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Resumen: Este capÍtulo trata de dos transformaciones, una en el ámbito del conocimien-
to matemático y la otra en la didáctica de las matemáticas. Hace pocos años el trabajo
pionero de Mandelbrot trajo de vuelta al escenario matemático una idea que había
quedado dormida: la idea de la irregularidad en la comprensión.matemática del mundo
material, a sabel la geometría fractal. Era una forma de mirar microscópicamente los
objetos naturales. Existían antecedentes conceptuales en el análisis matemático, pero
nada de esto había germinado porque no existía un medio representacional adecuado.
La tecnología digital de hoy suministra ese medio y añade una dimensión experimental
al aprendizaje. Entre la aritmetización de las matemáticas y las representaciones diná-
micas de hoy, se alzó la voz de F. Klein advirtiendo de la pérdida para la didáctica que
constituía el abandono de las motemóticos intuitivos. Hoy, el desarrollo de la investiga-
ción sobre la cognición matemática ha puesto la visión de Klein sobre el aprendizaje
en su justo lugar. La capacidad expresiva aumentada por la mediación digital plantea
nuevos desafíos para la apropiación experimental del conocimiento.
1.. INTRODUCCIÓN
Los años 80 del siglo pasado atestiguaron la publicación de dos libros que traían noti-
cias de territorios matemáticos recientemente conquistados. Uno de ellos, Ihe Beouty of
Froctols (Peitgen y Richte¡ 1986), ofrecía un espeCácuio visual inusitado mediante imáge-
nes fractales bellamente editadas. El segundo, Choos: Moking of o New Science (CleicK
79Bl), nos acercaba a una narrativa fuscinante sobre los sistemas iterativos, fenómenos
con sensibilidad exagerada con respecto a sus condiciones iniciales, como en el caso
del clima visto como sistema dinámico. Una pequeña variación de la presión atmosférica
puede ocasionar cambios drásticos en la evolución futura del sistema. Se decía que el batir
de ias alas de una mariposa en Australia podía desencadenar un huracán en el Caribe.
Lcs fractales habían llegado para imponer una nueva visión geométrica, una que traía
entre sus manos una desci'ipción de la naturaleza infinitamente más elaborada y precisa
que la vetust¿ geonnetría euclidiana. Los temas tratados en estos libros impactaron la
percepción social de las ciencias, sobre todo en el caso de ias matemátlcas.
Los tres librosya mencionados siguieron la estela del trabajo de B. Mandelbrot qulen
había publicado en 1983 su libro Ihe Froctol Ceometry of l¡loture, donde sugiere que su
geometría es más adecuada para describir las formas naturales que la geometría eucli-
diana, que lo hace básicamente mediante rectas, triángulos y circunferencias. Sin embar-
go, hay que enfatizar que la geometrÍa no es un teri'itorio sino un mopo de un territorio,
a saber, aquel constituido por el espacio físico de la experiencia humana directa.
El mapa que corresponde a la geometría fractai revela lo irregulor,lo (inflnitamente)
frocturodo, lo que podría percibirse mediante una m¡rada microscópica que captara
los interminables detalles ocultos al ojo humano desnudo. Esa mirada microscópica es
posible a través de un medio digital. En lugar de una línea o segmento de recta, la línea
fractal, aunque sea continua, tlene 'picos" en todas partes. Al observar el fenómeno de
difusión que se produce cuando dejamos caer una gota de tinta en agua, si pudiésemos
aislary seguir la trayectoria de una sola molécula de la tinta veríamos que esa molécula
sigue una trayectoria fractal. El modelo matemático de este comportamiento (el mapa
de! territorio) sería una curva continua ilena de picos, esto es, una función continua...
sin derivada.
Una situación como esta, pero en el seno de las matemáticas puras, fue descrita
analítlcamente el 18 de julio de 7872 en la Academia de Berlín. Allí, Weierstrass pre-
sentó un ejemplo de una función continua que no tenía derivada en punto alguno.
