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La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 199

La Conquista

Gilberto Aceves Navarro

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 199


Producción: Grupo Exim y Taller de grabado Chapultepec

Todos los Derechos Reservados. Quedan prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier
medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, fotocopia o la grabación,
sin previa autorización por escrito.

Patrocinador del libro: Robles, Tostado, Corona & Sánchez Gil Abogados
La Conquista
Gilberto Aceves Navarro

En circunstancias especiales, el hecho debe ser más rápido


que el pensamiento. Hernán Cortés
Maestro Aceves Navarro trabajando en el Taller de Grabado Chapultepec | G uadala jara 2011
La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 199
La Conquista
Gilberto Aceves Navarro

1 Presentación Exim / Exim presentation

3 Presentación Robles, Tostado, Corona & Sánchez Gil / Presentation

4 Apuntes para una semblanza. Luis Ignacio Sáinz

9 Apuntes para una Semblanza (ingles)

12 La transformación de los ciervos en caballos. Luis Ignacio Sáinz

29 The processing of the red deers in horses. Luis Ignacio Sáinz

44 La Conquista. Catálogo de obra

86 Historia verdadera de La Conquista. Dolores Gárnica

99 The true History of The Conquest. Dolores Gárnica

108 Los patinadores. Javier Ramírez

120 Los patinadores. The Skaters

130 Créditos
La obra del Maestro Gilberto Aceves Navarro, ya conquistó el jui- servicios legales personalizados y de alta calidad a nuestros clientes,
cio del tiempo, el de la crítica, y el de la contemplación. Su obra es con la tradición de los más altos estándares de nuestra profesión, pero
considerada hoy, en México y el mundo, como un eslabón impor- con la vitalidad de una organización joven. Todos en nuestro equipo
tante en la historia de las artes plásticas mexicanas, que tiene que trabajamos con entusiasmo para ser de utilidad a nuestros clientes, a
ver con nuestra identidad, nuestra evolución. Su obra representa quien nos debemos, para avanzar y trascender en el ámbito profesio-
la expresión cultural de un país que tiene raíces mesoamericanas y nal, mirando siempre al futuro, pero sin olvidar donde está nuestro pa-
europeas occidentales. sado. Nuestra primera década nos llena de orgullo, y que mejor forma
de celebrarlo que contribuyendo a la publicación de este libro.
El trabajo que hoy presenta, que preparó y creó el Maestro Aceves
Navarro en nuestra querida ciudad de Guadalajara en el año 2011, Por todo esto, resultó un excelente plan de colaboración el patrocinio
representa la riqueza de la creación, el espíritu orgulloso y la pasión de la obra impresa que usted tiene en sus manos, y que seguramente
por una vocación, por la crónica y reflexión en torno a nuestros tiem- lo hará conectarse con las más profundas características de nuestra
pos; mirando el pasado y aprovechando los procesos y soportes más identidad, con nuestro espíritu que nos hace ver más allá de lo posi-
contemporáneos para proyectar el presente y futuro. ble, de la magia que caracteriza nuestro arte, nuestra cultura, nuestro
México; de lo que somos en el presente y de lo que buscamos, todos,
En éste sentido, la obra del Maestro Aceves Navarro, su excelencia para nuestro futuro.
plástica, y su muy segura trascendencia en el tiempo, resulta cercana
a la misión de nuestra organización, que festeja este año su décimo A todos nuestros clientes y amigos, muchas gracias
aniversario. Desde nuestra fundación nos enfocamos a proveer de por acompañarnos en estos diez primeros años.
Dear r e ad e r :
Guadalajara, Jalisco, October 2011

The work of Master Gilberto Aceves Navarro has already overcome tive organization. All our team members work with enthusiasm to
the trial of time, critique and contemplation. Today, in Mexico and serve our clients, whose preference has allowed us to continue our
all over the world, his work is considered as an important marker in strive for progress and professional transcendence, looking always
the history of Mexican visual arts, which relates to our identity, our towards the future without forgetting our past. Our first decade
evolution. His work represents the cultural expression of a country makes us very proud and we feel the best way to celebrate it is by
having Mesoamerican and western European roots. contributing towards the publication of this book.

The work we present today, which Master Aceves Navarro prepared For all of this, sponsoring the printed work you now have in your
and created in our own Guadalajara in the year 2011, represents hands resulted in a wonderful joint effort. We are certain this mate-
the richness of creation, the proud spirit and the passion for one rial will make you connect with the most profound characteristics of
vocation, for writing and reflection on our times, looking into the our identity, with our spirit that makes us look beyond what we think
past and drawing on more contemporary processes and media to is possible, with the magic that characterizes our art, our culture,
portray the present and envisage the future. our Mexico, with what we are today and what we seek, all of us, for
our future. Intellectual curiosity is a great source of inspiration in
The work of Master Aceves Navarro, his plastic excellence and his both visual arts and law and both areas evolve continuously in the
undoubted transcendence in time resembles the mission of our existence of humankind. Our support to this exhibition is an expres-
firm, which is celebrating its tenth anniversary. Since our founda- sion of this conviction.
tion, we have focused on providing top quality, personalized legal
services to our clients, with the tradition of the highest standards To all our clients and friends, thank you for your preference
in our profession and with the vitality of a dynamic and innova- during these first ten years.
E s t i m ad o lector:
Guadalajara, Jalisco, Octubre 2011

La obra del Maestro Gilberto Aceves Navarro ya conquistó el juicio del de una organización dinámica e innovadora. Todos en nuestro equipo
tiempo, el de la crítica y el de la contemplación. Su obra es considerada trabajamos con entusiasmo para ser de utilidad a nuestros clientes, a
hoy, en México y el mundo, como un eslabón importante en la historia quienes nos debemos, para avanzar y trascender en el ámbito profesio-
de las artes plásticas mexicanas, que tiene que ver con nuestra identi- nal, mirando siempre al futuro, pero sin olvidar donde está nuestro pa-
dad, nuestra evolución. Su obra representa la expresión cultural de un sado. Nuestra primera década nos llena de orgullo y que mejor forma
país que tiene raíces mesoamericanas y europeas occidentales. de celebrarlo que contribuyendo a la publicación de este libro.

El trabajo que hoy presenta, que preparó y creó el Maestro Aceves Por todo esto, resultó un excelente plan de colaboración el patrocinio
Navarro en nuestra querida ciudad de Guadalajara en el año 2011, re- de la obra impresa que usted tiene en sus manos y que seguramente lo
presenta la riqueza de la creación, el espíritu orgulloso y la pasión por hará conectarse con las más profundas características de nuestra identi-
una vocación, por la crónica y reflexión en torno a nuestros tiempos; dad, con nuestro espíritu que nos hace ver más allá de lo posible, de la
mirando el pasado y aprovechando los procesos y soportes más con- magia que caracteriza nuestro arte, nuestra cultura, nuestro México; de
temporáneos para proyectar el presente y futuro. lo que somos en el presente y de lo que buscamos, todos, para nuestro
futuro. La curiosidad intelectual es una gran fuente de inspiración, tan-
En éste sentido, la obra del Maestro Aceves Navarro, su excelencia to en las artes plásticas como en el derecho, y ambas áreas evolucionan
plástica y su muy segura trascendencia en el tiempo, resulta cercana a la continuamente en el andar humano; nuestro apoyo a ésta exhibición,
misión de nuestra organización, que festeja este año su décimo aniver- es una expresión de ésta convicción.
sario. Desde nuestra fundación nos enfocamos a proveer de servicios
legales personalizados y de alta calidad a nuestros clientes, con la tradi- A todos nuestros clientes y amigos, muchas gracias por acom-
ción de los más altos estándares de nuestra profesión, y con la vitalidad pañarnos en estos diez primeros años.
Gilberto Aceves Navarro
Apuntes para una semblanza
Luis Ignacio Sáinz
Apuntes p a r a u na s e m b l an z a
Gilberto Aceves Navarro
Luis Ignacio Sáinz

G
ilberto Aceves Navarro cumple a rajatabla el verso del guiado sólo por el placer de convidar sus imaginarios a propios y
poeta luminoso que fuera su tocayo Owen: “Si he de extraños en México y el mundo. Para colmo y admiración se ha dado
vivir, que sea sin timón y en delirio”. Ochenta años de el tiempo de ser crítico y contestatario, participando convencido en
intensa y vigorosa trayectoria lo avalan. Nunca se propuso una ruta, las más inimaginables causas y luchas. Durante más de seis décadas
tampoco eligió la tranquilidad del status quo; jamás ha claudicado, se ha entregado a integrar su propio y personal elenco de imágenes:
insiste en fatigar los senderos escuchando sus voces interiores. su inconfundible abecedario visual; y las composiciones que de allí
Es un clásico en vida, un auténtico tesoro viviente. Allí están los se derivan recurren a una gestualidad imponente, a un tratamiento
premios y reconocimientos para rendir cuentas de su talento infinito: único de la paleta: alta y baja, sin distingos. En paralelo nadie se
el Nacional de Ciencias y Artes (2003), la Medalla de Bellas Artes ha entregado como él a la formación artística; sin exagerar podría
(2011), por mencionar algunos; y lo que es más decisivo el torrente afirmarse que la inmensa mayoría de quienes hoy son alguien en el
de exposiciones, cientos literalmente, que se han montado desde los firmamento de la plástica pasó por su taller. Creador que desconoce los
más modestos escenarios (un espacio comunitario en Azcapotzalco, límites, empeñado en transgredirlos, dedicado a combatir el solaz y
por caso) hasta los más deslumbrantes y pomposos recintos (el eliminar la molicie que le es consustancial para entregarse a fabricar
Palacio de Bellas Artes o el Museo de Arte Moderno), y todo esto belleza y estruendo, predicar el mundo desde el fondo del vacío, y de

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a poco o a dentelladas feroces, colmarlo. Nada importan los medios, eficacia transformarse en ídolo entronizado o en voz que clama inútil
tampoco las técnicas. Se desplaza cómodo del dibujo a la pintura, en el desierto; nada de eso, se le escucha y respeta, pero sobre todo
de la estampa en cualquiera de sus variantes, incluida la digital, a se mira y disecta su quehacer artístico, pues en esa geografía
la escultura y el arte objeto o la escenografía; de lo nimio que linda se condensa una suma de lecciones técnicas, estilísticas,
con la joyería a los formatos públicos descomunales, lo mismo en compositivas, de ritmo e intensidad, de sorpresa y homenaje a
Los Ángeles y Atlanta que en Torreón, Guadalajara, Monterrey o la quienes lo antecedieron. Combate la mediocridad y reconoce
Ciudad de México, por citar algunas locaciones. Sucede también la pertinencia de todos los géneros y todos los lenguajes, no
con los tópicos y las anécdotas que lo animan a habitar los soportes: se aferra a su modo de intervenir y forjar la materia; por ello funge
igual la glosa a los clásicos (Durero, Tiziano, Rubens, los impresionistas, como gozne entre la tradición monolítica de la Escuela Mexicana de
el expresionismo alemán) que la reivindicación de la vida cotidiana y lo Pintura y los ismos y las vanguardias, incluyendo las diversidades de
grotesco (las gordas en la playa, mi novia la trenzuda, mi Juárez de todos su generación de pertenencia. Y mientras hacía y ha hecho todo esto,
los días, los luchadores, ahora que estoy viejo te escribo cartas mamá, logró erigirse en su propia referencia, estableciendo los límites de su
la calle de Génova) o los grandes acontecimientos históricos (Felipe II universo icónico. A nadie le debe y sin embargo allí se levanta una
y la Armada Invencible y las lloronas; la Conquista con todo y caballos obra abierta y dilatada para mostrarnos su gratitud con quienes le han
de Moctezuma y los caciques gordos de Zempoala; el fusilamiento aportado algo, rindiendo generoso tributo a sus maestros. Llegó para
del Cerro de las Campanas con todo y Maximiliano, Miramón y Mejía quedarse, como en el hit parade. Corrobora a Charles Bukowski: “el
en homenaje a Manet). Hueso duro de roer que sigue eludiendo con ingenio está a oscuras / barriendo la oscuridad como una escoba”.

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Notes for a biographical note
Gilberto Aceves Navarro
Luis Ignacio Sáinz

G
ilberto Aceves estudió en la Escuela Nacional de Pintura, triste por Biafra”, parte del acervo del Museo de Arte Moderno es
Escultura y Grabado “La Esmeralda” en 1950 bajo la di- considerado una pieza clave para el desarrollo de La Ruptura. Entre
rección de Enrique Assad, Ignacio Aguirre y Carlos Orozco su obra mural también destacan “Canto a la raza” y “Danzas de la
Romero. En 1952 trabajó como asistente con el Maestro David Alfaro vida y la muerte”. En 1989 recibió mención honorífica en la Bienal
Siqueiros en los murales de Rectoría en la Universidad Autónoma de de Cannes Sur Mer en Francia, así como el premio de la Universidad
México. Aceves continuó sus estudios en “La Esmeralda” en 1953 Nacional. En 1994 realiza las obras murales “Agredida por los zancu-
con el Maestro Isidro Ocampo en el área de grabado; posteriormen- dos”, Mural de acrílico sobre lámina de fierro, instalado en la carrete-
te es expulsado de la escuela. De 1957 a 1961 impartió clases en el ra entre Zarzal y Roldanillo para el Museo Rayo, Roldanillo, Colombia
Institute of Mexican-American cultural exchange en Los Angeles, Ca- y “Los músicos”, mural de acrílico sobre tela, New York, NY. E.U.A.
lifornia, para después en 1971 impartir clases en la Escuela Nacional Más tarde en 1996 realizar la obra mural “La guerra y la Paz” en la Av.
de Artes Plásticas de la UNAM. Desde 1998 imparte clases en su taller J. Antonio Alzate y Av. Sta. María La Ribera en la Ciudad de México
ubicado en la Colonia Roma en la Ciudad de México. En 1968 realiza y la instalación efímera “Monte Albán” (11000 botellas de vino) Mu-
la obra “Poema Floral”, mural al óleo pintado para el Pabellón de seo de Historia de México, Monterrey, N.L. El repertorio de Aceves
México en la Hemisfair de San Antonio Texas, EUA, en 1970 realiza la Navarro es muy extenso. En sus dibujos y pinturas incluye trazos
obra “Yo canto a Vietnam”, Mural de acrílico pintado para el Pabellón vigorosos, ágiles y controlados, líneas, manchas, efectos resultantes
de México, en la Feria Mundial de Osaka, Japón. Su mural “Canto al aplicar el material.

