Está en la página 1de 4

SU PRESENCIA ME MANTIENE DE PIE

LA ROSA Y EL SAPO
Cuenta que esta era una rosa roja y todo el mundo  comentaba que no

había flor más bella que esa en el jardín. La rosa se emocionaba cuando la

halagaban. Sin embargo, quería que la vieran más de cerca y no entendía por

qué todos la observaban a distancia.

Un día notó que a sus pies siempre estaba un enorme y oscuro sapo. En

verdad no tenía nada de guapo, con su color opaco y sus feas manchas.

Además, sus ojos eran demasiado saltones y asustaba a cualquiera. La rosa

comprendió que la gente no se acercaba debido a ese animal.

De inmediato, le ordenó al sapo que se marchara. ¿No se daba cuenta de

que le daba mala imagen? El sapo, muy humilde y obediente, aceptó de

inmediato. No quería incomodarla y entonces se marchó lejos.

A los pocos días, la rosa comenzó a deteriorarse. Sus hojas y sus pétalos

empezaron a caerse. Ya nadie quería mirarla. Pasaba una lagartija cerca y vio

a la rosa llorando. Le preguntó qué le pasaba y ella contestó que las hormigas

estaban acabando con ella. Entonces la lagartija dijo lo que la rosa ya

sabía: “Era el sapo quien se comía las hormigas y  te mantenía bella ”.

Sapo: simboliza fertilidad, curación, limpieza.


Salmo 73:27-28 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás
a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el
bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.

Hoy tal vez te sientes como esta rosa, marchitada, triste, llorando, afligida por

muchas situaciones que estas pasando, por cosas que ignorabas, o

simplemente por malas decisiones o necedad de nosotros mismos, y es

probablemente porque nos hemos alejado de DIOS, o aun no nos hemos

acercado, Y es que EL constantemente nos llama, pero también no olvidemos

que es un padre amoroso y respetuoso, toca a la puerta y si le abres EL

entrara.

Apocalipsis 3:20 (DHH) Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi

voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos.

Esta historia nos recuerda que DIOS siempre estará con nosotros, cuidando de

que nada nos haga daño, al contrario, pone todo lo necesario para que

sigamos floreciendo.

En muchas ocasiones nosotros mismos somos los que evitamos a DIOS o nos

alejamos de EL, no queremos que entre en “nuestros asuntos”, sin darnos

cuenta que es por El que estamos de pie, y que cada cada día tenemos una

nueva oportunidad.

Él es necesario en mi vida
Juan 15:5 (DHH) Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece

unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes

hacer nada.

La palabra es clara, alejados de El nada podemos hacer, y podrás decir que si,

que has logrado muchas cosas sin necesidad de buscarlo, pero su gracia y

misericordia lo que te ha mantenido a salvo.

Ahora piensa de todos esos logros que a permanecido, cuanto tiempo duro la

emoción, y los halagos.

Volvamos a la historia de la “rosa y el Sapo”, tal vez o en alguna ocasión has

buscado la aceptación y los halagos de la gente por lo que ven fuera de ti,

pero te has preocupado poco por tu interior.

Y es que si, la gente quiere ver para creer y es muy difícil que alguien se

acerca a observar tu interior, pero si hay alguien que esta interesado en

fortalecerte, limpiarte, abonarte, curarte, ese es DIOS. SI tu espíritu esta

conectado al suyo, tanto tu interior como tu exterior reflejara la luz y la belleza

de su gloria.

El destruye lo que intenta destruirme


Nos podrá parecer extraño la forma en que DIOS nos cuida, la forma en que

nos ama, y la forma en que busca que seamos mejores, como el sapo, es un

animal poco agraciado y llega a ser asqueroso, pero su función es dar

fertilidad, llámale pruebas, obstáculos, perdida de amistades, qué hablen de ti ,

pero al final eso te estará abonando y estará haciendo que todo lo que te

pueda destruir (como las hormigas a la flor) sea destruido. Pero para que eso

suceda es necesario aceptar al sapo, aceptar que necesitamos de EL, de su

palabra, de su amor.
Salmos 73:21-26 Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía
punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de
ti. Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha. Me has
guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.  ¿A quién tengo yo en
los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.  Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la
roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

Hoy es el día bueno parar reconocer que sin EL nada somos, no despreciemos su
palabra, no lo alejemos de nosotros, antes tal vez no entendíamos o se nos había
olvidado que la roca donde hay que edificar es CRISTO JESUS.

Hebreos 4:7 (DHH) Por eso, Dios ha vuelto a señalar un día, un nuevo 'hoy', y lo
ha hecho hablándonos por medio de lo que, mucho tiempo después, David dijo en
la Escritura y a mencionada: 'Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no
endurezcan su corazón.

Llamado
Padre hoy reconozco que muchas veces te he evitado, te he alejado de mi,

pensando en que no te necesito en mi vida, que he buscado en lugares

incorrectos, y me he creído autosuficiente, pero así también comprendo que

sin ti nada soy y nada puedo, que por ti puedo mantenerme de pie, por ello

quiero permanecer cerca de ti, que tú me llenes de tu espíritu.

También podría gustarte