Está en la página 1de 34

229

BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES


THOMAS R. VAN DEVENDER,1 RICHARD S. FELGER,1 MARK FISHBEIN,2 FRANCISCO E. MOLINA-FREANER,3
J. JESÚS SÁNCHEZ-ESCALANTE4 Y ANA LILIA REINA-GUERRERO1
Traducido por Ana Lilia Reina Guerrero

RESUMEN. La flora del estado de Sonora, con un canzan su límite norte en la transición del mato-
área de 184 934 km², actualmente tiene 3 652 taxo- rral espinoso costero al Desierto Sonorense cerca
nes específicos e intraespecíficos en 188 familias y de Guaymas (ca. 28° N) o en poblaciones aisladas
1 103 géneros, documentada con ejemplares de her- en cañones o cumbres de sierras en el desierto. Mu-
bario. Las 3 476 especies (3 230 nativas) incluyen chas plantas alcanzan sus límites occidentales en la
104 variedades, 43 subespecies y 30 híbridos entre transición MEP-Desierto Sonorense en el este de
especies. Únicamente 77 taxones (67 especies, 8 sub- Sonora y en los bosques de montaña de la Sierra
especies y 2 variedades en 24 familias) son endé- Madre Occidental (SMO) en el este del estado. Va-
micos del territorio (sin islas) de Sonora. Las fami- rias plantas alcanzan sus límites más al sur en So-
lias con el mayor número de taxones endémicos nora, entre las que se incluyen especies de zonas tem-
son Cactaceae (13), Asteraceae (12) y Agavaceae pladas en las serranías aisladas conocidas como is-
(11, 9 Agave). El endemismo es bajo (2.3% de las las serranas (en inglés sky islands) en el noreste y en
3 406 taxones nativos) debido a que Sonora es una la SMO en el este, y las especies del Desierto Sono-
unidad política en donde las comunidades bióti- rense en matorral espinoso en la planicie costera
cas y muchas cuasiendémicas se extienden a los es- del sur de Sonora. Algunas plantas de pastizal des-
tados adyacentes o a las islas en el Golfo de Cali- értico y de matorral desértico del Desierto Chihua-
fornia. huense alcanzan tanto sus límites meridional y oc-
La diversidad de plantas de Sonora refleja la cidental en la parte noreste y norte-centro de Sonora.
mezcla de grandes provincias biogeográficas. Los Un total de 58 especies de plantas de Sonora
trópicos del Nuevo Mundo alcanzan su límite sep- están protegidas legalmente por el gobierno mexi-
tentrional en Norteamérica en el este de Sonora. cano en la NOM-059-ECOL-2001 (NOM, 2002) como
Muchas especies tropicales con amplia distribución E (probablemente extinta), P (en peligro de extin-
alcanzan su límite norte cerca de Álamos en el sur ción), A (amenazada) y Pr (sujeta a protección es-
de Sonora, en la selva baja caducifolia, la cual se pecial). Esta lista necesita revisarse debido a que:
extiende hasta los 28° 35’ N en la cierra San Javier. 1) Información nueva indica que algunas especies
El matorral espinoso de piedemonte (MEP) se ex- son más comunes, tienen distribución más amplia
tiende hasta los 30° 30’ N en la cuenca hidrográfi- o no están tan amenazadas como se pensaba ante-
ca del río Bavispe, donde la distribución de algu- riormente. 2) Las variedades de algunas especies
nas plantas y animales tropicales se extiende hacia tienen requerimientos de conservación diferente.
el norte en los afluentes del norte del río Yaqui en 3) Los nombres taxonómicos necesitan actualizar-
el sureste de Arizona. Otras especies tropicales al- se. 4) Algunas especies enlistadas como Pr no son
raras o amenazadas pero necesitan manejarse como
1
University of Arizona.
2
Portland State University. recurso natural y reglamentarse bajo una ley dife-
3
Universidad Nacional Autónoma de México. rente. 5) Varias plantas regionales, entre las que se
4
Universidad de Sonora. incluye setenta taxones endémicos al territorio con-
Van Devender, Thomas R., Richard S. Felger, Mark Fishbein, Francisco F. Molina-Freaner, J. Jesús Sánchez-Escalante y Ana Lilia
Reina-Guerrero. 2009. Biodiversidad de las plantas vasculares. En: F.E. Molina-Freaner y T.R. Van Devender, eds. Diversidad biológica
del estado de Sonora. UNAM, México, p. 229.
230 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

tinental de Sonora, las endémicas de las islas del tus) en el noroeste del Desierto Sonorense, el zaca-
Golfo de California y otras 27 plantas que están te buffel (Pennisetum ciliare) en el matorral desér-
protegidas en Arizona deben evaluarse como can- tico del centro, la costa y norte de Sonora, el ma-
didatas para agregarse a la lista de la NOM. torral espinoso de piedemonte en la región este-
La mayor parte de Sonora tiene grandes áreas centro y sur del estado y el zacate africano (Era-
con hábitat natural, parte del cual está protegido grostis lehmanniana) y el zacate rosado (Melinis re-
en extensas reservas. La pérdida de la biodiversi- pens) en el pastizal desértico del este y norte del
dad natural por las perturbaciones y alteraciones a estado.
las comunidades bióticas naturales está aumentan- Creemos que cada día es más urgente la conser-
do en todo el estado conforme se incrementa la po- vación y manejo de áreas naturales protegidas, la
blación humana y la urbanización se extiende. Los protección de especies raras y amenazadas, la vigi-
grandes centros de desarrollo urbano se localizan lancia y control de especies exóticas e invasoras y
en las zonas bajas de la parte central y occidental una educación ambiental de calidad conforme la
del estado. La región serrana de mayor altitud de población humana sigue creciendo y aumenta la
la porción este del estado está menos poblada, pero urbanización y la destrucción de hábitats.
la tala generalizada y las operaciones mineras han
impactado los bosques tropicales y de montaña. El ABSTRACT. The flora of the state of Sonora with an
uso de leguminosas como mezquite (Prosopis) y pa- area of 184 934 km² presently includes 3 652 spe-
lo fierro (Olneya) para producir carbón y el tallado cific and infraspecific taxa documented by herbar-
de figuras de madera y la explotación de encinos ium specimens, 188 families, and 1 103 genera. In
(Quercus) para la producción de papel y carbón, the 3 476 species (3 230 native), there are 104
representan usos no sustentables de especies im- additional varieties, 43 additional subspecies, and
portantes. El desmonte del matorral espinoso 30 hybrids between species. Only 77 taxa (67 spe-
para la agricultura de gran escala y la construcción cies, 8 subspecies, and 2 varieties in 24 families)
de granjas camaroneras en los estuarios ha impac- are endemic to mainland Sonora. Families with the
tado dramáticamente las áreas costeras con alta ri- largest numbers of endemic taxa are the Cactaceae
queza biológica. Los desarrollos turísticos en las pla- (13), Asteraceae (12), and Agavaceae (11, 9 Aga-
yas del Golfo de California y la construcción de la ve). Endemism is low (2.3% of the 3 406 native
nueva carretera costera acelerarán el desarrollo cos- taxa) because Sonora is a political unit, and most
tero y la pérdida del hábitat. biotic communities and many quasi-endemics ex-
La flora de Sonora tiene relativamente pocas tend into adjacent states or onto islands in the Gulf
especies no nativas (246 taxones, 6.7% de la flo- of California.
ra). La mayoría son de las familias Poaceae (68 taxo- The plant diversity of Sonora reflects the inter-
nes), Brassicaceae (19 taxones), Fabaceae (15 taxo- mingling of major biogeographic provinces. The
nes) y Asteraceae (14 taxones) y en su mayoría son New World tropics reaches its northernmost limit
hierbas (83.1%), especialmente anuales (140 taxo- in North America in eastern Sonora. Many wide-
nes). La mayoría de estas especies (75.1%) son de spread tropical species reach their northern limits
Eurasia y África y las menos (67 taxones) provie- near Álamos in southern Sonora in tropical decid-
nen del Nuevo Mundo, desde México a América uous forest, which extends to 28° 35’ N in the Sie-
del Sur. Sólo quince por ciento de las especies no rra San Javier. Foothills thornscrub (FTS) extends
nativas (37 taxones) se consideran invasoras con to 30° 30’ N in the Rio Bavispe drainage, with some
potencial para dañar los hábitats naturales. Las es- tropical plants and animals following the northern
pecies invasoras más preocupantes son la mostaza tributaries of the Río Yaqui into southeastern Ari-
del Sahara (Brassica tournefortii) y los zacates me- zona. Other tropical species reach their northern
diterráneos y árabes (Schismus arabicus, S. barba- limits in the coastal thornscrub-Sonoran Desert tran-
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 231

sition near Guaymas (ca. 28° N) or in isolated pop- coal and woodcarvings and oaks (Quercus) for pa-
ulations in canyons and on mountaintops within per and charcoal production are non-sustainable
the desert. Many plants reach their western limits uses of important species. Clearing of thornscrub
in the FTS-Sonoran Desert transition in east-cen- for large-scale agriculture and construction of shrimp
tral Sonora and in montane forests in the Sierra farms in estuaries have dramatically impacted bio-
Madre Occidental (SMO) in eastern Sonora. Many logically rich coastal areas. Beachfront develop-
plants reach their southern limits in Sonora includ- ments along the Gulf of California and the con-
ing temperate species in the isolated sky island struction of a new coastal highway will accelerate
mountains in the northeast and the SMO in the east, developments along the coast and loss of habitat.
and Sonoran Desert species in thornscrub on the The flora of Sonora has relatively few non-na-
coastal plain in southern SonoraDesert grassland tive species (246 taxa 6.7% of the flora). They are
and Chihuahuan desertscrub plants are reaching mostly in the Poaceae (68 taxa), Brassicaceae (19
both their southern and western range limits in taxa), Fabaceae (15 taxa), and Asteraceae (14 taxa),
northeastern and north-central Sonora. and mostly herbs (83.1%), especially annuals (140
A total of 58 Sonoran plants are legally protec- taxa). Most species (75.1%) are from Eurasia and
ted by the Mexican government in the NOM-059- Africa with fewer (67 taxa) from the New World
ECOL-2001 (NOM, 2002) as E (extinta, extinct), P (en from Mexico to South America. Only fifteen per
peligro, in danger of extinction), A (Amenazada, cent of the non-native species (37 taxa) are con-
threatened), and Pr (protección, special protec- sidered invasive with potential to harm natural ha-
tion). The list needs revision because: 1). New in- bitats. The most serious invasive species are Sahara
formation indicates species are more common, mustard (Brassica tournefortii) and Mediterranean
more widespread, or not as threatened as previous- and Arabian grasses (Schismus arabicus, S. barba-
ly thought. 2). The varieties of species have differ- tus) in the northwestern Sonoran Desert; buffel-
ent conservation needs. 3). Taxonomic names need grass (Pennisetum ciliare) in desertscrub in central,
to be updated. 4). Some Pr species are not rare or coastal, and northern Sonora and foothills thorns-
threatened, but need to be managed as resources crub in east-central and southern Sonora; and Leh-
and regulated under different legislation. 5). Many man lovegrass/zacate africano (Eragrostis lehman-
regional plants, including seventy taxa endemic to niana) and Natalgrass/zacate rosado (Melinis repens)
mainland Sonora, endemics on islands in the Gulf in desert grassland in eastern and northern Sonora.
of California, and 27 additional plants that are pro- The needs for conservation through land pro-
tected in Arizona, should be evaluated as candidates tection and management in natural areas, protec-
for addition to NOM list. tion of rare and threatened species, monitoring and
Much of Sonora has large areas of natural habi- control of non-native and invasive species, and
tat, some of which are protected in vast reserves. improved environmental education will become
The losses of natural biodiversity through distur- more urgent as the human population continues
bance and disruption of natural biotic communi- to grow, and related developments and habitat
ties are increasing statewide as human population destruction increase.
grows and developments expand. Major urban
developments are in the low-elevation central and
western part of the state. The mountainous, high- INTRODUCCIÓN
er-elevation eastern part of the state is less popu-
lated, but widespread logging and local mining Sonora se localiza en el noroeste de México y, con
operations have impacted tropical and montane un área de 184 934 km², es el segundo estado más
forests. Harvesting of hardwood legumes such as grande del país. La porción sonorense de la fronte-
mesquite (Prosopis) and ironwood (Olneya) for char- ra internacional México-Estados Unidos tiene una
232 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

longitud de 588 km; de éstos, 568 km se compar- son una mezcla de especies de zonas templadas que
ten con Arizona y veinte con Nuevo México. El es- se encuentran a lo largo de la SMO hacia el sur y
tado posee uno de los paisajes de vegetación más di- otras más típicas de las Montañas Rocallosas en el
versos del noroeste del país, así como una flora abun- norte. Las floras de las islas serranas se diferencian
dante y distintiva. Esto es un reflejo de la gran di- de las floras de las islas oceánicas por tener una alta
versidad de hábitats y la complejidad de los cli- diversidad de especies, un endemismo local y re-
mas locales y regionales que han resultado en una gional bajo y porcentajes bajos de especies no nati-
compleja evolución de la biota y el pasiaje. Existen vas (McLaughlin, 1995). Sin embargo, la flora de
más de veinte comunidades bióticas en el estado la Sierra Madre Occidental en el este de Sonora y
(Felger y Lowe, 1976; Martin et al., 1998; Martí- oeste de Chihuahua es mucho más diversa que cual-
nez et al., en este vol.). Actualmente los trópicos quier área del Archipiélago Madrense.
del Nuevo Mundo alcanzan sus límites septentrio- Rzedowski (1978) consideró que la diversidad
nales en el este de Sonora, con la selva baja caduci- florística más alta de México se encuentra en el bos-
folia (SBC) extendiéndose hasta los 28° 35’ N cerca que de pino-encino. Los inventarios florísticos del
de San Javier, mientras que el matorral espinoso de Municipio de Yécora al este de Sonora lo confir-
piedemonte llega a los 30° 30’ N en el río Bavispe man, ya que el número de especies se incrementa
al este de la sierra El Tigre (White, 1948; Brown y con la altitud desde el matorral espinoso de piede-
Lowe, 1980; Felger et al., 2001). En el sur de So- monte y la SBC en las tierras bajas hasta los encina-
nora, algunas especies muy tropicales alcanzan sus les y bosques de pino-encino de las tierras altas (Van
límites septentrionales en la SBC, en la sierra de Ála- Devender et al., 2005; Van Devender y Reina-Gue-
mos y en áreas pequeñas y aisladas de selva baja rrero, datos sin publ.). En la zona fronteriza del
semidecidua en el arroyo Verde y Choquincahui. noreste de Sonora los pastizales del centro de Nor-
En el noreste de Sonora, algunas plantas y anima- teamérica alcanzan sus límites sur occidentales. Al
les tropicales se extienden hacia el norte siguiendo igual que en la mayor parte del occidente de Texas,
ramificaciones a lo largo de los tributarios norte- la vegetación es un mosaico de pastizal desértico en
ños del río Yaqui hacia el sureste de Arizona (Van suelos profundos de los valles y matorral del de-
Devender et al., 1994b; Felger, 2001). La explica- sierto Chihuahuense en laderas de calizas rocosas.
ción de por qué el limite norte de las especies tro- El Desierto Sonorense ocupa las porciones cen-
picales termina en pastizales desérticos y bosques tro y noroeste de Sonora. En el límite sur del De-
de encinos en altitudes de 1 220-1 525 metros, se sierto Sonorense cerca de Guaymas y el límite este
debe a que las especies tropicales están limitadas en el centro de Sonora hay una amplia transición
en las zonas altas por las heladas y en las zonas ba- al matorral espinoso. El matorral espinoso está pre-
jas por la aridez. Ejemplos de esto incluyen al chi- sente en las sierras y cañones protegidos dentro del
licote (Erythrina flabelliformis) y la culebra beju- desierto hasta el norte de Hermosillo (Felger,
quilla (Oxybelis aeneus). 1999). La subdivisión del Desierto Sonorense co-
La Sierra Madre Occidental (SMO) en el occi- nocida como Costa Central del Golfo, ocurre en
dente de México se extiende desde Zacatecas y Ja- ambos lados del Golfo de California con muchas
lisco hacia el norte en Chihuahua y Sonora. El Ar- especies en común (Shreve, 1964). Las plantas tí-
chipiélago Madrense es un grupo de cordilleras de picas de Baja California en la costa sonorense son
islas serranas aisladas (véanse notas más abajo) con relictos de la Edad de Hielo. Los interglaciares más
cumbres de encinales y bosques de pino-encino que calientes y más secos como el presente Holoceno
ocurren entre la SMO y el Mogollón Rim del Cen- dieron como resultado contracciones repetidas de
tro de Arizona y el margen suroeste de las Monta- los rangos de distribución de estas plantas en po-
ñas Rocallosas (Marshall, 1957; Felger y Wilson, blaciones más pequeñas y aisladas, sitios ideales para
1995; Warshall, 1995). Estas floras de montaña la especiación. Las floras del enorme escudo volcá-
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 233

nico del Pinacate y las dunas de arena del Gran De- gooddingii), alisos (Platanus wrightii), fresnos (Fraxi-
sierto en el noroeste de Sonora no son muy diver- nus velutina) y nogales (Juglans major) son impor-
sas, pero son únicas, y reflejan las afinidades y co- tantes hábitats para la vida silvestre a lo largo de
nexiones con las áreas extremadamente áridas de Baja ríos y riachuelos desde el noreste de Sonora hasta
California, Arizona y California (Felger, 2000). el centro del estado, de los cuales Cajón Bonito en
Aunque Sonora es más conocida como una re- el noreste del estado es un excelente ejemplo. De
gión árida y semiárida cuenta con una variedad de estos árboles ribereños sólo los sauces se localizan
hábitats de humedales. El área ribereña más exten- en el sur de Sonora, donde se encuentran asocia-
sa se encuentra a lo largo del río Colorado y su del- dos con guásima (Guazuma ulmifolia), sabino (Taxo-
ta (Felger, 2000). Existen otros tipos de humeda- dium distichum var. mexicanum), álamo (Populus
les en el noroeste de Sonora como son los oasis mexicana var. dimorpha), guamúchil (Pithecello-
(Quitovac, Quitobaquito), el río Sonoyta y este- bium dulce), arbolío (Sapinus saponaria) y uvala-
ros costeros salobres y pozos de agua dulce en la ma (Vitex mollis) en bosques ribereños tropicales
bahía de Adair a lo largo del Golfo de California (Martin et al., 1998). Ciénega de Camilo al este
(Felger, 2000). Varios ríos, entre los que se inclu- de Maycoba en la Sierra Madre contiene la única
yen el Magdalena (Asunción), el San Miguel y el turbera con el musgo sphagnum (Sphagnum pa-
Sonora, en la parte central del estado, desembocan lustre) en el estado (Van Devender et al., 2003).
en el Golfo. Los ríos más grandes del estado son el Hay por lo menos cuatro mil especies de plan-
Yaqui y el Mayo, los cuales tienen enormes cuen- tas vasculares en el estado de Sonora en el noroeste
cas hidrológicas que incluyen el tercio oriental del de México. Las plantas vasculares comprenden los
estado y la parte adyacente del sureste de Arizona helechos y sus afines, las gimnospermas, incluyen-
y el oeste de Chihuahua. El río Cuchujaqui y el do las cícadas, ephedras y coníferas, así como las
arroyo El Cobre, cerca de Álamos, son afluentes angiospermas o plantas con flores. En este capítu-
del río Fuerte, donde desagua la mayor parte del lo hacemos una síntesis sobre las plantas vasculares
norte de Sinaloa. En el noreste de Sonora se cuen- conocidas de la porción continental del estado de
ta con ciénegas importantes, como la de Saracachi Sonora y analizamos su biodiversidad, biogeogra-
al este de Cucurpe y Agua Caliente al este de Es- fía y conservación.
queda.
El tipo de vegetación en estos humedales es di-
ferente al de las comunidades vegetales adyacen- HISTORIA DE LAS ACTIVIDADES BOTÁNICAS
tes. Los humedales costeros a lo largo del Golfo de
California incluyen extensas comunidades de ha- Son mínimos los textos sobre Sonora de la época
lófitas en las planicies y orillas de los esteros (Fried- colonial española que incluyen historia natural [v.g.
man, 1996; Martin et al., 1998; Felger, 2000). Las Kino (Burrus, 1954 y 1971; Felger, 2007); Nen-
comunidades de manglar están bien desarrolladas tvig (1764) 1971; Pfefferkorn, 1949)]. La primera
en el sur de Sonora y áreas más pequeñas están colección botánica de Sonora se hizo durante la ex-
presentes tan al norte como Puerto Lobos, al nor- pedición de Sessé y Moçiño al noroeste de Méxi-
te de Puerto Libertad. La vegetación ribereña for- co (1790-1793; Maldonado y Puig-Samper, 2000).
ma franjas lineales a lo largo de ríos y en cañones Parte de la expedición encabezada por Moçiño,
que pasan por las comunidades más altas. Se tiene Castillo y Echeverría colectó ejemplares e hizo ilus-
registro que históricamente los bosques de galería traciones de las plantas de las inmediaciones de
con enormes álamos del norte (Populus deltoides Álamos en el sur de Sonora en 1791 (Maldonado
var. fremontii) se encontraban a lo largo del río Co- y Puig-Samper, 2000). Los ejemplares de Jatropha
lorado (Felger, 2000). Los bosques ribereños o de cinerea y J. cordata en el Herbario de Sessé y Moçi-
galería con álamos, sauces (Salix bonplandiana, S. ño en Madrid y la ilustración de J. cordata de la co-
234 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

