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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN.......................................................................................................1

Responsabilidad Civil Contractual.............................................................................2

Fuentes De La Responsabilidad Contractual............................................................3

Responsabilidad delictual y cuasi delictual...............................................................6

Responsabilidad por el hecho personal....................................................................6

Diferencias Fundamentales.......................................................................................9

CONCLUSIÓN.........................................................................................................10

BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................11
INTRODUCCIÓN

Dentro del régimen de la Responsabilidad Civil prevista por el Código Civil, se


encuentra la responsabilidad civil por los daños de las cosas inanimadas, la cual
es regida por el artículo 1384 párrafo 1ro. de dicha legislación. La Responsabilidad
Civil se produce por causas de unos requisitos exigibles, que a su vez produce
unos efectos que fundamentan la misma.

Puede existir incumplimiento de una obligación contractual sin que


necesariamente por ese hecho se comprometa la responsabilidad contractual, tal
sería el caso del vendedor que se obliga a entregar la cosa vendida dentro de un
mes; si transcurrido ese tiempo no ha entregado la cosa debido a una fuerza
mayor, él no compromete su responsabilidad civil por el retraso, porque lo ampara
el Art. 1147 del Código Civil; pero eso no libera de cumplir con la prestación
debida, salvo el caso, desde luego, que la obligación contractual se haya
extinguido por las causas propias de las obligaciones contractuales.

La responsabilidad delictual o cuasidelictual es la que nace de un delito o de un


cuasidelito civil. Cuando el autor de un daño causado con intención está obligado
a repararlo, se dice que ha comprometido su responsabilidad delictual (Art. 1382
del Código Civil).

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Responsabilidad Civil Contractual

Responsabilidad contractual o responsabilidad civil contractual es el conjunto de


consecuencias jurídicas que la ley le asigna a las obligaciones derivadas de un
contrato. En razón de esta definición es que a esta materia también se le conoce
como efectos de las obligaciones. Pablo Rodríguez la define como el deber de
indemnizar los perjuicios causados por el incumplimiento de una obligación
preexistente derivada de una relación contractual.

La responsabilidad civil contractual, como efecto jurídico, tiene su fundamento en


la interacción de dos fenómenos jurídicos: la ley del contrato y el derecho de
prenda general de los acreedores. Por medio del primero, se entiende que todo
contrato legalmente celebrado constituye una verdadera ley para los contratantes,
y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales.
De esta manera, todo contrato lleva consigo una fuerza obligatoria que constriñe al
deudor a cumplir su prestación. Por su parte, el derecho de prenda general de los
acreedores permite a cualquier acreedor solicitar al tribunal el cumplimiento de la
obligación, mediante la realización de todos los bienes embargables del deudor,
sean presentes o futuros, si éste no efectúa un cumplimiento voluntario, perfecto,
íntegro y oportuno de su obligación.

Desde un punto de vista académico, la responsabilidad civil contractual se clasifica


en función de sus efectos: en responsabilidad contractual al haber cumplimiento,
incumplimiento o para el aseguramiento de la obligación.

Nace del incumplimiento total o parcial de un contrato y se rige por el art. 1146 y
siguientes del C. Civil. Cuando una parte no cumple con sus obligaciones incurre
en responsabilidad contractual, también cuando cumple mal (llamado prestación
defectuosa), todo esto a menos que haya causa de exoneración. Las causas de
exoneración son generalmente el caso fortuito, la fuerza mayor y el hecho de un
tercero. Un ejemplo es el vendedor que no entrega a tiempo después de recibir el
precio y una causa de exoneración seria el hecho de un tercero.

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Fuentes De La Responsabilidad Contractual

El Código Civil dedicó los arts. 1146 a 1155 a la responsabilidad contractual. Estos
artículos constituyen el derecho común, aunque es necesario completarlos con
algunas disposiciones que figuran en los arts. 1136 y siguientes que versan sobre
el objeto y el contenido de la obligación. Sin embargo, estos artículos no siempre
son claros y la jurisprudencia ha realizado una labor creadora dándole a la
responsabilidad contractual un contenido que no se deduce de la sola lectura de
los artículos del Código. Además, en la parte del Código Civil consagrada a los
contratos especiales, esto es, los arts. 1582 y siguientes consagrados a la venta,
al arrendamiento, al préstamo, al depósito y al mandato especialmente, hay varias
disposiciones referentes a la responsabilidad del deudor en determinado contrato,
sin tener en cuenta las leyes especialmente a los contratos que no aparecen en el
Código Civil. De ello se deduce que la materia de la responsabilidad contractual es
inconexa. En una obra sobre las obligaciones en general, no hay razón para
estudiar la responsabilidad del deudor propia de determinado contrato, por
ejemplo en calidad de vendedor, arrendador, prestatario, mandatario, etc.
Simplemente conviene precisar cuáles son los principios generales de la
responsabilidad contractual, puesto que el estudio de la responsabilidad particular
del deudor en virtud de ese contrato debe dejarse para una obra sobre los
contratos especiales. (Tomado de la obra Teoría General del Contrato, Tomo II,
Edición 1993; de CHRISTIAN LARROUMET).

