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06/12/12
Análisis de Parentesco
I. Características
Mi familia paterna y materna suman un total de 56 integrantes tan sólo en la suma de 3
generaciones, la mía, la que me antecede y la que me prosigue que es la última. Si
decidiera integrar una cuarta generación que sería la anterior a mis padres, es decir, la de
mis abuelos y mis tíos abuelos con sus respectivas parejas, la suma rebasaría los 100
integrantes, sin embargo, el número no es exacto debido a la falta de información por
parte de mi familia materna cuyo número de integrantes es bastante extenso comparada
con la de mi padre, más en la generación de mis abuelos. Cabe mencionar que este
fenómeno del tamaño de las familias, se da en ambientes distintos, la familia
relativamente pequeña que es la de mi padre, se ha desarrollado en la ciudad al menos
desde hace 3 generaciones, y a partir de mis abuelos, el número de hijos no rebasa los 3
por pareja, mientras que en la de mi madre, la generación de mis abuelos tenía por pareja
un promedio de 6 hijos, y crecieron en el Estado de Guerrero, en Tierra Caliente y de la
Montaña, la mayoría de ellos siguen allá, el caso de mi mamá y sus hermanos fue
diferente.
Alianzas matrimoniales
Lucy Antonio (finado)
Irene Carlos
Carolina Miguel (Divorcio)
Carmen Salvador (Divorcio)
Martín María
Ignacio Josefina
Natalio Juana
Los conflictos dentro de esta unidad familiar son propiciados por los miembros femeninos
tanto del lado izquierdo como del derecho. Las relaciones que a continuación se
presentan, son las de los miembros masculinos y sus esposas.
Las razones de discusión difícilmente son por cuestiones económicas, en realidad están
basadas en choques de los modus vivendi de cada matrimonio con sus respectivos hijos, y
es que hay una rica y disfrutable variedad. Cada uno de los 7 hermanos adquirió gustos y
parejas totalmente distintas, por lo que las formas de vivir de unos, parecen inadecuadas
para los otros. Aquellos que coinciden un poco más, generan alianzas, como el caso de
Carolina, Irene y mi madre Carmen. Las 3 consiguieron esposos “similares”, ellas trabajan
por voluntad y necesidad, tuvieron 2 hijos, se hicieron de una casa y dieron educación a
sus respectivos hijos. En cambio Lucy, se casó con un hombre borracho, que murió por la
misma razón, tuvo 3 hijos y apenas va haciéndose de su casa, pero vive con su hija y su
nuero, el cual es un borracho y mantenido según la triada de hermanas (Carolina, Irene,
Carmen). Una familia más interesante aún es la de mi tío Natalio y su esposa Juana, para
quienes la vida incluyendo a sus 3 hijos, se puede resumir en alcohol y futbol, modo
impensable de vida para el resto de hermanos.
Podemos hablar de una familia matrilineal si denotamos el poder político de las mujeres
dentro de la familia, y si lo esquematizamos quedaría así:
En mi familia paterna, las relaciones políticas son bastante obvias y adquieren una
relevancia dentro del uso de ciertos términos de parentesco, de esta manera, el hermano
del esposo de la prima de mi padre se convierte de manera muy conveniente en mi tío.
Para entender este proceso explicaré cómo se dio desde su génesis.
Mi abuela paterna adoptó a su sobrina dentro del núcleo familiar, la recibió y trató como
su hija, los hijos biológicos de mi abuela, es decir, mi padre y sus dos hermanos, la
adoptaron a su vez como su hermana, ante la falta de una figura paterna, la prima de mi
padre comenzó a llamar “papá” al hermano menor de todos, gracias a la buena relación
que había construido con la recién integrada. Cuando ella se casó, su esposo pasó a ser mi
tío político directo, este hombre tenía un gran poder económico, gracias a su pertenencia
al PRI, institución política con gran presencia en México, su hermano fue gobernador del
estado de Guerrero en el periodo 2000-2006.