lección de Torner probablemente son de Sonora cha, mula o caballo o a pie y años más tarde por
(McVaugh, 2000). tren. Sus colectas fueron enviadas a botánicos aca-
Después de la expedición de Sessé y Moçiño, la démicos de los más importantes herbarios, así como
mayor parte de la exploración botánica en Sonora a botánicos independientes o aficionados acauda-
hasta casi mediados del siglo XX fue hecha por na- lados de Norteamérica y Europa (McVaugh, 1956).
turalistas de Estados Unidos y Europa, aunque unos Palmer colectó series grandes (lo que hoy llamaría-
cuantos botánicos de instituciones botánicas del mos duplicados), algunas veces diez o más de cada
centro de México se aventuraron más de 1 225 km número de catálogo. Algunas veces Palmer no te-
hacia el noroeste. A continuación resaltamos algu- nía cuidado con sus registros y el envío de ejem-
nos de los más notables colectores botánicos de plares. Además, los expertos que trabajaban con
Sonora. sus colectas, con frecuencia asignaban los núme-
Thomas Coulter (1793-1843), un botánico ir- ros de los ejemplares y agregaban las etiquetas he-
landés, pasó varios meses (1829-1830) en Hermo- chas por los archivistas, lo que en algunas ocasio-
sillo asociado con una compañía minera y colectó nes causó mucha confusión. Numerosas plantas han
varios ejemplares de Sonora (Coville, 1895). Trece sido nombradas en honor de Palmer, las que in-
plantas sonorenses llevan su nombre, las que in- cluyen cincuenta de Sonora actualmente acepta-
cluyen Brickellia coulteri, Clerodendron coulteri, das, v.g., Amaranthus palmeri, Cnidoscolus palmeri,
Echinopepon coulteri, Guaiacum coulteri e Hibiscus Distichlis palmeri, Lippia palmeri y Pseudobombax
coulteri. palmeri. Sus colectas y notas fueron la base de mu-
Los botánicos participantes en el primer inven- chos estudios florísticos en la región (v.g., Vasey y
tario para el Deslinde Fronterizo México-Estados Rose, 1890; Watson 1889; Rose, 1895).
Unidos de 1848 (John M. Bigelow, Charles C. Algunas de las colectas de Palmer fueron estu-
Parry, Arthur C.V. Schott, Edmund K. Smith, diadas por Joseph N. Rose en el U.S. National
George Thurber y Charles Wright) colectaron mu- Herbarium (US) en Washington, D.C. Rose tam-
chos ejemplares a lo largo de la frontera Sonora- bién hizo colectas propias, la mayoría de las inme-
Arizona (Emory, 1857-1859). Los ejemplares fue- diaciones de Guaymas y el sur de Sonora, en 1897,
ron enviados a eminentes botánicos como John To- 1910 y 1921 (Rose, 1911; Johnston, 1924). Cin-
rrey, Asa Gray y George Engelmann, lo cual resul- co especies y cuatro variedades de plantas de So-
tó en la descripción de muchas especies nuevas. Nu- nora han sido nombradas en honor de Rose, entre
merosas plantas llevan los nombres de estos colec- las que se incluyen Gouania rosei, Hoffmannia ro-
tores, incluyendo Nolina bigelovii, Penstemon pa- sei y Zapoteca formosa subsp. rosei. Él describió
rryi, Lophocereus schottii, Anisacanthus thurberi, muchos taxones nuevos, los que incluyen por lo
Garrya wrightii y el género Carlowrightia. menos ciento diez especies, cinco variedades, tres
El botánico más importante del siglo XIX en subespecies y una forma en el estado.
Sonora fue Edward Palmer (1831-1911), un in- Otro intrépido colector de finales del siglo XIX
trépido colector de plantas, de material etnográfi- fue Cyrus Pringle del estado de Vermont. Durante
co y de ejemplares zoológicos (McVaugh, 1956). su vida llegó a colectar como quinientos mil ejem-
En esos tiempos los botánicos de campo como plares de cerca de veinte mil especies (Burns, 1936),
Palmer se financiaban ellos mismos por medio de aunque sólo una pequeña fracción era de Sonora.
la venta de series de ejemplares. En 1869, 1870, En 1884 Pringle colectó el ejemplar tipo del gran
1884, 1885, 1887, 1889, 1890-1892 y 1897, Pal- cardón o sahueso sonorense, Cereus pringlei (ac-
mer colectó miles de ejemplares de herbario en las tualmente Pachycereus pringlei) en los cerros «al sur
regiones de Álamos, de Guaymas y del Delta del del río Altar» (Watson, 1885). Hoy en día veinti-
río Colorado, entre otras. Palmer llegó a Sonora cuatro especies, dos variedades y una subespecie
en barco y después viajó en diligencia, carreta, lan- de plantas de Sonora llevan su nombre.
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 235

Los botánicos Carl V. Hartman y Francis E. res de herbario, incluyendo los de Forrest Shreve e
Lloyd acompañaron al explorador noruego Carl Ira L. Wiggins, así como en literatura publicada.
S. Lumholtz (1851-1922) en su expedición antro- Aunque se terminó antes de que Estados Unidos
pológica y geográfica de México de 1890-1893 entrara en la Segunda Guerra Mundial en 1941, fue
desde Bisbee, Arizona, hacia el sur y el este para publicado en la Flora of the Sonoran Desert por
entrar a la Sierra Madre Occidental (Lumholtz, Wiggins (1964). Comenzando a finales del siglo XIX,
1902). Ellos colectaron más de mil ejemplares nu- el apoyo financiero para el estudio de zacates en
merados (sin incluir duplicados) del noreste de So- México y Estados Unidos estaba ligado a la impor-
nora y noroeste de Chihuahua. Cinco plantas de tancia de la industria ganadera. Después de media-
Sonora han sido+ nombradas en honor de Lumhol- dos del siglo XX, Alan A. Beetle (1913-2003) y sus
tz, las que incluyen Pinus lumholtzii, Sedum lumhol- colegas de la sucursal Sonora de la Comisión Téc-
tzii y Solanum lumholtzianum. nico Consultiva de Coeficientes de Agostadero
Edgar A. Mearns (1856-1916) era el médico (Cotecoca) se dedicaron intensamente al estudio
del segundo inventario para el Deslinde Fronteri- de zacates, de lo que resultó la publicación Gramí-
zo México-Estados Unidos desde el Golfo de Méxi- neas de Sonora (Beetle et al., 1991). Al tiempo de
co al Océano Pacífico de 1892-1894. Él describió este escrito, la irremplazable colección sonorense
los aspectos generales de la vegetación, flora y fau- de plantas del herbario Cotecoca en Hermosillo se
na a lo largo de la frontera entre Sonora y Arizona encontraba abandonada y en peligro inminente de
(Mearns, 1907; también véase Hitchcock, 1913). destrucción. El trabajo de Cotecoca y de John y
Aunque era un zoólogo, Mearns hizo numerosas Charlotte Reeder, Richard Felger y Thomas R. Van
colectas de plantas. Mucha información detallada Devender, entre otros, elevó el conocimiento so-
sobre las localidades se encuentra en sus libretas de bre los zacates de Sonora a un nuevo nivel.
campo y catálogos en el U.S. National Herbarium Los cactos de Sonora han atraído un enorme
del Smithsonian Institution. Éste fue el primer tra- interés entre los botánicos desde los primeros re-
bajo biológico de carácter científico y verdadera- gistros escritos, con innumerables artículos acadé-
mente extensivo en la frontera México-Estados micos y para aficionados en revistas científicas tan
Unidos; la colección botánica merece un estudio variadas como Cactáceas y Suculentas Mexicanas y
adicional. Cactus and Succulent Journal (EE. UU.), entre otras
Para 1900 los medios de transporte estaban me- docenas más de diferentes partes del mundo. Coul-
jorando en Sonora y la población aumentando. ter envió 58 especies de cactos vivos a Agustín P.
El ferrocarril conectaba a Guaymas y Hermosillo de Candolle en Ginebra en 1828 y después seten-
y a una cadena de pueblos mineros como Cananea, ta especies a James T. MacKay en Trinity College
Nacozari, Tónichi y La Dura, entre otros. Éste era en Dublín (Coville, 1995). De Candolle describió
el comienzo de la era moderna y los botánicos em- 47 de los ejemplares de Coulter como especies
pezaron a ir al campo a hacer sus propias colectas. nuevas. En la década de 1850, los hermanos Potts
Los agrostólogos (especialistas de la taxonomía de (John era el gerente de la casa de la moneda de
zacates) del Smithsonian Institution Albert S. Hi- Ciudad Chihuahua, Frederick un ingeniero mine-
tchcock (1865-1935) y Agnes Chase (1869-1963) ro) enviaron cactos vivos al Royal Botanic Garden
visitaron Sonora en 1908 y 1910 (Hitchcock, 1913). (KEW) en Londres. Muchos de éstos fueron envia-
Algunas de sus colectas de zacates a orillas de cana- dos a Joseph Salm-Dyck en Austria, un botánico y
les de riego y áreas de inundación del río Sonora horticultor aficionado y el principal cactólogo de
en Hermosillo y en el área de Guaymas aparente- su tiempo. Él describió a Cereus scheeri (actualmente
mente ya no se encuentran en la región. Echinocereus scheeri) y Ferocactus pottsii, comunes
El tratado de zacates del Desierto Sonorense de en el sur de Sonora. Numerosos botánicos hicie-
Jason R. Swallen (1903-1991) se basó en ejempla- ron contribuciones importantes para el conoci-
236 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

miento de los cactos de Sonora, entre ellos: León Aunque los caminos de Sonora y casi toda la
Diguet (1928), Nathaniel Lord Britton y Joseph región estaban sin pavimentar antes de la Segunda
N. Rose (1919-1923), Robert T. Craig (1945), Guerra Mundial, los automóviles altos o de doble
Helia Bravo-Hollis y colegas (Bravo-Hollis, 1978; tracción y el final de la Revolución Mexicana faci-
Bravo-Hollis y Sánchez-Mejorada 1991a y 1991b), litaron el acceso a territorio sin exploración botá-
Rafaela Paredes-Aguilar et al. (2000), Felger y Alan nica. Ira L. Wiggins (1899-1987) realizó 33 viajes
Zimmerman (2000), Donald Pinkava y sus estu- de colecta a Sonora desde 1932 a 1963. Se hacía
diantes (Parfitt y Gibson, 2003; Pinkava, 2003) y acompañar por otros botánicos, en particular Fo-
David Yetman (2006 y 2007). El estudio de los rrest Shreve (1878-1950) y Reed C. Rollins (1911-
cactos de Sonora se ha visto limitado por la difi- 1998). Shreve igualmente colectó bastante en So-
cultad para preparar ejemplares adecuados de her- nora desde la década de 1920 a la de 1940 (Bowers,
bario de estas plantas suculentas espinosas y las res- 1988). Las cerca de ochocientas cincuenta plantas
tricciones para exportarlos a herbarios regionales vasculares que Shreve y Wiggins registraron para
en Estados Unidos bajo el acuerdo internacional la región desértica de Sonora fueron incorporadas
del Convenio sobre el Comercio Internacional de en la Flora of the Sonoran Desert (Wiggins, 1964),
Especies de Fauna y Flora Silvestre Amenazadas que sigue siendo el trabajo florístico más valioso
(CITES, por su siglas del inglés Convention on Inter- de la región. De la flora de Sonora, tres taxones han
national Trade in Endangered Species of Wild Fauna sido nombrados en honor de Shreve y dos de Wig-
and Flora). La creación del Herbario de la Univer- gins, quien es autor de 19 taxones de Sonora.
sidad de Sonora (USON) en Hermosillo y el uso de Howard Scott Gentry (1903-1993) destaca co-
imágenes digitales como ejemplares de herbario han mo el botánico moderno y colector de plantas más
facilitado la documentación de este grupo. importante de Sonora en el siglo XX. Desde 1933 a
Varias expediciones realizadas a principios del 1939 exploró la región del río Mayo en el sur de
siglo XX produjeron colectas de herbario de regio- Sonora y la parte adyacente de Chihuahua y en
nes selectas del estado. Daniel T. MacDougal 1942 publicó su libro Rio Mayo Plants (Gentry,
(1865-1958) y Glenton Sykes (1861-1948) del 1942). Comenzando en la década de 1970, un gru-
Desert Laboratory of the Carnegie Institution en po de botánicos de la University of Arizona y otras
Tucsón fueron los botánicos de la expedición del partes, encabezados por Paul S. Martin, explora-
Carnegie a la región del Pinacate en 1907 (Horna- ron el sur de Sonora, expandiendo el trabajo pio-
day, 1908). Ellos hicieron la primera colecta ex- nero de Gentry (Martin et al., 1998). Su flora re-
tensa de plantas del Desierto Sonorense en el no- visada del río Mayo incluyó extensas colectas de la
roeste de Sonora (Rose y Standley, 1912; Felger, Selva Baja Caducifolia (SBC) a lo largo del río Cu-
2000). Carl Lumholtz colectó un número limita- chujaqui cerca de Álamos (Van Devender et al.,
do de ejemplares de herbario en la región del Pi- 2000), del matorral espinoso costero del sur de
nacate durante su exploración de 1909-1910 Sonora (Friedman, 1996) y de los bosques tropi-
(Lumholtz, 1912). cales y de montaña del municipio de Yécora en la
Marcus E. Jones (1852-1934) fue un colector porción este y central de Sonora (Van Devender et
excepcional que hizo contribuciones muy impor- al., 2003 y 2005). Gentry también colectó bastan-
tantes a la botánica del occidente americano (Lenz, te en muchas otras partes de Sonora (H.S. Gentry,
1986). Sus viajes de colecta a México incluyeron unos 1964, 1972 y 1982), especialmente magueyes (Gen-
cuantos a Sonora, principalmente de Nogales a Guay- try, 1972 y 1982). De la flora de Sonora, 23 taxo-
mas en 1926 y 1927. En la flora documentada de nes han sido nombrados en honor de Gentry (vein-
Sonora, tres plantas llevan su nombre (Argyrochos- tiun especies y dos variedades) y él mismo descri-
ma jonesii, Linanthus jonesii y Tragia jonesii); des- bió 36 taxones (28 especies, 7 variedades y 1 sub-
cribió catorce especies, diez variedades y una forma. especie).
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 237

Varios estudios botánicos del siglo XX se lleva- Desierto Chihuahuense en caliza y pastizal desér-
ron a cabo en la zona fronteriza del norte de Sono- tico en la zona fronteriza del noreste (Van Deven-
ra. Stephen S. White (1909-1979) exploró la re- der y Reina-Guerrero, 2005). De los autores de
gión del río Bavispe de 1938 a 1941 para su tesis este capítulo, Reina-Guerrero y Van Devender tie-
doctoral en la University of Michigan. Él y sus nen cada uno tres especies nombradas en su honor
colegas, entre ellos los agrostólogos José Vera San- y Felger tiene dos. Felger ha descrito dieciocho taxo-
tos y LeRoy H. Harvey y el especialista en hele- nes, Van Devender tres y Fishbein dos.
chos Edwin A. Phillips, colectaron cerca de cuatro
mil ejemplares de cerca de mil doscientos taxones
de plantas (ca. 980 actualmente aceptadas), con lo CLASIFICACIÓN DE LAS PLANTAS
que produjeron una obra clásica de la flora regio-
nal (White, 1948). Como parte de un estudio de En la segunda mitad del siglo XX la clasificación de
aves que se llevó a cabo de 1951 a 1953 en la cade- los taxones superiores (familias y categorías supe-
na de islas serranas en el sureste de Arizona, nores- riores) de las angiospermas siguió el sistema crea-
te de Sonora y la parte adyacente de Chihuahua, do por Arthur Cronquist (1981), Armen Takhta-
Joseph T. Marshall describió los encinales y bos- jan (1997) y Robert Thorne (1992). Información
ques de pino-encino y colectó ejemplares botáni- más reciente, la que incluye análisis moleculares
cos (Marshall, 1957). Fishbein et al. (1995) publi- de ADN y avances en métodos analíticos computa-
caron una flora preliminar de trescientas setenta rizados, llevó a la reorganización de las familias de
especies de los bosques mixtos de coníferas y de plantas por el Grupo para la Filogenia de las An-
pino-encino de la zona templada más alta de la giospermas (APG, por su siglas del inglés Angios-
sierra de los Ajos al sureste de Cananea. perm Phylogeny Group, 1998 y 2003). El sistema
Comenzando en 1963, Raymond M. Turner, APG intenta proporcionar un esquema de clasifica-
J. Rodney Hastings y después Tony L. Burgess hi- ción más natural (uno que mejor represente la his-
cieron numerosas excursiones a Sonora y Baja Ca- toria de la evolución de las plantas con flores). Los
lifornia para documentar la distribución de 414 es- disidentes, sin embargo, sostienen que este tipo de
pecies de plantas en el Desierto Sonorense. Sus ob- sistema, el cual incorpora diagramas de ramifica-
servaciones, colectas e información de herbarios y de ción divergente en los árboles filogenéticos, no es
otras fuentes se presentan en la obra Sonoran De- jerárquico o natural y abandona el uso de grados
sert Plants. An Ecological Atlas (Turner et al., 1995). de divergencia para niveles taxonómicos. El siste-
Desde la década de 1960, Felger, Van Deven- ma APG ha sido adoptado recientemente por el pro-
der, Reina-Guerrero y Fishbein han hecho exten- yecto Flora de Norteamérica (Flora of North Ame-
sas colectas en todo el estado. Felger ha publicado rica Editorial Committee 1993) y algunas agen-
trabajos florísticos para las islas del Golfo de Cali- cias del Departamento de Agricultura de Estados
fornia y la zona costera (Felger y Lowe, 1976), el Unidos (http://plants.usda.gov).
cañón de Nacapule (Felger, 1999), el Gran De- El elegante sistema de clasificación binomial se
sierto y Río Colorado (Felger, 2000), entre otros. le atribuye al biólogo sueco Carlos Linneo (1707-
Van Devender y Reina-Guerrero han colectado ex- 1778) y el año 1753 se considera como la fecha
tensamente cerca de Álamos en el sur de Sonora inicial para el reconocimiento de los nombres cien-
(Van Devender et al., 2000), en el matorral espi- tíficos de plantas. En realidad, los indígenas de todo
noso de piedemonte cerca de Moctezuma y Tóni- el mundo también usan un sistema binomial de
chi en el centro de Sonora, en los bosques de la clasificación que incluye un concepto de género
Sierra Madre cerca de Yécora en el este de Sonora en las culturas locales. Es muy probable que Lin-
(Reina-Guerrero y Van Devender, 2005; Van De- neo conociera esta taxonomía de los pueblos euro-
vender et al., 2003 y 2005) y en el matorral del peos y extendiera o adoptara estas formas orales de
238 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