CONDICIONES O REQUISITOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL


CONTRACTUAL:

a) Un contrato válido. b) Un hecho imputable al deudor contractual (una falta o


culpa). c) Una relación de causalidad entre el hecho imputable al deudor y el daño
(relación de causa a efecto).

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a) Un contrato válido. No puede existir responsabilidad civil contractual en
ausencia de un contrato.

Debemos señalar que para que la responsabilidad se establezca en el plano


contractual es preciso que preexista un contrato, por lo que resulta importante
determinar a partir de qué momento nace el contrato. De igual manera hay que
saber cuándo termina el contrato, porque cuando el contrato ha cesado, la
responsabilidad no es contractual sino delictual o cuasidelictual. La Suprema Corte
de Justicia ha dicho que cuando hay una ruptura abusiva de manera unilateral de
un contrato por una de las partes, ya no hay contrato y la responsabilidad que se
deriva de ese hecho es una responsabilidad delictual y no una responsabilidad
contractual.

Para determinar los requisitos de validez de un contrato tenemos que remitirnos a


los principios establecidos por el Código Civil; pues se admite que cuando el
contrato está afectado por una nulidad la responsabilidad no es contractual sino
delictual o cuasidelictual.

En definitiva, el marco de la responsabilidad contractual se determinará


dependiendo de sí el autor del daño y la víctima se encuentran unidos por un
vínculo de naturaleza contractual; en caso contrario la responsabilidad es delictual
o cuasidelictual, como sería de un tercero que se asocia con una de las partes
contratantes para violar el contrato; entre los contratantes la responsabilidad sería
contractual, mientras que frente al tercero asociado, la violación del contrato, la
responsabilidad sería delictual o cuasidelictual.

b) Un hecho imputable al deudor contractual.

La inejecución del contrato y la culpa. Durante mucho tiempo la doctrina, en forma


unánime, y la jurisprudencia consideraron que la responsabilidad contractual no
podía basarse sino en la culpa. La mayoría de los autores modernos, tanto en
Francia como en el exterior, continúan considerando el hecho imputable al deudor
contractual que no ejecuta su obligación por el aspecto de la culpa. En otras

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palabras, no hay responsabilidad contractual sin la culpa del deudor. La culpa es
un elemento constante de la responsabilidad contractual.

Lo cierto es que las disposiciones de los códigos se podrían interpretar muy bien
en este sentido. En derecho francés el art. 1137 del C. C., relativo a la obligación
de conservar una cosa, supone evidentemente la culpa. Sobre todo la norma
fundamental en materia de responsabilidad contractual, o sea, el art. 1147, se
puede interpretar muy bien en el sentido de que exige la culpa como condición de
la responsabilidad del deudor contractual. En efecto, con base en ese artículo, se
puede considerar que se incurre en culpa por el hecho de no ejecutar la obligación
originada por el contrato o hacerlo con retardo, mientras que la prueba de una
causa extraña, o sea del hecho que dio origen a la inejecución o al retardo y que
no es imputable al deudor, tiene por objeto y efecto demostrar la ausencia de
culpa. Esta concepción es la de la gran mayoría de los autores franceses. El art.
1147 permite inclusive pensar que no corresponde al acreedor probar la culpa del
deudor, pues esta se presume por el solo hecho de la inejecución o de la demora
en la ejecución. La prueba de una causa extraña constituye el medio de excluir la
presunción de culpa. En efecto, si se incurre en culpa al no ejecutar la obligación
contractual, esto no impide que deba haber lugar para causas de exoneración de
la responsabilidad, en virtud de las cuales se admitirá que el deudor no tiene nada
que ver con la inejecución de la obligación y que, por lo tanto, como la inejecución
no se le puede imputar, no se podrá sostener su responsabilidad. Por lo demás, al
precisar que la mala fe del deudor no es necesaria, el art. 1147 permite suponer
que la culpa no voluntaria o leve es suficiente para comprometer su
responsabilidad, ya que la mala fe corresponde a la culpa dolosa, esto es, a la
voluntad o a la conciencia de causar un daño a otro aceptando deliberadamente
no ejecutar la obligación a la cual está obligado.

