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Pastorela cómica
(Preludio)
Presentador parodiando al PEJE entra y se posiciona en lado contrario del escenario y habla.
Presentador (parodiando un político): Muy buenas noches, me pagaron millones por venir a presentar
esta pastorela. Todos gustamos y nos divertimos con una buena pastorela durante una posada, esto
claro, siempre y cuando yo no seas el diablo… o la piñata.
La historia que vamos a presenciar pertenece a las hermosas tradiciones de fin de año. Se imaginan qué
ocurriría en una pastorela donde nadie se comportará como usualmente lo haría, donde viéramos a
diablos buscando el camino a Belén para ver al niño Dios, a ángeles que intentan detenerlos y a pastores
que no corren presurosos, ni llevan de tanto correr las chanclas rotos… umm, eso me recuerda algo: que
ustedes vinieron a ver una pastorela. (adiós votantes…..)
Acto I
*Aparece periodista y dice: Muy buenas noches, buenas noches, (olfatea) aqui apesta a azuuuuufre… y
no es por ofender a los compañeros de la producción, pero déjeme le cuento que los diablos, sí, esos
cornudos, colorados y malvados, pero simpáticos diablos pusieron un plantón afuera de las puertas del
cielo. Dejamos micrófonos con nuestra compañera corresponsal que se encuentra en el lugar de los
hechos.
En el escenario hay un grupo de diablos con pancartas y gritando consignas en las puertas del cielo.
Todos gritan: “no más pastorelas”. Aparece la reportera con un camarógrafo de frente.
Reportera: Estamos en vivo, transmitiendo de las puertas del mismísimo cielo, donde un grupo de
diablos protestan porque se niegan a seguir apareciendo en pastorelas.
Lucifer (arrebatándole el micrófono): Es que señorita, nunca nos toman en serio, todos los años nos toca
perder.
Lucibel: Sí abue, no ve que todavía no lo metemos al seguro popular y no nos han repartido los vales y el
aguinaldo.
Lucifer: Vea nomás, mi familia y yo tenemos necesidades, y estamos hartos de que nuestros líderes sólo
nos digan que todo el presupuesto va para la guerra contra los nacos…
Mefistófeles: Y que el mero de allá abajo nos salga con que, aunque no lo parezca, la estamos ganando.
Lucifer: Todavía tengo las heridas del año pasado, (dirigiéndose al camarógrafo) ¡Mire, ahí véale!
¡Apúntele bien! ¡Me amarraron como puerco!
Reportera: Entonces, ¿esto significa que este año ya no van a intentar detener a los pastores para que
vayan a Belén?
Reportera: ¡Querida audiencia, acabamos de escuchar algo sin precedentes: hemos vencido a los
diablos, superamos el ya merito y sí se pudo, sí se pudo! (Salen la reportera y el camarógrafo muy
contentos)
Lucifer: Bueno muchachos, a nadie le importa lo que sentimos, vámonos, que dejé los frijoles en la
lumbre.
Lucibel: ¿Cuáles frijoles? Si nomás sabes hacer sopa Maruchan, y a veces se te quema el agua.
Están en escena los diablos Lucifer, al centro del escenario y Mefistófeles y Lucibel, cada uno a un
costado de él, mostrándose de perfil.
Lucifer: ¡Esto es el colmo! Y ahora ¿Qué vamos a hacer? Si me he quedado sin empleo, ¡me lleva el
diablo…! Bueno, yo. Bueno, ahora lo único que me queda, como a todos los desempleados, es mi tele y
mis palomitas.
Mefistófeles: ¿Eh? ¿Dijiste algo? Perdón, es que estaba escuchando mi iPos 5, que todavía ni siquiera
sale al mercado.
Lucibel: Ammm, a nueve mil personas les gusta esto… diez mil, once mil… bueno, no importa, ahora
tienes más tiempo libre.
