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DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA: LA HISTORIA Y LAS

PARADOJAS DETRÁS DE ESTA CELEBRACIÓN


http://ecoosfera.com/2013/04/dia-internacional-de-la-madre-tierra-la-historia-y-las-paradojas-detras-de-esta-
celebracion/
Instituido en 1992 por la Organización de las Naciones Unidas, el Día Internacional de la Madre Tierra es una
fecha para reflexionar sobre el efecto que nuestros hábitos y en general nuestra vida cotidiana tiene en el medio
ambiente que nos acoge y nos recibe.
Apr 22, 2013

La preocupación explícita por nuestro entorno y, en general, el medio ambiente, se ha popularizado solo
en las últimas décadas, en buena medida porque los hábitos y prácticas de nuestra vida cotidiana
alcanzaron desde mediados del siglo XX un pico negativo en su efecto sobre la naturaleza y sus
procesos. La vida industrializada que en el  siglo XIX se volvió ya irreversible, cobró años después la
factura ambiental que, también esta, se adivinaba inevitable.
Un poco en respuesta a esto, en 1970 se instituyó en Estados Unidos el Día Tierra, un año después de
que se registrara un devastador derrame petrolero en las costas de Santa Bárbara, California, con la
consecuente protesta de activistas y en especial un senador de la época, Gaylord Nelson, que en
compañía de ciudadanos y organizaciones realizó una intensa campaña en pro de la protección del
medio ambiente.
Casi 20 años después, esta efeméride alcanzó dimensiones mundiales cuando la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), en el marco de una reunión sostenida en Rio de Janeiro en 1992, instituyó con
beneplácito de las más de 100 naciones participantes, el 22 de abril como Día Internacional de la
Madre Tierra.
Sin embargo, cabe hacer notar que estos sucesos, sin soslayar su valor institucional, en buena medida
solo recogieron una amplia tradición común a casi todas las culturas del mundo, que encuentran en la
Tierra el sustento original, la fuente primera de existencia, tanto en términos reales como simbólicos. A
pesar de todos nuestros desarrollos tecnológicos, del grado de civilizaciones que, en otros sentidos, ha
alcanzado la especie humana, la Tierra sigue siendo nuestro origen irrenunciable de subsistencia.
Esa, en buena medida, es la paradoja, pues el sistema de vida y pensamiento que impera en
Occidente, el que nace de la cruza de la modernidad y el modo de vida capitalista, cuenta entre sus
mecanismos esenciales la imposición de sus prácticas, con el consecuente barrido y suplantación de
todas las que alguna vez existieron. Si, por ejemplo, una cultura adjetivada de “pre moderna”, creía que
antes de alimentarse había que dar gracias al suelo donde creció la planta que se convirtió en el pan
que nos llevamos a la boca, o aconsejaba cuidar el agua y lo que en ella arrojábamos pues, a fin de
cuentas, todo vuelve a nosotros, la lógica instrumental de la modernidad sustituye dichas ideas
“arcaicas” con procedimientos industriales con los que supuestamente una planta puede desarrollarse
en cualesquiera condiciones o una porción de agua siempre puede purificarse.
Pero sabemos de sobra que esto no es absolutamente cierto. Las promesas de la modernidad distan
mucho de estar cumplidas y, por el contrario, actualmente parecen pronósticos optimistas de quienes
hace dos siglos confiaron todo en la pretendida capacidad ilimitada de la razón humana.
Tampoco se trata, claro, de regresar a esa edad idílica que, por esto mismo, también se antoja
inexistente. Si acaso, el Día de la Tierra nos puede servir para reflexionar sobre la mejor manera de
conjuntar saberes y técnicas, pensarlos y ejercerlos de manera tal que el impacto sobre nuestro entorno
sea, en la medida de nuestro alcance, positivo. El Día de la Tierra nos puede servir para reflexionar
sobre nuestro consumismo ―material pero quizá también espiritual―, sobre por qué al comprar unos
tenis fomentamos el trabajo infantil en Asia, sobre la calidad de los alimentos que llevamos a nuestro
cuerpo, sobre esa botella de agua que adquirimos diariamente o el vaso desechable del café que
desayunamos cada mañana, sobre si entregamos nuestro dinero a los productores locales o a una
trasnacional que los explota, sobre los ciclos en los que nuestra vida y nuestra sociedad comparten con
la naturaleza y de los cuales formamos parte a veces sin que nos percatemos de ellos.
Un día, en suma, para preguntarnos sobre el efecto que nuestra existencia tiene en el mundo.

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DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA
22 de abril del 2016
http://onu.org.pe/dias-internacionales/dia-internacional-de-la-madre-tierra/

Reconociendo que la Tierra y sus ecosistemas es nuestro hogar y resaltando la necesidad de promover
armonía con la naturaleza y el planeta, en abril de 2009 la Asamblea General de la ONU designó el 22
de abril como Día Internacional del la Madre Tierra (resolución 63/278),
Al proclamar esta fecha la Asamblea reconoció que “Madre Tierra” es una expresión común en varios
países y regiones, reflejando la interdependencia que existe entre los seres humanos, otras especies y
el planeta que habitamos. Solicitó que los Estados Miembros, los órganos de Naciones Unidas,
organismos internacionales, regionales, subregionales, organizaciones no gubernamentales y la
sociedad civil observen y creen conciencia del Día.

Mensaje del Secretario General con motivo del Día Internacional de la Madre Tierra

22 de abril del 2015

La palabra “madre” es sumamente evocadora. Nos trae a la memoria poderosos recuerdos de la mujer
que nos trajo al mundo, nos crió y nos ayudó a convertirnos en quienes somos ahora. La Tierra es la
madre por antonomasia: un planeta asombroso que desde tiempos inmemoriales ha sustentado la vida
en una miríada de formas. Con el tiempo, los seres humanos dejamos de necesitar el cuidado materno
constante; sin embargo, nunca dejamos de depender de la Madre Tierra. Durante toda la vida,
necesitamos aire, agua, tierra fértil e  infinidad de otros dones que nos obsequia el planeta.
Esta dependencia se hace aún más sorprendente, si cabe, que hayamos permitido que el rápido y a
menudo imprudente desarrollo humano haya hecho peligrar tantos de los delicados sistemas que llevan
funcionando en armonía desde hace milenios. Cada vez somos más conscientes de los estragos que
ha causado nuestra especie: la contaminación, la progresiva escasez de recursos, la extinción de
especies de flora y fauna y la precipitación hacia puntos de inflexión que podrían alterar la forma en que
funciona nuestro planeta. Ni sabiéndolo hemos cambiado nuestra forma de actuar.
Pero estamos a tiempo de enmendarnos y 2015 nos brinda una oportunidad inmejorable para hacerlo.
Este año, el mundo se propone acabar de definir la agenda para el desarrollo sostenible después de
2015 y concertar un nuevo acuerdo universal sobre el cambio climático que sea constructivo. Estos
procesos podrían encauzarnos hacia un futuro mejor al erradicar la pobreza extrema en todas sus
formas y redefinir nuestra relación con el planeta y todos y cada uno de los seres vivos que lo habitan.
Las grandes decisiones que tenemos por delante no corresponden solo a los legisladores y los
dirigentes mundiales. Hoy, en este Día de la Madre Tierra, hago un llamamiento para que todos
nosotros seamos conscientes de las consecuencias que tienen nuestras decisiones sobre el planeta y
lo que supondrán para las generaciones futuras. No todos tenemos a nuestro alcance obrar de manera
sostenible, pero quienes tenemos esa posibilidad podemos transformar el mundo, entre los miles de
millones de personas que somos, con simples decisiones como optar por bombillas de bajo consumo o
comprar solo lo que vayamos a consumir. El cambio comienza con nosotros.
Como comunidad mundial, tenemos la oportunidad de hacer que 2015 sea un hito decisivo en la
historia de la humanidad. Puede ser el año que nuestros hijos y nietos recuerden como el momento en
que decidimos construir un futuro sostenible y resiliente, tanto para la Madre Tierra como para todos
aquellos que el desarrollo ha dejado rezagados hasta ahora. Aprovechemos, juntos, esta oportunidad
histórica.

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DÍA DE LA TIERRA 2016
http://www.cuandopasa.com/index.php?v=v12088b

El Día Internacional de la Madre Tierra (Earth Day) se celebra todos los años el 22 de Abril.
El Día de la Tierra es un día festivo celebrado en muchos países el 22 de Abril. Su promotor, el senador
estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de
la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para
proteger la Tierra.
Las Naciones Unidas reconocen que la Tierra y sus ecosistemas son el hogar de la humanidad, de
igual manera, están convencidas de que para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades
económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la
armonía con la naturaleza y la Tierra. Es por esto que decidieron designar el 22 de Abril como el “Día
Internacional de la Madre Tierra”.
En esta fecha (22 abril de 2016) se intenta concienciar al mundo de la necesidad de proteger el medio
ambiente y de la conservación de la biodiversidad. Así como paliar la superpoblación, la contaminación
y hacer un uso responsable de los recursos naturales. Para ello todos los años las Naciones Unidas
saca un lema y en numerosos países se realizan actividades de concienciación como conferencias,
caminatas ecologicas y actividades relacionadas con la ecología.

El lema del 2016 para el Día de la Tierra es el siguiente:

«Árboles para la Tierra» (Trees for the Earth)

Día de la Tierra - Historia

El Día de la Tierra conmemora al planeta en el cuál habitamos, mediante un llamado a tomar


consciencia sobre su cuidado y preservación. El día fue originalmente creado para evaluar y afrontar los
problemas de superpoblación, de conservación de la biodiversidad, de la producción de contaminación
y de otros temas relacionados. Esta conmemoración se presenta como una oportunidad para que todos
los habitantes reconozcan al planeta como su hogar. Representa además, la unión de todas las
naciones con el fin de proteger y cuidar el hábitat en que todos los seres vivos conviven. El día fue
instituido gracias a los esfuerzos del senador y activista ambiental estadounidense, Gaylord Nelson,
durante el año de 1970. Este día es de carácter internacional y actualmente se celebra el 22 de abril de
cada año.

Día de la Tierra - Datos y Frases Célebres

http://www.wincalendar.com/es/Dia-de-la-Tierra

 Desde el año de 1962, el senador y activista Gaylord Nelson venía preparando el espacio para
que el tema ambiental hiciera parte de la agenda gubernamental en los Estados Unidos. En esa
época, los activistas y grupos ecológicos eran considerados grupos marginados a los que no se
les otorgaba una importancia real. En 1969 fue finalmente capaz de convocar a una gran
cantidad de personas con el fin de pedir la inclusión del tema ambiental en la agenda del
Congreso de los Estados Unidos.
 El senador Gaylord Nelson logró que se estableciera el 22 de abril como Día Mundial de la Tierra
en el año de 1970. Esto ocurrió después de casi 10 años de lucha ante el gobierno de los
Estados Unidos. En dicho día ocurrió la primera celebración hecha por este motivo. Esta tuvo un
impacto tan grande que alrededor de 20 millones de personas atendieron el llamado a esa
primera celebración, congregándose en diferentes marchas.
 En el año de 1991 varias organizaciones se unieron a la conmemoración de este día, con el fin
de impulsar estrategias que permitiesen el cuidado del planeta tierra. El Programa de las
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Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)
y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) establecieron una
estrategia global que llevó por nombre "Cuidando el Planeta Tierra". Dicha estrategia estableció
los principios de sostenibilidad para el cuidado ambiental.
 Las grandes decisiones que tenemos por delante no corresponden solo a los legisladores y los
dirigentes mundiales. Hoy, en este Día de la Madre Tierra, hago un llamamiento para que todos
nosotros seamos conscientes de las consecuencias que tienen nuestras decisiones sobre el
planeta y lo que supondrán para las generaciones futuras.  Ban Ki-moon, secretario general de
la ONU el 22/04/2014 - Nueva York, Estados Unidos.
 Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que
amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que
existió, vivió sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones,
ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada
creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja
enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro
de moral, cada político corrupto, cada "superestrella", cada "líder supremo", cada santo y
pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí - en una mota de polvo suspendida en un
rayo de luz del sol. El Planeta tierra. Carl Sagan (1934 a 1996), cosmólogo y astrónomo
estadounidense.

Día de la Tierra - Eventos Importantes y Cosas Para Hacer

 Asistir al Festival de la Madre Tierra que se realiza en la ciudad de La Paz en Bolivia. Este
festival tiene lugar durante la conmemoración del Día de la Tierra el día 22 de abril. Este evento
fue creado el fin de dar a conocer los grandes retos que tiene la región para cuidar el medio
ambiente. Durante el festival se proyectan películas asociadas al cuidado del planeta. Además,
se invitan artistas musicales, fotógrafos, entre otras personalidades para que participen en el
evento.
 En Colombia existe el "Proyecto para Limpiar la Basura". Este proyecto se encarga de organizar
actividades en torno al arte. Son actividades que buscan educar a la población en general
acerca de la huella y el impacto que tiene la basura que cada persona genera. El objetivo es
enseñar a las personas a reciclar y a hacer uso apropiado de las basuras que generan con el fin
de evitar la contaminación.
 Existe un evento que busca llamar la atención a nivel global sobre el cuidado del planeta. Este
evento es llamado la Hora del Planeta u Hora de la Tierra. Aquí se acostumbra a que todas las
personas del mundo apaguen las luces durante una hora. Esto se hace para crear consciencia y
mostrar compromiso para un mejor futuro. La hora de la tierra se celebra en una fecha distinta a
la del día de la tierra.
 En Puerto Rico se realiza un concierto anual en el que se entregan árboles a los asistentes para
que sean sembrados. Cada año el concierto cambia de sede.
 Se puede ser partícipe de la celebración del Día de la Tierra mediante el uso de las redes
sociales y los hashtags. Los hashtags son frases acompañadas por un símbolo que busca la
unificación de todas las publicaciones de los usuarios de las redes sociales. El objetivo es
difundir el mensaje de celebración acompañado de material relevante.

DÍA DE LA TIERRA, ¿CÓMO CELEBRARLO?


http://elblogverde.com/dia-de-la-tierra-como-celebrarlo/

El día de la Tierra es una de las expresiones más bonitas y ecológicas que tenemos. Para el 22 de abril
de 2016, el día de la Tierra, te proponemos pasar un día celebrando precisamente nuestro amor por la
tierra, y por ello se dan diversos actos que nos permiten celebrar este día de un modo especial, dejando
claro nuestro compromiso con el medio ambiente, la tierra y el entorno que nos rodea.
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Qué es el día de la Tierra y cómo se celebra

El Día de la Tierra o Día internacional de la Madre Tierra, Earth Day, se celebra cada año el día 22
de Abril (este 2016 caerá en viernes).
El promotor de este día, es el senador estadounidense Gaylord Nelson, que decidió instaurar este
día para concienciar a la población de los problemas comunes que nos afectan en torno a la
contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la
Tierra.
Las Naciones Unidas reconocen que la Tierra y sus ecosistemas son el hogar de la humanidad, de igual
manera, están convencidas que si queremos conseguir un justo equilibrio entre las necesidades
económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la
armonía con la naturaleza y la Tierra. Es por esto que decidieron designar el 22 de Abril como el “Día
Internacional de la Madre Tierra”.
En este día es cuando de alguna manera todo el mundo toma conciencia de que tenemos que celebrar
y cuidar el planeta. Es una fecha a modo de recordatorio de que todos hemos de poner de nuestra
parte para que el planeta siga adelante. El cambio climático es un hecho, de modo que aunque para
muchos líderes políticos parece que el problema les queda algo lejano, este es el día en el que también
a ellos les llegue el aviso de que es momento de cambiar y de hacer algo por el cuidado de
comunidades  enteras, animales y personas de todo el mundo.
Este 22 de abril de 2016 una oportunidad para impulsar el Día Internacional de la Madre Tierra y con
ello llevar a cabo nuevas acciones encaminadas a luchar contra el cambio climático.
De este modo el 22 de Abril, (como sucede cada año) más de 1000 millones de personas en 190
países participan en este Día de la Tierra.Ciudades como San Francisco, San Juan, Bruselas, Moscú
o Marrakech,se “visten de verde” en manifestaciones por la Tierra y en actor como  los ciudadanos que
plantan árboles, limpian sus comunidades y contactan con sus representantes políticos en defensa del
medio ambiente.
Nosotros en nuestra ciudad, comunidad o pueblo, podemos realizar todo tipo de acciones y
actividades a modo de celebración, y de paso para unirnos en el cuidado del planeta todos juntos al
menos, por un día.

Día de la Tierra, ¿cómo celebrarlo?

Nosotros mismos, y al margen de sumarnos a los actos que se organizan en todos los países, podemos
celebrar El día de la Tierra de una forma ecológica y de manera particular. ¿Qué podemos hacer?
Pues podemos realizar pequeños actos que en conjunto que en realidad conformen grandes actos.

Aquí os  enumeramos 20 para que tengáis en cuenta.

1. Recomendar  a un amigo que cambie de las lámparas incandescentes a las lámparas de bajo
consumo.
2. Tenéis que hablar a la gente sobre los beneficios de las energías renovables, y lo malas
que son las energías fósiles para nuestro mundo.
3. Aconsejar a todos que por un día, desconecten su conexión a internet y que apenas gasten
electricidad.
4.  Otra idea es plantar un árbol. E invitar a vuestros amigos a hacer lo mismo.
5. Enseñar a los niños a apreciar y a cuidar a la naturaleza. Y sobre la importancia de la
biodiversidad.
6. Juega con los niños en la calle. Aprovecha este día para enseñarles por ejemplo la
importancia de cuidar del medio ambiente pero no desde casa, o desde un ordenador.
7. Decir a esa persona que ha arrojado basura en la calle, que la levante y la tire en el contenedor
de la basura.

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8. Reciclar, y alentar a vuestros amigos también a que lo hagan. Que sepáis  qué es
biodegradable y qué no lo es.
9. No utilicéis bolsas de plástico, y si se tienen que usar, lo mejor es reciclarlas. Podéis utilizar
las que os dan en los comercios como bolsas de residuos. Se pueden difundir estas ideas entre
vuestros  amigos. Miles de animales os lo van a agradecer.
10. Se puede difundir entre quienes no lo saben, qué es el calentamiento global, y qué asociación
tiene con el cambio climático.
11. Aprovecha para hacer algo de limpieza social. En este día, algunas organizaciones se dedican
a proponer distintos lugares que necesitan una limpieza pero están abandonados.
12. Calcula tu huella de Carbono. Con la ayuda de un calculador de carbono podrás conocer cuál
es tu contribución personal al calentamiento global y de este modo, poner remedio y reducir tu
propia contaminación.
13. También se pueden explicar a vuestros amigos qué son los gases de efecto invernadero, y
cómo afectan a nuestro planeta produciendo el calentamiento del planeta.
14. Siempre que se pueda, se ha de evitar utilizar transportes que contaminen. Es mejor utilizar
la bicicleta para ir a lugares cercanos, y si para los más cercanos, caminando.
15. Practica algún deporte. Ya os hemos aconsejado que salgas de casa, o que tomes consciencia
del exterior que te rodea. Practicar un deporte te mantendrá en conexión con la tierra mientras te
pones en forma. Quién sabe, quizás tomes la costumbre y gracias al Día de la Tierra comienzas
a cuidarte más y también a tu entorno.
16. También puedes optar por cambiar tus productos de limpieza ya que estos cuentan con un
buen número de componentes químicos, de modo que quizás ha llegado el momento de
empezar a hacer tus propios productos de limpieza, y con ello que seas capaz de contaminar
menos.
17. Por otro lado podemos intentar también nuevos habitos en nuestra alimentación, y de este modo
puede que te apetezca dejar de comer carne y otros derivados, así como alimentos
procesados y probar la comida vegetariana. 
18. Comparte en redes sociales o a través de otros medios, tu “selfie” por el día Mundial de la
Tierra.Seguro que en un día como este te apetecerá poder hacer fotos de todo aquello que
hagas. Ahora es el mejor momento de todos para hacerte el “selfie” de rigor.
19. Comienza a pensar en cambiar a un coche eléctrico. 
20. Haz que todos los días sean el día de la Tierra. Para ello, nada mejor que comprometerte a
cuidar a diario de tu planeta. A veces las pequeñas acciones de todos juntos son las que dan pie
a los grandes cambios.

No es broma, no es exageración. En los últimos 35 años hemos perdido un tercio de la vida silvestre
global. Sí, un tercio. Es muchísimo.
Cuidemos a nuestro planeta, y logremos que los demás también lo cuiden. Por eso en este Día de la
Tierra, hagan algo para el cambio, aunque sea algo tan pequeño como uno de estos 10 puntos que
hemos enumerado.

DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA


http://www.cinu.mx/eventos/observancia/dia-internacional-de-la-madre-3/

Mensaje de Secretario General

Antecedentes

El mundo ha respondido con lentitud a las emergencias generadas por el calentamiento de la Tierra y
los daños que nuestra imprudencia está causando a nuestro planeta. Allá por 1972, cuando los
ecologistas eran considerados un grupo marginal, celebramos en Estocolmo la primera Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Ésta representó el inicio de un proceso de concienciación
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mundial acerca de la interdependencia que existe entre los seres humanos, las demás especies vivas y
nuestro planeta.
El Día Internacional de la Madre Tierra promueve una visión del planeta como la entidad que sustenta a
todos los seres vivos de la naturaleza. Rinde homenaje específicamente a la Tierra en su conjunto y al
lugar que ocupamos en ella. El Día Internacional de la Madre Tierra no tiene por objetivo reemplazar
otros actos, como el Día de la Tierra que se celebra en muchos países desde los años setenta, sino
reforzarlos y reinterpretarlos sobre la base de los cambiantes desafíos que enfrentamos.
En el año 2009, en su octavo período de sesiones, el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas
solicitó a los relatores especiales pa ra que prepararan un estudio sobre la aplicación de la resolución
de la Asamblea General teniendo en cuenta, entre otras cosas, la necesidad de respetar y reconocer los
derechos de la Madre Tierra. En su noveno período de sesiones, el Foro Permanente para las
Cuestiones Indígenas discutirá los resultados del estudio, así como la labor hacia el establecimiento de
una Declaración sobre los Derechos de la Madre Tierra.
El Día de la Madre Tierra coincide con la firma del Acuerdo de París
Este año, el Día de la Madre Tierra coincide con la ceremonia de firma del Acuerdo de París sobre el
cambio climático, que tendrá lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. El Acuerdo fue
aprobado por los 196 Estados partes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático en París el 12
de diciembre de 2015. En el acuerdo, todos los países se comprometieron a trabajar para limitar el
aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados, y dados los graves riesgos, a
esforzarse por lograr que sea menos de 1,5 grados centígrados. La ceremonia se lleva a cabo en el
primer día que el Acuerdo estará abierto para la firma, marcando el primer paso para asegurar que el
Acuerdo entre en vigor jurídico tan pronto como sea posible.
La Asamblea General, Reconociendo que Madre Tierra es una expresión común utilizada para referirse
al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre
los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos y Observando que cada
año se celebra el Día de la Tierra en numerosos países, decidió designar el 22 de abril como Día
Internacional de la Madre Tierra en 2009, en virtud de la resolución A/RES/63/278

Tema 2016: Los árboles para la Tierra

El Día de la Tierra comenzó a celebrarse en los Estados Unidos de América en 1970 y ahora se dirige
hacia su 50 aniversario. El Día está organizado por la Earth Day Network Disponible en inglés, cuaya
misión consiste en ampliar y diversificar el movimiento ambiental en todo el mundo y movilizarlo
eficazmente para construir un medio ambiente saludable y sostenible, hacer frente al cambio climático,
y proteger la Tierra para las generaciones futuras. El tema de este año tiene el objetivo de plantar 7,8
millones de árboles en los próximos cinco años.

DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA


Por: Amanda Céspedes
Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas
Universidad Nacional de La Plata

http://opinion.cooperativa.cl/opinion/medio-ambiente/dia-internacional-de-la-madre-tierra/2016-04-18/065506.html

Cuando brote en mi vida una esperanza


que se parezca un poco a tu hoja verde. A. Machado.

En el año 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó al 22 de  abril como el Día
Internacional de la Madre Tierra, en virtud de la resolución A/RES/72/268.  Madre Tierra es una
expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, intentando
demostrar así la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el
planeta que todos habitamos .

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Ese día 22 de  abril de este año, en una importante ceremonia presidida por el Secretario General de la
ONU Ban Ki-moon, se firmará en Nueva York el Acuerdo  de París sobre cambio climático. Tras la firma,
cada país entrará en un proceso cuyo resultado final será un instrumento de  ratificación, aceptación,
aprobación o  adhesión.
Para marcar este evento  se ha organizado una  campaña de  plantación de árboles. El objetivo es
movilizar la plantación de  más de 7 mil millones de árboles,  uno por cada hombre, mujer, niño, anciano
que vivirán el 2020.
Los árboles  serán  los agentes de cambio llamados a restablecer  el equilibrio ecológico de la segunda
mitad del siglo actual a través de  limpiar  y  enfriar el aire, reducir las emisiones de  carbono,  mantener
los caudales  fluviales, sustentar los hábitat de vida silvestre  y reciclar los nutrientes  para la agricultura,
entre otras vitales funciones.
Con ocasión de una fecha tan significativa, queremos  recordar la lúcida advertencia de Leonardo Boff
acerca de la  preocupación ecológica que  anima  tantas iniciativas en pro de la protección de la Madre
Tierra: que así como  la ecología se aboca a los grandes temas del equilibrio/ desequilibrio, atmósfera,
hidrósfera, biósfera, etc., es de esperar que no olvidemos nuestra ecología interior, hecha de poderosas
fuerzas de  solidaridad, compasión  y voluntad de actitud amorosa .
Esta ecología interior es expresión de la profunda espiritualidad  de la Tierra y  del universo y  permite
que emerja del ser humano la intención hacia la búsqueda del equilibrio armonioso e íntimo entre todas
las cosas.
Se trata de una fuerza interior, profunda, un texto íntimo en el cual  podemos leer el llamado a la 
fraternidad entre hombre y universo. “Es allí donde comienza a  rehacerse  el eslabón perdido que
reconstruye la cadena de lo seres y la inmensa comunidad cósmica”, exclama Boff.  Un eslabón
anclado en lo sagrado y en Dios y donde “la dignidad de la Tierra descubre permanentemente sus
motivos”.
Si logramos hacer consciente que no podemos  entendernos como seres separados de la Tierra y que
la Tierra no contiene vida sino que es la vida, sólo  entonces podremos insuflar esperanza en esos 7 mil
millones  de árboles que plantaremos. De lo contrario, vendrán otros  a repetir la vieja historia: ver un
bosque como un gran productor de madera, “una sustentabilidad retórica e ilusoria” carente de una real
conciencia ecológica. Visión carente de asombro y de trascendencia, plena de  vieja arrogancia.

Leña de oro en el invierno,


Sombra de plata en el verano
Y, lo que es más que todo junto,
Crea los vientos y los pájaros. (Defensa del Árbol, Nicanor Parra)

22 DE ABRIL. DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA


 
“Hago un llamamiento a que todas las personas del mundo alcen su voz y hablen en nombre de
este planeta, nuestro único hogar. Cuidemos de la Madre Tierra para que esta pueda seguir
cuidando de nosotros como lo ha hecho durante milenios”. Mensaje del Secretario General de
Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

De manera formal, hace 6 años que más de 190 países del mundo adhieren a este Día
Internacional que no hace más que recordar nuestra responsabilidad individual y común en
relación al cuidado de nuestro único lugar y el de quienes nos sucederán. Los efectos del
cambio climático se hacen dramáticamente visibles en nuestras regiones, la deforestación, el
manejo indiscriminado de los recursos naturales, etc., son cuestiones que urgen para tomar
medidas que protejan nuestro planeta.

Fundamentos del Día Internacional de la Tierra.

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Reconociendo que la Tierra y sus ecosistemas es nuestro hogar y resaltando la necesidad de promover
armonía con la naturaleza y el planeta, en abril de 2009 la Asamblea General de la ONU designó el 22
de abril como Día Internacional del la Madre Tierra (resolución 63/278),
Al proclamar esta fecha la Asamblea reconoció que “Madre Tierra” es una expresión común en varios
países y regiones, reflejando la interdependencia que existe entre los seres humanos, otras especies y
el planeta que habitamos. Solicitó que los Estados Miembros, los órganos de Naciones Unidas,
organismos internacionales, regionales, subregionales, organizaciones no gubernamentales y la
sociedad civil observen y creen conciencia del Día.
Significa el reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a
lo largo de nuestra existencia. También supone reconocer la responsabilidad que nos corresponde,
como se expone en la Declaración de Río de 1992, de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra
a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las
generaciones presentes y futuras.

“Armonía con la Naturaleza”.

El 18 de abril de 2012 el Secretario General de la ONU convocó el segundo diálogo interactivo sobre la
armonía con la naturaleza para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra y contribuir activa y
eficazmente al proceso preparatorio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible, que tuvo lugar en Río de Janeiro (Brasil) del 20 al 22 de junio de 2012. En el informe, que se
centra en la evolución de la relación entre la humanidad y la naturaleza, se tienen en cuenta cuestiones
fundamentales examinadas en el diálogo interactivo, en especial en lo que respecta a la ciencia y la
economía. Se presentan recomendaciones concretas para facilitar el examen ulterior del tema por los
Estados Miembros.
Vivir en armonía con la naturaleza implica una relación equitativa y equilibrada con la Tierra, que es la
fuente y el sustento de la humanidad. Esta relación se centra en un profundo respeto por la Tierra y en
el reconocimiento del imperativo vital de que el planeta continúe existiendo y prosperando, así como la
aceptación de la responsabilidad de los seres humanos de restablecer la salud e integridad del sistema
Tierra. Este reconocimiento renovado de la relación entre la humanidad y la Tierra constituye una
reafirmación de que la existencia humana es parte inextricable de la naturaleza y marca un camino
hacia la adopción de medidas sobre la base de esa creencia. Así, en el documento final se observó que
algunos países reconocían los derechos de la naturaleza en el contexto de la promoción del desarrollo
sostenible. Se reconoció también que el de Madre Tierra era un nombre común dado a nuestro planeta
alrededor del mundo.

Algunas consideraciones que enuncia “Armonía con la Naturaleza”.

Nuestro elevado nivel de progreso tecnológico, nos está llevando a rebasar la capacidad del sistema
Tierra, algo que, sencillamente, no es sostenible. Los científicos y académicos de diferentes disciplinas
sociales ya han predicho que, salvo que ocurra una catástrofe mundial, los seres humanos seguirán
siendo una importante fuerza medioambiental en el futuro próximo. Queda por delante una labor
sobrecogedora: las sociedades de todo el mundo deben superar la actual forma de vida destructiva y
cuestionar los procesos gubernamentales destructivos. Esto precisará de cambios en el
comportamiento humano a todos los niveles, incluso en las estructuras cuyo propósito deliberado es
impedir que los hombres avancen hacia el desarrollo sostenible. Para transformar el género humano,
debe existir una cultura que trabaje con la Tierra, y no contra ella; así podremos vivir realmente en
armonía con la naturaleza.
Este nuevo enfoque económico debe enseñarse y afirmarse sobre la base de una concepción diferente
del valor, que reconozca implícitamente que el valor máximo es la conservación y la protección de la
salud de los ecosistemas que permiten que prospere la vida en la Tierra. Los últimos avances científicos
subrayan la necesidad de tomar en consideración cuidadosamente el efecto agregado a largo plazo de
las actividades humanas en el sistema Tierra, que conforma la estructura ambiental que posibilita la
vida. La ciencia también reconoce y nos enseña que el sistema Tierra se caracteriza por reacciones no
9
lineales e interacciones complejas entre la biosfera viva, compuesta por los ecosistemas y las especies,
y los procesos físicos. Se entiende que el sistema climático no es un mero fenómeno atmosférico, ya
que supone intercambios de gases y energía entre la atmósfera, los océanos, las masas de tierra y la
litosfera. Los ecosistemas terrestres y acuáticos no solo proporcionan muchas de las condiciones y los
recursos fundamentales para que la vida en el planeta sea sostenible, como el agua dulce y la fertilidad
de los suelos, sino que también están estrechamente relacionados con procesos y con el cambio
climático a escala mundial.
Ha llegado el momento de adoptar una nueva forma de pensar, para desarrollar un sistema económico
centrado en la Tierra que integre los avances científicos de los últimos 100 años. Hace falta un nuevo
sistema económico que discierna y utilice sectores y prácticas que permitan que las personas creen una
sociedad sostenible y se base en ellas.
El impacto considerable de las actividades humanas en el sistema Tierra ha sido ampliamente
reconocido por las Naciones Unidas, la comunidad internacional y científica, los grupos principales y
otros interesados de todo el mundo. Basándose en el debate anterior, los diálogos interactivos de la
Asamblea General sobre la armonía con la naturaleza, el documento final de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, titulado “El futuro que queremos”, y el análisis que
figura en este documento, tal vez los Estados Miembros deseen tomar en consideración las
recomendaciones siguientes: a) Los Estados Miembros deberían emplear un enfoque basado en la
armonía con la naturaleza cuando examinen cuestiones relacionadas con las políticas de desarrollo
sostenible en todos los niveles; b) Los Estados Miembros deberían asegurarse de que las políticas
sobre desarrollo sostenible que se formulen estén fundamentadas en las conclusiones científicas
actuales relativas a los impactos de la humanidad en el sistema Tierra; c) Los Estados Miembros
deberían dar más visibilidad, a través del sitio web relativo a la Armonía con la Naturaleza, a la labor
que se está realizando en cumplimiento del párrafo 40 del documento “El futuro que queremos”
(resolución 66/288) a fin de desarrollar enfoques holísticos e integrados del desarrollo sostenible que
lleven a la humanidad a vivir en armonía con la naturaleza y conduzcan a la adopción de medidas para
restablecer la salud y la integridad del sistema Tierra.

Fuentes:
www.harmonywithnatureun.org/
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/67/317
 
Antecedentes/Acciones.

“La Tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos los hombres, pero
no la codicia de cada uno de nosotros”. Mahatma Ghandi.

Varias fueron las reuniones y documentos que desde Naciones Unidas impulsaron el cuidado de la
naturaleza. En 1972, se fundó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
con la misión de “dirigir y alentar la participación en el cuidado del medio ambiente inspirando,
informando y dando a las naciones y a los pueblos los medios para mejorar la calidad de vida sin poner
en riesgo las de las futuras generaciones”.
El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en su
Resolución (XXVII) del 15 de diciembre de 1972 con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo,
Suecia, cuyo tema central fue el Ambiente. Se celebra el 5 de junio de cada año desde 1973.
Las Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y el Desarrollo, también conocidas
como las Cumbres de la Tierra, fueron unas cumbres internacionales sin precedentes que tuvieron lugar
en Estocolmo(Suecia) del 5 al 16 de junio de 1972, Río de Janeiro (Brasil) del 2 al 13 de junio de 1992 y
en Johannesburgo (Sudáfrica) del 23 de agosto al 5 de septiembre del 2002. En junio de 2012 se
celebró en Río de Janeiro la Conferencia de desarrollo sostenible Río+20.
El informe Brundtland de 1987 (en honor a Gro Harlem Brundtland, Presidenta de la Comisión Mundial
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo), titulado formalmente “Nuestro futuro común” propuso la
categoría de desarrollo sostenible o sustentable en un medio protegido, extendiéndose en el análisis de
10
sus dimensiones económicas, políticas y sociales de carácter dominante, no en otras como las
culturales o como las de formas de economía, política y sociedad de posición subalterna en el mundo
actual.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, también conocida
como la Cumbre para la Tierra celebrada en 1992, constituye un importante avance porque se llega a la
fase de comprometer seriamente a los Estados a través de tratados multilaterales, comenzando por el
Convenio sobre la Diversidad Biológica. Es además el momento en el que se registra la presencia
indígena en el ámbito internacional de las políticas medioambientales y de la conservación de la
biodiversidad.
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) fue adoptada
en Nueva York el 9 de mayo de 1992 y entró en vigor el 27 de marzo de 1994. Permite, entre otras
cosas, reforzar la conciencia pública, a escala mundial, de los problemas relacionados con el cambio
climático.
La Carta de la Tierra es una declaración internacional de principios y propuestas escrita por un comité
redactor internacional y sometido a diversas consultas, antes de ser publicada en el 2000.
El 22 de diciembre de 2005, la Asamblea General declaró 2008 Año Internacional del Planeta Tierra
(resolución 60/192).
El Protocolo de Kyoto, fue inicialmente adoptado el 11 de diciembre de 1997 en esa ciudad de Japón
pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005. En noviembre de 2009, eran 187 estados los que
ratificaron el protocolo. Estados Unidos, el mayor emisor de gases de invernadero mundial, no ha
ratificado el protocolo.
Rio+20 es el nombre abreviado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible, que tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, del 20 al 22 de junio de 2012, veinte años después
de la histórica Cumbre de la Tierra en Río en 1992. En la Conferencia Río +20, los líderes mundiales,
junto con miles de participantes del sector privado, las ONG y otros grupos, se unieron para dar forma a
la manera en que puede reducir la pobreza, fomentar la equidad social y garantizar la protección del
medio ambiente en un planeta cada vez más poblado.
Las conversaciones oficiales se centraron en dos temas principales: cómo construir una economía
ecológica para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza, y cómo mejorar la
coordinación internacional para el desarrollo sostenible.

Algunas acciones planetarias.

La Hora del Planeta (desde 2008) es un evento mundial impulsado por el World Wide Fund for
Nature (WWF) que se celebra el último sábado de marzo de cada año y consiste en un apagón eléctrico
voluntario, en el que se pide a hogares y empresas que apaguen las luces y otros aparatos eléctricos
durante una hora. Con esta acción simbólica, se pretende concienciar a la sociedad sobre la necesidad
de adoptar medidas frente al cambio climático antropogénico y las emisiones contaminantes, así
como ahorrar energía y aminorar la contaminación lumínica.
El 20 de diciembre de 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución
68/205 "decide proclamar el 3 de marzo, día de la aprobación de la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, Día Mundial de la Naturaleza".

Fuentes:

http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/67/317
Wikipedia
 

11
Los pueblos indígenas y la Madre Tierra.

Concepción andina: La Tierra es sagrada. La relación del ayllu, la comunidad política, con la Tierra es
de una íntima pertenencia. La tierra da vida, alimenta, acoge en su regazo. En idioma aymara es
Llumpaqa Mama, aunque la palabra más difundida es la quechua Pachamama. Pachamama es el
nombre más universalizado de Madre Tierra, usualmente utilizado en quechua, en aymara e incluso en
castellano. Anello de Oliva registró el término con su sentido nodal: “También adoraban la tierra fértil,
que llaman Pachamama: que quiere decir la tierra madre fecunda y fructífera”. Madre Fecunda es
nombre que concibe la Tierra como espacio de vida, como la chacra, el huerto que la gente cultiva para
su alimentación, la naturaleza pródiga en el agua y el aire. En este marco es fundamental el concepto
de crianza: la gente, como los demás seres que pueblan la tierra, son en conjunto miembros de una
comunidad de vida. La cualidad fecunda da cuenta de esa capacidad única cual es la de albergar una
comunidad de vida, una comunidad que fructifica de manera constante y renovada.

Fuente: http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=E/C.19/2010/4

El cuidado de la Madre Tierra en preámbulos constitucionales.

Bolivia y Ecuador son algunos ejemplos de países que en su ley superior, dejaron constancia del
cuidado y respeto por nuestro ambiente.
Así, el Preámbulo de Bolivia dice en uno de sus párrafos, “en tiempos inmemoriales se erigieron
montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonia, nuestro chaco, nuestro altiplano
y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con
rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra
diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el
racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia…”. Ecuador señala,
“reconociendo nuestras raíces milenarias, forjadas por mujeres y hombres de distintos pueblos,
celebrando a la naturaleza, la Pacha Mama, de la que somos parte y que es vital para nuestra
existencia,…. decidimos construir Una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía
con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay…

PUEBLOS ORIGINARIOS, UNA NATURALEZA SIN DUEÑOS


Por Juan Ignacio Manchiola
http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Pueblos-Indigenas/Pueblos_Originarios_una_Naturaleza_sin_Duenos

Antes de que se conociera el término "sustentable", los indígenas convivían con su entorno sin
destruirlo y hoy luchan para seguir viviendo de esa forma. Para eso se organizan fronteras
adentro y afuera y denuncian atropellos de los gobiernos y las multinacionales.
Los pueblos originarios y su búsqueda de una naturaleza sin dueños

Los pueblos originarios de Argentina conciben a la naturaleza con parte de su ser y esencia y se niegan
a adoptar la lógica de la explotación y el usufructo económico. Antes de que se conociera el término
"sustentable", los indígenas convivían con su entorno sin destruirlo y hoy luchan para seguir viviendo de
esa forma. Para eso se organizan fronteras adentro y afuera y denuncian atropellos de los gobiernos y
las multinacionales.
En el país viven entre 450 mil y más de un millón de indígenas -según la fuente de consulta- de más de
veinte etnias. Muchos permanecen en el entorno natural que los vio nacer, otros han tenido que migrar
a las ciudades, en muchos casos por la creciente devastación en la que era su fuente de subsistencia e
identidad, explicaron representantes de los pueblos originarios, ambientalistas y funcionarios, a RENA.

