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La lengua y la sociedad pueden influirse mutuamente

El presente trabajo tiene como finalidad determinar la relación existente entre la sociedad y la
lengua. La sociedad es un término complejo, susceptible de referirse a realidades distintas y
capaz de recibir enfoques contrapuestos. En general se designa como sociedad todo tipo de
asociación o grupo formado por seres vivientes, a los que unen ciertas semejanzas o
coincidencias en su constitución o en sus actividades. Así, según la diversidad de su objeto,
puede referirse a hombres, animales o plantas; por la diversidad de actividad puede ser sociedad
natural, laboral o mercantil. Aquí nos referimos a la sociedad humana en general. Pero también
en este sentido resulta un concepto ambiguo por la amplísima variedad de formas sociales que el
hombre ha creado en el espacio y en el tiempo, y por la compleja evolución o diversificación de
estas.

La perspectiva adoptada, además de estar condicionada por la historia y el medio, se altera


también según se dirija la atención hacia las personas, hacia las instituciones, la cultura u otros
aspectos. Esa ambigüedad alimenta la imprecisión que el término sufre en el uso cotidiano y se
refleja con mayor gravedad en los equívocos y contrastes que vuelven irreconciliables muchas
de las definiciones presentadas por los tratados de sociología. Intentaremos aquí captar un punto
de convergencia para tantas líneas y, superando la mera descripción funcional y empírica,
elaborar una noción esencial y permanente, etimológicamente, sociedad viene del término latino
SOCIUS, derivado de una raíz indoeuropea que significa «seguir» o «acompañar». Socio es
entonces el cercano o asociado en algo común, sobre todo el que está al lado en la vecindad, en
el trabajo o en la batalla. Socio se contrapone a «hostis», que es el extranjero, el alejado, que por
estar más allá de la puerta («ostium») es visto como opuesto o incluso peligroso. Sociedad sería
entonces la agregación o conjunto de socios, de colegas, de colaboradores (S/N, 2018).

La lengua es un sistema gramatical, léxico y sonoro, que organiza y relaciona un conjunto de


signos en un orden especifico. Sus signos básicos son las palabras. Se considera lengua o
idiomas, incluyendo a la totalidad de los dialectos. La lengua se define como parte esencial del
lenguaje, que es a la vez el producto social de la facultad de lenguaje y el conjunto de
convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social que permiten el ejercicio de la facultad
de lenguaje en los individuos. La facultad de lenguaje es algo natural, en tanto que la lengua es
algo adquirido y convencional, es exterior al individuo, ya que por sí mismo no la puede crear ni
modificar.

Como producto social la lengua es como un tesoro depositado en los sujetos de una comunidad;
como una gramática que existe virtualmente en los cerebros de un conjunto de individuos, por
lo que Saussure considera que la lengua existe completamente en la masa de individuos que
componen una comunidad, y está más o menos completa en cada individuo, esto implicaría la
consideración de una lengua individual. Pero, otra de las metáforas que utilizó fue la del
diccionario: la lengua existe en la colectividad como un diccionario cuyos ejemplares idénticos
estarían repartidos en todos los cerebros.

El lingüista Suizo Ferdinand de Saussure definió la lengua como producto social y conjunto de
convenciones establecidas por los hablantes de una comunidad, en consecuencia, hablar de
lengua, es de por sí entrar en el terreno de lo social y de lo culturalmente determinado por una
colectividad. El ser humano como participe de esa colectividad nace y en sus primeros años de
vida hace un uso poco preciso y algo simpático de la lengua hasta que la perfecciona y la utiliza
para comunicarse durante toda su vida, sin embargo, cabe plantearse si en algún momento de
ese proceso reflexiona o hace conciencia de la gran facultad que se le ha otorgado con el
lenguaje y de cómo el uso que hace de éste está directamente relacionado con su entorno social
y cultural.

Para indagar sobre estos planteamientos y pese a encontrarnos poco acostumbrados a hacer este
tipo de reflexiones nacen disciplinas como la sociolingüística, la sociología del lenguaje, la
etnografía del habla o la antropología lingüística que intentan a través de estudios mediados
entre lengua y sociedad analizar y dar respuestas a fenómenos sociales a través del uso de la
lingüística o a comportamientos lingüísticos mediante conductas sociales (Bigot, 2019).

En atención a la lengua como constructo social, tenemos dos instituciones fundamentales en la


vida social de todo individuo; la familia y la escuela. La primera, es el espacio inicial en el cual
el ser humano interactúa y se comunica. La escuela por su parte, es un entorno social más
amplio; allí se configuran diversidad de experiencias, comportamientos, pensamientos,
creencias, costumbres, rituales, y discursos que en definitiva significan la identidad de cada
individuo.

Bibliografía
Bigot, M. (2019). Apuntes de lingüística antropológica. Obtenido de Apuntes de lingüística
antropológica:
https://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/1367/2.%20SAUSSURE.pdf

S/N. (2018). DEFINICION DE LA SOCIEDAD. Obtenido de


https://pochicasta.files.wordpress.com/2009/03/que-es-sociedad.pdf

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