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«Marco Licinio Craso» redirige aquí. Para otras personas del mismo nombre, véase
Marco Licinio Craso (desambiguación).
Marco Licinio Craso
Late Roman Republic bust in the Glyptothek, Copenhagen.jpg
Busto de Craso en la Gliptoteca Ny Carlsberg, Copenhague.
Cónsul de la República romana
en ejercicio del poder supremo
70 a. C.-70 a. C.
Junto con Cneo Pompeyo Magno
Predecesor Publio Cornelio Léntulo
Cneo Aufidio Orestes
Sucesor Quinto Cecilio Metelo
Quinto Hortensio Hórtalo
55 a. C.-55 a. C.
Junto con Cneo Pompeyo Magno
Predecesor Cneo Cornelio Léntulo
Lucio Marcio Filipo
Sucesor Apio Claudio Pulcro
Lucio Domicio Enobarbo
Información personal
Nombre en latín Marcus Licinius Crassus Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 115 a. C. o 114 a. C.
República romana
Fallecimiento 53 a. C.
Harrán, Imperio parto
Causa de muerte Muerto en combate Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Publio Licinio Craso
Venulia
Cónyuge Tértula
Hijos Publio Licinio Craso
Marco Licinio Craso
Información profesional
Ocupación Político de la Antigua Roma y militar de la Antigua Roma Ver y
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Patrimonio 180 millones de sestercios
Conflictos Batalla de Cantenna y Batalla de Carras Ver y modificar los datos en
Wikidata
Partido político Optimates Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de Primer Triunvirato Ver y modificar los datos en Wikidata
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Marco Licinio Craso (en latín: Marcus Licinius Crassus (Dives); 115 o 114 a. C.-
mayo de 53 a. C., cerca de Harrán, Partia) fue un general y político romano, cónsul
en 70 y 55 a. C., miembro del Primer Triunvirato y uno de los hombres más ricos de
su tiempo. Pertenecía a una noble familia plebeya, la gens Licinia. En su juventud
comenzó su carrera como orador de la corte, pero se vio obligado a interrumpirla a
causa de las guerras civiles. El padre y el hermano de Marco Licinio murieron
durante el gobierno de Cayo Mario y Lucio Cornelio Cinna (87 a. C.). Tras esto, él
mismo se escondió en Hispania, y en el año 83 a. C. se unió a Lucio Cornelio Sila y
bajo su mando participó en la derrota del «partido» mariano.
Índice
1 Biografía
1.1 Orígenes
1.2 Primeros años
1.3 Craso y Sila
1.4 Inicio de la actividad política
1.5 Revuelta de Espartaco
1.6 Primer consulado
1.7 Censura
1.8 Craso y la conjuración de Catilina
1.9 Triunvirato
1.10 Campaña parta y muerte
2 Actividades intelectuales
3 Familia
4 Craso en las fuentes
5 Craso en la historiografía
6 Craso en la cultura contemporánea
7 Referencias
8 Bibliografía
8.1 Fuentes clásicas
8.2 Historiografía
9 Enlaces externos
Biografía
Orígenes
Artículo principal: Gens Licinia
Marco Licinio pertenecía a la familia plebeya de la gens Licinia, cuyos
representantes formaron parte del primer consejo de tribunos de la plebe y
alcanzaron el consulado ya en 364 a. C. Sin embargo, entre 361 y 236 no se les
menciona ni una sola vez en los Fastos capitolinos. El inicio del siguiente periodo
de la historia de la familia se asocia a Publio Licinio, quien vivió
presumiblemente durante la primera guerra púnica, el mayor de cuyos hijos recibió
el apodo de Craso (en latín: Crassus), que se convirtió en cognomen para sus
descendientes.1
Es de suponer que el bisabuelo de Marco Licinio fue cónsul en 171 a. C.,23 sobrino
del primer cónsul Publio Licinio Craso Dives, colega de Escipión el Africano en 205
a. C. El abuelo de Marco Licinio, también Marco, fue pretor en el año 127 o 126 a.