En la mayor parte de los sistemas jurídicos extranjeros de tradición civilista, las


disposiciones de los códigos se prestan a interpretaciones idénticas.

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Responsabilidad delictual y cuasi delictual

Es aquella que se refiere a ocurrencias no regidas por términos contractuales. La


idea de contrato se encuentra ausente en este orden de responsabilidad. Está
consagrada fundamentalmente por los arts. 1382, 1383 y 1384 del Código Civil,
constituye el derecho común de nuestra responsabilidad civil.

El Art. 1382 de dicho código establece una disposición general común y aplicable
a todos los órdenes de responsabilidad y al mismo tiempo de orden público. Las
disposiciones de este artículo son obligatorias tanto para los comitentes como
para los terceros porque son de orden público.

Los redactores del Código Civil trataron la responsabilidad delictual en los Arts.
1382 al 1386, estos artículos reglamentan:

1) responsabilidad por el Hecho personal (Arts. 1382 y 1383),

2) la responsabilidad por el hecho de otro (Art. 1384, párrafos: 2, 3 y 4);

3) La responsabilidad por el hecho de las cosas inanimadas;

4) responsabilidad por el hecho de los animales (Art.1385) y

5) La responsabilidad por las ruinas de los edificios.

Responsabilidad por el hecho personal

Se dice que una persona compromete su responsabilidad civil por su hecho


persona: cuando ella misma, de manera personal, ha sido la causante del daño
que le ocasiona a la víctima. Dentro de las diferentes esferas de la responsabilidad
delictual, se puede afirmar que la responsabilidad por el hecho personal constituye
la responsabilidad de derecho común.

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Responsabilidad delictual, cuando ha actuado con la intención de ocasionar el
daño, en cuyo caso el articulo aplicable es el 1382 del Código Civil, a cuyo tenor
cualquier hecho del hombre que causa a otro un daño, obliga aquel por cuya culpa
sucedió, a repararlo.

Responsabilidad cuasidelictual, cuando el daño ha sido causado sin intención de


ocasionarlo, en este caso la disposición legal aplicable es el Art. 1383 de dicho
código, que dispone que cada cual es responsable del perjuicio que ha causado,
no solamente por un hecho suyo, sino también por su negligencia o su
imprudencia.

La esfera de la responsabilidad civil delictual se encuentra dominada


fundamentalmente por la idea de falta, pues hasta la fecha no existe ningún texto
legal ni criterio jurisprudencial que establezcan un presunción de culpabilidad o de
responsabilidad contra el autor personal de una obligación delictual. De ahí resulta
que la ausencia de la falta probada contra el autor del daño impide la existencia de
la responsabilidad civil por su hecho personal; al reconocer daños y perjuicios,
toda sentencia deberá establecer el hecho ilícito a cargo del causante, so pena de
ser casada.

La falta supone una actuación contra el derecho de otro; derecho que puede
resultar para ese otro ya sea de un contrato, ya sea de la ley, ya sea de los
principios de justicia. Por esta razón es que una persona no compromete su
responsabilidad civil cuando el daño es causado por el ejercicio normal de un
derecho, para que el ejercicio de un derecho causante de un daño comprometa la
responsabilidad civil de su autor es preciso probar que su titular lo ejerció con
ligereza censurable, o con el propósito de perjudicar, o con un fin contrario al
espíritu del derecho ejercido; o cuando constituya un acto de malicia o de mala fe
o de un error equivalente al dolo; o cuando el titular del derecho ejercido haya
abusado de ese derecho.

La noción de abuso de derecho requiere, para su eficacia como alegato jurídico,


entre otras condiciones y como elemento fundamental característico, la realización

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por el agente demandado, de una actuación notoriamente anormal, pero no la de
actuaciones normales dentro de un status jurídico real, o de una relación
contractual.

El abuso cometido en ocasión del ejercicio de un derecho degenera en una falta


que compromete la responsabilidad civil de su autor, este criterio es dominante en
nuestra jurisprudencia.