Lucibel: No, no, no; que sea solista, y que cante bossa nova en portugués.
(Lucibel y Mefistófeles cantan: La banda norteña, los carros del año, las mejores plebes las traigo a mi
lado…)
Lucifer: No, no, no; yo voy a cantar música, (susurrando) bonita… que hable de mi lucha…
Mefistófeles: Ssss, ¿ya oíste Lucibel? Tu jefecito santo, digo diablo, te va a cantar.
Lucibel: wiiiiii…
yo si me equivoqué.
Hablarle de vicios
a la “pader”.
Saldré adelante
a pesar de todo,
me vengaré.
Lucifer: Gracias muchachos, ahora veo que soy libre, que no tengo nada que me ate, por primera vez me
siento sin cargas ni responsabilidades.
Belzeabuelo: ¡hijo!, choqué el coche y tiré seis postes… y no tengo seguro… tú sí ¿verdad?
Lucifer: ¡Estoy desempleado y no tengo dinero para mis gastos! Y todo por culpa de ese niño que hace…
que hace… ¿Qué hace?
Lucibel: Ni idea.
Lucibel: ¡Abuelo, no digas esas cosas! Eso es atroz hasta para nosotros.
Lucifer: Bueno, bueno, tengo una idea, ahora que tenemos vacaciones vamos a aprovechar y de paso
salimos de duda: ¡los diablos, nos vamos a Belén!
Dos ángeles están abrazados cantando “We are the champions”, la jefa de los ángeles muy molesta
camina de un lado al otro, se les acerca, les muestra desprecio y se vuelve a alejar una y otra vez. Los
dos ángeles dejan de celebrar y con cierta confianza se le acercan.
Rafis: Sí señora, si este año tendremos más tiempo libre y nos prepararemos mejor para el maratón.
Mikaela: ¡Ash! ¿Es que acaso no se dan cuenta? Todo esto está muy raro; los diablos se rinden justo
antes del nacimiento del Niño Dios, han retirado la seguridad de las rutas que llevan a Belén, nos
recortan el presupuesto para seguridad, y para terminarla… nos acaban de asignar para la colecta de
ayuda a los niños del “Pesebretón”.
Grabiel y Rafis se espantan, corren en círculos llenos de pánico y se esconden detrás de Mikaela
Rafis: Sí jefa, nos van a poner a escuchar toda la noche a Adal Dramones.
Grabiel: ¿Y qué tal que nos acercamos a Lucero y nos brinca su guardaespaldas?
Rafis: Aparte, nos obligarán a usar unas playerotas y con esas me veo muy gordo.
Mikaela: En verdad que me pregunto ¿cómo es que cada año les ganábamos a los diablos con estos
ángeles?, pues no muchachos, no me refiero a nada de eso, ¿acaso no se dan cuenta? Al menos yo no le
compro ese cuento al mismísimo Lucifer.
Grabiel: ¿Está insinuando que no cree en lo que acaba de declarar el rey de las tinieblas?
Mikaela (completamente desesperada:) No muchachos, me refiero a que se trata de una trampa, una
treta, una emboscada; para que entiendan… nos quiere madrugar.
Grabiel: Creo jefecita que necesita unas vacaciones, usted está muy estresada.
Mikaela: ¡¿Qué vacaciones ni que Espinoza Paz?! De hecho redoblaremos la seguridad sin avisarle a
nadie, colocaremos radares, cámaras, sensores de tentaciones y un escáner con infrarrojo para que no
se nos escape un solo diablo. Porque seguramente Lucifer espera a que nos distraigamos un poco.
Grabiel: Pero ya compré boletos para ir a ver a los Héroes del norte.
Rafis: ¿Cuál comprar? Si ni te costaron, sólo que cuando sonó el teléfono contestaste: “aquí suena, la
que está buena” y así le contestas a todo el mundo.