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El ambiente según dos visiones contrapuestas

"Los pueblos indígenas (cualesquiera que sean) tienen una cosmovisión en la que el hombre es un ser
más entre otros de la naturaleza y, en cambio, la cultura occidental es eminentemente antropocéntrica,
concibe al hombre como centro de la naturaleza y su tarea es dominar todas las cosas", afirmó German
Bournissen, Coordinador Nacional del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA), a RENA.
Para Bournissen, todas las tenias de Argentina tienen el mismo apego con su medio natural,
especialmente aquellas que viven en las zonas rurales. "A pesar de esa unión muchos indígenas se ven
forzados a migrar a las ciudades por el proceso de concentración de la tierra operado en las últimas
décadas. Esta situación que fuerza a los indígenas, especialmente a los más jóvenes, al abandono de
sus tierras y sus comunidades tiene enormes costos sociales y culturales para las comunidades",
aseguró.
En un congreso sobre la tierra, realizado este año, los participantes definieron de este modo su relación
con el entorno natural: "Los pueblos originarios somos hijos de la tierra, que para nosotros es sagrada,
por eso afirmamos que no somos dueños de la tierra sino parte de ella, que no la queremos para
explotarla sino para convivir con ella, para trabajar cuidando la naturaleza con un desarrollo equilibrado
para el bienestar común de la humanidad".
Ese modo de concebir al suelo como un espacio religioso, un lugar de esperanza e identidad, la base y
el sustrato de su cultura, fue tenido en cuenta por el Episcopado Argentino en el documento Bases de
trabajo para la Pastoral Aborigen. Allí se asegura que "la violencia ejercida contra los pueblos
indígenas, casi siempre estuvo ligada a la tierra. Sin la garantía de tierra no hay condición alguna de su
sobrevivencia como pueblos y como etnias portadores de culturas originales".
"El aborigen sin tierra no es aborigen. Para ellos la tierra no es una simple mercancía o un bien de
producción y lucro. Es como su espacio cultural, el lugar de sus mitos y su historia. Es el hábitat de vida
penetrada de tradiciones y valores. Es el lugar donde reposan sus antepasados. Es la madre-tierra con
quien conviven y mantienen una relación mística y religiosa", dice el documento.
Viviana Figueroa, integrante del pueblo kolla, especialista en Derechos Humanos y Derecho de los
Pueblos Indígenas de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos explicó a esta agencia: "Los pueblos indígenas poseemos una cosmovisión diferente del resto
de la sociedad respecto del medio natural, nos consideramos parte del medio, no estamos para
dominarlo. Entre los kollas somos parte de la Pachamama, de la apacheta. Por eso es que nuestros
mitos tienen que ver con el respeto a la naturaleza".
Figueroa, diplomada en Derechos Humanos y Derecho a la Educación de la Universidad de Verano
(Ginebra) contó que en su etnia, el coquena (ser mítico) cuida los animales, como la vicuña y el
guanaco y nadie puede matarlo por que le ocurre. "Si así sucede, esa persona romperá el equilibrio,
faltará el respeto a la naturaleza y como consecuencia padecerá enfermedades incurables que lo
pueden llevar incluso a la muerte. Esa es la visión que se transmite de generación en generación y
nadie la pone en duda", dijo.
"Todos los pueblos indígenas de Latinoamérica tienen esa concepción, que se torna más visible en
aquellos que son cazadores recolectores. Esos pueblos ven afectada su situación cuando se producen
las grandes deforestaciones por el avance de la agricultura y ahí surgen los graves problemas
alimentarios", amplió.

La gente de la tierra

Mapuche (nombre de la nación indígena que vive preferentemente en la Patagonia), traducido


literalmente al castellano significa "Gente de la Tierra". Oskar y Natalia, integrantes del Puente de
Komunicación Mapuche Avkin Pivke Mapu, explicaron, en diálogo con esta agencia: "Para nuestra
cultura, ser gente de la tierra tiene múltiples sentidos. Implica, por ejemplo, considerar que cada
Mapuche es un Newen, una fuerza natural, pero una fuerza más entre todas las que conforman lo que
conocemos como Naturaleza".
Por ser parte de todo, el Newen de cada MapuChe está en profunda relación con, por lo menos, otro
Newen. "Cada Mapuche está en relación, por ejemplo, con el Newen del agua, del viento, del águila o
13
del choique (avestruz). Este es uno de los motivos que hacen que la relación del Mapuche con el
territorio sea tan fuerte e importante, porque el territorio natural ancestral y sus fuerzas es lo que
permite al Mapuche desenvolverse como tal".
Las diferencias con la concepción occidental-dijeron- son varias y muy profundas. "Pero preferimos no
usar esa clasificación porque estaríamos englobando a un montón de culturas que, aunque estén dentro
del territorio de lo que se considera mundo occidental, también luchan contra una concepción
etnocentrista, conquistadora y colonizadora, destructiva de la vida y su diversidad. Este tipo de
pensamiento es el que se encarna en el poder histórico, evangelizador y militar de la iglesia católica, los
estados nacionales y los capitales económicos".
Según ellos, la diferencia más visible que tiene esa lógica con su cosmovisión es que concibe a la
naturaleza como un recurso explotable del que se puede sacar rédito económico. "Nosotros no nos
planteamos explotar la Mapu (Tierra) porque ella es nuestra Madre Tierra, nuestra Ñuke Mapu. Si la
lastimamos estamos rompiendo un equilibrio necesario para la conservación de toda la vida".
Pero eso no implica que no utilicen los frutos que la tierra brinda o que su trabajo pueda generar. "Pero
una cosa es la abundancia o el deseo de abundancia para todos y el trabajo planificado
comunitariamente y otra muy distinta es el afán de poder, de lucro económico y de consumismo
compulsivos que violentan los frutos de nuestra Madre".
"Esta forma de voracidad o rapacidad es lo que ha producido el desequilibrio en el que está viviendo
toda la humanidad hoy por hoy. Las catástrofes ecológicas son la respuesta de la Mapu, son sus
mecanismos de defensa pero esto parece no comprenderse. Por eso siguen dañándola de muerte".
Los MapuChe "no nos podemos quedar en silencio, siendo testigos del genocidio sobre nuestra Ñuke
Mapu y toda su vida, todos sus Newen. Este es uno de los motivos que nos movilizan a oponernos y a
luchar en contra del desembarco de las multinacionales de la minería en nuestro territorio ancestral y a
solidarizamos con aquellos que, como nosotros, estén en esta lucha por la vida", explicaron.
Acusan a multinacionales azucareras como la norteamericana Seaboard Corp. "que ha usurpado tierras
de hermanos originarios y hoy tiene militarizado ese territorio ancestral robado" o como la forestal
Mininco "en cuyo conflicto ha sido asesinado un hermano mapuche de Gulumapu (Chile)". También a
aquellas que realizan monocultivos transgénicos o monopolizan la venta de semillas como Monsanto.
"Lamentablemente, los Estados argentino y chileno han abierto puertas, ventanas y tranqueras para los
capitales trasnacionales en la última vuelta de tuerca de la entrega que produce el saqueo, la violación y
la destrucción del territorio y la vida", acusaron.

Se atan lazos más allá de las fronteras

Los indígenas se están organizando desde hace muchos años, pero especialmente a partir de la
incorporación de sus derechos en la Constitución Nacional de 1994, dijo el Coordinador Nacional de la
Pastoral Aborigen.
"Las comunidades se están comunicando entre ellas, afirmando su ser indígena que ha sido agredido
durante tantos siglos, tomando conciencia de su pertenencia a un todo mayor que la comunidad, su
pertenencia a un Pueblo con una cultura e idioma propio pero con una cosmovisión similar a la de otros
pueblos indígenas".
"También se están comunicando con indígenas de otros países con realidades medio ambientales y
culturales similares, como los indígenas del Gran Chaco Americano que hace ya varios años se están
reuniendo a nivel trinacional (Argentina, Bolivia y Paraguay) para analizar problemas muy graves que
los afectan, como los megaproyectos y el avance de la frontera agropecuaria que, como una nueva
conquista, busca tierras para desmontar para el cultivo de soja transgénica", agregó.
Viviana Figueroa explicó que en muchas regiones del país el territorio de las comunidades ha sido
contaminado y ese es un tema que preocupa mucho a los pueblos de la zona, porque su modo
subsistencia está en riesgo. "Las comunidades hoy se están fortaleciendo en cuanto a la importancia
del cuidado del medio natural, conociendo las herramientas legales que existen para que esa
preservación sea efectiva", aseguró Figueroa.
Varias son las luchas por la protección del medio ambiente que están liderando etnias aborígenes en la
vasta extensión del territorio argentino. El pueblo Mbya Guaraní de Misiones (noreste) está peleando
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para mantener la selva paranaense; el Kolla por la preservación de la Quebrada de Humahuaca en
Jujuy y la selva de Yungas en Salta (ambas en el noroeste); el Wichí contra la destrucción de la flora y
fauna de la región chaqueña ante el avance de la soja transgénica en Salta, Formosa y Chaco
(noroeste y norte argentino).
Además, el pueblo Mapuche se moviliza contra la contaminación del suelo y las aguas causado por
emprendimientos mineros (oro y petróleo principalmente) en la Patagonia y el Pilagá busca preservar el
Bañado La Estrella de Formosa (norte) que será alterado con la construcción de una ruta, ejemplificó
Germán Bournissen, de la ENDEPA.

La "sustentabilidad" ya había sido inventada

"Para construir el camino que imperiosamente necesitamos deberemos apelar no sólo a la ciencia
moderna sino, indispensablemente, al conocimiento indígena y tradicional ancestral", dijo Jorge
Cappato, Coordinador Nacional de la Fundación PROTEGER - Amigos de la Tierra, a RENA.
Para Cappato "la cosmovisión del futuro, si es que somos capaces de asegurar el futuro, tendrá más
que ver con la mirada holística y la cosmovisión circular -sustentable- de los pueblos originarios que con
la mirada sesgada y cortoplacista que está en la base de la actual cosmovisión unidireccional ?
insustentable- que nos lleva a un callejón sin salida".
El directivo de la reconocida y laureada ONG, aseguró que los pueblos indígenas y las culturas
preindustriales aprovechaban los recursos naturales en algunos casos durante miles de años,
"ejercitaban la sustentabilidad muchísimo antes que los actuales habitantes del planeta acuñaran el
término. La tecnología preindustrial era y es, en la gran mayoría de los casos, una tecnología apropiada,
conocedora y respetuosa de los límites y capacidad de carga de los ecosistemas naturales".
Las civilizaciones preindustriales -continuó- perduraron decenas de siglos. "Con su ocaso, la biosfera
continuó su curso y restauró sus heridas. Por el contrario nuestro modo de vida actual, edificado sobre
un recurso agotable, el petróleo, se desgarra con desmesurada violencia en el intento de controlar su
posesión, mientras degrada el ambiente, las tierras cultivables y el agua de consumo y trastorna -con
consecuencias impredecibles pero seguramente atroces- el clima del planeta".
"Incapaz de cambiar el rumbo hacia sistemas productivos basados en tecnologías apropiadas, la
civilización global nos amenaza con la herencia de dejar un planeta más apto para la vida de las
cucarachas que para los seres humanos. Existe por lo tanto una urgente necesidad de cambiar el
rumbo", alertó.
"Afortunadamente está la posibilidad de hacerlo a través de la tecnología socialmente apropiada, un
conjunto de sistemas, métodos, materiales, herramientas, conocimientos y prácticas que, en un
importante número de casos tiene sus principales antecedentes en la tecnología tradicional. Es decir las
técnicas creadas por las los pueblos indígenas y las culturas tradicionales que sustentaron y en muchos
casos aún sustentan la vida de mucha gente en diferentes regiones del mundo".
"No estamos proponiendo una vuelta al pasado-aclaró- Pero sí considerar seriamente que así como no
todo lo nuevo por ser moderno es mejor, ni seguro, ni eficiente, ni sustentable -y por lo tanto tampoco
deseable-, no todo lo viejo o ancestral es inútil e inaplicable", finalizó Cappato.

¿Hubo adelantos en los últimos años?

Para el Coordinador de ENDEPA, los pueblos indígenas han ido ganando "pequeñas batallas". Entre
ellas, que el Ministerio de Ecología de Misiones postergue por un año la explotación que realizaba una
empresa forestal, que en el Chaco el Instituto de Colonización frene las adjudicaciones de tierras
fiscales que, en forma indiscriminada, estaba efectuando o que se frene la instalación de una mina de
oro en el sur argentino.
"Pero los pueblos indígenas son muy conscientes que, hoy día, se está produciendo una nueva
conquista motivada por quienes codician los recursos naturales de las tierras a las que históricamente
fueron desplazados", amplió.
Según Bournissen, las respuestas de las autoridades provinciales son "parciales e insuficientes" y tanto
el poder Ejecutivo como el Legislativo nacionales "no han dado ningún tipo de respuestas ante el
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avance incontenible de intereses económicos que pretenden las tierras tradicionalmente ocupadas por
los pueblos indígenas y los recursos naturales que hay en ellas". Prueba de eso es que un proyecto de
ley para evitar los desalojos de las comunidades está hoy frenado en la Comisión de Legislación
General de la Cámara de Diputados de la Nación, según dijo.
Viviana Figueroa consideró los pueblos originarios viven una realidad "delicada" si se mira los
resultados concretos. "Problemas que no existían antes, ahora se están convirtiendo en cosa diaria. Las
autoridades locales y nacionales no cuentan con políticas públicas que sean acordes a la visión de los
pueblos indígenas y su medio natural" y eso trae graves consecuencias.
Sí hubo avances en un aspecto. "Ahora los pueblos indígenas contamos con herramientas jurídicas que
no teníamos antes de la cumbre de Río en 1992, pero falta mucho por hacer", aclaró.
Oskar y Natalia, de Puente de Komunicación Mapuche Avkin Pivke Mapu dijeron estar contentos por la
forma en que va creciendo la conciencia entre los integrantes de su pueblo, sobre la necesidad de
defenderse ejerciendo sus derechos ancestrales y territoriales.
"Vemos cómo se van nutriendo nuestros espacios tradicionales de participación que son los Trawm
(Parlamentos) donde no puede ejercer control ningún mapuche a sueldo y mucho menos los Estados.
Estos espacios auténticamente Mapuche son la forma de organización que se está permitiendo dar
nuestro pueblo y esto, para nosotros, es un importante y grato avance".
"Paralelamente, vemos como los Estados actuales se han pintado una máscara hipócritamente
progresista. Tanto Lagos (presidente chileno) como Kirchner (primer mandatario argentino) lo mismo
que Pinochet (ex dictador chileno) o Menem (ex presidente argentino).
El gobierno chileno "aplica contra nuestro pueblo una ley de vanguardia fascista que fue firmada
durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Esta ley está en consonancia con la demencia
desatada con más fuerza, en los últimos años, por Estados Unidos y es la denominada Ley
Antiterrorista"
"Paralelamente, mantiene militarizado con fuerzas represivas el territorio donde hay presencia de
multinacionales, principalmente forestales, que están en abierto conflicto con el pueblo Mapuche.
Durante el gobierno de Lagos se produjo el asesinato de nuestro peñi Alex Lemún Saavedra, un joven
de 17 años, que murió a manos de un carabinero quien le disparó un balazo en la cabeza. Ese es el
gobierno supuestamente socialista que tiene Chile", denunciaron.
"En cuanto a Kirchner vemos con dolor cómo mucha gente se ha dejado convencer por su imagen. No
podemos dejar de señalar que gracias a él están entrando al territorio todas las multinacionales de la
minería", alertaron.
* Coordinador Nacional de ENDEPA - Boletin RENA

LA MADRE TIERRA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS Y EL CAMBIO


CLIMÁTICO
Por Noemí Villaverde Maza el 2 junio, 2015
http://revistamito.com/la-madre-tierra-de-los-pueblos-originarios-y-el-cambio-climatico/

De como los pueblos nativos entienden la naturaleza y su profecía.

“Ya no se habla de someter a la naturaleza, ahora hasta sus verdugos dicen que hay que protegerla.
Pero en uno u otro caso, naturaleza sometida y naturaleza protegida, ella está fuera de nosotros. La
civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con
la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro,
se dedica a romper su propio cielo” escribe Eduardo Galeano(1). El concepto de naturaleza de los
pueblos originarios es bien diferente: todo es una esfera de vida global.
AGIP, una de las más importantes empresas petroleras, firmó un contrato en Marzo del 2001 con las
comunidades Huaoraní de Ecuador, a las que, a cambio de ceder su territorio para construir una
plataforma petrolera, tender un ramal de oleoducto y extraer crudo, se compromete a entregar a cada
una de las seis comunidades Huaorani, literalmente:

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– 50 kilos de arroz.
– 50 kilos de azúcar.
– Dos cubos de grasa.
– Una bolsa de sal.
– Un silbato de árbitro.
– Dos balones de fútbol.
– Quince platos.
– Quince tazas.
– Un armario con 200 dólares en medicinas en una única partida.