9 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
Nació en
Mexico D.F. el 24 de Septiembre de 1931 y desde que tiene diante jamás me propuse ser un mal alumno, sino desde el buen
uso de razón su muñeca no ha dejado de dibujar. “Dibujar es senci- aprendizaje poder decir mis cosas, y si mis trabajos resulta que van
llísimo... bueno “sencillísimo”, es decir, no tan complicado. Dibujen en contra del común denominador, ni modo, los asumo y me res-
con confianza”.

Nació en la Ciudad de México, en 1931. Estudió en ponsabilizo de ellos. Ser rebelde no tiene ningún significado si no
la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado “La Esmeralda” se tiene una meta, y lo que busco es que mis trabajos estén vivos y
del INBA, en 1950 y trabajó con David Alfaro Sequeiros en la realiza- que a la gente le sirvan como estímulo para cambiar. Por lo menos
ción de los murales de la Rectoría de la UNAM en 1952. Ha desarro- muchos de mis alumnos dicen que les ha cambiado la vida y pa-
llado una importante labor docente, de 1957 a 1961, en el Instituto rece que es cierto”.

En su infancia: “... no era amiguero, nunca lo
de Intercambio Cultural Mexicano Norteamericano, en Los Ángeles, fui, desde entonces aprendía que las cosas importantes se hacen
California y de 1971 hasta la fecha como Maestro de la Escuela Na- en silencio y sin compañía. Mi oficio está construido precisamente
cional de Artes Plásticas, Academia de San Carlos de la UNAM y de por la soledad y el silencio, que disfruto a cada momento”.

“...
1998 a la fecha en su taller de la Colonia Roma. 

“Al principio en la porque me duelen mucho todos los sucesos y el régimen loco,
Academia de San Carlos me decían que lo que enseñaba era puro enfebrecido y cruel en que vivimos, así que tengo que hablar de
garabateo. Lo que intentaba era romper los esquemas que motivan esto de una forma artística y plantearme un problema plástico con
a los alumnos a copiar, perdón a dibujar. Ahora lo que les enseño es los miles de niños iraquíes que mueren por falta de atención. Un
a tener la capacidad de romper paradigmas. Les enseño a ver y crear artista no cambia el mundo en nada, pero lo que quiero es tener mi
cosas nuevas”. 

Sus maestros como él mismo dice, “fueron muchos... conciencia tranquila y participar al menos diciendo que me duele,
Enrique Assad Lara, Carlos Orozco Romero, Isidoro Ocampo, Agustín esa es otra tarea de amor ...”

“ Estoy ¡Retevivo! Estoy haciendo
Lazo, Raúl Anguiano, Nacho Aguirre...”



Luchador
Gilberto Aceves muchas cosas. Creo que estoy en uno de los mejores momentos
no acepta el calificativo de rebelde: “Es solamente una actitud, de de mi vida. Puedo concebir con mayor facilidad y mayor amplitud;
niño fui una lata porque no aceptaba muchas posturas, como estu- me atrevo a más cosas, juego más.

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La Conquista
La transformación de los ciervos en caballos
Luis Ignacio Sáinz
La t r an s f o r m a c i ó n d e l o s c i e r v o s e n c a b a l l o s
A propósito del imaginario de la conquista de Gilberto Aceves Navarro
Luis Ignacio Sáinz

G
ilberto Aceves Navarro acostumbra trabajar en series y re- En uno y otro caso, el azar hará de las suyas y el pintor-hermeneuta
curriendo a la glosa, sea de obras y artistas, modificando se afanará en calcularlo en cero, proporcionándonos pistas de sus
los soportes, los formatos y las técnicas; y, amén de su mira- signos maculares, indicios de sus pesquisas librescas. Y porque así
da curiosa e inquisitorial, la lectura y sus representaciones. Ahora nos están las cosas emprenderé mi personal recorrido por tales huellas y
deslumbra con una visitación a un imaginario remoto: el encuentro entuertos, aunque en mi descargo: “Siempre debe uno disculparse
despiadado entre mundos, el indígena en su vastedad americana, y por hablar de pintura. Pero hay grandes razones para no quedarse
el mediterráneo en su versión española. Los motivos que persigue callado. Todas las artes viven de palabras”.1
son visuales y conceptuales a un mismo tiempo: el desembarco de los
caballos, su irrupción casi esotérica, y la gracia perversa del contacto A partir de 1521 cuando amaina un poco el fragor del combate bélico
ibérico con los gordos totonacos en el episodio de Zempoala. Difícil y comienza, ahora sí, cruento el enfrentamiento espiritual, los misio-
hallar temas más propicios a la figuración. Empero, nuestro artista elu- neros optaron por regular la visión del pasado y se abocaron a regis-
de la tentación de dibujar precisamente eso, incursionando en otras trar el conocimiento de la sociedad prehispánica en escritura latina y
densidades, esas que frisan lo desconocido, pues desde el ojo abo- recurriendo también a la elocuencia del dibujo. Las mismas manos in-
rigen el caballo no existe y acaso sugiere la mixtura del centauro o la dígenas compendiaron buena parte de ese alud de información pro-
deformación del ciervo, y en la forja de las rencillas entre los pueblos cedente de codex y anales mexicas varios en el Códice Matritense,
originarios, las pasiones (revancha, avaricia) harán su caudal y fortuna. donde a quienes escribían pintando se les define como sigue:

1 Valéry, Paul: “Autour de Corot” (1932), en Œuvres, tome II, Pièces sur l’Art, Paris, Gallimard, Bibliothèque de La Pléiade, 1960, p. 1307.

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Tlahcuilo: el pintor
El pintor: la tinta negra y roja, artista,
creador de cosas con el agua negra.
Diseña las cosas con el carbón, las dibuja,
prepara el color negro, lo muele, lo aplica.

El buen pintor: entendido, Dios en su corazón,


diviniza con su corazón a las cosas,
dialoga con su propio corazón.

Conoce los colores, los aplica, sombrea;


dibuja los pies, las caras,
traza las sombras, logra un perfecto acabado.

Todos los colores aplica a las cosas,


como si fuera un tolteca,
pinta los colores de todas las flores.

El mal pintor: corazón amortajado,


indignación de la gente, provoca fastidio,
engañador, siempre anda engañando.

No muestra el rostro de las cosas,


da muerte a sus colores,
mete a las cosas en la noche.

Pinta las cosas en vano,


sus creaciones son torpes, las hace al azar,
desfigura el rostro de las cosas. 2

2 Véase: León Portilla, Miguel: Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares (1961), México, Fondo de Cultura Económica, 2005, 224pp.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 14
La estirpe de Gilberto Aceves Navarro es la de: “El buen pintor: entendido”, ese artífice reflexivo que armado de imágenes e ideas
va dominando su mundo para compartirlo a quienes tenemos el privilegio de observarlo.

Gilberto Aceves Navarro | T raba jando

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II
Las profecías y los augurios se cumplirían, y en ese hacerse Mensajeros, informantes, tlacuilos, van y vienen incansables y
realidad el mito, se desvanecería un orden metafísico materia- asombrados entre la costa y el centro del imperio, del litoral al
lizado en genealogía del poder. Hecho añicos, el sol se ocul- lecho lacustre informan de los designios, avizoran el fin de una
taría sólo para que otro astro rey lo desplazase y, sin pudor era, describen con tintes mágicos a los recién llegados: les te-
alguno, mostrase su infinito poder: uno preñado de artimañas men y en ese pánico religioso desean tímidamente que acontez-
y cálculos, detonador de insidias largamente incubadas entre ca el vaticinio, que se muestre en su horror la fuerza del oráculo.
los pueblos indígenas, marea de seres enfermos empeñados No cede el Hueytlatoani, insiste en disuadirlos, los festeja en la
en incubar sus epidemias y que al remontar el Atlántico diez- distancia con obsequios, los invita a replegarse; quiere detener
marían a los nativos, teules enfundados en carcazas de hierro las promesas y frenar los augurios, espera y confía en el error
y espanto, sembradores de muerte al blandir sus espadas y de los sacerdotes, quisiera infundir la duda en los arúspices. Los
disparar sus mosquetes, y, lo peor de todo, armados de cruces presagios no responden a la voluntad de los hombres, así sean
y devotos de un dios torturado. A tan esperados visitantes los gobernantes ungidos y entronizados en los altares, avanzan im-
cobijaba, a pesar de la leyenda, una sorpresa fincada en su placables, se saben anuncios y, ¿por qué no?, presentimientos.
medio de locomoción: la novedad de un ciervo enorme que, al El Caribe, Cuba, Yucatán y Cozumel, la costa del Golfo, Zem-
correr del tiempo, perdería su condición de centauro, se nom- poala, Cholula, Tlaxcala, etapas de un viaje iniciático rumbo a
braría caballo, carente de astas. Mexico-Tenochtitlan: la realidad del mito.

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Llegará el día en que el agüero irrumpa y será justo un 8 de noviembre incluso osarán tocarse para, en esa prueba del tacto, corrobo-
de 1519 cuando se verán los rostros humeantes, sin necesidad de espe- rar su humanidad. Las ceremonias se suceden y el encuentro
jos de obsidiana o de azogue, unos mundos que nunca entenderemos está próximo. Un testigo interesado3 nos ofrecerá, desde su
en qué basaron su calificación de Nuevo y Viejo. Se mirarán las caras e mirada febril, un relato cuadro por cuadro:

Ya que llegábamos cerca de México, adonde es- en el camino para entrar con su señor, que no
taban otras torrecillas, se apeó el gran Monte- traían los vestidos con los que nos fueron a re-
zuma de las andas, y traíanle de brazo aquellos cibir, y venían, sin aquellos cuatro señores, otros
grandes caciques, debajo de un palio muy riquí- cuatro grandes caciques que traían el palio sobre
simo a maravilla, y el color de plumas verdes con sus cabezas, y otros muchos señores que venían
grandes labores de oro, con mucha argentería y delante del gran Montezuma, barriendo el suelo
perlas y piedras chalchiuis, que colgaban de unas por donde había de pisar, y le ponían mantas por
como borraduras, que hubo mucho que mirar en que no pisase la tierra. Todos estos señores ni
ello. Y el gran Montezuma venía muy ricamente por pensamiento le miraban en la cara, sino los
ataviado, según su usanza, y traía calzados unos ojos bajos y con mucho acato, excepto aquellos
como cotaras*, que así se dice lo que se calzan; cuatro deudos y sobrinos suyos que lo llevaban
las suelas de oro y muy preciada pedrería por en- del brazo. Y como Cortés vió y entendió y le di-
cima de ellas; y los cuatro señores que le traían jeron que venía el gran Montezuma, se apeó del
de brazo venían con rica manera de vestidos a su caballo, y desde que llegó cerca de Montezuma,
usanza, que parece ser se los tenían aparejados a una se hicieron grandes acatos.

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La Conquista | E studio La Conquista | E studio

3 Díaz del Castillo, Bernal: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, introducción y notas por Joaquín Ramírez Cabañas, Tomo I, Editorial Pedro Robredo, México,

1939, p. 310-311. El conquistador extremeño ofrecerá su versión del encuentro en la Segunda carta de Relación (30 de octubre de 1520), donde insistirá en la necesidad de protegerse
por lo que fabricó cuatro bergantines “que podían echar trescientos hombres en la tierra y llevar los caballos cada vez que quisiésemos”. Pasado el tiempo fray Francisco de Aguilar,
primero conquistador y encomendero y después religioso profeso de la orden de los predicadores (Santo Domingo), brindaría su versión del acontecimiento: “Andando más adelante,
ya que llegaba el dicho Cortés obra de un tiro de piedra de él , se apeó el solo del caballo en que iba, y el dicho Motecsuma salió de la litera y echó al cuello del capitán unos collares
de oro y piedras, y dicho Cortés le echó al cuello un collar de margaritas (perlas); y con toda crianza le habló que fuese muy bien venido, que a su casa venía; y el capitán le dio las
gracias por tan buen recibimiento y así poco a poco entramos en un gran patio de muy gran circuito”: Relación breve de la conquista de la Nueva España (1559-1571). A la muerte
del autor el manuscrito pasó a manos del Virrey de la Nueva España y Arzobispo de México Pedro Moya de Contreras quien terminaría obsequiándolo a Felipe II. El documento se
conserva encuadernado con otros papeles novohispanos del siglo XVI en la Real Biblioteca de San Lorenzo del Escorial. Las llamas del siniestro del 7 de junio de 1671 no le afectaron,
sobreviviendo intacto. Existen muchas ediciones, entre ellas la de Jorge Gurría Lacroix (1977), publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México que reproduce el documen-
to y ofrece la paleografía de Beatriz Arteaga Garza.

* Cutara, la palabra es caribe, significa chancleta; en náhuatl: cactli. De aquí que los zapatos respondan al nombre popular de “cacles”.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 18
El erizo y la zorra, el gato y el ratón: uno se enquista
y exilia en sí mismo, el otro se expande y autentifica
fuera de sí. Sus miradas se cruzan, se revisan y escru-
tan como si fuese el último aliento; y sin embargo no
se reconocen, juegan y se repliegan, se coquetean
ignorantes de lo que ocurrirá, anclados en sus creen-
cias, presos de sus deseos. Cada quien a su manera
responde a un designio providencial: la hecatombe
y la reconquista, el imperio de la noche y el anuncio
de la aurora. Mellizos del destino, Némesis forzadas,
eso que los romanos más terrenales llamaron Envi-
dia, establecerán su ascenso y desplome en un con-
trapunto inseparable: fases de un mismo prodigio y
estaciones de un holocausto compartido. El temor y
la ansiedad guardarán su nexo y garantizarán su vín-
Gilberto Aceves Navarro | T aller de grabado C hapultepec
culo, aunque ambos personajes, obligados por los
hados a cosechar lo que sembraron, sufrirán las con-
secuencias del querer ser como los dioses: la hybris
o el castigo a la desmesura. En una cadencia única
mientras uno lo perderá todo, el otro lo obtendrá
en vano. Son y fundaron una ecuación inversamente
proporcional: inseparable y sellada por la ruina, el
descrédito y la fama disputada. Según el Tarot, el
arcano mayor número 12 invertido: El Ahorcado.

