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A QUIEN PUEDA INTERESAR

“La Carta que cambiará la Historia”

Yo Ahonnis Grisales Castro. Por medio de la presente, me permito hacer


algunas aclaraciones, para bien de la Gran Causa por la cual estamos
trabajando. No lo había hecho antes, porque no lo consideraba necesario.
Pero en vista de la distorsión de la realidad en estos momentos, y de los falsos
rumores que emiten algunas fuentes de información, por el bien del Pueblo
Gnóstico, aclaro, manifiesto y expongo en nombre de la verdad, lo siguiente:
Durante mis años de trabajo como misionero gnóstico al lado del V.M.
Lakhsmi Daimon, jamás hubo ninguna desavenencia que desarmonizara
nuestra relación de Maestro a Discípulo.
Jamás recibí de su parte, ninguna amonestación que me aislara de la
Misión o de la Institución.
Jamás le pedí ningún cargo ni eclesiástico ni institucional. Mi sentir fue
siempre ser útil en la Misión o Misiones que Él, a su juicio me encomendase.
Las responsabilidades como Misionero, Sacerdote Instructor, Obispo,
fue el V.M. Lakhsmi Daimon quién me las otorgó a su propio juicio y criterio.
Antes de su retiro físico, varios hermanos dignatarios de la Sagrada
Institución que el V.M. Lakhsmi fundó, juramos ante el Ara Sacra cumplir
fielmente con su Legado y Ordenamiento Institucional que Él elaborara y
dejara establecido para continuar guiando al Pueblo Gnóstico, después de su
retiro.
Al retirarse físicamente el Venerable Maestro Lakhsmi Daimon, su
Ordenamiento Institucional, no fue aplicado fielmente en todas sus partes,
y la gran mayoría de los hermanos del Consejo Ejecutivo Internacional y
muchos hermanos del Cuerpo Colegiado, así lo sabían, lo comentaban y en
el fondo sentían un malestar de inconformidad. No se la opinión de los
Venerable Hermanos del Consejo Asesor, sin embargo, ellos con su silencio,
tampoco sentaron una posición correctiva en el momento preciso.
Cuando el Coordinador nos pidió que todo el Consejo Ejecutivo
Internacional deberíamos actuar como un sólido cuerpo, en donde si
incurríamos en una equivocación o algún error, que todos estuviésemos
siempre unidos, para cuidar y mantener la imagen ante al Pueblo Gnóstico.
Aun recuerdo con plena claridad mi respuesta en aquella reunión. Dije: “Si
es que aquí, en estas reuniones, nos vamos a poner de acuerdo, para mentirle al
Pueblo Gnóstico, no estoy de acuerdo”…
Día tras día notábamos que el ideal del V.M. Lakhsmi, en su parte
original se iba perdiendo y jamás se mencionaba mucho menos se tomaba en
cuenta. Este fue el motivo por el cual hicimos una transcripción de la
grabación en donde el Venerable Maestro Lakhsmi Daimon, explicaba
ampliamente la manera de aplicar el Ordenamiento Institucional y Doctrinal
que el dejaría como fundamento originario para la guiatura del Pueblo
Gnóstico. Esta transcripción se la hicimos llegar a todos los Vicarios, a los
hermanos del Consejo Ejecutivo Internacional y al Consejo Asesor.
Esta acción nuestra, género gran malestar en muchos hermanos, y desde
ese mismo momento nos calificaron de traidores, y poco a poco fuimos
aislados de la Misión. Argumentando el hermano Juan Capasso, que el V.M.
Lakhsmi Daimon, le había dado en privado a él la consigna especial y expresa
que Ahonnis Grisales Castro, fuese retirado tanto del Consejo Ejecutivo
Internacional como de la Institución.
Esta posición y aseveración del Sr Juan Capasso, la consulté con todos
los hermanos del Consejo Ejecutivo Internacional y con los venerables
hermanos del Consejo Asesor, y para mi sorpresa, ninguno de ellos estaba
enterado de tal consigna.
Conociendo yo, como conocí al Venerable Maestro, en su manera de
confrontar situaciones de orden y de disciplina con sus discípulos, pongo en
duda lo expuesto por el Sr Juan Capasso.
El Venerable Maestro siempre actuaba de manera frontal y directa.
Cuando tenía que recriminar a alguien o llamar la atención a un hermano, él
no tenía ningún problema en decirle la verdad a quien fuese, sin utilizar ni
emplear a personas como “razoneros” o “recaderos” de ninguna especie.
Fue así, como sucedió todo. Por no entorpecer el actuar del CEI, decidí
asumir una actitud pasiva. La que aun mantengo y mantendré.
Soy estudiante gnóstico pleno. Practico la Gnosis. La Gnosis como
Conocimiento Divino no es propiedad de nadie, ni de ninguna Institución.
Ninguna persona tiene autoridad moral para definir o dictaminar quien
es gnóstico y quien no lo es.
Ser estudiante gnóstico, no es portar un carnet en el bolsillo que lo
acredite como integrante de una organización.
Lamento la patética manera de interpretación de la expresión: “Ser
Gnóstico” que hace el Sr. Juan Capasso.
Me viene a la memoria en estos momentos, aquel día 19 de Diciembre
del año 2003, en la Granja el Sinaí, cuando el Venerable Maestro Lakhsmi
Daimon, nos explicaba la aplicación del Ordenamiento Institucional. Aquel
