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P A R R O QU IA SA N R A F A E L A R CÁ N G E L

DIÓCESIS DE SAN JOSÉ DE CÚCUTA

RITUAL PARA LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO


CANTO DE ADORACIÓN
OH BUEN JESÚS
¡Oh Buen Jesús!, yo creo firmemente,
que por mi bien, estás en el altar;
que das tu cuerpo y sangre, juntamente,
Al alma fiel, en celestial manjar.
Al alma fiel, en celestial manjar.
Indigno soy, confieso avergonzado,
de recibir la santa comunión.
Jesús que ves mi nada y mi pecado,
prepara, tú, mi pobre corazón.
Prepara, tú, mi pobre corazón.
Pequé, Señor, ingrato te he ofendido;
infiel te fui, confieso mi maldad;
contrito ya, perdón, Señor, te pido,
eres mi Dios, apelo a tu bondad.
Eres mi Dios, apelo a tu bondad.
Espero en ti, piadoso Jesús mío,
oigo tu voz que dice ven a mí.
Porque eres fiel, por eso, en ti confío,
todo Señor, espérolo de TI.
todo Señor, espérolo de TI.
SALUDO TRINITARIO
LECTIO DIVINA
ORACION AL ESPIRITU SANTO
ORACION PARA ANTESDE LEER LA BIBLIA
ORACION A SAN JERÓNIMO
Lectura del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan 6, 41-
51:
“Los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan bajado
del cielo. Y decían: ¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros
conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: ´Yo he
bajado del cielo´? Jesús tomó la palabra y les dijo: No murmuren entre
ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y
yo lo resucitaré en el último día- Está escrito en el libro de los Profetas.
Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su
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enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre sino el que viene
de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida
eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el
maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que
aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que
coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne
para la Vida del mundo”. Palabra del Señor…
SILENCIO….
El pasaje con el que hoy vamos a orar corresponde al capítulo seis del
evangelio de Juan. El cual gira en torno al Discurso del Pan de vida.
¿QUE DICE EL TEXTO?
¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo
puede decir: “He bajado del cielo”? La multitud deja que sus prejuicios
logren lo mejor de ellos: asumiendo que lo saben todo sobre Jesús, tienen
una buena excusa para no tomar en serio sus palabras. Rezo para darme
cuenta dónde radican mis prejuicios, y por un corazón y mente abiertos.
“Yo soy el pan de vida. El que come de este pan vivirá para siempre, y el
pan que daré por la vida del mundo es mi carne”. Otra importante
afirmación de Jesús sobre sí mismo: permanezco con estas palabras,
pidiendo por comprensión y por fe en el gran regalo que se nos ofrece en
la Eucaristía.
¿Qué ME DICE EL TEXTO?
Aquí Jesús nos está llamando para que tomemos conciencia de la relación
divina que apuntala nuestras vidas. Sucede mucho más de lo que nos
damos cuenta: estamos siendo hechos hijas e hijos de Dios. Hay más que
ver por parte nuestra, sin importar lo débil de nuestra respuesta.
El Padre siempre nos está conduciendo a la vida divina, porque nos ama
sin límites. Lo hace a través de Jesús, que se parece a nosotros y nos
comunica lo que el Padre tiene en mente para nosotros. De este modo,
hay personas divinas ocupadas en nuestras vidas, permitiéndonos llegar
a ser como ellas. Si vivimos en el espacio de esas relaciones íntimas ya
estamos compartiendo en la vida eterna.
Quien crea en Jesús, quien viva la vida de Jesús, quien asuma y ponga
en práctica las actitudes vitales de Jesús ese posee la vida eterna.
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El pan de vida es Jesús, nuestro alimento es Jesús, nuestra savia vital es


Jesús. Ningún otro maná será capaz de saciarnos.
Al igual que el maná no llevó al Pueblo a la Tierra prometida, la Ley
tampoco es capaz de nutrir y alimentar el apetito que la humanidad tenia
de Dios. Es Jesús quien sacia nuestro hambre y nuestra sed de Dios.
Comiendo el alimento verdadero que es Jesús tendremos vida eterna.
¿QUE LE DIGO A DIOS?
Adora a Dios Padre, por el gran Misterio de la Encarnación de su Hijo. Dale
gracias por el amor que tiene a todos y cada uno de nosotros, de manera
particular.
COMPROMISOS CON DIOS SACRAMENTADO
• Da gracias a Jesús por el gran don de la eucaristía, por ser presencia
real entre nosotros.
• Ofrece tu amor a Jesús para que él transforme tu vida y puedas llegar
a ser verdadero discípulo que entrega y da su vida por los hermanos,
especialmente por los más pobres y necesitados.
• Pido al Espíritu Santo que me ayude a ser un discípulo fiel de Jesús y
me transforme en “otro Cristo”.
ORACIÓN
Señor, creo en ti. Creo que por amor te has quedado en la Eucaristía para
darme el pan que me da la vida. Confío en tu planes divinos y te pido en
esta oración una fe que me haga ver mucho más allá de las
preocupaciones, de las tristezas, para poder caminar siempre hacia
delante.
“Bendito y alabado sea Jesús, presente en el Santísimo Sacramento del
Altar…”
Todos: “Sea por siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado”.
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