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III
Comenzar por el principio. La historia posee un origen. La de Saucedo, Juan de Escalante, Juan Velázquez de León
travesía inicia con los bastimentos y las vituallas. Zarpar (pariente del gobernador), Cristóbal de Olid y Pedro de
cómo, cuándo, con qué, quiénes, serán las preguntas in- Alvarado, capitaneados por Hernán Cortés. La mayor parte
sidiosas que guían al futuro conquistador en su ambición, de ellos, veteranos de la guerra de Italia. Antón de Alami-
en su afán de aventura, en esa su tozudez de valerse como nos, piloto principal.
hidalgo viejo y bachiller de Salamanca, en su desafío al
gobernador isleño de Velázquez, en su ulterior tributo al Pingües recursos para semejante pretensión: domeñar y ha-
Habsburgo carolino. Finalmente, el 10 de febrero de 1519, cerse de reinos y comarcas interminables, desconocidas,
la flota de Hernán Cortés abandonó las costas de Cuba, abundantísimas. Únicamente un lazarillo ciego, la fe en dis-
en 11 naves, con 518 infantes, 16 jinetes, 13 escopeteros, fraz de codicia, explica la convicción de los truchimanes.
32 ballesteros, 110 marineros y unos 200 indios y negros Disponen de ciertas ventajas, imposibles de negar: la tec-
de auxiliares de la tropa. Llevaban 32 caballos, 10 caño- nología bélica, la movilidad de los caballos, la silenciosa
nes de bronce y 4 falconetes. Por capitanes iban Alonso mortandad del tifus, el sarampión, la viruela y hasta la gri-
Hernández de Portocarrero, Alonso de Ávila, Diego de Or- pe; el favor de los sortilegios, y la aparición de antiguos
daz, Francisco de Montejo, Francisco de Morla, Francisco agravios entre los moradores americanos.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 20
Y de las armas vale la pena enterarnos de su verdadera naturale- de la Hinojosa, y por los Ballesteros en tiempo de los
za. Por ejemplo, gracias al Tratado de fundicion de artillería de señores dichos y Marqués de Castrofuerte y de Leganés,
bronce que se ha fundido en España, escrito por los maestros desde el año de 1594, contamos con la descripción de
Gregorio Lofre y Juan Bautier, alemanes, en los tiempos de los esa pieza de artillería que transportara la flota de Cortés
señores capitanes generales don Juan de Acuña Vela, Marqués en número de cuatro:

Falconetes se entienden desde 2 libras hasta de la escuadra, y el segundo, á dos puntos y


4 libras de bala, y 6 de bala de piedra. Son de medio, y el tercero, cuatro. Los falconetes de 3
30 á 34 diámetros de la boca de largo; tienen libras de bala son largos de 32 diámetros de su
repartido el metal de esta manera: en la cula- boca y dos tercios de su diámetro; tienen asen-
ta, tres diámetros un octavo de refuerzo al fo- tados los muñones a 13 diámetros y medio de
gon, y delante, en la moldura de los muñones, su boca, los cuales son gruesos por la parte que
dos diámetros y cuatro quintos; en el cuello, ajustan en la pieza, poco más que su diámetro y
dos diametros. Hay otros falconetes reforzados, por la punta como su diámetro; tiene asentada
que tienen al rededor de la culata tres diáme- la primer moldura á 7 diámetros, y un sexto de
tros y un tercio; delante en la moldura de los su diámetro está asentada la moldura de estos
muñones, dos diámetros y cuatro quintos: en muñones á raiz de ellos; tiene repartido el me-
el cuello, dos. En Málaga se probaron unos fal- tal: en la culata, tres diámetros y medio esca-
conetes de 3 libras de bala: al primer tiro, con sos; por la primer moldura, tres diámetros y un
dos libras de pólvora de arcabuz de seis as y as; tercio; por la de los muñones, tres diámetros;
al segundo, con dos libras y media, y al terce- por el cuello, dos. Pesan 14 quintales, y saldrá
ro con tres. El primer tiro, con el primer punto a 466 libras de peso.

21 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
Como se desprende del listado de pertrechos y que acaescen en esta ciudad (p.33-38), expone
tropas que integraban la expedición del militar ex- cronológicamente las que observó en Sevilla en-
tremeño, los bienes y brazos escaseaban y no pue- tre 1391 y 1420 (a pesar que, como evoca el au-
den, ni en el más delirante de los escenarios de in- tor, fue “buen año de pan y de vino”). Fueron
terpretación, fundar la victoria española. Ésta debe ellas: paludismo, viruela, tifo exantemático, sa-
situarse en una lógica diferente de análisis, para la rampión, tuberculosis y peste bubónica. Además
que el tema médico deviene crucial. El texto cla- apunta la existencia de la disentería, la conjunti-
ve para establecer qué enfermedades contagiosas vitis o bermejura del mal de ojos y la fiebre tifoi-
existían en España, que pudieran ser responsables dea. Por si fuera poco el propio galeno señala la
de epidemias americanas, es la Sevillana Medicina devastadora presencia de una epidemia catarral
4
de Juan de Aviñón , judío converso llamado Mo- en 1405, con toda probabilidad influenza suína o gri-
ses ben Samuel de Roquemaure que llegó a Sevilla pe del cerdo. Otra impresión tardía (1505) del Menor
como médico del Arzobispo. Su obra fue editada daño de Medicina de Alfonso Chirino 5, judío converso
en 1545, un siglo después de escrita, por el céle- oriundo de Cuenca y médico de Juan II, cataloga otros
bre médico andaluz Nicolás B. Monardes y en el males y patógenos: lepra, sarna, tiña, tísica, fiebres de
capítulo V, De las maneras de las enfer medades pestilencia y sífilis o llagas feas 6.

4 Sevillana medicina. Que trata el modo conservativo y curativo de los que abitan en la muy insigne ciudad de Sevilla: la qual sirve y aprovecha para qualquier otro lugar destos reynos,

Sevilla, en casa de Andrés de Burgos, 5 de noviembre de 1545. Juan de Aviñón menciona en el prólogo haberla compuesto en 1418, entre otras razones, por mandato del arzobispo
de Sevilla. La versión más conocida es la reedición de Enrique Rasco de 1885 (Sevilla). Se cuenta con una impresión moderna (2000) con estudio, introducción, edición, versión y nota
de José Mondéjar, Madrid, Arco/Libro, 553pp.

5 Hay disponible una estupenda versión de María Teresa Herrera: Menor daño de la medicina de Alfonso Chirino, edición crítica y glosario, Salamanca, Ediciones Universidad de

Salamanca, 1973, 328pp. Donde se mencionan otras enfermedades como características del Renacimiento español: tercianas, esputos de sangre, asmas, dolores cólicos, afectos es-
pasmódicos, cólicos nefríticos, destilaciones y calenturas pútridas.

6 Para información de contexto véase, Guerra, Francisco: “Origen de las epidemias en la conquista de América”, en Quinto centenario, Madrid, Universidad Complutense, núm. 14,

1988, p.43-51. Para tener una idea aproximada del “genocidio patógeno” basta revisar las cifras del autor, quien registra una población novohispana de cerca de 25 millones de habi-
tantes en 1519 y su dramática disminución a 1, 075,000 en 1605.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 22
IV
Gilberto Aceves Navarro trasciende la anécdota, rehúsa ex- Rasgos y gestos incapaces –por voluntad propia- de
presar el momento mismo de la definición taxonómica: el instaurar señas de identidad. Los lienzos no aprehenden una
descubrimiento de los caballos. Opera así, pues al no exis- trama, la historia se desfigura en un plano secuencial: los
tir el concepto que designa a ese ser particular, el equino, animales pierden nitidez, se atmosferizan; y en un sistema
el entendimiento gradual y progresivo de tal realidad viva de dimensiones simultáneas: visión giroscópica que recupera
se manifiesta más que con los órganos de la vista, con las datos, texturas, densidades y ritmos, de un ente observado
yemas de los dedos. Mirada interior, la cosa mentale leonar- en panóptico, el objeto en recomposición continua resulta
diana, que propone poco a poco un espacio y la volumetría observado desde muy distintos ángulos y sin que repose o
que lo habita. Serán entonces las manchas, los mecanismos descanse la mirada. La vida surge en tanto lo percibido es
de reconocimiento que empleé el artista para apoderarse fijado en la retina: el sujeto como donador de sentido.
de la superficie en que se desarrolla una composición em-
peñada en negarse. Afirmación negativa podría aducirse: Semejantes desplazamientos plásticos se funden con una paleta
conocimiento por contradicción. Los opuestos como fron- que manejada con brío, sube y baja en las escalas de color. Jamás
teras y límites, invasiones matéricas y cromáticas que se se pretende que las tonalidades vuelvan verosímiles los trazos
alejan de los sujetos que las solían montar y conducir. que, en fuga, rechazan hilvanar escenas. Serán en última instancia

23 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
descifrables mediante una lectura de conjunto. Sketch de los contenidos o conceptos de dichas “apariciones”. En el primer
gigante, interminable, que urde secuencia a secuencia una caso se trata del ornitorrinco, de los zoólogos de finales de XVIII y
especie de story board. Los testigos de las apariciones buena parte del XIX y de Kant quien probablemente nunca llegó a
del cuadrúpedo lo diseñan a su leal saber y entender; lo tener noticia del animal ya que falleció en 1804, mucho tiempo antes
que significa que no existe una realidad acotada bautizada de que el colegio científico conviniese su clasificación. En el segundo
“caballo”, sino una sustancia que se materializa en el plural, caso se trata de los caballos, de los aztecas y de su gobernante Moc-
son una suerte de manada, ante la que cada informante pone tezuma, quienes nunca habían visto animales como aquellos, hasta la
el énfasis en un punto determinado sin que con la suma de ruptura que constituyó el arribo de los conquistadores españoles 8.
los “videntes” se arme un modelo. Umberto Eco piensa en
estos fenómenos cognitivos cuando propone la hipótesis de
que existe “una especie de petición incondicional por parte
de la semiótica que exigiría que el conjunto de la cultura se
estudiara como un fenómeno de comunicación” 7. Y en esta
serie prodigiosa de cuadros la expresión (la comunicación)
ocurre sin mediación de las palabras, regodeándose en los
signos formales de la pintura.

Esta paradoja la desmenuza Eco al analizar dos ejemplos 7“La vida social como un sistema de signos”, en Introducción al estructuralismo, David Robey
en los que un individuo y su comunidad se enfrentan a un compilador, traducción de Paloma Varela, Madrid, Alianza, 1976, p. 95.

fenómeno desconocido hasta la fecha de su surgimiento, 8


Kant y el ornitorrinco, traducción de Helena Lozano Miralles, Barcelona, Lumen, 1999, 488pp.,
especialmente p. 152 y ss. Debo esta fuente a mi amigo Héctor Palacios quien, erudito en tópi-
y cómo apreciar en consecuencia el proceso de formación cos de semiología, llamó mi atención sobre el tratamiento del académico italiano.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 24
El pensador afirma que a la vista del fenómeno original (el or-
nitorrinco o los caballos) los sujetos desarrollan un Tipo Cogni-
tivo (TC). Es algo similar a un esquema morfológico, parecido a
un modelo tridimensional, capaz de incluir otras características
como el olor, el sonido (relincho), el tamaño, la forma o, inclu-
so, ciertos atributos (ser cabalgable, por ejemplo). Mediante el
TC, los individuos se habilitan en el reconocimiento de otros
ejemplares del mismo fenómeno que no han visto tampoco. Dis-
La Conquista | E studio
ponen de un parámetro o paradigma funcional mediante el que
cotejan y compulsan las ocurrencias-apariciones-irrupciones.
Este modelo de identificación descansa en factores evidentes
registrados en la percepción directa, evitando el trascendenta- Eco denomina a esta suma Contenido Nuclear (CN), señalando
lismo propio de las esencias y/o las substancias. que mientras el TC es privado el CN es público. En este senti-
do, el CN es el modo en que intersubjetivamente establecemos
Empero, el TC que se elabora en las primeras instancias del los rasgos que componen el TC. De tal forma que el CN puede
contacto o percepción no es común a todos los hablantes; de- transmitirse creando TC en personas que no han tenido percep-
viene de una experiencia particular y manifiesta una aprehen- ción alguna del objeto en cuestión. ¿Acaso no pudo identifi-
sión ordenada del testigo; es por naturaleza singular y privada. car Moctezuma los caballos la primera vez que los vio gracias a
Cuando los aztecas intercambian puntos de vista, basados en las informaciones que le habían suministrado sus emisarios? En
sus experiencias, sobre los caballos se empiezan a establecer todo caso, ambos dispositivos epistémicos son negociables en
gradualmente áreas de consenso. Afloran las primeras interpre- principio, pues estructuralmente dependen de una cultura con-
taciones colectivas que se asemejan bastante a una definición. creta y de sus circunstancias específicas.

25 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
Arte de las presencias espectrales, juego de espejos, de duplicación Comoquiera, las siluetas recién descubiertas comparecen en calidad
e inversión del movimiento, de amalgama de planos y figuras, que de devoradoras de espacio. Se nos sugiere una territorialidad pictórica
proporciona una racionalidad progresiva en relación con el hallaz- novedosa: entre lo figurativo y lo abstracto, triunfa el desplazamiento
go: los caballos. Aceves Navarro recorre el mismo sendero que Eco, de las cosas-los seres-los entes-los objetos, motivo de discretísima re-
pero a diferencia de él lo hace a través de otros medios, detenién- presentación. Al igual que en la realidad, los caballos pintados adquie-
dose en la percepción directa y ahorrándose las palabras o substitu- ren carne y huesos, se terrenalizan, y al perder su carácter mágico son
yéndolas con imágenes. reconocibles, tal como con angustia nos comparte el cronista 10:

...cada día menguaban nuestras fuerzas y la de los mexicanos crecían, y veía- Los caballos se mueren. En virtud de ello permiten ser develados y
mos muchos de los nuestros muertos y todos los demás heridos, y aunque conocidos. Aceves Navarro está consciente, los tuerce, les hinca el
peleábamos muy como varones no podíamos hacer retirar ni que se aparta- diente, los disecta y los despoja de su aura mítica. Desprovistos de
sen los muchos escuadrones que de día y de noche nos daban guerra, y la espíritu, entonces resultan pintables. El lujo de la carnicería.
pólvora apocada, y la comida y el agua por consiguiente, […] en fin, veíamos

la muerte a los ojos, […] y fue acordado por Cortés y por todos nuestros

capitanes y soldados de que noche nos fuésemos, cuando viésemos que los
10 Díazdel Castillo, Bernal: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, intro-
escuadrones guerreros estuviesen más descuidados […] Y estando en esta ducción y notas por Joaquín Ramírez Cabañas, Tomo II, Editorial Pedro Robredo, México,
1939, p.82-84.
manera cargan tanta multitud de mexicanos a quitar la puente y a herir y a
* Repartimiento de indios que se hacía en América para el servicio de los conquistadores.
matar en los nuestros […] y como la desdicha es mala en tales tiempos, ocurre
** Conjunto de fardos (bloques prensados de paja o alfalfa) que componen una carga; en len-
un mal sobre otro; como llovía resbalaron dos caballos y caen en el agua […] guaje coloquial, bultos.

