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Él fue mi amigo desde la infancia.

Siempre
dio muestras, desde pequeño, de un valor
excepcional. Tú lo admirarías como yo si lo
hubieses visto subir a las ramas más altas en
busca de fruta. Siempre obtenía para mí, inmóvil
en mi silla, los más deliciosos manjares. Sé que
no volveré a tener un amigo como él. Me da pena
pensar que no lo volveré a ver. A ti también te
hubiera caído bien, ¿a quién no?

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