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MICROQUIMERISMO NATURAL

El término microquimerismo se define como la presencia dentro de un individuo de bajos niveles de células derivadas de
otro individuo.

El concepto apareció por primera vez en las investigaciones de Liégeois et al. en 1977, cuando se utilizó para denominar
este fenómeno luego del trasplante de médula ósea en ratones de laboratorio. No obstante, este primer hallazgo no
evidenció la fuente más común de estas células forasteras: el embarazo, según se comprobaría años después en animales
y humanos.

Muchas, quizá todas las personas, hospedamos un pequeño número de células de individuos genéticamente diferentes
de nuestra madre y en las mujeres que han estado embarazadas, de sus hijos. Otras fuentes, iatrogénicas, de estas células
son el trasplante de órganos y la trasfusión sanguínea.

Aunque el tráfico celular bajo las condiciones mencionadas es bien reconocido, lo que resulta novedoso es que este
traspaso de células ajenas persista a largo plazo. Estas células pueden alojarse en su nuevo hospedero tanto en circulación
sanguínea como formando parte de varios tejidos. La condición ha sido diagnosticada tanto en individuos enfermos, como
sanos.

DISTINTOS ADN’S, UN ORGANISMO

Como resultado del embarazo la extensión de células fetales microquiméricas a la madre se denomina microquimerismo
fetal, mientras que la persistencia de células maternas en la progenie es extremadamente rara.

Se han definido nuevos conceptos relacionados, como quimerismo hematopoyético completo, quimerismo mixto y
macroquimerismo. Con estas clasificaciones, se ha fijado una definición cuantitativa de las proporciones de ADN
propio/ajeno para la condición de microquimerismo. En el área de trasplantes, se ha propuesto que este se da cuando la
presencia de las células foráneas en sangre ocurre a niveles por debajo de lo detectable en una citometría de flujo (<1%)
y solo puede detectarse por métodos más sensibles, como la Reacción en Cadena de la Polimerasa.

ANATOMÍA DE LA RELACIÓN FETOMATERNA

Ahora, una abrumadora cantidad de evidencia indica que la placenta es un sitio de tráfico bidireccional de células a lo
largo del embarazo. La transferencia de células ocurre también entre fetos en embarazos multigestacionales.

La placenta, sorprendentemente, está compuesta tanto por células derivadas del cigoto como de la madre, aunque se
desarrolla primariamente a partir de tejido embrionario. Seis o siete días después de la concepción, el blastocisto se
adhiere e invade al endometrio uterino, a través de su capa trofoblástica.

PROGRESO DEL EMBARAZO Y TRASPASO DE CÉLULAS MICROQUIMÉRICAS

La fuente más probable del ADN fetal encontrado en circulación materna hasta la 8va semana son las células trofoblásticas.
No es probable que la fuente de ADN fetal sea hematopoyética, ya que las células sanguíneas fetales se forman
inicialmente en la cuarta semana, en el saco de vitelino, y que estas no circulan hasta que el corazón comienza a latir en
la quinta semana. Además, los vasos fetales no están presentes en las vellosidades coriónicas hasta la semana 8, por lo
que no es pro- bable que elementos hematopoyéticos fetales sean capaces de escapar hacia la circulación materna aun
en la semana 5.

Para el segundo trimestre, el número de células fetales circulantes se estima es de 2-6 por mililitro de sangre venosa
materna. Se ha observado un transitorio incremento a bajo nivel en el ADN fetal durante las semanas 7 a 16 de gestación,
que es continuado por un aumento firme que alcanza un máximo a término.
MECANISMOS DE TRANSFERENCIA CELULAR TRANSPLACENTARIA

El mecanismo por el cual células son intercambiadas en la placenta aún no está claro. Posibles explicaciones incluyen

1. Deportación de trofoblastos.

2.Ruptura microtraumática de canales de sangre placentarios.

3.Que tipos específicos de células sean capaces de adherirse a los trofoblastos de las paredes de los canales sanguíneos
fetales y migren a través de la barrera placentaria trofoblástica.

Frecuentes defectos histológicos en la continuidad trofoblástica e identificación de trombos intervellosos que


comprometen sangre materna y fetal, apunta hacia la hipótesis de la hemorragia fetomaterna ocasionada por un
microtrauma. Esto implicaría que el microquimerismo fetomaterno no tiene valor adaptativo para el feto, pero concuerda
con la hipótesis que el microquimerismo es un epifenómeno del embarazo, con posibles consecuencias patológicas.

CÉLULAS FETALES IDENTIFICADAS EN CIRCULACIÓN MATERNA

El descubrimiento de células microquiméricas años después del embarazo implica que algunas de las células migrantes
originales deben ser células madre o sus descendientes, pues estas son las únicas capaces de persistir al dividirse
infinitamente. Estas células madre podrían ser tanto hematopoyéticas como mesenquimáticas.

Resulta importante destacar que el análisis de este ADN libre fetal ha permitido que el diagnóstico prenatal de algunas
condiciones fetales desde la circulación materna sea una realidad clínica. Así mismo, se reconoce que la posibilidad de
desarrollar términos no invasivos de diagnóstico prenatal ha sido la raíz de estudio en el área de microquimerismo

FACTORES QUE AFECTAN EL TRÁFICOCELULAR

Distintos factores pueden influir en el desarrollo del microquimerismo fetal. El tráfico celular fetoma terno aumenta
cuando la placenta es anormal, así como en ciertas complicaciones del embarazo como en las aneuploidías fetales y
preeclampsia. La histocompatibilidad entre la madre y el feto podría afectar la frecuencia y extensión del
microquimerismo fetal celular.

Se estima que células femeninas y masculinas fetales cruzan la placenta con igual magnitud. No obstante, los estudios de
microquimerismo incurren en la demostración del cromosoma Y en los tejidos maternos como principio de prueba.
También estudios con ratas han mostrado que la cantidad de células microquiméricas aumenta con el número de
embarazos.

PAPEL DE CÉLULAS MICROQUIMÉRICAS MATERNAS

La presencia de células madre hematopoyéticas maternas en un caso de un feto de segundo trimestre con
malformaciones. También se ha especulado que el microquimerismo materno podría estar relacionado con el origen de
varios desordenes durante la infancia, como lo son inmunodeficiencia severa combinada, dermatomiositis juvenil,
síndrome de lupus neonatal, atresia biliar y pitiriasis liquenoide

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