C. y fue apodado Agelasto (del griego ἀγέλαστος - 'hosco', 'sin sonrisa') por su
aspecto siempre sombrío. El hijo de Agelasto y padre de Craso fue Publio Licinio
Craso, quien alcanzó los más altos cargos, un consulado en 97 a. C. y una censura
en 89 a. C.4 La madre de Marco Licinio era Venulia, quien pertenecía a la
aristocracia municipal.5
Publio Licinio
Venulia
Tértula
1.º - Publio; 2.º - Marco
Cecilia Metela
Marco Licinio Craso
Cornelia Metela
1.º - Publio; 2.º - Cneo
El mismo destino le esperaba a Marco Licinio, pero huyó con tres amigos y diez
esclavos a Hispania, probablemente debido a las conexiones de la familia Craso
allí, y se escondió en una cueva.2122 Según Plutarco, el noble hispano Vibio
Paciano, quien vivía cerca, se enteró de que el joven Craso se escondía en las
proximidades de su finca y comenzó a ayudarlo. Marco Licinio pasó ocho meses en una
cueva hasta principios de 84 a. C. cuando se enteró de la muerte de Cinna. En torno
a él comenzaron a reunirse enemigos armados del partido mariano; Craso formó un
destacamento de dos mil quinientos hombres y, según varios escritores antiguos,
saqueó la ciudad de Malaka, «pero se dice que él mismo lo negó y refutó a quienes
lo plantearon».14
Para entonces, Marco, siguiendo la antigua costumbre romana, se había casado con la
viuda de su hermano fallecido —aparentemente el mayor, Publio—, Tértula; el
matrimonio probablemente tuvo lugar antes del año 86 a. C.13
Craso y Sila
Desde Hispania, Craso cruzó a África, donde Quinto Cecilio Metelo Pío, otro enemigo
de los marianos, reunía un ejército, pero pronto se enemistó con él y emprendió un
nuevo viaje por mar, hasta alcanzar a Sila, quien desembarcó en Italia a principios
de 83 a. C. y reunió consigo a todos los enemigos de Mario y Cinna.2324 En la nueva
guerra civil, Marco Licinio se convirtió en uno de los colaboradores más cercanos
de Sila y fue «tenido en la más alta estima».14 Lucio Cornelio le encargó el
reclutamiento de tropas en la región de los marsos, en el centro de los Apeninos;
cuando Craso pidió guardias a Sila, este le respondió bruscamente: «Te doy en
escolta a tu padre, tu hermano, tus amigos y tus parientes, de cuyos injustos
matadores voy a tomar venganza».14 En la historiografía este relato se considera
más bien una ficción, pero caracteriza los objetivos de muchos de los partidarios
de Sila, incluido Craso, quienes luchaban para vengar a sus seres queridos.25 Sin
embargo, el propio Lucio Cornelio, según Apiano, dio a Cayo Flavio Fimbria, el
asesino de Publio Craso, la oportunidad de escapar,26 con lo que Marco Licinio
debió darse cuenta de que Sila perseguía sus propios intereses.27
Ya durante la guerra civil, comenzó una enconada rivalidad entre Marco Licinio y
Cneo Pompeyo, provocada porque Sila concedió grandes honores a este último por sus
méritos, aunque era más joven que Craso. Según el moralista Plutarco, Craso
«carecía de experiencia, y la belleza de sus hazañas fue arruinada por las fuerzas
malignas de su naturaleza: la codicia y la avaricia».14 Sin embargo, los dos
jóvenes comandantes actuaron juntos, en particular en el segundo año de la guerra,
cuando derrotaron al mariano Cayo Carrinas, lo asediaron en su campamento y
vencieron a la fuerza enviada en su ayuda de Cneo Papirio Carbón. Sin embargo,
Carrinas consiguió algo más tarde romper el cerco, aprovechando las inclemencias
meteorológicas.28
Aunque Craso había luchado durante mucho tiempo con Pompeyo por tener mayor
influencia en Roma, su enfrentamiento nunca llegó a un choque armado, como había
ocurrido con Sila y Mario. Algunos historiadores han cuestionado los relatos de los
autores antiguos sobre esta rivalidad. Por ejemplo, Frank Adcock considera que
estos relatos no son fiables debido a la influencia en la tradición histórica
romana de la propaganda política de la época.4142 Sin embargo, la mayoría de los
investigadores, especialmente B. Marshall,43 A. Ward44 y Erich S. Gruen45 no niegan
la rivalidad entre los dos políticos.