La petrolera también acordó brindar a los indígenas un curso para promotores de salud y entregarles
una radio, una batería, un panel solar y 3.500 dólares para construir un aula escolar(2).
Lógicamente, la respuesta de algunos Huaoranis no se hizo esperar: cortaron las carreteras, tomaron
pozos petroleros y ocuparon el aeropuerto. Y es que las provincias no tienen carreteras asfaltadas, ni
energía eléctrica, y el noventa por ciento de la población vive en condiciones de pobreza. Las
compañías petroleras pisoteaban sus derechos y los derechos del medio ambiente, el gobierno les
abandonaba, los misioneros cristianos trabajaban para socavar su cultura, grupos ecologistas utilizaban
a los Huaorani como peones en una batalla mundial… y como se ha visto, muchos de los mismos
Huaorani fueron incapaces de resistir los sobornos(3).
Hace no tanto, en el 2013, el presidente de Ecuador Rafael Correa incluyó en su discurso el Sumak
Kawsay (“Buen vivir” en lengua kichwa) para comprometerse a respetar el medio ambiente y no tocar
las reservas de crudo que hay en los campos petroleros del Yasuní. A cambio, eso sí, pedía un fondo
internacional de 2.700 millones para compensar la pérdida de ingresos. Las instituciones más ricas del
planeta apenas fueron capaces de prometer unos pocos millones. “El factor fundamental del fracaso es
que el mundo es una gran hipocresía”, dijo Correa. Así pues, el presidente cambió su discurso, y en
este caso, el Sumak Kawsay no iba a dirigido al medio ambiente, sino a la erradicación de la pobreza
de las comunidades menos favorecidas.
Nada dijo de las más de 400 millones de toneladas de CO2 (similar a las emisiones de España en un
año), del peligro para la biodiversidad existente (100.000 especies de insectos, 150 de anfibios, 121 de
reptiles, 598 de aves y unas 200 de mamíferos, aparte de unas 3.000 de flora) y la salvaguarda de los
derechos de los pueblos indígenas que habitan en la zona, principalmente los Huaorani(4).
¿Sirve de algo un silbato de árbitro y un balón si no tienes tierras para jugar al fútbol? ¿Sirve de algo el
buen vivir si no tienes a la Pachamama de tu lado y del lado de tu comunidad, algo que las
generaciones que te precedieron insistieron en conservar?
Y aquí entra el concepto de ecología de los pueblos originarios.
“El entorno no es independiente de nosotros; nos encontramos dentro de él, al igual que él está dentro
de nosotros; lo creamos y nos crea” explica claramente Davi Kopenawa, un líder yanomami de Brasil.
“Maxitari” es como los Yanomami llaman al aliento del espíritu de la tierra. Y es que la Tierra,
aseguran, respira. En general, para los pueblos originarios, la naturaleza no es paisaje, no es una
propiedad, ni algo utilitario ni ajeno a ellos. La naturaleza está viva. El ser humano es parte integrante
de la Tierra. Y la Tierra y todo lo que contiene es fuente de vida.
“Eloheh” llaman los Cherokee a la Tierra, pero también significa historia, madre, cultura, orgullo y
religión(5).
“Pachamama” es quizás el concepto más conocido. La palabra “pacha” viene de “paya”, que significa
dos; y “chama”, que significa fuerza. Dos fuerzas cósmico-telúricas: lo visible (Pachamama) y lo
invisible (Pachakama).
Explica el filósofo Aymara Fernando Huanacuni Mamani: “Desde el pueblo aymara-quechua la
llamamos Pachamama (Madre Tierra), el pueblo mapuche dice Ñuke Mapu (Madre Tierra), para los
Ngobe Bugle de Panamá es Meyedobo (MadreTierra), para los Urus que siempre han vivido sobre las
aguas dirán Qutamam (Madreagua), que es la que les generó vida y los hermanos de la Amazonía
dirán Madre Selva en sus respectivas lenguas. Pero ningún pueblo que guarda la sabiduría ancestral
dice simplemente tierra, o planeta, o medio ambiente, hay una relación de familiaridad, de cariño, de
saber que vive; más aún que es nuestra madre”(6).
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“Odùa-Ilè-Àiyé” o Madre Tierra, le llaman los Yoruba en oeste africano. “Amalur” es la Madre Tierra
en la lengua euskara de los vascos de Europa. En el Rig-veda, el texto más antiguo de la India, también
se presenta el concepto de la Tierra como diosa madre.
La película “Birdwatchers”(7) es un retrato conmovedor de la pérdida guaraní de sus tierras. Cuando un
colono que dice ser el propietario de las tierras se enfrenta al líder de la comunidad, el hombre guaraní
se inclina, coge un puñado de tierra roja y empieza a comérsela. Con esta sencilla acción reivindica la
interconexión entre su tierra y su pueblo.
“Nosotros los indígenas somos como plantas”, dijo la ya fallecida activista Marta Guaraní. “¿Cómo
podemos vivir sin nuestra tierra, sin nuestro suelo?”.
“He ali‘i ka ‘āina, he kauwa ke kanaka”, “la tierra es el jefe, la humanidad su sirviente”, dice un
proverbio hawaiano. De acuerdo con el cántico antiguo de la creación, el kumulipo, los hawaianos
descienden directamente de la tierra.
En la lengua de los Okanagan o Syilx en Canadá, esto se vuelve literal: la Madre Tierra y el cuerpo son
referidos con la misma raíz silábica.
También los Mapuches en el sur de Chile son un claro ejemplo: “mapuche” significa “gente de la
Tierra”.
En la lengua de los Kanak o Canacos en Melanesia, el cuerpo toma las categorías del reino vegetal.
“Kara” designa al mismo tiempo la piel del ser humano y la corteza del árbol. La carne y los músculos,
“pié”, refiere a la pulpa o al carozo de las frutas. La osamenta del cuerpo se designa igual que el tronco
de un árbol, y también como los desechos de coral que aparecen en la playa. Los aparatos internos del
cuerpo llevan el nombre de un fruto de apariencia parecida: los pulmones se parecen al kuni, los
intestinos a las lianas(8).
De parecida forma, la lengua euskara de los vascos tiene cinco divinidades que corresponden a los
cinco elementos naturales: la tierra, el agua, el aire, la madera, el fuego. Estos principios de la
cosmogonía proporcionan cinco raíces léxicas que genera el vocabulario anatómico(9).
En estos ejemplos se vislumbra otro tipo de ecosofía donde el cuerpo anatómico no es un soporte o un
límite que otorga una individualidad, sino que se confunde con el mundo. El mismo cuerpo no se puede
fragmentar en partes como hace nuestra medicina, y tampoco se puede separar del mundo e incluso
del cosmos. Todo es una esfera de vida global. Un claro ejemplo es un término jotï o hotï de la
Amazonía venezolana, “jkyo jkwainï”, que se podría traducir como “respetar, cuidar y amar todo lo que
nos rodea por la conciencia de interdependencia”(10). No se entiende al individuo como una totalidad o
unidad que tiene valor en sí mismo, porque impera la consciencia de la interdependencia. La persona
es biosfera.
Nuestra sociedad en cambio tiene una noción de la historia como un proceso civilizatorio en el que nos
alzamos gradualmente por encima de la naturaleza. En realidad, esto es un mito más, ya que la
naturaleza no está fuera de nosotros y nosotras, sino que es un continuo que surge a través de las
acciones de todos los agentes vivientes.
El delicado equilibrio entre el ser humano y la naturaleza se ha mantenido durante milenios debido
única y exclusivamente a un respeto por sus límites. La prudencia, la responsabilidad y la reciprocidad
son, por tanto, requisitos necesarios. Como dice ell activista Mike Koostachin “nos encontramos aquí
por la previsión de nuestros padres, y tenemos la obligación de tener consideración por los que aún no
han nacido”. Oren Lyons contaba que entre los Onandaga, Iroqueses, “al caminar sobre la Madre
Tierra, posamos siempre los pies con cuidado porque sabemos que las caras de las generaciones
futuras nos miran desde abajo. Nunca las olvidamos”(11). Los penan de Malasia tienen incluso una
palabra que significa “nunca tomar más de lo necesario” y se dice “molong”(12).
Los pueblos originarios tienen, por lo general, una huella ecológica muy pequeña, pues han practicado
formas de vida sustentables desde hace miles de años. Por eso, han desarrollado un conocimiento muy
profundo de su entorno, un entorno que cada vez les parece más extraño. De hecho, son más
vulnerables que nadie frente a los cambios del planeta.
Los Inuit del noroeste de Canadá informan sobre hielo marino menguante, inviernos más cortos y
veranos más calurosos, cambios en la capa subterránea de hielo (permahielo) y aumento del nivel del
mar, avistamientos en el norte de pájaros que sólo se encuentran en el sur, menos nieve durante los
meses más fríos del año y menos mosquitos en verano. También se quejan de que no pueden confiar
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en las habilidades tradicionales para leer el clima, algo imprescindible para conocer las mejores fechas
de cacería y de siembra y cosecha.
El antropólogo Francesc Bailón destacó una palabra con la que nombran al cambio climático:
“uggianaqtuq”, una palabra en lengua inuktitut del norte de Baffin que significa comportarse de forma
inesperada, o de una manera desconocida. Hoy, el clima es un viejo amigo que se ha vuelto raro.
El Monte Kilimanjaro de Tanzania, África, ya ha perdido el 82% de su cubierta de nieve en los pasados
ochenta años, mientras que el monte Kenia perdió el 92% en un siglo. La expansión de mosquitos
expande enfermedades, y las sequías hacen peligrar el ganado.
Los Yanomamis de la Amazonia brasileña informan de que las lluvias llegan tarde, el sol se comporta
de una forma extraña. Además, advierten que los países ricos han quemado y destruido muchos
kilómetros de selva amazónica, y la tierra se está secando(13).
“No habrá un fin del mundo” asegura el activista sioux Floyd “Red Crow” Westermann, y advierte: “No
se trata del fin del mundo, sino de nuestro fin. Y la tierra se regenerará, porque tiene todo el tiempo del
mundo.”

PONENCIA DE MONS. FELIPE ARIZMENDI


EN EL SIMPOSIO: “ESPIRITUALIDAD CRISTIANA DE LA ECOLOGÍA:
AMBIENTES, ECONOMÍAS Y PUEBLOS"
Buenos Aires, Argentina,
22 de Agosto de 2010
 
 
INTRODUCCIÓN
 
Todos los seres humanos, en todos los tiempos y en todas las culturas, estamos en profunda relación y
dependencia de los elementos básicos de la naturaleza: la tierra, el agua, el fuego y el aire. Dios creó a
los seres humanos “con polvo de la tierra” (Gen 2,7); al morir, volvemos a la tierra, pues de ella fuimos
sacados: “Porque eres polvo y al polvo has de volver” (Gen 3,19). Por el desarrollo científico y
tecnológico de la humanidad, y porque el 80% de la población mundial vive en ciudades y lejos del
campo, algunos no valoran la importancia de esos elementos; sin embargo, son esenciales para todos.
Por no tener conciencia de su trascendencia vital, los estamos destruyendo. Los países y las regiones
con más desarrollo, son quienes más destruyen y devastan.
Los pueblos originarios, particularmente donde no han llegado avances del desarrollo tecnológico, dan a
estos elementos una importancia no sólo vital, sino hasta sacral, pues de ellos depende directamente su
vida y su sobrevivencia. Con todo, también ellos son afectados interna y externamente, y también
colaboran a su devastación. El pecado está en todas partes donde hay seres humanos.
 
1.  Luces de la espiritualidad ecológica indígena
 
La Virgen de Guadalupe, “modelo de evangelización perfectamente inculturada” (Juan Pablo II), en su
diálogo en el idioma indígena de Juan Diego usó unos términos teológicos propios de la cultura náhuatl,
para decir que Dios es: Tloque Nahuaque: el de cerca y de junto, el dueño de la cercanía, quien está en
nuestros cuatro lados; es decir, que camina delante de nosotros guiándonos; va detrás de nosotros
cuidándonos la espalda; va a nuestra derecha e izquierda sosteniéndonos para no irnos de lado; es el
que tiene capacidad de omnipresencia. Ipalnemohuani: El por quien se vive; El que da sustento a
cuanto existe. Teyocoyani: El hacedor de las personas. Ilhuicahua Tlaltipaque: El que tiene el cielo; el
que es dueño de lo que está sobre la tierra.
Este es el Dios a quien los pueblos originarios perciben cercano y junto, presente en toda la creación:
en el agua, en los cerros, en las cuevas, en la tierra, en el sol, en el rayo, en la lluvia, y también en la
enfermedad, en los sueños, en los acontecimientos. Y esta cercanía los lleva a expresar su fe, su
relación, su respeto, su reverencia y su adoración a Dios, por medio de ritos cargados de simbolismo,

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tomando los elementos de la naturaleza: ramas de los árboles, flores, incienso, velas, así como
procesiones, danzas y ofrendas de alimentos y de sangre de animales, muy semejantes a los ritos
judíos del Antiguo Testamento, prescritos por Dios mismo.
El corazón de estos pueblos está en íntima y profunda relación con el cosmos. Alaban a Dios y oran
hacia los cuatro puntos cardinales, los cuatro rumbos del universo. Viven su relación trascendente
desde el arraigo inmanente en la "madre tierra". Sus rituales reconocen la presencia de Quien es signo
de vida en el sol, la luna, el maíz.
Aunque algunos consideran dioses al sol y a la tierra, la mayoría los asume como los más grandes
regalos de Dios, por medio de los cuales El nos da la vida; por ello, a la tierra, de donde brota y se
sostiene la vida, se le califica como la “madre tierra”. También San Francisco de Asís la llamaba:
“Nuestra hermana la madre tierra”[1].
 
2.  Sombras anti-ecológicas indígenas
 
El hambre y la necesidad de sobrevivir han provocado que muchos indígenas tiren árboles sin
reponerlos y quemen los montes, para sembrar maíz y alimentos básicos. También utilizan abonos
químicos, que parecen hacer rendir más al campo, pero que lo matan y esterilizan. Abandonan sus
siembras tradicionales, y las cambian por semillas transgénicas, haciéndose dependientes de las
compañías transnacionales de alimentos. No hacen terrazas en las tierras en declive, para retener la
tierra fértil y no se vaya al río con la lluvia, y las laderas se van quedando sólo con piedras y arena,
desérticas e improductivas.
Algunos talan varias hectáreas de árboles para cultivar ganado, pero al no lograr una buena
comercialización, abandonan los campos. Sin árboles, se aleja la lluvia y se cae en un círculo sin
solución. La pobreza y la falta de cultura ecológica agudizan la marginación y provocan una migración
constante y creciente.
La lucha por la tierra y la ambición de acumular hace que se maten entre mismos indígenas, quitándose
unos a otros pequeñas parcelas, sea por problemas entre familias, sea por conflictos ideológicos y
políticos entre organizaciones sociales.
Esto que sucede entre familias y organizaciones, se agrava mucho más cuando son las grandes
empresas madereras y mineras las que explotan y agotan sin misericordia los recursos naturales de los
pueblos originarios, con la complacencia y corrupción de autoridades de todo nivel.
No siempre su relación es con un Dios trinitario, sino impersonal, salvo donde ya ha penetrado la
evangelización. Muchas veces expresan temor y miedo ante Dios y ante la naturaleza, temor explotado
económicamente por curanderos, brujos y adivinos explotadores. Es innegable que, en algunos
pueblos, hay expresiones que manifiestan signos de animismo, panteísmo y politeísmo, que algunos
agentes de pastoral no se atreven a tocar, por miedo de repetir una imposición del cristianismo; sin
embargo, cuando los indígenas descubren a Jesucristo, se liberan de ataduras y crecen en humanidad.
 
3.  Jesucristo, fundamento y centro de la espiritualidad ecológica indígena
 
Evangelizados por la Cruz de los primeros misioneros, encontraron un nuevo sentido a sus cruces: los
cuatro rumbos del universo: oriente-poniente, norte-sur; los cruces de los caminos; las flores del maíz;
las cruces de sus sufrimientos. Se identificaron profundamente con el Crucificado, y por ellos la Cruz de
Cristo aparece por todas partes; las fiestas y celebraciones al Cristo doliente permean toda nuestra
América indígena.
Sus fiestas rituales tradicionales, la mayoría de signo agrícola y cósmico, se integraron a las fiestas
cristianas, a veces en un sincretismo difícil de discernir. Desde el nacimiento hasta la muerte, la Cruz es
expresión de su cercanía con Alguien que les hace trascender el dolor y les da esperanza.
El agua, que brota de los montes, de las cuevas y de los manantiales, les lleva a Dios; en todas partes
ponen el signo es la cruz. La fiesta del 3 de mayo, día de la santa Cruz, es el día de ir a hacer oración a
los lugares donde brota el agua. Las fiestas de Semana Santa, del Corpus, de los Cristos dolientes, se
celebran con incienso, flores, cohetes, ramas de árboles y comida para todos, compartida por el
mayordomo o el alférez de la fiesta.
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En muchas partes, estas celebraciones exigen la Misa, que se ha hecho parte de la tradición y de la
cultura; donde no hay sacerdotes, o donde éstos no han asumido la cultura indígena, todo se queda en
oraciones, a veces salpicadas de bebidas embriagantes que todos deben consumir. No faltan excesos.
Cuando ha habido una evangelización inculturada, los indígenas se apasionan por la Palabra de Dios,
que los libera; aman a Jesús, a quien sienten muy cercano e identificado con su sufrimiento; piden el
bautismo generalizado para todos; aprecian la Eucaristía y la Reconciliación. Sin embargo, cuando los
agentes católicos de pastoral no llevan al encuentro personal con Cristo vivo, sino que se reducen a
conservar intactos los ritos indígenas, sin llevarlos a su plenitud en Cristo, o insisten mucho sólo en
promover el desarrollo humano y la conciencia crítica ante los sistemas sociales, políticos y
económicos, muchos indígenas cambian de religión y se van con los protestantes, que les insisten
fundamentalmente en aceptar a Cristo como su Salvador y serán salvos. Al hacerse protestantes,
algunos descalifican su propia cultura indígena, muy ligada a los elementos de la naturaleza; satanizan
todos los ritos indígenas, considerándolos idolátricos, sin conocerlos a fondo.
Nuestro reto es anunciar a Cristo liberador, en forma integral. No debemos imponer el cristianismo, pero
sí ofrecer la plenitud que Cristo nos trae, con su muerte y resurrección. El es quien nos revela
plenamente el Reino de Dios, quien nos da su Espíritu para que podamos construir la tierra sin males,
otro mundo posible, la tierra que mana leche y miel, la tierra de la flor, un nuevo cielo y una nueva tierra.
 
4.  Testimonios
 
Comparto testimonios de algunos sacerdotes indígenas y de otros agentes de pastoral que desde hace
años han consagrado su vida a estos pueblos en diversas regiones de nuestra América Latina. Ellos
nos describen su propia vivencia sobre la espiritualidad ecológica de sus etnias:
De la etnia kuna, en Panamá, dice el P. Félix de Lama Alcalde: En la vida, cultura y religión kuna la
tierra es un tema central. Toda la experiencia cultural y religiosa del pueblo kuna está asentada en una
íntima relación con la Madre Tierra (Nana Ologwadule). La tierra es el principio de la vida; ella
representa a la mujer que concibe, gesta y da a luz. De este modo, surge nuestra comprensión de la
tierra como la Gran Madre. De la misma manera que ella lo genera todo y crea las condiciones
apropiadas para la vida, también lo acoge todo y lo recoge todo en su seno. Al morir, retornamos a ella,
regresamos a su generoso y fecundo útero.
Estamos tan estrechamente unidos a Nana Ologwadule que podemos decir que somos “tierra”, pues
hemos sido formados con la mejor arcilla, a partir de ella tomó forma nuestro “burba” y a ella volvemos
cuando morimos. Tenemos en nuestro cuerpo, en nuestra sangre, los elementos de la tierra y, por eso,
no podemos ubicarnos ante ella como ante un objeto extraño y sin vida.
Baba y Nana (nombres kunas de Dios) nos crearon con el propósito de ser guardianes de la tierra:
proteger, hacer productiva y defender la tierra. Baba y Nana nos han llamado a la vida para cuidar de
ella, hacerla habitable para todos, conservarla en armonía y belleza.
Cuidar de la Madre Tierra es cuidar de los hermanos y hermanas, es procurar que a nadie le falte nada
de lo necesario, es protegernos mutuamente. Esta es la manera de mantener joven la Madre Tierra.
Todos tenemos el deber de trabajar. El trabajo de todos hace más bella y hermosa a la Madre Tierra. Y
todos tenemos el derecho de gozar de sus frutos.
La Madre Tierra no niega a nadie su leche. Ella dispone cada día una mesa para que todos sus hijos se
alimenten y celebren una fiesta sobre ella. Todos los seres vivos son nuestros hermanos, todos son
hijos de la Madre Tierra, a todos nos cuida y todos tenemos una obligación de mantener su armonía. La
fiesta sobre la Madre Tierra es un banquete donde todos debemos estar pendientes que nadie quede
privado de nada. Que ningún pequeño sea excluido y olvidado, que todos se sacien.
 El P. Eleazar López Hernández, del pueblo zapoteca, en Oaxaca, México, con amplia experiencia de
otros pueblos del Continente, dice: “A partir de mi experiencia de ser indígena y de ejercer el ministerio
sacerdotal en la Iglesia Católica, puedo afirmar que para los pueblos de la Biblia y para los pueblos
indígenas de Mesoamérica la relación con Dios involucra necesariamente la tierra, de la que procede
todo y de la que procedemos todos. Para los pobres de Yavé y, con más énfasis, para los pobladores
originarios de este continente, nadie ni nada se puede entender sin una relación estrecha con la tierra,
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que es matriz, resguardo y sostenimiento de toda manifestación de vida en nuestro pequeño territorio y
en nuestra gran casa.
Por eso para quienes estamos vinculados a los pueblos nativos de estas tierras y también para quienes
se sienten interpelados por la construcción de “otro mundo posible” a partir de una perspectiva
ecoteológica o geoteológica nueva, hace falta comprender mejor tanto el pensamiento bíblico cristiano
como el pensamiento indígena acerca de la tierra a fin de asumir de ambas vertientes –que conforman
hoy el alma del pueblo latinoamericano-,[2] la riqueza espiritual que nos movilice a luchar porque se
haga realidad ese “cielo nuevo y esa tierra nueva” del evangelio de Cristo, y esa “tierra sin males”[3] o
“tierra de la flor”[4], soñada por nuestros antepasados y que resulta del “Suma Kausay”[5] o vida en
armonía entre nosotros y con todas las hijas e hijos de la Madre Tierra.
En la experiencia teologal indígena de Mesoamérica la tierra ocupa un lugar central e indispensable.
Toda vida viene de la tierra, que es el mayor sacramento de Dios (a quien llamaron Ipalnemohuani =
Aquel por Quien vivimos), el que constantemente nos da la vida. En los mitos de las culturas del maíz,
la tierra es la energía vital originaria, un ser vivo que nos vivifica. La vegetación es su piel o su vestido,
en las cuevas de los cerros está su vientre, los ríos son sus cabellos; cualquier parte de ella son los
brazos con que nos acaricia y nos protege, porque todos los vivientes somos sus hijas y sus hijos.
La fraternidad como ideal ancestral de los pueblos indígenas resulta del hecho de que todos somos
“parientes” por venir de la misma madre, que es la tierra. Los humanos no estamos por encima de esta
lógica, ya que compartimos la vida con las piedras, las plantas y los animales.
Según los mayas hubo varios proyectos previos de humanidad que se caracterizan y se distinguen por
el  material diverso tomado de la tierra, que Dios usó para formarla: madera, barro, piedra, monos (cfr.
Popol Vuh).[6] Representan estilos distintos de vida. Todos fracasaron porque les faltó solidez,
capacidad de movimiento y, sobre todo, conciencia  y sentimientos (corazón). Sólo las mujeres y los
hombres a quienes Dios hizo de maíz subsistimos hasta nuestros días, porque somos los verdaderos
interlocutores de Dios, los que le reconocen, le alaban y se constituyen en sus colaboradores para
mantener la armonía de la vida en la tierra. La llamada “cruz maya” representa el ideal de la armonía de
todo cuanto existe. Los humanos somos los guardianes y reconstructores de esa armonía.
Para los mesoamericanos Dios es Corazón del Cielo y Corazón de la Tierra. Y lo representaban en
Quetzalcóatl, Kukulkán o Gucumátz, que carga el cielo por encima de la tierra, para formar así nuestra
casa que es el mundo. También los humanos fuimos creados por Dios para colaborar con Él en esa
tarea de levantar el cielo sobre la tierra y mantenerlo como ahora está. Para ello debemos ponernos en
equilibrio y en armonía en el centro, allí donde se cruzan los rumbos del universo y, por medio del
servicio al pueblo, volar como hacen ritualmente los totonacas, colgados de un palo alto, entre el cielo y
la tierra, e ir descendiendo al dar 52 vueltas, formar el siglo mesoamericano, símbolo de la historia en la
que hoy vivimos en la tierra. O danzar, como lo hacen los rarámuris o tarahumaras, zapateando sobre la
tierra como si fuera el gran tambor de la vida. Y es que Dios solito no quiere llegar al culmen de la
creación ni mantener la armonía de la vida; los humanos hemos sido formados para ser colaboradores
de Él en esta tarea. Es lo que expresa el mito de cómo resolvió Dios  el caos de la caída del cielo sobre
la tierra, creando a la humanidad para que junto con Él pusiéramos el universo como ahora está.
Para el indígena mesoamericano la tierra no nos pertenece; más bien nosotros pertenecemos a la
tierra. Vivimos por ella, estamos en ella, terminamos en ella. Porque somos sus hijas e hijos; somos su
familia al lado de los demás seres de la creación. La tierra, entonces, no se puede vender porque no es
mercancía, sino que forma parte constitutiva de nosotros mismos.
Sembrar la tierra no es propiamente un trabajo, sino una relación o colaboración amorosa para que la
Tierra nos dé el alimento, como lo hace una madre. Por eso, sembrar es un acto sagrado (litúrgico) que
exige primero pedir permiso y luego pedir perdón; hacer sacrificios y prestar colaboración con la tierra
manteniendo la reciprocidad; ya que si ella sufre para producir el maíz, nosotros debemos también sufrir
por ella respetándola, cuidándola y defendiéndola contra toda agresión.
El Cielo indígena, nuestra utopía, es Xochitlalpan, la tierra de la flor, que es la verdadera tierra, o sea el
lugar de la sabiduría, de la belleza, de la armonía; también es Tonacatlalpan, la tierra de nuestra carne
y de nuestro sustento, esto es, lugar de la abundancia, del bienestar, del derecho a la vida para todos
los hijos de la tierra. Por eso buscamos construir esta utopía desde aquí y ahora, a través de la

