Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre sino el que viene
de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida
eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el
maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que
aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que
coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne
para la Vida del mundo”. Palabra del Señor…
SILENCIO….
El pasaje con el que hoy vamos a orar corresponde al capítulo seis del
evangelio de Juan. El cual gira en torno al Discurso del Pan de vida.
¿QUE DICE EL TEXTO?
¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo
puede decir: “He bajado del cielo”? La multitud deja que sus prejuicios
logren lo mejor de ellos: asumiendo que lo saben todo sobre Jesús, tienen
una buena excusa para no tomar en serio sus palabras. Rezo para darme
cuenta dónde radican mis prejuicios, y por un corazón y mente abiertos.
“Yo soy el pan de vida. El que come de este pan vivirá para siempre, y el
pan que daré por la vida del mundo es mi carne”. Otra importante
afirmación de Jesús sobre sí mismo: permanezco con estas palabras,
pidiendo por comprensión y por fe en el gran regalo que se nos ofrece en
la Eucaristía.
¿Qué ME DICE EL TEXTO?
Aquí Jesús nos está llamando para que tomemos conciencia de la relación
divina que apuntala nuestras vidas. Sucede mucho más de lo que nos
damos cuenta: estamos siendo hechos hijas e hijos de Dios. Hay más que
ver por parte nuestra, sin importar lo débil de nuestra respuesta.
El Padre siempre nos está conduciendo a la vida divina, porque nos ama
sin límites. Lo hace a través de Jesús, que se parece a nosotros y nos
comunica lo que el Padre tiene en mente para nosotros. De este modo,
hay personas divinas ocupadas en nuestras vidas, permitiéndonos llegar
a ser como ellas. Si vivimos en el espacio de esas relaciones íntimas ya
estamos compartiendo en la vida eterna.
Quien crea en Jesús, quien viva la vida de Jesús, quien asuma y ponga
en práctica las actitudes vitales de Jesús ese posee la vida eterna.
P A R R O QU IA SA N R A F A E L A R CÁ N G E L
DIÓCESIS DE SAN JOSÉ DE CÚCUTA