Está en la página 1de 15

El Orgasmo Femenino

Esto es lo que sus lectoras dijeron sobre su frecuencia en experimentar el orgasmo durante el sexo, basado
en 2.137 respuestas a una encuesta online:

Tengo el orgasmo (o cinco) cada vez que tengo sexo 43%


He tenido "el momento" pocas veces 38%
Todavía lo estoy esperando 19%

Para ser honesta, estoy sorprendida de que un 43% haya respondido que experimentaba el orgasmo cada
vez que tenía sexo, lo que para algunas puede ser masturbación, pero por otro lado, el 19% que no había
experimentado el orgasmo excede el 10% informado usualmente. Sospecho que la revista Jane tiene
lectoras jóvenes, lo que puede explicar una tasa mayor de coitos exitosos y una tasa de mujeres pre-
orgásmicas mayor que la esperada. Muchas jóvenes no aprenden a masturbarse hasta el orgasmo hasta el
final de su adolescencia o principios de los veintes, a menudo después de ser activas sexualmente con una
pareja durante muchos años. Los hombres jóvenes hoy tienen acceso a Internet, lo cual puede proveerles
algo de ilustración sobre cómo satisfacer a una mujer, en vez de como lo hacían generaciones anteriores
leyendo Penthouse. El 38% que lo experimentan irregularmente, y algunas del 19% que jamás han
experimentado un orgasmo, pueden tener parejas sexuales sin experiencia y/o experimentar el hecho que
cada mujer no va a estar de ánimo o no podrá experimentar el orgasmo cada día de su vida, lo que lleva al
43% en cuestión, pero quizá este último grupo sólo se involucra en sexo cuando está de ánimo o siempre
está de ánimo; siendo jóvenes y todo. En conjunto, los datos y comentarios proveen una visión de cómo
son realmente las experiencias de variadas mujeres con el orgasmo; una sola medida no encaja a todas.

Excitación Sexual y Orgasmo Femeninos

La excitación sexual y el orgasmo femenino son complejos procesos que involucran a toda la mujer, su
mente y cuerpo. La mente humana recibe los estímulos sexuales del cuerpo, los procesa, y basada en lo
aprendido anteriormente y en la experiencia causa que el cuerpo responda a ellos. El cerebro comienza el
proceso de excitación sexual como respuesta a los pensamientos (fantasía sexual,) estímulos visuales
(viendo una pareja desnuda,) estimulación audible (escuchando la voz de una pareja,) estímulos olfativos
(el olor del cuerpo de la pareja,) y gustativos (el sabor del cuerpo de la pareja.) El cuerpo puede comenzar
el proceso de excitación como resultado de que la mujer, o su pareja, toque sus genitales o senos, la
sensación del aire fluyendo por su piel desnuda, o su ropa estimulando sus pechos o genitales. Mientras
que la mente y el cuerpo pueden experimentar la excitación sexual separadamente, no pueden
experimentar separadamente el orgasmo. El orgasmo requiere que la mente y el cuerpo trabajen juntos. El
pensamiento solo puede conducir a un orgasmo, pero éste se siente en el cuerpo. La estimulación y la
excitación pueden originarse en uno o en otro, pero el orgasmo toma lugar en ambos.

Al nacer respondemos a la estimulación sexual basadas sólo en el instinto. Si nos sentimos seguras y
nuestras necesidades básicas son cubiertas, muy probablemente responderemos a los estímulos sexuales
muy fácilmente. Esto quizá explica por qué los sencillos actos de mamar y exponer nuestros genitales al
aire resulten en excitación sexual en las niñas. Al nacer somos muy sensibles a los estímulos sexuales y
nuestras mentes no han aprendido aún las respuestas sexuales "apropiadas." Como resultado, al nacer, el
orgasmo está probablemente controlado más por estímulos físicos que por procesos mentales. El orgasmo
es simplemente un simple reflejo físico al nacer.

Al llegar la pubertad ya se nos enseñó la respuesta sexual apropiada. Quizá ya sepamos que cualquier
respuesta sexual es mala. Podemos haber estado tan aisladas de nuestra propia sexualidad física que
incluso no la advertimos cuando estamos sexualmente excitadas. Esto es más cierto en las chicas que en
los muchachos, porque éstos experimentan una erección. Sabemos quiénes son chicas buenas y chicas
malas. Sabemos quién puede ser una pareja apropiada, incluso si no podemos pensar en ella en términos
sexuales. Las adolescentes, y las mujeres adultas, pueden no permitirse estar en situaciones que las hagan
sentirse sexuales, si le dan categoría a esa sensación como mala. Pueden percibir la excitación sexual
como "estar enamoradas. Pueden descartar cualquier sensación sexual, negando que ocurre, o pueden
responder tan negativamente a los estímulos sexuales que el sexo mismo es imposible.

Algunas mujeres no tienen muchos sentimientos negativos hacia el sexo y son abiertamente sexuales.
Disfrutan estando excitadas y buscan estímulos sexuales libremente. No les importa qué o quién les
provoca sentirse excitadas, sólo lo disfrutan. Desde ya que la sociedad ve a estas chicas sexuales y
mujeres sexuales negativamente y las etiqueta como putas o prostitutas. En nuestra confundida sociedad,
la chica que evita todas las sensaciones sexuales es considerada más normal que una mujer abiertamente
sexual. Esto es menos cierto hoy que hace veinte años, pero todavía es verdad.

El orgasmo para las mujeres puede ser más una percepción mental que una experiencia física, mucho más
que para los hombres, como resultado de las mayores restricciones sexuales impuestas sobre la mujer. La
habilidad de un hombre de lograr la erección y eyacular es un símbolo de su virilidad, la mujer que se
excita y goza sexualmente puede ser vista como "descontrolada" y "lasciva." Esto quizá explica por qué
las mujeres a menudo son menos orgásmicas que los hombres porque uno tiene que especular que ambos
son igualmente orgásmicos al nacer.

El Ciclo de la Respuesta Sexual.

Hay dos cambios físicos por los que el cuerpo de la mujer debe pasar para que experimente el orgasmo.
El primero es la vasocongestión, la acumulación de sangre en los senos y órganos genitales. Esto resulta
en que los pechos y genitales se agrandan, el cuerpo se siente más tibio o caliente al tocarlo, el color de
los pechos o genitales cambia, y aparece la lubricación vaginal. El segundo es la miotonía o tensión
neuromuscular, la acumulación de energía en las terminaciones nerviosas y músculos de todo el cuerpo.
La miotonía es la tensión sexual a la que me refiero en mis consejos para la masturbación para mujeres
pre-orgásmicas. La miotonía no es tensión mala experimentada como el resultado de sensaciones
negativas. Usted puede experimentar una fuerte miotonía como una sensación de plenitud o tensión en su
cuerpo antes del orgasmo, el punto de no retorno. Algunas mujeres cuando se enfrentan a la miotonía
fuerte no se permiten a sí mismas pasar el límite, dejarse ir, y entonces no experimentan el orgasmo.