Mikaela: Pues obséquiaselos a algún amigo o rífalos, pero no podemos distraernos, ¡vamos!, en el
camino les contaré mi plan.
Salen los ángeles de escena mientras Rafis le hace señales a Grabiel de que le obsequie los boletos; un
ángel más pequeño entra a la escena.
Uriel: ¡Jefa! Acaban de llegar las playeras talla dormimundo para la colecta del “Pesebretón”… ¿jefa?
Sale de la escena
Acto 2
Bato: Me gusta la noche, sentir la frescura, ver al cielo y contar las estrellas.
Bato (cantándole a Gila): Cada noche cuento las estrellas, que son los besos que te quiero dar…
Pancha: ¡Ay Cenón! ¿Por qué a mí nunca me cantas algo así de bonito?
Cenón: Está bien, te voy a cantar… pero primero me como una tortita (saca de una canasta una torta
gigante), oye, pero tráete un refresquito para acompañar este bocadillo, ¿no?
Gila: Ya pastores, dejen de hablar siempre de lo mismo, además esa canción ni me gusta Bato, mejor
llévame de paseo, nunca me llevas a ninguna parte, me siento atrapada, encerrada, siento que me
ahogo.
Los pastores discuten y caminan a un extremo del escenario, mientras que por el otro extremo entran
los diablos vestidos como pastores.
Lucifer: ¡Callen chicos, pueden ser nuestros!, ¿qué no ven que si se quejan mucho podrían descubrirnos?
Mefistófeles: Está bien, explícanos tu plan, tienes toda mi atención… (Fantasea con una melodía de
polca).
Lucibel: Pero que sea rápido, si una de mis amigas me ve así seguro que me dejan de seguir en el
Twister.
Belzeabuelo: Esto me recuerda cuando trabajaba a lado de mi amigo “El indio Fernández”…
Lucifer: Papá, tú nunca trabajaste con el indio Fernández… bueno, no importa, verán, si andamos por ahí
con nuestra ropa de diario se darán cuenta que somos los diablos, y nos atacarán los ángeles sin
pensarlo, en cambio, si nos metemos entre los pastores no sospecharán de nosotros.
Mefistófeles: Mejor hablo yo, yo hablo idioma chilango. (Lo intentan detener pero se adelanta y se
acerca a los pastores) Tsss, ¿qué tranzaaaa mi banda azteca? Está chida la noche ¿qué no? Como para
ponerte tacuche, y con charola salir de pachanga (le aprecia su ropa a Bato), yo traigo mi chafirete
(señala a Lucifer) y te invito a las garnachas (le dice a Cenón), y chance me enchufo una chava (abraza a
Gila y a Pancha).
Las pastoras le dan un par de bofetadas y sobándose regresa con los diablos.
Lucibel: ¿Ves? Tú no sabes hablar con propiedad, mejor voy yo que sí tengo cultura y soy políglota.
Camina hasta encontrarse con los pastores
Belzeabuelo: Te dije que esa niña andaba en muy malos pasos, ahora ya es política.
Lucibel: Hello my Darling, I’m your friend, how are you? (Extiende su mano pero no recibe respuesta)
Don’t speak english?... Parle vous francois?... Sie sprechen Deutsch?... falam Português?... ¡Caray, digan
algo! (al no recibir respuesta alguna regresa indignada con el resto de los diablos).
Lucifer: Ya, de una vez dejémonos de cosas sin sentido, yo hablaré con ellos. (Se acerca con aires de
grandeza a los pastores) Yo soy su amigo, el señor que no debe ser nombrado, ahora nos dirigiremos a
ver al niño, ¡caminad! (camina unos pasos y ve que nadie lo sigue) ¿no entienden?, Yo amigo, tú
obedecer. (Los pastores no le entienden, lo atrapan y arrojan con el resto de los pastores) pero… ¿cómo
que mi plan no funciona? Si yo soy muy listo,”y” inteligente.