Mi abuelo, un típico macho del campo con su pistola, sus tierras, su ganado y su familia,
era de los más poderosos del pueblo por su vasta cantidad de bienes, los cuales eran
codiciados por muchos, incluso por sus hermanos. Se daba el lujo de prestar dinero y
tierras a sus familiares y conocidos. Un mal día tomando en una cantina comenzó una riña
que terminó con balazos, el otro murió y mi abuelo huyó, comenzaron a buscarlo y a pesar
de esconderse en otro pueblo lo encontraron; ya en la cárcel dicen que comenzó a
adelgazar sin razón, que la piel le colgaba y no había hueso que no se le notara; según mi
abuela lo envenenó su cuñada por órdenes de su propio hermano. Al fallecer y sin haber
dejado testamento, la familia de este, le quitó las tierras y el ganado a mi abuela, puesto
que ella ya no era de la familia, mi abuela dice no haberse sabido defender por no saber
leer, lo que le hizo perder el ánimo de tramitar papeles. Los lazos entre la familia de mi
abuelo y mi abuela eran muy frágiles, sólo los unía la existencia de él, al fallecer, la familia
dijo no tener responsabilidad con mi abuela, dejándola sin propiedad alguna,
abandonándola a su suerte en la calle con sus hijos, los restos de mi abuelo se perdieron
en la fosa común pues no había dinero para enterrarlo. Ella –mi abuela- migró a la ciudad
de México, ahí quedaba la última propiedad de su difunto esposo, un terreno con un
cuarto de lámina, que poco a poco con muchos años de trabajo se convirtió en lo que hoy
es la humilde casa de mi abuela, construida sin orden o planeación alguna, es un conjunto
de habitaciones unidas por un patio en las cuales crecieron mis tíos y mi madre.
Conforme crecieron, todos se establecieron a lo largo del Estado de México, sólo uno de
ellos migró. Mi madre, debido al trabajo de mi padre, se vio en la necesidad de mudarse
varias veces junto con sus 2 hijos (mi hermana y yo). Así es como terminó alejándose de
sus hermanos y su madre persiguiendo la fuente económica que pudiera mantenernos. La
migración de mi familia en este caso, se debió a la obtención de una fuente económica.
IV. Cohesión y Dispersión
Creo que ambas familias viven procesos de desintegración, la de mi padre está dispersa
geográficamente, se hablan entre hermanos y ellos a su vez con mis abuelos, pero no hay
reuniones físicas, y los primos no nos llevamos bien, podría decirse que por cuestiones de
clase, ya que los que tienen dinero son personas presuntuosas con las que es difícil
convivir, lamentablemente, sólo algún hecho lamentable reuniría a la familia. En el caso
de mi familia materna, al ser grande y diversa, las relaciones son dinámicas, existen
rupturas y cohesiones constantemente, alianzas y traiciones, parece una telenovela,
aunque no se dirige a un final feliz precisamente, pero tampoco se puede hablar de una
desintegración o cohesión total, sólo el tiempo lo dirá.
Hoy todos sienten una reciprocidad hacia mi abuela que le pagan de diferente manera, las
mujeres le envían dinero y la invitan a salir, le compran ropa y zapatos, le ayudan a limpiar
o a cuidar de sus animales cuando no está. Los hombres le dan dinero, algunos hacen
labores de mantenimiento, ya sea arreglar algo eléctrico o de plomería, pero lo que todos
los hombres hacen y a ninguna mujer le parece correcto, es ir a comer al menos una vez a
la semana a casa de mi abuela; mi madre y sus hermanas sienten esto como un abuso,
pues no consideran justo que mi abuela tenga que hacerles de comer y que en seguida
estos se vayan, aunque últimamente mi madre dice que al menos así siente compañía, y
siente que les ayuda a sus hijos, es decir, se mantiene ocupada.
Los problemas económicos son problemas entre cada matrimonio que no adquieren
relevancia en las relaciones de poder o políticas dentro de la familia, la religión tampoco
es un punto de choque, aparentemente todos creen en Dios a su manera, aunque en los
hijos hay una tendencia al ateísmo. El alcoholismo no se presenta en ningún hermano,
sólo en la esposa de mi tío Natalio y sus hijos, además del difunto esposo de mi tía Lucy y
su nuero.
En resumidas cuentas, lo que separa a la familia son los prejuicios morales generalmente
propiciados por las mujeres que son las que tienen mayor poder sobre las alianzas y
decisiones de cada matrimonio, y lo que los une son las fiestas de fin de año, el
cumpleaños de mi abuela y muertes eventuales.
Lo que desintegró a esta familia en un momento dado, fue el término del sexenio de René
Juárez, con lo que mi tío político siguió sobresaliendo económicamente, pero no con la
misma capacidad que antes, con lo que las lujosas casas, chefs, autobuses y demás se
perdieron, las reuniones fueron cada vez más escasas y hoy en día se dan muy
repentinamente. Además las esposas de mis tíos y mi madre misma, han tenido siempre
cierto rechazo por parte de mi abuela paterna, este trato es quizás más personal, pero
dentro del marco económico, las mujeres, incluyendo mi madre eran vistas como
beneficiadas indirectas, por lo que se les trataba a veces de manera indiferente. Era como
decir que la familia era conformada por mis 2 tíos, mi padre, mi tía y el esposo de esta,
quedando las esposas de mis tíos y de mi padre en un segundo plano. Esto fue también
causa de desintegración.
V. Enfermedades, Patologías