clasificar el mundo de los seres vivos. Por ejemplo, se. Debe mencionarse que muchos colectores como
en unas cuantas páginas uno puede enlistar las más Palmer, Pringle y White hicieron numerosos du-
de cuatrocientas familias de plantas vasculares de plicados que actualmente se albergan en diferentes
la tierra, arregladas en categorías superiores como herbarios. Algunos de los ejemplares que Coulter
órdenes y clases, etcétera. Para una región de So- colectó en México fueron enviados al Herbarium
nora, como el Pinacate y Gran Desierto del noroes- of the Royal Botanic Garden (KEW) en Londres y
te de Sonora, también se pueden enlistar 589 es- también a John Torrey y Asa Gray en Estados Uni-
pecies en más o menos doce páginas (Felger, 2000) dos [probablemente al Gray Herbarium (GH) en
o un listado florístico de las más de 285 especies Harvard University] (Coville, 1895). Las coleccio-
de árboles de Sonora en sólo unas cuantas páginas nes de Pringle están en el Pringle Herbarium en la
(Felger et al., 2001). Para los árboles, la sola pala- University of Vermont (VT). Las colecciones de
bra Quercus proporciona el concepto de un encino Wiggins se depositaron en el Dudley Herbarium
y lo conecta con cuatrocientas especies de amplia (DS) en Stanford, que actualmente forma parte del
distribución en el hemisferio norte y hacia el sur California Academy of Science Herbarium (CAS)
hasta Colombia y Malasia. Quercus incluye por lo en San Francisco. Las colecciones de Shreve se de-
menos 125 especies en México, con 22 especies y positaron en el Shreve Herbarium, que en la ac-
8 híbridos interespecíficos en Sonora. tualidad es parte del University of Arizona Herba-
El APG y las definiciones y alineaciones de las rium (ARIZ) en Tucsón. Las colecciones de Gentry
familias clásicas de Cronquist quizás sean diferen- estaban en el Gentry Herbarium, que ahora está
tes, pero no cambia la taxonomía de géneros y espe- en ARIZ, con una colección parcial de duplicados
cies. La variación morfológica y geográfica de mu- en el Herbario Nacional en la Universidad Nacio-
chos grupos de plantas hace que el uso de unida- nal Autónoma de México (MEXU) en la Ciudad de
des de clasificación más pequeñas sea una herra- México. Las colecciones de Jones originalmente
mienta muy útil y a menudo necesaria. Algunos estaban en el Herbarium of Pomona College (POM),
taxónomos eliminan los taxones intraespecíficos que más tarde se incorporó al Rancho Santa Ana
(variedades y subespecies), argumentando que hay Herbarium (RSA) en Claremont, California. Las
que reconocer a las poblaciones morfológica o ge- colecciones de White se depositaron en el Univer-
néticamente distintas como especies. Sin embar- sity of Michigan Herbarium (MICH), con duplica-
go, otros sostienen que al descartar las subespecies dos en otros herbarios como ARIZ y US. Las colec-
o elevarlas automáticamente a rango de especie se ciones de Marshall están en ARIZ. Las colecciones
ignoran las relaciones e hipótesis evolutivas que de Turner, Hastings y Burgess también están en
reflejan estas formas incipientes de diferenciación. ARIZ. Las colecciones de Helia-Bravo, Pedro Teno-
rio-Lezama, Alberto Búrquez-Montijo y Exequiel
Ezcurra están en MEXU.
REGISTROS DE HERBARIOS Las colecciones de la mayoría de los autores de
este capítulo están en ARIZ, con importantes jue-
Las colecciones de plantas de Sonora se albergan gos de duplicados en los herbarios de la Universi-
en muchos herbarios diferentes. Los ejemplares de dad de Sonora (USON) en Hermosillo, en el MEXU,
la expedición de Sessé y Moçiño de 1791 están en en el Centro de Investigaciones Biológicas del No-
el Real Jardín Botánico de Madrid. Las coleccio- roeste (HCIB) de La Paz, Baja California Sur, en el
nes del siglo XIX de Palmer y Rose están en el Uni- Missouri Botanical Garden (MO) en Saint Louis,
ted States National Herbarium (US; las siglas para en el New Mexico State University (NMC) en Las
los herbarios son de acuerdo al Index Herbario- Cruces, en el CAS, en el RSA y en la University of
rum; Thiers, 2009) en Washington, D.C., así como Texas (TEX) en Austin. Las colecciones de Brad
las colectas que después hicieron Hitchcock y Cha- Boyle, Mark A. Dimmitt, Pierre C. Fischer, Geor-
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 239

ge M. Ferguson, Deborah E. Goldberg, Phil Jen- por más de una subespecie. Treinta tienen un ori-
kins, Gene Joseph, Richard D. Krizman, Paul S. gen híbrido y quizás no sean taxones reproducti-
Martin Jr., Charles T. Mason Jr., Steven P. McLaug- vos. Sin incluir las 246 especies no nativas (véase
hlin, Frank Reichenbacher, Greg Starr, Victor W. abajo), el estado tiene 3 230 especies nativas. Hay
Steinmann, Benjamin T. Wilder, Michael F. Wil- 29 especies, 8 variedades y 1 subespecie que llevan
son y George Yatskievych también están en ARIZ. el nombre de Sonora.
Las colecciones de Marc A. Baker, Elaine Joyal, La composición taxonómica ayuda a describir
Elinor Lehto y Donald J. Pinkava están en el Ari- la flora de Sonora. La tabla 1 presenta 22 familias
zona State University (ASU) en Tempe. Las colec- con cuarenta o más taxones. Las tres familias más
ciones de Thomas F. Daniel están en el CAS, las de importantes son Asteraceae (512 taxones), Poaceae
Andrew C. Sanders en la University of California (359) y Fabaceae (346), las cuales representan 33.3%
(UCR) en Riverside y las de Grady Webster en la de la flora. Estas abundancias relativas son típicas
University of California (DAV) en Davis. de floras de zonas templadas, muy diferente de las
Así, las colecciones más grandes de plantas de floras de la selva baja caducifolia, la cual es domi-
Sonora están en ARIZ, USON, MEXU, ASU, CAS, HCIB, nada por la familia Fabaceae (A. Gentry, 1995).
MICH, MO, NMC, RSA y UCR. Ejemplares adicionales Las familias Asteraceae y Poaceae son importantes
se encuentran en los herbarios de la Escuela Na- en todas las comunidades bióticas del estado. Los
cional de Ciencias Biológicas del Instituto Politéc- números de taxones en la Euphorbiaceae (149),
nico Nacional (ENCB) en la Ciudad de México, en Malvaceae [130, la cual incluye Bombacaceae (2),
el Eastern Illinois University (EIU) en Charleston, Sterculiaceae (21) y Tiliaceae (14)], Convolvula-
en el Centro Regional del Bajío, en el Instituto de ceae (83), Apocynaceae [78, la cual incluye Ascle-
Ecología (IEB) en Pátzcuaro, Michoacán, en la piadaceae (63)], Rubiaceae (53), Orchidaceae (44),
Universidad de Guadalajara (IBUG), en el San Die- Acanthaceae (43) y Cucurbitaceae (41) son fuer-
go Natural History Museum (SD), en la University tes indicadores de la importancia de las plantas
of California (UC) en Berkeley, en GH y en US. neotropicales en la flora. La abundancia de Cacta-
El Herbario USON se estableció en 1996 y ac- ceae (107) refleja la importancia del Desierto So-
tualmente contiene cerca de catorce mil ejempla- norense, el Desierto Chihuahuense y la vegetación
res. Toda la colección está capturada en una base tropical con estaciones secas. La flora de helechos
de datos debido al esfuerzo de su director, Jesús Sán- y licofitas de Sonora es muy diversa con 143 taxo-
chez-Escalante. Varios colectores han hecho con- nes en 39 géneros y 16 familias (Yatskievych et al.,
tribuciones importantes a este Herbario, entre en este vol.). Colectivamente, éstos representan más
ellos: Alejandro Castellanos-Villegas, Richard Fel- de trece por ciento de la diversidad de plantas vas-
ger, Alf Meling-López, Rigoberto López-Estudi- culares sin semilla de México.
llo, Agustín Flores-Macías, Ana Lilia Reina-Gue- La tabla 2 presenta 18 géneros con veinte o más
rrero, Jesús Sánchez-Escalante, Thomas R. Van De- taxones en Sonora. Estos géneros reflejan la im-
vender y Benjamin T. Wilder. portancia de las familias Asteraceae (Brickellia, Eri-
geron), Poaceae (Eragrostis, Muhlenbergia, Panicum),
Fabaceae (Astragalus, Dalea, Desmodium) y otras fa-
DIVERSIDAD TAXONÓMICA milias en la tabla 1, además de Quercus (30 taxo-
nes) en la Fagaceae. Los géneros más importantes
La flora de Sonora documentada actualmente con son Euphorbia (77 taxones), Cyperus (49 taxones),
ejemplares de herbario cuenta con 3 652 taxones es- Muhlenbergia (48 taxones) e Ipomoea (43 taxones).
pecíficos e intraespecíficos en 188 familias y 1 103 Los números reales de taxones y especies para
géneros (apéndice 1). De las 3 476 especies, 104 áreas geográficas grandes y diversas como los estados
están representadas por más de una variedad y 43 son difíciles de determinar. Estimamos que el nú-
240 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

mero real de taxones de Sonora es comparable con rel cimarrón (Persea podadenia), magnolia (Mag-
las floras de Chihuahua (ca. 4 500 taxones; R. Co- nolia pacifica subsp. tarahumara), palo barril (Co-
rral-Díaz, 2009, com. pers.) y de Durango (4 562 chlospermum vitifolium), palo joso (Conzattia mul-
taxones; M. González et al., 1991; S. González, tiflora), papaya cimarrón (Oreopanax peltatum), sa-
2009, com. pers.). J.L. León de la Luz (2009, com. huira (Stenocereus montanus) y tampiserán (Platy-
pers.) estima ca. 1 700 taxones para Baja Califor- miscium trifoliatum) alcanzan sus límites más al
nia Sur. Para la Península de Baja California (esta- norte en la selva baja caducifolia (SBC) desde Ála-
dos de Baja California y Baja California Sur), Wig- mos a la sierra Saguaribo en el sur de Sonora. El
gins (1980) reportó 2 958 taxones, pero J. Reb- aguacate de dos hojas (Dendropanax arboreus) se
man (2009, com. pers.) actualmente tiene regis- encuentra en Sonora sólo en la selva tropical semi-
tros documentados para 4 170 taxones. El reporte decidua en el Arroyo Verde al noreste de Álamos.
de 3 370 especies para Arizona por Kearney y Pee- Otras plantas de la SBC, entre ellas: amapa amarilla
bles (1964) fue aumentado a 3 512 por Nature Serve (Tabebuia chrysantha), nesco (Lonchocarpus her-
(2002). La base de datos por Internet: Red de In- mannii), palo pinto (Chloroleucon mangense), palo
formación Ambiental del Suroeste (SEINet, por su mulato (Bursera grandifolia), palo piojo (Brongniar-
acrónimo del inglés Southwest Environmental In- tia alamosana), pitahaya barbona (Pilosocereus alen-
formation Network, http://swbiodiversity.org/sei- sis) y sabino (Taxodium distichum var. mexicanum)
net/collections/index.php) contiene para el estado alcanzan sus límites más al norte entre Tepoca y
de Arizona 4 252 especies y 4 901 taxones, pero de- San Javier (ca. 28° 30’ N). Las poblaciones más al
bido a problemas taxonómicos y errores en la iden- norte de copalquín (Hintonia latifolia), Dalecham-
tificación, el total es más cercano a cuatro mil es- pia scandens, palma de la virgen (Dioon sonorense)
pecies y cuatro mil seiscientas taxones (E. Gilbert, y vara prieta (Croton alamosanus) se encuentran en
2009, com. pers.). la sierra de Mazatán, ochenta kilometros al este de
Hermosillo (29° 05’ N). Un árbol de nacapule (Fi-
cus pertusa) se encuentra en un cañón cerca de San
BIOGEOGRAFÍA Pedro de la Cueva (29° 18’ N), mientras que las
tescalamas (F. petiolaris) de los paredones rocosos
La información actualmente disponible no es sufi- al este de Cucurpe (30° 23’ N) se encuentran en aso-
ciente para un análisis detallado de los patrones de ciaciones sorprendentes con los maples (Acer gran-
distribución de las plantas de Sonora, a excepción didentatum) de zonas templadas. Un grupo aislado
de los helechos, presentados por Yatskievych et al. de guasaraco (Parthenium tomentosum var. stramo-
(en este vol.). A continuación ilustramos patrones nium) ocurre al noroeste de Sinoquipe (30° 12’ N).
biogeográficos con ejemplos de especies que alcan- Otras especies con afinidades tropicales llegan hasta
zan sus límites de distribución en la entidad. el Cañón de la Palma al sureste de Magdalena (30°
29’ N), entre ellos están el babiso (Brahea nitida;
Límites septentrionales Felger y Joyal, 1999), negrito (Lasiacis ruscifolia),
sinvergüenza (Tradescantia andrieuxii) y tonchi
La amplia transición entre los trópicos del Nuevo (Marsdenia edulis). Otras, que incluyen bebelama
Mundo y los biomas de las zonas templadas del (Sideroxylon occidentale), chiltepín (Capsicum an-
norte se localiza en la porción este central de So- nuum var. glabriusculum), cusi saucillo (Quercus
nora cerca de la latitud 28-29° N. Los límites sep- viminea), palo chino (Havardia mexicana), tepe-
tentrionales de los árboles de Sonora se dicuten en guaje (Lysiloma watsonii), ojo de víbora (Phaulo-
Felger et al. (2001). Algunos árboles tropicales con thamnus spinescens), tesota (Acacia occidentalis) y
amplia distribución, como son: cortopico (Drype- toji (Struthanthus palmeri), ocurren muy cerca de
tes gentryi), haya (Cinnamomum hartmannii), lau- la frontera con Arizona en la sierra Las Avispas al
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 241

oeste de Nogales (ca. 31° 10’ N). En el noreste de San Javier y la Sierra de Mazatán (Sánchez-Esca-
Sonora, el ocotillo macho (Fouquieria macdouga- lante, et al., 2005). Algunos ejemplos son: amapas
llii) ocurre al este de Nacozari de García (30° 22’ (Tabebuia chrysantha, T. impetiginosa), brincador
N) y el palo brea (Parkinsonia praecox) al sureste (Sebastiania pavoniana), chopo (Mimosa palmeri),
de Agua Prieta (31° 11’ N). De estas especies, sólo guásima (Guazuma ulmifolia), palo colorado (Cae-
el chiltepín y el tepeguaje llegan a Arizona. salpinia platyloba), palo de asta (Cordia sonorae),
En el oeste de Sonora las especies tropicales al- palo pinto (Chloroleucon mangense), palo zorrillo
canzan sus límites de distribución en sierras y ca- (Senna atomaria), papache (Randia echinocarpa),
ñones protegidos del Desierto Sonorense. Los in- pochote (Ceiba acuminata) y vara prieta (Croton
dividuos más norteños de Pereskiopsis porteri, un alamosanus, C. flavescens). Shreve (1964) definió
cactus semejante a una choya con hojas, se encuen- la parte occidental de esta área como Piedemonte
tran en la región de Guaymas. El Chalate o higue- de Sonora, una subdivisión del Desierto Sonoren-
ra (Ficus insipida), nacapule (Thelypteris puberula se, pero después se reclasificó como matorral espino-
var. sonorensis) y la uva del mar (Coccoloba goldma- so sinaloense (Felger y Lowe, 1976; Brown, 1982;
nii) se encuentran en el cañón del Nacapule (ca. Turner y Brown, 1982). El matorral espinoso en
28° N) en la sierra El Aguaje cerca de San Carlos Sonora se reclasificó como matorral espinoso de
(Felger, 1999). Otras especies tropicales se locali- piedemonte y matorral espinoso costero (Felger y
zan en la zona arqueológica La Pintada en la Sierra Lowe, 1976; Martin et al., 1998; Búrquez et al.,
Libre, 55 km al sur de Hermosillo (28° 35’ N), 1999). Otras especies tropicales se extienden hacia
entre ellos Aphanosperma sinaloensis, arbolillo (Sa- el oeste en el matorral espinoso de piedemonte y
pindus saponaria), papache borracho (Randia so- en las Planicies de Sonora, subdivisión del Desier-
norensis) y sarramatraca (Peniocereus marianus). to Sonorense, entre ellos: etcho (Pachycereus pec-
Muchas plantas características de las sierras ten-aboriginum), guayacán (Guaiacum coulteri),
mexicanas alcanzan sus límites más al norte en la palo santo (Ipomoea arborescens) y San Juanico (Ja-
cadena de islas serranas del noreste de Sonora y cquinia macrocarpa ssp. pungens).
sureste de Arizona. Algunos ejemplos son: aigro Varias especies de montaña Madrense alcanzan
(Rhus terebinthifolia) y cusi saucillo en la sierra Las sus límites occidentales en la vertiente del Pacífico
Avispas cerca de Nogales y táscate duranguense de la Sierra Madre cerca de Yécora en el este de
(Juniperus durangensis) en la sierra El Tigre (Whi- Sonora (Spellenberg et al., 1996; Van Devender et
te, 1948). Varios árboles de bosque de pino o enci- al., 2005; Felger et al., 2001), entre ellas: tilo (Ti-
no tienen una amplia distribución desde el noroeste lia americana), pinabete (Abies durangensis), pinos
de la Sierra Madre hacia el sureste de Arizona; v.g., (Pinus herrerae, P. lumholtzii, P. maximinoi, P. oo-
pino real (Pinus engelmannii), pino blanco (P. ari- carpa, P. yecorensis), arbustos ericáceos (Comarosta-
zonica), encino blanco (Quercus arizonica), encino phylis polifolia, Gaultheria glaucifolia), acebos (Ilex
azul (Q. oblongifolia), cusi prieto (Q. hypoleucoi- rubra, I. tolucana), júcaro (Ostrya virginiana), en-
des) y táscate (Juniperus deppeana; Felger et al., cinos (Quercus coccolobifolia, Q. durifolia, Q.
2001; Reina-Guerrero y Van Devender, 2005). mcvaughii, Q. tarahumara) y Clethra mexicana.
Muchas plantas de los pastizales alcanzan sus
Límites occidentales límites occidentales al sur de las Baboquivari Moun-
tains en una gran área de pastizal del desierto, la
Muchas especies tropicales alcanzan sus límites cual colinda con el matorral desértico del altipla-
occidentales en la amplia transición entre las áreas no de Arizona al suroeste. Los registros más al oes-
tropicales del este-centro de Sonora y el Desierto te cerca de Sásabe (111° 36’ O) incluyen Croton pot-
Sonorense. Las poblaciones más al oeste de varias tsii, Coryphantha robustispina subsp. robustispina,
plantas típicas de la SBC se encuentran en la sierra Gutierrezia microcephala y navajita morada (Boute-
242 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