De manera que en aquel paso y abertura del agua de presto se hinchó de *** Americanismo: Baúl hecho de cuero, que se utilizaba para trasladar ropa y otras cosas en
animales de carga. En España: 1) Estuche de cuero o metal para guardar el tabaco picado, los
caballos muertos y de indios e indias y naborías*, y fardaje** y petacas***... puros o los cigarros; 2) Botella plana y de tamaño pequeño que sirve para portar licor.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 26
V
Susan Sontag nos recuerda que: “Para el pintor hay dos asevera- la grana o savia de la cochinilla, el palo de Campeche, la tuna,
ciones principales en este reducido campo de la expresión ver- el caracol o la cal, tanto el franciscano Bernardino de Sahagún
bal. El pintor asevera que las pinturas no precisan de ‘explicacio- como el jesuita Francisco Xavier Clavijero han registrado un sinfín
nes’. El pintor explica que los cuadros deberían ser considerados, de piedras y plantas empleadas en la manufactura de los tintes y
11
propiamente, ‘cosas” . Quizá una de las características más no- adobos; por otro, al modo de una marca de agua, la línea, el con-
tables del quehacer artístico de Aceves Navarro consista en su torno de las cosas, después la aplicación del color propiamente
audacia formal, atrevimiento que hunde sus raíces en una cultura dicho, los jaspes, y, al final, el modelado, la profundidad en la
poco común. En la serie dedicada al desembarco de los ciervos perspectiva, el claroscuro. Está por demás insistir en que, en todo
convertidos en caballos se intuye, así sea veladamente, un ho- caso, se trata de una capa de sentido, una franja en el laborioso
menaje al dibujo colorido indígena: por un lado, el recurso a una discurrir de los pinceles y las espátulas.
12
gama de color inédita en su fábrica , estridente a ratos y de 11
Sobre Hodgkin” (1995), en Cuestión de énfasis (2001), traducción de Aurelio Major,
pigmentos totales, como si se tratase de tierras, jugos y sustan- México, Alfaguara, 2007, p. 174.

12 Claro
cias de origen mineral, vegetal o animal, cuyas fuentes nutricias está que el estilo de Gilberto Aceves Navarro indistintamente se explica por la
maestría en el dibujo, el partido de la composición y la oferta cromática; pero en esta
podrían ser el hollín, el ocre, el siena (natural o tostado, amarillo serie sí destaca la atención que le ha brindado el artista a la confección y aplicación de
la paleta. Otras de sus series han hecho también grandes aportes de color como Las
u ocre, dependiendo de la cantidad de óxidos de hierro), el añil, gordas en la playa, a manera de mínimo ejemplo.

27 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
Hasta aquí el paralelismo con el universo precolombino, pues La exposición le concederá, por último, una menor atención al flujo
nada más lejano a la intención de nuestro artista que erigirse en instrumental de la ambición política de Cortés: el funcionamiento
13
un amoxtlacuilo, el pintor de libros, ese conocedor de las mito- impío del Sed quis custodiet ipsos custodes? de Juvenal , con el
logías y los hechos dignos de conservarse. Como veedores es- que seduce y torna cómplices a los totonacos, esos gordos sim-
tamos situados de frente al despliegue de la forma, brilla por su páticos, o al menos su cacique principal, quienes usan y se saben
ausencia la necesidad de transmitir un mensaje o hilar una gra- usados por los extraños, en ese su litigio con los señores aztecas a
mática: crónica gestual, pero no de sucesos, acaso de impresio- quienes están sujetos y deben tributo. Aquí el tratamiento insistirá
nes. Si se anhelase fijar una visión de lo fantástico, con seguridad en arrojar masas a los soportes, otra vez la presencia inquietante de
el autor hubiese echado mano de los embrujos y sortilegios. A unas manchas móviles, humanizadas, que aspiran a su individuali-
contracorriente se empeña en convidarnos, en sentido lato, las zación. La anécdota se desvanece en la figuración, y los acuerdos
percepciones directas de quienes, entre pasmados y azorados, de Zempoala, la resistencia a cubrir las gabelas a los enviados de
miraron inauguralmente a esas nobles bestias que –pese a ellas- Moctezuma Xocoyotzin y el rechazo a la servidumbre del Imperio
debieron haber sembrado espanto por doquier. No se levanta un mexica, después ampliados en la alianza con los tlaxcaltecas, pres-
inventario de rasgos, tampoco surge un catálogo o una taxono- cindirán de una iconicidad propia, motearán el paisaje plástico pero
mía: las manchas asaltan las telas, se apoderan de ellas, son una más como una hipótesis de lectura del espectador. De tanto en tan-
confusión primigenia, un golpe visual que no alcance a discernir to asomarán los equívocos y los personajes que les dan soplo vital
las partes que componen ese todo desconocido. Así, comparece nos mirarán socarrones y divertidos. Maravillados vislumbramos la
y desfila el homenaje a la sorpresa, la turbación y el estupor. violencia simbólica de un encuentro entre mundos nones.

13 El
poeta satírico latino por antonomasia activo hacia fines del siglo I y comienzos del siglo II de nuestra era, y su “¿Quién vigilará a los propios vigilantes?”. A él se debe también la
expresión panem et circenses: “Pan y circo”.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 28
The t r an s f o r m a t i o n s o f d e e r i n t o h o r s e s
On the imagery of the conquest by Giberto Aceves Navarro
Luis Ignacio Sáinz

G
ilberto Aceves Navarro usually works with series and recur- wealth. In both cases, chance will take over and the painter-herme-
ring to interpretations of works and artists, modifying sup- neutic will try to calculate it at zero, providing us hints of his macular
ports, formats and techniques; and notwithstanding his cu- signs, indications of his bookish findings. And because that is how
rious and inquisitive gaze, reading and its representations. Now he things are, I shall begin my own journey following such footprints and
amazes us with a visit to a remote vision: the ruthless encounter be- aggravations, although in my belief: “One should always apologize
tween two worlds, the native in its American vastness, and the Medi- when talking about painting. But there are great reasons not to keep
terranean in its Spaniard version. The motivations he seeks are visual quiet. All the arts live through words”. 1
and conceptual at the same time: the disembarking of horses, the
almost esoteric irruption, and the perverse grace of the Iberian con- As of 1521 when the clash of the bellicose combat decreases and
tact with the fat totonacs in the episode of Zempoala. It is hard to find the cruel spiritual confrontation actually begins, missionaries chose
a theme more inclined to figuration. However, our artist avoids the to regulate the view of the past and strived to document the knowl-
temptation of painting precisely that, venturing into other densities, edge of the pre-Hispanic society through Latin writing, and also
those that confront the unknown, because in the native’s eye, horses turning to the eloquence of drawing. The same indigenous hands
do not exist and maybe even suggests the mixture of the centaur or summarized a significant part of such vast information originating
the deformation of the deer, and in the forging of quarrels between from codex and several Mexica annals in the Maritense Codex,
original peoples, passions (revenge, greed) will build their fortune and where those who wrote by painting, were defined as follows:

1 Valéry, Paul: “Autour de Corot” (1932), in Œuvres, tome II, Pièces sur l’Art, Paris, Gallimard, Bibliothèque de La Pléiade, 1960, p. 1307.

29 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
Tlahcuilo: the painter
The painter: the black and red ink creator of things
with black water.
He designs things with coal, he draws them,
he prepares the black color, he grinds it, applies it.

The good painter: wise, God in his heart


deifies all things with his heart,
dialogues with his own heart.

He knows the colors, applies them, shades;


he paints feet, faces
he traces shadows, he achieves a perfect finish.

He applies all colors to things


as if he were a Toltec,
he paints the colors of all the flowers.

The bad painter: enclosed heart,


indignation of the people, provokes nuisance
Gilberto Aceves Navarro’s cheater, he is always cheating.
linage is that of: “The good
painter: wise”, a reflexive He does not show the face of things,
he kills his colors
artifice that armed with im-
he hides things into the night.
ages and ideas dominates his
world to share it which those He paints things in vain
of us who have the privilege his creations are clumsy, he does them at random
of observing it. he disfigures the face of things. 2
2 See: León Portilla, Miguel: Los Antiguos Mexicanos a Través de sus Crónicas y Cantares (1961), México, fondo de Cultura Económica, 2005, 224pp.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 30
II
The prophecies and omens will be fulfilled, and in that realiza- Messengers, informants, tlacuilos4 , come and go tireless and
tion of the myth, a metaphysical order materialized in the ge- amazed between the coast and the center of the empire, from the
nealogy of power would vanish. Torn to pieces, the sun would coastline to the marsh bed they bring news about the plans, watch
hide only to let another reigning celestial body take its place, the end of an era, describe the newcomers with magical tints: they
and with no modesty, would show its infinite power; a bunch of fear them and in that religious panic, they shyly desire the proph-
wiles and calculations, detonator of long-incubated malicious- ecy to become true, the force of the oracle to materialize in its hor-
ness among indigenous people, a tide of sick beings deter- ror. The Huyetlatonai5 does not give up, he insists on persuading
mined to hatch their epidemics and who, upon returning to the them, he celebrates them in the distance with gifts, he invites them
3
Atlantic would annihilate the natives, teules , dressed in quiv- to retreat; he wants to stop the promises and halt the omens, he
ers made of iron and horror, sowers of death when brandishing awaits and trusts in the error of the priests, he would like to plant
their swords and firing their muskets, and, worst of all, covered doubt in the haruspices. Forebodings do not answer to the will
with crosses and devoted to a tortured god. In spite of the leg- of men, even if they are anointed rulers enthroned in altars, they
end, a surprise built on its means of locomotion, sheltered such proceed ruthlessly, they know they are announcements and maybe
long-awaited visitors: the novelty of an enormous deer that, even premonitions. The Caribbean, Cuba, Yucatán and Cozumel,
with the passage of time, would lose its centaur condition and the Gulf coast, Zempoala, Cholula, Tlaxcala, stages of a journey of
would be named horse, without antlers. initiation headed for Mexico-Tenochtitlán: the reality of the myth.

31 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
The day will come when the augury will break through and it will be exactly on November 8, 1519, when the smoky faces will be seen, with-
out needing obsidian or quicksilver mirrors, two worlds which we will never understand on what they based their classification of New and
Old. They will look at their faces and even dare to touch each other, in order to corroborate their humanity through that test of touch. The
ceremonies take place and the encounter is near. An interested witness6 will offer us, from his feverish gaze, a story, painting by painting:

As we approached México, where there were other turrets, the great on the road to enter with their lord, who did not wear the costumes
Moctezuma dismounted from the bier and the great caciques led with which they welcomed us and there were, without those four men,
him by the arm, under an incredibly rich canopy, and the color of four other large caciques that had the bier over their heads and many
the green feathers with great gold ornaments, with a lot of silver em- others who came before the great Moctezuma, clearing the ground he
broidery and pearls and chalchiuis stones , that hung from a kind of would walk upon and laying shrouds so he would not step on the soil.
effacements, there was a lot to see in that. And the great Moctezuma None of such men even dared to look him in the eye, but had their eyes
was richly dressed, according to tradition and was wearing a kind of downcast and acted with a lot of respect, except for the four men, his
cotaras* , that is how they call their shoes; soles made of gold and nephews, who led him by the arm. And as Cortes saw and understood
valuable stones over them; and the four men who led him by the arm and was told the great Moctezuma was coming, he dismounted his
wore rich, traditional costumes, which they seemed to have with them horse and as he approached Moctezuma, great respects were paid.

3 Translator’s note: Nahuatl expression meaning “semi-god”.


4 Translator’s Note: Nahuatl word meaning scribe, painter, writer or wise man.
5 Translator’s note: Nahuatl expression used to denominate rulers of México-Tenochtitlan, Texcoco and Tlacopan who reigned over the valley of Mexico.
6 Díaz del Castillo, Bernal: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, introduction and notes by Joaquín Ramírez Cabañas, Volume I, Editorial Pedro Robredo, México,

1939, p. 310-311. The conqueror from Estremadura will offer his version of the encounter in the Segunda carta de Relación (October 30, 1520), where he will insist on the need of protect-
ing himself, for which he made four brigantines “that could throw three hundred men on the ground and carry the horses each time we wanted”. As time passed, brother Francisco de
Aguilar, first conqueror and grocer and later, a professed priest of the order of the preachers (Santo Domingo), would offer his version of the events: “Walking further ahead, when the
man Cortés was arriving, he dismounted from the horse he was riding, and Moctezuma got up and put gold and stone necklaces around the captain’s neck, and Cortés threw around
his neck a necklace made from daisies (pearls), and very politely welcomed him, saying that he was home; and the captain thanked him for such a warm welcome and little by little we
came into a large patio with a large circuit”: Relación breve de la conquista de la Nueva España (1559-1571). Upon the author’s death, the manuscript came to the hands of the Viceroy
of New Spain and Archbishop of Mexico Pedro Moya de Contreras who later it gave it to Phillip II as a gift. The document is kept bound with other novo-Hispanic papers of the XVI
century in the Royal Library of San Lorenzo of the Escorial. The fire of June 7, 1671 did not affect it and it survived intact. There are many editions, including the one by Jorge Gurría
Lacroix (1977), published by the Universidad Nacional Autónoma de México that reproduces the document and offers the paleography of Beatriz Arteaga Garza.
* Cutara, the word is Caribbean, it means slipper, in nahuatl: cactli.
Translator’s Note: Stones similar to emeralds, greatly appreciated by indigenous people of Mexico.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 32
The hedgehog and the fox, the cat and the mouse: one
of them encysts and exiles in itself, the other expands
and authenticates outside itself. Their gazes cross,
they check each other and scrutinize as if it was their
last breath; but nevertheless, they do not recognize
each other, they play and retreat, they flirt not knowing
what will happen, rooted to their beliefs, prisoners of
their desires. Each of them responds in its own way to
a providential plan; the hecatomb and the re-conquer-
ing, the empire of the night and the announcement
of dawn. Twins of destiny, forced Nemesis, that what
the most earthly Romans called Envy, they will estab-
lish their rise and fall in an inseparable counterpoint:
phases of the same prodigy and seasons of a shared
holocaust. Fear and anxiety will keep their nexus and
guarantee their link, although both characters, obligat-
ed by fate to reap what they sow, will suffer the conse-
quences of wanting to be like gods: the hybris or the
punishment to excess. In a unique cadence while one
will loose everything, the other will obtain it in vain.
They are and founded an inversely proportional equa-
tion: inseparable and sealed by ruin, discredit and dis-
puted fame. According to the Tarot, the inverted major
arcana number 12 : The Hanged Man La Conquista | E studio

