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Profesor:

Alumno: Ivan Joseph Flores Nina


3ra LEY DE NEGACIÓN DE LA NEGACIÓN

En la dialéctica, negar no significa simplemente decir no, o declarar inexistente una cosa, o
destruirla de cualquier modo. Ya “Spinoza dice: omnis determinatio est negatio”, toda
determinación o delimitación es negación. Además, la naturaleza de la negación dialéctica
está determinada por la naturaleza general, primero, y especial, después, del proceso.
No sólo se tiene que negar, sino que se tiene que superar luego la negación.
Pues se tiene, que establecer la primera negación de tal modo que la segunda siga siendo o
se haga posible. ¿Cómo? Según la naturaleza especial de cada caso particular. Si muelo un
grano de cebada o aplasto un insecto, he realizado ciertamente el primer acto, pero he hecho
imposible el segundo. Toda especie de cosas tiene su modo propio de ser negada de tal
modo que se produzca de esa negación su desarrollo, y así también ocurre con cada tipo de
representaciones y conceptos"
Los nuevos fenómenos que surgen en la naturaleza y en la sociedad recorren también su
camino natural: envejecen con el transcurso del tiempo y ceden su puesto a fenómenos y
fuerzas más nuevos. Si antes negaban lo viejo, ahora son negados a su vez por algo más
joven, nuevo y fuerte. Esto es ya la negación de la negación. Y como en el mundo existe una
cantidad infinita de fenómenos, el proceso de negación es constante, infinito, es decir, tiene
lugar un proceso ininterrumpido de negación de la negación. ¿A dónde conduce este
proceso?
Ejemplo:.
El proceso de la cosecha consta de varios períodos: germinación de las semillas,
crecimiento y maduración (recolección). Durante la germinación, los granos sembrados dejan
de existir, son negados. En su lugar aparecen las plantas que nacen de ellos, los tallos. Pero
después, las plantas florecen, son fecundadas y, por último; madura la cosecha. Entonces
muere el tallo. Es la segunda negación. Y todo el proceso de obtención de la cosecha es la
negación de la negación. En este caso, el proceso de negación ha conducido no sólo a la
destrucción de las semillas enterradas, sino también al surgimiento de nuevos granos y,
además, en cantidad diez o veinte veces mayor. En este resultado está la esencia de la ley
de la negación de la negación. ¿Qué teníamos al principio, en el punto de partida del
proceso? Grano. ¿Qué tenemos como resultado? Otra vez grano. El proceso parece
repetirse, el "círculo" se cierra. Pero la ley de la negación de la negación muestra que existe
el desarrollo. Porque al empezar el proceso disponíamos de determinada cantidad de
semillas y, al terminar, disponemos de la cosecha. Está claro que no se trata de una simple
repetición. Cierto que hemos llegado a lo mismo de lo que habíamos partido, pero nos
encontramos ante una repetición sobre una base nueva, superior. Si los hombres llegaran, al
recoger la cosecha, a los mismos resultados cuantitativos y cualitativos iníciales, no
merecería la pena cultivar la tierra. En nuestro ejemplo, el comienzo del proceso (.siembra
del grano) y el final (recogida de la cosecha) son dos grados de desarrollo cualitativamente
diferentes: grado inferior y el superior. Como consecuencia de este desarrollo, el proceso no
queda estancado, sino que avanza de lo inferior a lo superior, de lo simple a lo complejo.
En este proceso de desarrollo, cada etapa superior niega a la anterior y sin embargo retiene
todo su lado positivo “vida”en su estructura y su contenido.
La dialectica marxista absolutizo el momento de la negación en el desarrollo de que (lo nuevo
sólo puede surgir de los “huesos” de las viejas cenizas.

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