Marco Licinio prestó dinero activamente. Sin embargo, ninguna fuente lo califica de
usurero, por lo que la historiografía concluye que Craso no prestaba dinero para
obtener beneficios, sino para ganar influencia sobre sus deudores.46 La bancarrota
significaba la ruina de la carrera y la vida entera de un noble romano, y Marco
Licinio cobraba deudas sin indulgencias.47 Es a estas circunstancias a las que A.
Ward atribuye48 una famosa declaración del tribuno de la plebe del año 76 a. C.
Cneo Sicinio.
Así es que Sicinio, quien tanto dio en qué entender a todos los magistrados y
hombres públicos de su tiempo, preguntándole uno por qué causa con sólo Craso no se
metía, sino que le dejaba en paz, «este —le respondió— tiene heno en el cuerno»,
aludiendo a la costumbre que tenían los romanos, cuando había un buey bravo, de
ponerle un poco de heno en el cuerno para que se guardasen los que le vieran.
Revuelta de Espartaco
Artículo principal: Tercera guerra servil
Además de las tropas que ya tenía, Marco Licinio reclutó seis legiones más. «Craso
era seguido por muchos de los nobles, fascinados por su fama y por un sentimiento
de amistad personal hacia él»;62 Catilina, Publio Cornelio Sila, Publio Autronio
Peto, Lucio Vargunteyo, Marco Mummio y otros se nombran entre tales aristócratas.63
En total, el ejército de Craso contaba con sesenta mil soldados;64 existe la
percepción de que estos eran los «últimos recursos de la República».65
Marco Licinio tuvo que recurrir a medidas extremas para imponer la disciplina a su
ejército. Según algunas fuentes, inmediatamente después de recibir dos legiones de
los cónsules, ya derrotados y huyendo del campo de batalla, llevó a cabo la
decimatio, un terrible castigo que consistía en ejecutar por sorteo a uno de cada
diez hombres.6667 A continuación, bloqueó el camino de los rebeldes hacia el sur en
la frontera de Piceno y derrotó a uno de los destacamentos, lo que causó seis mil
bajas en el bando de Espartaco. Pero pronto las dos legiones enviadas a sortear al
enemigo, dirigidas por Marco Mummio, entraron en combate desafiando las órdenes y
fueron derrotadas; según Plutarco, el diezmado se llevó a cabo después de esto.62
«De todos modos, Craso demostró ser más temible para sus soldados que los enemigos
que los derrotaron».66
Marco Licinio persiguió entonces a Espartaco hasta Brucio, desde donde los esclavos
planeaban cruzar a Sicilia, desplazamiento que, según Floro, fue deliberado, y sólo
en consecuencia el caudillo rebelde tuvo la idea de tal cruce.68 Sin embargo, los
rebeldes no lograron salir de Italia, posiblemente debido en parte a la
organización de algunas fuerzas navales por parte de Craso. Mientras Espartaco se
mantenía en Rhegium, el ejército romano levantó una línea de fortificaciones a
través del istmo y atrapó a los rebeldes en la península, lo que causó que pronto
se enfrentaran a una gran escasez de alimentos. Una noche de invierno, aprovechando
el clima, Espartaco desplazó un tercio de su ejército para asaltar las
fortificaciones, y en consecuencia, lograron rellenar parte del foso con ramas,
tierra y cadáveres, y abrirse paso hacia el norte, lo que obligó a Craso a lanzar
todo su ejército en persecución del general rebelde, quien se dirigía a
Brundisium.69
Las fuentes atribuyen a Marco Licinio el deseo de poner fin a la rebelión lo antes
posible, debido al inminente regreso a Italia de Pompeyo, quien podría resultar
vencedor sobre Espartaco y cosechar todos los honores. Según algunas fuentes, el
Senado nombró a este último como segundo comandante en jefe por iniciativa propia;