33 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
III
Start by the beginning. History has an origin. The jour- Morla, Francisco de Saucedo, Juan de Escalante, Juan
ney begins with supplies and victuals. How, when, with de Velázquez de León (the gover nor’s relative), Cristóbal
what, and who will sail, will be the insidious questions de Olid and Pedro de Alvarado, commanded by Her nán
that guide the future conqueror in his ambition, in his Cortés. Most of them were veterans of the Italian war.
quest for adventure, in that stubbor nness to continue as Antonio de Alamitos was chief pilot.
an old noble man and bachelor of Salamanca, in his defi-
ance to the islander gover nor Velázquez, in his ulterior A b u n d a n t re s o u rc e s f o r s u c h p ro j e c t : t a m e a n d a p p ro -
tribute to the carolean Habsburg. Finally, on February p r i a t e e n d l e s s , u n k n o w n a n d r i c h k i n g d o m s a n d re g i o n s .
10th, 1519, Her nán Cortés’ fleet abandoned the coasts O n l y a b l i n d g u i d e , f a i t h d i s g u i s e d i n g re e d , e x p l a i n s
of Cuba, in 11 vessels, with 518 infants, 16 horsemen, t h e c o n v i c t i o n o f t h e ro g u e s . T h e y h a v e c e r t a i n u n d e n i -
13 gunmen, 32 crossbowmen, 110 sailors and about 200 a b l e a d v a n t a g e s : t h e b e l l i c o s e t e c h n o l o g y, t h e m o b i l i t y
natives and negroes to assist the troops. They had 32 of horses, the silent mortality of tifus, measles, small
horses, 10 copper canons and 4 falconets. The captains pox, and even the common cold; the favor of the sorti-
were Alonso Her nández de Portocarrero, Alonso de Avi- leges, and the apparition of old grievances amongst the
la, Diego de Ordaz, Francisco de Montejo, Francisco de American dwellers.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 34
W i t h re s p e c t t o t h e w e a p o n s , i t i s w o r t h w h i l e t o u n d e r s t a n d q u i s e o f H i n o j o s a , a n d b y t h e B a l l e s t e ro s i n t h e e r a
t h e i r t r u e n a t u re . F o r i n s t a n c e , t h a n k s t o t h e Tre a t y o n t h e o f t h e s u c h g e n t l e m e n a n d t h e M a rq u i s e o f C a s t ro -
c a s t i n g o f B ro n z e A r t i l l e r y c a s t e d i n S p a i n , w r i t t e n b y m a s - fuerte and of Leganés since the year 1594, we have
t e r s G re o g o r i o L o f re a n d J u a n B a u t i e r, G e r m a n s i n t h e e r a t h e d e s c r i p t i o n o f f o u r p i e c e s o f a r t i l l e r y t h a t C o r-
o f M e s s r s . C a p t a i n s G e n e r a l s d o n J u a n d e A c u ñ a Ve l a , M a r- tes’ fleet transported:

Falconets range from a 2 pound bullet to a 4 point of the squad, and the second, at two and
pound bullet, and 6 stone bullet. They have 30 a half points, and the third, [at] four. The three
to 34 diameters from the muzzle in length; the pound bullet falconets are 32 diameters long
metal is distributed as follows: in the butt, three from the muzzle and two thirds of their diameter:
diameters one eighth of reinforcement to the they have the trunnions fixed at 13 diameters and
touchhole, and in the front, in the molding of a half from the muzzle, which are thick in the part
the trunnions, two diameters and four fifths; in they adjust into the piece, a little more than their
the neck, two diameters. There are other rein- diameter and at the top like their diameter; the
forced falconets, that have three diameters and first molding is fixed at 7 diameters, and a sixth
one third around the butt; in front of the molding of its diameter the molding of these trunnions is
of the trunnions two diameters and four fifths; in fixed at the root thereof; the metal is distributed:
the neck, two. In Malaga certain 3 pound bullet in the butt, barely three diameters and a half; for
falconets were tested: on the first shot, with two the first molding, three diameters and one third;
pounds of gunpowder of harquebus of six ace and for the trunnions, three diameters; for the neck,
ace; the second with two and a half pounds, and two. They weigh 14 quintals, and will go out at
the third with three. The first shot, with the first 466 pounds in weight.

35 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
As evidenced by the list of equipment and troops of the diseases existing in this city) (p.33-38), he
that integrated the expedition of the military from Es- exposes chronologically those he observed in Se-
tremadura, goods and arms were scarce and cannot, ville between 1391 and 1420 (although, as the au-
not even in the most delirious scenario of interpreta- thor remembers, it was “a good year of bread and
tion, originate the Spanish victory. It must be situ- wine”). They were: malaria, small pox, spotted fever,
ated in a different logic of analysis, where the medi- measles, tuberculosis and bubonic plague. He also
cal theme becomes crucial. The key text to establish points out the existence of dysentery, conjunctivi-
the contagious diseases that existed in Spain, which tis, redness of the sick eye and typhoid fever. And if
could be responsible for American epidemics, is the this was not enough, the physician himself indicates
Sevillana Medicina by Juan de Aviñón 8, a converted the devastating presence of a flu epidemic in 1405,
Jew born Moses ben Samuel de Roquemaure, who most likely, swine flu. Another late impression (1505)
arrived in Seville as the Archbishop’s doctor. His work of Menor daño de la medicina by Alfonso Chirin 9,
was edited in 1545, a century after it was written, by a converted Jew native of Cuenca and John the II’s
the famous physician from Andalucía Nicolás B. Mo- physician, classifies other sicknesses and pathogens:
nardes and in chapter V, De las maneras de las en- leprosy, scabies, ringworm, tuberculosis, pestilence
fermedades que acaescen en esta ciudad (The forms fevers and syphilis or nasty sores 10.

8 Sevillana medicina. Que trata el modo conservativo y curativo de los que abitan en la muy insigne ciudad de Sevilla: la qual sirve y aprovecha para qualquier otro lugar destos

reynos, Seville, in the house of Andrés de Burgos, November 5, 1545. Juan de Aviñón mentions in the prologue that it composed it in 1418, among other reasons, by order of the
Archbishop of Seville . The best known version is the re-edition by Enrique Rasco in 1885 (Seville). There is a modern print (2000) with analysis, introduction, edition, version and note
by José Mondéjar, Madrid, Arco/Libro, 553pp.
9 There is a wonderful version by María Teresa Herrera: Menor daño de la medicina de Alfonso Chirino, edition, critic and glossary, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca,

1973, 328pp. It mentions other diseases as characteristic of the Spanish Renaissance: tertian fever, spitting blood, asthma, colic pain, spasmodic affections, renal colic, distillation and
putrid fevers.
10 For context information see, Guerra, Francisco: “Origen de las epidemias en la conquista de América”, in Quinto centenario, Madrid, Universidad Complutense, núm. 14, 1988,

p.43-51. To have an approximate idea of the “pathogen genocide” it is sufficient to review the author’s figures, who records a novo-Hispanic population of around 25 million inhabitants
in 1519 and a dramatic decrease to 1,075,000 in 1605.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 36
IV

Gilberto Aceves Navarro transcends the anecdote, refuses to identity signs. The canvas does not apprehend a plot, the his-
express the exact moment of the taxonomic definition: the dis- tory changes in a sequential level: the animals lose sharpness,
covery of horses. It works like this, as there was no concept they become part of the atmosphere; and in a system of simul-
to describe such being in particular, the equine, the gradual taneous dimensions: gyroscopic view that recoups information,
and progressive understanding of such live reality manifests textures, densities and rhythms, of a being observed in pano-
more than with just the organs of sight, with the fingertips. ptic, the object of continuous re-composition is observed from
Interior insight, the Leonardian la cosa mentale, that little by very different angles without the eye resting or reposing. Life
little proposes a space and volume that dwells in it. The spots surges while what we perceive is fixed in the retina: the subject
will then be the recognition mechanisms the artist will use to as donor of sense.
appropriate the surface where a composition that insists on
being denied will develop. A negative affirmation could be ad- Such plastic movements blend with a palette that energetically
duced: knowledge by contradiction. Opposites like frontiers managed, goes up and down the color scales. Never is there
and limits, material and chromatic invasions that become dis- any intent to make the shades turn the traces believable, which
tant from the subjects who used to ride and drive them. Fea- escaping, refuse to reel off scenes. Ultimately, they will be de-
tures and gestures incapable – on their own – of establishing cipherable trough joint reading. Giant sketch; endless, that

37 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
weaves, sequence by sequence, a kind of story board. The cerns horses, the Aztecs and their governor Moctezuma, who had
witnesses of the apparitions of the quadruped design it never seen such animals, until the turning point that the arrival of
to the best of their knowledge and understanding; which the Spanish conquerors represented 12. The philosopher affirms
means that there is no defined reality called “horse”, but that upon seeing the original phenomenon (the platypus or the
rather a substance that materializes in the plural, they are horses), the subjects develop a Cognitive Type (CT). It is some-
a kind of herd, before which each informant emphasizes thing similar to a morphological scheme, like a tridimensional
a specific point, without the sum of “viewers” making a model, capable of including other characteristics such as odor,
model. Umberto Eco thinks about these cognitive phe- sound (neigh), size, form or even certain attributes (ability to be
nomena when he proposes the hypothesis that there is ridden, for instance). Through the CT, individuals are able to rec-
“a kind of unconditional petition on behalf of semiotics ognize other specimens of the same phenomenon that they have
which would require that the entire culture be studied as a not seen. They have a functional parameter or paradigm through
phenomenon of communication” 11. And in this prodigious which they compare and collate occurrences-apparitions-irrup-
series of paintings the expression (the communication) oc- tions. This identification model rests on registered evident fac-
curs without the intervention of words, gloating on the tors in the direct perception, avoiding the transcendentalism
formal signs of painting. typical of essences and/or substances.

Eco disintegrates this paradox by analyzing two exam-


ples in which one individual and his community face a
phenomenon unknown until the date it happened, and
consequently, how to appreciate the process of forma-
tion of the contents or concepts of such “apparitions”. In
the first case, it concerns the platypus of the zoos of the
late XVIII century and a significant part of the XIX century 11 “La vida social como un sistema de signos”, in Introducción al estructuralismo, David Robey

and Kant, who probably never knew of the animal since compilator, translation by Paloma Varela, Madrid, Alianza, 1976, p. 95.

12
he passed away in 1804, a long time before the science Kant y el ornitorrinco, translation by Helena Lozano Miralles, Barcelona, Lumen, 1999,
488pp., especially p. 152 and ss. I owe this source to my friend Héctor Palacios, an erudite on
school agreed on its classification. The second case con- semiology topics, who called the analysis of the Italian academic to my attention.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 38
However, the CT created during the first contact or perception is not
common to all speakers: it derives from a particular experience and mani-
fests an orderly apprehension of the witness; it is by nature singular and
private. When the Aztecs exchange points of view, based on their experi-
ences about horses, areas of consensus are gradually established. The
first collective interpretations emerge, which are close to a definition. Eco
calls this sum Nuclear Content (NC), pointing out that while the CT is
private the NC is public. In his respect, the NC is the way we inter-sub-
jectively establish the features that form the CT. This way, the NC can be
transmitted, creating CT in persons that have not had any perception of
the relevant object. Wasn’t Moctezuma able to identify the horses the first
time he saw them thanks to the information provided by his emissaries?
In any case, both epistemic devices are negotiable at first, because they
depend structurally on a concrete culture and its specific circumstances.
La Conquista | E studio

Art of spectral presences, game of mirrors, of duplicity and inversion of is suggested: between the figurative and the abstract, the
movement, of a mixture of planes and figures, which provides a progres- movement of things-beings-organisms-objects triumphs,
sive rationality in relation with the finding; the horses. Aceves Navarro subject of the most discrete representation. As in reality,
walks the same path as Eco, but as opposed to him, Aceves Navarro the painted horses acquire flesh and blood, they become
uses other means, stopping in direct perception and saving the words terrestrial, and when they loose their magical character,
or substituting them with images. Regardless, the recently discovered they become recognizable, just like, with distress, the au-
silhouettes appear as eaters of space. A new pictorial territoriality thor shares with us 13:

39 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
…each day our strength diminished and Mexi-
cans’ strength grew, we saw a lot of our men dead
and all the rest of them injured, and even though
we fought like men, we could not make the many
squadrons that fought with us day and night with-
draw or retreat and the decreasing gunpowder, and
the food, and the water as well, […] in short, we
looked death in the eye, […] and Cortés and all our
captains and soldiers agreed that we should go dur-
ing the night, when we saw the warrior squadrons
were more unattended […] And in such manner, a
multitude of Mexicans charge to remove the bridge The horses die. By virtue of this, they allow us to unveil and know them.
and hurt and kill our men […] and as misfortune is Aceves Navarro is well aware, he twists them, sinks his teeth into them, dis-
bad in such times, one evil happens after another; sects them and divests them from their mystic aura. Having lost their spirit,
as it was raining, two horses slipped and fell into they become paintable. The luxury of the slaughter.
the water […] In such way that the path and opening
13 Díaz del Castillo, Bernal: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, introduc-
of swift water swelled with dead horses and male tion and notes by Joaquín Ramírez Cabañas, Volume II, Editorial Pedro Robredo, México, 1939,
p.82-84
and female natives and naborías*, and bundles** .
* Distribution of natives made in América for the service of conquerors. (In italics in the original.)
and trunks ***… ** Set of bundles (pressed blocks of hay or alfalfa) that compose cargo; in colloquial language,
packages.

*** Americanism: Leather trunk used to transport clothes and other things on pack animals.
In Spain: 1) Leather or metal case to keep loose tobacco, cigars or cigarettes; 2) Small, flat
bottle to carry liquor.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 40
V
Susan Stong reminds us that: “For the painter there are two iron oxides), indigo, scarlet or cochineal sap, Campeche stick,
principal affirmations in this reduced field of verbal expres- the cactus fruit, the snail, or lime, the Franciscan Bernardino
sion. The painter assures paintings need no ‘explanations’. de Sahagún as well as the Jesuit Francisco Xavier Clavijero
The painter explains that paintings should be considered, have recorded endless stones and plants used to produce
14
properly, as ‘things’ . Perhaps one of the most outstanding dyes and dressings; on the other hand, like a water mark, the
characteristics of Aceves Navarro’s artistic work consists in its line, the contour of things, after the application of the color
formal audacity, a daring that sinks its roots in an uncommon itself, the jaspers, and, at the end, the modeling, the depth
culture. In the series dedicated to the disembarking of the in perspective, the chiaroscuro. It is needless to insist that, in
deer converted into horses, we can perceive, even if furtively, any case, it concerns a layer of sense, a stripe in the laborious
a tribute to the colorful indigenous painting: on one hand, the work of the paintbrushes and spatulas.
15
recourse to an innovative color spectrum , which is strident
14“On Hodgkin” (1995), on Cuestión de énfasis (2001), translation by Aurelio Major,
sometimes and has complete pigmentations, as if dealing México, Alfaguara, 2007, p. 174.
15 Clearly, Gilberto Aceves Navarro’s style is indistinctly explained by his mastery in
with soils, juices and mineral, vegetable or animal substances
drawing, the parting of composition and the chromatic offer; but in this series, the atten-
whose sources of nutrition could be soot, ochre, sienna (natu- tion the artist has given to the confection and the application of the palette is notable.
Other series by the artist have also made important contributions of colors, like Las
ral or burnt, yellow or ochre, depending on the quantity of gordas en la playa, as a minimum example.