Lucibel: ¡Ay papá!, cada que una palabra termina y vas a conjuntarla con otra que comienza con la letra
“i”, debes cambiar la “y” por “e”.
(Belzeabuelo se faja los pantalones y se acerca a los pastores, se detiene cerca de ellos y sonríe con
todos los dientes, a los pastores les causa simpatía).
Bato: Señor, ¿no quiere acompañarnos? Hace frio, si quiere yo le regalo un gabán.
Gila: Si señor, es más, dígale a sus amiguitos y a Lady Gaga que lo pueden acompañar.
Lucifer: No hay duda, más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Grabiel: Jefa, pero qué maravilloso plan, con eso no sólo salvaremos la navidad, sino que además
mejorará la economía nacional, se terminará el desempleo y por fin el “Tri” le ganará a Argentina.
Rafis: Y pensar que parecía que sólo estaban las opciones entre detener a los diablos o no detenerlos, en
verdad estoy sorprendido.
Mikaela: Lo sé, yo sospechaba que había una tercera y sólo hacía falta que alguien lo descubriera con su
sentido agudo; la gente no está acostumbrada a pensar de modo diferente en ocasiones.
Mikaela: Así es, todo. Menos la gorra. Fue más sencillo cuando leí en el expediente que a Lucifer le
gustan las aves.
Uriel: Jefa, fue tan brillante la idea que quisiera que me la volviera a contar todo paso a paso.
Mikaela: Lo siento Uriel, mejor el próximo año, en este intentaremos detener a los diablos de otro
modo.
Grabiel: Yo creo que todos respetaremos esa decisión, ¿verdad? (Todos asienten).
Mikaela: Verán, el plan para esta noche es el siguiente: ¿Qué hacen los diablos cada año?
Mikaela: no, los diablos de beisbol no, los pobres diablos que cada año pierden.
Grabiel: ¡Ah! Pues gastan mucho dinero en contratar grandes estrellas del pasado, hacen campañas
como la de “Grande, muy grande”, y no califican a la Liguilla.
Mikaela: ¿Ven a lo que me refiero? Nunca se ponen a pensar sobre lo que hace el contrario, yo leí en El
arte de la guerra, que era muy importante conocer al enemigo. Los diablos se dedican a causar
tentaciones en los pastores para evitar que lleguen a Belén, entonces, vamos a seguir a los pastores y
cuando veamos que un diablo los tiente ¡zaz! Le pisamos la cola.
Belzeabuelo: Ya te dije que no eran dinosaurios, sino trabajadores del partido tricolor y su jefe
Bonisaurio.
Gila (a Pancha): El prietito que tiene déficit de habla no es tan mal parecido (Lucifer al escucharlo se
levanta la solapa)
Lucifer: Vaya, vaya, todo indica que los pastores lo olvidan todo cada año, eso explica el porqué tiene
que venir el ángel a darles el aviso de la buena nueva en cada pastorela; seguramente si lo recordaran
cada año, ya hasta revenderían boletos para dejarlos entrar con tanta demanda desde hace meses.
Bueno, mejor para nosotros, si nos apuramos no batallaremos con mucha gente. Belzeabuelo, venga
para acá.
Lucifer: No hay que esperar a que llegue el ángel, lo disfrazaremos y usted dará el aviso del nacimiento
del niño dios. Al cabo que después de tantos años ya se lo ha de saber re bien.
Lucibel: ¿Qué no nos habíamos juntado con esta gente porque ellos sabrían donde era lo del Niño Dios?
Mefistófeles: Qué gacho ha de ser para los ángeles que cada año les tengan que dar a los hombres el
mismo mensaje, ¿qué no aprenden?
Lucibel: Ya sé, si el IPos de Mefis se puede robar el internet público de Telmets, le preguntamos al
oráculo místico: Google.