Diferencias entre la Responsabilidad Delictual y la


Responsabilidad Cuasidelictual:

La acción personal del autor del daño de vista práctico una gama de interés:

La prescripción de la acción en responsabilidad delictual (Art. 1382 del Código


Civil) es de un año, conforme al Art. 2272 del mismo código.

La prescripción de la acción en responsabilidad cuasidelictual (Art. 1383 del


Código Civil) es de seis meses, según el Art. 2271 del mismo código, a menos que
dicha acción tenga su nacimiento en una infracción a la ley penal, en cuyo caso la
prescripción se rige por los plazos propios de la acción pública.

Según el Dr. Ramón Tapia Espinal: "Para que la responsabilidad civil prevista en
los artículos 1382 y 1383 este en juego, ha sido tradicionalmente indispensable la
prueba a cargo de la víctima, no solo de la falta y el daño, sino también de la
relación de causalidad entre estos elementos constitutivos de la responsabilidad
civil".

Diferencia entre la responsabilidad civil contractual y la


responsabilidad civil delictual:

-La contractual: Nace del incumplimiento total o parcial de un contrato y se rige por
el art. 1146 y siguientes del C. Civil. Cuando una parte no cumple con sus
obligaciones incurre en responsabilidad contractual, también cuando cumple mal
(llamado prestación defectuosa), todo esto a menos que haya causa de
exoneración. Las causas de exoneración son generalmente el caso fortuito, la

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fuerza mayor y el hecho de un tercero. Un ejemplo es el vendedor que no entrega
a tiempo después de recibir el precio y una causa de exoneración seria el hecho
de un tercero.

-La delictual: También llamada extracontractual, nace del delito, del cuasidelito o
del incumplimiento de un cuasicontrato (el cuasicontrato es un hecho jurídico). Su
fundamento jurídico o causa son los artículos 1382-1386 y se considera de orden
público.

Diferencias Fundamentales

En lo referente a la fuente de las obligaciones, la responsabilidad contractual nace


de la violación a un contrato y la delictual de la violación a una norma legal
preexistente.

La contractual surge de actos voluntarios, la delictual generalmente de actos


involuntarios.

Los principios de la responsabilidad civil contractual tienen carácter particular casi


siempre referido al contrato y los de la delictual son principios generales que se
aplican a la mayoría de los casos de responsabilidad civil.

Ambas tienen diferentes elementos constitutivos.

En cuanto al tipo de obligación, en la contractual debe buscarse el fin de las partes


al pactar el contrato. En la delictual debe buscarse el fin perseguido por el
legislador al dictar la norma legal preexistente. Por ejemplo, la prueba del
incumplimiento es más fácil cuando la obligación es de resultado. Cuando la
obligación es de medios, debe probarse que hubo negligencia (por ejemplo, el
doctor no quiso atender al paciente y mandó una enfermera).

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CONCLUSIÓN

Al llegar al término de la presente investigación sobre la responsabilidad civil


contractual, responsabilidad delictual y cuasi-delictual, se ha logrado dar respuesta
a los diferentes objetivos específicos propuestos al inicio de la misma.

En ese sentido y respondiendo tales objetivos, se pudo entender que cuando se


habla de responsabilidad delictual y casi delictual, ambos se caracterizan porque
causan daño y son ilícitos.

Señala el art. 2284 del C. Civil que: Cabe advertir que uno y otro se diferencian
por un elemento psicológico "Intencionalidad". Delito, intencionalidad, malicia, dolo
art. 44 C. civil. Cuasidelito, culpabilidad y perjudicial. Cotidianamente hay mayor
daño por culpabilidad que por intencionalidad, por lo que la responsabilidad es
cuasidelictual.

Interés de la distinción, es casi ociosa, dado que las consecuencias de ambos son
idénticas, en principio y obligan en los mismos términos a reparar el daño
causado. Se mide la indemnización por la magnitud del daño art.2329.

Además, se entendió que esta responsabilidad contractual proviene del


incumplimiento de un contrato y consiste en tener que indemnizar los perjuicios
resultantes de la infracción.

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BIBLIOGRAFÍA

Acosta, Juan Pablo. 2010, "Código Civil de la República Dominicana", Decima


quinta Edición, Editora DALIS, Moca, República Dominicana.

-Subero Issa, J.A. 2000, "Tratado Práctico de Responsabilidad Civil


Dominicana", 4ta. Edición Corregida, Editora Dalis, Moca, R. D.

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