41 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
Up to this point, the parallelism with the pre-columbian univer- Last, the exhibition will give less attention to the instrumental flow
se, because nothing is farther away from the intention of our of Cortés’ political ambition: the impious work of Sed quis custo-
16
artist than to become an amoxtlacuilo , the book painter, a diet ipsos custodies? by Juvenal17 , with which he seduces and
man learned on mythologies and on facts worth preserving. As turns the totonacs into accomplices, those kind fat men, or at least
observers, we are before a display of form, the need to convey their principal cacique, who utilize and know they are being utilized
a message or arrange any kind of grammar are completely ab- by the foreigners, in their struggle with the Aztecs to whom they
sent: a gestural chronicle, but not of events, perhaps of impres- are subject and must pay tribute. Here, the treatment will insist on
sions. If there was a desire to fix a vision of fantasy, surely the throwing masses to the supports, once more the disquieting pre-
author would have used spells and sortileges. Going against sence of certain moving spots, humanized, that aspire to individua-
the tide, he insists on sharing with us, in a broad sense, the di- lization. The anecdote fades in the figuration and the agreements
rect perceptions of those who, somewhere between perplexed of Zempoala, the resistance to pay duties to the envoys of Mocte-
and amazed, saw these noble beasts for the first time which, zuna Xocoyotzin and the refusal to serve the Mexica Empire, later
nonetheless probably instilled fear everywhere. No inventory extended through the union with the tlaxcaltecas, will do without
of traits is drawn, neither is a catalogue or a taxonomy created: an individual iconicity, they will spot the plastic landscape but more
the spots assault the fabric, they take over it, they are a primal as a reading hypothesis of the spectator. From time to time, the
confusion, a visual shock that is unable to discern the parts that errors will emerge and the characters that give them life will look
conform that whole unknown. This way, homage to surprise, at us amused and ironic. Marveled, we will perceive the symbolic
disturbance and stupor appears and parades. violence of an encounter between odd worlds.

16 Translator’s note: Nahuatl word for book scribe.

17 The Latin satiric poet by antonomasia that remained active until the late I century and beginning of the II century of our era, an his “Who will watch the watchmen? To him we owe

the expression panem et circense: “Bread and circus”.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 42
La Conquista
Catalogo de Obra
LA CONQUISTA NO. 1 | ACRILICO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 2 | ACRILICO SOBRE LINO110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 4 | ÓLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 5 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 6 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 8 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 10 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 11 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
199 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
“Si México nace en el siglo XVI hay que convenir que es hijo de una doble
violencia imperial y unitaria ; la de los A ztecas y la de los E spañoles ”
Octavio Paz

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 199


LA CONQUISTA NO. 12 | OLEO SOBRE LINO 130X110 CM
LA CONQUISTA NO. 13 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
LA CONQUISTA NO. 14 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 15 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
LA CONQUISTA NO. 16 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 17 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
LA CONQUISTA NO. 18 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
LA CONQUISTA NO. 19 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 20 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 21 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 22 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
LA CONQUISTA NO. 23 | OLEO SOBRE LINO 110X130 CM
LA CONQUISTA NO. 24 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
LA CONQUISTA NO. 25 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
“Si México nace en el siglo XVI
hay que convenir que es hijo de

una doble violencia imperial y

unitaria ; la de los A ztecas y

la de los E spañoles ”

Octavio Paz
LA CONQUISTA NO. 26 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
LA CONQUISTA NO. 27 | OLEO SOBRE LINO 120X140 CM
Monotipos
La Conquista 1 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 2 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 3 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 4 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 5 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
GAN La Conquista 6 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 7 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 8 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 9 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
La Conquista 10 | monotipo 49 x 69 79 x 66 cm
Gilberto
Aceves Navarro

Historia verdadera de La Conquista


Dolores Garnica
Historia v e r dad e r a d e La Conquista
de Gilberto Aceves Navarro Dolores Garnica

“¿Sólo está vivo el sapo, sólo reluce y brilla en la noche

I de México el sapo verduzco, sólo el cacique gordo de

De lo que sucede cuando Gilberto Aceves Navarro crea Cempoala es inmortal?” Octavio Paz

D
os extraños se miran. Es el primer encuentro y seguramente al- El dibujo es el principio de todo. Después se recrean procesos de
gunas chispas saldrán, quizá cambie para siempre la historia. El reproducción en serie, el método postfordista de repetición automáti-
otro es una pintura sobre un primer encuentro, una narración ca. El principio es el dibujo de una escena, un tema maquiavélicamen-
que comienza, una deconstrucción de historia, pensamiento, creación, te calculado dibujado una y otra vez, ese donde el lápiz no se cansa y
diálogo, ritmo, color y equilibrio. Es una pintura que son muchas pintu- cualquier papel es perfecto. Gilberto Aceves Navarro traza una y otra
ras en óleo que Gilberto Aceves Navarro dejó como crónica visual del vez la misma escena: la pintura que inspiró, la idea que le persiguió
primer encuentro entre españoles y mexicanos en 1519, de los hom- durante años hasta tomar forma. El instante que observó extasiado
bres–caballos y hombres y el asombro, el miedo y la leyenda, recreando y guardó en su conciencia, que en su conciencia tomó imagen, pero
los infinitos primeros encuentros de un día; de esa forzada otredad coti- también el automóvil del vecino, la bañista en la playa, un retrato his-
diana; de la pulsión creativa siempre diferente, ajena e invasiva. La Con- tórico, un pasaje o un paisaje. Todo es materia para un artista.
quista es el espejo donde habrá que reconocerse, que cuenta lo que
sucede antes y durante un encuentro, y también lo que pasó después. Entonces el maestro dibuja lo mismo una y otra vez. Cien o mil veces.
“Partí de la ciudad de Cempoala, que yo intitulé Sevilla, a 16 de agosto, Las que sean necesarias. Es una pulsión automática. Dibuja hasta que
con quince a caballo y trescientos peones lo mejor aderezados de gue- memoriza la escena y después dibuja otra vez y otra vez para encon-
rra que yo pude y el tiempo dio a ella lugar.”, escribió Hernán Cortés. trar en esa repetición las diferencias, los ecos de la memoria y los

87 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
rastros de la mano propia: justo allí comienza la creación,
el clímax en medio de un proceso mecánico. A fuerza de
saturación y movimientos similares se recrea expresión, ori-
ginalidad y aura. Es el resultado de una abrumadora pelea
contra la forma, y de esta lucha que pareciera tan mecánica
surge la pregunta y la respuesta: el detonante de la expe-
riencia estética y el motivo de la contemplación.

En el método de Aceves Navarro, es la diferencia en la re-


producción lo que da vida, la búsqueda de nuevos signifi-
Giberto Aceves Navarro, Jorge Huguenin y Humberto Baca | Estudio del maestro / México DF
cados y poesías desde las mismas palabras. Una decons-
trucción. “Un poema que no luchase contra la naturaleza historia, de la narrativa de la deconstrucción, el rearmado, la descontextuali-
de las palabras, obligándolas a ir más allá de sí mismas y de zación e incluso la apropiación del creador frente a su primera idea o su de-
sus significado relativos, un poema que no intentase hacer- tonante hasta sus límites, a veces desnudando, editando, abstrayendo, otras
las decir lo indecible, se quedaría en simple manipulación veces agregando y agregando.
verbal”, escribió Octavio Paz.
El maestro parece saber que es en este repetirse la forma en que exprime
“Una obra posee forma en la medida que parte de ella hasta sus últimas consecuencias no sólo la etapa discursiva de la obra de arte,
lleva al lector a anticipar otra parte, a complacerse con también su forma, estilo, técnica, soporte, y quizá es desde allí donde surge
la secuencia”, sentenció Keneth Burke. Es en el proceso su naturaleza contemporánea y vanguardista. Quizá no alcanza un solo cuadro
reiterativo, en la repetición y la deconstrucción mediante para definir y explicar la reflexión de su contenido anímico, expresivo o inte-
el dibujo, donde Aceves Navarro encuentra las imágenes lectual. Quizá la repetición también dicta el trabajo en serie que caracteriza
que se continúan y forman una serie. Cada imagen pue- el trabajo del maestro. ¿Cuánto se termina de pensar en algo? ¿Cuándo un
de leerse por sí misma, pero también forma parte de una artista agota un tema?

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 88
Exposición “La Conquista” | G alería exim
II
De la C o n q u i s ta , o de cómo G i l b e r t o A c e v e s N ava r r o logró domar a los caballos

“Partí de la ciudad de Cempoala, que yo intitulé Sevilla, a 16 de agosto, transformado por nuestros deseos, miedos o conclusiones, se
con quince a caballo y trescientos peones lo mejor aderezados de gue- transforma en una verdad. Esa es una verdad que persigue
rra que yo pude y el tiempo dio a ella lugar.”, escribió Hernán Cortés. Aceves Navarro pintura tras pintura.
Desde allí parte la leyenda y la historia de la Conquista. El Gordo de
Zempoala resulta abrumador para la vista de un artista interesado en un La Conquista es un recuerdo tomado de otros lados para trans-
primer encuentro. formase en pintura. El maestro Aceves Navarro confiesa que es
un tema que ha vivido durante muchos años en su cabeza, que
La Conquista resulta entonces una serie sobre la extrañeza y la incluso existen algunos dibujos de los años setenta ya con ten-
maravilla ante lo desconocido, quizá también sobre la capaci- tativas sobre su descripción visual.
dad de extrañarse y maravillarse. Esa sensación de miedo que
desdibuja las formas de la memoria, esa capacidad del recuerdo Esta serie quizá responde a una necesidad de crónica surgida
para transformar el paisaje, para trasladar la experiencia a otros de la historia, pero también de la curiosidad por un instante
escenarios y momentos que después desafiará la realidad y que que cambió determinantemente el futuro de un continente: un
después aseguramos como cierto. El recuerdo, cuando regresa primer encuentro que no imaginaba ni el Gordo de Zempoala,
a nuestra mente y requiere ser descrito fuera de nosotros, ya quien no pudo ir a recibir a los viajeros españoles debido a su

91 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
peso. Que tampoco preveían los españoles, quienes tuvieron Las respuestas de La Conquista de Aceves Navarro parten de
que caminar un poco más para encontrar al jefe de los Totona- las posibilidades de observación desde la mente de un artis-
cas, Xicomecoatl, inmortalizado por su peso. La chispa, incluso ta “encargado” de la documentación visual durante el suceso,
el sarcasmo de un encuentro que después transformamos y es- pero también desde la infinitud de elecciones que puede tomar
tudiamos como una especie de tragedia con final feliz, La Con- un lector común (un derecho del lector de extraordinaria po-
quista española en México. tencia creativa), ese lector que puede y sabe perderse entre el
recuerdo y las palabras de una crónica, transformarse en Hernán
Este primer encuentro entre españoles y mexicanos se ha des- Cortés, un caballo, Bernal Díaz del Castillo, Fray Francisco de
crito ya miles de veces, pero la visión de este recuerdo ya pasa- Aguilar, el gordo de Zempoala o un campesino que “pasaba
do por leyendas, imaginería, visiones desde los conquistadores por allí”; que puede estar presente o escondido detrás de un
y los conquistados, miles de escenarios, verdades e hipótesis, árbol mientras esto sucede, mientras se hace la historia. Un lec-
toma ahora en las manos de un creador visual un nuevo punto de tor siempre presente, protagonista o antagonista de un instante
reflexión, se torna una nueva verdad en óleo sobre tela: “quise que puede repetir miles de veces la escena y transformar el
convertirme en un enviado a dibujar este instante, este contac- encuentro en una imagen, en un dibujo que repetido miles
to, pero también me transformé en otro, quizá en un campesino de veces encuentra sus propias diferencias y creaciones, de
que pasaba por allí. Me pregunté, ¿Cómo ve este encuentro un versiones tan distintas como sus lecturas. Esta es parte de la
hombre común?”, explica Aceves Navarro. Las respuestas son grandeza del arte, la transformación no sólo del recuerdo (do-
infinitas y de infinitas posibilidades de recreación, registro y ex- cumentado o no, eso a la imaginación no le importa), también
plicación. Tan extensas como los recuerdos y las visiones del del lector, de quien observa este pasaje como narrador omnis-
hecho histórico desde nuestros propios ojos. ciente y enviado para pintar el suceso al mismo tiempo.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 92
Que podía pintarlo con anilinas naturales sobre adobe
o en un caballete con óleo y pinceles mientras se es-
cucha buena música por el Ipod.

En la obra de Aceves Navarro la libertad de lectura es


tan infinita como la del autor, del lector, de la de la
lámpara que alumbra las letras, el separador, el plu-
món verde con el que se subraya, la lámpara de mesa,
el sillón, el café, el cenicero y el catálogo de Aceves
Navarro que en un momento descansará sobre algún
buró. Es un lienzo pintado con vocación de transparen-
cia y universalidad.

Como autor, espectador, lector y creador, Aceves Na-


varro mantiene constantes y estilos: no tenerlos y no
negarlos al mismo tiempo. El maestro deja en com-
pleta libertad la historia para narrar, sus personajes
y escenarios aunque se trate de un hecho histórico.
Las pinturas que forman esta serie son recuerdos di-
ferentes trasladados al lienzo desde un creador que
persigue y toma dictado de sus personajes, tiempos,
visiones y narradores, como quien delinea una novela
y se sorprende con las decisiones que los personajes
toman, incluso contra la conciencia del propio autor.