loua chondrosioides). Otras especies se encuentran Muchas plantas del Desierto Chihuahuense al-
más al oeste en la sierra El Humo (111° 55’ O), canzan sus límites meridionales de distribución en
entre ellas: hierba del corazón (Dalea pogonathe- caliza al noreste de Sonora tan sólo a cincuenta ki-
ra), gatuño (Mimosa dysocarpa), hierba del pasmo lómetros de la frontera con Arizona. Algunos ejem-
(Baccharis pteronioides), flor de papel (Psilostrophe plos son: Polygala scoparioides, cuetito (Ruellia pa-
cooperi), palmilla (Yucca elata) y zacate lobero rryi), pegajosa (Mentzelia oligosperma), Physaria
(Lycurus setosus). fendleri, oreja de ratón (Bernardia myricifolia), con-
trahierba (Thymophylla acerosa), Cyphomeris gyp-
Límites meridionales sophiloides, afinador (Mortonia scabrella), encino
chino (Quercus pungens) y hojasén (Flourensia cer-
Los límites más al sur de los árboles de Sonora se nua). Otras plantas del Desierto Chihuahuense oca-
discuten en Felger et al. (2001). Las poblaciones sionalmente se encuentran en suelos no calcáreos
más meridionales de especies de zonas boreales y en el área de Benjamín Hill en el Desierto Sono-
templadas ocurren en las zonas altas con bosques rense del centro de Sonora; v.g., talayote (Asclepias
mixtos de coníferas, principalmente en la sierra de brachystephana), confiturilla lila (Lantana macro-
los Ajos al este de Cananea en el noreste de Sonora poda), hojasén (Senna wislizenii) y daisillo (S. bau-
(Fishbein et al., 1995). Comandra umbellata, ma- hinioides). Una de las áreas más inusuales para plan-
dreselva (Lonicera arizonica) y Rhamnus crocea tas del Desierto Chihuahuense son las calizas de la
ocurren en Sonora sólo en los encinales de la re- sierra del Viejo en el noroeste de Sonora, con po-
gión del río Bavispe en el área fronteriza del norte blaciones relictas de hierba de la rabia (Acleisan-
(White, 1948). Otras especies características del thes longiflora), Glandulicactus uncinatus, cabecita
bosque de pino-encino en las cordilleras de islas de viejo (Mammillaria lasiacantha) y manca caba-
serranas del Archipiélago Madrense alcanzan sus llo (Echinocactus horizonthalonius var. nicholii; Yats-
límites más al sur en la Sierra Madre Occidental en kievych y Fischer, 1983).
la porción este-centro de Sonora y la parte adyacen- Las poblaciones más al sur de varias plantas del
te de Chihuahua, entre ellos: alamillo (Alnus oblon- Desierto Sonorense se localizan en el matorral es-
gifolia), aliso (Platanus wrightii), maple, junquis pinoso al sur del Desierto Sonorense. La goberna-
(Ceanothus pauciflorus), Philadelphus microphyllus, dora o hediondilla (Larrea divaricata) en Sonora
sauz (Salix gooddingii) y espuela de gallo (Sageretia tiene su límite más al sur en Cruz de Piedra, al
wrightii; Reina-Guerrero y Van Devender, 2005). sureste de Guaymas (27° 27’ N, 20 m altitud). El
En el noreste de Sonora las plantas del pastizal registro más al sur de palo fierro (Olneya tesota)
alcanzan sus límites más al sur en la transición a ma- está en Teachive (26° 47’ N, 75 m altitud) y de
torral espinoso de piedemonte, cerca de cincuenta sahuaro (Carnegiea gigantea) en Mesa Masiaca (26°
a ochenta kilómetros al sur de la frontera con Ari- 46’ 24" N, 200 m altitud), ambos al sur de Navo-
zona. Entre ellos: pluma apache (Fallugia paradoxa), joa. Una población aislada de corona de cristo (Koe-
zacate búfalo (Büchloe dactyloides), Desmanthus berlinia spinosa) se ubica en el matorral espinoso
cooleyi, hierba de pasmo (Baccharis pteronioides), costero cerca de Las Bocas (26° 37’ 53" N). El lí-
limita (Rhus microphylla), Grindelia oxylepis, pal- mite más al sur de rama blanca (Encelia farinosa)
milla (Nolina texana), zinia (Zinnia grandiflora) y está cerca de Los Mochis en el norte de Sinaloa
choyita (Coryphantha vivipara). La cabeza de viejo (26° 14’ 56" N).
(Echinocereus rigidissimus) en la SBC al noroeste de
Tepoca (28° 29’ 16" N, 900 m altitud) y cerca de Límites orientales
Tetajiosa (27° 00’ N) en el occidente de la sierra
de Álamos son también registros meridionales in- Un gran número de plantas que se encuentran prin-
teresantes. cipalmente en la Península de Baja California tie-
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 243

nen poblaciones continentales en áreas limitadas Los límites más al este de algunas plantas del
del occidente de Sonora. Las plantas de Baja Cali- Desierto Sonorense se encuentran dentro de las
fornia en el área de Guaymas o hacia el sur inclu- áreas tropicales. La chuparrosa (Justicia californi-
yen la palma abanico (Washingtonia robusta), algo- ca) y el palo fierro del desierto ocurren cerca de
dón (Gossypium davidsonii), Brickellia rhomboidea, Ónavas a lo largo del río Yaqui. El palo fierro tam-
candelilla [Euphorbia lomelii (Pedilanthus macro- bién es común en el matorral espinoso de piede-
carpus)], Croton magdalenae, palo blanco (Lysilo- monte arriba del río Sonora cerca de Mazocahui.
ma candidum) y Vallesia laciniata (Felger, 1999; Unos cuantos sahuaros se encuentran en la sierra
Felger et al., 2001). Otras especies de Baja Califor- El Púlpito, una cordillera de las islas serranas en la
nia se encuentran desde el área de Puerto Liber- frontera con Chihuahua en el noreste de Sonora
tad-Sierra Bacha hasta el área de Bahía de Kino, en- (Steve Hale, 2000, com. pers.). Algunas rama blan-
tre ellas: chicurilla (Ambrosia camphorata, A. che- cas y Bebbia juncea se encuentran en matorral del
nopodifolia, A. divaricata), cirio (Fouquieria colum- Desierto Chihuahuense al este de Agua Prieta a
naris), jumetón (Euphorbia misera) y Bahiopsis la- orillas de la carretera federal Mex 2 en el noreste
ciniata (Turner et al., 1995). El jumetón (Euphor- de Sonora, justo al sur de la frontera con Arizona.
bia xanti) ocurre en Sonora al norte de Bahía de
Kino, en la región de Guaymas y en la Isla del Ti-
burón (Turner et al., 1995; Wilder et al., 2007). EVOLUCIÓN DE LA FLORA
Ambrosia camphorata también tiene poblaciones
disyuntas en Guanajuato y San Luis Potosí en el La diversidad florística de Sonora es el resultado
centro de México (Rzedowski y Calderón de Rze- de una compleja evolución biótica, de cambios cli-
dowski, 1998). Otra chicurilla (Ambrosia acumi- máticos y formación del paisaje. Las raíces más
nata) se conoce sólo de unos cuantos registros de profundas de la flora se remontan al Terciario tem-
la parte central de Baja California y la porción no- prano cuando los bosques tropicales tenían una
roeste de la sierra El Aguaje al norte de Guaymas. distribución amplia de un extremo a otro del con-
Algunas especies con distribución disyunta de tinente relativamente plano. En el Eoceno (hace
Baja California, como Ruellia leucantha, se encuen- 54 a 35 millones de años) los árboles caducifolios
tran tierra adentro cerca de la zona arqueológica se vuelven cada vez más comunes en los registros
de La Pintada en la sierra Libre al sur de Hermosi- fósiles y proporcionan la primer evidencia de una
llo. El sahueso o cardón (Pachycereus pringlei), to- estación seca y, por consiguiente, de bosques tro-
rote prieto (Bursera hindsiana), mariola (Solanum picales caducifolios (Wolfe y Hopkins, 1967; Axe-
hindsianum), Euphorbia tomentulosa y otros ocu- lrod y Bailey, 1969; Leopold et al., 1992). Las ra-
rren en la zona continental en una amplia franja a diaciones evolutivas de las plantas que dominan la
lo largo de la costa (Felger et al., 2001; Turner et flora moderna (Fabaceae, Asteraceae y Poaceae)
al., 1995). Brickellia brandegei ocurre en la región fueron inducidas por nuevos extremos en radia-
del Cabo de Baja California Sur y en el matorral ción, calor y aridez, preadaptando a muchas plan-
espinoso costero del sur de Sonora (Friedman, tas a los futuros ambientes desérticos. La elevación
1996; Martin et al., 1998). Unas cuantas especies de la Sierra Madre Occidental (SMO) y las Monta-
de la región del Cabo (Wiggins, 1980), como el ñas Rocallosas a finales del Oligoceno-mediados
arbusto huizapolón (Ambrosia carduacea; Turner et del Mioceno (hace 25 a 15 millones de años) tu-
al., 1995) y el huérigo (Populus monticola), tienen vieron impactos dramáticos en la biota (Van De-
poblaciones disyuntas en el este-centro de Sonora. vender, 2002). Por primera vez, las plantas se dis-
Ambrosia carduacea también se encuentra en la sie- tribuyeron a lo largo de gradientes de altitud y se
rra Seri cerca de la costa y en la Isla del Tiburón segregaron en zonas de vegetación, donde los bos-
(Wilder et al., 2007). ques tropicales que anteriormente tenían una am-
244 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

plia distribución se redujeron a los márgenes cos- la Edad de Hielo se diferenciaban de los modernos
teros alrededor del continente. Por estar preadap- por tener veranos mucho más frescos, menos hela-
tados al frío y a los suelos ácidos, los encinos y los das de invierno, mayor precipitación invernal por
pinos formaron bosques en las tierras altas. Estos tormentas de frentes del Pacífico y menor precipi-
eventos orográficos crearon las provincias bióticas tación de verano proveniente de los océanos tropi-
modernas de Norteamérica, con el occidente mon- cales. Los períodos glaciales fueron de diez a vein-
tañoso, el centro continental plano y seco por efecto te veces más largos que los interglaciares (ca. diez
de sombra orográfica y el aire descendente estable, mil a veinte mil años), los cuales fueron relativa-
y la Altiplanicie Mexicana con sombra orográfica mente más cortos. La mayor parte de los dos mi-
de las dos sierras Madre en la costa del Pacífico y el llones de años del Pleistoceno tuvieron tipicamen-
Golfo de México, pero sin barrera al norte para el te las condiciones climáticas de hace doce mil años,
aire frío del Ártico. con bosques ampliamente distribuidos en las tie-
En el Mioceno medio los pastizales se forma- rras bajas del desierto (Porter, 1989; Winograd et
ron por primera vez en las Grandes Llanuras y la al., 1997). En Sonora el cambio hacia una mayor
Altiplanicie Mexicana. La elevación de la Sierra precipitación de invierno produjo un área amplia
Madre Occidental aisló la selva baja caducifolia al a lo largo de la costa del Golfo de California con
oeste. Conforme la región se secó gradualemente, climas más similares a los del centro de Baja Cali-
la SBC cambió a matorral espinoso y finalmente a fornia (Van Devender et al., 1994a).
matorral desértico a medida que se formaba el De-
sierto Sonorense hace cerca de ocho millones de
años (Axelrod, 1979). La apertura del Golfo de CONSERVACIÓN
California hace 15 a 5 millones de años separó el
Desierto Sonorense, con lo que se diferenciaron Especies endémicas
las subdivisiones modernas y se estimuló la radia-
ción evolutiva de la biota de la península de Baja La tabla 3 presenta 77 taxones en 24 familias co-
California, uno de los centros de endemismo más nocidas sólo del área continental de Sonora (67
extraordinarios del planeta. especies, 8 subespecies y 2 variedades). Éstas repre-
Los cambios climáticos durante el Pleistoceno, sentan tan sólo 2.3% de los 3 406 taxones nativos.
con 15-20 ciclos climáticos glacial e interglaciar, Las familias con el mayor número de taxones en-
tuvieron un impacto dramático en el Desierto So- démicos son la Cactaceae (13), Asteraceae (12) y
norense. En el suroeste de Arizona los bosques de Agavaceae (11, 9 Agave). Otras familias con múlti-
la Edad de Hielo estaban dominados por piñón de ples especies endémicas son: Fabaceae (6 taxones),
una aguja (Pinus monophylla), táscates (Juniperus Apocynaceae (5 taxones) y Euphorbiaceae (5 taxo-
spp.) y encinillo (Quercus turbinella), los cuales te- nes; Steinmann y Felger 1997). Destaca la falta de
nían una amplia distribución que llegaba hasta los taxones endémicos en Poaceae, así como en Acan-
quinientos cincuenta metros de altitud previo a los thaceae, Boraginaceae, Brassicaceae, Cyperaceae,
últimos once mil años (Van Devender, 1990). Los Lamiaceae y Orchidaceae.
bosques más secos dominados por táscates de Ca- La mayoría de las 77 plantas endémicas son hier-
lifornia (J. californica) y dátil (Yucca brevifolia) bas (26 taxones, incluyendo 8 anuales, 33.7%).
tenían una distribución que llegaba hasta los dos- Hay 25 plantas leñosas (32.5%), entre ellas 16 ar-
cientos cincuenta metros con matorral desértico bustos, 6 subarbustos, 4 trepadoras y la cícada de
dominado por gobernadora (Larrea divaricata), roseta leñosa, Dioon sonorense. Las suculentas, es-
presente por debajo de los trescientos metros en la pecialmente los cactos (13 taxones) y magueyes (11
subdivisión Valle del Bajo Río Colorado (Van De- taxones), están muy bien representadas (31.2%)
vender, 1990; Hunter et al., 2001). Los climas de entre las plantas endémicas.
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 245

Los patrones de distribución de las plantas en- del Desierto Sonorense (Shreve, 1964) y alberga
démicas de Sonora ayudan a comprender la histo- matorral espinoso de piedemonte en las cadenas
ria de la evolución de la flora. La mayor concen- montañosas emergentes y relictos de flora y vege-
tración de especies endémicas de Sonora (20 taxo- tación tropical seca en los cañones (Felger, 1999;
nes, 26%) se encuentra en la porción este del esta- Felger y Lowe, 1976). Esta es un área con una to-
do, desde el área de Yécora hacia el este a la fronte- pografía y vegetación compleja influenciada por la
ra con Chihuahua. Las áreas de lodolita volcánica humedad del mar.
desnudas se formaron durante la Formación Bau- El Desierto Sonorense en el noroeste de Sono-
carit del Mioceno y, con seis taxones endémicos ra tiene relativamente pocas endémicas (6.5%).
(Boerhavia traubae, Mammillaria saboae var. hau- Citharexylum shrevei se conoce sólo de la sierra Picu
deana, Menodora yecorensis, Pectis vandevenderi, y Agave fortiflora y A. pelona se encuentran en la
Portulaca yecorensis y Tridax yecorana), destaca como Sierra del Viejo y sierras cercanas entre Puerto Li-
un área de alta especiación. Considerando que ésta bertad y Caborca a Pitiquito. Suaeda puertopenas-
es un área en el límite occidental del centro de la coa es una hierba suculenta perenne de las comu-
Sierra Madre y que se encuentran otras cuasiendé- nidades de halófitas cerca de Puerto Peñasco (Fel-
micas en algunas localidades de Chihuahua, esta ger, 2000). Senecio pinacatensis es una hierba pe-
región constituye una importante arena de evolu- renne restringida a las zonas altas de la sierra Pi-
ción. Contrario a las creencias dominantes, exis- nacate (Felger, 2000). Probablemente es un relicto
ten más especies endémicas locales en la masa te- de la mezcla de chaparral con bosque de encino,
rritorial de la Sierra Madre Occidental, que en la táscates y piñón de la Edad de Hielo que se exten-
cadena de islas serranas Madrenses del noreste de dió a las tierras bajas del Desierto Sonorense en el
Sonora y sureste de Arizona. suroeste de Arizona, a finales del Pleistoceno (Van
Las plantas endémicas también son comunes en Devender, 1990).
el sur de Sonora (18 taxones, 23.4%) y en la selva La cantidad de plantas endémicas de Sonora es
baja caducifolia del área de Álamos. Estas especies sorpresivamente baja (2.3% de las especies nativas),
probablemente reflejen las diferencias ambientales especialmente cuando se compara con Baja Cali-
que existen entre las comunidades tropicales del fornia (23.2%, Wiggins 1980). Esto es fácil de en-
norte y las de más al sur. Hay quince (19.5%) taxo- tender, ya que el estado es una entidad política y
nes endémicos en una amplia área en el centro de no un área fitogeográfica «natural». Sonora es una
Sonora, desde Hermosillo hacia el norte hasta Mag- región de ecotonos y de convergencia de varios ti-
dalena de Kino y al este al área de Huásabas. Ésta pos de vegetación y de muchas «áreas florísticas»
es un área de cadenas montañosas aisladas y terre- regionales (McLaughlin, 1989) y no está aislada
nos amplios con matorral desértico, matorral espi- geológicamente como la Península de Baja Cali-
noso, encinal y cañones con hábitats ribereños. Con fornia. Muchas especies con rangos de distribución
seis taxones endémicos, esta área destaca como una restringidos principalmente a Sonora se extienden
región importante para la evolución de Agavaceae. a los estados vecinos. Las especies de la selva baja
Otros dos taxones adicionales (Argyrochosma lum- caducifolia del sur de Sonora generalmente se ex-
holtzii y Mammillaria saboae var. goldii) se encuen- tienden a Chihuahua y Sinaloa. Las especies de los
tran en la porción norte centro de Sonora. encinales y del bosque de pino-encino se extien-
Otra concentración importante de especies en- den a Chihuahua en la Sierra Madre Occidental al
démicas de Sonora (17 taxones, 22.1%) se encuen- este y hacia Arizona y Nuevo México en la cadena
tra a lo largo del Golfo de California desde Guay- de islas serranas al norte. Los pastizales y el mato-
mas hasta Bahía de Kino, siguiendo al noroeste a rral del Desierto Chihuahuense se extienden des-
la sierra Libre. Esta área se ubica en las subdivisio- de el noreste de Sonora hasta Arizona, Nuevo
nes Costa Central del Golfo y Planicies de Sonora México y Chihuahua. La distribución de las espe-
246 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

