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6 consejos para escoger

el tipo de candado que


necesita
7 febrero 2018 

Aunque pueda parecer lo contrario, saber cómo escoger el candado que más
se adecua a nuestras necesidades no resulta tan sencillo la primera vez que se
nos plantea esa necesidad. Un candado es un candado, ¿verdad? Pues sí y
no. Son tantos los lugares donde se pueden colocar y tan distintos los
materiales y características que los distinguen, que hemos querido elaborar
una lista de los 6 consejos imprescindibles para ayudarte a elegir un candado.

1. Considerar el valor de los bienes a proteger


Esta variable determinará el nivel de seguridad del candado, que viene dado
por, entre otros, estos criterios:
– El material del cuerpo y el arco, principalmente. El acero es el metal más
habitual en los candados de alta seguridad, especialmente si ha recibido
tratamientos como el cementado y el endurecimiento. Los candados de latón,
aleación de zinc, acero inoxidable y aluminio se emplean en productos con un
nivel de seguridad medio.
– El tamaño del candado. Como norma general, cuanto más grande es el
candado, más seguro. Esto le confiere más resistencia al golpeo y al serrado.
– El cierre del arco. El sistema típico de cierre del arco es mediante un doble
enganche con muelles. Sin embargo, en los candados de más alta seguridad
se emplean bolas de acero, que dificultan los intentos de abrir el candado por
la fuerza en la unión del cuerpo y el arco.
– La cerradura. Si es de llave, las llaves de puntos dificultan los ataques (el
ganzuado, por ejemplo) en mayor medida que las llaves de serreta.
– Retención de llave. Este sistema mantiene la llave en la cerradura cuando el
candado está abierto. Se trata de un elemento presente, por ejemplo,
en candados para seguridad industrial.

2. Medir el espacio interior de la argolla o enganche donde se colocará el


candado.
De poco sirve elegir un candado determinado si resulta que su arco es más
grueso que la argolla o enganche donde se va a colocar. Mida ese espacio
antes de comprar el candado. Y si resulta que ese espacio de enganche no es
el adecuado a sus necesidades, siempre puede sustituirlo e instalar un
portacandados que permita el grosor de arco del candado que necesita.
3. Saber qué longitud de arco es la adecuada.
En cuanto a su longitud los candados pueden tener arco corto (también
llamado normal), arco largo, arco extralargo y arco de longitud adaptable. Al
igual que aconsejamos medir el espacio interior de la argolla o enganche, es
oportuno pensar si éste se encuentra en un punto de fácil acceso, que permita
abrir con comodidad el candado. En casos de espacio reducido, los arcos
largos o extralargos pueden ser una buena opción.

4. ¿Nuestro candado estará a la intemperie o lo usaremos en interiores?


Si el candado va a estar a la intemperie, se aconseja recurrir a candados
resistentes a la corrosión. Los candados fabricados en acero inoxidable son los
que mejor aguantan las inclemencias del tiempo. En una escala menor, pero
muy aceptable, están los candados de latón con baño de níquel. En interiores,
el resto de materiales habituales en candados garantiza una buena durabilidad.

5. Elegir entre cierre con llave o con combinación.


Sin duda, los candados que se cierran con llave ofrecen un mayor nivel de
seguridad que los de combinación. Por contra, es innegable la comodidad de
los candados de combinación para la protección de maletas, taquillas de
gimnasio, etc. cuando llevar la llave encima es un claro riesgo de perderla. Los
más habituales son los de 3 rodillos ó 4 rodillos de 10 dígitos cada uno, lo que
da 1.000 ó 10.000 combinaciones posibles en cada caso. También merece la
pena mencionar que existen candados de combinación con llave de seguridad
e incluso candados que se abren con llave magnética.

6. Candado de llaves desiguales, de llaves iguales o amaestrado. ¿Cuál


escoger?
– Llaves desiguales. Habitualmente, los candados suelen venderse en esta
modalidad. Cada candado sólo puede abrirse con las llaves que se suministran
su caja o blister (salvo, claro está, que se realicen copias de esas llaves). Esto
es así porque muchas usuarios sólo necesitan comprar un candado y el
número de personas a su alrededor que puedan necesitar manipularlo es
reducido.
– Llaves iguales. Pongamos por caso que el usuario o usuarios precisen
colocar varios candados puntos cercanos entre sí. Obviamente, lo ideal es no
tener que cambiar de llave cada vez que se quieran abrir o cerrar estos
candados, sino hacerlo con una sola.
– Candados amaestrados. Se emplean en una instalación o edificio donde se
precisan numerosos candados y deben jerarquizarse en niveles de acceso.
Así, una llave maestra abre todos los candados del sistema y las llaves de
niveles inferiores pueden abrir varios candados a la vez o solo uno cada una.

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