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Arcadia

Volumen 1: El fin de la única civilización tipo IV

Prólogo

Una silueta muy pequeña se encontraba de rodillas, en medio de un escenario de


caos y destrucción, un escenario que a ningún infante le gustaría presenciar, él
estaba en medio de una guerra.

A donde sea que él volteara, lo único que podía ver en esa oscura noche, eran
múltiples explosiones a la distancia, naves espaciales de gran tamaño a lo lejos,
edificios en ruinas alrededor suyo, de los cuales brotaban charcos de sangre.

Era imposible saber la expresión que podría tener este niño al presenciar tal
horrible escenario, ¿por qué? Al parecer este niño tenía puesta una máscara
bastante peculiar, con símbolos negros muy extraños y con dos orificios en la
parte central superior que dejaban claro que era por ahí donde podía ver, sin
embargo, se podía escuchar a través de la máscara un pequeño llanto.

“No esperaba encontrarme a una cría Arcadiana viva en un lugar como este…”

Fueron las palabras que el niño escuchó de una voz gruesa y tenebrosa provenir
detrás de él.

Él no quería voltear, ya que su instinto de supervivencia le decía que, si volteaba,


no viviría otro día más, aun así, su curiosidad le ganó y volteo lentamente hacia
atrás.

Al voltear, lo primero que vio fue una silueta humanoide oscura por la escasa luz
estaba detrás de él.

Aquel ser tenía puesta una capucha negra que no dejaba ver su rostro, solamente
se podían ver sus dos brillantes ojos rojos como la sangre y era notable la falta de
algún tipo de vestimenta que cubriera su torso, y llevaba unos pantalones que
tenía algunos detalles metálicos que brillaban con la poca luz de la luna y todo eso
acompañado de aura aterradora como si tuviera frente a él a un gran depredador.

“Sería un desperdicio dejar que tu carne tierna se pudriera en un lugar como este,
¿no lo crees?”

Este extraño ser, con hedor putrefacto empezó a inclinar su espalda hacia atrás
para abrir una gran boca de su torso, de la cual empezaron a salir varios
tentáculos, listos para llevarse al niño al interior suyo.
El infante arcadiano estaba aterrado ante tal escenario, sabía que iba a ser
sometido por esos tentáculos para luego ser devorado y triturado por esa gran
boca.

«…Padre…Madre…por favor, ayúdenme…»

Fue lo único que el niño podía pensar y repetir en su mente mientras lloraba
dentro de la máscara.

Los múltiples tentáculos empezaron su ataque, estaban en dirección al infante.

El niño en lágrimas cubrió su cabeza con sus manos y cerró sus ojos como su
último instinto de supervivencia, espero en un silencioso llanto su muerte mientras
su corazón latía a mil por hora, pero, ese fin que jamás llegó…

El pequeño extrañado de no haber muerto, decidió abrir sus ojos lentamente,


enfrente de él había un ser que ningún niño de arcadia podía desconocer, frente a
él, se encontraba 1 de los 7 Juthges.

Juthge era el nombre que se les daba a los Arcadianos con la capacidad de
controlar 1 de los 7 elementos primordiales de la creación y eran reconocidos por
su gente como guardianes de la paz en su planeta.

El Juthge que salvó al pequeño niño, cortando los tentáculos con una gran y
pesada espada que era indistinguible para cualquier habitante de Arcadia.

El niño al ver la forma de la espada que empuñaba y por su túnica blanca con
tonos rojizos y detalles dorados supo de inmediato que su salvador era el Juthge
de fuego.

Al igual que el niño, este contaba con una máscara blanca, pero con diferentes
símbolos grabados en ella, los orificios oculares de la máscara brillaban por un
color rojo cálido.

Urghh... —Se oyó un pequeño gemido.

El gemido que indicaba disgusto provenía del ser que estaba a punto de atacar al
infante, parece que no le agrado que le hayan cortado los tentáculos del torso de
su boca.

“Un Juthge…esto es inesperado, no creí que encontraría uno de ustedes tan


adelantado en el campo de batalla…”

“Por tu aspecto, y ropa deduzco que eres Zibaik el devorador, uno de los tres
generales del ejército Zorick, ¿verdad?”

Jejeje…—Soltó una pequeña risa arrogante Zibaik.

“Supongo que es un honor, que mi reputación haya llegado a los oídos de uno de
los seres más poderosos del universo.”

