La centralización administrativa implica la unidad de mando y ésta se da a través de una relación jerárquica que une los órganos administrativos de las diversas categorías y los subordina a la autoridad central del presidente de la República. La relación jerárquica. Los efectos de estos La relación jerárquica es un elemento fundamental de la organización centralizada asegura la unidad de mando y de dirección que detenta, en última instancia, el titular de la estructura administrativa de que se trate. Poderes que implican la relación jerárquica El poder que implica la relación jerárquica en realidad se descompone en distintos poderes o bien, en un poder que se manifiesta en diversas áreas: a) Poder de decisión: es la facultad que detenta el superior jerárquico para determinar el contenido y dirección de los actos que materialmente realizan sus subordinados b) Poder de nombramiento: es la facultad del superior jerárquico de decidir quién ocupará el cargo o los cargos de las unidades que le están subordinadas. c) Poder de mando: el poder de mando implica la facultad del superior de dirigir las acciones de sus subordinados, por lo que representa una de las características de mayor importancia de la relación jerárquica y del ejercicio de poder, en general d) Poder de vigilancia: este poder, implica la facultad de supervisar la actividad de los órganos y servidores subordinados. Este poder, implica la posibilidad de conocer el contenido y los resultados de la gestión de los subordinados y se materializa, normalmente a través de la rendición de informes y reportes que, con frecuencia, el subordinado debe presentar periódicamente a su superior. e) Poder disciplinario: es la potestad de sancionar al subordinado una vez que se pruebe que su comportamiento no se apegó a las disposiciones legales reglamentarias o incluso a las órdenes de su superior.
Se comprende que la relación jerárquica se presenta al interior de todas las
estructuras administrativas de la administración pública federal, pertenezcan a la administración centralizada o a la paraestatal. Por lo que se refiere a las relaciones del Ejecutivo Federal con las entidades de la administración pública paraestatal, formalmente, no existe entre ellos una relación de jerarquía. Las entidades paraestatales son personas jurídicas distintas al Estado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, regidos por su instrumento de creación (ley o decreto, en el caso de los organismos descentralizados; escrituras constitutivas o contrato de fideicomiso, en el caso de las empresas «mercantiles» de Estado y de los fideicomisos, respectivamente).