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Análisis de Caso Prospectiva Aplicada
Análisis de Caso Prospectiva Aplicada
PROSPECTIVA APLICADA
Docente:
2022
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Problemática
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Para entender este fenómeno, que según sus condiciones y avances se advierte como una
problemática creciente, sin entrar a escenarios de xenofobia, se debe tener en cuenta el contexto
histórico. Durante los años 70, 80 y 90 del siglo XX, en el momento en que el conflicto armado
era más fuerte en Colombia, muchos colombianos emigraron hacia Venezuela. Treinta y cuarenta
años más tarde, esos mismos colombianos están regresando a su territorio, desplazados por la
situación económica y política, y con ellos vienen miles de venezolanos que reclaman asilo y
refugio en Colombia, y que buscan quedarse en ciudades que poseen un nivel económico
adecuado como Medellín.
Varios son los elementos a considerar frente a la realidad actual de esta situación de migración
que se ha evidenciado en Medellín. El primero de ellos es que los grupos poblacionales de
migrantes provenientes de Venezuela no presentan niveles educativos particularmente elevados.
Y esta circunstancia, sumada a la complejidad de su situación económica, motiva que muchos
migrantes están siendo reclutados por bandas criminales que operan en Medellín y que aumentan
la inseguridad.
Unido a esto, en materia laboral, se establece que un alto porcentaje de venezolanos trabajan en
el sector informal o son contratados en pequeños y medianos negocios por salarios ínfimos, sin
garantías sociales o de salud, lo que hace más precario su tren de vida y torna más esquiva la
solución de sus necesidades básicas.
Así mismo, se patentizan las dificultades para ingresar al sistema financiero de las personas
migrantes, focalizándose en las mínimas oportunidades de ahorro y crédito, así como la falta de
capacitación financiera y la desconfianza que su situación laboral representa ante entidades
nacionales.
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Otro factor grave, en especial en Medellín, donde las estadísticas de los organismos del Estado
afirman que existe una población migrante de 148.714 personas, es el acceso a la salud. En su
mayoría los migrantes usan el sistema público debido al apoyo que ha normatizado el Gobierno
Nacional, permitiendo la integración de los migrantes en el sistema subsidiado, lo que ha
dificultado la prestación eficiente tanto para colombianos como para venezolanos, a la par de
afectar negativamente las arcas del Estado.
Es muy complejo el tema e implica una serie de análisis muy exhaustivos, tanto para profundizar
la realidad actual, sus causas, sus consecuencias y posibles soluciones, mismos argumentos que
se podrán evaluar y cotejar con un trabajo certero, metódico y coherente de prospectiva.
Zonas estratégicas para el turismo como Provenza, Parque Lleras, Corredor de la carrera 70 y
otras más, son hoy sitios de trabajo por excelencia para el ejercicio de la comercialización de
actividades sexuales y de drogas a cambio de dinero. Y es que justamente este es uno de los
factores evidentemente jalonadores del turismo internacional, receptivo y orientado a visitar
Medellín pero en consonancia con la situación descrita.
Desde el parque de El poblado y hasta la zona residencial de la carrera 34, la calle 10 en sentido
occidente oriente es una vitrina de oportunidades a todas horas del día y en donde prolifera la
mendicidad, el tráfico permanente de drogas y la prostitución; todo ello ofertado con acento
venezolano, con acento de Maracaibo, de Caracas, de Estado Lara y en fin de todas las regiones
de aquel país; es decir, la calle 10 otrora orgullo local, es hoy un corredor que funciona como
refugio para generar ingresos a como dé lugar e indistintamente de las consecuencias que se
puedan dar; la calle 10 es una pequeña Venezuela, un mapeo de una fabela caraqueña y un
espacio hasta para que los niños hijos de migrantes utilicen los peldaños de las aceras como
improvisadas camas y lugares de descanso mientras sus padres buscan el sustento.
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Según cifras recolectadas de ACNUR, Colombia es hoy el segundo país en el mundo en acoger a
migrantes o recibirlos, con un total de 1.8 millones después de Turquía con 3.8millones y para lo
cual Medellín es la ciudad por excelencia elegida para el ejercicio de la prostitución y al igual
que Cartagena; siendo estos destinos receptores de la mayor cifra actual de turismo internacional
para segmentos de divesión, búsqueda de parejas, entre otros. Del total de estos migrantes el
46.0% son mujeres y en gran medida dedicadas a actividades de comercio sexual, además de ser
Venezuela el segundo país en el mundo con el índice de migración más alta después de Siria y a
la par con Afganistán.
