Está en la página 1de 1

Las evaluaciones de desempeño se aplican en todas las empresas y en todas las

áreas, puesto que, dicho proceso esta direccionado al cumplimiento de los objetivos
corporativos. Por ello como primera aplicación tenemos que va a favorecer la
permanencia de los diversos colaboradores en las empresas. Asimismo, tiene que ver
mucho con variables como las compensaciones y/o recompensas a la responsabilidad
de cada puesto laboral. Es más, permite adecuar a los colaboradores al puesto que
van a desempeñar, lo que va a fortalecer la relación entre la organización y los
empleados. Todo ello va a propiciar una mejora en el control y redirección sobre
conductas, comportamientos, habilidades, capacidades y formación en base a una
mejora continua.
En síntesis, cuando hablamos de las aplicaciones de la evaluación de desempeño nos
referimos al mejoramiento del rendimiento y rentabilidad de la empresa en términos
económicos, asimismo el hecho de conocer las áreas del negocio que podrían
mejorarse nos va dar una ventaja de perfeccionamiento de los procesos. Además de
ello, va a impulsar una mayor satisfacción laboral lo cual se va a traducir en una
atención al cliente de calidad.
Cabe destacar que, ello nos va a permitir dar visibilidad a los posibles problemas y
resolver a tiempo inconformidades latentes. Así como elevar la motivación y favorecer
el trabajo en equipo. Sin dejar de lado el seguimiento y la formación continua de todas
las áreas en conjunto.

Conocer las áreas del negocio que podrían mejorarse.

Identificar áreas donde se necesita una formación continua.

Mejorar el rendimiento y la rentabilidad de la empresa.

Impulsar una mayor satisfacción laboral.

Elevar la motivación y favorecer el trabajo en equipo.

Dar visibilidad a los posibles problemas y resolver a tiempo inconformidades latentes.

Desde las evaluaciones anuales hasta las revisiones más frecuentes, hay muchas formas en que
los empleados pueden ser evaluados con el objetivo de ayudarles a avanzar hacia un mayor
crecimiento personal y un nivel de rendimiento óptimo.

La mejor forma de plantear el proceso de gestión del rendimiento es orientarlo no solo hacia
los objetivos de desarrollo de los empleados, sino también hacia impulsar los resultados del
negocio. Es decir, asegurarse de que se cumplan las metas estratégicas de la empresa. Esto se
consigue alineando la gestión del desempeño de los empleados con el plan empresarial.

También podría gustarte