Eso implicaba que no se podío groflcor a pesar de ser continua, lo cuai se oponía fron-
talmente a la idea de continuidad que se aceptaba hasta ese momento: una funclón
continua es aquella cuya gráfica puede trazarse sin levantar la mano del papel (o del
pizarrón). El lmpacto matemático del ejemplo de Weierstrass fue profundo: se hablaba
de una función continua pero no se le conocía forma definida. Las matemáticas se
adentraban en un territorio donde el poder de la representación anaiítica producía un
objeto invisible para el ojo humano, pero del que podía asegurarse que era continuo,
Eracias a su tratamiento a través de una redescripción simbólica. Había, aparte del ojo
geométrico, un ojo analítico.
Hasta entonces, las matemáticas habían encontrado un soporte seguro tanto en la
geometría euclidiana como en el cálculo desarrollado alrededor de una idea de continui-
dad que correspondía a las intuiciones del espacio y a nuestro enfoque cognitivo sensorio-
motor. Parecía que ahora las matemáticas tomaban otro rumbo: una continuidad arit-
mética, conjuntos infinitos de diferentes tarnaños, funciones continuas que no se podían
graficar... Las matemáticas parecían separarse del mundo material con el que habían
dialogado por siglos. [ra como una declaración de independencia: la esencia de las
matemáticas reside en su llbertad, proclamaba CantoI se podía ir en la creación mate-
mática más allá de los límites impuestos por la naturaleza. Hoy, sin embargo, sabemos
que esas funciones continuas sin derivadas no están tan alejadas de la naturaleza. La
línea recta euclid!ana y la línea fractal: la trayectoria que sigue un rayo cuando ilumina
la noche, son ambas modelos de la geometría de la naturaleza.
El mundo humano es material, orgánico y cultural. Nuestras intuiciones son ldeas
que andan sueltas, que no están plenamente en ei mundo simbólico ni tampoco en
ese mundo que presentimos, que, en úitima instancia, intuimos. Son fragmentos de
conocimiento que no encuentran su lugar en una red conceptuai que ya poseemos. En
un ailículo célebre del matemático J. Pierpont (i899), al referirse al análisis matemático
que produjo ejemplos como el de Weierstrass, expresaba:
To Koch :L :N
if :n:0[Fci :L SI.OP]
Koch :U3 :N-1
LT 60
Koch :ll3 :N-1
RT 120
Koch :U3 ;N-1
IT
LI
Añ
UW
Es una curva continua, pero en ningún punto tiene una recta tangente (es decir,
carece de derivada). Dicho informalmente, en cada punto de la curva hay un pico.
Cuando presentamos este ejemplo en una conferencia, un estudiante reaccionó diciendo
que, si en cada punto tenía un pico, entonces esos picos debían producirse por el
encuentro entre dos segmentos y que por lo tanto la curva, al tener'pedacitos rectos"
que formaban los picos, tenía rectas tangentes que contenían esos pedacitos de rectas.
Es un razonamiento interesante que muestra cómo podemos entregornos (cognitiva-
mente) a nuestra intuición, olvidando que la curua de Von Koch, la genuina, es un
objeto ideal, y que lo que podemos graficar es tan solo una buena aproximación que
va insinuqndo el estado final, pero que no lo alcanza. La aproximación se elabora con
segmentos de recta muy pequeños, pero segmentos al fln y al cabo. La curua de Von
Koch es invisible. Es el límite de toda esa sucesión de aproximaciones.
I, L/2,I/3,7/4, ...