día el hermano Gerardo Sánchez, le hizo una interesante pregunta al
Venerable Maestro, diciéndole: “Maestro, siento un gran malestar y
preocupación…”. El maestro le respondió: “Yo, también siento una gran
preocupación…”. El hermano Gerardo Sánchez, pregunta de nuevo: “Maestro,
que pasaría si ese Coordinador se tuerce?...”. El Venerable Maestro, le respondió
enfáticamente: “Si se llegase a torcer el Coordinador, entonces se deberán reunir
quienes estén claros de este orden, y lo cambiarán”
En nombre de la Verdad y del Orden, diré: “desde el mismo momento que
el Coordinador del CEI, no cumplió con lo expuesto en el Ordenamiento
Institucional y haciendo caso omiso lo engavetó, sepultándolo en el olvido, desde
ese mismo momento se torció”.
Para nadie es un secreto que hoy día, casi a nueve años de haberse
retirado físicamente el Venerable Maestro Lakhsmi Daimon, la inmensa
mayoría del Pueblo Gnóstico, desconoce el Ordenamiento Institucional y
Doctrinal y su explicación a profundidad tal como lo diese a conocer el
Venerable Maestro Lakhsmi Daimon antes de su retiro físico.
Fue una recomendación y un clamor del Venerable Maestro Lakhsmi
Daimon, que una vez él se retirase, se convocara un Congreso y se explicara
a fondo este Orden Institucional y Doctrinal.
Es cierto que todo esto se hizo de manera empírica, cambiando,
modificando y anexando criterios de conveniencia y usufructo personal.
Pero… ¡Esto ya es pasado y es historia!...
Ubicándonos en el aquí y en el ahora…
No tengo ninguna relación con la Institución dirigida por el CEI.
Desconozco la razón o motivos por los que el Sr Juan Capasso Pinto,
emite comentarios sobre mi persona.
Sin embargo y entre paréntesis, “agradezco su esmero y propósito para
hacerme famoso. Le agradezco la publicidad y le pido de todo corazón que lo siga
haciendo. Sería para este servidor, un alto honor que alguien escriba sobre mí”.
“Cuando los Perros ladran, es porque vamos Caminando”, lo dice Cervantes,
en Don Quijote.
No tengo ninguna incumbencia ni injerencia en el CEI.
No me interesan sus actuaciones, las respeto, como se debe respetar a
cualquiera, más no comparto muchas de ellas.
Al fin y al cabo, cada quien dará cuenta de sus hechos. No soy juez de
nadie, y jamás pretenderé serlo.
No le estoy haciendo proselitismo a ningún Bodisattwa.
No estoy buscando gente para ninguna institución.
No estoy convenciendo a nadie para que se salga de una institución y se
afilie a otra.
Ninguna institución regenera a nadie, ni salva a nadie.
Lo que sí es cierto y es verdad, es que el poder institucional mal
encausado puede convertirse en un medio infalible para manipular y
explotar psicológicamente y económicamente a un pueblo.
Respeto y venero a todos los Venerables Maestros.
No poseo medios para determinar quién es un maestro falso.
Sabemos con exactitud consciente, que toda persona tiene su Ser, su
Maestro Interno.
Sabemos que uno de los objetivos de la Gnosis, es llegar al Ser.
“Por sus frutos, les conoceréis” dice un proverbio.
Sabemos que la Gnosis, es para que cada quien busque a su “Yo Soy”, el
Ser y se una con Él.
Hemos comprendido, que no se debe perder miserablemente el tiempo
calificando o descalificando a otros.
El tiempo hay que aprovecharlo decididamente en nuestro trabajo
psicológico.
Buscando en nuestro interior concientivo, las técnicas para
autocorregirnos de momento en momento.
Somos fieles discípulos del Venerable Maestros Samael Aun Weor,
porque estamos y estaremos siempre viviendo y aplicando en nuestra vida y
según nuestro nivel de conciencia, su Enseñanza y su Doctrina, para llegar
algún día a ser discípulos auténticos del Cristo y ayudarle en su Obra.
Somos y seremos por siempre, fieles discípulos del Venerable Maestro
Lakhsmi Daimon, cuya Enseñanza y Doctrina llevamos como estandarte
supremo en nuestra vida, cuya consigna y legado conservaremos en nuestro
corazón por los siglos de los siglos.
Al Venerable Maestro Lakhsmi Daimon, le hicimos un juramento y
sabiamente nos asignó una gran responsabilidad, la cual le cumpliremos. El
día que termine nuestra existencia, ante la Bendita Ley Suprema Le diré:
“Venerable Maestro, hice lo que pude en loor de la misión encomendada”.
El CEI no es la Gnosis, ni es el poder que juzga o condena a vivos y a
muertos.
Mi función como Sacerdote Instructor, no me la otorgó o asignó el Sr
Juan Capasso, ni el CEI.
Todas las Instituciones Gnósticas que trabajen bajo los auspicios del
Avatara de Acuario, sin cambiar, ni tergiversar su Enseñanza y Doctrina,
tienen el aval de La Santa Iglesia Gnóstica de los Mundo Superiores y de La
Venerable Logia Blanca.
La Grita, Estado Táchira, Venezuela, 5 de Julio de 2014

Paz Inverencial

Ahonnis Grisales Castro


Sacerdote Instructor.
Email: aom1356@hotmail.com

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