cies del matorral del Desierto Sonorense en el oes- dades de conservación. La taxonomía es una cien-
te y especialmente el noroeste de Sonora se extien- cia dinámica y actualmente se usan nombres dife-
den a las islas del Golfo de California (Felger y rentes para varias especies de la lista de la NOM,
Lowe, 1976; Wilder et al., 2007), la Península de como es el caso de Anticlea virescens, Brahea acu-
Baja California (Wiggins, 1980) y hacia el norte y leata, Callitropis (= Cupressus) arizonica, Dioon edu-
el oeste a Arizona y California. No es difícil prede- le, Maianthemum racemosum, M. stellatum, Pinus
cir que conforme otros grupos se estudien con más strobiformis, Tabebuia impetiginosa y Tilia america-
detalle, más plantas de Sonora perderán su catego- na var. mexicana (véase tabla 4a). Algunas de las
ría de «endémicas». Por ejemplo, Roalson (1999) plantas de la NOM son especies periféricas y raras
describió Eleocharis yecorensis, un junco muy dife- en Sonora, pero pueden ser muy comunes en otras
rente con espigas de cinco lados de las ciénegas de partes. Estas incluyen Abies concolor, Anticlea vire-
Yécora. Ahora sabemos que tiene una amplia dis- scens, Lilium parryi, Litsea glaucescens, Maianthe-
tribución en México y que su distribución llega has- mum racemosum, M. stellatum, Ostrya virginiana,
ta Nicaragua (Socorro González-Elizondo, 2008, Rumex orthoneurus, Thermopsis montana, Tilia
com. pers.). El endemismo es más alto en las islas americana var. mexicana y Tripsacum zopilotense.
del Golfo de California (Felger y Lowe, 1976; Wil- Algunas de las especies arbóreas en la categoría
der et al., 2007) y algunas de estas especies quizás Pr reflejan una preocupación sobre el uso como
se descubran en el territorio continental del esta- materia prima, v.g., Olneya tesota para figuras de
do. Algunas de las especies cuasiendémicas de So- palo fierro y leña, Tabebuia chrysantha y T. impeti-
nora son notables endémicas regionales, v.g., Albi- ginosa para la construcción de casas. Los mangles
zia sinaloensis, Anisacanthus andersonii, Echinoce- (Avicennia germinans, Conocarpus erecta, Laguncu-
reus leucanthus. E. stoloniferus, Ferocactus tiburone- laria racemosa y Rhizophora mangle) merecen pro-
nsis, Justicia sonorae, Mammillaria mainiae, Mario- tegerse debido al incremento en las amenazas a los
sousa willardiana, Sabal uresana, Stenocereus ala- hábitats a lo largo de los litorales de México. Ei-
mosensis y Yucca grandiflora. chhornia azurea se considera una especie no nativa
e invasora de los canales del sur de Sonora. El úni-
Especies protegidas co registro de Zinnia violacea en Sonora fue un
error en la identificación de la forma de color mo-
La tabla 4 presenta 58 plantas de Sonora que están rado de Z. peruviana.
legalmente protegidas por el gobierno de México De las 77 taxones de plantas endémicas de So-
(NOM-059-ECOL-2001; NOM, 2002). Las categorías nora (tabla 3), tan sólo seis cactos y Dioon sonoren-
de protección son E (probablemente extinta), P (en se están en la lista de la NOM. La tabla 4b presenta
peligro de extinción), A (amenazada) Pr (sujeta a 28 plantas de Sonora que son de importancia para
protección especial). La lista de plantas protegidas la conservación a nivel federal en Arizona; sólo
es compleja y necesita revisarse. Con base en más Echinomastus erectocentrus var. acunensis está en la
información de distribución y abundancia es pro- lista de la NOM. Estas plantas y los setenta taxones
bable que algunas especies sean realmente más co- endémicos a Sonora que no están en la lista, así
munes, con una distribución más amplia o no es- como algunas de las cuasiendémicas del estado y
tán tan amenazadas como previamente se pensó, las endémicas de las islas del Golfo deberían ser
por lo que deberían ser reconsideradas, v.g., Amo- candidatos en futuras listas de la NOM.
reuxia palmatifida, Callitropis arizonica, Crusea co-
ronata, Guaiacum coulteri, Juglans major, Olneya Amenazas a la flora sonorense
tesota, Peniocereus greggii y Sabal uresana. Para P.
greggii y otras como Agave parviflora y Mammilla- Gran parte del suroeste norteamericano, incluyen-
ria saboae, sus variedades tienen diferentes necesi- do Sonora, la Península de Baja California, las is-
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 247

las del Golfo de California, Arizona, Nuevo Méxi- en la pérdida del hábitat costero. Los complejos
co y Chihuahua, destaca porque aún tiene más áreas turísticos y habitacionales a orillas de las playas del
naturales que la mayoría de las regiones áridas del Golfo de California están proliferando en las áreas
mundo (Mittermeir et al., 2003). Tenemos inmen- de Las Bocas-Camahuiroa en el sur, Bahía de Kino
sas áreas protegidas y dispersas que cruzan las fron- al oeste de Hermosillo y Puerto Peñasco en el no-
teras políticas (Felger y Broyles, 2007). Algunas de roeste. La carretera costera de Sonora, en construc-
estas joyas de servicios ecosistémicos (servicios am- ción mientras escribimos este capítulo, acelerará el
bientales) están bien protegidas pero otras no; sin desarrollo costero y la pérdida del hábitat. La pér-
embargo, todas ellas están expuestas a las crecien- dida de los servicios del ecosistema para la pobla-
tes amenazas del incremento de la población hu- ción humana causada por la destrucción del hábi-
mana y la urbanización. tat debe ser evaluada (Martínez et al., en este vol.).
Las causas fundamentales de la pérdida de la El desarrollo costero amenaza a las poblaciones de
diversidad biológica en todo el planeta son la des- especies raras como Ferocactus tiburonensis y Gru-
trucción de hábitats y el aumento de la población sonia reflexispina.
humana. En Sonora, la pérdida de la biodiversi- La desviación del agua y los represos fueron lu-
dad natural causada por la perturbación y altera- gares comunes en toda la región sonorense por más
ción de las comunidades bióticas naturales se pue- de un milenio en los tiempos prehistóricos. El im-
de observar en la mayor parte del estado. A conti- pacto en la flora local debe de haber sido significa-
nuación sólo resaltaremos unos cuantos factores tivo, pero las diferencias de entonces a ahora son
que amenazan la pérdida de la biodiversidad y los cuestión de escala. Durante el siglo XX, en cada río
hábitats naturales. La literatura y los problemas, que cruza por Sonora se construyeron presas. La
por supuesto, son enormes para tratarlos en unos mayor parte de los fabulosos bosques de galería y
párrafos (véase síntesis por Cartron et al., 2005). las comunidades ribereñas que bordeaban estos ríos
La población humana de Sonora creció poco a poco han desaparecido. Los impactos culturales en el río
hasta finales del siglo XIX y tuvo un crecimiento Colorado y el alto Golfo de California son bien
notable en la última mitad del siglo XX, pero no de conocidos, pero todavía existen grandes huecos de
manera uniforme. Los mayores complejos urba- conocimiento. Menos conocidos son los cambios
nos y costeros se ubican principalmente en las áreas que ocurrieron en los deltas de los ríos Yaqui y
de baja altitud en la porción centro y oeste del es- Mayo. Estos deltas fueron epicentros de vida; las
tado. La región serrana en las partes más altas de la enormes aportaciones de agua dulce que sustenta-
zona oriental del estado ha permanecido relativa- ron la biomasa y biodiversidad terrestre, de agua
mente menos poblada, pero ha sido impactada se- dulce y marina, son casi inimaginables en la actua-
veramente por la tala generalizada y las operacio- lidad. A pesar de esto, la recuperación y restaura-
nes mineras locales pero devastadoras. ción ecológica es viable y se está llevando a cabo
Hasta la última mitad del siglo XX la mayor parte en menor escala en el Delta del Río Colorado (Na-
de la región costera de Sonora se mantuvo como gler et al., 2005). Al igual que en muchas partes
una de las áreas desérticas más vírgenes del mundo del mundo, la incesante demanda de agua dulce a
y de gran diversidad biológica. La costa sonorense gran escala, para la agricultura y consumo huma-
está siendo impactada a un ritmo cada vez mayor. no, priva a los ecosistemas nativos de su soporte
Extensas áreas de matorral espinoso en la planicie vital.
costera del sur, en los deltas de los ríos Mayo y Es esencial reconocer las implicaciones que tie-
Yaqui, fueron desmontadas para la agricultura de nen los tamaños poblacionales de las especies en
gran escala y así convertirse en el área conocida co- peligro de extinción y las amenazadas, así como la
mo el «granero» de México. Las granjas camarone- importancia del intercambio de información en-
ras han pasado a ser uno de los principales factores tre los botánicos, legisladores, organizaciones para
248 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

la conservación y las agencias encargadas del ma- Sólo 15% de las especies no nativas (37 taxones)
nejo y aplicación de leyes ecológicas. No se tiene se consideran invasoras con potencial de dañar los
conocimiento sobre especies de plantas de Sonora hábitats naturales (tabla 5; Van Devender et al.,
que se hayan extinguido debido a la actividad hu- 2009). En el Desierto Sonorense, la mostaza del
mana moderna, pero los tamaños poblacionales de Sahara (Brassica tournefortii), los zacates medite-
una porción considerable de la flora nativa, cierta- rráneos y árabes (Schismus arabicus, S. barbatus),
mente que se han reducido en forma considerable. bromo rojo (Bromus rubens) y hielitos (Mesembr-
Quizás nunca sabremos cuántas especies de plan- yanthemum crystallinum) son invasoras en el no-
tas fueron extirpadas del Delta del Río Colorado; roeste de Sonora. El zacate buffel (Pennisetum ci-
del mismo modo, es probable que algunas pobla- liare) es una invasora del matorral desértico en la
ciones raras de especies de Baja California de la parte centro, costera y norte del estado y en el ma-
costa de Sonora desaparezcan por las secuelas del torral espinoso de piedemonte en la porción este-
desarrollo costero. centro y sur de Sonora (Búrquez et al., 2002; Van
Hasta cerca de mediados del siglo XX la mayor Devender et al., 2009). El zacate africano (Eragros-
parte del norte de México dependía de la leña para tis lehmanniana) y el zacate rosado (Melinis repens)
cocinar y calentar el hogar. Las minas también con- son invasoras del pastizal desértico al este y norte
sumían grandes cantidades de madera para el tra- del estado. El carrizo (Arundo donax), juanloco (Ni-
bajo en la misma y como combustible para la fun- cotiana glauca) y el zacate bermuda o inglés (Cy-
dición. Estas demandas resultaron en un uso ge- nodon dactylon) están reemplazando las especies
neralizado y tala no sustentable de los árboles del nativas en hábitats ribereños. El helecho flotador
estado. El cambio a gas natural y electricidad para gigante (Salvinia molesta) se ha establecido en el
cocinar y calefacción redujo la tala de madera para río Colorado y en canales de riego.
consumo doméstico, sólo para ser reemplazado con El impacto de las actividades recreativas, inclu-
el uso no sustentable de árboles de leguminosas co- yendo el turismo, deben de evaluarse seriamente.
mo el mezquite (Prosopis) y palo fierro (Olneya) pa- Los seres humanos son una especie curiosa y acti-
ra carbón y tallado de figuras de madera. La tala va, y algunos de sus pasatiempos pueden impactar
inmoderada de estas importantes especies tiene se- seriamente los hábitats naturales y la diversidad
veros impactos en los ecosistemas de algunas áreas. biológica. Por ejemplo, las travesías fuera de cami-
Conforme el uso y explotación aumenta, la flora de nos de la mayoría de los vehículos recreativos para
Sonora está siendo diluida con especies exóticas de todo terreno como cuatrimotos y jeeps son bioló-
otras partes del mundo. En Sonora, las plantas no gicamente destructivas.
nativas han aumentado dramáticamente durante Es evidente que se requieren de medidas efecti-
los últimos sesenta años, lo cual refleja el creci- vas basadas en el conocimiento científico para mi-
miento de la población, las grandes perturbacio- tigar los daños causados por las actividades huma-
nes del suelo y un aumento en el movimiento de nas. Debemos saber qué tenemos para poder pro-
gente y mercancía. Actualmente, éstas representan tegerlo. La conservación efectiva se basa en un co-
cerca de 6.7% (246 taxones, 244 especies) de la nocimiento preciso; por eso, el conocimiento flo-
flora, principalmente en la Poaceae (68 taxones), rístico es una de las bases de la conservación. Los
Brassicaceae (19 taxones), Fabaceae (15 taxones) y encargados del manejo de los ecosistemas, los con-
Asteraceae (14 taxones) y por lo general son hier- servacionistas y sus organizaciones, así como los
bas (83.1%), especialmente anuales (140 taxones, legisladores necesitan información botánica preci-
Van Devender et al., 2009). La mayoría (75.1%) sa. Existe una necesidad urgente de promover pro-
son de Eurasia y África y las menos (67 taxones) gramas de educación ambiental que incluya infor-
de los trópicos del Nuevo Mundo desde México a mación de alta calidad sobre la historia natural de
América del Sur. la flora y fauna de Sonora.
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 249

CONCLUSIONES Sonora ocurre en el tercio oriental del estado.


Los futuros botánicos tendrán grandes oportu-
En resumen, nuestro conocimiento sobre la flora nidades de enriquecer el conocimiento de la flora
de Sonora es bueno en algunas áreas, moderado en a través de documentar extensiones del rango de
otras y muy pobre o inexistente en una gran parte distribución y el descubrimiento de especies nue-
del territorio. Actualmente se tiene conocimiento vas para la ciencia, al hacer inventarios en áreas sin
de 3 652 taxones de plantas vasculares documen- explorar. Éstas incluyen las áreas tropicales del sur
tadas para el estado, pero estimamos que por lo de Sonora cerca de la frontera con Sinaloa, los en-
menos cuatro mil especies pueden estar presentes cinales y bosques de pino-encino de la Sierra Ma-
y la diversidad es comparable con Chihuahua, dre Occidental a lo largo de la frontera con Chi-
Durango, Baja California y Arizona. El porcentaje huahua y las islas serranas del Archipiélago Ma-
de plantas endémicas de Sonora es sorprendente- drense, los bosques mixtos de coníferas de las cum-
mente bajo (2.3% de las especies nativas), lo cual bres más altas cerca de la frontera con Arizona, la
refleja que varias comunidades bióticas de la enti- zona fronteriza del noreste del estado, especialmen-
dad se comparten con los estados vecinos. El nú- te los pastizales y el Desierto Chihuahuense, y las
mero de especies exóticas es moderadamente bajo sierras del desierto cerca de la costa, entre otras. La
(246 taxones, 6.7% de la flora). Aunque sólo 37 lista que presentamos en el apéndice I (en el disco
de las especies exóticas (15%) son invasoras en compacto anexo) es para los taxones documenta-
hábitats naturales, algunas como el zacate buffel y dos con ejemplares y continuaremos aumentán-
la mostaza del Sahara tienen el potencial de causar dola conforme se compilen los datos de colectas
daños severos a los ecosistemas del estado. de otros taxones reportados para el estado y se des-
McLaughlin (1995) estimó que la región de las cubren especies adicionales.
islas serranas del sureste de Arizona posee alrede- Creemos que cada día es más urgente la conser-
dor de 2 100 especies (166 no nativas o 7.9%). Es- vación y manejo de áreas naturales protegidas, la
ta riqueza es aproximadamente equivalente a su protección de especies raras y amenazadas, la vigi-
Distrito Apachense de la Provincia Florística Ma- lancia y control de especies exóticas e invasoras y
drense (McLaughlin, 1992). Las floras del Distri- una educación ambiental de calidad conforme la
to Apachense tienen la más alta diversidad de es- población humana sigue creciendo y aumenta la
pecies en el occidente de Estados Unidos, tanto en urbanización y la destrucción de hábitats.
área como en rango altitudinal (McLaughlin,
1995). Considerando que el sureste de Arizona
representa cerca de la mitad de la región de las islas AGRADECIMIENTOS
serranas y que hay 255 especies en la sierra El Ti-
gre (White, 1948) no reportadas en Arizona, Dedicamos este capítulo a John R. y Charlotte
McLaughlin (1995) estimó de 2 300 a 2 800 taxo- Reeder, Paul S. Martin y Raymond M. Turner en
nes de plantas para toda la región de las islas serra- reconocimiento a sus extraordinarias contribucio-
nas. Este total es quizá más cercano a 3 000-3 500 nes al conocimiento de la flora de Sonora.
taxones debido a que la diversidad de especies de Agradecemos a Paul S. Martin, George M. Fer-
plantas aumenta hacia el sur tanto en el matorral guson, Andrew C. Sanders, Samuel L. Friedman,
espinoso de piedemonte de las tierras bajas y los Mark A. Dimmitt, Exequiel Ezcurra, Padre Gui-
bosques de pino-encino de la sierra. Consideran- llermo Trauba, Don Rubén y Doña Ubelina Co-
do que en Sonora la diversidad de especies de plan- ronado, Benjamin Wilder, Michael F. Wilson, Al-
tas es más alta en la selva baja caducifolia y en los berto Búrquez, Shelley McMahon, Lloyd Findley,
encinales y bosques de pino-encino, quizás de se- David A. Yetman, Silke Schneider, Gil Gillenwater
senta a setenta por ciento del total de la flora de y Bob Minckley por su asistencia en el campo.
250 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

