evolución de la enfermedad.