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¿HIPOCONDRÍA ENFERMEDAD REAL O NO?

La hipocondría es un trastorno mental caracterizado por la exageración de síntomas severos

de enfermedad, en ocasiones, lo que no ha sido el caso en estudios previos. En ocasiones,

esta condición suele confundirse con la enfermedad del espejo, haciendo que las personas

se parezcan a la persona que miran, más comúnmente bostezando, que suele comenzar

cuando vemos a otra persona bostezando; pero en los hipocondríacos esto no es así. La

hipocondría surge por una sola razón que surge de otras razones, y esa es la preocupación.

Se basa en el miedo a enfermarse y en la incomprensión de los síntomas que nos dicen las

personas que están realmente enfermas. La preocupación excesiva puede generar estrés, lo

que puede provocar los síntomas que nos dicen que nos dicen, a pesar de que

investigaciones anteriores han demostrado que no estamos enfermos.

Cuando hablamos de transtorno hipocondriaco primero nos enfocamos en la etimologia del

temrino hipocondriaco, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) hace referencia a

las palabras griegas donde “(hipo): debajo, cartílago”, que significa tener dolor en la zona

del hipocondrio, por lo que el enfermo hipocondriaco también es carctirazo por ser una

persona triste y melancolica que tiene diversos humores y vapores corporales, según la

medicina griega estos humores o vapores corporales son causantes de síntomas y

enfermedades que se acumulan en la zona del hipocondrio cercana al vientre lo que

sedencadena una patología.

Por lo tanto, las características diagnosticas que han sido señaladas dentro el DSM-IV en

dicho trastorno se cumplen características esenciales, una de estas es la preocupación y el

miedo a presentar una enfermedad grave que surge dentro de un cuadro de interpretación

subjetiva personal o al presenciar síntomas tomaticos. Se puede hacer énfasis que a pesar de
que exista una explicación médica y apreciación tranquilizadora que determine que la

persona no padece ningún tipo de enfermedad, el sujeto es poseedor de un miedo

injustificado y una preocupación persistente, cabe aclarar que dicha creencia no manifiesta

ser un tipo de creencia delirante, si no que “el individuo puede aceptar la posibilidad de que

está exagerado la magnitud de la enfermedad o de que la misma no existe.

La hipocondría se caracteriza principalmente por la preocupación y el miedo al dolor, o la

creencia de que uno tiene una enfermedad grave basada en la interpretación de ciertas

sensaciones físicas u otros signos que surgen en el cuerpo. Por ejemplo, puede ocurrir con

lunares, cortes menores, tos o incluso un latido del corazón. Aunque el médico puede

asegurarle al paciente que no tiene nada, esto puede hacer que la ansiedad se le baje por un

tiempo, pero con el pasar del tiempo la preocupación por dicha “enfermedad” vuelve a

aparecer, por ende, la Clasificación Internacional de Enfermedades considera la

hipocondría como un trastorno somatomorfo o una neurosis.

Aunque el campo de las denominadas neurosis narcisistas no está delimitado con precisión,

dado que Freud incluyó en su obra diversas manifestaciones clínicas, hemos optado por

centrarnos en la hipocondría como modelo en el que se manifiesta esta carencia. La

actividad del deseo sexual es su apego característico. En su "Introducción al narcisismo",

Freud descubrió una forma de estudiar el narcisismo más allá de la disfunción sexual, que

puede ser un proceso de enfermedad orgánica, un proceso hipocondríaco y un proceso de

amor.
Estos síntomas pueden durar seis meses o más y, a diferencia de otras enfermedades

mentales, los pacientes no inventan los síntomas, sino que los sienten y los magnifican

hasta un nivel inmanejable. El hecho de preocuparse por la salud física y tener cierto miedo

a la enfermedad es común y normal entre la mayoría de las personas. Además, esta

preocupación puede ser mayor en determinados momentos de la vida de las personas

cuando perciben que la enfermedad está más cerca, por ejemplo, si un ser querido ha sido

diagnosticado recientemente, o si han aparecido noticias sobre la salud de la población en

los medios de comunicación. Sin embargo, hay que considerar que este miedo es un

continuum entre diferentes tipos de personas, en un extremo están las que no muestran

ningún miedo y en el otro extremo las que muestran un miedo exagerado a la enfermedad.