Bato: No hace falta robarse nada señorita, si no estamos tan atrasados, mi Blue Berry está en el plan
“gastatodo” de Unicel, y aunque aún le esté pagando al abonero, yo traigo mi banda ancha, ¿verdad
Cenón?
Bato: Aquí dice que Belén se encuentra en Palestina, al sur de Jerusalén. Y eso… ¿dónde es?
Lucifer: Ya recordé, había que seguir a una estrella. Pastores: localicen la estrella más grande y síganla.
(En la pantalla aparece un letrero de “Wereber tumorro” y van los pastores a ella) ¡Dije estrella, no
fracasado! (Aparece otra escena con Justin Bieber y hacen lo mismo los pastores) No, esa tampoco.
(Aparece una estrella) Ahora sí, vamos todos tras ella.
Mikaela: Es obvio Grabiel, los pastores olvidan cada año el nacimiento del Niño Dios y por eso se los
venimos a recordar; esos diablos son muy listos y se han revuelto con ellos para confundir su aroma;
seguramente, no planean tentarlos como siempre, quizá… eso es, quieren averiguar el camino a Belén
para atrapar a todos los que puedan llegar.
Mikaela: Elemental mi querido Rafis, nos infiltraremos entre los diablos, como si intentáramos tentarlos,
así los diablos al confundirnos se mostrarán y podremos capturarlos.
Grabiel: Pero no sabemos tentar a la gente, lo nuestro es la virtud (juntando las manos en una postura
santa).
Mikaela: Recuerden todo lo que los diablos hacen para detener a los pastores cada año, cópienlo y
solitos se nos entregarán; recuerden, conocer al enemigo será nuestra principal arma.
Uriel: Yo iré por la carnada favorita de los diablos, y con ella lograremos…
Mikaela: No, tú apunta que te voy a pedir que consigas algunas cosas para prepararnos. Escucha bien:
dos tanques, una caja de granadas, de las desfragmentadoras, no de las comunes; cuatro escopetas,
repelente contra zombi por si las dudas, cuatro rosarios, dos metralletas y dos rifles de francotirador;
una sección amarilla, 2 motocicletas Pussuky, no Italichafa… y unos tamalitos, que ya hace hambre.
Rafis: Yo iré por mi catálogo ACME, para ponerle unas trampas infalibles.
Grabiel: Y yo por la primera temporada de Ni en las mejores familias, para torturarlos si no quieren
hablar.
Mikaela: Muy bien, sincronicen sus rosarios y nos encontraremos en 50 aves marías.
Entran caminado los pastores con los diablos; Rafis disfrazado de diablo lleva una resortera gigante, la
clava en el piso apuntándola contra los pastores y se pretende usar de proyectil a él mismo, sin embargo
se despega la resortera y él solito se golpea.
Gila: No sé, pero la verdad ya me cansé, yo creo que ya no voy a ir, ese Belén suena rete lejos.
Lucifer: ¡Noooo!
Lucibel: Pero papá, es nuestra oportunidad de dejar atrás a uno de estos pastores, se me hace que ya te
gustó la de trencitas, ¡uuuuuu!
Lucifer: Claro que no, pero si dejo que se comiencen a separar, a este paso no llegaremos a Belén;
primero se van unos, después otros, y al final estaríamos llegando solos a un pesebre custodiado por
cientos de ángeles.
Lucifer: Dicen mula y el burro se asoma; es más, ahora por eso, serás tú precisamente quien la convenza
de ir, los demás nos adelantaremos, ¡vamos!
Bato: Que se quede el infinito sin estrellas, y que pierda el ancho mar su intensidad, pero el negro de tus
ojos que no…
Lucifer: Luego comienzas de romántico, pero ahora vámonos y deja que Mefis haga su trabajo.
Mefistófeles: Es que lo traes arrastrando la cobija, babeando, de un ala, pus si es bien claro, tá bien loco
por ti.
Gila: Hablas bien raro, así como él; no se le entiende nada, además ¿para qué vamos a ver a ese Niño, tú
lo conoces?