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verdadera “fraternidad”, a través de la defensa de la “comunidad”. Por esto en algunas regiones del
Continente, a esta utopía le llaman “Tierra sin males” (Guaraníes).
La perspectiva capitalista imperante, que mira la tierra y sus componentes sólo como medio de
producción y por eso la explota degradándola con tecnologías dañinas, se contrapone a la perspectiva
indígena y a la perspectiva cristiana, porque está en contra de la vida. Sólo es posible la vida si
respetamos y colaboramos con la Madre Tierra. Nosotros necesitamos de ella y ella necesita de
nosotros; además, ella tiene derechos que deben ser reconocidos y respetados por todas y todos.
Volver a la relación armónica con la tierra y con todas sus hijas e hijos es condición indispensable para
superar la crisis actual. La austeridad indígena  en el uso y consumo de los bienes de la tierra es el
único camino que podrá revertir la depredación y contaminación que se ha echado sobre el planeta, por
causa de la explotación irracional, de la ambición de tener y del consumo voraz de los bienes de la
creación, acaparados por unos cuantos.
También en este aspecto los indígenas tenemos, en los mitos y sabiduría ancestral de los pueblos,
semillas de un mundo nuevo y justo, donde la vida sea posible en paz y armonía, y donde el ideal de
Cristo también se pueda hacer realidad: “Yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn
10,10).
Cuando en el área mesoamericana hablamos de “casa”, (de donde viene el término “ecología”), los
indígenas nos referimos a la realidad material de la construcción donde habitamos, pero de inmediato
nuestra mente se remonta a la categoría de casa grande donde habita la comunidad, donde vive el
pueblo, y en casa aún mayor, la tierra, donde existimos como humanidad. Es decir que nos referimos al
planeta tierra y al universo, que es la verdadera casa de todas y de todos. Esto indica de qué manera la
temática y la preocupación ecológica no nos llega por la actual crisis del medio ambiente, que obliga a
los más lúcidos de la sociedad occidental a pensar mejor las cosas, sino que forma parte integrante de
nuestra perspectiva ancestral, que ha sido agredida en el encuentro con la sociedad colonial y ahora
está atacada más violentamente por causa de la crisis.
Los indios de este continente no nos sentimos escoria o basura Nosotros somos hijas e hijos del cielo,
de la nube o de la lluvia. Somos el fruto de la relación de amor de nuestro Padre el Sol y de nuestra
Madre la Tierra.
Los mayas consideran que todos tenemos una misión al nacer y tenemos que buscar cuál es nuestro
lugar en el universo. En la medida que ayudamos a mantener y recrear la armonía personal, social y
cósmica, cumplimos con nuestra misión de colaboradoras y colaboradores de Dios.
Lamentablemente estos valores están siendo abandonados por hermanos indígenas a causa de la
migración o influenciados por la educación alienante y por  los medios de comunicación social. Pero hoy
tenemos que recuperar esos valores, fortalecerlos y ofrecernos a los demás miembros de la sociedad y
de la Iglesia para construir juntos el mundo nuevo que queremos.
El P. Clodomiro Siller, antropólogo cultural, investigador de las culturas indígenas, sobre todo
mesoamericanas, escribe: “La teología de la tierra consiste en hacer la experiencia de Dios en las
relaciones que tenemos con la tierra.
La vida de la humanidad depende del alimento que da la tierra. Entre la tierra y la humanidad hay un
lazo íntimo. La humanidad fue sacada de la tierra fecunda (adamáh) (Gen. 3, 19). "Dios formó a la
humanidad con tierra fecunda" (Gen. 2,7): Húmus = tierra; humánitas = humanidad. La Biblia presenta a
Dios como alfarero, modelando al hombre con tierra. Todo esto es un simbolismo muy profundo, lleno
de muchos significados. Entre la humanidad y la tierra existe una relación muy estrecha. El hombre
cultiva la tierra, saca de ella su alimento y cuando muere vuelve a ella. En hebreo humanidad se dice
"adam", y tierra fecunda "adamáh". Adán es el terroso, el que fue hecho de la tierra.
Todas las civilizaciones vieron este lazo íntimo entre la tierra y el hombre, y muchas de ellas lo
expresaron en sus culturas como la "tierra madre". Los quichuas del Perú a la tierra la llaman: "Pacha
Mama = madre tierra." Ella es el centro vital de su existencia, que sintetiza toda la fuerza de su
religiosidad. Es considerada como una fuerza vital de la Naturaleza. La intuyen como un gran seno
materno fecundo, que cobija a todos los seres vivientes y proporciona el alimento necesario para todos.
La miran como a una divinidad femenina, benigna, pero reclamadora de "pagos" y ritos propiciatorios.
Esta creencia del mundo andino es muy antigua, anterior al imperio incaico.

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Para el campesino latinoamericano, en la actualidad la tierra sigue teniendo vivo el sentido de respeto y
hasta veneración a la tierra de sus antepasados. Y esta última comunión es mucho más sentida en los
pueblos indígenas, sobre todo en los que menos influencia han recibido de nuestra civilización.
Con frecuencia a algunos les ha parecido que el culto a la Madre-Tierra, en sus diversas formas, es
contrario al cristianismo o ajeno a él. Cuando se convive con campesinos se da uno cuenta que este
culto ha sido enraizado dentro de la fe cristiana y enriquece su simbolismo. No se trata generalmente de
una idolatría, sino de un modo ritual de agradecer a Dios su presencia vital en la tierra. Esta actitud de
los indígenas hacia la tierra, hace del trabajo campesino un encuentro con Dios.

Ese respeto y culto:

. Expresa la tenaz resistencia de los indígenas y campesinos contra la cultura envolvente,


que solo trata a la tierra, como propiedad privada y como mercancía.
. Expresa armonía y reciprocidad con la tierra; y un rechazo a la cultura occidental, que
aniquila la cultura campesina.
. La actitud milenaria que los indígenas y campesinos tienen hacia la tierra es de veneración
y armonía con la tierra en la que Dios actúa y está presente.

Las técnicas y valores del mundo capitalista consideran a la tierra como un simple factor en la
producción, objeto de compra y venta y de manipulación técnica. En la medida en que esta ideología
penetra en el alma campesina, poco a poco se va rompiendo la íntima relación que existía entre Dios y
la tierra.     
El P. Nicanor Sarmiento Tupayupanqui, indígena peruano, expresa: Los modelos actuales de desarrollo
industrial basados en el lucro económico han creado el deterioro progresivo de la naturaleza. A tal
punto, que algunas de sus consecuencias son irreversibles para las futuras generaciones, miles de
especies de animales y plantas no serán conocidas más que fósiles de laboratorio.
¿Quiénes sufren sus inmediatos efectos? La gran mayoría de las empresas petroleras, madereras y
mineras se encuentran en tierras indígenas. Estas empresas nos envenenan con los humos de sus
fábricas, contaminan nuestros ríos y lagunas, talan nuestros árboles de manera irracional. Lo más
injusto es que se llevan nuestros recursos naturales y económicos generando la pobreza en todos sus
aspectos.
Según la visión cristiana, el universo es creación de Dios, es un don, un regalo para el hombre. Por eso
la preocupación por la ecología forma parte de la misma raíz del cristianismo: la de preservar la
integridad de la creación de Dios, confiada al hombre. Este principio bíblico y cristiano las comunidades
indígenas lo practicaron y practican hoy en día, por ello los indígenas se convierten en los maestros de
las relaciones con la naturaleza. Si queremos un ambiente sano donde la naturaleza no es sólo objeto
de explotación sino lugar de relaciones y de realizaciones humanas, tenemos que recurrir a los
indígenas para aprender de su sabiduría milenaria y cósmica.
La preocupación ecológica ha sido y es parte de las reivindicaciones indígenas, debido a que las
relaciones indio-naturaleza tienen una dimensión integral: social, económica, política y religiosa. El lugar
de la comunidad es un lugar sagrado donde se crea la vida.
Podemos afirmar sin lugar a equivocarnos, que la visión indígena de la naturaleza, del cosmos, es
relacional. Para el indígena, la tierra es la Pachamama[7], es decir, el rostro femenino de Dios; en ella
se cultiva y se cría la vida, es cuna de la cultura, el lugar donde se forja el hombre. El indígena se
relaciona con la naturaleza como padre y madre dadores de vida, los demás seres vivientes llegan a ser
los hermanos y las hermanas que cohabitan con el hombre.
Clodomiro Siller, hace notar que los indígenas o la sabiduría indígena son capaces de trascender de lo
ecológico a lo teológico, de descubrir y encontrar la manifestación de Dios en la naturaleza y poder
alabar a Dios a través de las criaturas:
“Si esa experiencia la verbalizáramos hoy diríamos que el sol y las estrellas son la obra de Dios; que en
los cometas, en el día y en la noche, en la fecundidad de la tierra, en la lluvia, en el buen temporal, en el
trabajo agrícola, en la cosecha, en las nubes, en el viento, en la niebla, en el rayo, en el trueno, en las
montañas; en los montes en los volcanes, en los grandes árboles, en los manantiales, en los ríos y en
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sus fuentes, en los lagos y lagunas y en los mares los indígenas ven la presencia y acción de Dios).
Cuánta gente del mundo moderno puede hacer esta experiencia teologal? Llegan sí a lo ecológico, pero
no a lo teológico. Naturalmente que los indígenas no hablan así como lo estamos expresando; por
decirlo de alguna manera, ellos ‘divinizan’ las fuerzas de la naturaleza”[8].
Las mismas teologías indígenas se presentan como alternativas viables al deterioro ecológico. Nuestra
relación íntima con la naturaleza, definida por: el respeto a la creación, mantener el orden de la
naturaleza y restablecerlo, ponernos continuamente en equilibrio con Dios y su creación, y la
interpretación de los fenómenos naturales. Es vivir la vida como una fiesta continua, celebrando el
banquete y el compartir entre hijas e hijos de la Pachamama. Las teologías indígenas reducirían
significativamente o erradicarían la devastación ecológica en el mundo de hoy.
El mundo indígena sin discurso pero con una praxis real, ha ido alcanzando alternativas, hasta que los
ecologistas se fijaron como una alternativa ecológica valida. Cazar, pero no para el comercio y cultivar
la tierra para vivir, pero cuidando la tierra, entrando en reciprocidad con ella a través de tecnologías
tradicionales que incluyen la dimensión simbólica religiosa, constituyen hoy en día en uno de los medios
de sobrevivencia creativa para el presente y el futuro de la humanidad.
Los indígenas afirman que la preocupación por la ecología forma parte de su ser indígena; es decir
antes de que surgieran los movimientos ecológicos, ellos eran conscientes y vivían en armonía con la
naturaleza.
La cultura moderna, después de haber hecho una explotación indiscriminada de la naturaleza, a través
de la tala de árboles, la contaminación de ríos y las explotaciones mineras, hoy pregona la ecología,
que es un valor propio de los pueblos indígenas andinos y que tiene que ver con el equilibrio del
hombre, con el Ser Creador, con los otros y con la naturaleza”.
La ética ecológica debe asegurar el equilibrio indefinido entre la humanidad y la naturaleza. Debe
proclamar los derechos ecológicos que deberían ser aceptados por todos los códigos del mundo. Ser
regulada por las leyes nacionales e internacionales. El clamor de los movimientos ecologistas debe ser
acogido como un clamor de toda la humanizad, porque habitamos un mundo finito.
La moral ecológica implica una actitud seria de responsabilidad individual y colectiva. La moral
ecológica debe ser fundamentado bajo los siguientes principios:
 
Todo debe orientarse hacia el bienestar de “todo hombre y de todos los hombres”, en un
ambiente de racionalidad, de respeto y fraternidad universal.
Las generaciones futuras tienen el derecho de recibir un mundo realmente habitable.
Los cristianos estamos llamados a promover la cultura de la vida, “ser amantes de la vida,
de toda clase de vida, no portadores de muerte”.
 
Hemos de avanzar hacia un mundo de fraternidad, de solidaridad, de igualdad. El sol, el aire, el agua, la
naturaleza entera es de todos por igual.
Para los cristianos es un reto dejar de justificar desde la Biblia, que el hombre tiene soberanía y poder
absoluto sobre la naturaleza. El ideal indígena, por lo tanto, no es la dominación, sino más bien la
complementariedad y la armonía. En esta visión, el objetivo de la vida es más cumplimiento que el
progreso o la superación La visión indígena valora la relación tridimensional hombre-naturaleza-Dios.
Dios se revela al indígena a través de la Naturaleza; por tanto, la relación del hombre con sus
semejantes, como la relación del hombre con la naturaleza exigen comportamientos morales del
individuo y de la comunidad.
Los cristianos de las diferentes culturas y de diferentes condiciones sociales estamos llamados a
preservar la integridad de la creación. Porque creemos en el Dios de la vida y valoramos el principio del
bien común.
Los miembros de las diferentes culturas indígenas del continente de la esperanza estamos llamados
iluminar con nuestra sabiduría milenaria los proyectos de desarrollo industrial y económico.
Promoviendo el desarrollo sostenible, es decir, seguir produciendo pero sin destruir de una manera
irreversible los recursos naturales. Buscar el equilibrio entre el crecimiento poblacional y el
mejoramiento de la calidad de vida, conjugados con un modelo de desarrollo  que preserve los
recursos  indispensables de la naturaleza: suelos, agua, atmósfera, flora y fauna.
25
Dejar de justificar desde la Biblia o las teologías cristianas el dominio del hombre sobre la creación.
Porque la pachamama es el lugar de relaciones y realizaciones humanas, ella es sagrada, porque es
dadora la vida. Que nuestra relación con el medio ambiente sea de respeto, de reciprocidad y de
armonía.
Como hijos e hijas de Dios, miembros de las iglesias cristianas  y discípulos del Señor Jesús,
reafirmamos nuestra esperanza regada por la sangre de miles de indígenas mártires en que: “Los
árboles den fruto, los ríos no se sequen, reverdezcan los cerros. Que en un nuevo amanecer, juntos
todos los pueblos, dancemos la danza de la vida en plenitud, comamos y bebamos saboreando juntos
lo que Dios Mama y Tata nos ofrece”[9]. Una vez más reafirmamos nuestra fe, en el hombre nuevo
revestido de Jesucristo, en los cielos nuevos y la tierra nueva para todos.
El P. José Bartolomé Gómez Martínez, totike (tsotsil-tseltal) de Chiapas, comparte:
Nuestros pueblos y ancianos originarios reconocen que la Tierra es Madre generosa, generadora de
toda la vida. Entonces debemos darle el mismo respeto y veneración que profesamos a nuestras
madres. Respeto implica reconocer que cada ser tiene valor por sí mismo, por el mero hecho de existir
y que, al existir, expresa algo del Ser y de aquel espíritu del cual todos provenimos y al cual todos
retornamos. Los pueblos originarios dan testimonio de la veneración ante la majestad de universo, el
respeto por la naturaleza y por cada uno de sus representantes. En un sentido religioso, cada ser
expresa al propio Creador.
La crisis ecológica mundial deriva en buena parte de la sistemática falta de respeto a la naturaleza y a
la Madre Tierra. La devastación de la naturaleza y el actual calentamiento planetario afectan a todos los
pueblos, no respetando los límites nacionales, ni los niveles de riqueza o de pobreza. Los ricos tienen
más medios para adaptarse y mitigar los efectos dañinos del cambio climático. Pero los pobres no
tienen cómo defenderse. Sufren más los daños de un problema que no han creado (o que son co-
participes al usar productos químicos).
Recuperando el espíritu de nuestros pueblos originarios, es posible otra relación con la madre-tierra,
más en armonía son su ciclos y respetando sus límites. La Madre Tierra está viva pero es finita, con
recursos escasos y limitados. Se parece a nosotros, también se enferma. La crisis ecológica es una
oportunidad de cambio hacia otro tipo de sociedad más respetuosa e incluyente. Todos los seres vivos
somos interdependientes, todos tenemos un destino común. Debemos convivir, compartir
fraternalmente entre sí.
Tenemos que poner el corazón al centro, para salvar a la Madre Tierra y sus ecosistemas. Debemos
ponernos en el lugar del otro y tratar de ver con sus ojos. Así veremos dimensiones diferentes y
complementarias de la realidad. Respetar las diferencias culturales (campesina, urbana, indígena,
masculina, femenina, etc.); todas ellas muestran formas distintas de ser humano, en relación con la
ecología. Valorar la contribución de las mujeres; ellas son portadoras naturales de la lógica de la
complejidad y son más sensibles a todo lo que tiene que ver con la vida.
Para los problemas de la tierra no hay una solución, sino muchas, que deben surgir del diálogo, de los
intercambios y de la complementación entre todos. Como en algunas de nuestras comunidades
indígenas que se toma en cuenta a todos: niños, mujeres, ancianos. Se necesita solidaridad universal,
responsabilidad colectiva y cuidado de todo lo que vive y existe. Es fundamental la conciencia de la
interdependencia entre todos y de la unidad entre madre Tierra y Humanidad.
Promover la vida de sencillez, que se contraponga al consumismo. Se puede vivir mejor con menos,
dando más importancia al ser, que al tener y al parecer. Cultivar valores relacionados con la
espiritualidad, la gratuidad, la solidaridad, la cooperación y la belleza (es parte de la ecología integral),
como los encuentros personales, los intercambios comunitarios, las artes”.
El P. Mario Pérez, sacerdote náhuatl que trabaja con la etnia totonaca, en la Sierra Norte de Puebla,
México, llama a la tierra “madre de la humanidad” y nos dice:
“Podemos afirmar que la vida de la humanidad depende enteramente de las riquezas que nos brinda la
Madre Tierra, de la fertilidad de su sueldo, de los nutrientes que nos proporciona. Es la tierra el marco
providencial de nuestra vida toda. Por eso la tierra es quizá el mayor sacramento del Hacedor y
Conservador de la vida. En ella se revela Dios como Nuestra Dignísima Madre, Tonantzin, en la lengua
náhuatl de México.

