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Sistemas de Costeo
Sistemas de Costeo
4.1 Introducción
Desde el advenimiento de la industrialización y sus variadas inversiones en equipo y otras áreas, sólo se
conocían dos costos de importancia: los de material y los de mano de obra directa, llamados costos
primos, que por su importancia eran los únicos que se inventariaban. Pero una vez que las inversiones se
expandieron y las organizaciones se desarrollaron, surgió el concepto de costos indirectos de fabricación, y
fue entonces cuando se hizo notable la diferencia entre costos de producción fijos y variables, así como la
diferencia entre costos directos e indirectos. Hace muy poco tiempo los contadores comenzaron a tomar en
cuenta estas diferencias de costos; antes sólo se pensaba en costos de producción y de no producción.
A principios del siglo XX el método de costeo utilizado era el absorbente o total. Eso se debía a que el
tratamiento contable tradicional se dedicaba a salvaguardar los activos utilizados, los cuales se controlaban
a través del estado de resultados, prestando poca atención a los problemas específicos de información
para la toma de decisiones administrativas. Sin embargo, al incrementarse el nivel de complejidad de las
organizaciones se destacó la preparación de informes que proveyeran y facilitaran la información para la
toma de decisiones y la planeación a largo plazo.
Hacia 1930 surgió una alternativa al método de costeo absorbente, conocida como Costeo directo o Costeo
Variable. Durante el desarrollo de la clase se utilizará indistintamente el nombre de costeo directo o costeo
variable, aunque el nombre más utilizado es costeo directo.
No se puede afirmar que el costeo directo sea mejor que el absorbente. Cada uno tiene una misión especial
que cumplir: el costeo directo ayuda a la administración en sus tareas de planeación y de toma de
decisiones mientras que el costeo absorbente informa a los usuarios externos.
Los que proponen el método de costeo directo (especialmente sus pioneros, Harris y Harrison) afirman que
los costos fijos de producción se relacionan con la capacidad instalada y ésta, a su vez, está en función de
un periodo determinado, pero jamás del volumen de producción. El hecho de contar con determinada
capacidad instalada genera costos fijos que, independientemente del volumen que se produzca,
permanecen constantes en un periodo determinado. Por lo tanto, los costos fijos de producción no están
condicionados por el volumen de ésta, ya que no son modificables por el nivel en el cual se opera; para
costear con este método se incluyen únicamente los costos variables. Los costos fijos de producción deben
llevarse al periodo, es decir, enfrentarse a los ingresos del año de que se trate, de ahí que no se asigne
ninguna parte de ellos al costo de las unidades producidas.
El costeo directo también puede verse como una aplicación del concepto de análisis marginal, ya que
subraya el margen de contribución para cubrir los costos fijos y la generación de utilidades. El costeo
directo tiene los mismos supuestos que se comentaron en el modelo costo-volumen-utilidad:
1. Una perfecta división entre costos variables y fijos.
2. Linealidad en el comportamiento de los costos.
3. El precio de venta, los costos fijos dentro de una escala relevante y el costo variable por unidad
permanecen constantes.