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LA VACA José Bernabé Brizuela Meraz

José Bernabé Brizuela Meraz, la Vaca, ha sido objetivo criminal en Colima durante la última
década, pero aún con sus arrestos y condena, volvió a las calles para aliarse a grupos criminales en
turno como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a quienes declaró la narcoguerra por
diferencias internas que han desatado la violencia en el estado a inicios de este año.

Fuentes de seguridad consultadas por Infobae México ratificaron que la Vaca, el Animal y/o la
Bestia, está libre desde principios de 2020, cuando un juez le concedió librar la sentencia obtenida
por la Procuraduría General de la República (PGR). A partir de esa fecha volvió a ser buscado por
las autoridades.

Los inicios de la Bestia

El primer dato de la entonces PGR indica que Brizuela Meraz se enfiló en el Cártel de Tijuana. Al
menos hasta 2010 era identificado en esa organización, cuando rondaba los 28 años de edad. No
se le vinculaba con otra organización aliada a los hermanos Arellano Félix.

Se conocía que es originario de Lázaro Cárdenas, Michoacán, estaba casado, medía 1.65 metros,
de piel morena clara. Ya había pasado tras las rejas del Cereso de Tijuana, Baja California, por una
orden cumplida en junio de 2002.

“Caucásico, labio grueso, boca mediana, oreja grande, ceja semipoblada y triangular, ojo chico de
color café oscuro, pelo corto, frente amplia, cara alargada, nariz chata”, se leía en su ficha criminal.

Para finales de la primera década sus zonas de operaciones se ubicaban en Colima, Michoacán y
Baja California. La PGR le atribuyó cargos por asociación delictuosa, secuestro, robo y asesinatos.
En 2008 le consignaron más homicidios, amenazas y coacción a través del juzgado primero de lo
penal.

En 2010, el Cártel Jalisco Nueva Generación comenzaba a consolidarse luego de que los Valencia
y/o los Cuinis, se apoderaran del disminuido Cártel del Milenio para poner al frente a Nemesio
Oseguera Cervantes, el Mencho. En esa época, según autoridades ministeriales, la Vaca se asentó
en Comala, Colima.

De estar preso en el norte del país se acercó a la región de donde salió. En febrero de 2010 había
sido identificado en discusiones y como responsable por el asesinato de Cristian Alejandro Ceja
Mayoral, joven de 21 años, así como lesiones por disparos de arma de fuego contra otro
adolescente de 17 de edad en la capital de Colima.

También se sabía que operaba con los nombres de José Bernabé Vaca Villarreal y/o Bernabé
Olvera López. El miembro del grupo criminal fue señalado de ser autor material del asesinato de
Gustavo Javier González de la Cruz, el Parral, y/o el Frijol en marzo de 2008 en la ciudad colimense.
Entre secuestros, extorsiones y levantones igual le adjudicaron las ejecuciones del Ventarrón en
2007, en un paradero de camiones; así como la muerte de los sujetos apodados el Jhonny y el de
la Rata en 2010, en el poblado de Joyitas de Villa de Álvarez. Así se afianzó como líder
delincuencial en la venta de drogas.

El jefe de plaza consolidado en Colima desde el Mezcalito

A finales de abril de 2011 fue arrestado nuevamente en la entidad colimense tras un operativo que
destacó en la prensa local y que encabezaron la Policía Federal como la Secretaría de Marina
Armada de México (Semar). Pero quedó libre en circunstancias que no fueron aclaradas pese a
nexos que le señalaban.

Mientras tanto, el CJNG pasaba de brazo armado ligado al Cártel de Sinaloa a grupo del crimen
transnacional. Cuando volvió a caer en manos de la justicia, la Vaca fue arrestado en el barrio del
Mezcalito junto con un par de policías locales que le protegían. Aún así, el caso no trascendió en
mayores consecuencias.

Del Cártel de Tijuana y con su historial de violencia en Colima pasó a operar para el Cártel de
Juárez. Con ello se convirtió en el encargado de coordinar embarques de droga en Manzanillo y en
el Puerto de Lázaro Cárdenas. Ascendió como jefe de plaza en las zonas relevantes para salida y
desembarque de cargamentos de drogas o precursores químicos.

Cuatro meses después, en agosto de 2011, la policía local aseguró en la misma colonia del
Mezcalito al hermano de la Vaca, Adrián Epitacio Brizuela Meraz, el Pistacho. El miembro del CJNG
fue vinculado con el asesinato y descuartizamiento de una trabajadora sexual que se relacionó con
un integrante de la banda rival. Ante ello, la mujer fue ejecutada por temor a que filtrara datos
que afectarían a la organización criminal.

Sin embargo, el Pistacho quedó en libertad, pues también fue detenido el 25 de julio de 2019 por
posesión de un arma de fuego tipo escuadra calibre 38 súper, Comander Colt, color negro, en el
centro de Colima. Alegó arresto arbitrario, golpes y aseguramiento en la casa de su tía, pero no fue
amparado contra la vinculación a proceso, aunque el juez le retiró la medida cautelar de prisión
preventiva oficiosa, según el expediente consultado por Infobae México.

