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-Un personaje tiene unas necesidades por medio de esas necesidades hace acciones.
Un día iba caminando al trabajo y entonces pasó qué me encontré con un caballero muy amable,
los dos iniciamos una grata conversa al darnos cuenta que teníamos mucho en común,
recordamos con nostalgia los tiempos de nuestra juventud, todas las metas y expectativas que nos
habíamos propuesto. Le conté que tenía como propósito conseguir la libertad financiera a
temprana edad para salir de la carrera de las ratas y poder vivir una vida más plena, según
continuábamos hablando nos dimos cuenta que efectivamente habíamos logrado nuestra meta
financiera, el me conto de sus negocios y lo bien que le estaba yendo monetariamente, al
escucharlo me alegraba porque por lo visto estábamos en el mismo barco, me parecía verme a mí
mismo contando lo bien que le iba.
Como el camino al trabajo era una distancia considerable pudimos conversar mucho, le
pregunté si ya tenía familia, pero allí su semblante cambio drásticamente, me dijo que tenía dos
hijos que ya casi no veía, y su esposa quería el divorcio porque ya no le dedicaba tiempo, lamente
lo escucha, pero para mi sorpresa yo me encontraba en la misma situación, no le quise decir nada
de momento puesto que el hombre empezó a abrir su corazón y no quise interrumpirlo.
Me conto que tenia una aventura con su secretaria, y mientras más detalles me daba, describía
mi vida, es como si estuviera leyéndome, dijo que se sentía vacío, y que no encontraba manera de
llenarlo. Para más sorpresa su empresa estaba en el complejo empresarial donde estaba la mía,
exactamente en el mismo edificio. Al despedirnos no le quise decir nada de mi situación
extremadamente similar a la de él, omití eso y seguimos nuestro camino, ya en el trabajo no podía
concentrarme, ensimismado solo pensaba en como estaba perdiendo mi familia lentamente y que
para mi sorpresa este curioso hombre pasaba atravesando por lo mismo.
Tres de las tardes, alguien grita y dice, ¡No puede ser!, alguien esta por tirarse del edificio, en
efecto el desdíchalo ¡lo hizo!, el tumulto curioso se acercó a ver el cadáver inerte en la acera de
aquel sujeto, no suelo ser tan curioso, pero algo dentro de mi me impulso a asomarme en la
ventana de mi oficina allá en el piso 15 de la torre. Solo veía la gente rodeando el cadáver y la
policía espantándolos y acordonando el área, cuando por fin veo en hombre, resulto ser aquel
caballero con el cual había conversado horas atrás, al detallar este hombre de traje pude darme
cuenta que no se trataba de cualquier hombre, su traje, corbata me eran familiar, sus zapatos y
cuando vi su rostro quedé helado ¡ERA YO ¡…