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Las tortugas Galápagos, cuyo nombre científico es el de Geochelone

nigra, son las tortugas más grandes que existen (pesan más de 250
Kilos) y la más antigua debe tener más de 170 años.
Estas tortugas gigantes estuvieron distribuidas por todos los
continentes, excepto Australia y la Antártica, pero hoy en día solo
podemos encontrarlas en zonas delimitadas como las islas
oceánicas de Las Galápagos y en la isla Aldagra de las Saychelles.
Viven principalmente cerca de la costa sobre suelos cálidos y secos
de lava bañados por el Océano Pacífico.
Pueden alcanzar una longitud superior al metro y llegan a
sobrepasar los 250 kilos.
En Galápagos se han reconocido más de 15 subespecies de esta
tortuga, aunque a día de hoy solo sobreviven 11 y todas ellas en peligro de extinción como consecuencia de la
caza, la destrucción de su hábitat, etc.
Se tiene conocimiento de tortugas que han sobrevivido hasta 14 meses sin comida ni agua.

Las distintas subespecies de esta particular tortuga se diferencian en aspectos como la forma del caparazón, el
tamaño, la longitud del cuello o la longitud de las extremidades.
Comportamiento

Algunos individuos son sedentarios, mientras que a otros parece gustarles la idea de desplazarse, por lo que
exploran nuevos territorios. Sin embargo todas deben refugiarse en las horas, colocándose a la sombra de un
árbol, entre arbustos o sumergiéndose en pozas de agua lodosa, la que por cierto le quita los parásitos. En
ocasiones las tortugas estiran su cuello y sus extremidades, en una pose que llama a los pájaros a acercarse y
alimentarse de sus parásitos. Frente a cosas desconocidas, esta especie suele acercarse, oler y luego morder el
objeto de su interés.
Subespecies

Las características morfológicas del gran caparazón óseo de las tortugas de las Galápagos varían de acuerdo con el
ambiente de cada isla. Esta variabilidad permite subdividir la especie en las subespecies, listadas abajo, cada una
característica de una isla, o de una parte de ella. Esta diversidad morfológica fue reconocida por Charles Darwin,
durante a su visita al archipiélago en 1835, y le sirvió como uno de los argumentos para sustentar su teoría de la
evolución de las especies.
• Geochelone nigra becki
• Geochelone nigra microphyes
• Geochelone nigra vandemburghi
• Geochelone nigra guntheri
• Geochelone nigra vicina
• Geochelone nigra darwini
• Geochelone nigra porteri
• Geochelone nigra ephippium
• Geochelone nigra chatamensis
• Geochelone nigra hoodensis
• Geochelone nigra abingdoni

Dependiendo del hábitat en que habiten estas subespecies se pueden reconocer tres formas básicas en el
caparazón que se relacionan con el modo de vida de las tortugas. Un caparazón con forma de domo es
característico de las tortugas gigantes que habitan en ambientes húmedos, como en la Isla Santa Cruz o en
algunos volcanes de la Isla Isabela. Esta forma les permite desplazarse entre la densa vegetación sin quedar
atrapadas entre las ramas. Las tortugas de caparazón con forma de silla de montar pertenecen a hábitats
desérticos y con poca vegetación, además poseen una elevación en la parte frontal este, que les permite estirar el
cuello más que al resto de las tortugas y así alimentarse de las hojas altas de arbustos y de las pencas de los
cactus.

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