Mefistófeles: Pues… así como conocer, pus no, pero sí, es que es “refácil”; ese niño les enseña un chorro
de cosas que les ayudan y…
Mefistófeles: No, al revés volteado, más bien es como pintar casas a domicilio, o sea, sólo se puede así,
porque como son las cosas, es como todo, hay cosas que ni qué y como yo digo una cosa digo otra,
¿tengo o no tengo razón? ¿Qué no?
Gila corre para alcanzar a los pastores, Mefis mira al público confundido pero aliviado, la sigue y salen de
escena.
Los pastores, juntos de nuevo, ven un puesto de comida; Rafis de lejos los ve y se monta en un cohete
marca ACME, al encenderlo este explota con él.
Cenón: No sé, pero ese puesto me recuerda que ya es hora del “Lunche”.
Lucifer: Espera Cenón, que ya se me hace sospechoso; ahora que lo pienso, podríamos tener compañía.
Cenón (no hace caso a Lucifer y se sienta para ordenar, mientras toma de la botana que hay en la mesa):
Buenas noches, voy a querer: un cuarto de barbacoa, pero no pura maciza, le pones gordito y le pones
su consomé también; una torta de tamal de dulce y una de verde, ¿hay champurrado?
Cenón (molesto): Bueno, deme el atole de fresa, también quiero una orden de cabrito… nonato, ya
sabes del más tiernito, con sus tortillas recién hechecitas y su salsa verde; ¡ah! y más de la botana que
hay aquí. Oye ¿tienes mole?
Cenón: Bueno ese me lo guardas para que no se enfríe y después me traes una pancita, pero con cuajo y
libro, no le vayas a echar pata.
Cenón: Por el momento no, ya después te pido el postre, ¿hay pastel de elote?
Lucifer: Yo pensaba invitarle si era para llevar, pero la verdad no, está bien caro.
Grabiel (dirigiéndose al público): Yo “safo”, no sé cómo aguantan y cómo le hacen los diablos para tratar
con estos pastores (se aleja y algunas plumas se le caen).
Lucibel: Pa, estas plumas blancas no son de los pollos para el mole, creo que Don Cenón se acaba de
deshacer de un ángel sin querer.
Lucifer: Así es peque, ya comenzaba a sospechar de un coyote que andaba rondando, pero ahora que
hay que andarnos con más cuidado, y comenzaremos con disfrazar a los pastores de diablos, por si las
moscas, quizá podamos ganar un tiempo en caso de escapar.
Lucibel: ¡Hey pastores!, vengan un momento que les tengo un regalito; vamos a uniformarnos del
equipo Red bull, o para que me entiendan, del toro rojo, para vernos más elegantes.
Salen de la escena.
Tercer acto
(escena 1, cerca de Belén, Los ángeles se han reunido tras su intento fallido)
Grabiel: Perdón jefecita, es que hasta me daban ganas de vomitar de tan feo que olían y de todo lo que
decía el tipo gordo ese.
Mikaela: En verdad que no se puede con ustedes, de milagro y llevamos racha limpia como Pacquiao,
ahora sospecho que los jueces nos han regalado las peleas.
Mikaela: El Undertaker es sólo un hombre, muerto pero hombre, nosotros somos la élite de seguridad
celestial, no podemos perder contra unos diablos, la seguridad del Jr. está en peligro. Afortunadamente
para todos yo tengo mucha experiencia y conozco la tentación principal de los diablos, y seguramente
conmigo si caerán.
Uriel: (entra detrás del público gritando lo más fuerte posible) ¡Señora, señora! Fíjese que no le traje lo
que me pidió porque la lista que me dio, se me olvidó, (llega hasta el escenario) pero le conseguí la
carnada infalible para los diablos.