Esta es una problemática que podemos de hecho trasladar a la escena política internacional y
tiene que ver con el recién elegido gobierno y el cual evidentemente simpatiza con Venezuela. Es
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bien sabido que la principal causa de la crisis económica allí se ha derivado de una mala
administración del presupuesto nacional y lo que ha llevado al país a alcanzar históricas cifras en
niveles ascendentes de inflación, lo que consecuentemente se traduce en pobreza, hambre,
desplazamiento y migración. El enfoque desde las políticas de gobierno en Colombia tampoco
está claro al respecto y no existe una hoja de ruta que se trace en aras a apoyar de regreso a sus
territorios a esta población ni tampoco a crecer con las debidas condiciones de dignidad ya que el
país no cuenta con el presupuesto suficiente y así mismo la ciudad, Medellín y lo cual por el
contrario generará que cada vez más migrantes lleguen a Colombia a limpiar un vidrio de un
automóvil, a cantar con desentono fuera de un restaurante, a deliquinquir y a prostituirse.
Desde la perspectiva estatal no se logra vislumbrar una solución a largo plazo y que pueda
incluso generar garantías para que los migrantes regresen a su país, pero a través de la empresa
privada y en coordinación con la Agencia internacional para los refugiados ACNUR sí sería
posible empezar a desescalar esta situación partiendo de reales gestos de buena voluntad, con
acciones serias del gobierno venezolano acogiendo y respetando la inversión privada y a través
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de fondos con recursos internacionales que nuevamente entreguen condiciones de dignidad a esta
población para que de regreso a su país puedan hacer una vida mejor que la que allí habían
dejado. Esto además puede mejorarse a través de la ONU ya que solo se destina el 1.0% del
presupuesto para desplazados y refugiados y siendo este un creciente problema global debe tener
mayor prioridad y orientación a la solución.
Así mismo, es indefectible el hecho de que las condiciones de arribo de los migrantes, que son
precarias en todos los niveles de sobrevivencia y habitabilidad, además de que están supeditadas
a las limitaciones que les ofrece el nuevo medio al que acceden, son causas fehacientes de las
restricciones, carencias y penurias que inconcusamente se han de presentar.
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En este sentido, el primer gran problema consiste en el colapso creciente de los servicios del
Estado, en especial del gobierno municipal, tratando de atender o subsidiar las falencias de los
grupos y familias migrantes. Visto esto, el escenario sociopolítico padecerá cambios nocivos en
cuanto al direccionamiento de los procesos y acciones de corte educativo, en salud, en asistencia
integral. Lesionando la inclusión de los habitantes del territorio y ocasionando una debacle en el
funcionamiento de las entidades de cuidado y vigilancia de la población y limitando la
posibilidad de servicios que sean eficientes y completos para todos.
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Si bien los migrantes significan una mayor presencia de diversidad política, lingüística o
religiosa, también esta intrusión contribuye con la formación de grupos o guetos íntegramente
segregados y marginales, los cuales serán presa fácil y foco de eventos y dinámicas generadoras
de violencia, delincuencia, pobreza y conflicto.
Ante este posible escenario de una crisis demográfica y socioeconómica, de acuerdo a las
experiencias históricas y a las consideraciones que pueden efectuarse desde los puntos de vista
sociológico, político, económico y demográfico, la solución probable involucraría una serie de
planes y acciones que deberían iniciar con la creación formal y puesta en marcha de una política
intersectorial que permita dar respuesta completa y exhaustiva a los desafíos humanos, sociales,
políticos, económicos y culturales que manifiesta la migración en la ciudad de Medellín.
Bajo esta ruta propuesta, que implica la participación eficaz del Estado y de los diversos sectores
de la economía, la salud y la educación, se propondría el hecho de limitar la atención a migrantes
con la sola ubicación de personas y familias en albergues temporales, sino a prever y anticiparse
o, por lo menos menos, responder convenientemente a los movimientos de individuos dentro del
territorio, tratando de garantizar su mínimo básico existencial con procesos de formación para el
trabajo, inclusión en un modelo productivo adecuado, oferta de condiciones de hábitat y salud –
no subsidiadas ni concedidas gratuitamente, sino asumidas por los mismo migrantes
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trabajadores– para no resquebrajar los sistemas de financiamiento público, protegiendo así tanto a
los migrantes como a los habitantes autóctonos de la ciudad.