26
Al investigar en la historia constatamos que no solamente los pueblos de la Biblia sino todas las
civilizaciones antiguas percibieron este vínculo íntimo entre la tierra y la humanidad, de tal manera que
es constante que esto se exprese bajo la imagen muy realista de la “Tierra Madre” o de la “Tierra
Mujer”. En la Biblia vemos que Dios utiliza la experiencia de los vínculos que con la tierra va a hacer la
humanidad para dar a entender a las personas los vínculos que El quiere establecer con ellas, a través
de alianzas. Así no sorprende ver que la tierra y sus bienes materiales ocupan un puesto importante en
la revelación. La tierra está asociada a la humanidad en toda la historia de la salvación, desde los
orígenes hasta la espera del Reino venidero. En base a esto es obvio que la imagen de la “Tierra
Nueva” polarice todo nuestro ser y quehacer como cristianos, nuestra “espera esperante” es una “nueva
tierra en la que habite la justicia” (2 Pe.3,13; Ap.21,1).
Desde la tierra se construye la armonía cósmica y total de la vida. Los seres humanos somos tierra que
se ha vuelto carne. Por eso ellos afirman: “nosotros somos tierra, nacimos de la tierra, la tierra nos
alimenta y nos a mantiene, y cuando morimos regresamos a la tierra, o sea finalmente nos volvemos
tierra”.
En general los pueblos indígenas mantienen con la tierra una relación mística, todos los pueblos
originarios a la tierra la consideran su Madre, de tal manera que, como afirman, no son ellos los que
poseen la tierra, sino es la tierra la que los posee a ellos, más aún los indígenas son la tierra. Por eso
hay en dichas comunidades un amor entrañable a su tierra y un profundo respeto ecológico y sagrado.
Para las comunidades indígenas, trabajar la tierra tiene un sentido profundamente humanizante, dado
que, mediante dicho trabajo no solo se construye, mantiene y desarrolla la comunidad, sino que incluso
se respetan los ritmos profundos de la vida y el equilibrio de la ecología que les garantiza su
sobrevivencia: pero no solo a ellos sino a todos los seres vivientes. La tierra para ellos es no solamente
un territorio geográfico o un medio de producción; es sobre todo un espacio religioso con el que
mantienen relaciones místicas, es lugar de sus mitos, de su historia y de sus antepasados, de sus
celebraciones y fiestas; finalmente, lugar de su esperanza y de su identidad.
En ellos está, también, la revelación de Dios sobre la tierra, porque como enseñaba Juan Pablo II: “…
desde antes de la evangelización había en vuestro pueblos –refiriéndose a los Indígenas- semillas de
Cristo… fue Él quien alumbró el corazón de vuestros pueblos, para que fuerais descubriendo las huellas
de Dios en todas sus criaturas: en el sol y en la luna, en la buena y grande Madre Tierra….”[10]
Efectivamente, la tierra nos ofrece la energía que nos vitaliza. Todo, absolutamente todo, lo que nos
rodea tiene su origen o tiene relación con la Madre Tierra. La tierra ha parido la era actual en la que
vivimos. La conclusión a la que vamos llegando es: de la tierra salimos y a la tierra volveremos,
finalmente nos volveremos tierra.
Otra parte de la tierra de indiscutible importancia eran para los antiguos y actuales mexicanos son las
cuevas. De las cuevas brota la vida. De ellas sale el agua, los manantiales.
En la historia de los pueblos de México, que es también historia de salvación, siempre está en juego la
tierra. Para los agentes de pastoral, son grandes los desafíos que presenta la Teología y la Pastoral de
la Tierra, entre los cuales encontramos: la relación de la humanidad con la tierra; la tenencia de la tierra;
los cultivos alternativos y el modo orgánico de cultivar; la relación ciudad – campo; las luchas actuales
por la tierra; hacer vida y realidad la “Tierra Nueva”. Un primer paso, no el único, sería retirarnos a una
cueva o al monte a orar y discernir nuestros quehaceres teológico-pastorales, nuestra misión y
compromiso histórico, como Jesucristo nos enseñó”.
La Hna. Marisela García, HDP, que da su servicio con mujeres indígenas tseltales que han optado por
la vida consagrada, nos comparte algunas de sus experiencias:
“La Divinidad para los pueblos mayas es la Divinidad del JUNTO y CERCA, su presencia continua y viva
en todo, todas y todos. Torna la realidad en sagrada, porque Ella está presente en cada cosa, en cada
ser viviente y acontecimiento, que merece respeto, cuidado y reciprocidad. Así nombran a todo lo que
hay a su alrededor: “la santa agua”, “la santa yerba”, “la santa florida resina” aún a los elementes que
llamamos inanimados, “la santa piedra”; y son cariñosos con aquellos elementos que están más
dañados o descuidados: “nuestra pequeña santa montaña”. Hay una unión mística entre todos los
seres, con lo cual los y las Tseltales se sienten pertenecientes a un todo mayor y en armonía.
Ella da la vida y el sustento. Sin embargo puesto que para cultivarla habrá que maltratarla, porque hay
que cortar sus ramas, abrir y sembrar, lo cual supone ruptura de la armonía con ella, falta de cuidado,
27
se le pide perdón con un rito en la milpa. Por respeto se le pide antes perdón, y se le ofrecen dones,
para que ella nos dé sus frutos a tiempo y no se bloque la interconectividad. Todo está vivo y contribuye
a nuestro bienestar y nosotras tenemos que contribuir al bienestar de cada ser vivo en esta tierra.
Un pequeño trozo de oración que hacen para la siembra: “Venimos a hablarte, a pedirte perdón porque
vamos a lastimar tu santo rostro, vamos a dañar tu santa cara, vamos a cavar y hacer surcos”.
 
Oración para sembrar la cruz al empezar a construir una casa: “Santos cuidadores y cuidadoras, junten
su poder, tierra florida somos tus hijas-os, santo mundo somos tus hijas-os. Santa Madre Tierra, eres
nuestra engendradora, somos los retoños de tus manos, somos los retoños de tu corazón, somos Hijas
e Hijos de Dios”. Con esta oración se ofrecen dones –comida- a la tierra por todos los bienes recibidos,
por el cuidado con que la madre tierra nos alimenta de mil maneras y que nosotras y nosotros
regresamos agradecidos en el mutuo compartir.
Las actitudes básicas de un hombre y mujer verdaderos para cuidar de la armonía con toda la creación
son el respeto, el cuidado y la reciprocidad, que refleja que reconocen en ella la presencia irrenunciable
de la Divinidad, con quien platican como modo de alabar. Quien deja de vivir así, deja de ser hombre o
mujer verdadera, rompe la interconectividad y vivirá en desgracia con ella y con todo lo demás que le
rodea”.

[1] Cántico de las creaturas, 9. Citado en el Documento de Aparecida, No. 126


[2] En Aparecida el Papa Benedicto XVI definió así la religiosidad popular que caracteriza la fe del pueblo
latinoamericano: “La sabiduría de los pueblos originarios les llevó afortunadamente a formar una síntesis entre sus
culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían. De allí ha nacido la rica y profunda religiosidad popular,
en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos… Todo ello forma el gran mosaico de la religiosidad
popular que es el precioso tesoro de la Iglesia católica en América Latina, y que ella debe proteger, promover y, en
lo que fuera necesario, también purificar” (Benedicto XVI, Discurso inaugural).
[3] Utopía del pueblo guaraní
[4]) Sueño de los pueblos del Anáhuac Mexicano
[5]}Es la propuesta del “Vivir Bien” que anima la lucha actual de los pueblos andinos
[6] Según el Popol Vúh, (Primera parte, Capítulo II), “los primeros humanos fueron hechos de lodo y, en
consecuencia, su carne de barro no estaba bien, porque se deshacía, estaba blanda, no tenía movimiento, no
tenía fuerza, se caía, estaba aguada, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía velada la vista, no
podía ver para atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se humedeció dentro del
agua y no se pudo sostener”. Los segundos “se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron  la
superficie de la tierra. Existieron y se multiplicaron, tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no
tenían corazón, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y
andaban a gatas… Hablaban al principio, pero su cara estaba enjuta; sus pies y sus manos no tenían
consistencia; no tenían sangre, ni substancia, ni humedad, ni gordura; sus mejillas estaban secas, secos sus pies
y sus manos y amarillas sus carnes. Por esa razón ya no pensaban en el Creador ni en el Formador, en los que
les daban el ser y cuidaban de  ellos… Por eso cayeron en desgracia”.
[7] Pachamama literalmente significa “Madre Tierra”. Expresión quechua que los andinos utilizan para relacionarse
con la tierra como la madre de la vida.
[8] Véase SILLER, Clodomiro, El monoteísmo indígena, en Panamá 1993:82.
[9] Véase SARMIENTO TUPAYUPANQUI, Nicanor, Caminos de la Teología India, Ediciones UCB, Editorial
Guadalupe y Verbo Divino, Cochabamba 2000:7.
[10] Discurso de Juan Pablo II a las etnias ecuatorianas reunidas en Latacunga el 31 de enero de 1985
Simposio: “Espiritualidad cristiana de la ecología, ambientes, economías y pueblos”
 http://www.cem.org.mx/secciones/celam/3463-simposio-espiritualidad-cristiana-de-la-ecologia-ambientes-
economias-y-pueblos.html

En la Ciudad de Buenos Aires, Argentina del 21 al 24 de agosto de 2010, el Departamento de Justicia y


Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano está realizando el Simposio sobre “Espiritualidad cristiana de
la ecología, ambientes, economías y pueblos” con el objetivo de realizar una reflexión y profundización critica
sobre la espiritualidad de le ecología de los pueblos latinoamericanos y caribeños a la luz del espíritu misionero de
Aparecida. 
Están presentes en este Simposio 42 personas, entre obispos (4), delegados nacionales de Pastoral Social,
invitados y expertos en las temáticas a abordar. Los participantes vienen de 18 países: Argentina, Bolivia, Brasil,

28
Chile,  Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico,
República Dominicana, Venezuela, Alemania e Indonesia.
En la permanente preocupación de responder a los múltiples desafíos que presentan la realidad actual de nuestro
mundo en los temas de la Ecología, el Departamento de Justicia y Solidaridad, ofrece a la Pastoral Social Cáritas
de América Latina y del Caribe en este Simposio un tiempo privilegiado para compartir vivencias de espiritualidad
ecológica, identificando los modos, valores y símbolos diversos de expresión. Se trata de Profundizar científica,
filosófica, bíblica, y teológicamente la espiritualidad cristiana de la ecología tomando en cuenta las diversas
cosmovisiones y dimensiones  del mundo y de la ecología; expresiones que están presentes en la vivencia
cotidiana y prácticas de piedad popular de nuestros pueblos. Los resultados que se esperan alcanzar a la
conclusión del Simposio es la elaboración de líneas pastorales comunes para el impulso de un trabajo común a
nivel Latinoamericano en el contexto de la Misión Continental, siendo portadores de la Buena Noticia de
Jesucristo: Vida abundante para todos los pueblos.
Mons. Jorge Eduardo Lozano, Obispo de Gualeguaychú – Argentina, como representante de la Sección de
Pastoral Social del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM, en la inauguración del Simposio agradeció 
la presencia de todos, valorando los  esfuerzos realizados y la dedicación de su tiempo para participar en este
evento. Como hombres y mujeres de fe reconocemos la creación como un don de Dios para toda la humanidad.
Las enseñanzas de la Biblia nos iluminan y han suscitado diversas corrientes espirituales. San Benito y San
Francisco de Asis han enriquecido la espiritualidad cristiana en esta perspectiva. También nuestros pueblos
originarios nos enseñan a no abusar de la madre tierra, teniendo un estilo de vida sobrio y sencillo.  Las
experiencias y reflexiones que compartiremos  nos ayudarán a alentarnos mutuamente en la esperanza y el
compromiso. También podremos elaborar insumos que sirvan a las Conferencias Episcopales en su tarea de esta
pastoral específica.
Hay una rica tradición eclesial en nuestra vida y en la vida de los pueblos originarios de nuestro continente, desde
esta experiencia buscamos responder a los grandes desafíos que nos presenta el tiempo y las urgencias actuales.
Necesitamos embeber de la espiritualidad cristiana el trabajo pastoral en su dimensión ecológico – ambiental.
Los temas que se abordan en el presente Simposio están marcados por la siguiente agenda:

1.   Ecología y Pueblos originarios: Mons. Felipe Arizmendi, Obispo de San Cristóbal de las Casas, México
2.   El espíritu del mundo, un relato científico: Fray Eduardo Agosta Scarel, ocam, Argentina
3.   "Evolución de la Biodiversidad": Dra. Analía Lentiri, Argentina
4.   Ecofilosofía y filosofías profundas": Lic. Alicia Bugallo, Argentina
5.   Ecología y economía: P. Jorge Arturo Chaves, op, Costa Rica
6.   Ecología: Derechos y deberes humanos, P. Francisco Muguiro, sj, Perú
7.   Ecología y movilidad humana:
· Ab. Agnes Sibeleau, Argentina 
· P. Claudio Ambrosio, Brasil
8.   "Espiritualidad de la Creación en el AT y el NT: Pbro. Dr. Lucio Florio, Argentina
9.   "La paternidad cósmica franciscana": Fray Luis Scozzina, ofm, Argentina
10.  Ecología en la Doctrina Social de la Iglesia: P. Sergio Bernal, sj, Colombia
11. Piedad popular y ecología: Roberto Malvezzi, Brasil
12. Mesa redonda: Cosmovisiones originarias: Afrodescendientes: Mayas, Quechuas, Aymaras y Guaraníes:

· Hna. Ernestina – Maya, Guatemala


· Diác. Calixto Quispe – Aymara, Bolivia
· Alfonso Cachimuel – Quechua, Ecuador
· Pbro. Lino Flores – Guaraní, Paraguay
 

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TLAZOCAMATI TONANTZIN
GRACIAS MADRE TIERRA

Dia de la Tierra
http://tlamatini1.tripod.com/id13.html

CENTRO CULTURAL XOCHIPILLI ISSSTE AMECAMECA


ABRIL DE 1993
AGRADECIMIENTO A LA TIERRA
 
Ya recibimos el maíz, el CHALCHIHUATL (el “liquido precioso”, la golondrina, el calor; ya durante un
año obtuvimos el “aliento sagrado” (el aire), la mariposa, la flor. ¿No sería justo que hoy que ya se
terminó el ciclo de las lluvias, los verdes campos, la vida y el canto del ruiseñor LE
AGRADECIÉRAMOS A QUIEN TANTO Y TAN AMOROSAMENTE NOS DIO?
Para una mente occidental LA TIERRA no es más que un simple objeto aprovechable (y quizás piense
que hasta desechable). Por ello el planteamiento de “agradecerle” todo lo que durante este año nos dio,
le resultará no menos que cursi, ridículo e incomprensible.
No obstante, AUN LA CULTURA OCCIDENTAL comienza hoy a reconocer que estuvo mucho tiempo
equivocada. Que la Tierra no es un mero montón de materia inanimada sino que es un ser vivo (ver las
notas periodísticas que reproducimos más adelante), que siente, que reacciona, que tiene ciclos, “pulso”
y, lo más sorprendente, que posee un cierto tipo de conciencia, una especie de DARSE CUENTA, no
expresable en palabras pero no menos real o existente que el “sentir”, el reaccionar y el percatarse de
las situaciones o ambientes afectivos o adversos con el de los animales o incluso como el que se ha
comprobado que existe en las plantas.
La Tierra es UN SER, UN MARAVILLOSO Y NOBLE SER que nos da la vida, el sustento (en náhuatl se
dice TONACACIHUATL), la protección, todo lo cual desde la óptica humana es traducible como “amor”,
una actitud que cuando es tal, no pide nada a cambio, exactamente como el sentimiento maternal, no
en balde la mayoría de las antiguas culturas del planeta coincidieron en llamarle así: “Nuestra Madre la
Tierra.
En la lengua náhuatl TONANTZIN significa precisamente “Nuestra Venerada Madre, La Tierra”: TO,
“nuestro-a”; NANTLI, madre, y TZIN, “venerado-a”, y bajo esta advocación era venerada en el Cerro del
Tepeyacac, donde por miopía de los españoles que en todo veían “cultos satánicos”, fue prohibido y
sustituido su culto por otro. DEBIENDO PAGAR POR ELLO LAS GRAVES CONSECUENCIAS QUE
HOY TODOS SUFRIMOS (por la contaminación del agua, la tierra, el aire, los alimentos, etc.), al ya no
continuar concibiéndola como Nuestra Madre y por lo mismo, tratándola ya no con el respeto, amor,
cuidado y agradecimiento de antes, sino viéndola a partir de allí como simple objeto “explotable”.
Hemos destruido de manera irrecuperable muchas partes de ella (plantas, ríos, animales, lagos,
bosques, etc.), la hemos agredido, insultando y profanando. Las consecuencias, antes bien tardaron en
presentarse, PERO HOY YA ESTÁN AQUÍ, ya pesan sobre nosotros con toda su violencia y su carga
de mortandad.
Pensamos por lo mismo que es URGENTE Y CRUCIAL CAMBIAR DE ACTITUD. Para ello es necesario
recapacitar en cuanto a ¿qué tipo de pensamientos engendraron esa especie de actitudes agresivas
contra la Tierra (y por lo tanto suicidas)?. Pensamos, y esperamos no estar equivocados, que aún es
tiempo de evitar la fatalidad, el colapso, la decadencia irreversible, la extinción de la vida y con ella, la
desaparición de la especie humana.
Ojala los documentos incluidos en el presente folleto ayuden a dicha reflexión y el consecuente
CAMBIO DE ACTITUD.
Y en cuanto a acciones concretas, este DÍA MUNDIAL DE LA TIERRA, 22 de abril (y no sólo este día,
sino todos), los invitamos a que, como otros años, sembremos árboles, limpiemos de basura calles,
campos, ríos y montañas, utilicemos nuestro auto lo menos posible, consumamos sólo lo
verdaderamente necesario; evitemos al máximo los artículos con “envase desechable” (sobre todo los
enlatados), etc. Muchas pequeñas cosas se pueden hacer cada día a favor de la preservación de la

30
Tierra, de la Naturaleza, si reflexionamos un poco sobre qué acciones consumistas y ecocidas SON
EVITABLES (aunque cuesten un poco de sacrificio o esfuerzo). Vale la pena.
Armando Blanco Patiño

LA VOZ DE LA TIERRA
Homero Aridjis 21-V-90
 
La tierra tiene voz, una voz antigua, presente, plural: la voz de su organismo, la voz de sus criaturas. El
hombre dotado de lenguaje, en su memoria y su poesía.
La Tierra milenaria, millonaria de días, de voces y recuerdos, con sus especies vegetales y animales, es
el espacio vital del hombre. Y desde que éste existe, no ha habido momento en que se haya dejado de
nombrarla, caminarla y hacerla suya a través de las palabras.
Tierra y hombre, Tierra y tiempo, Tierra y voz, las combinaciones parecen infinitas, pero son finitos los
recursos de nuestra naturaleza, tan necesitada de derechos.
El hombre ha celebrado tanto, de tas diversa manera, durante tantas épocas a la Tierra (la primera de
los dioses, como dijo Virgilio, que a veces es preferible callar y ver.
Sin embargo, hoy, un día cualquiera (cada día es Día de la Tierra), nos encontramos ante ella,
olvidadizos de la literatura del pasado, y decimos nuestra experiencia personal, original.
No importa que atrás de nosotros estén los poetas y narradores del Génesis, de los muchos génesis, de
los mitos y los ritos, de las epopeyas y los cantos mágicos de los salmos y las parábolas, pues mientras
el hombre exista, como afirmó John Kents, la poesía de la tierra nunca estará muerta. Porque el hombre
no es más que tierra (Jonh Donne) y al hablar de sí mismo habla de ella al perdurar ella pervive él.
Tenía razón el primer Homero, el del Himno a la Tierra, cuando dijo que de entre todas las criaturas que
se arrastran, nadan y vuelan sobre la Tierra, no hay ninguna más desdichada que el hombre; pero
también hubiera tenido razón si hubiera tenido razón si hubiera dicho, que no hay ninguna más dichosa
que el hombre.
Hijos crecidos de la Tierra, la Tierra está más que nunca en nuestras manos: Cuidémosla, amémosla,
como amaron los primeros hombres a la diosa Madre. Luchemos juntos contra el holocausto biológico
que la amenaza, que nos amenaza.
 
ANUNCIARON ECOLOGISTAS EN RUEDA DE PRENSA
El 22 de abril inicia el festejo Día de la Tierra y más allá
Ana María González 18 de abril de 1990
 
“Nuestro trabajo es fomentar una cultura de relación más estrecha con la naturaleza e incentivar la
conciencia social”, dicen.
Hasta 1989 México había perdido más del 95 por ciento de sus selvas húmedas, más de la mitad de
sus selvas bajas, más de dos terceras partes de sus bosques mixtos y una significativa proporción de
sus humedades. Actualmente, cada año se destruyen entre 500 mil 750 mil hectáreas de esos
ecosistemas tropicales, mientras que más de una tercera parte del territorio mexicano es desértico y el
resto se está desertificando continuamente.
Se podría citar una larga lista de problemas que afectan nuestro medio ambiente, pero ¿qué hacer para
resolverlos? A partir de esta pregunta, diversas organizaciones de todo el mundo han organizado lo
que, estiman, será la primera actividad de la Década del Medio Ambiente. En México, el programa de
actividades comienza el próximo 22 de abril, Día de la Tierra y más allá…
“Los ecologistas no pretendemos hacer de cada mexicano un ecologista. Nuestro trabajo es fomentar
una cultura de relación más estrecha con la naturaleza e incentivar una conciencia social más
responsable, no como acto retórico, sino como conducta de movilización que plantee soluciones propias
y factibles para el deterioro ambiental”.
 