Debe notarse que cualquier enfermedad, droga (recetada o no recetada,) o dolencia que afecte a la
circulación sanguínea, a los músculos o nervios puede restringir o impedir la miotonía y la
vasocongestión. Si usted no puede experimentar la miotonía o la vasocongestión, puede no poder
experimentar excitación sexual y orgasmo. Si usted padece alguna enfermedad que afecta directamente el
sistema circulatorio, nervioso o muscular, puede padecer deterioro orgásmico. Si le han diagnosticado
alguna, por favor lea las páginas sobre Salud y discapacidad para mayor información. Si siente que no es
capaz de experimentar excitación sexual, o sólo de manera limitada, busque el consejo de un doctor.

"Tres representaciones alternativas de la respuesta sexual femenina. El patrón 1 muestra orgasmo


múltiple. El patrón 2 muestra la excitación que alcanza el nivel meseta sin continuar en el orgasmo (note
que la resolución ocurre más lentamente); y el patrón 3 muestra varias caídas breves en la fase de
excitación seguida por una aun más rápida fase de resolución."
Los sexólogos han dividido el ciclo de la respuesta sexual en cuatro fases, excitación, meseta, orgasmo, y
resolución. Estas son definiciones arbitrarias y es poco probable que la persona advierta el desarrollo de
cada fase individual en su cuerpo. La cantidad de tiempo que la persona está en cada fase, e incluso el
orden en el cual las experimentan puede variar. En una cita, una mujer puede excitarse sexualmente varias
veces, incluso sin que ella lo sepa, sin que ella alcance nunca la fase meseta. Ella puede experimentar
excitación y la fase meseta durante una intensa sesión de baile, pero retornar a su estado de no excitación
durante el regreso a casa. Una vez en su casa ella puede experimentar rápidamente excitación y orgasmo
como resultado de la estimulación genital directa sin experimentar la fase meseta. La manera en la cual la
persona experimenta cada fase es personal, e incluso esto cambia dependiendo de su estado de ánimo y de
con quién está.

La excitación puede ir acompañada por estas respuestas físicas a los estímulos mentales y/o físicos:
 Primeramente comienza la lubricación vaginal, dentro de 10-30 segundos.
 Los dos tercios internos de la vagina se expanden.
 El útero y el cérvix se levantan hacia arriba.
 Los labios mayores se aplastan y separan.
 Los labios menores aumentan de tamaño.
 El clítoris aumenta de tamaño.
 Los pezones pueden ponerse erectos como resultado de contracciones musculares.
 Cuando hay mucha excitación los senos pueden aumentar de tamaño.

Como mencioné arriba, la vagina se lubrica como resultado de la vasocongestión de las paredes vaginales.
La humedad se "cuela" de las paredes vaginales como resultado del aumento de la concentración
sanguínea que se produce allí. El proceso se denomina "transudación." Adentro de la vagina se forman
pequeñas gotitas de humedad como resultado de esta infiltración. Estas gotitas se pueden juntar y fluir
fuera de la vagina, resultando en que la vulva se humedece. La cantidad, densidad, y olor del lubricante
vaginal de la mujer varía entre mujeres, y en la misma mujer dependiendo de muchos factores,
incluyendo el momento actual dentro de su período menstrual, y de lo que haya comido. La presencia de
lubricación vaginal no significa que la mujer esté completamente lista para el coito, ni su ausencia
significa que no esté excitada sexualmente. Algunas mujeres producen muy poca humedad y requieren el
uso de un lubricante de base acuosa como el "K-Y Jelly." (El uso de lubricantes con base de petróleo,
como la vaselina, puede resultar en infecciones vaginales.) Mientras que puede ser perfectamente normal
o temporal, si usted experimenta algún problema de sequedad vaginal durante el coito, que la vea su
doctor. Otras mujeres producen tanta humedad que literalmente mojan todo, lo cual puede ser motivo de
vergüenza cuando ocurre en algún sitio público. Esto también es normal, y se debe a variaciones en los
cuerpos de las mujeres.
Durante la fase meseta la mujer puede experimentar:

 Un marcado aumento de la tensión sexual.


 Un aumento de la vasocongestión de la vagina, que causa que el tercio exterior de la vagina se
hinche, resultando en que la apertura vaginal se reduzca de tamaño, quizás un 30%.
 Dos tercios interiores de la vagina se hinchan. La mujer puede experimentar un fuerte deseo de
ser llenada, un dolor vaginal.
 La lubricación vaginal puede disminuir durante esta etapa, especialmente si se prolonga.
 El clítoris se pone erecto constantemente, el glande se mueve hacia adelante hacia el hueso
púbico, ocultándose aún más detrás del capuchón clitoridiano.
 Los labios menores aumentan considerablemente su espesor, quizás 2-3 veces.
 Los labios menores hinchados pueden abrir los labios mayores dando como resultado que la
apertura vaginal sea más prominente.
 El color de los labios menores cambia considerablemente. Pasando de rosado a rojo en mujeres
que no han dado a luz, y de rojo brillante a morado oscuro en las mujeres que lo han hecho. Los
colores pueden variar, pero no su marcado cambio.
 La areola, el área pigmentada alrededor de los pezones, comienza a hincharse.
 Los senos pueden aumentar de tamaño un 20-25% en las mujeres que jamás han amamantado,
pero en mujeres que lo han hecho hay un aumento menor o ninguno.
 Un 50-70% de las mujeres experimenta "rubor sexual" en su pecho y en otras áreas del cuerpo
que resulta de un mayor flujo de sangre cerca de la superficie de la piel.
 Aumenta el ritmo cardíaco, quizá palpitando notablemente.
 Hay un marcado aumento de la tensión sexual en los muslos y en los glúteos.
 El cuerpo de la mujer está ahora completamente listo para el coito.

Masters y Johnson informan que jamás observaron a una mujer orgásmica que primero no experimentara
un cambio dramático en la coloración de los labios de la vulva. Si una mujer experimentaba este cambio
de color, era más probable que experimentara el orgasmo.