93 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
“Quise describir a este hombre común frente

a figuras que no eran como él conocía a los

hombres, que eran otra cosa”

“Yo intenté describir a estos hombres que brillan y de


cabeza extrañísima. El primer disparo que alguien escu-
cha en su vida. La sensación frente al primer caballo, el
azoro y el miedo. Quise describir a este hombre común
frente a figuras que no eran como él conocía a los hom-
bres, que eran otra cosa”, explica el maestro todavía
con pocas nociones sobre el final de la serie. El control
de este creador quizá reside entonces en la forma por
la que esta crónica se intenta narrar visualmente a tra-
vés de un pintor: color, armonía, ritmo y equilibrio, más
algunas auto-confesables pretensiones barrocas –quizá
haciendo homenaje a la saturación que precede su crea-
ción-, la no concreción de las figuras que el maestro ha
perseguido desde hace décadas, el tono natural de la
expresión y las reglas que no existen en las infinitas po-
sibilidades estilísticas de la riqueza surgida de la mente
de un creador visual, la absoluta libertad en la forma
(sin ajustarse a estándares estilísticos de la época o de
otras versiones del encuentro), y esa delicada grandeza
de un lector que sabe pasearse libre por la historia.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 94
III
D e c ó m o G i l b e r t o A c e v e s N a v a r r o p a t i na c o n s e r i e s b a j o e l b r a z o

Gilberto Aceves Navarro comienza una serie cuando le interesa un Alguna vez el maestro comenzó una serie dibujando sin cesar un
tema, y termina la serie cuando otro tema se cruza en su camino, así descendimiento de Andrea Mantegna. Otra vez, saliendo de su
que esa extraña sabiduría que parecería necesaria para saber que un hotel en Puerto Vallarta, se topó con dos bañistas y el encuentro
trabajo son 27 y no 28 pinturas, la invierte en otro lado. El paso de terminó en “Las bañistas alumbradas” que comenzaron en la pla-
una serie a la otra es dictado por la curiosidad y la conciencia, y ningu- ya y terminaron iluminadas por el faro de un automóvil; bañistas
na serie es exclusiva de la totalidad de su creatividad, es decir, puede que después se mezclaron con “Las músicas dormidas” de Rufino
trabajar en dos series completamente diferentes al mismo tiempo. Tamayo en homenaje (la pintura se exhibe en el Museo de Arte
Moderno de ciudad de México). Alguna otra vez, Aceves Navarro
Como buen escritor, Aceves Navarro suele transformarse en un trabajó con un retrato de Benito Juárez y junto a La Conquista,
pintor diferente en cada serie, como quien se cambia de ropa creó una serie de grabados inspirados en patinadores y ciclistas,
pero sabe que debajo está el mismo cuerpo. En el ejercicio de una labor sobre la plancha con el que necesitó formas diferentes
repetición, en su proceso, el maestro sabe que el primer cuadro de expresión, y donde dejó salir mucho del humor que caracteriza
de una serie es el primero cuando ha olvidado todo lo aprendido, a su obra en conjunto.
cuando encuentra nuevas relaciones en la misma composición.

95 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
Los patinadores 8 | 25 x 29 - 39 x 45 cm G rabado A guafuerte
El proceso de creación del maestro conserva su esencia pero tam-
bién cambia en cada serie. Algunas veces su interés se centra en
el tema y los personajes de cada pintura cambian, otras veces el
centro del cambio son los colores, la experimentación en el ritmo
y la armonía entre las formas y otra veces intenta la deconstruc-
ción en los límites de la abstracción.

Como una serie es una idea en su totalidad, pero también como


cada pintura es independiente, al observar las últimas piezas de una
serie de Aceves Navarro suelen confundirse con lenguajes pictóricos
surgidos del abstracto, o de los límites del expresionismo. Entonces,
si atendemos a las definiciones y la teoría, habrá que explicar desde
la pluma de la teórica Anna Moszynska que el abstracto existe en
diversos grados y formas: existe el que intenta abstraer la naturale-
za, el que surge de lo real, y el que surge desde su propio universo
informe, no representativo, como un lenguaje propio sin sujeciones
reales. En este sentido, el trabajo de Aceves Navarro o concreta-
mente, las últimas pinturas de sus series, abstraen naturalmente el
proceso y la narración de la historia, la escena y la idea del trabajo,
alejadas por completo de los objetivos, medios y proceso de crea-
ción del arte abstracto. Abstraen naturalmente, instintivamente, y
lejos de convertirse en manifiesto o estética sin relación con lo real,
se transforman en los límites de la vista, la reflexión y el color que

97 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
representa el enunciado completo. Agranda la vista de los es-
pectadores, señala todo lo que hemos pasado por algo, la gra-
vedad del asunto, la importancia de la risa y la maravilla de un
creador que sin ataduras, consigue rebasar sus límites.

Cada serie de Aceves Navarro resguarda una narración mis-


teriosa siempre diferente en sus fondos y sus formas, acer-
tijo que al espectador le toca descifrar además del disfrute
y la contemplación. Quizá lo que unifica algo del trabajo en
series del maestro, es la continuación hasta los límites del
color, la forma y la armonía, formando relaciones compositi-
vas, muchas veces desde la primera imagen, pero otras veces
siguiendo el dictado de la última pintura realizada, como ins-
tantes que pueden continuar o regresar la escena y la idea.
“Mientras voy pintado las series voy entendiendo cómo fun-
cionan sin darme cuenta, el ritmo es quizá el elemento por el
que me entero de su velocidad, y cuando el ritmo se repite,
es quizá justo allí cuando me avisa que ya se terminó el tra-
bajo”, explica el creador.

Dos extraños se miran. El cuadro y el espectador. Es el pri-


mer encuentro y seguramente algunas chispas saldrán, quizá
cambie para siempre la historia.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 98
T h e t r u e H i s t o ry o f T h e C o n q u e s t
by Gilberto Aceves Navarro Dolores Garnica

“Is only the toad alive, does only the greenish toad shine

I and sparkle in the night of México, is only the fat Indian


W h at happens when G i l b e r t o N ava r r o c r e at e s chief of Cempoala immortal? Octavio Paz

T
wo strangers see each other. It is their first encounter and surely, Drawing is the beginning of everything. Processes of serial reproduction
there will be some sparks, maybe history will change forever. are recreated thereafter, the post-Ford method of automatic repetition.
The other is a painting about a first encounter, a narrative that The beginning is the drawing of a scene, a machiavellically calculated
begins, a deconstruction of history, thought, creation, dialogue, rhythm, theme, drawn over and over again, where the pencil does not rest and
color and balance. It is a painting composed of many oil paintings that any paper is perfect. Gilberto Aceves Navarro traces over and over the
Gilberto Aceves Navarro left as a visual chronicle of the first encounter same scene: the painting that inspired, the idea that chased him for
between Spaniards and Mexicans in 1519, about man-horses and men years until it took form. The moment that he observed in ecstasy and
and the amazement, the fear and the legend, recreating the endless first kept in his memory, which became an image in his consciousness, but
encounters of one day; of that imposed daily otherness; of the always so did the neighbor’s car, the swimmer at the beach, a historical picture,
different, foreign and invasive creative force. The Conquest is the mirror a passage or a landscape. Everything is subject for an artist.
where we shall recognize ourselves, which tells what happens before
and during an encounter, and also, what happened after. “I left the city Then the master draws the same thing over and over. A hundred or a
of Cempoala that I named Sevilla, on August 16, with fifteen men on thousand times. Whatever it takes. It is an automatic impulse. He draws
horseback and three hundred farm-hands as best equipped for war as I until he memorizes the scene and afterwards, he draws again and again
could and time gave it a place”, wrote Hernán Cortes. to find differences in such repetition, the echoes of the memory and the

99 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
remains of his own hand: only then does creation start, the
climax in the middle of a mechanical process. By saturation
and similar movements expression, originality and aura are
recreated. It is the result of an overwhelming fight against
form, and from this struggle that seems so mechanical the
question and the answer arise: the trigger of the esthetical
experience and the reason for contemplation.

Humberto Baca y Gilberto Aceves Navarro | M useo R aúl A nguiano


In Aceves Navarro’s method, it is the difference in reproduc-
tion which gives life, the search for new meanings and po-
etry from words themselves. A deconstruction. “A poem that forms part of a history, of the narrative of deconstruction, the re-making, the de-
does not fight against the nature of words, forcing them to contextualization and even the appropriation of the creator in front of his first idea
go beyond themselves and their relative meanings, a poem or trigger to the limits, sometimes stripping, editing, abstracting, and other times
that does not attempt to make words say the unsaid, would adding and adding.
remain a simple verbal manipulation”.
The master seems to know that it is through this repetition that he squeezes until
“A work of art possesses form to the extent part of it leads its last consequence not only the discursive stage of the artwork, but also its form,
the reader to anticipate another part, to take pleasure in style, technique, support and maybe, it is at that point where his contemporaneous
the sequence” declared Keneth Burke. It is in the reiterative and vanguard nature arise. Perhaps just one painting is not enough to define and
process, in repetition and deconstruction through drawing, explain the insight of the emotional, expressive or intellectual content. Maybe rep-
where Aceves Navarro finds the images that continue and etition also dictates the work in series that characterizes the master’s work. When
form a series. Each image can be read by itself, but it also do you stop thinking about something? When does an artist exhaust a theme?

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 100


II
Of the Conquest or how G i l b e r t o A c e v e s N ava r r o wa s able to tame the horses

“I parted from the city of Cempoala, which I named Sevilla, on side ourselves, already transformed by our desires, fears or con-
August 16, with fifteen men on horseback and three hundred clusions, becomes the truth. That is the truth that Aceves Navarro
farm-hands as best equipped for war as I could and time gave it seeks to find, painting after painting.
a place.”, Hernán Cortes wrote. The legend and the history of the
Conquest begins here. El Gordo de Zempoala (The Fat Man from The Conquest is a memory taken from other places which is trans-
Zempoala) results overwhelming for the sight of an artist interested formed into painting. Master Aceves Navarro confesses this is a
in a first encounter. theme that has lived inside his head for many years, and that
there are even some paintings from the 70’s already attempting
The Conquest seems then a series about the strangeness and his visual description.
wonder before the unknown, maybe also on the ability to be sur-
prised and awed. That feeling of fear that erases the forms of Perhaps this series responds to a chronic necessity originat-
memory, that ability to remember and change the landscape, to ing from history, but also from one moment’s curiosity that de-
take the experience to other scenarios and moments that will later terminately changed the future of a continent: a first encoun-
challenge reality and which we later assure is true. The memory, ter that not even the Fat Man from Zempoala imagined, who
when it comes back to our mind and needs to be described out- was not able to welcome the Spanish travelers because of his

101 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o


weight. An encounter which the Spaniards also did not foresee, The answers of Aceves Navarro’s The Conquest originate from the
who had to walk a little more to meet the chief of the Totonacs, possibilities of observation from the mind of an artist “in charge” of
Xicomecoatl, immortalized for his weight. The spark, even the the visual documentation during the event, but also from the infinity
sarcasm of an encounter that we later transform and study as of choices that a common reader can make (a right of the reader with
a kind of tragedy with a happy ending, The Spanish Conquest extraordinary creative potential), the reader that can and knows how
of México. to lose himself between the memory and the words of a chronicle, to
become Hernán Cortés, a horse, Bernal Díaz del Castillo, Fray Fran-
This first encounter between Spaniards and Mexicans has been cisco de Aguilar, the fat man from Zempoala or a peasant that was
described a thousands times, but the vision of this memory “passing through”, who can be present or hidden behind a tree while
passed through legends, imagery, views from the conquerors this happens, while history is in the making. An ever present reader,
and the conquered, thousand of scenarios, truths and hypoth- protagonist or antagonist of a moment who can repeat the scene
eses, now takes a new point of reflection in the hands of a visual thousands of times and transform the encounter into an image, into
creator, it becomes a new truth in oil on canvas: “I wanted to a drawing which, endlessly recreated, finds its own dissimilarities and
become a envoy to draw this instant, this contact, but I also creations, in versions as different as the readings themselves. This is
changed into someone else, perhaps into a peasant that was part of the greatness of art, the transformation not only of the memory
passing through. I asked myself, how does a common man see (documented or not, the memory does not care about this), but also
this encounter?”, explains Aceves Navarro. The answers are of the reader, who observes this passage as an omniscient narrator
endless and have infinite possibilities of recreation, record and and becomes an envoy to draw the event at the same time, who could
explanation, as extensive as the memories and visions of the paint it with natural anilines on adobe or on an easel with oil paints
historic event seen through our own eyes. and paintbrushes while listening to good music on his Ipod.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 102


In Aceves Navarro’s work, the freedom of reading is as infinite
as that of the author, the reader, the lamp that sheds light on
the letters, the book marker, the green highlighter marker,
the table lamp, the sofa, the coffee, the ashtray, and the
catalogue of Aceves Navarro’s work, which will at times
rest on some night table. It is a canvas painted with a
vocation of transparency and universality.

As an author, spectator, reader and creator, Aceves Navarro


maintains constant elements and styles: not having them but
not denying them at the same time. The master leaves the
story in absolute freedom to narrate its characters and sce-
narios, even if it is a historic event. The paintings that inte-
grate this series are different memoirs taken to the canvas by
a creator who chases and takes notes from the characters,
times, visions and narrators, as one who outlines a novel and
is surprised with the decisions that the characters make, even
against the author’s own will.