También a Ed Gilbert y Les Landrum, Rafael zona), Alfonso Delgado-Salinas y Leticia Torres-
Corral-Díaz, Socorro González-Elizondo, Jon Re- Colín (Universidad Nacional Autónoma de Méxi-
bman y José Luis León de la Luz por proporcio- co), Andrew C. Sanders (University of California
narnos las estimaciones actuales de los taxones de at Riverside), Rich Rabeler y Paul Berry (Universi-
plantas para Arizona, Chihuahua, Durango, Baja ty of Michigan) y Tom Wendt y Billie Turner (Uni-
California y Baja California Sur. A María de los versity of Texas at Austin).
Ángeles Quintana y José Martínez, del Instituto Agradecemos especialmente a Emily Lott, So-
de Ecología-UNAM en Hermosillo, quienes trans- corro González-Elizondo, Brad Boyle y Ben Wil-
cribieron las listas de plantas de la literatura a ar- der por revisar y editar cuidadosamente este ma-
chivos Excel y nos proporcionaron de esta forma nuscrito, así como a la Horace Miller/Ginny Sa-
la base para la lista de plantas de Sonora elaborada ylor Publication Grant, a través de la Arizona Na-
para este capítulo. tive Plant Society, por los fondos proporcionados
Agradecemos igualmente a los taxónomos espe- para la traducción.
cialistas que identificaron nuestras colectas y nos ase-
soraron sobre taxonomía actual, entre ellos: Tho-
mas F. Daniel (Acanthaceae), Guy Nesom y Billie LITERATURA CITADA
L. Turner (Asteraceae), Andrew Salywon (Brassi-
caceae), Marc Baker y Donald J. Pinkava (Cacta- ANDERSON, E.F. 2001. The Cactus Family. Timber Press,
ceae), Ronald Hartman (Caryophyllaceae), Daniel Portland, Oregon.
F. Austin y Mihai Costea (Convolvulaceae), Gor- ANGIOSPERM PHYLOGENY GROUP. 1998. An Ordinal
don Tucker, Socorro González (Cyperaceae), Cla- Classification for the Families of Flowering Plants.
Annals of the Missouri Botanical Garden 85: 531-553.
ra H. Ramos y Esteban Martínez-Salas (Cucurbi-
ANGIOSPERM PHYLOGENY GROUP. 2003. An Update of
taceae), Alfonso Delgado-Salinas, Victor W. Stein-
the Angiosperm Phylogeny Group Classification for
mann (Euphorbiaceae), Rosaura Grether, Richard the Orders and Families of Flowering Plants: APG II.
Spellenberg y Leticia Torres-Colín (Fabaceae), Botanical Journal of the Linnean Society 141: 399-436.
George Yatskievych (helechos), María del Rosario AXELROD, D.I. 1979. Age and Origin of the Sonoran Des-
García-Peña (Lamiaceae), William Anderson (Mal- ert. California Academy of Sciences Papers 132: 1-74.
pighiaceae), Paul A. Fryxell (Malvales), Tom Tod- BEETLE, A.A., D.J. JOHNSON, A. NAVARRO y R. ALCA-
sen (Orchidaceae), Charlotte Goodding Reeder, RAZ. 1991. Gramíneas de Sonora. Secretaría de Agri-
John R. Reeder, Paul Peterson y Rob Soreng (Poa- cultura y Recursos Hidráulicos, Hermosillo, Sono-
ceae), David Lorence (Rubiaceae) y Mahinda Mar- ra, México.
tínez y Aarón Rodríguez (Solanaceae). BENSON, L.D. 1982. The Cacti of the United States and
Canada. Stanford University Press, Stanford, Cali-
Asimismo, nuestro agradecimiento a los botá-
fornia.
nicos de diversos herbarios por su asistencia con
BOWERS, J.B. 1988. A Sense of Place: The Life and Work
registros, información, préstamos, manejo y mon- of Forrest Shreve. University of Arizona Press, Tucsón,
taje de ejemplares, entre ellos: Debra Tock y Tho- Arizona.
mas F. Daniel (California Academy of Sciences), BRAVO-HOLLIS, H. 1978. Las cactáceas de México. Vol. 1.
Celia Bujdud (Comisión Técnico Consultiva de Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Coeficientes de Agostadero), Richard Spellenberg BRAVO-HOLLIS, H. y H. SÁNCHEZ-MEJORADA. 1991a.
(New Mexico State University), Sula Vanderplank Las cactáceas de México. Vol. 2. Universidad Nacio-
(Rancho Santa Ana Botanical Garden), Jon Reb- nal Autónoma de México, México.
man y Judy Gibson (San Diego Natural History BRAVO-HOLLIS, H. y H. SÁNCHEZ-MEJORADA. 1991b.
Museum), Rob Soreng y Paul Peterson (Smithso- Las cactáceas de México. Vol. 3. Universidad Nacio-
nal Autónoma de México, México.
nian Institution), Michelle McMahon, Phil Jen-
BRITTON. N.L. y J.N. ROSE. 1919-1923. The Genus
kins, Brad Boyle y Gene Hall (University of Ari-
Cereus and Its Allies in North America. 4 vols. Con-
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 251

tributions of the United States National Herbarium FARJON, A. y B.T. STYLES. 1997. Pinus (Pinaceae). Flo-
12: 413-437. ra Neotropica Monograph 75, New York Botanical
BROWN, D.E. 1982. Sinaloan Thornscrub. Desert Plants Garden, Nueva York.
4: 101-105. FELGER, R.S. 1999. Flora of Cañón Nacapule: A Des-
BROWN, D.E. y C.H. LOWE. 1980. Biotic Communities ert-Bounded Tropical Canyon Near Guaymas, So-
of the Southwest. US Department of Agriculture, nora. Proceedings of the San Diego Society of Natural
Forest Service, General Technical Report, RM-78 History 35.
(map) Rocky Mountain Forest and Range Experi- FELGER, R.S. 2000. Flora of the Gran Desierto and Rio
ment Station, Fort Collins, Colorado. Colorado of Northwestern Mexico. University of Ari-
BURNS, H. 1936. Life and Work of Cyrus Guernsey Prin- zona Press, Tucsón, Arizona.
gle, Free Press Printing Co., Burlington, Vermont. FELGER. R.S. 2007. Living Resources at the Center of
BÚRQUEZ, A., A. MARTÍNEZ-YRÍZAR, R.S. FELGER y D. the Sonoran Desert: Native American Plant and
YETMAN. 1999. Vegetation and Habitat Diversity Animal Utilization. En: R.S. Felger y B. Broyles,
at the Southern Edge of the Sonoran Desert. En: eds. Dry Borders. University of Utah Press, Salt Lake
R.H. Robichaux, ed. Ecology of Sonoran Desert Plants City, Utah, pp. 147-192.
and Plant Communities. University of Arizona Press, FELGER, R.S., M.B. JOHNSON y M.F. WILSON. 2001.
Tucsón, Arizona, pp. 36-67. The Trees of Sonora, Mexico. Oxford University Press,
BÚRQUEZ, A., M.E. MILLER y A. MARTÍNEZ-YRIZAR. Nueva York.
2002. Mexican Grasslands, Thornscrub, and the FELGER, R.S. y A.D. ZIMMERMAN. 2000. Cactaceae
Transformation of Sonoran Desert by Invasive Exo- Cactus Family. En: R.S. Felger. Flora of the Gran
tic Buffelgrass (Pennisetum ciliare) En: B. Tellman, Desierto and Rio Colorado of Northwestern Mexico.
ed. Invasive Exotic Species in the Sonoran Region. University of Arizona Press, Tucsón, Arizona, pp.
University of Arizona Press, Tucson, Arizona, pp. 194-226.
126-146. FELGER, R.S. y B. BROYLES, eds. 2007. Dry Borders.
BURRUS, E.J. 1954. Kino Reports to Headquarters: Cor- University of Utah Press, Salt Lake City, Utah.
respondence of Eusebio F. Kino, S.J., from New Spain FELGER, R.S. y C.H. LOWE. 1976. The Island and Coast-
with Rome. Institutum Historicum Societatis Jesuit, al Vegetation and Flora of the Northern Part of the
Roma. Gulf of California. Contributions in Science, Natu-
BURRUS, E.J. 1971. Kino and Manje: Explorers of Sono- ral History Museum of Los Angeles 285: 1-59.
ra and Arizona. Jesuit Historical Institute, Roma. FELGER, R.S. y E. JOYAL. 1999. The Palms (Arecaceae)
CARTRON, J-L.E., G. CEBALLOS y R.S. F ELGER, eds. of Sonora, Mexico. Aliso 18: 1-18.
2005. Biodiversity, Ecosystems, and Conservation in FELGER, R.S. y M.F. WILSON. 1995. Northern Sierra
Northern Mexico. Oxford University Press, Nueva Madre Occidental and its Apachian Outliers. En:
York. L.F. DeBano, G.J. Gottfried, R.H. Hamre, C.B.
COVILLE, F.V. 1895. The Botanical Explorations of Edminster, P.F. Ffolliot y A. Ortega-Rubio (coords.)
Thomas Coulter in Mexico and California. Botan- Biodiversity and Management of the Madrean Archi-
ical Gazette 20: 519-531. pelago. The Sky Islands of Southwestern United States
CRAIG, R.T. 1945. The Mammillaria Handbook. Abbey and Northwestern Mexico. USDA Forest Service Rocky
Gardens Press, Pasadena, California. Mountain Research Station and Experiment Range
CRONQUIST, A. 1981. An Integrated System of Classifi- Station, General Technical Report, RM-GTR-264,
cation of Flowering Plants. Columbia University Fort, Collins, Colorado. pp. 36-59.
Press, Nueva York. FISHBEIN, M., R.S. FELGER y F. GARZA. 1995. Another
DIGUET, L. 1928. Les cactacees utiles du Mexique. Vol. 4. Jewel in the Crown: A Report on the Flora of the
Archives d’Histoire Naturelle, Société Nationale Sierra de los Ajos, Sonora, Mexico. En: L.F. DeBa-
d’Acclimation de France, París. no, P.F. Ffolliott, A Ortega-Rubio, G.J. Gottfried,
EMORY, W.H. 1857-1859. Report of the United States Gerald J., R.H. Hamre y C.B. Edminster (coords.)
and Mexican Boundary Survey. 2 vol. House of Re- Biodiversity and Management of the Madrean Archi-
presentatives Executive Document 135, serial 862. pelago: the Sky Islands of Southwestern United States
Washington, D.C. and Northern Mexico. USDA General Technical Re-
252 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

port, RM-GTR-264, Fort Collins, Colorado, pp. the Botany (vascular plants). Proceedings of the Cal-
126-134. ifornia Academy of Sciences, series 4, 12: 951 1218.
FLORA OF NORTH AMERICA EDITORIAL COMMITTEE, eds. KEARNEY, T.H. y R.H. PEEBLES. 1964. Arizona Flora.
1993. Flora of North America North of Mexico. 12 University of California, Berkeley, California.
vols. Oxford University Press, Nueva York. LENZ, L.W. 1986. Marcus E. Jones: Western Geologist,
FRIEDMAN, S.L. 1996. Vegetation and Flora of the Coast- Mining Engineer and Botanist. Rancho Santa Ana
al Plains of the Rio Mayo Region, Southern Sonora, Botanic Garden, Claremont, California.
Mexico. M.S. tesis, Arizona State University, Tem- LEOPOLD, E.B., G. LIU y S. CLAY-POOLE. 1992. Low-
pe, Arizona. Biomass Vegetation in the Oligocene. En. D.R.
GENTRY, A. 1995. Diversity and Floristic Composition Prothero y W.A. Berggren, eds. Eocene-Oligocene
of Neotropical Dry Forests. En: S.H. Bullock, H.A. Climatic and Biotic Evolution. Princeton Universi-
Mooney y E. Medina, eds. Seasonally Dry Tropical ty Press, Princeton, Nueva Jersey, pp. 399-420.
Forests. Cambridge University Press, Nueva York, LUMHOLTZ, C.S. 1902. Unknown Mexico: A Record of
pp. 146-194. Five Years’ Exploration among the Tribes of the West-
GENTRY, H.S. 1942. Rio Mayo Plants. A Study of the ern Sierra Madre; in the Tierra Caliente of Tepic and
Rio Mayo, Sonora. Carnegie Institution of Washing- Jalisco; and among the Tarascos of Michoacán. Char-
ton Publication 527, Washington, D.C. les Scribner’s Sons, Nueva York.
GENTRY, H.S. 1964. Cucurbitaceae. En: I.L. Wiggins. LUMHOLTZ, C.S. 1912. New Trails in Mexico. Scribner,
Flora of the Sonoran Desert. Stanford University Nueva York.
Press, California, pp. 1417-1434. MALDONADO, J.L. y M.A. PUIG-SAMPER. 2000. La aven-
GENTRY, H.S. 1972. The Agave Family in Sonora. tura ultramarina de Sessé y Mociño. La real expedi-
United States Department Agricultural Research Ser- ción botánica a Nueva España (1787-1803) En:
vice, Agriculture Handbook 399: 1-195. M.P. San Pío Alardeen y M.A. Puig-Samper, eds.
GENTRY, H.S. 1982. Agaves of Continental North Amer- El águila y el nopal. La expedición de Sessé y Mociño
ica. University of Arizona Press, Tucsón, Arizona. a Nueva España (1787-1803) Lunwerg, Barcelona,
GOLDBERG, D.E. 1982. The Distribution of Evergreen pp. 35-52.
and Deciduous Trees Relative to Soil Type: An MARSHALL, J.T., JR. 1957. Birds of the Pine-Oak Wood-
Example from the Sierra Madre, Mexico, and a land in Southern Arizona and Adjacent Mexico.
General Model. Ecology 63: 942-951. Cooper Ornithological Society, Pacific Coast Avifau-
GONZÁLEZ-ELIZONDO, M., S. GONZÁLEZ-ELIZONDO E Y. na 32: 1-125.
HERREA-ARRIETA. 1991. Listados florísticos de Méxi- MARTIN, P.S., D. YETMAN, M. FISHBEIN, P. JENKINS, T.R.
co. IX. Flora de Durango. Instituto de Biología, Uni- VAN DEVENDER y R.K. WILSON. 1998. Gentry’s Rio
versidad Nacional Autónoma de México, México. Mayo Plants. The Tropical Deciduous Forest and En-
HITCHCOCK, A.S. 1913. Mexican Grasses in the United virons of Northwest Mexico. University of Arizona
States National Herbarium. Contributions from the Press, Tucsón, Arizona.
United States National Herbarium 17: 181-389. MCLAUGHLIN, S.P. 1992. Are Floristic Areas Hierar-
HODGSON, W. 2001 Food Plants of the Sonoran Desert. chically Arranged? Journal Biogeography 19: 21 32.
University of Arizona Press, Tucsón, Arizona. MCLAUGHLIN, S.P. 1995. An Overview of the Flora of
HORNADAY, W.T. 1908. Camp-Fires on Desert and Lava. the Sky Islands, Southeastern Arizona: Diversity,
Charles Scribner’s Sons, Nueva York. Reimpresión Affinities, and Insularity. En: L.F. DeBano, P.F. Ffo-
1983. University of Arizona Press, Tucsón, Arizona. lliott, A. Ortega Rubio, G.J. Gottfried, R.H. Ha-
HUNTER, K.L., J.L. BETANCOURT, B.R. RIDDLE, T.R. VAN mre y C.B. Edminster (coords.) Biodiversity and
DEVENDER, K.L. COLE y W.G. SPAULDING. 2001. Management of the Madrean Archipelago: The sky
Ploidy Race Distributions Since the Last Glacial Islands of Southwestern United States and Northwest-
Maximum in the North American Desert Shrub, ern Mexico. USDA Forest Service, General Technical
Larrea tridentata. Global Ecology and Biogeography Report, RM GTR 264, pp. 60-70.
10: 521-533. MCLAUGHLIN, STEVEN P. 1989. Natural Floristic Areas
JOHNSTON, I.M. 1924. Expedition of the California Acad- of the Western United States. Journal of Biogeogra-
emy of Sciences to the Gulf of California in 1921: phy 16: 239-248.
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 253

MCVAUGH, R. 1956. Edward Palmer, Plant Explorer of PFEFFERKORN, I. 1949. Sonora, a Description of the
the American West. University of Oklahoma Press, Province. Coronado IV Centennial Publication. Vol.
Norman, Oklahoma. 12. University of New Mexico Press, Albuquerque,
MCVAUGH, R. 2000. Botanical Results of the Sessé and Nuevo México.
Mociño Expedition (1787-1803). VII. A Guide to Rel- PINKAVA, D.J. 2003. Cactaceae Jussieu Subfam. Opun-
evant Scientific Names of Plants. Hunt Institute for tioideae Burnett, Outlines Bot. 2: 742, 1130. 1835
Botanical Documentation, Carnegie Mellon Uni- (as Opuntidae) En: Flora of North America Edito-
versity, Pittsburgh, Pensilvania. rial Committee, eds. Flora of North America North
MEARNS, E.A. 1907. Mammals of the Mexican Bound- of Mexico. Vol. 4. Magnoliophyta: Caryphyllidae, part 1.
ary of the United States. A Descriptive Catalogue Oxford University Press, Nueva York y Oxford, pp.
of the Species of Mammals Occurring on that Re- 102-150.
gion; With a General Summary of the Natural His- PORTER, S.C. 1989. Some Geological Implications of
tory, and a List of Trees. Smithsonian Institute. Average Quaternary Glacial Conditions. Quater-
Bulletin of the United States National Museum 56, nary Research 32: 245-261.
Washington, D.C. REINA-GUERRERO, A.L. y T.R. VAN DEVENDER. 2005.
MITTERMEIER, R.M., C.G. MITTERMEIER, T.M. BROOKS, Floristic Comparison of an Arizona ‘Sky Island’ and
J.D. PILGRIM, W.R. KONSTANT, G.A.B. DA FONSECA the Sierra Madre Occidental in Eastern Sonora: the
y C. KORMOS. 2003. Wilderness and Biodiversity Huachuca Mountains and the Yecora Area. En: G.J.
Conservation. Proceedings of the National Academy Gottfried, B.S. Gebow, L.G. Eskew y C.B. Edmins-
of Sciences 100: 10309-10313. ter, comps. Connecting Mountain Islands and Des-
NAGLER, P.L., O. HINOJOSA-HUERTA, E.P. GLENN, J. ert Seas: Biodiversity and Management of the Ma-
GARCÍA-HERNÁNDEZ, R. ROMO, C. CURTIS, A.R. drean Archipelago II. Proceedings RMRS-P-36, USDA
HUETE y S.G. NELSON. 2005. Regeneration of Na- Forest Service, Rocky Mountaint Research Station,
tive Trees in the Presence of Invasive Saltcedar in Fort Collins, Colorado, pp. 154-157.
the Colorado River Delta, Mexico. Conservation ROALSON, E.H. 1999. Eleocharis yecorensis (Cyperaceae),
Biology 19: 1842-1852. a New Species of Spike-Sedge from Mexico. Aliso
NATURE SERVE. 2002. States of the Union. Ranking 18: 57-60.
America’s Biodiversity. Report to The Nature Con- ROSE, J.N., 1895. Report on a Collection of Plants
servancy. Made in the States of Sonora and Colima, Mexico,
NENTVIG, J. (1764) 1971. Descripción geográfica, natu- by Dr. Edward Palmer, in the years 1890 and 1891.
ral y curiosa de la provincia de Sonora. Por un amigo Contributions from the United States National Her-
del servicio de Dios y de el Rey Nuestro Señor. Publi- barium 1: 293-367.
cación del Archivo General de la Nación, México. ROSE, J.N. 1911. Exploration in the Southwestern States
NOM. 2002. NOM-059-ECOL-2001, Protección am- and West Coast of Mexico. Journal New York Botan-
biental. Especies Nativas de México de Flora y Fauna ic Garden 12: 253-256.
Silvestres. Categorías de Riesgo y Especificaciones ROSE, J.N. y P.C. STANDLEY. 1912. Report on a Collec-
para su Inclusión, Exclusión o Cambio. Lista de tion of Plants from the Pinacate Region of Sonora.
Especies en Riesgo. Diario Oficial de la Federación, Contributions from the United States National Her-
6 de marzo. barium 16: 5-20.
PAREDES-AGUILAR, R., T.R. VAN DEVENDER y R.S. FEL- RZEDOWSKI, J. 1978. Vegetación de México. Limusa. México.
GER. 2000. Cactáceas de Sonora: su diversidad, uso y RZEDOWSKI, J. y G. CALDERÓN DE RZEDOWSKI. 1998.
conservación. Arizona-Sonora Desert Museum Press, Dos especies de Ambrosia (Compositae, Helian-
Tucson. theae) adventicias en el centro de México. Acta Bo-
PARFITT, B.D. y A.C. GIBSON. 2003. Cactaceae Jussieu. tánica Mexicana 43: 57-66.
Cactus Family. En: Flora of North America Edito- SÁNCHEZ-ESCALANTE, J.J., M. ESPERICUETA-BETANCOURT
rial Committee, eds. Flora of North America North y R.A. CASTILLO-GÁMEZ. 2005. A Preliminary Flo-
of Mexico. Vol. 4. Magnoliophyta: Caryphyllidae, part ristic Inventory in the Sierra de Mazatán, Munici-
1. Oxford University Press, Nueva York y Oxford, pios of Ures y Mazatán, Sonora, México. En: G.J.
pp. 92-257. Gottfried, B.S. Gebow, L.G. Eskew y C.B. Edmins-
254 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