Si usted observa todos los cambios físicos en los órganos sexuales internos y externos, puede notar que
las mujeres no están completamente preparadas para el coito hasta el último tramo de la fase meseta. El
cuerpo mismo de la mujer señala su aptitud abriendo su vulva, exponiendo su abertura vaginal. La
humedad vaginal sola no indica aptitud. Esto indica quizá que la mujer necesita prolongados rituales de
apareamiento antes del coito(*).
Durante la fase orgásmica la mujer puede experimentar:
 Contracciones musculares rítmicas que ocurren en el tercio exterior de la vagina, el útero y el
ano. Las primeras contracciones musculares son las más intensas, y ocurren a un ritmo de un
poco más que 1 por segundo (0,8 segundos.) Al continuar el orgasmo, las contracciones se
vuelven menos intensas y ocurren más aleatoriamente. Un orgasmo moderado puede tener 3-5
contracciones, uno intenso 10-15.
 El "rubor sexual" se vuelve aún más pronunciado y puede cubrir un mayor porcentaje del cuerpo.
 Los músculos de todo el cuerpo pueden contraerse durante el orgasmo, no solamente los del área
pélvica.
 El orgasmo también tiene lugar en el cerebro, como indican las ondas cerebrales monitoreadas.
 Algunas mujeres emiten o rocían un poco de fluido de su uretra durante el orgasmo. A esto a
menudo se lo llama eyaculación femenina. Mientras que aún no se han puesto de acuerdo sobre
si lo que se expele es orina o eyaculación femenina, la fuente del fluido carece de importancia;
las mujeres informan a menudo orgasmos muy fuertes cuando esto ocurre. Eso es todo lo que
realmente debe importar, el placer de la mujer. Nadie cuestiona la eyaculación del varón, incluso
siendo eso también sucia.
 La miotonía puede ser evidente en todo el cuerpo, especialmente en el rostro, manos y pies. La
expresión facial de la mujer puede indicar que ella está padeciendo dolor cuando en realidad está
teniendo un placentero orgasmo.
 En el pico del orgasmo todo el cuerpo puede ponerse rígido momentáneamente.

Las mujeres que jamás han experimentado el orgasmo, y las mujeres que no están seguras de si lo han
hecho, preguntan frecuentemente "¿Cómo se siente un orgasmo?" Esta es una pregunta difícil de
responder, si no imposible. Imagínese tratando de explicar a alguien cómo se siente estornudar o bostezar.
No es fácil. La manera como interpretan nuestros sentidos y nuestro cerebro los estímulos físicos es
subjetiva, eso depende únicamente de las percepciones de cada individuo. Podemos medir los estímulos
físicos, pero no podemos medir cómo los percibe la persona. Incluso si la mujer está conectada a un
equipo de monitoreo cuando experimenta 15 contracciones orgásmicas fuertes en un lapso de 10
segundos, ¿cómo sabemos si está experimentando el orgasmo más intensamente que otra mujer que sólo
tiene 5 contracciones durante 4 segundos? ¡La mujer que tiene el orgasmo de 10 segundos puede estar
preguntándose por qué sus orgasmos son tan débiles! Si la mujer ha experimentado alguna forma de daño
nervioso, puede no saber decir si ella había tenido un orgasmo.

Aquí está la descripción de Masters y Johnson del orgasmo femenino: "Las mujeres describen a menudo
la sensación del orgasmo como comenzando con una sensación momentánea de suspensión, seguida
inmediatamente por una sensación inmensamente placentera que usualmente comienza en el clítoris y se
difunde rápidamente a toda la pelvis. Las sensaciones físicas de los genitales se describen a menudo como
calientes, eléctricas o ligeramente picantes, y frecuentemente éstas se difunden por todo el cuerpo.
Finalmente, la mayoría de las mujeres siente contracciones musculares en su vagina o parte inferior de su
pelvis, descriptas a menudo como "pulsaciones pélvicas"."

Aunque todos los orgasmos son orgánicamente idénticos, variando solamente en su intensidad y duración,
todas las mujeres pueden no experimentar lo mismo. Usualmente es totalmente distinto cómo la mujer
experimenta el orgasmo durante la masturbación a como lo experimenta durante el sexo en pareja. En
realidad, las mujeres a menudo informan que sus orgasmos más satisfactorios ocurren durante la
masturbación, quizá porque ellas son todo el centro de atención, y no están preocupándose o
distrayéndose por una pareja. La mujer puede experimentar el orgasmo de manera completamente distinta
si su vagina está vacía que si se inserta un pene o una mano. Ella puede advertir más sus contracciones
vaginales cuando su vagina tiene algo sobre lo cual aferrarse, o cuando está vacía y se contrae sobre sí
misma. La mujer experimenta orgasmos de todo el cuerpo, orgasmos del clítoris, orgasmos vaginales y
orgasmos uterinos. Mientras que los aparatos electrónicos pueden decir que son todos iguales, las mujeres
pueden disentir.

Masters y Johnson, y otros, creen que todas las mujeres sanas pueden experimentar el orgasmo mientras
están siendo estimuladas sólo por coito vaginal porque el pene empuja y tira de los labios menores,
resultando en una estimulación indirecta del clítoris. Otros sexólogos no están de acuerdo con ellos.
Puede ser técnicamente posible, pero parece que en la práctica es improbable.
Como indican los hábitos de masturbación de las mujeres, es menos probable que la estimulación vaginal
resulte en orgasmo que las actividades que estimulan directamente el clítoris. Un noventa por ciento de
mujeres que se masturban lo hacen estimulando su clítoris. Sólo un diez por ciento de mujeres estimulan
su vagina mientras se masturban, e incluso así estimulan su clítoris simultáneamente. Cuando una mujer
se masturba, casi se asegura el orgasmo. Incluso si el clítoris no fuera su órgano sexual sensorial primario,
el hábito solo puede dictar que ella sea más orgásmica de la estimulación del clítoris, no de la vagina. ¿Es
razonable creer que las mujeres se masturben de alguna otra manera que funcione mejor?

Como mencioné arriba, el cuerpo de la mujer no está preparado completamente para el coito hasta que
ella está muy excitada, y en la etapa meseta. Si la mujer está muy excitada entonces parece posible que la
estimulación indirecta de su clítoris, combinada con la estimulación vaginal, pueda resultar en orgasmo.
Si hay una fuerte conexión emocional entre la mujer y su pareja durante el coito, esa estimulación
psicológica sola puede resultar en un orgasmo, si ella está muy excitada. No puede decirse lo mismo de
mujeres que intentan ir desde un grado bajo de excitación sexual directamente hasta del orgasmo por
medio de la estimulación vaginal y clitoridiana indirecta. Si la vagina de la mujer es insensible a los
movimientos del pene puede encontrar que la estimulación indirecta de su clítoris sola no es suficiente
para llevarla al borde incluso si está muy excitada. Es razonable esperar que las mujeres necesiten de la
estimulación directa del clítoris como preparación para el coito, incluso si no lo necesitan durante el coito
vaginal para llegar al orgasmo.

Durante la fase de resolución la mujer puede experimentar:


 Si la estimulación sexual continúa, la mujer puede experimentar uno o más orgasmos
adicionales.
 La vagina y la abertura vaginal, retornan a su estado natural de relax.
 Los senos, labios, clítoris, y útero retornan a su tamaño, posición y color normales.
 El clítoris y los pezones pueden estar tan sensibles que cualquier estimulación puede resultar
incómoda.
 El "rubor sexual" desaparece.
 Puede haber mucha sudoración y respiración profunda.
 El corazón puede latir rápidamente.
 Si el orgasmo no ocurre, la mujer experimenta todo lo listado arriba, pero a un ritmo mucho
menor. La sangre atrapada en los órganos pélvicos, no habiendo sido disipada por las
contracciones musculares orgásmicas, puede resultar en una sensación de pesadez e
incomodidad pélvica.