Las matemáticas revelan los mecanismos cognitivos de los seres humanos. Tenernos
una mente híbrido que percibe holísticamente su entorno y además puede re-describ!rlo,
con mayor o menor fortuna, simbÓlicamente. Después cje la crisis de los inconmensu-
robles en el seno de la escuela pitagórica, los griegos concluyeron que ias magnitudes
geomátricas eran más abundantes que los números y por lo tanto los fundamentos de
las matemáticas debían ser geométricos. Esta elección permaneció inalterable hasta el
siglo xtx. Lo que siguió fue descrlto por Dedekind en 1874, en la primera oágina de su
obra Essoys on the Theory of Numbers:
El trabajo inductivo de quien enuncia por primera vez un teorema es tan valioso
como ei trabajo deductivo de quien lo demuestra [...] es precisamente en el descu-
brimiento y desarrollo del cálculo inflnitesimal que el método inductivo jugó tan
grande papel, sin las obligaciones lógicas. Y la mayor ayuda heurística la constituyó
lo intuiciÓn sensoriol. Con esto quiero decir la intuición sensorial inmediata, con todo
lo que tenga de imprecisa [ ]y no la infuición en obstrodo que postula el paso al
límite (K|ein,201,6, p 226). (Énfosis propio)
Este método intuitivo, caracteriza el periodo temprano del desarrollo del cálculo. Si
la figura anterior estuviese elaborada mediante un programa de geometría dinámica,
entonces podríamos aumentar el número de rectángulos de inmedioto para obtener
todavía una mejor aproximación al área bajo la curva:
fal vez algún día la flsiología y la psicologío experimentol nos permitirán extraer
conclusiones más precisas sobre las relaciones entre la intuición y los procesos lógicos
[..i los psicólogos modernos distinguen entre las capacidades visuales, motoras y
auditivas; la intuición tlene que ver más estrechamente con lo visual y lo motor [...]
con gusto extlendo la bienvenida a estas investigaciones que acaban de iniciar los
psicólogos. (Klein, 1896, p. 247). (Énfasis propio)
El trabajo sobre la dinámica iterativa compleja de ias primeras décadas del siglo
pasado sembrÓ las semillas de lo que muchos años después serían los fractales. Los
instrumentos digitales de cómputo y graflcación hicieron germlnar esas semillas en
manos de Mandelbrot El medio digital resultó fundamental para este capítulo de las
m ote m óti co s exp e ri m e nto I es.
Los medios digitales facilitan activar el ojo geométricoy la recuperación del razonamien-
to inductivo,sensorio-motor,a través de este ojo. La mediación digital estimuia una arti-
culación entre Ia inducclón y la deducción, y esto va más allá del estudio oe los fractales.
Recordemos una analogía histórica que no podemos soslayar: Arquímedes ideó un
método para descubrlrteoremas que luego demostraba rigurosamente (Moreno-Armella
y Sriraman, 2010). Explicaba que la demostración de los resultados era más accesibie
una vez que su método le había permltldo descubrirlos.
En el caso de la geometría, usualmente se trabaja con representaclones analíticas y
representaciones sintéticas. Las posibilidades digitales han enriquecido estas opciones
y hoy día se cuenta con sistemas como el Ceogebra y muchos otros que permiten una
representaciÓn dinámica de los objetos geomátricos incorporando, con las transforn'la-
ciones posibles de los objetos, oportunidades de exploración y rediseño de estrategias
de resolución de problemas.
Hemos elegido presentar a continuación una sistematización del trabajo rea!izado
con profesores tanto en Colombia como en México. Los temas versarán sobre geometría
eLlclidiana. Nuestro péndulo didáctico oscila ahora de los temas que corresponden a los
fundamentos de las matemáticas -que consideramos cruciales para !a reflexión Cel
profesor- a temas de interés en su práctica cotidiana y de organización. Estos, como
mencionamos previamente, forman parte de lo que se conoce como Conocimiento
Matemático para la Enseñanza. sugerimos el trabajo de Nolan, Dempsey, Lovatt y
O'Shea (2015).
En este terreno es viable y así lo hemos hecho, cambior lo bose de conocirnientos
para abordar problemas que usualmente se estudian mediante la geometría analítica,
pero ahora lo haremos desde una perspectlva sintética (euclidianaJ.
Empezamos pl'oponiendo el siguiente problema:
Dado un ángulo y un punto fijo P en el interior del ángulo, trazar el segmento que
conecta los lados del ángulo de manera que el punto fijo sea el punto medio del seg-
mento trazado.
El primer acercamiento que siguieron los profesores-estudiantes ha sido: se elige un
punto R sobre la semirrecta BC y por ese punto se traza una semirrecta RP. El punto Q
es el punto de intersección de la semirrecta RP con el lado BA dei ángulo.
B
C
R
B
c R
La solución convenció a muchos más, pero todavía había varios escépticos. Se apro-
vechó entonces para formular algunos comentarios sobre el "argumento que convence".