El 23 de mayo de 2013, la Vaca fue recapturado de nueva cuenta. Informes de inteligencia militar
permitieron desplegar un operativo encubierto para arrestarlo en una casa de seguridad en el
centro de Comala. El domicilio estaba vigilado por cuatro escoltas armados con fusiles y
aditamentos lanzagranadas.

Según consignaron medios locales, en las acciones se incendió una habitación, porque una vela
encendida a la Santa Muerte cayó sobre una cobija, propagando el fuego. Brizuela Meraz
enfundaba una Beretta calibre 380, se identificó como líder delincuencial y ofreció cinco millones
de dólares para que lo dejaran ir.
Tras el enfrentamiento hubo dos vigilantes abatidos y tres uniformados con lesiones por los
impactos de arma de fuego. Equipos de comunicación, tres granadas y casi seis kilos de
metanfetaminas, así como la finca de dos millones y medio de pesos quedaron a disposición de las
autoridades.

La Vaca fue transportado a la Ciudad de México junto con quien se identificó como su esposa,
Lorena Sánchez Rodríguez, de 46 años; además de Tania Jezabel Maciel Pulido, de 20; y Humberto
Chavarría Gómez, de 18 años. Otros informes destacaron que para entonces estas personas ya
operaban como narcomenudistas del CJNG y fueron contratados en Tijuana.

La nueva libertad del narco condenado

Pasaron tres años de procesos judiciales y la entonces Subprocuraduría Especializada en


Investigación de Delincuencia Organizada informó que presentó datos de prueba contra José
Bernabé Brizuela Meraz y lograron condenarlo a 34 años de prisión y 785 días de multa el 28 de
octubre de 2016. Los cargos fueron por su pertenencia al llamado cártel de las cuatro letras.

Delincuencia organizada, posesión de armas y municiones de uso reservado a militares destacaron


en la sentencia presumida por la PGR. La mujer señalada como pareja del cabecilla recibió una
pena de ocho años y 135 días de multa por portar armamento de uso exclusivo a las Fuerzas
Armadas. Mientras que Maciel Pulido fue sentenciada a 11 años tras las rejas por los mismos
delitos, más nexos con narcotráfico.

El líder criminal fue internado en el penal de máxima seguridad del Altilplano, en el Estado de
México. Supuestamente, dentro de este centro carcelario fue amenazado de muerte por Miguel
Treviño Morales, el Z-40, líder de los Zetas, quien ha sido trasladado de diversas prisiones desde su
arresto en 2013, pasando por Chihuahua, Sonora, Oaxaca, Jalisco, Michoacán y Chiapas.

Al igual que rotaciones precautorias para otros narcos, la Vaca llegó al penal de Mengolí de
Morelos, en Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca. La noche del 22 de diciembre de 2019 fue dejado
en libertad, pero de inmediato se le cumplió una orden de arresto por asesinato y delitos contra
servidores públicos girada desde el juzgado de Primera Instancia Penal en Nuevo Laredo,
Tamaulipas.

Con el conocimiento del mandamiento judicial se ordenó que su traslado fuera encabezado por
elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) de Oaxaca, lo cual fue un error, pues se
trataba de un objetivo prioritario de alta peligrosidad del CJNG y quien, en dado caso, debía ser
resguardado por fuerzas federales como el Ejército, según fuentes ministeriales consultadas por
Infobae México.

Desde la sierra sur, el convoy debía transitar alrededor de dos horas sobre la carretera federal 175
para llegar al aeropuerto Internacional en la región de Valles Centrales. Efectivos estatales como
Policías de Investigación de Tamaulipas fueron interceptados cuando se desplazaban a la altura de
la colonia Vicente Guerrero, en el entronque que da a Zaachila, a las 15:15 horas del 23 de
diciembre de 2019.

Faltaban 15 minutos para llegar a la estación para apresurar el traslado con una aeronave. Se
suscitó una balacera donde perdió la vida el integrante de la AEI, Rafael Alecio Lugo Corrales. Un
agente de Tamaulipas también fue herido, así como otro hombre y una mujer.

No se supo de la Vaca hasta tres días más tarde, cuando sus familiares se manifestaron en la
Ciudad de México ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, con pancartas en la Puerta 1
de Palacio Nacional. Casi una veintena de personas, en su mayoría mujeres, pedían con cartulinas
que el mandatario interviniera para frenar el traslado y acusaron que se trataba de un atentado
contra el líder delictivo.