(Salen de escena)
van los pastores y diablos ya todos con un revoltijo de disfraces de ángeles, diablos y pastores
Lucifer: Ya no reconozco quién es quién, hiciste muy buen trabajo hija (le dice a Bato).
(Aparece la jefa ángel caminando coquetamente con una canasta y llama a los pastores)
Mikaela: Holaaa, ¿cómo están? Veo que también vienen a ver al niño, ¿no? Porque a eso vienen,
¿verdad?
Bato: (coquetamente) creo que el cielo ha perdido en la tierra uno de sus ángeles.
Mikaela: (por radio le dice a sus compañeros) ya me descubrieron, distracción número uno.
(El resto de los pastores se aleja y aprecia alrededor como se comienzan a encelar Bato y Gila de sus
respectivos acompañantes)
Bato: nnah, si de donde somos sopla el aire bien frio, y ella es como un cubo de hielo.
Gila: ¿ah sí? Dime guapeton (a Grabiel) ¿crees que soy fría? (lo amenaza con golpearlo)
Bato: está bien angelito… ejem: De tu recuerdo, me quedan tres colores, el rojo de tus labios, el azul y el
turquesa que me recuerda tus amores.
Gila: te voy a cantar, remedo de justin bieber (lo intenta golpear) así que pon mucha atención.
Gila: de tu recuerdo, me quedan pantalones, los aviento al ropero y se asustan los ratones.
Bato: (ofendido) pues… -de tu mirada conservo la tristeza, pues recuerdo que me mirabas y en lágrimas
nadabas.
Gila: de tu mirada conservo bizcos y pericias, pues recuerdo que conmigo en ninguna le atinabas.
Bato: De tu sonrisa, yo tengo tres pendientes, que yo te vi, te hablé y te quise, y nunca me hablabas.
Gila: De tu sonrisa, yo tengo muchos dientes, pues te di, te di y te di, y nunca te callabas.
Mikaela: ya mejor párale guapo, ¿no quisieras dejarla seguir su camino quedarte un poco a jugar un
jueguito?
Bato: Pues si ansina quieren que le digan, pues ansina mismo jugamos.
Mikaela: yo se que te gusta chatito, y aquí tengo justo lo que nadie te ofrecía (saca de la canasta 2
controles de videojuego) diversión bien brava, o sea, a la diabla.
Gila: el secreto güerito, es que era menso el Bato, pero era un menso tierno.
Lucifer: Pastores, no se dejen engañar, ustedes tienen algo más valioso, algo más rico que la comida y el
descanso, que los videojuegos y los halagos, ustedes tienen…
Mikaela: ¡Diablos!
(Se miran todos mutuamente, y desconfían del de al lado, los diablos se ponen nerviosos)
Todos los personajes están revueltos y con una gran tensión; Bato y Cenón, ya con un montón de
disfraces encima pasan al frente de la escena.
Bato: ¡Tienes razón! ¡Somos del mismo bando! (Pasa de ángel a diablo).
Cenón: Si fueras un pastor yo te conocería ¡porque yo también lo soy! (Pasa de ángel a pastor).
Bato: ¡Compadre!
Se abrazan con alegría y alivio. Mikaela desesperada, pasa y separa a los dos.
Mikaela: ¡De aquí nadie se mueve hasta que sepamos quién es quién!
Uriel, intentando llegar hasta Mikaela, corre y se tropieza tirando una bolsa con monedas que se
esparcen por el suelo.
Uriel: ¡Jefa…!
Todos los verdaderos diablos, al ver las monedas, se lanzan hacia ellas con mucha avidez.
Mikaela: ¡Ahora sí, los descubrimos! Muy bien pensado Uriel, todo el tiempo confié en ti…
Lucifer: ¡No, no, no! Vamos a arreglar esto a la mexicana, a ver Bato (hablándole a Mefis, quien
misteriosamente tiene una guitarra), arráncate…
Suena un acorde de guitarra y Lucifer comienza a cantar con la misma música de las coplas de “Dos tipos
de cuidado”.