según otras, el propio Craso pidió al Senado que convocara a Pompeyo desde Hispania
y a Varrón Lúculo desde Tracia, aunque el momento en que se escribió esta carta es
objeto de debate académico.70 Ahora Marco Licinio «se arrepintió de su paso y se
apresuró a poner fin a la guerra antes de que llegaran estos comandantes, pues
preveía que todo el éxito se atribuiría no a él, sino a aquellos que acudían en su
ayuda».71 En un lago de la región de Lucania, alcanzó a parte de las fuerzas
rebeldes, compuestas, según Tito Livio, por treinta y cinco mil hombres,72
lideradas por Cánico y Casto, las derrotó en «la batalla más sangrienta de toda la
guerra»71 y, además, logró recuperar cinco águilas legionarias.73
Marco Licinio finalizó con la guerra en seis meses, es decir, antes del 1 de abril
de 71 a. C.61 La supresión de esta rebelión fue el logro militar más importante de
Craso como general en su vida. Sin embargo, Pompeyo, tras destruir a unos cinco mil
rebeldes de entre los que habían sobrevivido en Silaro, escribió al Senado «que
Craso había derrotado a los gladiadores en combate abierto, y él, Pompeyo, había
arrancado la guerra de raíz»,76 y tal visión pudo haber sido bastante común en la
sociedad romana.77 Los servicios de Marco Licinio fueron honrados con una ovación,
y las fuentes informan de que este hizo un serio esfuerzo para que se le permitiera
llevar la corona triunfal de laureles en lugar de la de mirto, hazaña que
consiguió.7879
Primer consulado
En el verano de 71 a. C., poco después de su ovación, Craso fue elegido cónsul para
el año siguiente junto con Pompeyo.80 Según Plutarco, el cargo fue ofrecido primero
a Pompeyo, a quien Craso consultó sobre su intención de presentarse al consulado.81
Apiano escribe que los aspirantes estaban en disputa; durante algún tiempo los dos
cónsules elegidos, pero aún no investidos, se negaron a disolver sus ejércitos,
manteniéndolos cerca de la ciudad, por lo que los romanos temían una nueva guerra
civil. Sólo la intervención de un pueblo preocupado y las exhortaciones de los
adivinos obligaron a Craso y Pompeyo a reconciliarse.82 Sin embargo, la
historiografía sugiere que Apiano se equivocó, debido a que trasladó la disputa de
los cónsules de 70 a 71, cuando Pompeyo aún mantenía su ejército en previsión de su
triunfo de 29 de diciembre de 71 y no hubo tal amenaza de guerra civil.83
Una cabeza de mármol romana del triunviro Marco Licinio Craso, mediados del siglo i
a. C., Grand Palais, París
Finalmente, el cargo de censor fue restaurado,9792 y en consecuencia, ese mismo
año, Cneo Cornelio Léntulo Clodiano y Lucio Gelio Publícola fueron escogidos para
el puesto.80 Según Theodor Mommsen, fue su elección una acción antisenatorial,
debido a que el Senado les había retirado previamente el mando del ejército contra
Espartaco, y actuaron en interés de Pompeyo y Craso. Léntulo y Publicola
organizaron una purga sin precedentes en el Senado, y en consecuencia, expulsaron a
sesenta y cuatro hombres, es decir, una octava parte del total de senadores.92
Censura
Craso, al igual que Pompeyo, renunció a ser gobernador de una provincia después del
consulado, algo que era habitual, y se convirtió en ciudadano particular el 1 de
enero de 69 a. C. Entre su consulado y 65 a. C. las fuentes no informan
prácticamente de nada sobre Marco Licinio, lo que puede deberse tanto a la
conservación fragmentaria de las fuentes como a las peculiaridades del estilo
político de Craso, debido a que, teniendo una influencia considerable en Roma,
Marco Licinio pudo no haber intervenido en las disputas más actuales de la época.