Si la mujer experimenta un orgasmo, usualmente puede tener muchos más en una sesión, en tanto
continúe una estimulación apropiada. Algunas mujeres tendrán un orgasmo inmediatamente tras otro, en
tanto siga la estimulación. La práctica parece hacer esto más probable. El clítoris puede quedar
extremadamente sensible luego del primer orgasmo, requiriendo un toque muy ligero o indirecto. La
mujer puede necesitar solamente apartarse un poco del punto del orgasmo antes de poder tener otro. En
este caso, la respiración profunda puede ayudar a la mujer a recuperarse más rápidamente, habilitándola a
tener el siguiente orgasmo. La mayoría de los orgasmos múltiples ocurren durante la masturbación al no
haber nada o nadie que distraiga a la mujer de su placer, y es más probable que sea utilizado un vibrador.
Un vibrador eléctrico no se cansa, a diferencia de la mano de la propia mujer o la de su pareja. Una pareja
varón que haya experimentado el orgasmo puede encontrarse incapaz de continuar con la estimulación de
su pareja. Si el compañero desea que su pareja mujer tenga orgasmos múltiples, probablemente deba
renunciar a su propio placer, al menos temporalmente.

¿Es necesario el orgasmo para la felicidad sexual de una mujer? Si bien es cierto que hay millones de
mujeres que han vivido vidas felices y satisfechas sin haber experimentado jamás el orgasmo,
probablemente sus vidas habrían sido más satisfactorias si lo hubieran tenido. El orgasmo es una función
corporal normal. Si la mujer no experimenta el orgasmo, puede hallarse muy incómoda después del sexo,
debido al exceso de sangre atrapada en sus órganos pélvicos. Hay quienes informan que las mujeres
desarrollan dolores espalda y otros problemas de salud como resultado de esta tensión sexual no liberada.
Los médicos en el pasado usaban vibradores para que las pacientes tuvieran orgasmo como un medio de
tratar sus problemas de salud. Si bien el orgasmo no es necesario para la felicidad de la mujer, hace a la
vida más placentera.
Para las mujeres pre-orgásmicas, y para aquellas que sólo lo experimentan con mucha dificultad, puede
ser un desafío lograr un balance entre su deseo de tenerlo y su felicidad sexual. Seamos honestas, por
estos días hay mucha presión social sobre las mujeres para tener el orgasmo. Los medios de comunicación
masivos están llenos de referencias a los goces del orgasmo. Las mujeres quieren experimentar el
orgasmo no sólo por su propio provecho, sino también para hacer feliz a su pareja y ser como sus pares.
Hasta cierto grado, para algunas mujeres el orgasmo se ha convertido en una faena, en vez de un simple
placer. Cuando las mujeres tratan con mucho trabajo de experimentar el orgasmo, el sexo se vuelve
desagradable y frustrante, para ellas y para su pareja. Ustedes no se pueden forzar a ustedes mismas, ni a
una pareja a experimentar el orgasmo. Si se preocupan demasiado por la mecánica del orgasmo, pueden
perder la intimidad del sexo.

Usualmente es más fácil para la mujer aprender a alcanzar el orgasmo mientras se masturba que intentar
tener su primer orgasmo como resultado de coito. Es por esta razón que las mujeres pre-orgásmicas
pueden querer tener sexo en pareja simplemente por el placer y la intimidad del acto sin intentar tener un
orgasmo, al menos parte del tiempo. Reservando sus intentos de orgasmo para las sesiones de
masturbación, cuando están solas y pueden pensar solamente en ellas mismas. Estas mujeres normalmente
no pueden ser lo suficientemente egoístas como para hacerse el centro de atención durante el sexo en
pareja. Ellas tratan de satisfacer las necesidades de su pareja al mismo tiempo que intentan satisfacer las
propias, pero las necesidades propias usualmente terminan quedándose en el camino.

Fingir el orgasmo definitivamente es una mala idea. Lo que comienza siendo una manera de salvar la cara
frente a un nuevo compañero, y como un medio de darle a la pareja un refuerzo moral, termina
usualmente siendo un estilo de vida permanente. Las mujeres tienden a culparse a ellas mismas por todo
lo que sale mal en una relación, entonces su incapacidad de llegar al orgasmo la atribuyen a su propia
falla, entonces pagan el precio. Las mujeres tienen temor de decirle a su pareja que han estado fingiendo
el orgasmo porque los trastornará, entonces no lo hacen. Si usted ha fingido el orgasmo, y decide
contárselo a su compañero, debe admitir no solamente no haberlo tenido, sino también debe admitir que
le ha mentido, para ocultarle algo, engañándolos. Las mujeres que fingen el orgasmo se frustran tanto por
su inhabilidad y por las pocas habilidades de su pareja para lograrlo, que pronto se encuentran incluso
evitando el sexo. Cuando la mujer experimenta el orgasmo, real o fingido, le está indicando a su
compañero que ha hecho un buen trabajo, que no necesita hacer nada nuevo la vez siguiente. La mujer
que finge el orgasmo le está diciendo a su pareja que no necesita cambiar su técnica sexual, lo que es algo
completamente opuesto a lo que ella debería decirle.

Nuevo Estudio: Revista Glamour, Octubre de 2000.

Basado en las respuestas de 1500 mujeres en un sondeo on-line en Glamour.com

En respuesta a la pregunta, "¿Con qué frecuencia finge el orgasmo?"las mujeres respondieron:

Nunca lo finjo 45%


1%-25% de las veces 34%
26%-50% de las veces 10%
51%-75% de las veces 7%
76%-100% de las veces 4%

Cuando la mayoría, un cincuenta y cinco por ciento de las mujeres, admite hacer algo que se supone que
no hacen, esto es, fingir el orgasmo, indica un problema serio. En este caso, el problema es que la
sociedad las está llevando a creer que deberían tener siempre un orgasmo durante el sexo en pareja, y que
hay consecuencias negativas cuando no lo hacen. El orgasmo ya no es solamente un orgasmo. El orgasmo
se ha convertido en una referencia por la que medimos la calidad de nuestra sexualidad e incluso nuestra
posición social dentro de nuestra comunidad. La sociedad nos conduce a creer que las mujeres "normales"
siempre tienen orgasmos, y que su "afectuoso compañero" siempre las lleva al orgasmo. Antes estábamos
acostumbrados a ignorar el orgasmo femenino; quizás hoy pongamos demasiado énfasis en él. Es
importante que las mujeres se den cuenta de que este es un problema social, no uno personal. Ninguna
mujer va a tener un orgasmo cada vez que se involucre en sexo en pareja o en masturbación. Esto es sólo
como es. Hacer al orgasmo la única meta del sexo puede hacer al sexo menos agradable e incluso
aburrido, si no sumamente frustrante. Si desea experimentar placer sexual intenso y prolongado, intente
no tener un orgasmo.
Una Guía Para El Sexo Oral

Ilustración de Mia Jennings


E-mail mia.j@attbi.com

Cómo Se Come Una Vulva


Hey, tengo mucho respeto por todos ustedes muchachos que gustan comer la vulva porque hay muy
pocos como ustedes ahí. Y no soy la única mujer que dice esto. Más aún, quizá esta pequeña lección les
ayudará a algunos de ustedes que aún no lo hacen demasiado bien. Cuando una mujer encuentra a un tipo
que da buena cabeza, ha encontrado un tesoro que no va a dejar marchar demasiado rápido. Este es un
cliente raro y ella lo sabe. Ella ni siquiera les dirá a sus amigas sobre él, o ese tipo se volverá el más
popular del pueblo. Así que recuerden, la mayoría de los hombres pueden realizar el coito, pero el tipo
que da buena cabeza, la tiene hecha.

