Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Idiosincrasia y religión[editar]
Debido a la presencia de diferentes movimientos, subgéneros y estilos dentro del metal, es
difícil definir los gustos, actitudes y creencias de un metalero. Si bien hay aficionados que
escuchan cualquier subgénero y no se identifican con ninguno en especial, los hay quienes se
toman alguno en particular con toda seriedad, incluso hasta llegar al fundamentalismo y a
la violencia. Es el caso del black metal, cuyos seguidores más extremistas identifican su
música con un anticristianismo militante que busca exterminar el mundo cristiano por cualquier
medio.7 No obstante, existen metaleros aficionados al ocultismo, al paganismo y
al satanismo (en sus distintas corrientes) que suelen estar en contra de la violencia
innecesaria y que no son afines a la discriminación. El ateísmo y el agnosticismo encuentran
en el metal muchos partidarios, aunque existen corrientes metaleras cristianas bien definidas,
con base en el Nacionalismo Católico8
La proliferación de bandas de metal más comerciales y la crisis que sufrió el género en los noventa
a partir del éxito del grunge (y que orilló a muchas bandas a cambiar su sonido para adaptarse a
las nuevas tendencias) motivó un intenso debate interno sobre lo que debería considerarse
«auténtico metal» y lo que no.
Los metaleros más duros enarbolaron el sonido de la vieja escuela y comenzaron a despreciar las
mezclas con subgéneros considerados comerciales como el rap, el rock alternativo o la música
electrónica.