ter, comps. Connecting Mountain Islands and Des- VAN DEVENDER, T.R., A.C. SANDERS, R.K. WILSON y
ert Seas: Biodiversity and Management of the Ma- S.A. MEYER. 2000. Vegetation, Flora, and Seasons
drean Archipelago II. Proceedings. RMRS-P-36, of the Rio Cuchujaqui, a Tropical Deciduous Fo-
USDA Forest Service, Rocky Mountain Research Sta- rest Near Alamos, Sonora, Mexico. En: R.H. Robi-
tion, Fort Collins, Colorado, pp. 118-126. chaux y D.A. Yetman, eds. The Tropical Deciduous
SHREVE, F. 1964. Vegetation of the Sonoran Desert. Forest of Alamos: Biodiversity of a Threatened Ecosys-
En F. Shreve e I.L. Wiggins. Vegetation and Flora of tem in Mexico. University of Arizona Press, Tucsón,
the Sonoran Desert. Stanford University Press, Stan- Arizona, pp. 36-101.
ford, California, pp. 9-186. VAN DEVENDER, T.R., A.L. REINA-GUERRERO, M.C.
SOUTHWEST ENVIRONMENTAL INFORMATION NETWORK. PEÑALBA y C.I. ORTEGA. 2003. The Ciénega de Ca-
2009. http://swbiodiversity.org/seinet/collections/ milo: A Threatened Habitat in the Sierra Madre
index.php. Consultada en abril de 2009). Occidental of Eastern Sonora, Mexico. Madroño 50:
SPELLENBERG, R.S., T. LEBGUE y R. CORRAL D. 1996. A 187-195.
Specimen-Based, Annotated Checklist of the Plants VAN DEVENDER, T.R., J.R. REEDER, C.G. REEDER y A.L.
of Parque Nacional «Cascada de Basaseachi» and REINA-GUERRERO. 2005. Distribution and Diversi-
Immediately Adjacent Areas, Southwestern Chihua- ty of Grasses in the Yecora Region of the Sierra
hua, México, XIII. Listados Florísticos de México. Ins- Madre Occidental of Eastern Sonora, Mexico. En.
tituto de Biología, Universidad Nacional Autóno- J-L.E. Cartron, G. Ceballos y R.S. Felger, eds. Bio-
ma de México, México. diversity, Ecosystems, and Conservation in Northern
STEINMANN, V.W. y R.S. FELGER. 1997. The Euphor- Mexico. Oxford University Press, Nueva York, pp.
biaceae of Sonora. Aliso 16: 1-71. 107-121.
SWALLEN, J.R. 1964. Gramineae. En I.L. Wiggins, Flo- VAN DEVENDER, T.R., T.L. BURGESS, J.C. PIPER y R.M.
ra of the Sonoran Desert. Stanford University Press, TURNER. 1994a. Paleoclimatic Implications of Ho-
Stanford, pp. 237-301. locene Plant Remains from the Sierra Bacha, So-
TAKHTAJAN, A. 1997. Diversity and Classification of nora, Mexico. Quaternary Research 41: 99-108.
Flowering Plants. Columbia University Press, Nue- VAN DEVENDER, T.R., C.H. LOWE y H.E. LAWLER.
va York. 1994b. Factors Influencing the Distribution of the
THIERS, B.M. 2009. Index Herbariorum: A Global Neotropical Vine Snake Oxybelis aeneus in Arizona
Directory of Public Herbaria and Associated Staff. and Sonora, Mexico. Herpetological Natural History
New York Botanical Garden, Nueva York (http:// 2: 27-44.
sciweb.nybg.org/science2/IndexHerbariorum.asp). VAN DEVENDER, T.R., R.S. FELGER, A.L. REINA-GUE-
THORNE, R.F. 1992. Classification and Geography of RRERO y J. JESÚS SÁNCHEZ-ESCALANTE. 2009. Sono-
Flowering Plants. The Botanical Review 58: 225-348. ra: Non-Native and Invasive Plants. En: T.R. Van
TURNER, R.M., J.E. BOWERS y T.L. BURGESS. 1995. Devender, F.J. Espinosa-García, B.L. Harper-Lore
Sonoran Desert Plants. An Ecological Atlas. Univer- y T. Hubbard, eds. Invasive Plants on the Move.
sity of Arizona Press, Tucsón, Arizona. Controlling them in North America. Proceedings of
TURNER, R.M. y D.E. BROWN. 1982. Sonoran Deserts- Weeds Across Borders 2006 Conference, Hermosi-
crub. Desert Plants 4: 121-181. llo, Sonora, Mexico, mayo 25-28, 2006, Tucsón,
VAN DEVENDER, T.R. 1990. Late Quaternary Vegeta- Arizona.
tion and Climate of the Sonoran Desert, United VAN DEVENDER, T.R. y A.L. REINA-GUERRERO. 2005.
States and Mexico. En: J.L. Betancourt, T.R. Van The Forgotten Flora of la Frontera. En: G.J. Go-
Devender y P.S. Martin, eds. Packrat Middens. The ttfried, B.S. Gebow, L.G. Eskew y C.B. Edminster,
Last 40,000 Years of Biotic Change. University of comps. Connecting Mountain Islands and Desert Seas:
Arizona Press, Tucsón, Arizona, pp. 134-165. Biodiversity and Management of the Madrean Archi-
VAN DEVENDER, T.R. 2002. Environmental History of pelago II. Proceedings RMRS-P-36, USDA Forest
the Sonoran Desert. En: T.H. Fleming y A. Valien- Service, Rocky Mountain Research Station, Fort
te B., eds. Evolution, Ecology and Conservation of Collins, Colorado, pp. 158-161.
Columnar Cacti and their Mutualists. University of VASEY, G. y J.N. ROSE. 1890. List of Plants Collected
Arizona Press, Tucsón, Arizona, pp. 3-24. by Dr. Edward Palmer in Lower California and
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 255

Western Mexico in 1890. Contributions from the


United States National Herbarium 1: 63-90.
WARSHALL, P. 1995. The Madrean Sky Island Archipel-
ago: a Planetary Overview. En: G Gottfried, R.H.
Hamre, C.B. Edminster, P.F. Ffolliott y A. Ortega-
Rubio, coords. Biodiversity and Management of the
Madrean Archipelago: The Sky Islands of the
Southwestern United States and Northwestern Mexi-
co. USDA Forest Service, General Technical Report
RM-GTR-264, Fort Collins, Colorado, pp. 6-18.
WATSON, S. 1885. Descriptions of Some New Species
of Plants. Proceedings of the American Academy of
Arts and Sciences 20: 352-378.
WATSON, S. 1889. Upon a Collection of Plants Made by
Dr. E. Palmer in 1887 About Guaymas, etc. Proceed-
ings of the American Academy of Arts and Sciences
24: 36-82.
WHITE, S.S. 1948. The Vegetation and Flora of the
Region of the Rio Bavispe in Northeastern Sonora,
Mexico. Lloydia 11: 229-302.
WIGGINS, I.L. 1964. Flora of the Sonoran Desert. En:
F. Shreve e I.L. Wiggins. Vegetation and Flora of the
Sonoran Desert, Stanford University Press, Califor-
nia, pp. 188-1740.
WIGGINS, I.L. 1980. Flora of Baja California. Stanford
University Press, California.
WILDER, B.T. 2007. New Plant Discoveries for Sonoran
Islands, Gulf of California, Mexico. Journal of the
Botanical Research Institute of Texas 1: 1203-1227.
WINOGRAD, I.J., J.M. LANDWEHR, K.R. LUDWIG, T.B.
COPLEN y A.C. RIGGS. 1997. Duration and Struc-
ture of the Past four Interglaciations. Quaternary
Research 48: 141-154.
WOLFE, J.A. y D. HOPKINS. 1967. Climatic Changes Re-
corded by Tertiary Land Floras in Northwestern North
America. En: K. Hatai, ed. Tertiary Correlations and
Climatic Changes in the Pacific, Symposium, 11th Pa-
cific Scientific Congress, Tokio, Japón, pp. 67-76.
YATSKIEVYCH, G. y P.C. FISCHER. 1983. Plant Records
from the Sonoran Desert. Desert Plants 5: 180-185.
YETMAN, D. 2006. The Organ Pipe Cactus. University
of Arizona Press, Tucsón, Arizona.
YETMAN, D. 2007. The Great Cacti: Ethnobotany and
Biogeography. University of Arizona Press, Tucsón,
Arizona.
YETMAN, D.A. y T.R. VAN DEVENDER. 2002. Mayo Eth-
nobotany. Land, History, and Traditional Knowled-
ge in Northwest Mexico. University of California
Press, Berkeley.
256 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

Tabla 1. Familias de plantas con cuarenta Tabla 3. Plantas endémicas de Sonora


o más taxones (en paréntesis) en Sonora (no incluye islas)
Asteraceae (511) Adelia cinerea (Wiggins y Rollins) Cerv., V.W. Steinm. y
Poaceae (359) Flores-Olivera. Sierra Libre a Ónavas en el sur-centro
Fabaceae (344) de Sonora.
Euphorbiaceae (149; excluye Phyllanthaceae, Putranjiva- Agave colorata Gentry. Oeste de Sonora norte de Guay-
ceae) mas.
Malvaceae (130; incluye Bombacaceae, Sterculiaceae y Agave felgeri Gentry. Oeste de Sonora norte de Guaymas.
Tiliaceae)
Agave fortiflora Gentry. Sierra Jojoba y Sierrita de López al
Cactaceae (107)
este de Puerto Libertad en el noroeste de Sonora.
Cyperaceae (91)
Convolvulaceae (82) Agave ocahui Gentry var. longifolia Gentry. Sierra de Má-
Boraginaceae (81; incluye Hydrophyllaceae) tape.
Solanaceae (80) Agave ocahui Gentry var. ocahui. Huásabas a Magdalena
Apocynaceae (78; incluye Asclepiadaceae) de Kino en el centro de Sonora.
Lamiaceae (71) Agave parviflora Torr. ssp. flexiflora Gentry. Desde el área
Amaranthaceae (69; incluye Chenopodiaceae) de Mátape a Moctezuma hacia el este al área de Náco-
Pteridaceae (69) ri Chico a Huásabas en el este de Sonora.
Brassicaceae (55) Agave pelona Gentry. Área de la Sierra del Viejo en el no-
Rubiaceae (53) roeste de Sonora.
Plantaginaceae (45; incluye varias clasificadas anteriormen- Agave shrevei Gentry spp. matapensis Gentry. Área de
te como Scrophulariaceae) Mátape (Villa Pesqueira).
Orchidaceae (44) Ageratina sandersii B.L. Turner. Áreas de Yécora y Ála-
Acanthaceae (43) mos.
Agavaceae (42) Aloysia sonorensis Moldenke. Sur de Sonora.
Cucurbitaceae (42) Apodanthera palmeri S. Watson. Centro de Sonora.
Verbenaceae (41) Argyrochosma lumholtzii (Maxon y Weath.) Windham.
La Brisca, noreste de Cucurpe.
Astragalus sp. nov. (R. Spellenberg, sin publ.). Mesa del
Tabla 2. Géneros con veinte o más taxones Campanero al sur de Yécora.
(en paréntesis) en Sonora Batesimalva stipulata Fryxell. Sierra de Álamos.
Euphorbia, Euphorbiaceae (77) Boerhavia traubae Spellenb. Cerca de Yécora.
Cyperus, Cyperaceae (49)
Briquetia sonorae Fryxell. Sur de Sonora.
Muhlenbergia, Poaceae (48)
Caesalpinia pumila (Britt. y Rose) Hermann. Centro de
Ipomoea, Convolvulaceae (42)
Dalea, Fabaceae (36) Sonora.
Agave, Agavaceae (30) Cheilanthes yatskievychiana Mickel. Cerca de San Javier.
Desmodium, Fabaceae (30) Citharexylum shrevei Moldenke. Sierra Picu al noreste de
Quercus, Fagaceae (30) Puerto Libertad.
Asclepias, Apocynaceae (28) Coreocarpus sonoranus Sherff var. librensis B.L. Turner. Sie-
Salvia, Lamiaceae (28) rra Libre al sur de Hermosillo.
Cheilanthes, Pteridaceae (26) Cottsia linearis (Wiggins) W.R. Anderson y C. Davis.
Erigeron, Asteraceae (23) Centro de Sonora.
Brickellia, Asteraceae (22) Croton subjuncundus Croizat. Sur de Sonora.
Panicum, Poaceae (22) Croton yecorensis V.W. Steinm. y Felger. Cerca de Yécora.
Physalis, Solanaceae (22) Dalea analiliana Spellenb. Cerca de Yécora.
Aristida, Poaceae (21) Dalea sp. nov. (R.S. Felger, sin publ.) Sierra Libre al sur
Astragalus, Fabaceae (20) de Hermosillo.
Echinocereus, Cactaceae (20) Dioon sonorense (DeLuca, Sabato y Vázq.) Chemnick,
Eragrostis, Poaceae (20) Gregory y Salas-Morales. Sierra de Mazatán al área de
Solanum, Solanaceae (20) Álamos en el centro y sur de Sonora.
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 257

Echinocereus bristolii W.T. Marshall. Soyopa. Mammillaria saboae Glass ssp. haudeana (A.B. Lau y
Echinocereus engelmannii (Parry ex Engelm.) Lem. ssp. lla- Wagner) D.R. Hunt. Área de Yécora.
nuraensis (J. Rutow) Felger. Cerca de Guaymas. Mammillaria yaquensis Craig. Planicie costera en el sur de
Echinocereus klapperi W. Blum. El Novillo, Sierra de Sonora.
Mazatán. Mandevilla nacapulensis (Felger y Henrickson) A. Simões,
Echinocereus lauii G.R.W. Frank. El Trigo suroeste de L.S. Kinoshita-Gouvêa y M. Endress. Sierra El Agua-
Maycoba. je cerca de San Carlos.
Echinocereus scopulorum Britt. y Rose. Guaymas hacia el Matelea sp. nov. aff. hastatula (M. Fishbein, sin publ.) Al
noroeste al sur de Sásabe. sur de Navojoa en el sur de Sonora.
Erigeron jenkinsii G.L. Nesom. Santa Bárbara noreste de Matelea sp. nov. aff. producta (M. Fishbein, sin publ.) Por-
Álamos. ción este centro hacia el sur de Sonora.
Erigeron reinana G.L. Nesom. Mesa del Campanero al Melampodium moctezumum B.L. Turner. Cerca de Moc-
sur de Yécora. tezuma.
Euphorbia alatocaulis V.W. Steinm. y Felger. Sureste de Menodora yecorana T.R. Van Devender y B.L. Turner. Cerca
Sonora. de Yécora.
Euphorbia sp. nov. (V.W. Steinmann, sin publ.) Este de Mimulus yecorensis Vickery. Cerca de Yécora.
Yécora. Mortonia sp. nov. (J. Henrickson, sin publ.) Este de Ma-
Galactia sp. nov. (P.D. Jenkins, sin publ.) Sierra Libre al ycoba.
sur de Hermosillo. Pectis vandevenderi. Cerca de Yécora.
Gonolobus sp. nov. aff. uniflorus (M. Fishbein, sin publ.) Perityle reinana B.L. Turner. Sierra de Mazatán.
Cerca de Álamos. Perityle vandevenderi B.L. Turner. Cañón de la Palma al
Gossypium turneri Fryxell. Área de San Carlos. sureste de Magdalena de Kino.
Grusonia marenae (W.E. Parsons) E.F. Anderson. Desde Physalis purpurea Wiggins. Área de Guaymas.
Caborca a Bahía de Kino. Portulaca yecorensis Henrickson y T.R. Van Devender. Cer-
Grusonia reflexispina (Wiggins y Rollins) E.F. Anderson. ca de Yécora.
Sur de Bahía de Kino. Pseudognaphalium stereovirens (G.L. Nesom, sin publ.)
Hedyotis sp. nov. (D.H. Lorence, sin publ.) Sierra El Aguaje. Cerca de Maycoba.
Hesperaloe nocturna Gentry. Sierra Babiso sureste de Mag- Senecio pinacatensis Felger. Sierra Pinacate.
dalena de Kino a la Sierra del Tigre en el noreste de Schoepfia shreveana Wiggins. Sur de Sonora.
Sonora. Suaeda puertopenascoa C. Watson y Ferren. Área de Puer-
Horsfordia exalata Fryxell. Cerro Prieto este de Navojoa. to Peñasco.
Hymenocallis clivorum Laferrière. Agua Amarilla oeste de Tridax yecorana B.L. Turner. Cerca de Yécora.
Tepoca y Sierra de Álamos. Verbesina felgeri B.L. Turner. Sierra el Aguaje al norte de
Juniperus mucronata R.P. Adams. Área de Yécora. San Carlos.
Krameria sonorae Britt. Sur de Sonora. Vernonia joyaliae B.L. Turner. Cerca de Santa Bárbara al
Leucophyllum sp. nov. (J. Henrickson, sin publ.) Cerca de noreste de Álamos.
Santa Bárbara en el noreste de Álamos. Yucca declinata Laferrière. Sur de Huachinera.
Lotus sp. nov. (L. Brouille, unpubl.) Mesa del Campanero
al sur de Yécora.
Lycium californicum A. Gray ssp. carinatum (S. Watson) Tabla 4a. Lista anotada de plantas sonorenses de
Felger y C.H. Lowe. Oeste-centro de Sonora. importancia para la conservación
Mammillaria bocensis Craig. Cerca de Las Bocas al sur de Especies en la lista de la norma oficial
Navojoa. NOM-O59-ECOL-2001
Mammillaria boolii G.E. Linds. Desde San Carlos a Ba- (NOM 2002)
hía San Pedro. E: probablemente extinta, P: en peligro de extinción,
Mammillaria johnstonii Orcutt. Desde Guaymas a la sie- A: amenazada y Pr: sujeta a protección especial, ** = exótica,
rra Libre hacia el sur a Hermosillo. especie no nativa, ø = cambios taxonómicos
Mammillaria saboae Glass ssp. goldii (Glass y Foster) D.R. Abies concolor (Pr). El pinabete es un árbol que en Sonora
Hunt. Agua Prieta a Nacozari de García. sólo se conoce del bosque mixto de coníferas de la
258 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