La mayoría de las mujeres son tímidas con respecto a su cuerpo. Aún si tienes a la mujer más amorosa del
mundo en la cama contigo, va a preocuparse sobre cómo te cae su cuerpo. Dile que es hermoso, dile
cuáles son las partes que más te gustan, dile cualquier cosa, pero inspírale la confianza suficiente para
dejarte caer entre sus piernas.

Ahora detente y mira lo que ves. Hermosa, ¿no? No hay nada que haga a una mujer más única que su
vulva. Lo sé. He visto muchísimas de ellas. Vienen de todos los tamaños, colores and formas; algunas
están metidas adentro como la de las nenas y algunas tienen gruesos y suculentos labios que salen a darte
la bienvenida. Algunas están anidadas en cepillos de piel y otras están cubiertas de pelusa transparente.
Aprecia las cualidades únicas de tu mujer y dile lo que la hace especial.

Las mujeres tienen un trato más verbal que los hombres, especialmente mientras hacen el amor. También
responden más al amor verbal, lo que significa, que cuanto más le hablas, más fácil te será para que cabe.
Así que todo el tiempo que estés mimando y acariciando su hermosa vulva, háblale sobre ella.

Ahora mírala nuevamente. Suavemente aparta los labios y observa sus labios menores, incluso lámelos si
quieres. Ahora abre las partes superiores de su vulva hasta que puedas encontrar su clítoris. Las mujeres
tienen clítoris de diferentes tamaños, al igual que ustedes muchachos tienen penes de diferentes tamaños.
No significa nada en cuanto a su capacidad orgásmica. Todo lo que significa es que más de ella se halla
escondido debajo de su prepucio.
Siempre que toques la vulva de una mujer, asegúrate de que tu dedo esté mojado. Puedes chuparlo o
humedecerlo con los jugos de ella. Asegúrate, por todos los medios, de mojarla antes de tocar su clítoris
porque no tiene humedad propia y es extremadamente sensible. Tu dedo se le pegará si está seco, y eso
lastima. Pero de todos modos todavía no le toques el clítoris. Tienes que trabajar para que se excite. Antes
de que ella lo haga, su clítoris es demasiado sensible para ser manipulado.

Acércate a su vulva lentamente. A las mujeres les encanta jugar aun más que a los hombres. La parte
interior de sus muslos es su punto más delicado. Lámelo, bésalo, haz dibujos en ellos con la punta de tu
lengua. Llega peligrosamente cerca de su vulva, luego apártate. Hazla anticiparlo.

Ahora lame la arruga donde su pierna se une con su vulva. Acaricia con tu nariz su pelo pubico. Roza tus
labios sobre su hendidura sin presionarla para excitarla. Después que hayas hecho esto hasta el punto
donde tu dama salta de su asiento y se esté esforzando por obtener más de ti más cerca de ella, entonces
pon tus labios justo sobre la parte superior de su hendidura.

Bésala, suavemente, luego más fuerte. Ahora usa tu lengua para separar los labios de su vulva y cuando
ella se abre, desliza tu lengua hacia arriba y hacia abajo entre las capas de carne de la vulva. Suavemente
separa sus piernas un poco más con tus manos. Todo lo que haces con la mujer que vas a comer debe
hacerse suavemente.

Hazle el amor con la lengua. Esto se siente divino. También la estimula terriblemente porque a esta altura
ella quiere darle algo de atención a su clítoris. Verifícalo. Observa si su clítoris se ha vuelto
suficientemente duro como para verlo fuera de su cubierta. Si es así, lámelo. Si no puedes verlo, podría
estar todavía esperándote debajo. Por lo tanto lleva tu lengua hasta la parte superior de su hendidura y
siente su clítoris. Puedes sentir escasamente su presencia. Pero aún si no puedes sentir la diminuta perla,
puedes hacerla levantar lamiendo la piel que lo cubre. Lame fuerte ahora y presiona su piel.

Suavemente retira los labios de la vulva y da pequeños golpecitos con tu lengua contra el clítoris, cubierto
por el prepucio o no. Haz esto rápidamente. Esto debe causar que se estremezcan sus piernas. Cuando
sientas que ella está camino al orgasmo, haz con tus labios una O y lleva su clítoris a tu boca. Comienza a
chupar suavemente y observa la reacción de tu compañera en su rostro. Si puede manejarlo, comienza a
chupar más fuerte. Si se engancha, chupa más fuerte aún. Acompáñala. Si levanta su pelvis hacia arriba
con la tensión de su orgasmo emergente, muévete con ella, no te le opongas. Aguanta, y mantén tu boca
caliente sobre su clítoris. No te detengas. Por eso te estará diciendo: '¡No pares. No lo hagas!'

Hay una razón para eso, la mayoría de los hombres se detienen demasiado rápido. Como con chupar el
pene, esto es algo digno de aprenderse y digno de aprender a hacerse también. Conozco a un hombre que
en el coito es de lo peor, simplemente de lo peor, pero puede chupar la vulva como nadie que yo conozca
y nunca tiene inconvenientes en obtener una cita. Las chicas se le tiran encima.

Pero regresemos a tu sesión de comer la vulva...Hay otra cosa que puedes hacer para intensificar el placer
de tu mujer. Tu puedes hacer el amor con el dedo mientras ella disfruta tus talentos de lamedor de clítoris.
Antes, durante o después. A ella realmente le gustará. Además de sus zonas erógenas alrededor del
clítoris, la mujer tiene otra área extremadamente sensible en la parte superior de su vagina. Esto es lo que
le frotas cuando le haces el amor. Bien, como tu pene está muy lejos de tu boca, tus dedos tendrán que
hacer el amor.

Toma dos dedos. Uno es demasiado delgado y tres es demasiado grueso y por lo tanto no pueden penetrar
lo suficiente. Asegúrate que estén mojados para no irritar su piel. Deslízalos dentro, lentamente al
comienzo, luego un poco más rápido. Hazle el amor con ellos rítmicamente. Aumenta la velocidad
solamente cuando ella lo hace. Escucha su respiración.

