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El giro hermenéutico de la fenomenología[editar]

Es en el periodo entre 1919-1923, correspondiente a la estancia de Heidegger en Friburgo como


Privatdozent, en el que el joven profesor empieza a proponer un retorno a la experiencia
concreta de la vida para contrarrestar la perspectiva exclusivamente teórica de la filosofía
tradicional, orientando así sus investigaciones hacia la facticidad. Aquí comienza a ver
Heidegger la fuente de todo sentido y la base del filosofar. nota 5
Heidegger abandona en este periodo la pretensión husserliana de desarrollar la Fenomenología
como una ciencia rigurosa apoyada en la lógica. Esta pérdida de su carácter científico, en
cambio, lleva a la filosofía en tanto que auto-comprensión de la vida a su rasgo original en tanto
que saber preteórico.69
La apropiación y transformación de viejos conceptos[editar]

Véanse también: Logos, Aletheia y Fusis.

A través de algunos conceptos griegos antiguos como Logos, Aletheia y physis y de la nueva
interpretación de algunos conceptos aristotélicos, Heidegger expone su pensamiento. nota 6 Por
otra parte, en su interpretación del pensamiento griego, Heidegger se apropia de ciertas
determinaciones conceptuales aristotélicas y las transforma e integra en el marco de su analítica
de la existencia.71
Innovación semántica[editar]

Heidegger, para volcar mejor su pensamiento en palabras, innova notoriamente con el lenguaje.
De este modo, en sus textos tiende a desviar palabras comunes de su significado habitual,
desplaza el sentido de algunas etimologías (como Alétheia o Dasein), o fuerza algunas
construcciones gramaticales para formar neologismos.
Esta innovación, que constituye por otro lado un freno para su comprensión, ha causado
diversas polémicas. En todos los idiomas, la traducción implica tomar una decisión entre usar un
término común para explicar el concepto, utilizar una traducción literal de la palabra alemana o
inventar un neologismo. En Francia, la traducción de Ser y tiempo de Vezin generó una intensa
polémica. En España, también ha sido extensa la cuestión acerca de la traducción. Así, mientras
que en general se puede decir que la traducción de José Gaos se ciñe más al texto literal, se ha
mencionado también que eso la hace especialmente difícil de comprender frente a la de Jorge
Eduardo Rivera C.7273
Pensar y no filosofar[editar]

El propio Heidegger insistió varias veces en que «no hay filosofía de Heidegger», expresando a
menudo su preferencia por el nombre de «camino del pensamiento» (en alemán, Denkweg).
Heidegger se opone al pensamiento tradicional que trata de explicar las cosas a través de
causas. En su lugar, opta por el «venir y dar la bienvenida», el «dejar ser» (Sein-lassen).
Hadrien France-Lanord señala que cuando trata con el concepto de metafísica, el trabajo de
Heidegger «puede comprenderse como una larga labor de abandono» con el fin de dejar que el
fenómeno se muestre en su manera singular. 74 A diferencia de sus predecesores, él dio, bajo el
nombre de Erörterung, un lugar concreto para aquello informulado que siempre se reserva y
funda la unidad del texto o del pensamiento.75 Heidegger también destaca de sus predecesores
en que él formula una «verdadera búsqueda de lo no pensado» a lo largo de sus estudios.
Por otro lado, el mismo Heidegger consideró que «el filosofar es el extraordinario preguntar por
lo extraordinario». De esta manera, la filosofía «no se halla en el camino que transitamos» y
«tampoco reside en el círculo de los modos del cuidar o satisfacer necesidades dominantes.
Está fuera de lo ordinario».76 De ahí que Heidegger recurra a otra frase de Nietzsche: «El
filósofo es un hombre que constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera y sueña... cosas
extraordinarias».77

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