“I tried to describe these strange headed, shinning men. The


first shot that someone hears in his life. The feeling before
seeing a horse for the first time, the amazement, the fear. I
wanted to describe this common man’s feelings before im-
ages that he didn’t recognize as the men he knew, who were

199
103 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o
“I wan t e d t o d e s c r i b e t h i s c o m m o n m an ’ s

feelings before images that he didn’t recognize

as the men he knew, who were something else”

something else”, explains the master, still with few notions on


the end of the series. This creator’s control maybe lives in the
form through which this chronicle intends to be visually nar-
rated through a painter: color, harmony, rhythm and balance,
plus some self-confessed baroque pretensions – perhaps
paying tribute to the saturation that precedes its creation –
the non-concretion of the figures that the artist has sought for
decades, the natural tone of expression and the non-existing
rules in the endless stylistic possibilities of the richness aris-
ing from the mind of a visual creator, the absolute freedom in
form (without following the stylistic standards of the time or
other versions of the encounter), and that delicate greatness
of a reader who knows how to travel freely through history.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 104


III
H o w G i l b e r t o A c e v e s N a v a r r o s k a t e s w i t h s e r i e s u nd e r h i s a r m

Gilberto Aceves Navarro begins a series when he is interested in One time the master started a series painting incessantly a descent of
a theme and finishes the series when another theme crosses his Andrea Mantegna. Another time, leaving his hotel in Puerto Vallarta,
mind, so he invests elsewhere that strange wisdom that would he stumbled upon two swimmers and the encounter ended up in “Las
seem necessary to know whether a series is composed of 27 and bañistas de alumbradas”, which began on the beach and ended illumi-
not 28 paintings. The migration from one series to the other is nated by a car’s headlight; swimmers who later merged with “Las músi-
dictated by curiosity and consciousness, and no series is exclusive cas dormidas” by Rufino Tamayo in tribute (the painting is exhibited in
from the totality of his creativity, in other words, he can work on the Modern Art Museum in Mexico City). Another time, Aceves Navarro
two v different series simultaneously. worked with portrait of Benito Juárez and together with The Conquest,
he created a series of engravings inspired on skaters and cyclists, a work
As a good writer, Aceves Navarro usually becomes a different painter on the plate in which he needed different forms of expression, and where
in each series, as one who changes his clothes but knows that the he released a lot of the humor that characterizes his work as a whole.
same body is underneath. In the repetition exercise, in his process,
the artist knows that the first painting of a series is the first when he The artist’s creative process maintains his essence but also changes
has forgotten all that he has learned, when he finds new relations in in each series. Sometimes his attention centers on the theme and the
the same composition. characters of each painting change, other times the center of change

105 La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o


is in the colors, the experimentation in the rhythm and the harmony the spectators’ view, it points out everything we have been through
among forms, and still other times he attempts deconstruction within for some reason, the seriousness of the matter, the importance of
the limits of abstraction. laughter and the wonder of a creator who without any reservations,
can go beyond his own limits.
Because a series is an entire idea, but since each painting is also
independent, when observing the last pieces of a series by Aceves Each series by Aceves Navarro involves a mysterious narration, al-
Navarro, they tend to be confused with pictorial languages arising ways different in form and substance, a riddle which the specta-
from the abstract or from the limits of expressionism. Therefore, if tor must figure out, in addition to enjoying and contemplating the
we consider the definitions and the theory, it will be necessary to ex- work. Perhaps what unifies some of the artist’s work in a series, is
plain from the theoretical pen of Anna Moszynska that the abstract the continuation up to the limits of color, form, and harmony, cre-
exists in different degrees and forms: there is the one who tries to ating compositional relations, very often since the first image, but
abstract nature, one that emerges from what is real, and one who other times following the command of the last painting, like mo-
arises from its own non-representative universe, as a proprietary lan- ments that can continue or return the scene or the idea. “While I
guage without any real attachments. In this sense, the work of Acev- am painting series, I gradually understand how they work without
es Navarro or specifically, the last paintings of his series, naturally realizing it, rhythm is perhaps the element through which I become
abstract the process and narrative of the story, the scene and the aware of their velocity and when rhythm repeats itself, maybe, it is
idea of the work, completely detached from the purposes, means just then that I feel the work is done”, explains the master.
and the creative process of abstract art. They naturally and instinc-
tively abstract, and far from becoming a manifesto or esthetic with Two strangers look at each other. The painting and the spectator. It is
no relation with reality, they transform in limits of sight, reflection their first encounter and surely, there will be some sparks, maybe his-
and the color that the complete statement represents. It enlarges tory will change forever.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 106


Los Patinadores

de Gilberto Aceves Navarro


Javier Ramírez
Los patinadores 1 | 45 x 39.5 - 54 x 39 cm G rabado A guafuerte
Los p a t i nad o r e s d e G i l b e r t o A c e v e s N av a r r o
Javier Ramírez

E
l próximo 24 de septiembre de 2011 el maestro Gilberto Artista multifacético, ha hecho pintura, dibujo, grabado, escultura,
Aceves Navarro cumplirá 80 años de edad, la mayoría de murales, performance e instalaciones, esto último cuando aún no
ellos dedicados a la creación artística en el terreno de las ar- se conocía con ese nombre. En cuanto a la técnica que emplea en
tes plásticas. Con todas sus facultades creativas en plena madurez, la gráfica que trabaja en el taller de Baca, el maestro Gilberto Ace-
Aceves Navarro ha estado trabajando durante casi tres años en el ves Navarro explica que es una especie de aguafuerte, en la que
taller de grabado de Humberto Baca. no aplica muchos achurados sino que va levantando manchas; se
trata de una técnica muy personal en la que incluye aguatinta con
Recientemente, en Monterrey, realizó una serie de obras relacionadas incisiones de punta seca.
con el ciclismo, y por eso se le invitó a Guadalajara a hacer algo similar
con motivo de los Juegos Panamericanos. Por razones éticas declinó El estilo expresionista de Aceves Navarro es inconfundible; y para
hacer ciclistas, pero propuso que, si de ruedas se trataba, realizaría crear sus obras parte generalmente de la figura humana, que siempre
imágenes de patinadores. Así, inició la serie que grabados que exhibe está presente en todos sus trabajos. En la serie de los patinadores,
en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas, trabajados e impresos la soltura de su trazo va configurando diversos personajes captados
en el taller de Baca, y de ahí resultó la escultura colocada en el cruce en el vértigo del movimiento. Piernas, brazos, cabezas y torsos se
de las avenidas México y López Mateos. descubren en cada grabado por la referencia anatómica que nos es
familiar; sin embargo, y si se mira bien el conjunto, la mayoría de las
Nada mejor para representar la actualidad citadina que un deporte piezas está trabajada con manchas, rayones y texturas que forman
urbano, pues Aceves Navarro reconoce que su mundo es la ciudad de composiciones dinámica en las que hay una rica gama de grises que
México, ya que de lo rural conoce muy poco. parten del blanco del papel y rematan en rotundos negros.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 110


Maestro del dibujo, sintetiza la figura humana hasta sus rasgos más para que haya contraste entre una y otra, con la idea de no saturar
esenciales; y como puede apreciarse en el grabado 9 de la serie, por el ya de por sí abigarrado paisaje urbano; y para dejar su peculiar
medio de vigorosos rayones de distinta anchura, profundidad y di- impronta, cubrió con algunos trazos gestuales las figuras compactas
rección crea una sensación de cuerpos que se envuelven en el vacío. ubicadas en uno de los extremos.
Aun cuando su pretensión no es crear escuela, ni incursionar en las
corrientes en boga ni complacer a los demás, sino hacer lo que debe Si quizá un primer vínculo con Guadalajara lo tuvo Gilberto Aceves
como artista: crear obra, muchos de sus alumnos reconocen haber Navarro con el pintor tapatío Carlos Orozco Romero, de quien fue su
aprendido con él sobre todo a ver. En esta serie de grabados, el alumno, ahora reafirma su relación afectiva con esta ciudad mediante
maestro Aceves Navarro no sólo demuestra que ha desarrollado una la instalación de su escultura en el cruce de dos importantes avenidas
enorme capacidad de ver y captar el movimiento de la gente que se y con la serie de grabados que lo confirman como un creador de fuer-
desliza sobre patines, sino que aprovecha el pretexto que le ofrece te expresividad que busca siempre romper con los cartabones de lo
el fragor de esa práctica recreativa para hacer obra que se ciñe a una aceptado y de lo que está de moda.
serie de requisitos formales y los trasciende gracias a su impulso crea-
dor que no conoce reposo. En resumen, la serie de los patinadores refleja a un artista ple-
no, que sabe utilizar apropiadamente los elementos plásticos así
Toda proporción guardada, si Picasso encontró en la tauromaquia el como las técnicas, de acuerdo con sus características. Así, la es-
tema de su época y gusto para realizar una serie de grabados, Gilber- cultura corresponde al arte tridimensional que se puede apreciar
to Aceves Navarro se ubica en su tiempo y lugar y toma como motivo tanto táctil como visualmente, y tiene el tratamiento adecuado
a los patinadores para explorar y explotar las posibilidades estéticas que le permite integrarse al entorno urbano; en tanto que los
que éstos le ofrecen y los lleva, también, a la gráfica. grabados entran en la esfera de lo privado, de lo íntimo, donde
dialogan con los espectadores de manera más directa y relajada.
La escultura Los patinadores, que es derivación de los grabados, se En ambos trabajos imperan, no obstante, los valores estéticos y
aprecia en un plano visto por ambos lados. Con tino y conocimiento la emoción que parece desbordarse pero que es controlada gra-
de lo que una obra instalada en un espacio público puede aportar, el cias a toda la experiencia acumulada en décadas de apasionada
artista decidió pintar cada figura en uniformes tonos grises, apenas dedicación al arte.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 112


Los patinadores 2 | 14.5 x 14.5 - 17.5 x 22 cm G rabado A guafuerte
Los patinadores 3 | 14.5 x 14.5 - 17.5 x 22 cm G rabado A guafuerte
Los patinadores | E studio
Los patinadores 4 | 18 x 26 - 33 x 39 cm G rabado A guafuerte
“Si México nace en el siglo XVI hay que convenir que es hijo de una doble
violencia imperial y unitaria ; la de los A ztecas y la de los E spañoles ”
Los patinadores 5 | 49 x 59 - 75 x 79 cm G rabado A guafuerte
“ L o s P at i nad o r e s ” by G i l b e r t o A c e v e s N ava r r o
(The Skaters) Javier Ramírez

O
n September 24th, 2011 master Gilberto Aceves Navarro A multifaceted artist, he has created paintings, drawings, engrav-
will turn eighty years of age, most of which he has dedi- ings, sculptures, murals, performance and installations, the latter
cated to artistic creation in the field of visual arts. With all when this kind of work was not yet known by such name.
his creative abilities in full maturity, Aceves Navarro has been working
for almost three years in Humberto Baca’s engraving workshop. With respect to the technique he uses in the graphic works he cre-
ates in Baca’s workshop, master Gilberto Aceves Navarro explains
In Monterrey, he recently created a series of works on cycling and for that it is a kind of aqua fortis, in which he doesn’t apply many
such reason, he was invited to Guadalajara to create something similar hatches, but instead gradually lifts spots: this technique is very per-
for the upcoming Pan-American Games. For ethical reasons he de- sonal and he includes aquatint with dry tip incisions.
clined to portray cyclists, but to continue with the theme of wheels, he
proposed instead to create images of skaters. Thus, he started a series The expressionist style of Aceves Navarro is unique; and to create his
of engravings which are exhibited in the Museum of Journalism and work he generally starts with the human figure, which is always pres-
Graphic Arts, created and printed in Baca’s workshop, and such work ent in his work. In the skater series, the looseness of his tracing gradu-
resulted in the sculpture that now can be admired at the intersection ally configures different characters captured in the vertigo of move-
of the México and López Mateos avenues. ment. Legs, arms, heads and torsos are revealed in each engraving by
the anatomic reference familiar to us; nevertheless, and if we look at
Nothing better to represent the city’s actuality than an urban sport, the set closely, most of the pieces are done with spots, lines and tex-
because Aceves Navarro recognizes that his world is Mexico City tures which form dynamic compositions having a rich range of grays
and that he knows little about rural life. that begin with the whiteness of the paper and end in definite blacks.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 120


Los patinadores | A v . M éxico y L ópez M ateos . G uadala jara , J alisco .
A master of painting, he synthesizes the human figure down to its space can contribute, the artist decided to paint each figure in
most essential traits, and as you can see in engraving number 9 of even tones of gray, to barely create a contrast between them, with
the series, through vigorous lines of different width, depth and di- the idea of not saturating the already overwhelming urban land-
rection, he creates a feeling of bodies wrapped around emptiness. scape; and to leave his peculiar imprint, he covered the compact
figures located at one of the ends with some gestural traces.
Even when his intentions are not to create a school or venture in
current trends or even please others, but rather do what he must Gilberto Aceves Navarro’s first connection with Guadalajara may
do as an artist, i.e., create art, many of his students acknowledge have been with the local painter Carlos Orozco Romero, who was
they learned from him, most of all, too see. In this series of engrav- his teacher. Today, he affirms his affective relationship with this city
ings, Aceves Navarro demonstrates that he has developed a great through the installation of his sculpture at the intersection of two
capacity to see and capture the movement of people on skates, important avenues and with the series of engravings, which con-
and takes advantage of the excuse offered by the clatter of such firm he is a creator with a strong expressivity that always seeks to
recreational activity to produce artwork that follows a series of for- break the standards of what is accepted and what is in style.
mal requirements and transcend them, thanks to his creative im-
pulse that knows no rest. To conclude, the skater series reflect a complete artist who knows
how to use plastic elements and techniques appropriately, in accor-
All proportion maintained, if Picasso found in bullfighting the dance with their characteristics. Thus, the sculpture corresponds to
theme of his time and gusto to create a series of engravings, Gil- tridimensional art that can be appreciated both by touch or visual-
berto Aceves Navarro acknowledges his time and place and takes ly, and has the proper treatment that allows it to integrate into the
skaters as a theme to explore and exploit the esthetic possibilities urban environment. On the other hand, the engravings belong in a
they offer, also taking them to graphics. private, intimate sphere, where they can dialogue with the specta-
tors in a more relaxed and direct way. However, the esthetic values
The sculpture Los Patinadores, which is a derivation of the engrav- and an emotion that seems to overflow, but is nevertheless con-
ings, is appreciated in a perspective seen from both sides. With trolled, thanks to all the experience acquired through decades of
accuracy and knowledge of what a work of art installed in a public passionate dedication to art, prevail in both of the master’s works.

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 122


Los patinadores 6 | 25 x 29 - 39 x 45 cm G rabado A guatinta
Los patinadores 7 | 25 x 29 - 39 x 45 cm G rabado A guatinta
Los patinadores 9 | 25 x 29 - 39 x 45 cm G rabado A guafuerte
Los patinadores 10 | 49 x 69 - 79 x 87 cm G rabado A guafuerte
Jorge Huguenin
Director Exim

Humberto Baca
Director del Centro Cultural Exim

En portada: La niña. La obra fue manipulada para efectos


del diseño editorial.
Humberto Baca y Cecilia Santos
Coordinación del proyecto

Cecilia Santos
Fotografía de Obra y Arte

MANDAR LOS
UTOPÍA VISUAL
Francisco Chávez CRÉDITOS FINALES Y
Diseño editorial

AGRADECIMIENTOS.
Carlos López de Alba
Corrección de textos

La Conquista G i l b e rt o A c e v e s N ava r r o 130


La Conquista, catálogo de la exposición del mismo nombre montada en la Galería Exim del Guada-
lajara Technology Park se terminó de imprimir en Octubre de 2011. El tiraje fue de un mil ejemplares,
de los cuales 380 incluyen una xilografía firmada y numerada por Gilberto Aceves Navarro. El cuida-
do de la edición estuvo a cargo de Humberto Baca y el diseño editorial por Utopía Visual, para su
composición se usaron fuentes de la familia tipográfica Avenir.

La Conquista, catálo-

go de la exposición del

mismo nombre montada en la Galería

Exim del Guadalajara Technology Park se terminó

de imprimir en Octubre de 2011. El tiraje fue de un mil

ejemplares, de los cuales 380 incluyen una xilografía firmada

y numerada por Gilberto Aceves Navarro. El cuidado de la edi-

ción estuvo a cargo de Humberto Baca y el diseño editorial por

Utopía Visual, para su composición se usaron

fuentes de la familia tipográfica Avenir.

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