Ella te dejará saber qué hacer. Si le estás chupando el clítoris y haciéndole el amor con los dedos al
mismo tiempo, le estás dando lejos más estimulación que la que le darías solamente con el pene. Entonces
puedes descontar que con esto está muy excitada. Si hay dudas, verifica sus síntomas. Cada mujer es
única. Puedes tener una cuyos pezones se ponen duros cuando se excita o solamente cuando está teniendo
un orgasmo. Tu chica podría ruborizarse o comenzar a temblar. Aprende a conocer sus síntomas y serás
un amante más sensible y perceptivo.
Cuando ella comienza a tener un orgasmo, por dios, no te vayas de ese clítoris. Permanece allí cuanto
dure. Cuando ella comience a salir del primer orgasmo, presiona tu lengua a lo largo de la parte inferior
del clítoris, dejando tus labios cubriendo la parte superior. Mueve tu lengua adentro y afuera de su vulva.
Si tus dedos están adentro, muévelos también un poco, pero suavemente, las cosas ahora son
extremadamente sensibles.

Si juegas bien tus cartas, obtendrás algunos orgasmos múltiples de esta manera. La mujer permanece
excitada toda una hora después de haber tenido un orgasmo. ¿Te das cuenta todo el impacto de esa
información? ¿El potencial? Una mujer fue cronometrada con 56 orgasmos en una sesión. ¿Sabes qué
efecto podrías tener sobre una mujer a la que dieras 56 orgasmos? Sería tuya tanto como quisieras.

¡Algunas mujeres gustan de haber sido frotadas y penetradas por su parte anal con sus dedos mientras
están siendo chupadas!

El último consejo que tengo para ti es éste: Después que la hayas hecho alcanzar el clímax, hazla tu
esclava dándole la mejor cabeza que jamás haya tenido, no la dejes sola justo ahora. Háblale, acaricia su
cuerpo, mima sus pechos. Mantente haciéndole el amor calladamente hasta que calme toda su excitación.
El hombre puede acabar y ponerse a dormir en un suspiro y no sentir remordimiento, ningún sentido de
pérdida. Pero la mujer por naturaleza requiere algo de afectividad de su amante en esos primeros minutos
después del sexo.

El sexo oral puede ser una de las más excitantes experiencias sexuales que puedas tener. Pero lo que vale
es lo que haces. Tómate tu tiempo, practica a menudo, presta atención a las indicaciones de tu amante, y
principalmente, disfrútense.

Masaje del Clítoris


Técnicas Básicas
  El masaje del clítoris es una técnica excelente para tener a mano al hacer el amor a una mujer. Mientras
que la mayoría de las parejas posiblemente se ocupen de pequeños engaños a la vulva y el clítoris previo
al coito, pocos considerarían constituirlo en la principal actividad. Si realmente quieres impresionar a tu
compañera, considera hacerla el centro de atención haciéndole el masaje del clítoris.

El masaje del clítoris puede ser empleado por parejas con discapacidades físicas temporarias y
permanentes. Las embarazadas pueden experimentar un incremento en su deseo sexual y orgasmo pero se
encuentran a sí mismas incapaces de realizar el coito vaginal. Las parejas con parálisis pueden no poder
llevar a cabo los movimientos físicos requeridos para el coito. Los hombres impotentes pueden desear dar
a sus parejas placer sexual y orgasmo. Es importante darse cuenta de que el sexo puede existir en ausencia
de erección y coito.

El primer requisito para el masaje del clítoris es saber adónde está el clítoris de tu compañera, cómo se ve
y cómo se siente cuando está fláccido y erecto. El único modo de aprender estas cosas es ir explorando.
Con las luces encendidas, ten a tu pareja desvestida, ella puede querer usar una remera cómoda. Ella
entonces debe acostarse, sentarse en una silla, o en la cama contra algunas almohadas ubicadas en la
cabecera. Asegúrate de tener fácil acceso a su vulva, pero también de que esté cómoda. Siéntate o
arrodíllate para estar enfrentándola, usualmente a un lado. Si ella está sentada en una silla o en el extremo
de la cama, puedes sentarte en una silla o de rodillas en el piso. Puedes también sentarla en tu falda,
estando ambos mirando en la misma dirección. Necesitas tener el sujeto a mano. También ten cerca un
luz, o una linterna, para iluminar su vulva como para poder ver todo claramente. También debes tener
disponible un pequeño espejo de mano o de pie para que tu pareja también pueda ver su vulva y clítoris, y
lo que están haciendo.

Comienza examinando su vulva como se ve normalmente, con sus labios mayores en reposo. Suavemente
examina todo con tus dedos. Acaricia y aprieta. Nota la suavidad de su piel y vello púbico. Si tu pareja
tiene mucho vello, puedes cortarlo cuidadosamente un poco con tijeras. No hay necesidad de depilar la
zona púbica. Entonces abre suavemente los labios mayores con tus dedos, examina lo que queda adentro.
Identifica sus labios menores, su clítoris, y sus orificios urinal y vaginal. Ella puede ayudarte
manteniendo sus labios mayores abiertos con una o ambas manos.

Si no puedes identificar su clítoris, pregúntale si sabe dónde está, y que te lo identifique. Debido a las
amplias diferencias en la estructura genital, algunas estructuras individuales pueden no ser
inmediatamente identificables. Algunas mujeres pueden no tener labios menores, o sólo uno. Un clítoris
bien desarrollado es fácil de ver, pero algunos son tan pequeños y están tan ocultos que la mujer
solamente puede ubicarlo sabiendo dónde es más sensible al tacto, donde se frota cuando se masturba. Si
ambos tienen problemas en localizar el clítoris, miren las ilustraciones en las páginas Anatomía.
Una vez localizado el clítoris, trata de identificar todas sus diferentes partes: columna\cuerpo, glande, y
capuchón\prepucio. Dependiendo del tamaño y tirantez de su capuchón puedes no poder retraerlo lo
suficiente como para dejar expuesto el glande. Si éste es el caso, puedes poder sentirlo debajo de su
capuchón. Si su glande es demasiado pequeño, puedes detectar el cuerpo de su clítoris cuando está erecto
pero no el glande mismo. Algunos cuerpos de clítoris son muy delgados y difíciles de detectar. En este
caso solamente puedes poder identificarlo cuando lo sientes volverse erecto entre las puntas de tus dedos.
Ella puede decirte cuándo has tocado su glande en la punta de tus dedos si no puedes sentirlo. Sé muy
cuidadoso al examinar su clítoris. Muchos son extremadamente sensibles.

El próximo paso para principiantes, o como precalentamiento para experimentados, es que tu pareja se
masturbe hasta el orgasmo. Ella debe ir lentamente al comienzo, demostrando sus diferentes toques,
presión aplicada, y frecuencia. Esto es para que puedas obtener la comprensión de lo que le gusta y a lo
que más responde. Te tomará mucha práctica y sesiones repetidas de masturbación para volverte tan
bueno masturbándola como lo es ella, y aún así puedes no ser jamás tan bueno como ella. Masturbarla
hasta el orgasmo antes de que comiences el masaje te ayuda a predisponerla de ánimo y hace que
responda a más estimulación sexual adicional. Algunas mujeres encuentran sus genitales muy sensibles
después del orgasmo, así que puedes necesitar masajear suavemente otras áreas de su cuerpo, pechos y
muslos, por varios minutos antes de empezar el masaje del clítoris. Algunas mujeres solamente pueden
tener 1 orgasmo en el comienzo, entonces ve lentamente y sólo intenta hacerla sentir bien si descubres
que este es el caso de tu pareja. Si es poco entusiasta en masturbarse en tu presencia, esto está
perfectamente bien, no es un requisito hacerlo. Sugiérelo, pero no la presiones a que lo haga.