Hay argumentos que lo convencen a uno mismo, luego hay los que convencen a los
amigos y los más sólidos son los que convencen a los "enemigos'. Estábamos en la
situación siguiente: se habían producido argumentos para convencer a los amigos, pero
no a los "enemigos", los que aún permanecían escépticos. La solución siquiente fue un
resultado colectivo con ayudas considerables de los orientadores de estas actividades. Se
toma el punto simétrico de R sobre la semirrecta RP ounque no toque a la semirrecta
BA. Y luego, se desplaza el punto R y se observa que el punto simátrico R' traza una
recta paralela a la semirrecta BC (flgura 7).
/ P
B
C R
a
rR'
1
A rP
B
C R
Figura 8. Q y R coinciden.
a
o
11
E¡ucncróN Mnr¡uÁrc¡, 30 Años, ncosro or 2018 Z)
t
La trayectoria que sigue P porece un círculo, pero ¿lo es? Al nivel visual (prueba
para los 'amigos') queda resuelto el problema. Sin embargo, subsisten preguntas que
deberían ser parte de la solución. Por ejemplo, localizar el centro O' del nuevo círculo, y
en efecto veriflcar que todos los puntos de la trayectoria equidistan de 0'. Esta exigencia
ya no resultó tan accesible a los asistentes. Enunciemos la solución:
A B
B'
P
I
,,
A B
Sugerimos en este momento orrostror el punto P sobre la elipse y constatar que las
nuevas mediatrices que se lban obteniendo seguían siendo tangentes a la elipse. La
paciencia es una condición indispensable en estas sesiones: esperamos a que fuese
claro que la construcción del punto B' es igual, no importa dónde se encuentre el
punto P sobre la elipse. Eso se ve cuando se arrastra el punto P. Entonces lanzamos
la pregunta:
iQué troyectorio sigue el punto B'cuando P recorre la elipse?
De nuevo aquí se aprecia el valor añadido, enorme, que tiene el que uno pueda res-
ponder desde el medio digitolaprovechando el movimiento, y tener llsta una conjetura
antes de pasar a explicarla y justiflcarla. La respuesta: un círculo.
t
,
:
I
I
A B
Ahora la pregunta era: ¿cuál es la trayectoria del punto P cuando el punto B' se
desplaza sobre el círculo? Después de arrastrar el punto B' sobre el círculo y seguir, sin
activar el rastro todavía, los asistentes obseruaron el resultado del proceso de análisis y
síntesis. Ya con el rastro activado, la trayectoria de P, se observa, es una elipse.
I
T
t
t
I
t
I
I
I
I
B
Ahora bien, quedaba todavía un psSo:justificar que la trayectorla era, en efecto, una
elipse y para ello había que dejar en claro que la suma de dlstanclas AP + PB era cons-
tante. Pero eso era casi inmediato, pues como el punto P se encuentra sobre la mediatriz
:
del segmento BB', entonces PB PB'y por lo tanto, AP * PB es igual al radio del círculo.
Era claro desde el comienzo que el cambio de base de conocimientos, al 'abando-
na/ la geometría analítica e integrar sus conocimientos de geometría euclidiana como
fundomento poro lo exploroción de los cónicos, iba a requerirde un proceso guiado, en
el cual ellos cada vez irían desarrollando su autonomía.
La nueva manera de trazar una elipse respondía plenamente a la pregunta inicial:
¿cómo sabe Ceogebra cómo lrazar una elipse? En este momento los profesores tenían
lo que ellos llamaron un tesoro". Tenían una manera propia de hacerlo, que además
iba a redituar en la siguiente sesión. El círculo de radio AB' se llama el círculo diredor
de la elipse.
La nueva pregunta: ¿cómo trozor lo tongente desde un punto que no esto sobre lo
elipse?
Para el anállsis de esta pregunta y la elaboración de una respuesta, regresamos a
la nueva construcción. Y aquí se inició otra serie de exploraciones. Todas las construc-
ciones reallzadas a paftir de la elipse se trasladan a las restantes secciones cónicas. La
narratlva se amplía durante el trabajo in situ, y también las consideraciones didácticas
alticuladas alrededor de las nociones básicas de la interiorización de un instrumento
simbólico y su mediación para la producción y apropiaclón de conocimiento matemático.
6. CODA
REFERENCIAS