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Caracas, 12 de octubre de 2022

David Suarez

Animales de la montaña y el oso hambriento

Durante el verano, muy en los alto de la montaña habían hermosos, soleados y alegres días,
todos los animales pasaban el rato jugando o descansando, un oso recolectaba alimento
para que cuando llegara el invierno tuviera algo para comer, él era alguien a quien solía
darle hambre muy constantemente y por su tamaño le gustaba comer en grandes cantidades.
Había un águila y un asno que eran conocidos por no hacer nada, y un día que veían pasar
al oso, mientras ellos disfrutaban del sol y cantaban, diciéndole: "Amigo, deja ya de
trabajar, falta mucho para que el verano termine, cuando venga el invierno, entonces
preocúpate". El oso le respondió: "hola amigos, que bien que disfrutes el verano, pero
también invierte tu tiempo en recolectar alimentos, porque el invierno se acerca”. Pero
tanto el águila como el asno ignoraron los consejos del oso y se dedicaron a cantar y tomar
mientras esperaban despreocupados el invierno día tras día. Pronto llegó el invierno, la
vegetación se cubrió de nieve y el alimento se hizo escaso. El águila y el asno tenían tanto
frio que no podían ni quejarse, el águila decidió volar lejos hasta que llegara otra vez el
verano y el asno llegó con el oso y le pidió comida, pero el oso dijo: no vale ¿Qué hiciste
en verano? Pues haz lo mismo en invierno, ahora yo canto y bailo pero con alimento".

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