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JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

(1881-1958)

Yo no volveré. Y la noche PRIMAVERA AMARILLA


tibia,serena y callada, Abril venía, lleno
dormirá el mundo a los rayos de flores amarillas:
de su luna solitaria. Amarillo el arroyo,
Mi cuerpo no estará allí, amarillo el vallado, la colina,
y por la abierta ventana el cementerio de los niños,
entrará una brisa fresca el huerto donde aquel amor vivía.
preguntando por mi alma. El sol unjía de amarillo el mundo,
No sé si habrá quien me aguarde con sus luces caídas;
de mi doble ausencia larga, ¡ay, por los lirios auréos,
o quien bese mi recuerdo el agua de oro, tibia;
entre caricias y lágrimas. las amarillas mariposas
Pero habrá estrellas y flores sobre las rosas amarillas!
y suspiros y esperanzas, Guirnaldas amarillas escalaban
y amor en las avenidas los árboles: el día
a la sombra de estas ramas. era una gracia perfumada de oro,
Y sonará ese piano era un dorado despertar de vida.
como en esta noche plácida, Entre los huesos de los muertos
y no tendrá quien lo escuche, abría Dios sus manos amarillas
pensativo, en mi ventana Poemas májicos y dolientes
Arias tristes

Un pájaro, en la lírica calma del mediodía New York-cuarto vacío, entre baúles cerrados-
canta bajo los mármoles del palacio sonoro; 6 de junio, noche
sueña el sol vivos fuegos en la cristalería,
en la fuente abre el agua su cantinela de oro. Le taparía el tiempo
Es una fiesta clara con eco cristalino: con rosas, porque no
en el mármol, el pájaro; las rosas, en la fuente; recordara.
¡garganta fresca y dura; azul, dulce, arjentino Una rosa distinta
temblar, sobre la flor satinada y reciente! de una imprevista majia,
En un sueño real, voy, colmado de gracia, sobre cada hora solitaria de oro
soñando, sonriendo, por las radiantes losas o sombra,
henchida el alma de la pura aristocracia hueco propio a las memorias trájicas.
la fuente, del pájaro, de la luz, de las rosas... Que, como entre divinas
La soledad sonora y alegres
Enredaderas rosas, granas, blancas,
..Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros que no dejaran sitio a lo pasado,
cantando; se le enredara,
y se quedará mi huerto, con su verde árbol , con el cuerpo,
y con su pozo blanco. el alma
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido; Diario de un poeta recién casado
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario . ¡Intelijencia, dame
Se morirán aquellos que me amaron; el nombre exacto de las cosas!
y el pueblo se hará nuevo cada año; ...Que mi palabra sea
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado, la cosa misma
mi espíritu errará, nostáljico... creada por mi alma nuevamente.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol Que por mí vayan todos
verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido... los que no las conocen, a las cosas;
Y se quedarán los pájaros cantando que por mí vayan todos
Poemas agrestes los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas...
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas! Eternidades

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