31
Así se expresó el comité promotor en México del Día de la Tierra, integrado por Luís Miguel Robles Gil,
Oscar Moctezuma, Regina Barba, Homero Aridjis y Patricia Romero, en una conferencia de prensa
convocada para anunciar las actividades de este “festejo por la tierra”.
Los representantes de organizaciones como el Instituto Autónomo de Investigaciones Ecológicas, el
Grupo de los Cien, el Club de Ciclismo de Montaña y el Partido Verde, entre otros, estiman que las
medidas sólo serán efectivas si existe un trabajo conjunto entre autoridades y sociedad civil. Sus
propuestas concretas, a corto plazo, son: hacer una moratoria a la tala de árboles (por cada árbol que
se planta se talan 30) y cancelar definitivamente la cuota en la caza de la tortuga marina.
¿Qué hacer en el Día de la Tierra? Los ecologistas proponen:

Ø      A los intelectuales: Aprovechar los medios de comunicación para difundir los problemas
ambientales que nos afectan y despertar la conciencia ecológica.
Ø      A los artistas y promotores de arte: guiar su inspiración hacia la relación hombre-naturaleza,
organizar concursos de carteles, escultura, pintura y dibujo sobre el tema: por medio de la música,
teatro, danza, cine, sensibilizar a la gente en torno al problema.
Ø      Al publico en general: organizar conferencias con información y propuestas para valorar lo que
estamos perdiendo; fomentar una campaña de separación y aprovechamiento de los desechos, en
la casa, el trabajo, la escuela, etcétera; plantar árboles de hoja perenne y cuidar los que existen.
Ø      A los legisladores

·  Legislar sobre la entrada de México al Tratado Internacional sobre Comercio de Especies en Extinción
(CITES).
·  Revisar las políticas referentes al uso y comercialización de plaguicidas y otros agroquímicos dañinos.
·  Establecer formalmente un sistema de áreas de protección ecológica, representativas de todos los
ecosistemas de México que, al menos, comprendan 15 por ciento del territorio nacional.
·  Establecer una normatividad y ordenamiento sobre el uso del suelo y los recursos naturales.
·  Instrumentar un estudio de materia ecológica en todos los niveles educativos.
·  Prohibir los envases que no sean reusables ni biodegradables.
·  Prohibir el uso de clorofluorocarbonos.
·  Instrumentar en el plano nacional programas efectivos de reciclamiento del agua y la basura.
·  Reglamentar en forma total la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

Ø      A los gobernantes:

·  Que dentro de la planeación de sus proyectos, incluyan apartados de la política ambiental y gobernar
para solucionar los problemas a corto plazo, con una visión integral y futurista.
 
Nueva Teoría “biológica sobre el planeta”
 
La Tierra, cuerpo viviente que se autorregula: Científicos
 
La Tierra es considerada hoy por la “nueva biología” como una estructura viviente, un animal cósmico
con sus ciclos particulares, su autorregulación y su metabolismo, señalaron científicos en un simposio
científico internacional realizado en Roma.
Según la nueva Biología, la vida del planeta se basa sobre todo es sus billones de billones de
habitantes unicelulares, tan potentes que la Tierra misma debe adaptarse a sus exigencias, mientras los
animales superiores, entre ellos el hombre, resultan extrañas anomalías.
La nueva, teoría, considerada “transgresiva” por los biólogos fieles a la teoría de la evolución de Darwin,
ha puesto en discusión principios seculares y paradigmas que hasta hoy eran intocables por parte de la
comunidad científica.
En el simposio estuvieron presentes William Irwin Thompson, titular de la Lindisearme Association
renueva York, James Lovelock, químico británico autor de la llamada hipótesis de “Gala” de que la
Tierra es como un cuerpo viviente que se autorregula. (La Jornada, 23-V-86).
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La Tierra: Un Organismo Viviente.
James E. Lovelock
 
Para muchos científicos, la Tierra no es sino una gran esfera de roca, la mayor parte de la cual se
encuentra en estado incandescente; para ellos, la idea de que nuestro planeta esté vivo no pasa de ser
una metáfora o un simple cuento de hadas. Sin embargo, como ha hecho notar el físico Jerome
Rotstein, aceptamos sin reservas el que las sequías gigantes estén vivas a pesar de que el 99 por
ciento de la materia que forma estos árboles no es sino madera muerta, cubierta por una delgada capa
de tejidos vivos que constituyen el 1 por ciento restante. Para mi, Gaia es un organismo viviente del
tamaño del planeta mismo, y al igual que en el caso de las sequosias, la biosfera es un tejido vivo que
cubre su superficie.
Según la hipótesis de Gaia, que hemos desarrollado Lynn Margulis y yo, la Tierra es una bella entidad
única, completa en si misma. Comparte son los seres vivos la capacidad de homeostasis, que permite
mantener por una parte una temperatura baja a pesar de que en una escala geológica el Sol se hace
cada vez más caliente, y por otra, el mantener a los océanos y a la atmósfera con características
adecuadas para la vida, a pesar de que las leyes de la Química predicen que el planeta deberá ser
árido y sin vida, y tan inhóspito como Venus.
La hipótesis de Gaia constituye una ruptura radical con las ideas convencionales que se tienen en torno
a nuestro planeta. Sin embargo, esta hipótesis está inserta en una larga tradición científica que se inició
en el siglo XVIII cuando James Hutton, el padre de la Geología, imaginó a la tierra como un
superorganismo. Esta visión holista se perdió durante la fragmentación del conocimiento científico que
ocurrió durante el siglo XIX, aunque, en Rusia, Korolenko y Vernadsky la mantuvieron viva y, de hecho,
en los últimos años esta idea parece haber estado presente en la mente de muchos astronautas que
desde el espacio han contemplado a la Tierra en todo su esplendor.
 
Gaia es la vida a escala planetaria.

El estudio de la evolución de las especies biológicas y el de las rocas no tiene por que ser analizada
como problema ajeno que se debe estudiar en diferentes edificios de las universidades. Para Gaia estos
dos procesos evolutivos están estrechamente asociados, de tal manera que los seres vivos y su medio
ambiente formado por las rocas, al océano, y la atmósfera se encuentran unidos formando una entidad
única. El reconocimiento de la enorme diversidad de organismos que existen en el planeta viviente no
constituye, como podrían pensar algunos humanistas, un acto sentimental de los naturistas: se puede
demostrar que la diversidad biológica es una condición para la continuación de la vida a escala
planetaria. Así, Gaia es la base para una nueva política ambiental. Los humanos no somos ni los
pasajeros del planeta; somos uno más de los componentes de un organismo viviente de carácter
democrático.
Lovelock es miembro de la Real Sociedad de la Gran Bretaña.
La jornada, 2-XII-86.
 
El Espíritu de la Tierra.

Charlene Spretnak.
 
En 1967 Lynn White, un profesor de historia de la UCLA, publicó en Science “La Raíz Histórica de la
Crisis Ecológica”, un análisis crítico de las actitudes que la religión occidental ha fomentado una relación
con el medio ambiente. Desde entonces, los ecologistas a menudo han señalado que los mandatos del
Génesis, en el sentido de que los humanos deberíamos “sojuzgar” a la Tierra y “dominar” a todas las
criaturas de la Tierra, han sido muy malos consejos que han acarreado resultados desastrosos. De
hecho, Hill Devall, coautor de Ecología Profunda, frente a muchos ciudadanos declaró en agosto de
1984: “A menos que grandes cambios ocurran en las iglesias, los ecologistas y todos los que están
participando en movimientos ecológicos se sentirán muy a disgusto sentados en la mayoría de las
iglesias estadounidenses”.
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Las diferencias entre la religión judeo-cristiana y la sabiduría ecológica se pueden ilustrar con la
experiencia de un amigo mío que alguna vez vivió en un seminario que tenía como paisaje el lago Erie,
y en el cual pasó dos años contemplando los sufrimientos de Cristo sin haber notado nunca que el lago
Erie se estaba muriendo. Aun cuando el clero católico habla hoy de San Francisco de Asís, que Lynn
White lo nombró el patrón de los ecologistas, se preocupan mucho de negar que tengan vínculos con “la
mística naturaleza” la cual, por supuesto, los mancharía con “paganismo”.
Aquella religión que se ubica en oposición a la naturaleza y resiste vehemente la desacralización del
mundo natural en el entendido de que eso sería “pagano” es algo que no se puede sustentar por más
tiempo.
El historiador de las culturas Thomas Berry ha declarado que estamos entrando a una nueva era de la
historia humana, la era ecológica. ¿Cómo podría nuestra religión proyectar la sabiduría ecológica y
ayudar a la necesidad apremiante de la transformación de la cultura?
Primero, sugiero que el judaísmo y el cristianismo dejen de avergonzarse de su herencia “pagana”, la
cual es sustancial y que proclaman sus múltiples lazos inherentes que tiene con la naturaleza.
¿Cuántos de nosotros no sabemos que la Iglesia fija la fiesta de Pascua el primer domingo después de
la primera luna llena y después del equinoccio de verano y que la mayoría de las fiestas sagradas
judías están determinadas por el calendario lunar? Deliciosamente “paganas”, y hay mucho más.
Múltiples símbolos, rituales y nombres con los días sagrados judíos y cristianos. Estos están
directamente enraizados en el culto a la naturaleza de la religión antigua. La lista es larga y debería ser
motivo de felicitación y celebración entre los cristianos y los judíos.
Segundo, pienso que el movimiento que está habiendo al interior de los círculos católicos, protestantes
y judíos, continuará profundizando sus análisis en este campo. Estas personas están realizando una
labor muy valiosa al reinterpretar todas las enseñanzas bíblicas sobre el mundo natural y al encontrar la
sabiduría ecológica que contrarreste el predominio del mensaje de “dominación”. Todos los que han
hablado como parte de ese movimiento han enfatizado que la naturaleza debe ser reverenciada como la
creación de Dios que es. De hecho, “una espiritualidad centrada en la creación”, como el teólogo
católico Matthew Fox ha puntualizado, es darse cuenta que la naturaleza, incluyendo nuestros propios
cuerpos, es la revelación más importante y fundamental de Dios a nosotros. El teólogo protestante John
Cobb sugirió unas perspectivas similares en “Teología en proceso” a principios de los años setenta.
Me da mucho animo darme cuenta que una religión basada en el respeto a la naturaleza está
apareciendo en numerosos artículos y libros, especialmente en libros como “El Espíritu de la Tierra”, en
el cual John Hart estimula al estudio y respeto por las visiones de la naturaleza que la religión autóctona
estadounidense tiene, porque esa es la tradición indígena de nuestra tierra, y sugiere una
compatibilidad, entre religión y la tradición judeo-cristiana. Sin embargo, ¿por qué sucede que el amor y
el cuidado a al naturaleza raramente son incorporados al liturgia, hoy en día? Recientemente revisé un
articulo de Harold Gillam aparecido en el san Francisco Chronicle en donde describe una magnifica
celebración ecológica que duró 24 horas, empezando al amanecer del equinoccio de otoño y que se
llevó a cabo en la catedral gótica de La Grecia, Nob Hill, San Francisco. Al sonido de una campana y un
caracol el obispo episcopal de California inició el servicio:
“Nos hemos reunido aquí al amanecer para expresar nuestro amor y preocupación por todas las aguas
vivientes del Valle Central de California y por los búhos, los pájaros, las garzas azules, las aves que
emigran, los sauces, los pastos, los nenúfares, el castor, la zorra, la lobina, las anchoas y las mujeres,
los niños y los hombres de la gran familia que toma su vida y su sustancia espiritual de esta agua. Hoy,
ofrecemos nuestras oraciones por la salud y el espíritu de estos fenómenos de la vida y sus entramados
habitats y derechos”.
Poetas, maestros espirituales, músicos y ecologistas participaron en esta ceremonia, la cual concluyó
llamadas de ballenas y lobos que emanaban de varias de las esquinas del sistema de sonido de la
Catedral. Se proyectaron fotografías de la naturaleza sobre las paredes y los pilares. Gary Zinder y su
familia leyeron su “Oración por la Gran Familia” que está basada en una oración de los indígenas
Mohawk.
Los celebrantes depositaron agua de todos los ríos de California en la pila bautismal. Ellos se
comprometieron a cambiar nuestra sociedad y nuestro ambiente en una “verdadera gran familia” y la

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asignaron a cada senador de la Unión Americana los derechos de los miembros no humanos de nuestra
familia.
Leí la nota con estupor y luego me di cuenta con tristeza que estaba fechada al 17 de octubre de 1971
(no hubo ninguna otra ceremonia ecológica posterior en aquella iglesia, porque algunos miembros
influyentes de esa congregación declararon que eso era paganismo). ¿Cuántas especies han sido
destruidas desde entonces, cuántas toneladas de suelo se han erosionado, cuántos acuíferos
contaminados –mientras hemos fracasado en incorporar la naturaleza a nuestra religión?
El conocimiento de la naturaleza debe anteceder al respeto y al amor por ella. Podremos demandar que
la sabiduría ecológica que existe en la creación de Dios sea incorporado en la escuela dominical, en los
sermones y en la oración. Podríamos sugerir prácticas tales como plantar árboles en ciertos días
sagrados. Podemos mencionar en el boletín de la iglesia algunos asuntos ecológicos cruciales para la
comunidad. No hay fin en todo lo que podríamos hacer para afocar la espiritualidad basada en el estar
alerta y en la acción para salvar la gran trama de la vida.

LA CARTA DEL JEFE PIEL ROJA SEATTLE


 
En 1854, el Gran Jefe Cara Pálida de Washington hizo a la tribu Piel Roja Seattle una propuesta de
compra de una gran extensión de tierras indias. La respuesta que el Jefe Seattle dio a Washington ha
sido descrita por la ONU como la declaración más bella y profunda jamás hecha sobre el medio
ambiente. Reproducimos a continuación el texto integro de dicha carta que a la vez es una muestra viva
y directa de la FILOSOFÍA O SABIDURIA que existió en el Anáhuac (cuyo territorio comprendió casi
todo Norteamérica y parte de Centroamérica), sabiduría que a pesar de todos los embates logró
sobrevivir en muchas comunidades (indígenas hasta la fecha y hoy parece estar renaciendo dada su
esencia ecologista o naturalista.
 
¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aun el calor de la tierra? Dicha idea es
desconocida.
Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán ustedes
comprarlos?
Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de
arena en las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de
cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de
los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.
Los muertos del cara pálida olvidan su país de origen cuando emprenden sus pasos entre las estrellas;
en cambio nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra puesto que es la madre de los
pieles rojas. Somos parte de la Tierra y asimismo ella es parte de nosotros.
Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; estos son nuestros
hermanos, las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre,
todos pertenecemos a la misma familia.
Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras
tierras, nos está pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el
que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus
hijos, por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil ya que esta tierra es
sagrada para nosotros.
El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente agua sino también representa la
sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos tierras, deben recordar que es sagrada y a la vez
enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico es las claras aguas de los lagos
cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del
padre de mi padre.
Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed: son portadores de nuestras canoas y alimentan a
nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los
ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y por lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura
con que se trata a un hermano.
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Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un
pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita, la
tierra no es su hermana sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la
tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la
tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre la Tierra, y a su
hermano el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden, como ovejas o
cuentas de colores. Su apetito devorará a la Tierra dejando atrás sólo un desierto.
No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena lo
ojos del piel roja. Pero quizá sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada.
No existe un lugar tranquilo en las ciudades de los cara pálida, ni hay un sitio donde escuchar como se
abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero también esto debe ser
porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido solo parece insultar nuestros oídos. Y después
de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las
discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy piel roja y nada entiendo. Nosotros
preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de una laguna, así como el olor de ese mismo
viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado el aroma de los pinos.
El aire tiene un valor inestimable para el piel roja ya que todos los seres comparten el mismo aliento, la
bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del
aire que respira; como moribundo que agoniza durante muchos días, es insensible a la peste. Pero si
les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su
espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también
recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa
sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las
flores de las praderas.
Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré una
condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. Soy un
salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas,
muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como
una maquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para
sobrevivir.
¿Qué seria del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de
una gran soledad espiritual. Porque lo que sucede a los animales…también le sucede al hombre. Todo
va enlazado.
Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus
hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla.
Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la Tierra es nuestra madre. Todo
lo que le ocurra a la Tierra, le ocurrirá a los hijos de la Tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se
escupen a si mismos.
Esto sabemos: la Tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la Tierra. Esto sabemos. Todo
va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.
Todo lo que le ocurra a la Tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida;
él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a si mismo.
Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios (dice que) pasea y habla con él de amigo a amigo, queda
exento del destino común. Después de todo quizás seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa
que quizá el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios (y el de ellos) es el mismo Dios. Ustedes
pueden pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan,
pero no es así. Él es el Dios de (todos) los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel
roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña se provocaría la ira
del Creador.
También los blancos se extinguirán, y quizás antes que las demás tribus. Contaminen sus ríos y una
noche perecerán ahogados en sus propios residuos.
Pero ustedes caminaran hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que
los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.
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Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos porqué se exterminan los búfalos, se
doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos
hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.
¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció.
 
REUNIÓN ECUMÉNICA
Oraron representantes de 8 religiones en la Basílica de Guadalupe
José Antonio Román 3-junio-91
 
En un encuentro ecuménico realizado en la Basílica de Guadalupe, representantes de ocho diferentes
religiones oraron por el alto al armamentismo, una paz duradera y la preservación ecológica como una
responsabilidad divina que tienen sólo lo gobiernos, sino todos los pueblos.
Los lideres religiosos (católicos, luteranos, presbiterianos, ortodoxos. Judíos, budistas, anglicanos e
islámicos) señalaron la “gran emergencia” y la “situación crítica” en que se encuentra el mundo a causa
de la carrera armamentista, la guerra y la contaminación.
La ceremonia religiosa, con motivo de la 82 Convención del Club Rotario Internacional, se prolongó casi
dos horas; hubo cánticos y una plegaria universal en la que los presentes oraron para “cuidar nuestro
planeta y salvar la vida humana”.
El cardenal Ernesto Corripio Ahumada dijo que la transgresión y abuso de la naturaleza “es un pecado
porque atenta contra la creación de Dios” y exhorto a fomentar una conciencia ecológica más firme,
capaz de preservar nuestro planeta.
Por su parte, el reverendo Sanggiel Shin, al leer el mensaje presbiteriano, recordó que la ciudad de
México es una de las zonas más contaminadas del orbe y que la situación que vive el mundo es
realmente critica “Nuestro planeta se encuentra muy grave es la sala de emergencia y es a causa de
nosotros estamos divididos, y las diferencias políticas, económicas, culturales e ideológicas forman
bloques que nos enfrentan”.
En su breve intervención, sostuvo también que el hombre, con la explotación irracional de los recursos
naturales ha maltratado la tierra al grado de infligirle daños irreversibles. “Además, el ser humano ha
incursionado en la guerra por medio de la contaminación industrial, y aun a través de los avances
tecnológicos está destruyendo el planeta. La tierra se encuentra enferma de gravedad”.
A su vez, Hermilio Asiaín Maya, al darle lectura al mensaje ortodoxo, expresó que en su “poderío
inconciente” el hombre contamina mares y mata especies animales; arroja desechos a los ríos y
destruye la pureza de las aguas, acabando con la flora y la fauna acuáticas.
En este proceso de destrucción ahora se da cuenta de que ha cambiado estaciones climatologías y que
con ello ha borrado el hábitat natural de especies de aves y animales.
En el mensaje budista, Ejo Takata Shigata remarcó el llamado a todos los pueblos a trabajar por la
preservación del medio ambiente y por la paz, en el cual las culturas de occidente y oriente son
distintas, pero igualmente complementarias para lograr un solo objetivo: salvar nuestro planeta.
Roberto Hoeferkamp, de la iglesia luterana; el rabí Samuel S. Lerer, líder judío; Jaime Santino,
anglicano, y Murshida Amina Teslima, del islamismo, apuntaron también la necesidad de preservar el
ambiente y el bienestar de la humanidad.
  

ENTREVISTA CON ANTONIO VELASCO PIÑA

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Responsabilidad cósmica, ejemplo de los antiguos mexicanos
Desde el primer sacerdote, hasta el último de los campesinos se sentía responsable no sólo de la tierra sino de
todos los planetas.
Julio Gómez 26-diciembre-1989.
 
Antonio Velasco Piña propone la actualización del antiguo pensamiento prehispánico y el uso de la
historia como una herramienta para ampliar la conciencia. Su libro “Tlacaélel” rescata el auténtico
forjador del imperio azteca, quien infundió en los tenochcas una vocación de grandeza y un sentido de
responsabilidad, tanto local como universal, hacia la vida planetaria. De lo anterior se desprende la
pregunta: ¿Cómo nos puede ayudar el pensamiento de los antiguos mexicanos para combatir los
problemas del medio ambiente?