El segundo polo es donde se pueden encontrar los hipocondríacos. El estado hipocondríaco

ha sido un problema bochornoso tanto para psiquiatras como para psicoanalistas. Están

presentes en las neurosis y psicosis, como la histeria, la neurosis obsesivo-compulsiva, la

depresión y la neurastenia, la esquizofrenia, y también en el estado inicial de la psicosis

orgánica. Suelen aparecer durante la adolescencia y la edad crítica. Algunas hipocondrias

son transitorias, pero otras son verdaderamente crónicas y se considera que tienen un mal

pronóstico. Curiosamente, si la ansiedad hipocondríaca parece ser un síntoma común de los

pacientes psicoanalíticos en el momento del análisis, existe relativamente poca literatura

psicoanalítica sobre el tema. Freud en 1911 y 1914 identificó la hipocondría como un

cuadro narcisista estrechamente relacionado con la paranoia.

Describió la ansiedad hipocondríaca evocada por la libido del yo como la contrapartida de

la ansiedad neurótica (relacionada con la libido objetal). Freud enfatiza la transformación

de los conflictos psicológicos en conflictos físicos a través de la proyección, desde el


ámbito psíquico hasta el cuerpo y los órganos corporales. Insistió en que los hipocondríacos

tenían un significado inconsciente y no eran neurosis "verdaderas". Melanie Klein ha

abierto nuestra comprensión del narcisismo y la hipocondría a través de su trabajo sobre

objetos internos. Ha insistido en el carácter específico de las fantasías inconscientes del

infante y ha mostrado que éste dirige sus sensaciones corporales hacia los objetos. Mientras

trataba de formar mis propias ideas sobre los hipocondríacos, me encontré de acuerdo con

la opinión general de Freud de que en los estados hipocondríacos siempre hay una regresión

al narcisismo infantil temprano.

En los hipocondríacos, el yo logra escindir las preocupaciones caóticas y proyectarlas en el

cuerpo y sus órganos, pero este proceso de escisión no se produce sólo en el cuerpo-ego.

Tratar a un hipocondríaco no es fácil. Cuando se haya realizado una adecuada valoración

médica de los síntomas del paciente (se debe tener especial cuidado en ancianos, dada la

frecuencia de manifestaciones atípicas de la enfermedad, comorbilidades y reacciones

adversas a medicamentos) y cuando se haya descartado razonablemente una causa física. ,

con la construcción de la Alianza de Pacientes es una prioridad y debe incluir dos

perspectivas. Por un lado, los pacientes necesitan sentirse atendidos y comprendidos. Los

pacientes no "imaginan" sus síntomas, ni "imaginan" su dolor. Son reales y él sufre a causa

de ellos. El hecho de que no haya una razón física para explicarlos no justifica una actitud

de "no tienes nada". La incomprensión de médicos y familiares solo empeorará el

sufrimiento de los pacientes. Por otro lado, los pacientes deben estar de acuerdo en que la

fuente de su malestar no es una enfermedad física, sino un trastorno mental, y todos los

esfuerzos deben centrarse en sus métodos. El papel de los miembros de la familia es

crucial. La medicación a veces puede ayudar, especialmente para controlar la ansiedad, la


depresión o los comportamientos compulsivos que la acompañan. Usando una variedad de

intervenciones que incluyen relajación, actividad física y rehabilitación, comportamientos

cognitivos (evitar visitas al médico y a la sala de emergencias, tolerar emociones, controlar

el miedo a la enfermedad), etc.

Si bien, en base a hechos anteriores, la condición conocida como narcisismo no parece

encajar en el análisis del modelo freudiano, creemos que en estos casos queda excluida de

la clásica orientación neurótico-psicótica. Al pensar esta área de la clínica, el bloque

freudiano puede actuar, así como motor, como punto de anclaje para la reestructuración de

la pregunta. Sirven como marcador de lo que no funciona, lo que no se puede descartar, lo

que no se puede clasificar, lo que nos hace pensar.