Son, entonces, estrategias de solución directa para una posible crisis como la enunciada
anteriormente, el estatuir y poner en marcha vías legales para el trabajo temporal, bajo términos
de legalidad; configurar sistemas de protección humanitaria, no subsidiada, sino pagada por los
migrantes trabajadores; redefinir las normas de ingreso y controlar los tiempo de permanencia de
migrantes, de acuerdo a su integración a los escenarios económicos y de arraigo; establecer
normas severas para prevenir y atacar posibles brotes de delincuencia, a la par de realizar
deportaciones de aquellos individuos que transgredan la ley en cualquiera de sus formas; y
consolidar un esquema que evite el acrecentamiento de la población migrante en la ciudad.
No obstante, una regularización de este tipo, cumpliendo todos esos parámetros por sí sola no
puede garantizar el acceso a empleo adecuado, ni asegura a los migrantes la posibilidad de
obtener recursos para mejorar su entorno de inseguridad alimentaria. Todo tipo de regularización
en todos los niveles de atención o contención debe ser concomitante con políticas de integración
social.
Para cumplir con las soluciones propuestas se deben desechar los estereotipos que alienan y
condicionan negativamente la individualización de los migrantes, originando una xenofobia
aberrante, más bien se deben proponer y activar ambientes de diálogo, encuentro y concertación.
Buscar soluciones a este fenómeno implica repensar los mecanismos de recepción de migrantes,
los procesos de atención a los mismos, bajo parámetros de focalización poblacional que permitan
lograr métricas claras de evaluación e incorporación, tanto frente a las condiciones que ofrece el
entorno real como los problemas orgánicos que genera la migración.
La respuesta a una crisis de este carácter circunscribe multiplicidad de acciones, como cambiar
los mecanismos de recepción y atención de migrantes, a la par de revertir las facilidades para
otorgamiento de asilo; enfrentar de modo contundente las redes de contrabando y trata de
personas; instaurar vías legales que admitan una migración que no afecte los roles
socioeconómicos y culturales del territorio receptor, en este caso Medellín; enfocar la atención,
no como una ayuda, sino como una razonable gestión de revisión que se fundamente en la
protección de la vida y la garantía de los derechos básicos, ajustándose a las leyes.
La cultura se compone como un amplio campo, a partir del cual los individuos aprecian, conocen
e interpretan el entorno en cada una de sus dimensiones y conciben elementos sociales,
espirituales y físicos, con el fin de comprenderlo, transformarlo y habitarlo. Bajo este precedente,
en términos de estudio de la migración, la ciudadanía cultural admite discernir la cultura en cada
una de sus dimensiones, formulando las líneas para asimilar el presente y proyectar el futuro, ya
no individual sino colectivamente. Y dicha convivencia exige inclusión, sin distinciones ni
privilegios, de todas las personas que pretenden incorporarse a una comunidad y cuyos derechos
inalienables.
Es así como mediante el reconocimiento de los derechos, cada persona, cada familia, cada
comunidad puede desplegar y exteriorizar sus modelos creativos y su idiosincrasia, y con este
concepto de cultura puesto en práctica, se fomenta la creación de una sociedad más equitativa.
Con todo y esto, la solución de la crisis evidenciada urge una apremiante reacción del Estado en
la contención de la migración, con una paralela activación de la puesta en marcha de acciones
legales e institucionales que resuelvan las carencia económicas, sociales y culturales, no
otorgando subsidios o facilitando con dádivas la coexistencia de los migrantes, sino insertándolos
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en la vida laboral y haciendo que cumplan los compromisos tributarios y normativos que los
convierten en agentes activos del desarrollo y del entorno social. Habrá entonces que llevar a
cabo un proceso de empadronamiento, y tras de ello, con el conocimiento de la realidad migrante,
establecer pautas de inclusión que de manera coherente sirvan al progreso local y eviten a toda
costa la delincuencia, el delito, la transgresión de los derechos humanos.
Cibergrafía
Fotografías
Entrega de permisos temporales a migrantes venezolanos se dará en varías zonas del país.
Infobae. 25 de enero de 2022
https://www.infobae.com/america/colombia/2022/01/25/entrega-de-permisos-temporales-a-
migrantes-venezolanos-se-dara-en-varias-zonas-del-pais/
Ossa, Guillermo. Lugares donde atienden o dan información a migrantes en Medellín. Periódico
El Tiempo. 09 de diciembre de 2018.
https://www.eltiempo.com/mundo/venezuela/puntos-de-atencion-e-informacion-a-migrantes-
venezolanos-en-medellin-302856
Medellín muestra opciones para dejar la prostitución. Periódico El Colombiano. Jose Fernando
Loaiza Bran.
https://www.elcolombiano.com/antioquia/medellin-muestra-opciones-para-dejar-la-prostitucion-
YD2137089