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CARACTERÍSTICAS DEL PERÍODO ROMÁNTICO

INDIVIDUALISMO EN EL ESTILO

La música romántica tiene un énfasis sin precedentes en la propia expresión del individuo. Tchaikowsky escribió de su 4ta
Sinfonía: “no hay un solo compás que no haya sentido y en el cual no haya hecho eco de mis sentimientos más profundos”.
Un “nuevo mundo musical” era el objetivo de Chopin. Muchos románticos crearon música única y que reflejaba sus
personalidades. Schumann observó que Chopin “pronto sería incapaz de componer nada sin gente que se admirara cada
vez más a partir del sétimo u octavo compás”. Es el sello de cada compositor.

TEMAS Y OBJETIVOS EXPRESIVOS

Los románticos exploraron un universo de sentimientos que incluían extravagancia e intimidad, melancolía y sorpresa,
embeleso y nostalgia. Infinitas obras glorifican al amor romántico; a menudo los amantes son infelices y enfrentan
abrumadores obstáculos. La fascinación por lo fantástico y lo diabólico se ve expresada en música como el Sueño de las
Brujas de Sabbath, de la Sinfonía Fantástica de Berlioz. Todos los aspectos de la naturaleza atraen a los románticos. Los
románticos también se ven atraídos por temas de la época medieval y por las obras de Shakespeare.

NACIONALISMO Y EXOTISMO

El nacionalismo fue un movimiento político importante que influyó la música del S. XIX. La música nacionalista se expresaba
cuando los compositores románticos deliberadamente creaban música con una identidad nacional específica, usando
temas de canciones populares, danzas, leyendas e historias de su patria. Este “sabor nacional” de la música romántica
contrasta con el carácter más universal de la música clásica.

La fascinación con la identidad nacional también llevó a los compositores a darle a sus obras un mayor color traído de
tierras lejanas, una tendencia al exotismo musical, algo pintoresco, misterioso. Por ejemplo, algunos compositores
escribieron melodías al “estilo” asiático o árabe usando instrumentos y ritmo asociados a esas tierras. Bizet compuso
“Carmen”, ópera que se desarrolla en España; Puccini evocó a Japón en “Madame Butterfly”; y el ruso Rimsky-Korsakov
sugirió una atmósfera árabe en su obra “Scheherezade”.

MÚSICA PROGRAMÁTICA

El S. XIX fue la gran era de la Música Programática, obras instrumentales asociadas a un cuento, poema, idea o escena. El
elemento no musical está especificado en el título o por el comentario explicatorio llamado programa. Una pieza
programática instrumental puede representar emociones, personajes y eventos de un cuento o historia particular, o puede
evocar los sonidos y temas de la naturaleza. Por ejemplo, Romeo y Julieta de Tchaikowsky es una obra inspirada en la obra
teatral de Shakespeare, música agitada que relata los hechos dramáticos entre familias rivales, melodías suaves y
armoniosas que relatan el romance entre los jóvenes y la marcha fúnebre que sugiere el destino fatal de los amantes. En el
Moldava, Smetana glorifica el río m;as importante de Bohemia, usando efectos musicales que evocan las aguas del río, una
escena de caza, una boda campestre, etc.

La música programática ha existido de una u otra manera en todos los tiempos, pero se hizo particularmente prominente
durante el período romántico, cuando la música estaba asociada a la literatura. Muchos compositores como Berlioz,
Schumann, Liszt y Wagner, por ejemplo, fueron prolíficos compositores y autores. Los artistas de todos los campos se
“intoxicaron” del concepto de la “unión de las artes”. Los poetas querían que su poesía sonara a música y los músicos
querían que su música sea poética.

TIMBRES EXPRESIVOS

Los compositores románticos trabajaron mucho en la expresividad del timbre musical para obtener una variedad de
atmósferas y sensaciones. Nunca antes el timbre había sido tan importante.

Tanto en la las obras sinfónicas como operísticas, la orquesta romántica era más grande y tenía mayor variedad de timbres
que la orquesta clásica. Hacia finales del romanticismo, una orquesta podía tener hasta cerca de 100 músicos. La expansión
constante de la orquesta reflejaba las necesidades tan variadas del compositor, así como del tamaño cada vez más grande
de las salas de concierto y teatros. Los metales, las maderas y la percusión jugaron un papel mucho más dinámico. Los
compositores aumentaron la fuerza de los metales en algo espectacular, dándole a esta sección partes importantes. En
1824, Beethoven rompió los precedentes con nueve instrumentos de metal para la 9na. Sinfonía; en 1894 el compositor
austriaco Gustav Mahler requirió de 25 instrumentos de vientos de metal para su 2da.Sinfonía. El aumento de las válvulas
hicieron facilitaron a los cornos y trompetas ejecutar pasajes complicados.

La sección de las maderas adquirió un nuevo color con el contrafagot, el clarinete bajo, el corno inglés y el piccolo. Se
hicieron mejoras en la fabricación de los instrumentos de manera que los hicieron más flexibles y precisos. Los sonidos de
la orquesta se hicieron más brillantes, aumentando también el uso de los platillos, el triángulo y el arpa.

Nuevos sonidos aparecieron en los instrumentos. Los flautistas requerían tocar en un registro más grave y los violinistas
debían tocar pasajes con la madera de sus arcos. Tales demandas requerían de instrumentistas de un alto nivel de
ejecución, interpretación y virtuosismo.