En particular, la evolución de sus relaciones con Pompeyo durante este período es
prácticamente desconocida.98
Se suponía que a principios del nuevo año atacarían al Senado, diesen muerte a
parte de los senadores y concediesen la dictadura a Craso, que nombraría a César
jefe de la caballería; después de adueñarse por este procedimiento del Gobierno,
era su intención devolver a Sila y a Autronio el consulado de que los había
desposeído. Tanusio Gémino en su historia, Marco Bíbulo en sus edictos y Cayo
Curión, padre, en sus discursos, hablan de esta conjuración.
Al mismo tiempo, se produjo una alianza en toda regla entre Craso y César,
concluida en el año 66 a. C., cuando el primero fue elegido censor y el segundo
edil.109 Fue César quien pudo haber tomado el mando durante la hipotética anexión
de Egipto;110 a finales de 64, cuando ya estaba claro que Catilina había perdido
las elecciones, el tribuno de la plebe Publio Servilio Rulo presentó un proyecto de
ley de reformas agrarias, iniciado por Craso y César. Este programa implicó la
distribución a ciudadanos pobres de tierras compradas a particulares o asignadas de
tierras estatales; Cicerón, quien derrotó a Lucio Sergio en las elecciones, fracasó
esta iniciativa con toda una serie de discursos.111
Cuando oyero a Craso, sujeto noble, riquísimo y de suma autoridad, unos teniédolo
por cosa increíble, otros, bien que lo creyesen, considerando que en un tiempo como
aquel convenía más templar que irritar a un hombre tan poderoso, y los más de ellos
por particulares obligaciones que a Craso debían, claman a una voz «que es falsa la
declaración de Tarquinio, y piden que se vuelva a tratar de ello en el Senado».
Triunvirato
Artículos principales: Primer Triunvirato (Antigua Roma) y Convenio de Lucca.
Distribución de las provincias entre los triunviros tras la reunión de Lucca (no se
muestran las conquistas de César):
César: Galia Cisalpina, Galia Narbonense, Ilírica.
Pompeyo: Hispania Ulterior, Hispania Citerior
Craso: Siria.
Otras provincias de la República romana.
En el año 62 a. C., Cneo Pompeyo llegó a Roma tras ganar la tercera guerra
mitridática. Poco después de celebrar su triunfo exigió que el Senado aprobara sus
decisiones en Oriente y diera tierras a sus veteranos. Los senadores, sin embargo,
se opusieron, considerando que la influencia de Pompeyo era excesiva. Entre los
principales oponentes del triunviro, junto con Lúculo, Catón y Metelo Céler, estaba
Craso. Como resultado, la decisión sobre el caso de Pompeyo comenzó a
retrasarse.118119
Las circunstancias en las que surgió esta alianza no están suficientemente claras.
Las pruebas de las fuentes son contradictorias, lo que parece deberse a la
naturaleza intrínsecamente secreta de la alianza. Plutarco, Apiano, Tito Livio y
Dion Casio escriben que el acuerdo se alcanzó antes de la elección de los cónsules,
que se realizó en el verano de 60 a. C.; según Suetonio, esto ocurrió poco después
de la elección, es decir, en el otoño de ese mismo año.125 Sin embargo, Veleyo
Patérculo asigna la formación del triunvirato al año 59 a. C.126127 El informe del
único contemporáneo, Cicerón, es una breve y vaga referencia a algún tipo de
negociación en una carta a Tito Pomponio Ático, escrita en diciembre de 60 a.
C.,128 evidencia actualmente utilizada para sugerir negociaciones entre los
triunviros sobre asuntos privados hasta el comienzo del consulado de César.129
Así, César buscó ganar influencia política, Craso buscó multiplicarla, Pompeyo
buscó retenerla. Igualmente obsesionados por el ansia de poder del Estado, se
unieron voluntariamente para hacerse con él.