En cualquier caso, a pesar de la insistencia de Freud en que los estados narcisistas no son

susceptibles de psicoanálisis, creemos que cuando ubica su tercera nosología en Neurosis y

Psicosis, las ubica implícitamente. el concepto de conflicto psicológico. Consideramos que

se trata de un cambio material, ya que está excluido del ámbito de representación y

transferencia. Incluso podríamos referirnos a un texto anterior que anticipa esta idea.

Si bien Freud no habló directamente sobre el afecto narcisista, creemos que la referencia al

afecto narcisista se puede inferir porque ha hablado en los textos mencionados de la

angustia melancólica, este punto en la teoría de Freud lo vemos como la neurosis actual. Si

la realidad del inconsciente resulta ser una realidad sexual, ese “cambio en su modo sexual”

al que se refiere Freud, lo percibimos como una oportunidad para cambiar el nivel de libido

con el que el sujeto utiliza las palabras, la posibilidad del amor. y el trabajo puede ser

restaurado.
Quiero enfatizar que los hipocondríacos crónicos pueden ser considerados no solo como

una condición regresiva, sino como una defensa contra un estado de confusión. Parece que

no puedo describir el estado de confusión en el órgano mental. Proyecta estados

desordenados, incluyendo objetos internos y partes del ego, como el sadismo, sobre objetos

externos, lo que inmediatamente reencarna el cuerpo y los órganos del cuerpo. De esta

manera, logré escindir el estado caótico del campo psíquico y transformarlo en

hipocondríaco. Los impulsos sádicos tempranos, especialmente los celos orales sádicos,

que producen un estado de confusión, afectan constantemente las relaciones del paciente

con los objetos externos e internos y son un factor importante en los hipocondríacos.

No hay consenso en que la hipocondría sea un síndrome, una enfermedad, una categoría

especial, una forma de ser, etc. Cabe señalar que existen muy pocos textos publicados sobre

este tema; incluso el propio Freud nunca le dedicó un solo capítulo, y lo que dijo al respecto

se extendió a lo largo de varios artículos. Esta actitud general parece corresponder a que la

hipocondría permea un abanico muy diverso de patologías (depresión, síndrome de

predemencia, psicosis, enfermedades orgánicas, trastornos adaptativos, etc.), por lo que

carece de exclusividad y es difícil de aislar. Sin embargo, nos arriesgamos y nos

propusimos explorar este terreno resbaladizo y seleccionar los factores psicológicos cuya

intervención produjo y/o sostuvo el cambio. Para conseguirlo, se ingresaban pacientes que

podían ser diagnosticados de "neurosis hipocondrial", cuya principal manifestación era la

preocupación por la salud, que no eliminaba otros síntomas del espectro neurótico (fobias,

anorexia, nerviosismo, etc.), pero sí no son una gran parte de la imagen. Esta actitud fue

muy conveniente para Falret, quien en 1822 vinculó la hipocondría con la zona de neurosis.
REFERENCIAS

 Wintrebert, D. (2009). Hipocondría, entre creencia y certitud. Vertex Rev Arg de

Psiquiat, 20(85), 221-7.

 Larocca, F. E. (2007). Donde se dice de los Trastornos Hipocondríacos, se Aprende

del Dolor de la Espalda, La Educación Sexual y de sus Problemas con los Niños y

de Otras Cuestiones de Considerable Interés….

 Fontana, A. E. (1959). Vinculaciones de la fantasía de regresión intrauterina con la

hipocondría y la psicopatía. Presentado en la Asoc. Psicoan.

 Pastorelli, R. V., Bañón-González, S. M., Trigo-Campoy, A., Martín-Carballeda, J.,

& González-Vallejo, J. V. (2011). Trastorno hipocondríaco. Revista psiquiatría.

com, 15, 1-26.

 Machado, M. I., & Zanassi, S. (2013). Hipocondría:¿ síntoma o estructura?. In IV

Congreso Internacional de Investigación de la Facultad de Psicología de la

Universidad Nacional de La Plata (La Plata, Argentina, 2013).

 Freud, S., & Ardid, R. R. (1975). Los orígenes del psicoanálisis. Alianza.

 Wintrebert, D. (2009). Hipocondría, entre creencia y certitud. Vertex Rev Arg de

Psiquiat, 20(85), 221-7.

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