Para las mujeres que leen esto, estén seguras de que masturbarse delante de sus parejas es perfectamente
normal, muchas mujeres lo hacen. La masturbación no es únicamente un acto en soledad. Las mujeres son
muy hermosas cuando se masturban y comparten sus orgasmos con sus parejas. No puedes hacerlo mal o
hacer el papel de tonta. No perderás nada de la intimidad que experimentas cuando te masturbas sola.
Pienso que la mayoría de la gente sabe que sus parejas se masturban, así que no lo vas a impactar al
admitirlo, ellos probablemente también lo hacen. Si mantienes contacto visual con tu pareja mientras te
masturbas pienso que volarás con la experiencia.

Tú sabes dónde está su clítoris, ahora te preguntas ¿y ahora qué? Bien, primeramente debo mencionar a la
sensibilidad del clítoris y la posible necesidad de lubricación adicional. La sensibilidad del clítoris de la
mujer varía mucho de una a otra. Algunas sienten dolor si se les toca directamente, otras no lo encuentran
sensible en absoluto. Algunas pueden requerir un muy ligero toque al principio pero necesitan un toque
más firme cuanto más se aproximan al orgasmo. Por consiguiente lo mejor es comenzar con un toque
muy suave, e ir incrementando lentamente la cantidad de presión en la medida que la ves excitarse.
Observa los movimientos de su cuerpo y escucha los ruidos que hace para ver si estás aplicando
demasiada presión o no la suficiente. Sé cuidadoso(a), casi nunca quieras apretar mucho el clítoris, quizá
firmemente, pero casi nunca agresivamente. Pocas mujeres disfrutan siendo apretadas en el momento del
orgasmo, pero háblale sobre ésto antes de intentarlo realmente. Ella puede ver las estrellas, o darte una
bofetada.

Dependiendo de la sensibilidad del clítoris de tu pareja y de la cantidad de lubricación natural, puedes


necesitar aplicar lubricación adicional antes de comenzar con el masaje. Prueba sin lubricante al
comienzo, pero si ella te saca o te avisa que es muy sensible, o no siente nada, aplica una generosa capa
de lubricación a toda su vulva. Usa sólo lubricantes de base acuosa como la gelatina K-Y (K-Y Jelly). (El
uso de lubricantes de base grasa como la vaselina pueden originar una infección.) La primera vez que
pruebas el masaje del clítoris ten lubricación a mano por si es necesaria. Casi nunca le toques su glande
directamente sin lubricar tu(s) dedo(s) (esto nunca debe ser parte del masaje.) Puedes también considerar
el uso de guantes de goma o látex. Esto hará a tus dedos muy resbaladizos, lo cual resultará conveniente si
el clítoris de tu pareja es extremadamente sensible, o si tienes los dedos ásperos. Los guantes también son
convenientes si insertas tu(s) dedo(s) en su vagina durante el masaje, porque las uñas pueden lastimar las
paredes de la vagina. Casi todas las farmacias tienen guantes de goma o látex.

Un comentario sobre dar masajes, del clítoris o de cualquier otra clase. Siempre mantén el contacto físico
con la persona que está recibiéndolo una vez comenzado. Es muy destructivo quebrar la unión que se
genera si retiras ambas manos de su cuerpo a la vez, y colocarlas nuevamente puede ser algo chocante.
Con práctica puedes advertir la energía sexual que fluye entre tú y tu pareja. Suena raro, pero es verdad.
Ten todo cuanto necesitas al alcance de tu otra mano. También es una buena idea tocar su rodilla, y
después deslizar tu mano por la parte interior del muslo, hasta finalmente su vulva, como para no penetrar
su espacio personal demasiado rápido. Colocar tu mano fría directamente sobre su vulva puede ser
chocante y arruinar el clima. Entibia cualquier lubricante que puedas usar antes de aplicarlo a su vulva.

Le masajearás su clítoris usando 1, 2, o 3 dedos. El tamaño y prominencia de su clítoris determinará


cuántos dedos debes usar. Si puedes ubicar y sentir su cuerpo clitoral con tus dedos, usa el pulgar y el
índice. Si tiene un clítoris bien desarrollado puedes usar tu pulgar, tu índice, y el mayor. Si no puedes
tomar el cuerpo y glande porque es pequeño o está oculto, usa sólo la punta de tu dedo índice.

 Si puedes tomar su clítoris con dos o tres dedos harás lo siguiente. Muy suavemente toma el cuerpo del
clítoris con tus dedos pulgar e índice. Desliza delicadamente el tejido flojo que lo cubre alrededor,
primero hacia atrás y adelante, sintiendo la forma y firmeza de su clítoris. Determina cuánto se desliza el
tejido a lo largo del cuerpo de su clítoris. Al principio en lo posible, no tomes su glande, si su clítoris es
pequeño no podrás evitarlo. Al deslizar tus dedos hacia atrás y adelante, el capuchón también debe
deslizarse hacia atrás y hacia adelante, estimulando su glande. Ve despacio, observa las indicaciones de tu
pareja como si está disfrutando lo que haces. Intenta mantener el contacto visual con ella en lo posible, o
tanto como sea posible. Si no puedes hablar por medio del cuerpo, entonces pregúntale si lo que haces se
siente bien. Pregúntale si debes ir más lento o más rápido, o aplicar un toque más firme o más suave. Si
ella no lo sabe, simplemente experimenten.

Si no puedes agarrar su clítoris, ubica la punta de tu dedo índice sobre la punta de su cuerpo clitoral o de
su capuchón. La experiencia te dirá cuál es más sensible. Mueve suavemente el tejido debajo de tu dedo
en pequeños círculos, o hacia atrás y adelante para estimular su clítoris. Es de esperar que sientas las
estructuras firmes de su clítoris debajo de la punta de tu dedo cuando ella está excitada y erecta, aún si su
clítoris es realmente pequeño y se halla oculto.

A continuación frota suavemente su clítoris. Si ella disfruta de lo que estás haciendo simplemente
continúa haciéndolo. Al excitarse más y más, incrementa lenta y suavemente la cantidad de presión que
aplicas, pero sé suave siempre. También puedes variar la velocidad de tus caricias, muy lenta al
comienzo, posiblemente más rápido al acercarse al orgasmo. Tus dedos siempre deben estar agarrando la
piel floja que cubre al cuerpo del clítoris, haciendo que se deslice hacia atrás y adelante a lo largo del
clítoris. Continúa hasta que llegue al orgasmo. Tan pronto como tenga el orgasmo cambia a un toque muy
muy suave, por ser su clítoris (posiblemente) muy sensible. Después de un par de minutos puedes
comenzar de nuevo o detenerte. Jamás detengas el masaje abruptamente al menos que ella te avise que es
demasiado sensible al toque, en cuyo caso acaricia su vulva o labios menores por algunos minutos. La
idea es mantener el contacto físico después de alcanzado el orgasmo.