Los compositores buscaron nuevas formas de combinar los colores de los instrumentos para alcanzar sonidos intensos y
dramáticos. En 1844, Hector Berlioz en su Tratado sobre Instrumentación Moderna y Orquestación señalaba el
reconocimiento dela orquestación como un arte.

El piano, instrumento favorito de la época romántica, fue ampliamente mejorado durante 1820 – 1830. Se introdujo un
“marco” de fierro para sostenerlas cuerdas y así someterlas a una mayor tensión y los martillos se cubrieron de fieltro. Con
esto, y el nuevo pedal. el piano podía producir mayor variedad de colores y sonoridades en todo su registro.

VARIEDAD EN LA ARMONÍA

Además de explorar en el color, los románticos exploraron nuevos acordes y formas diferentes de usar los acordes ya
conocidos, en su búsqueda constante de intensidad emocional. Así, enfatizaron en la riqueza y el color de armonías
complejas.

Se empezó a usar la armonía cromática, que emplea acordes que no están dentro de una escala mayor y/o menor. Estos
acordes provienen de la escala cromática (doce tonos). Los acordes cromáticos le agregaron color y emoción a la música
romántica. También se usaron acordes disonantes e inestables, para, deliberadamente, crear tensión y misterio en la
resolución.

Una obra romántica tiende a tener una amplia variedad de tonalidades y modulaciones. Debido a la naturaleza y a la
frecuencia de estos cabios en la tonalidad, la tonalidad principal es manos clara que en las obras del período clásico. La
sensación de gravedad tonal tiende a ser menos fuerte. Hacia finales de romanticismo, se le dio un mayor énfasis a la
inestabilidad armónica y menor énfasis a la estabilidad y la resolución.

AMPLITUD EN LA DINÁMICA, ALTURA Y TEMPO

La música romántica tiene un amplio rango en la dinámica. Este incluye agudos contrastes entre débiles susurros y
sonoridades de un enorme poder, los mismos que demandaban entre pppp y ffff. En la búsqueda de más y más
expresividad, los compositores románticos usaban frecuentes crescendos y decrescendos, así como cambios inesperados en
la dinámica.

El rango en la altura también se expandió. Los compositores alcanzaron alturas extremas en los instrumentos en su
búsqueda de sonidos profundos y brillantes, delicados y tenebrosos. De ahí el uso del piccolo y del contrafagot. Así como
de las notas extendidas del piano romántico.

Los cambios de carácter estaban “subrayados” por los acelerando, ritardando y muchas variaciones sutiles de tempo. Para
intensificar la expresión de la música, los instrumentistas románticos usaron el rubato, una ligera suspensión del tiempo en
un pasaje determinado.

FORMAS: MINIATURAS MUSICALES Y OBRAS MONUMENTALES

El S. XIX fue la era de las contradicciones. Los compositores románticos se expresaban a sí mismos tanto en miniaturas
musicales así como en obras monumentales. Por un lado están las piezas de Chopin y de Schubert que duran unos
minutos. Estas eran piezas para interpretarse en un ambiente íntimo y al mismo tiempo satisfacían las necesidades de la
creciente cantidad de personas que tenían un piano en casa. El genio romántico podía darle a una miniatura un intenso
carácter a través de la melodía, unos cuantos acordes o un inusual uso del timbre. Por otro lado, hay obras monumentales
como las de Berlioz y Wagner que demandaban una gran cantidad de instrumentistas que debían tocar por largas horas en
las enormes salas de conciertos y teatros.

Los compositores románticos continuaron escribiendo sinfonías, sonatas, cuartetos de cuerda, conciertos, óperas y obras
corales, pero cada movimiento tendía a ser más largo que aquellos de Haydn o Mozart. Por ejemplo, una sinfonía típica del
S.XIX puede durar hasta 43 minutos, lo que no pasaba de 25 minutos en el período clásico. Para los románticos las
composiciones eran más extensas, más ricas en su orquestación y más complejas en la armonía.

Se usaron nuevas técnicas para unificar obras tan extensas. El mismo tema o temas se puede escuchar en diferentes
movimientos de una sinfonía. Aquí los compositores siguieron el ejemplo pionero de la 5ta de Beethoven, donde un tema
del scherzo se repite hasta el final. Cuando una melodía regresa en el último movimiento o sección de una obra musical, su
carácter puede transformarse por cambios en la dinámica, orquestación o ritmo – técnica conocida como transformación
temática, como ocurre en la Sinfonía Fantástica de Berlioz donde una melodía lírica del movimiento inicial se transforma
en una danza grotesca hacia el final.

Diferentes movimientos o secciones de una obra romántica puede también estar unida a través de pasajes de transición;
un movimiento de una sinfonía o concierto nos puede llevar directamente al siguiente. Nuevamente aquí Beethoven fue el
pionero. Las óperas del S. XIX están unidas por ideas melódicas que reaparecen en diferentes actos o escenas.

Al tratar con un período de tanta individualidad, hacer generalizaciones es sumamente complicado. La gran diversidad de
la música del período romántico puede apreciarse mejor, tal vez, acercándose a la obra así como lo hizo su compositor: con
una mente y un corazón abiertos.

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