En los años siguientes César libró la guerra de las Galias y los otros triunviros
se quedaron en Roma. El influyente político demagogo Publio Clodio Pulcro, quien
llegó a ser tribuno de la plebe en 58 a. C., comenzó a perseguir a Cicerón, y
mientras Pompeyo se limitaba a quedarse de brazos cruzados, Craso adoptó una
postura abiertamente hostil hacia Marco Tulio, quien, finalmente, se exilió. Un año
más tarde, los partidarios del regreso de Cicerón, aprovechando que Clodio se había
comprometido con su estilo político radical, hicieron que los triunviros se
pusieran de su lado; se produjo una reconciliación entre Cicerón y Craso gracias a
la mediación del hijo de este último, Publio Licinio.136 Paralelamente, se produjo
un nuevo deterioro de las relaciones entre Pompeyo y Craso, debido a que Clodio
trabajaba activamente contra el primero y muchos, incluido el propio Cneo, estaban
convencidos de que Marco Licinio estaba detrás del extribuno,137 información
conocida gracias a una carta de Cicerón a su hermano.138 A principios del año 56 a.
C., los partidarios de Clodio intentaron poner a Craso al mando de un ejército para
invadir Egipto con el pretexto de restaurar a Ptolomeo XII en el trono, pero no
tuvieron éxito.139
Imperio parto. Carras queda ubicada entre las cabeceras de los ríos Tigris y
Éufrates.
Se desconocen los planes militares originales de Marco Licinio en el año 55 a. C.
Siria podría haber sido la base para una ofensiva tanto contra Partia como contra
Egipto. Sin embargo, en abril de ese año llegó a Roma la noticia de que el
gobernador sirio en funciones Aulo Gabinio ya había invadido esta última región.
Craso, insatisfecho con esto, finalmente optó por la guerra con Partia.145 Plutarco
informa sobre los grandiosos planes del cónsul, quien por fin tenía la oportunidad
de obtener nuevas victorias:
La noche siguiente, los restos del ejército romano se dirigieron hacia la frontera
en grupos separados. Sólo Cayo Casio Longino, quien ejercía el cargo de cuestor,
pudo llegar a Siria con una fuerza de quinientos jinetes. Craso y sus cuatro
cohortes, casi en la cordillera donde podían escapar del enemigo, fueron alcanzados
por los partos. Las amenazas obligaron al procónsul a aceptar las negociaciones,
aunque no se fiaba del enemigo.154155 En una reunión con el general parto Surena,
Marco Licinio negoció la paz, pero entonces ocurrió lo inesperado:
Mandó entonces Craso que le trajeran un caballo, a lo que repuso: «No es menester,
porque el rey te da este»; y al mismo tiempo le presentaron un caballo con jaez de
oro, en el que, cogiéndole en volandas, le pusieron los palafraneros y empezaron a
dar latigazos al caballo para hacerle marchar precipitadamente. Octavio fue el
primero que asió del freno, y después de él Petronio, uno de los tribunos,
cercándole en seguida los demás y procurando todos contener el caballo y retirar a
los que, por uno y otro lado, querían a fuerza llevarse a Craso. Suscitándose con
esto confusión y alboroto, vínose, al fin, a los golpes, y desenvainando Octavio su
espada atravesó a uno de aquellos palafreneros, haciendo otro tanto con Octavio uno
de ellos, que se hallaba a su espalda. Petronio no se encontró con armas; y
habiendo recibido un golpe, que no pasó de la coraza, saltó ileso del caballo. A
Craso le quitó la vida un parto llamado Pomaxatres.
Actividades intelectuales
Según Plutarco, Craso era «muy instruido en la historia y aun algo dado a la
filosofía».47 Una vez dijo que nadie en su familia había vivido más de sesenta
años,159 y de ahí que la historiografía concluya que Marco Licinio conocía bien la
historia de su familia.160
Craso dedicó un gran esfuerzo a dominar el arte de la oratoria. Cicerón afirma que
Marco Licinio no tenía el talento adecuado, pero lo compensó con «un trabajo
diligente y una influencia benévola», con lo que alcanzó un gran éxito. «Su
lenguaje era puro, su expresión no era ni baja ni impropia, y sus ideas bien
digeridas: pero no tenía nada de florido y ornamental; y el verdadero ardor de su
mente no estaba apoyado por ningún esfuerzo vigoroso de su voz, de modo que
pronunciaba casi todo en el mismo tono uniforme».39 Plutarco, por su parte, dice
que Craso era uno de los mejores oradores de Roma «por naturaleza».47
Se conocen los nombres de varios de los acusados que defendió Craso: Lucio Licinio
Murena, acusado de sobornar a los votantes en 63 a. C.; Publio Sestio y Marco Celio
Rufo, acusados en 56 a. C. de violencia; Lucio Cornelio Balbo, acusado en 56 a. C.