Ella puede experimentar el orgasmo rápida y fácilmente, pero esto puede no ser siempre el caso. Toma
práctica y tiempo a ambos alcanzar la destreza con esta técnica. Puedes limitar los períodos de masaje a
15-20 minutos si no alcanza el orgasmo inicialmente. Hazla sentirse bien, pero no irrites su clítoris o te
esfuerces. Ambos necesitan estar relajados. Si tu pareja está realmente disfrutándose pero no experimenta
el orgasmo en 15-20 minutos, puedes continuar el masaje por otros 10-25 minutos, siempre que ambos
estén cómodos. Ten cuidado de no convertir esto en un acto tedioso, si alguno de los dos se pone
incómodo o frustrado arruinará el momento y el vínculo sexual necesario para que sea una experiencia
agradable para ambos. Si ella no experimenta el orgasmo y está muy excitada, cambiar a una actividad
sexual que conozcan resultará en orgasmo. Si ella sólo puede alcanzar el orgasmo masturbándose,
permítele hacerlo, aún si deben irse de la habitación. Si ella es feliz sólo con mimos, también está bien.

Durante el masaje puede ser necesario para la mujer fantasear sobre algo sexual. Puede ser mejor si
durante el masaje ella no piensa en el masaje mismo. Si ella encuentra que debe fantasear, debe tratar de
tener la misma fantasía que tiene al masturbarse sola. Probablemente necesitará cerrar sus ojos para esto,
porque la presencia de su pareja puede distraerla. Esto será más fácil de hacer si el masaje se siente
placentero, si no ella debe guiar a su pareja hasta que ésta descubra una técnica que funcione para ella.

Dependiendo de la sensibilidad de su glande puedes estimularlo directamente, o indirectamente a través


del capuchón. Si éste cubre su glande, puedes tomarlo suavemente a través del capuchón con tus dedos
pulgar e índice. Algunas tienen un glande que está siempre parcial o totalmente expuesto. Dependiendo
de su sensibilidad, puedes aplicar la punta de tu dedo directamente sobre el glande, deslizándolo a través
de la superficie, usando un toque muy suave y mucha lubricación. Si el capuchón no cubre el glande,
masajear el cuerpo del clítoris agarrando el tejido suelto allí puede no proveer la suficiente estimulación
al glande, en este caso prueba la estimulación directa. Algunas mujeres no pueden retraer su capuchón
para exponer el glande, pero si ubicas tu dedo en la abertura de su capuchón y masajeas el glande, puede
experimentar gran estimulación.  

Puedes dar un masaje vaginal mientras estás dando el masaje del clítoris. Mientras una mano estimula su
clítoris, la otra puede usarse para estimular su vagina. Insertando tu dedo en su vagina, y estimulando la
parte superior de su pared vaginal, apuntando tu dedo hacia el hueso púbico, puedes estimular el punto G,
esponja uretral. El movimiento del dedo para estimular el punto g es similar al movimiento cuando se
indica a una persona a través de la habitación que quieres que venga, la palma de tu mano hacia arriba,
creando un gancho con tu dedo índice. Esto puede producir orgasmos muy fuertes e intensas
eyaculaciones de fluido de la uretra. Puedes explorar la vagina y ubicar áreas sensibles a la estimulación
digital, o ella simplemente puede disfrutar la sensación de que algo está en su vagina, moviéndose muy
lento, o nada. Puedes insertar más de un dedo dependiendo de su flexibilidad y deseo de ser llenada.
Puedes también insertar toda tu mano en su vagina, "fisting" (puño), lo cual puede resultar en una
respuesta sexual muy fuerte. Esto es mucho más fácil para parejas mujeres al tener usualmente manos
más pequeñas. El "fisting" es una técnica avanzada que toma mucha práctica y sensibilidad.

Puedes también incorporar masaje anal. Inicialmente esto conlleva masajear la parte exterior del ano, sin
penetración. Algunas mujeres tienen más respuesta al masaje anal que al vaginal, o encuentran a la
combinación muy intensa y deleitable. Después de masajear su ano por varios minutos puedes insertar la
punta de un dedo, moviéndolo lentamente hacia adentro y hacia afuera. Después que su ano se ha relajado
puedes insertar todo tu dedo, y entonces emplear más dedos si ella lo desea. Un dedo que se usa para
estimular el ano nunca debe ser usado después para estimular su vulva y vagina debido a las bacterias
presentes en el recto. El uso de guantes de goma o látex te permitirá permutarlos, cambiando de guante
antes de cambiar de ano a vulva. Vean la página en Coito Anal para más información.

Un buen modo de arrancar un masaje del clítoris es dando un masaje a todo el cuerpo. Esto ayudará a
estimular y activar los nervios del cuerpo y ayudará a ambos miembros de la pareja a relajarse. Usa
solamente un toque liviano y resbalante para esta clase de masaje. Presiona ligeramente con la palma de
tu mano, amoldando tus dedos a la forma de su cuerpo. No aprietes nunca, algo que la mayoría hace
mientras da masajes. Si encuentras un área de contractura, aplica muy poca presión moviendo tu(s)
mano(s) en un movimiento circular o hacia atrás y adelante. Puedes disipar la contractura lenta y
suavemente, pero no gastes mucho tiempo tratando de liberar contracturas durante un masaje erótico.
Comienza por la espalda, la cabeza, y sigue haciéndolo hacia los pies, hazla dar vuelta y hazlo de frente,
desde sus pies hacia arriba, nunca rompas el contacto físico. No des masajes a sus pechos o genitales
hasta lo último. Después de masajear su cabeza y músculos faciales, prosigue hacia su vulva,
deteniéndote en sus pechos y pezones en el camino. Entonces comienza con el masaje del clítoris. Para el
masaje enciende la calefacción y pon alguna música relajante. Si se quedara dormida indica que ella está
cansada y necesita recargarse. Déjala tomar una siesta o dormir toda la noche. Si esto ocurre un viernes o
un sábado a la noche, continúa el masaje a la mañana siguiente.

Lo que he presentado aquí son guías básicas para ayudar a una pareja a iniciarse en el masaje del clítoris.
El objeto de este masaje es hacer de su clítoris el centro de atención. Puesto que el clítoris es más
probablemente su órgano sexual primario, además de su mente, la mujer encontrará este acto sexual muy
conducente al placer sexual y al orgasmo. Debido a que los cuerpos y maquillaje mental de las mujeres
varían mucho es imposible para mí explicar el "cómo" para cada pareja. El único modo seguro de
representarse cómo dar y recibir un masaje clitoral es a través de mentes abiertas y práctica. He tenido
mujeres respondiendo muy favorablemente a esta técnica en unos pocos minutos, pero esta forma puede
no ser el caso para todas. La práctica lo hace perfecto.

También podría gustarte