Ahí se reveló que Brizuela Meraz había sido amenazado por los Zetas y acusaron que la orden de
arresto desde Tamaulipas había sido girada con corruptelas y falsedades. Mientras tanto, se
desconocía el paradero del recluso, a quien un juez de Oaxaca terminó por otorgarle la libertad,
presuntamente, bajo el argumento de que se habían tardado en ponerlo a disposición de las
autoridades y sin importar que en su traslado hubo enfrentamientos que cobraron la vida de un
oficial.

La noticia de devolverlo a las calles trascendió casi un mes después del supuesto intento de
rescate del CJNG. Las fuentes de seguridad señalaron a este medio que desconocen si volvió a
Colima para seguir sus operaciones desde el estado o actualmente se encuentra dirigiendo a las
huestes fuera de la entidad. De lo único que hay certeza es que no cumplió la condena, está libre y
mantiene una disputa con sus antiguos aliados.

Narcoguerra del Cártel Independiente de Colima contra el CJNG

Autoridades de Colima identificaron que la riña del 25 de enero en el Cereso local derivó de la
ruptura del CJNG contra la facción de los Mezcales, cuyo bastión se localiza en la colonia
homónima. Ese día hubo 12 asesinatos vinculados con la delincuencia organizada en la entidad,
nueve de los cuales ocurrieron en el centro carcelario.

Transcurrieron casi dos semanas y la noche del 7 de febrero hubo dos ejecuciones, heridos y
balaceras contra casas en la capital como en Villa de Álvarez. Al día siguiente fueron desplegadas
las narcomantas que declaraban la guerra liderada por el Cártel Independiente de Colima al
mando de la Vaca.

Durante esa semana se recrudecieron las noches de terror, descuartizados, ejecuciones a pleno
día, en la noche o madrugada, lo mismo que balaceras y cierres de negocios y escuelas. Desde
entonces identificaron a los enemigos a vencer en el CJNG, los hermanos Aldrin Miguel Jarquín
Jarquín, el Chaparro y/o Chaparrito; además de José de Jesús Jarquín Jarquín, el R32.
Operadores de Brizuela Meraz señalaron que sus antiguos aliados ordenaron ejecutar a la
gobernadora Indira Vizcaíno, pero el Cártel Independiente de Colima no accedió para evitar
conflictos con las autoridades en un caso de esa magnitud. Aunque previnieron que si ocurría el
asesinato se buscaría culpar a sicarios de la Vaca.

En medio de las batallas constantes y la ola de terror arribaron más de mil 500 soldados, además
de centenas de agentes de la Semar y la Guardia Nacional para acumular 4 mil 500 efectivos de
seguridad. Pero la narcoguerra no cede, pues el nuevo grupo criminal prometió controlar el estado
y expulsar a los subordinados a Julio Alberto Castillo Rodríguez, Chorro, yerno del Mencho.

Un día antes de la última visita del presidente López Obrador para mostrar su respaldo a la
gobernadora de su partido, la Vaca y el Cártel Independiente de Colima volvieron a insistir en que
la batalla era contra el CJNG, sin embargo añadieron la supuesta muerte de su máximo líder,
Oseguera Cervantes.

El grupo delincuencial atribuyó que las cartas enviadas por el Mencho a sus lugartenientes ya no
son con la misma letra, tal como le llegaban a José Bernabé Brizuela Meraz. Aunado a las
diferencias internas, su separación del CJNG y pugna por el estado habría derivado de no contar
con el principal cabecilla al frente del cártel de las cuatro letras.

Transcurrieron 17 días para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmara que la
ola de violencia en Colima es por la batalla de la Vaca contra los hermanos Jarquín Jarquín. Aunque
estos últimos fueron identificados desde octubre del año pasado por Estados Unidos en acciones
coordinadas para el suministro de cocaína colombiana en Manzanillo junto con Carlos Andrés
Rivera Varela, la Firma, y Francisco Javier Gudiño Haro, la Gallina.

Según datos de la Sedena, hay cinco municipios en que el CJNG se enfrenta al Cártel de Sinaloa.
Además de la pugna Manzanillo, Tecomán y Armería, en Villa de Álvarez como en la capital hay
una escisión interna liderada por Brizuela Meraz. Minatitlán, Cuauhtémoc, Ixtlahuacán y
Coquimatlán están dominados por las fuerzas de Oseguera Cervantes.

Los otros líderes del grupo criminal con quienes debería acabar la Vaca para dominar el estado sin
el CJNG son César Enrique Díaz De León Sauceda, el Lobito; José Alfredo “N”, el Bolas; Cristian
Jonathan “N”, el Camaney; Carlos Macías Ayard, el Sky y/o la Antena. Este último detenido en
2012 y condenado a 20 años en 2015, pero supuestamente fuera de la cárcel.

José Bernabé Brizuela Meraz ascendió, sumó poco más de una década en la cárcel, se consolidó y
actualmente, las narcomantas firmadas con su apodo prometen controlar Colima con el llamado
grupo independiente, pues ante lo que pregona como muerte del Señor de los gallos, pareciera
seguro que podría dominar la plaza estratégica para narcotraficantes.

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