sierra de los Ajos y la sierra El Tigre (Felger et al., 2001; Echinocereus lauii (A). Cactus conocido sólo del suroeste
White, 1948). de Maycoba en el este de Sonora (Paredes et al., 2000).
Agave parviflora (A). Existen tres subespecies de A. parvi- Echinocereus leucanthus (Pr). Cactus pequeño, delgado y
flora en Sonora: A. p. ssp. densiflora en el área de Ma- trepador que se conoce sólo de unas cuantas localida-
ycoba en el este de Sonora, A. p. ssp. flexiflora ocurre des del sur de Sonora y el área de Los Mochis, Sinaloa
del área de Mátape a Moctezuma hacia el este a la par- (Martin et al., 1998; Paredes et al., 2000).
te de Nácori Chico a Huásabas en el este de Sonora y Echinocereus stoloniferus (Pr). Las dos variedades de este
A. p. var. parviflora está en el sur de Arizona y la parte cactus E. s. var. stoloniferus y E. s. var. tayopensis están
adyacente de Sonora. Su área principal es el área de restringidas a la región del río Mayo en el este y sur de
Moctezuma, Mátape a Bacadéhuachi y Huachineras. Sonora y la parte adyacente de Chihuahua (Paredes-
Todos son comunes localmente y no están en peligro. A. et al., 2000). E. s. var. tayopensis es muy común en
Agave polianthiflora (A). Común en el área de Yécora, pocas el área de Yécora.
amenazas. Echinocereus subinermis (Pr). Este cactus originalmente se
Amoreuxia palmatifida (Pr). Saya es una hierba perenne, describió de la sierra de Álamos. E. subinermis es esca-
de amplia distribución y a menudo común en Sono- so en la SBC y el encinal del sur de Sonora y el área
ra. La raíz tuberosa y otras partes de la planta se usan adyacente de Chihuahua y Sinaloa (Martin et al., 1998;
como alimento por los indígenas Mayo, Seri y Yaqui Paredes et al., 2000). Aunque no se ve con frecuencia,
(Felger y Moser, 1985; Hodgson, 2001; Yetman y Van es localmente común en las laderas rocosas empinadas
Devender, 2002). y riscos de áreas remotas.
Avicennia germinans (Pr). El mangle negro ocurre a lo **Eichhornia azurea (P). Ésta es una especie no nativa e
largo de la costa del Golfo de California hacia el norte invasora en los canales del sur de Sonora (Van Deven-
hasta Puerto Lobos (Felger y Moser, 1985; Felger et der et al., 2009).
al., 2001). Amenazada en muchas áreas por el desa- Echinomastus erectocentrus var. acunensis (P). Este cactus
rrollo costero. ocurre en matorral del Desierto Sonorense en Organ-
Brahea nitida (Pr). Palma ampliamente distribuida en los pipe Cactus National Monument en Arizona y cerca
cañones del este y sur de Sonora (Felger et al., 2001). de Sonoyta en Sonora (Felger, 2000; Paredes et al.,
Sin amenazas evidentes. 2000). E. e. var. erectocentrus ocurre en el sureste de
Conocarpus erecta (Pr). Este mangle tiene una distribu- Arizona y se anticipa para el noreste de Sonora. Algu-
ción ocasional en los manglares del sur de Sonora. nos autores incluyen las especies E. erectocentrus y E.
Crusea coronata (Pr). Anual de verano común en el este y Intertextus en el género Sclerocactus (Anderson, 2001).
sur de Sonora (Martin et al., 1998). Echinomastus intertextus (A). Ocurre en el sureste de Ari-
øCupressus lusitanica (Pr). Aunque Martin et al. (1998) y zona (Benson, 1982) y en el noreste de Sonora cerca
Felger et al. (2001) reportaron este árbol ribereño para de Agua Prieta.
Sonora, aquí consideramos a los árboles en el área de øErythea aculeata (A). Aquí se considera como Brahea
Yécora en el este de Sonora como Callitropsis (Cupres- aculeata (Brandegee) Moore. Palma localmente abun-
sus) arizonica. dante en la SBC en el sur de Sonora (Felger et al., 2001;
øDioon edule (P). Sus sinonimias incluyen D. edule Lindl. Martin et al., 1998).
var. sonorense (De Luca, Sabato y Vázquez Torres) Ferocactus cylindraceus (Pr). Esta biznaga se distribuye
McVaugh y Pérez de la Rosa y D. tomasellii De Luca, ampliamente en el suroeste de Estados Unidos, Baja
Sabato y Vázquez Torres var. sonorense De Luca, Saba- California y es común en el noroeste de Sonora (Fel-
to y Vázquez Torres. Aquí la consideramos como D. ger, 2000; Paredes et al., 2000).
sonorense (DeLuca, Sabato y Vázq.) Chemnick, Gre- Galium pilosum (A). Hierba perenne conocida en Sonora
gory y Salas-Morales. La palma de la virgen es una sólo del bosque de pino en la sierra de los Ajos (Fis-
cícada presente en la SBC-encinal desde la sierra de hbein et al., 1995).
Mazatán hacia el sur al área de Álamos y en algunos Guaiacum coulteri (Pr). El guayacán es un arbusto o árbol
lugares está seriamente amenazada por su colecta como común del matorral del Desierto Sonorense en el cen-
una planta ornamental de jardín. tro de Sonora y del matorral espinoso y la SBC del su-
Echinocereus bristolii (Pr). Este cactus se conoce sólo de reste de Sonora (Felger et al., 2001). Sin amenazas serias.
cerca de Soyopa (Paredes et al., 2000). øHamatocactus uncinatus (A). Aquí lo consideramos como
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 259

Glandulicactus uncinatus (Paredes et al., 2000). Este Olneya tesota (Pr). Árbol común en el matorral del De-
cactos con espinas en forma de gancho en Sonora se sierto Sonorense en un área muy grande del centro y
conoce sólo de la sierra del Viejo al sur de Caborca noroeste de Sonora (Felger et al., 2001). Se extiende
(Yatskievych y Fischer, 1983). hasta el matorral espinoso en el área de Mazocahui y
Juglans major (A). Árbol común con amplia distribución cerca de Navojoa, al este y sur del Desierto Sonorense,
en hábitats ribereños del noreste de Sonora (Felger et respectivamente. Aunque en algunas áreas del occi-
al., 2001). dente del estado se sobrexplota para producir carbón
Laguncularia racemosa (Pr). El mangle blanco ocurre a lo y tallado de figuras, en general la especie no está sus-
largo de la costa del Golfo de California hacia el norte tancialmente amenazada.
hasta el estero Sargento (Felger y Moser, 1985; Felger Oserya coulteriana (Pr). Una planta pequeñita, perenne y
et al., 2001). Amenazado en muchas áreas por el desa- acuática que se adhiere a las piedras en el río Cuchuja-
rrollo costero. qui al este de Álamos (Martin et al., 1998).
Lilium parryi (A). Este lirio es una hierba perenne rara; en Ostrya virginiana (Pr). Árbol raro en los bosques ribere-
Sonora se conoce sólo del bosque de pino-encino de ños templados al este de Maycoba en la parte este y en
la sierra de los Ajos (Fishbein et al., 1995). la sierra El Tigre en el norte del estado (Felger et al.,
Litsea glaucescens (P). Arbusto del bosque de pino-encino 2001; Martin et al., 1998). Abundante en otras partes
en el este de Sonora (Martin et al., 1998). Las hojas se de Norteamérica, incluyendo México.
usan mucho para el té de laurel y condimento para carne. Peniocereus greggii (Pr). Hay dos variedades del cactus sarra-
Mammillaria boolii (Pr). Esta cabeza de viejo se conoce matraca o reina de la noche en Sonora. P. g. var. greggii
sólo desde San Carlos a la Bahía San Pedro en el oeste ocurre en el noreste del estado. Aunque Paredes et al.
de Sonora (Paredes et al., 2000). Crece en laderas ro- (2000) no reporta localidad, en inventarios posterio-
cosas, en gran medida inaccesibles. res se encontró como localmente común en matorral
øMammillaria hertrichiana (Pr). Aquí la consideramos del Desierto Chihuahuense y pastizal con mezquite
como sinónimo de M. standleyi (Paredes et al., 2000). en el área de Agua Prieta, sin amenazas obvias. P. g.
Mammillaria johnstonii (Pr). Cabeza de viejo conocida var. transmontanus tiene una amplia distribución en el
sólo entre Guaymas y la sierra Libre al sur de Hermo- Desierto Sonorense del centro y noroeste de Sonora.
sillo, en el oeste de Sonora (Paredes et al., 2000). En el pasado, los tubérculos se colectaban y vendían
Mammillaria marksiana (Pr). Este cactus ocurre en Du- como medicina, pero actualmente enfrenta pocas
rango, Sinaloa y el extremo sur de Sonora (Paredes et amenazas.
al., 2000). Peniocereus marianus (Pr). Esta reina de la noche o sarra-
Mammillaria miegiana (Pr). Aquí la consideramos como matraca ocurre en el matorral espinoso de la Sierra
sinonimia de M. standleyi (Paredes et al. 2000). Libre hacia el sur hasta el norte de Sinaloa (Paredes et
Mammillaria saboae (Pr). Hay dos subespecies de M. sa- al., 2000). Es común en las sierras y en la planicie
boae en Sonora (Paredes et al., 2000). M. s. ssp. hau- costera al sureste de Guaymas.
deana ocurre en el este de Sonora, en el área entre May- Pinus flexilis/P. reflexa (Pr). Los pinos blancos son un gru-
coba y Yécora. Estos cactos pequeñitos localmente po de especies emparentadas presentes desde el suroeste
ocurren en grandes densidades en las áreas de lodolita de Canadá hasta el norte de Centroamérica (Felger et
volcánica de la Formación Baucarit del Mioceno en la al. 2001). La especie más al norte es P. flexilis. Farjon y
Sierra Madre Occidental, sin amenazas evidentes. M. Styles (1997) identificaron los pinos blancos de Méxi-
s. ssp. goldii es un cactus muy raro conocido de un co como P. strobiformis (cuyo trabajo seguimos aquí).
área entre Agua Prieta y Nacozari de García en el no- Otras sinonimias son P. flexilis ssp. reflexa y P.ayacahuite
reste de Sonora. ssp. strobiformis. Ocurre en los bosques de las zonas
Mammillaria yaquensis (Pr). Esta cabeza de viejo con es- altas de la Sierra Madre Occidental y las Islas Serranas
pinas de gancho, es endémica del matorral espinoso del este y noreste de Sonora (Felger et al., 2001).
costero en la planicie costera del Golfo de California Psilotum complanatum (A). Un helecho conocido en So-
en el sur de Sonora (Paredes et al., 2000). nora sólo de las inmediaciones de Santa Bárbara al
Manfreda planifolia (Pr). Hierba perenne rara en el enci- noroeste de Álamos (Martin et al., 1988).
nal de la sierra Saguaribo en el sureste de Sonora (Mar- Rhizophora mangle (Pr). El mangle rojo ocurre a lo largo
tín et al., 1998). de la costa del Golfo de California hacia el norte al
260 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

Estero Sargento (Felger y Moser, 1985; Felger et al., bución amplia en la porción este-centro y sureste de
2001). Amenazada por el desarrollo costero. Sonora (Felger et al., 2001; Gentry, 1974).
Rumex orthoneurus (A). Hierba perenne conocida en So- øZigadenus virescens (Pr). Aquí considerada como Anti-
nora sólo del bosque mixto de coníferas en la sierra de clea virescens (Kunth) Rydb. Es un lirio perenne cono-
los Ajos (Fishbein et al., 1995). cido en Sonora sólo del bosque de pino-encino y del
Sabal uresana (Pr). Palma localmente común en la región bosque mixto de coníferas en la sierra de los Ajos (Fis-
de San Carlos y en la porción este-centro hacia el su- hbein et al., 1995) y en la sierra El Tigre (White, 1948).
reste de Sonora (Felger et al., 2001).
Selaginella porphyrospora (P). Se conoce en Sonora sólo del
encinal en la Sierra Saguaribo (Martin et al., 1998).
Tabla 4b. Lista anotada de plantas sonorenses
øSmilacina racemosa (A). Aquí la consideramos como
de importancia para la conservación
Maianthemum racemosum (L.) Link. Este lirio es una
Plantas de Sonora en el listado de especies
hierba perenne conocida en Sonora sólo del bosque
del gobierno de Estados Unidos
de pino-encino y del bosque mixto de coníferas en la
(Ley de Especies en Peligro de Extinción)
Sierra de los Ajos (Fishbein et al., 1995) y la Sierra El Categorías del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos:
Tigre (White, 1948). E = en peligro de extinción, T = amenazada,
øSmilacina stellata (A). Aquí es considerada como Maian- PE = propuesta como en peligro de extinción, C = candidata para la

themum stellatum (L.) Link. Este lirio es una hierba lista, SC = especie de preocupación
perenne conocida en Sonora sólo del bosque de pino- (sin categoría oficial pero de preocupación)
encino en la Sierra de los Ajos (Fishbein et al., 1995). Abutilon parishii (SC)
Tabebuia chrysantha (A). La amapa amarilla es un árbol Agave parviflora var. parviflora (SC)
que se encuentra de forma esporádica y en ocasiones Amsonia grandiflora (SC)
es localmente común en la SBC desde cerca de San Ja- Amoreuxia gonzalezii (SC)
vier y hacia el sur del estado (Felger et al., 2001). La Astragalus hypoxylus (C)
madera dura, tanto de T. chrysantha como de T. impe- Browallia eludens (SC)
tiginosa, es muy apreciada para la construcción (Yet- Cleome multicaulis (SC)
man y Van Devender, 2002. Coryphantha recurvata (SC)
øTabebuia palmeri (A). Aquí considerada como T. impeti- Corypantha robbinsorum (T)
ginosa (Felger et al., 2001; Martín et al., 1998). La Coryphantha robustispina var. robustispina (E)
amapa morada es un árbol común en la SBC desde cer- Coursetia glabella (SC)
ca de San Javier hasta el sur de Sonora (Felger et al., Cryptantha ganderi (SC)
2001). Dalea tentaculoides (SC)
Thermopsis montana (A).Una hierba perenne conocida en Echinocactus horizonthalonius var. nicholii (E)
Sonora sólo del bosque mixto de coníferas en la sierra Echinomastus erectocentrus var. acunensis (C)
de los Ajos (Fishbein et al., 1995). Echinomastus erectocentrus var. erectocentrus (SC)
øTilia mexicana (P). Aquí considerada como T. america- Euphorbia platysperma (SC)
na L. var. mexicana (Schltdl.) Hardin (Felger, 2001). Graptopetalum bartramii (SC)
Un árbol raro de hábitats ribereños del bosque de pino- Heterotheca rutter. (SC)
encino en el este del estado al suroeste de Maycoba. Hieracium pringlei (SC)
Común en otras partes de México y en Estados Uni- Lilaeopsis schaffneriana var. recurva (E)
dos. Lilium parryi (SC)
Trifolium wormskioldii (A). T. w. var. ortegae es una hierba Lupinus huachucanus (SC)
perenne y localmente común cerca de ríos en el enci- Macroptilium supinum (SC)
nal y bosque de pino-encino en el área de Yécora en el Metastelma mexicanum (SC)
este de Sonora (Martin et al., 1998). Pectis imberbis (SC)
Tripsacum zopilotense (Pr). Un zacate perenne, raro en el Phemeranthus marginatus (SC)
área de Yécora en el este del estado (Van Devender et Pholisma sonorae (SC)
al., 2005).
Yucca grandiflora (Pr). Un árbol suculento con una distri-
BIODIVERSIDAD DE LAS PLANTAS VASCULARES 261

Tabla 5. Especies invasoras seleccionadas tribución en hábitats ribereños húmedos.


o potencialmente invasoras en Sonora Ricinus communis. Higuerilla. Hábitats perturbados en la
mitad este del estado.
Desierto Sonorense Tamarix aphylla. Pino salado. Tierras de inundación cerca
Valle del Bajo Río Colorado (VBC) de caminos, hábitats ribereños.
Tamarix chinensis. Pino salado. Ríos, arroyos y orillas de
Brassica tournefortii. Mostaza del Sahara. Invasora en ma- caminos.
torral desértico en VBC y a orillas de caminos en el
noreste de Sonora. Hábitats acuáticos
Bromus rubens. Bromo rojo. Invasora en la región del Pi-
nacate. Eichhornia azurea. Lirio acuático. Río Mayo, sur de So-
Mesembryanthemum crystallinum. Hielitos. Invasora en nora.
áreas costeras arenosas y cerca de caminos en VBC y la Eichhornia crassipes. Patito, lirio acuático común. Río Mayo
Costa del Golfo en Sonora. y canales del sur de Sonora.
Schismus arabicus. Zacate árabe. Invasora en matorral de- Nasturtium officinale. Berro. Casi todos los ríos en la fron-
sértico en VBC. Orillas de caminos en el noreste de tera noreste de Sonora.
Sonora. Salvinia molesta. Helecho flotador gigante. Invasora en el
Schismus barbatus. Zacate mediterráneo. Invasora en ma- río Colorado y canales.
torral desértico en VBC y orillas de caminos en el no-
reste de Sonora. Orilla de caminos

Desierto Sonorense Centaurea melitensis. Cardo. Orillas de la carretera Mex 2


Altiplano de Arizona (AAZ) en el Desierto Sonorense y noreste de Sonora.
Cleome viscosa. En el sur de Sonora, extendiéndose rápi-
Pennisetum ciliare. Zacate buffel. Extendiéndose a VBC, en damente hacia el norte a lo largo de la carretera Mex
el noreste de Sonora, y otros lugares a orillas de caminos. 15 en el centro de Sonora.
Dichanthium annulatum. Zacate carretero. En el sur de
Pastizal Sonora, extendiéndose hacia el norte.
Eruca vesicaria subsp. sativa. Arugula. Orillas de caminos
Eragrostis lehmanniana. Zacate africano. Invasora en pas- en el área de Agua Prieta, potencialmente invasora en
tizal, orillas de caminos en otras partes. el AAZ.
Melinis repens. Zacate rosado. Invasora del pastizal cerca Glaucium corniculatum. Amapola de Turquía. Orillas de
de Nogales y Yécora, con distribución amplia en otros la carretera Mex 2 cerca de Agua Prieta.
hábitats como encinales y bosques del área de Álamos, Leucaena leucocephala. Guaje. Sur de Sonora, extendién-
dose hacia el norte, hasta el norte de Ímuris a lo largo
orillas de caminos.
de la carretera Mex 15.
Nicotiana glauca. Juan loco, Don Juan. Hábitats ribereños,
Hábitats ribereños especialmente en la planicie aluvial del río Sonora.
Sorghum halepense. Zacate Johnson. Amplia distribución
Arundo donax. Carrizo. Llega a ser localmente abundante en áreas de inundación y a orillas de caminos y hábi-
y aparentemente ha reemplazado el carrizo nativo tats ribereños.
(Phragmites australis) en el sur de Sonora.
Cryptostegia grandiflora. Clavel de España. Áreas más tro-
Agricultura
picales en el sur de Sonora.
Cynodon dactylon. Zacate bermuda o inglés. Casi en todo
el estado. Ríos, aguajes, cunetas de carreteras, etc. Brassica nigra. Mostaza. Campos y orillas de caminos.
Parkinsonia aculeata. Guacaporo, bagote, retama. Amplia Brassica rapa. Mostaza. Campos y orillas de caminos.
distribución en hábitats ribereños perturbados. Convolvulus arvensis. Correhuela. Campos y orillas de ca-
Polypogon monspeliensis. Zacate cola de zorra. Amplia dis- minos.
262 DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA

Salsola tragus. Chamizo volador. Campos y orillas de ca-


minos, especialmente común cerca de Agua Prieta y la
Costa de Hermosillo.

Áreas urbanas

Ailanthus altissima. Falso nogal. Escapado de cultivo lo-


calmente desde Santa Cruz a Agua Prieta.
Cynodon dactylon. Zacate bermuda o inglés, es común en
las principales áreas urbanas en todo el estado.
Descurainia sophia. En campos y orillas de caminos en el
noreste de Sonora.
Kochia scoparia. Coquia. Agua Prieta; potencialmente en
las áreas agrícolas.
Lepidium didymum. Lentejilla rastrera. Común en ciuda-
des y pueblos de la porción oriental del estado.
Leucaena leucocephala. Guaje. Hermosillo y otras ciuda-
des importantes.
Pennisetum ciliare. Zacate buffel. Caborca, Bahía de Kino,
Guaymas, Hermosillo, etc.
Pennisetum setaceum. Zacate plumitas. Ornamental, in-
troducido recientemente en Álamos, Ciudad Obre-
gón, Hermosillo y Magdalena de Kino; está escapan-
do y propagándose.

También podría gustarte