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Realmente, ¿cuánto viven los elefantes?

Los elefantes son los animales terrestres de mayor tamaño del planeta, pudiendo llegar
hasta los 3,5 metros de altura y una longitud de casi 6 metros. El peso no se queda atrás,
pues de media alcanzan las 6 toneladas, llegando a máximos de 10.000 kg.
Esto les confiere a los elefantes la valiosa habilidad de defenderse y no ser tan débiles ante
todo tipo de depredadores que podemos encontrar en África o Asia, como leonas, tigres,
cocodrilos o hienas; permitiéndoles alcanzar edades muy avanzadas en comparación con el
resto de mamíferos. De hecho, tan solo una especie les supera en esta cifra; nosotros, los
humanos.
Pero para responder la pregunta de cuánto vive un elefante, tenemos que dejar claro que no
hay una sola especie de elefantes, sino que existen un total de tres que pueblan el África
Central y Oriental y zonas concretas de la India y el Sudeste Asiático.
El loxodonta africana, conocido popularmente como elefante africano de sabana, es aquel
que cuenta con una esperanza de vida más larga, pudiendo llegar a vivir hasta los 60 o 70
años en condiciones de libertad. Se han documentado casos incluso de elefantes de 90 años,
aunque esto no es lo habitual.
El Loxoonta cyclotis, o elefante africano de selva, no alcanza a vivir tanto como su
compañero de sabana o de bosque. No llega ni a los 40 años de edad, siendo mucho más
vulnerables debido a su también menor tamaño, de 2,5 metros como máximo.
En el caso del Elephas maximus, nombre científico para referirse a los elefantes asiáticos;
también con un menor tamaño en comparación con el africano de sabana (hasta 2,7
metros); tan solo alcanzan una edad máxima de unos 48 años.
 
¿Qué hace a los elefantes ser uno de los animales más longevos que existen?

Como hemos visto, los elefantes tan solo son superados en esperanza de vida por el ser
humano, pues la esperanza media de este a nivel global se sitúa en los 72 años, y en algunas
zonas (como España) en los 86 años de edad. Esto se logra, por supuesto, eliminando
cualquier posibilidad de que un depredador te coma; pero también alcanzando niveles
tecnológicos y avances en medicina muy importantes.
Mientras, los elefantes se sirven de otras cualidades muy distintas para llegar a vivir casi
tanto tiempo como esos pequeños y endebles seres que son los humanos. En su caso, su
descomunal tamaño de casi 4 metros de altura y los más de 6.000 kg de peso juegan un
papel protagónico.
Para empezar, esas cualidades físicas no se forjan en dos días, pues el período de
gestación de estos animales también es el más largo de entre todos los mamíferos,
alcanzando nada más y nada menos que los 22 meses; casi 2 años completos. Las hembras,
en buenas condiciones de salud, dan a luz cada 4-5 años.
Los elefantes hembra son capaces de gestar y dar a luz incluso hasta los 55 años,
alcanzando el promedio de entre 7 y 12 crías durante toda una vida
Por otro lado, los elefantes son animales verdaderamente inteligentes, con el cerebro más
grande entre los que pueblan la superficie terrestre. Durante la edad adulta son capaces de
valerse de su sentido de la orientación para despistar a sus presas o espantarlas gracias a
un fuerte sonido que emiten cuando están asustados, llamado barrito.
Incluso un elefante solitario, en su edad adulta, es plenamente capaz de defenderse por sí
mismo. La cosa cambia cuando este tiene algún problema de salud o es ya anciano. Las
crías también han de tener cuidado, sobre todo al acercarse a los ríos para beber, pues un
cocodrilo podría darle algún que otro susto.

La mayor amenaza de los elefantes


Como te puedes estar imaginando, ni los cocodrilos ni las panteras ni las hienas son los que
amenazan la existencia de estos hermosos e impresionantes animales. Es el ser humano y su
avaricia la que, desde tiempos inmemoriales, ha supuesto el mayor peligro para los
elefantes.
Durante décadas los cazadores, primero legales y ahora furtivos, han provocado
una disminución drástica de la población del elefante africano y del asiático, con el único
propósito de hacerse con el marfil de sus grandes colmillos.
De hecho, se puede observar perfectamente cómo a comienzos del pasado siglo XX, el
elefante asiático podía encontrarse en toda la India, la China continental e incluso su
territorio llegaba hasta lo que era la antigua Mesopotamia. Un siglo después, se
encuentran recluidos a tan solo unas zonas limitadas del sur y este de India y en el Sudeste
Asiático.

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