de apropiación indebida de la ciudadanía romana. En todos estos juicios el
compañero de Craso fue Cicerón.161
Familia
Craso estaba casado con Tértula, viuda de su hermano mayor Publio, quien murió a
más tardar en 88 a. C., y, siguiendo la antigua costumbre romana, se casó con ella
no más tarde del año 86.13 No se sabe nada de los orígenes de Tértula, además, las
fuentes ni siquiera dan su nomen, puesto que el cognomen Tertulla es un diminutivo
cariñoso de Tertius, «el tercero».162 De este matrimonio nacieron dos hijos, Marco
y Publio, y, de acuerdo con los datos onomásticos romanos y en los detalles de la
carrera de los hermanos, el nacimiento del primero se sitúa en la primera mitad del
año 85 a. C., y el del segundo en 82 u 81 a. C.;163 sin embargo, existe la
hipótesis de que Publio era el hermano mayor.164
О. Liubimova cree que en sus últimas obras Cicerón creó una imagen distorsionada
del «Craso codicioso», que luego se transmitió a otras fuentes e incluso a la
historiografía, eclipsando la imagen real del «Craso político».176 Así, según
Veleyo Patérculo, aunque Marco Licinio «era, en su carácter general, completamente
recto y libre de deseos básicos, en su lujuria por el dinero y su ambición por la
gloria no conocía límites ni aceptaba obligaciones».177 Según Lucio Anneo Floro, la
muerte de Craso fue un castigo por su «lujuria por el oro parto».178 Orosio también
escribe sobre su «irreprimible sed de beneficios».179
En 1966, Frank Adcock produjo una obra corta titulada Marcus Crassus, Millionaire
(Marco Craso, millonario).182 El investigador británico propuso una serie de tesis
destinadas a reconsiderar parcialmente la interpretación tradicional de la
personalidad de Craso y de diversos aspectos de sus actividades. En particular,
Adcock destacó el impacto de la muerte de su padre en el inicio de la carrera de
Marco Licinio y sugirió que el joven Craso no fue el principal responsable de la
victoria en la batalla de la Puerta Collina. El erudito británico planteó la
hipótesis de que Marco Licinio había apoyado a Catilina, sin querer involucrarse en
la conspiración, sino sólo con la esperanza de ayudar a este último en su ascenso
profesional; permitió que la autodisolución de los censores en 65 a. C. fuera el
resultado de un fracaso en la cuestión transpadana más que en la egipcia. Adcock
también sugirió que a Craso no le movía el ansia de poder, sino el mero deseo de
enriquecerse, argumento que también se encuentra en las fuentes, y que el objetivo
de la campaña parta era controlar el comercio de la seda. Finalmente, el
investigador británico, siguiendo a Ronald Syme, desarrolló la idea de que el
relato de la disputa entre Craso y Pompeyo en las fuentes existentes es producto de
la propaganda política de mediados del siglo i a. C.183 Al mismo tiempo, el retrato
que Adcock hizo de Craso seguía siendo, en opinión de los críticos, un líder
militar valiente y enérgico, pero sin suficiente talento.42
Predecesor:
Publio Cornelio Léntulo Sura
y Cneo Aufidio Orestes Cónsul de la República romana
junto con Cneo Pompeyo Magno
70 a. C. Sucesor:
Quinto Hortensio
y Quinto Cecilio Metelo Crético
Predecesor:
Cneo Cornelio Léntulo Marcelino
y Lucio Marcio Filipo Cónsul de la República romana
junto con Cneo Pompeyo Magno
55 a. C. Sucesor:
Lucio Domicio Enobarbo
y Apio Claudio Pulcro
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