Me enseñaron en la escuela
Lucifer:
Mikaela:
Lucifer:
Mikaela:
Lucifer:
Sí los puso.
Mikaela:
¿Muy seguro?
Lucifer:
Mikaela:
Lucifer:
(Los Ángeles se encaran con los diablos diciéndose mutuamente ofensas, Uriel se desespera y se
interpone)
Uriel: Señor, yo soy un angelito, que ama la navidad, y no quisiera que por siempre sea un momento
violento para todos, ya no queremos violencia, no me gustaría que lastimara a mis amigos, ni que ellos
lo lastimen a usted y a sus amigos, o que usted termine siendo capturado, dejando desamparados a sus
seres queridos ¿usted me comprende?
Lucifer: Si angelito, si te comprendo perfectamente ¿y sabes por qué sientes eso que sientes?
Uriel: ¿Porqué señor?
Lucifer: Pues… porque eres un looser, igual que todos tus amigos.
(Comienza una batalla entre ángeles y diablos, los pastores corren para alejarse, en un inicio ganan un
round los ángeles y Lucifer cae al piso)
Lucifer: Ya no puedo, pero voy a sacar el “FUA”, porque debo dar el extra, ya no puedo, ya no puedo
¿cómo no?... “FUA” (Se levanta Lucifer y con una energía renovada vence a Mikaela y a los demás
ángeles) Vamos, aprovechemos y vamos a Belén.
Final
(Los pastores acompañados de los diablos llegan a Belén, detrás de ellos los ángeles les siguen
adoloridos por la batalla anterior. Cerca del pesebre se topan con los reyes magos, la reportera aparece
seguida del camarógrafo)
Reportera: señoras y señores, estamos transmitiendo la más completa cobertura de “la 2010a visita al
niño” la cual este año reporta un mayor número de seguidores, a continuación nos acercaremos a uno
de los visitantes (se acercan a Bato). ¿Señor, cómo se siente tras llegar a Belén?
Mefis: (se atraviesa y arrebata el micrófono a Bato) Este, pues estamos muy emocionados, este es la
primera vez que venimos, este pero acá entre nos, ya sabemos que el camino no es fácil, este pero
estamos muy contentos, porque este… nos costó mucho trabajo, pero nunca bajamos la cabeza y pues…
Lucybel: (le quita el micrófono a Mefis) Osea… está super guay, es como una revelación, es magnífico,
bien pro, ya me voy a tomar la foto con los reyes y les pido a mis Fans que las voten en Feisbus y le den
Like.
Lucifer: (quita el micrófono a Lucy) Mire señorita, básicamente lo que pasa es que es nuestra primera
visita, y hemos aprendido muchas lecciones sobre… Pues aprendimos mucho (se pone a llorar) y se
siente bien bonito que hora no perdimos…
Reportera: Como ven señores y señoras, hay un ambiente positivo, la vibra invade a todos los presentes
en un brillo único (Se aleja para entrevistar a otras personas).
Melchor: (se acerca al niño y extiende un cofre lleno de oro) yo le traigo oro al Mesías.
Gaspar: (se acerca y saca un morralito) yo te traigo incienso, que en realidad no sé para qué querría un
niño incienso.
Baltasar: (se acerca más emocionado que el resto) Y yo le traigo este carrito de bombero, que saca agua
a chorros.
Uriel: Hay algo que no entiendo, los diablos nos ganaron, pero no impidieron que los pastores llegaran a
Belén, ¿es un final feliz o un final triste?
La voz de Hitchcock se escucha narrando: y a partir de ese momento los hombres aprendieron tanto
como de los ángeles como de los demonios una valiosa lección, que no importa como sea tu compañero
de viaje, cuando en su corazón está la ilusión por llegar a un lugar y lo hace sin interés, es cuando puede
abrirlo a la verdadera esperanza.