“Bien, en ese caso…”


El Juthge se coloca en postura de batalla, sosteniendo su gran espada con sus 2
manos y con sus ojos puestos sobre el sujeto que nombró como Zibaik.

El Juthge voltea su cabeza hacia atrás.

“Niño es momento de que corras, no te preocupes por mí, cuando termine con
este monstruo te llevaré a un lugar seguro.”

El niño estaba atónito por la presencia del Juthge, no fue capaz de contestarle o
de por lo menos asentir a la petición de su salvador.

“¡Ahora! ¡corre!” —Dio un fuerte grito el Juthge para hacer reaccionar al niño.

El infante arcadiano reacciona y se levanta para comenzar a correr lejos de ahí.

La mirada del Juthge vuelve a estar en Zibaik.

“¿Es en serio?, ¿te adentras en el frente de la guerra solo para salvar a una cría?,
que patético.”

Los dedos del brazo derecho de Zibaik empiezan a retorcerse de una forma muy
grotesca, después de unos segundos, el brazo de Zibaik se había convertido en
una cuchilla hecho de su propio tejido.

“¿Patético?, ¡¿es patético usar mi poder para proteger a otros?!”

Las palabras salidas de aquella inexpresiva máscara fueron en un claro tono de


enojo.

“No… Es patético que creas que saldrás con vida de aquí para salvar a esa cría.”

Zibaik se pone en posición de pelea, doblando un poco sus piernas y poniendo en


guardia su brazo izquierdo y su brazo derecho con forma de cuchilla.

“Eso ya lo veremos Zibaik, yo seré el encargado de juzgar tu horrible vida de


genocidios planetarios.”

El Juthge aprieta con gran fuerza la empuñadura de su espada, de sus manos


unos símbolos con múltiples círculos comienzan a brillar con gran intensidad.

[Juicio Solar Rise (Solar Judgment Rise)]

‘Rise’ es el termino que se les da a las habilidades mas poderosas que pueden
llegar a desarrollar los Juthges, pero muy pocos llegan a dominarlas, ya que su
único objetivo, es la destrucción.

Detrás del Juthge 3 grandes círculos con grabados extraños luminosos comienzan
a salir, uno posicionado arriba de la cabeza de él y los otros 2 a unos pocos
metros arriba de sus hombros.

“¡¿Una habilidad ‘Rise’?!, en verdad piensas en terminar este combate


rápido…bien, de todas formas, tenía pensado hacer lo mismo.”
Zibaik se abalanza a gran velocidad contra el Juthge de fuego con su brazo
derecho listo para atravesar lo que sea.

De los tres círculos luminosos comienzan a salir rayos de energía de gran grosor,
con patrones y colores similares a los de un sol, y estaban en dirección a Zibaik.

El ataque de energía del Juthge colisiona con el cuerpo de Zibaik y una gran nube
de polvo se alza en el lugar del impacto.

«Fue un golpe directo, sin duda debió de haberse desintegrado por completo…»

La nueve de polvo en la zona del impacto comienza a disiparse y una silueta se


puede ver a través de la delgada cortina de humo.

«E-es imposible…estoy seguro que recibió el ataque, ¡¿Por qué sigue de pie?!»

Hugh…—Se escucha un ligero gemido de decepción provenir de la cortina de


humo.

“Que decepción…esperaba mas poder de uno de los siete guardianes de la paz


de Arcadia”

El humo se disipa por completo dejando ver a Zibaik totalmente ileso.

“Pero que carajos…”

“Al parecer el poder de tu ataque ‘Rise’ fue demasiado débil para mí... ¿no tienes
algo con más poder? ¿o acaso eso es todo lo que tienes?”

Fueron las palabras de Zibaik que mostraban un claro tono burlesco y decepción.

El Juthge al escuchar las palabras de su oponente no podía imaginar con el tipo


de criatura tenia frente a sus ojos, era algo que escapaba de su lógica.

«Esto es malo, el ataque ‘Rise’ consumió por completo mi Syntalis restante, ya no


puedo realizar ataques de energía, lo que único que me queda es el combate
cuerpo a cuerpo.»

“Basta de tanta charla, ¡tengo demasiada hambre! Y tú estás en el menú”

Zibaik desaparece al instante de la vista del Juthge.

«¿Desapareció?, ¡¿Cómo aumentó tanto su velocidad?!»

“Demasiado lento Juthge.”

Esas fueron las últimas palabras que escucho el Juthge aquella noche.

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