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La ley de Laplace lleva el nombre en honor del físico y matemático francés Pierre
Simón Laplace. A veces llamada ley de Laplace-Young por Thomas Young.
Historia:
El interés por el fenómeno data de comienzos del siglo XVIII, cuando Francis
Hauksbee realizó varias observaciones experimentales en fluidos que fueron
posteriormente reproducidas en 1718 por James Jurin durante sus estudios sobre
la capilaridad. En los Experimentos fisiomecánicos de Hauksbee se proponía una
fuera atractiva limitada a ciertas distancias como explicación de los fenómenos
observados. En 1751, Johann Andreas Segner llegó a la misma conclusión.
Sería Carl Friedrich Gauss quien en 1830 unificó el trabajo de ambos y desarrolló
las ecuaciones diferenciales y las condiciones de contorno asociadas usando el
principio de las potencias virtuales, lo que hace que algunos autores hablen de la
ecuación de Young-Laplace-Gauss. Fue asimismo obra de Gauss la
generalización del principio al caso de una interacción entre fluido y un sólido.
Franz Ernst Neumann añadiría posteriormente detalles adicionales.
Simbología:
H Curvatura de la superficie m
−1
Todas las moléculas de un medio fluido interaccionan entre sí, dando una
resultante total nula para una partícula completamente rodeada de semejantes.
Sin embargo, las superficies de los límites del volumen fluido solo sufren este
efecto en uno de sus lados, lo que hace que pueda haber una resultante diferente
de cero.
En el caso de una superficie de entre fase plana, la resultante sigue siendo cero,
pues los desequilibrios se siguen anulando por la simetría. Sin embargo, en una
superficie curva aparecen descompensaciones: las moléculas tienen más vecinas
en una dirección y se sienten más atraídas por las fuerzas de cohesión hacia
dicha dirección.
Consideraciones dimensionales:
Las fuerzas involucradas en la superficie del líquido se expresan como fuerzas por
unidad de longitud, siendo su unidad en el Sistema Internacional el Newton/Metro.
Sin embargo, la fuerza puede definirse como energía por unidad de longitud, lo
que hace esa formulación equivalente a una de energía por unidad de superficie.
Esto permite, como se usará en el apartado de las gotas, ver los efectos de la ley
de Laplace como una expresión de la energía que cuesta formar la superficie de la
interfase.
Ángulo de contacto:
Si bien la ley de Laplace permite ver fácilmente el comportamiento entre dos fases
fluidas, cuando se analiza el problema del menisco se complica la resolución por
la presencia de múltiples interacciones. En la región donde se produce el menisco
hay fuerzas atractivas entre las partículas fluidas del líquido, entre estas y las del
aire y entre ellas y el sólido que forma el recipiente. Para simplificar el cálculo, se
tienen tabulados los llamados ángulos de contacto que indican la inclinación que
forma el menisco. El más habitual, el del agua con el vidrio es 0°, mientras que la
contraposición habitual en los manuales de texto, el mercurio, tiene 140°.
Coloquialmente se ha hablado en mecánica de fluidos de fluidos que "mojan"
(como el agua) y los que "no mojan" (como el mercurio).
Formulas:
Se trata de una ecuación de interés físico para explicar la forma de las burbujas
que forma un fluido inmiscible en otro y los meniscos que forman los fluidos en
probetas. A través de estos últimos permite explicar el fenómeno de la capilaridad.
Es de particular importancia en biología y medicina donde permite explicar varios
mecanismos respiratorios y cardiovasculares.