-Las civilizaciones prehispánicas supieron desarrollar en sus habitantes un alto sentido de


responsabilidad cósmica. Esta es una de sus principales características. Es precisamente la que
debemos actualizar.
El primer sacerdote, hasta el último de los campesinos, se sentía responsable no sólo de la Tierra, sino
de todos los planetas. Esto se tradujo, no en teorías, sino en actividades muy concretas: construcción
urbana de Tenochtitlan sobre un lago, medicina natural, dieta integral, preparación interdisciplinaria.
Imaginemos lo que era la gran Tenochtitlan en medio de un gran lago que mantuvo la pureza de sus
aguas. Esto fue posible gracias a la noble prudencia de sus habitantes, producto de un acto de
prudencia de todos. De no haber sido así, el agua el agua se habría contaminado en corto plazo. Y si
pudieron estar más de un siglo en ese mismo lugar, sin alterarlo, significa que todos se propusieron
mantener el equilibrio ambiental. Ni basura, ni excremento se arrojaron al agua. Todo era
sistemáticamente canalizado.
Actualmente hemos disociado nuestras concepciones filosóficas y religiosas de nuestra vida cotidiana.
Los antiguos mexicanos actuaban de acuerdo a un vínculo entre los hechos y la creencia filosófica y
religiosa. El sentido de responsabilidad cósmica que tenían nuestras culturas pasadas es, por tanto, lo
que debemos recuperar ahora si queremos conservar el planeta. Y esta concepción no debe ser una
teoría abstracta sino una serie de hechos concretos.
¿Qué puede hacer el grueso de la población, los ecologistas preocupados por la contaminación
auditiva, visual, síquica, química del medio ambiente, si carecemos de los medios técnicos para
detenerla? ¿Cómo estructurar otra forma de vida de aquí al año 2000?
-Se pueden hacer muchísimas cosas. Primero es importante estar concientes de que producimos un
daño con nuestros hábitos y comportamiento cotidiano. Segundo, debemos organizarnos para impedir
que este daño continúe. No son necesarios grandes recursos, ni medios sofisticados técnicos para
lograrlo, aunque si son importantes. Las posibilidades de acción están en la presión ejercida sobre
todos aquellos grupos económicos que son los directamente responsables de la contaminación.
Utilizando medios pacíficos, cualquier tipo de acción es válida, desde plantones, protestas y boicots a la
compra de artículos nocivos. Cualquier acto que sirva para presionar a estos grupos para que
soluciones un problema determinado, es necesario. Estamos luchando por la sobrevivencia de la
humanidad y del planeta. Deben prevalecer los intereses de la mayoría.
Actualmente observamos lo que son los hechos y el pensamiento del hombre contemporáneo. A lo
largo y ancho del planeta está la huella de su total irresponsabilidad respecto a lo que atañe al medio
ambiente. Hay una serie de objetivos motores que guían al hombre moderno, entre los cuales está
principalmente la atención sobre la riqueza económica, sin importar el daño que ocasione. Esto explica
la existencia de industria contaminante. La característica de nuestra época es la total inconciencia de
cuanto nos rodea.
En virtud de que el problema es eminentemente humano, porque no sólo contaminan las industrias sino
cada uno de nosotros individualmente, ¿qué ha sido primero, el huevo o la gallina? ¿En qué orden se
trabaja la solución al problema: la armonía del hombre consigo mismo, la armonía del hombre con la
naturaleza, la del hombre con los demás?
-Debemos atenderlo todo simultáneamente. No podemos esperar que primero el hombre logre conciliar
un perfecto equilibrio interno y luego atienda el equilibrio con el medio ambiente mientras alcanza lo
primero. Es paralelo; no procede por etapas. Se tiene que alternar ambos equilibrios porque el desorden
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interno se refleja en el caos externo. Conforme el hombre vaya logrando su desarrollo interno, los
resultados se reflejarán en la armonía exterior.
 
-Antonio Velasco Piña se dedica de tiempo completo a la investigación y a la docencia histórica, entre
otras actividades. Sus estudios se plasman en dos novelas de índole biográfico; “Tlacaélel”: el azteca
entre los aztecas y “Regina”: 2 de octubre no se olvida. En 1980 participó como asesor histórico en la
filmación del documento “El valle sagrado de Urubamba, cortometraje que fue galardonado con un Ariel
y Premio Nacional de Periodismo como mejor reportaje cinematográfico del año.
Todavía hoy, en algunas comunidades indígenas, se sigue viendo a la Tierra como un ser vivo, como
una madre, o como el ser que se ha ganado el más grande de los amores por parte del hombre. Como
testimonio de lo anterior reproducimos las siguientes palabras que hace apenas dos décadas virtió para
un antropólogo un chamán o “guerrero” yaqui (de Sonora):
-“Ya es casi la hora de que nos desbandemos como los guerreros de la historia –dijo Don Juan-. Pero
antes de que nos vayamos cada uno por su lado, debo decirles una última cosa a ustedes dos. Voy a
revelarles un secreto de guerrero. Quizá podría llamarlo la predilección de un guerrero.
Centrando en mí su atención particular, dijo que una ocasión yo había opinado que la vida de un
guerrero era fría y solitaria y carente de sentimientos…
-La vida de un guerrero no puede en modo alguno ser fría y solitaria y sin sentimientos --dijo-, porque se
basa en su afecto, su devoción, su dedicación a su ser amado. ¿Y quién, podrían ustedes preguntar, es
ese ser amado? Yo se los voy a mostrar ahora mismo.
Don Genaro se puso en pie y caminó despacio hasta un área perfectamente llana, justamente frente a
nosotros, a unos tres metros de distancia. Allí hizo un curioso gesto. Movió las manos como si barriera
el polvo de su pecho y su estomago. Entonces ocurrió algo extraño. Un destello de luz casi
imperceptible lo atravesó; salió del suelo y pareció encender todo su cuerpo. Don Genaro ejecutó una
especie de pirueta hacia atrás; un clavado de espaldas, dicho con mayor propiedad, y aterrizo sobre el
pecho y los brazos. La precisión y habilidad de su movimiento lo hicieron parecer un ser sin peso, una
criatura vermiforme que diera la vuelta sobre si misma. Ya en el suelo, realizó una serie de movimientos
inconcebibles. Se deslizaba a unos cuantos centímetros de la tierra, o rodaba sobre ella como si yaciera
sobre balines, o nadaba describiendo círculos y vueltas con la rapidez y la agilidad de una anguila en el
océano.
Empecé a bizquear, y en cierto momento, sin transición alguna, me halle observando una bola de
luminosidad que se deslizaba de un lado a otro sobre lo que parecía ser una pista de hielo con mil luces
brillando sobre ella.
El espectáculo era sublime. Luego la bola de fuego se detuvo y permaneció inmóvil. Una voz me
sacudió disipando mi atención. Era don Juan que hablaba. No entendí al principio lo quede decía. Miré
de nuevo la bola de fuego; todo lo que pude discernir fue a don Genaro tirado en el suelo, con los
brazos y las piernas extendidos.
La voz de don Juan era muy clara. Pareció desatar algo en mi interior, y me puse a escribir.

-El amor de Genaro es el mundo -decía-. Ahora mismo estaba abrazando esta enorme tierra, pero
siendo tan pequeño, no puede sino nadar en ella. Pero la tierra sabe que Genaro la ama y por eso lo
cuida. Por eso la vida de Genaro está llena hasta el borde y su estado, dondequiera que él se
encuentre, siempre será la abundancia. Genaro recorre las sendas de su ser amado, y en cualquier sitio
que está, está completo.
Don Juan se acuclillo frente a nosotros. Acarició el suelo con gentileza.
-Esta es la predilección de dos guerreros –dijo-. Esta tierra, este mundo. Para un guerrero no puede
haber un amor más grande.
Don Genaro se levantó y vino a acuclillarse junto a don Juan, por un momento ambos nos escrutaron
con fijeza, luego tomaron asiento al unísono.
.Solamente si uno ama esta tierra con pasión inflexible puede uno librarse de la tristeza –dijo don Juan-
un guerrero siempre está alegre porque su amor es inalterable y su ser amado, la tierra, lo abraza y le
regala cosas inconcebibles. La tristeza pertenece sólo a esos que odian al mismo ser que les da asilo.
Don Juan volvió a acariciar el suelo con ternura.
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-Este ser hermoso, que está vivo hasta sus últimos resquicios y comprende cada sentimiento, me dio
cariño, me curo de mis dolores, y finalmente, cuando entendí todo mi cariño por él, me enseño lo que es
la libertad. (Del libro Relatos de Poder, de Carlos Castaneda, FCE, págs. 380-82).
Respecto a la percepción del ser humano como “Bola de Luminosidad” que se menciona en el texto y
que es posible una preparación especial en las culturas no occidentales (Tibet, algunas partes de la
India y de México, etc.), agregamos a continuación algunas fotografías con las que occidente ha
comprobado (a través de la cámara Kirlian) la existencia de dicha “luminosidad” y no solo en los seres
humanos sino también en las plantas y animales.
En los originales (revista Claudia de febrero de 1976) las fotografías aparecen con el aura de colores de
acuerdo al estado de ánimo de las personas “fotografiadas”. Por tratarse en este folleto de fotocopias
obviamente no pueden más que aparecer en blanco y negro (y algo borrosas) perdiéndose gran parte
del impacto de este descubrimiento por lo cual invitamos a que se busque en alguna hemeroteca de
México la revista citada y a que se lean algunos libros como “El Tercer Ojo” de Lobsang Rampa o los de
Carlos Castaneda donde se indican los pasos que se llevarán, una vez andados, la percepción de este
mundo y de todos los seres que lo pueblan como “burbujas luminosas”.

APPEL, TEXTO INTEGRO DE UN INÉDITO DEL ESCRITOR ARGENTINO


EXTINTO.
La máquina implacable del imperialismo acrecienta su avance codicioso: Cortázar
Julio Cortazar 12-agosto-1991

El mundo en el que despertamos cada mañana se parece más y más a las pesadillas que soñamos
durante la noche, en vez de traernos una bocanada de aire puro y el sentimiento de estar despierto y la
lectura matinal de los periódicos no es más que una sucesión de horrores de vaticinios siniestros, de
nuevas y más abrumadoras pesadillas. Vivimos un tiempo en que todo parece confluir y empujarnos
hacia un lento suicidio planetario. Por un lado, como acaban de mostrarlo los trabajos del Tribunal B.
Rusell II, la maquina implacable del imperialismo continua y acrecienta su avance codicioso,
multiplicando las formas de penetración en los pueblos de América Latina y de otras regiones del
mundo, tratando de imponer por la fuerza o la astucia sus modelos de economía, de cultura y de vida
que servirán a sus fines de sometimiento mental y de explotación de las riquezas y los recursos ajenos.
Una simple ojeada a las conclusiones y a la sentencia que acaba de llegar al Tribunal muestra hasta la
náusea la proliferación cancerosa de los aparatos opresores, ya sean las estrategias de su política, la
siniestra acción de sus servicios de inteligencia, o la más hostil penetración en los planos de la
economía y de la cultura a través y por medio de las sociedades multinacionales y las fundaciones de
todo tipo.
Pero algo aún peor espera al mundo es esta ciega escalada de ambición y de codicia. A medida que
esta escalada progresa, sus efectos se vuelven incluso contra ella, y hace años que los hombres de
ciencia denuncian angustiosamente la proliferación de arsenal atómico, así como la catástrofe ecológica
a que nos encaminan una tecnología sin conciencia ni previsión del futuro, la contaminación del suelo,
de las aguas, la ruptura de los ciclos biológicos, la certidumbre de que dentro de pocas décadas la
humanidad entera, sin excepción, se hundirá en un lento crepúsculo de agonía.
Texto hasta hoy inédito de Julio Cortázar cedido generosamente a la Jornada por Ugne Karvelis,
primera compañera y editora del enormísimo cronopio.
¿Por qué para todos los habitantes del Anáhuac (el México anterior a la llegada de los españoles y
demás europeos) la Tierra era un ser vivo y sagrado al igual que todos y cada uno de sus
componentes? ¿Por qué para mayas, huicholes, mexicas, tarahumaras, pieles rojas, etc., los ríos, las
montañas, los árboles, las aves, etc., eran y siguen siendo sagrados7 La respuesta está en su
FILOSOFIA, según la cual todas las cosas y seres existentes en la Tierra y en el universo, son
“desdoblamientos” o materializaciones de IPALNEMOUANI (en náhuatl: “El Dador de la vida”, la Fuerza
Generadora Universal, Fuerza a la que veneraban en todo el Anáhuac aunque con diferentes nombres
por los múltiples idiomas que hubo aquí. Así en la región maya le denominaban HUNAB KU, “El Dador
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de la Medida y el Movimiento”; “WANKA TANKA”, “El Gran Espíritu”, para los pieles rojas, o
CURACAVERI para los tarahumaras o raramuri o TZAKOL BITOL para los purépechas, etc.)
Una prueba contundente de esta forma da ver a la Tierra es la Carta del Jefe Seattle, muchos de cuyos
planteamientos centrales están hoy siendo retomados no sólo en México y América Latina, sino en los
propios Estados Unidos y en Europa.
Por ejemplo en Estados Unidos, hace unos años se celebró una misa con caracoles y retomando partes
del ceremonial de los pieles rojas en cuanto a veneración da los ríos, animales, plantas, etc., aun
cuando esto es considerado “pagano” (Ver el articulo EL ESPIRITU DE LA TIERRA).
En Europa, Jean Marie Le-Clézio, además de un análisis sobrecogedor acerca do la acción devastadora
de los europeos en América, plantea que en lugar de intentar exterminar la cultura y filosofía del México
antiguo, deberían haberla importado para Europa porque su “respeto a las fuerzas naturales y la
búsqueda de equilibrio entre el hombre y el mundo HUBIERA PODIDO SER EL FRENO NECESARIO
AL PROGRESO TÉCNICO DEL MUNDO OCCIDENTAL. Ahora empezamos a entender lo que este
equilibrio hubiera podido (también) aportar a la medicina y a la psicología... No es pues por azar que
nuestra civilización occidental vuelve a encontrar ahora los temas filosóficos y religiosos de los indios de
América. Porque se colocó en una posición de desequilibrio, porque se dejó arrastrar por su propia
violencia, el hombre de Occidente debe reinventar todo lo que constituía la belleza y la armonía de las
civilizaciones que destruyó.
Otro reconocimiento a la sabiduría de las antiguas culturas de América es la actual aceptación por parte
de siete u ocho religiones que se reunieron en México en junio del 91, acerca de que si la tierra es
“creación de Dios”, atentar contra ella es “pecado” (según podrá constatarse en una nota periodística), y
que en otra declaración más claramente afirman “porque la Tierra es sagrada”, cosa que los antiguos
pobladores del Anáhuac plantearon desde siempre que a los europeos y occidentales les costó casi
quinientos años aprender.
La predicción que hace 150 años hizo el Jefe Seattle de que quizá un día el hombre blanco descubriría
que “nuestro Dios” y el de ellos es “el mismo Dios” (inaceptable para plantean que Cristo es el Dios
único y verdadero), igualmente ya se cumplió el año pasado cuando en los primeros meses se volvieron
a reunir en México los representantes da las 8 religiones más importantes del mundo (entre ellas la
católica) y por fin aceptaron que “todos los dioses del mundo son el mismo” independientemente que en
cada pueblo se le represente y se le denomine de manera diferente debido a la pluralidad de idiomas y
de tradiciones existentes.
Hoy que la antigua filosofía del Anáhuac parece reverdecer, queremos cerrar este folleto de
agradecimiento a la Tierra con otra predicción profundamente sabia de nuestros antepasados (fruto de
una larga, rigurosa y metódica observación de la vida y el universo), quienes, dada la categoría
filosófica náhuatl de CICLICIDAD o de TIEMPO CICLICO, aseguraron de manera enigmática:
“Otra vez será así, otra vez las cosas serán así, en otro tiempo, en otro lugar. Lo que se hacía hace
mucho tiempo y ahora ya no se hace, otra vez se hará, otra vez será así, como fue en tiempos muy
lejanos. Los que viven hoy, vivirán otra vez, otra vez serán”.

A LA MADRE TIERRA...GRACIAS !!!!


martes, 23 de marzo de 2010
http://amor-en-el-aire.blogspot.mx/2010/03/la-madre-tierragracias.html

Gracias madre porque nos has dado la luz del día que nos impulsa al trabajo, y llena de frutos nuestras
manos.
Gracias por esas tibias noches con que proteges nuestros sueños y embelleces nuestros amores.
Gracias Tierra, por las flores que nos concedes para iluminar nuestros campos, alegrar nuestras vidas y
sentir el amor que el Padre nos tiene.
Gracias por tus montañas que ante su vista majestuosa, percibimos la grandiosidad de este rincón en
que moramos.

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Gracias por el azul de tus mares que inspira en nosotros la admiración por Dios, y nos permite
asomarnos a un maravilloso mundo que sin comprender, admiramos.
Gracias Tierra por tus arroyos y ríos, porque llevas en tus aguas los lamentos de dolores lejanos y las
alegrías de las vidas en flor.
Gracias por tus lluvias, porque nos limpian el aire y la mente, y nos permiten ver renacer las plantas
como el símbolo innegable de una vida eterna.
Gracias por tus aromas que nos motivan a vivir en un dinamismo constante, que hace nacer en
nuestras mentes la necesidad de vivir en armonía, y nos recuerdan la veneración que debemos tenerte
por ser el hogar de nuestros padres y nuestros hijos.
Gracias amada madre Tierra, porque nos has cobijado por muchas generaciones, y has recibido en tu
seno tantos dolores y tantos amores, que tú nos comprendes más que nosotros mismos.
Gracias por recordarnos que nuestro origen y destino están en tu suelo.
Gracias por tus enseñanzas que nos hacen comprender lo temporal de nuestras vidas carnales, y lo
eterno de nuestro espíritu.
Gracias por entendernos, gracias por cobijarnos, gracias por renovarte año con año en tus primaveras,
porque así nos vemos a nosotros mismos, renacer en nuestros hijos y después en nuestros nietos.
Gracias por enseñarnos que la vida es continuidad de existencia en nuevas formas.
Gracias por explicarnos que la inmortalidad reside en poder perpetuarse en su descendencia.
Gracias por la luna que nos alumbra y que Tú maravillosamente la conduces por nuestros cielos.
Gracias por ese Sol a quien Tú has desposado, porque entre ambos nos enseñan la dualidad que existe
en todo lo creado.
Gracias por alimentarnos.
Gracias por la música de tus vientos y el rumor de las aguas de los ríos.
Gracias por el trinar de los pájaros y el aleteo de las mariposas.
Gracias por la sonrisa de los niños y la caricia de los ancianos.
Gracias por tus mañanas que anuncian nuevas alegrías, y gracias por tus atardeceres que preludian el
descanso.
Gracias a Ti porque eres para nosotros la madre que nada pide y que todo da.
Con todo mi Amor como un homenaje para Ti en este día.
Gracias Tierra.
¡Gracias!
Kwan Yin.

PRONUNCIAMIENTOS INDÍGENAS EN EL DÍA DE LA MADRE TIERRA


COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina
22 de abril, Día de la Madre Tierra

Volvemos a tu seno, Pachamama

La Pachamama está herida, está enojada. En sus millones de años de existencia, nunca antes sus
ciclos fueron tan violentados, nunca sus hijos la agredieron tanto, nunca fue tratada como un objeto sin
vida, como un depósito de recursos inagotables para ser saqueados. En poco más de quinientos años,
todo lo que ella alberga, todas las formas de vida han sido empujadas al borde de la extinción. Es hora
de decir basta.
En este Día de la Tierra, los pueblos del mundo están reunidos en Cochabamba, Bolivia, clamando por
cambiar el sistema y no el clima. Comprometiéndose a volver a la armonía, al diálogo, al equilibrio. Para
sentirnos nuevamente una parte más de la comunidad de la vida y no el centro del cosmos,
supuestamente creados para “dominar” la naturaleza.
Si durante miles de años los pueblos indígenas supimos comprender los ciclos de la Madre Tierra, fue
porque no buscábamos la acumulación individual e ilimitada sino la persistencia de la vida de todos los
seres. Hoy, en cambio, todo está mercantilizado y las brechas entre ricos y pobres son cada vez más
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grandes. El hambre y la explotación que nos eran desconocidos ahora se extienden en el mundo
mientras unos pocos enriquecen.
Nos ofrecieron “vivir mejor” y están arrasando con la vida. Nosotros, los pueblos indígenas, ofrecemos
el buen vivir/vivir bien. Para preservar todas las formas de vida, para detener la crisis climática, signo
más visible de la crisis de la civilización occidental. Para que las voces de todos y todas sean
escuchadas. Para que las diferencias no nos distancien sino nos acerquen. Porque somos tan diversos
como la Madre Naturaleza, podemos unir nuestras manos y garantizar la construcción de un futuro en
armonía.
Pachamama, volvemos a ti, somos tus hijos, te curaremos.

Lima, 22 de abril de 2010.


Coordinación General CAOI

ANTE EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA


COORDINACIÓN Y CONVERGENCIA NACIONAL MAYA WAQIB’ KEJ

MANIFESTAMOS

En Guatemala se profundiza el saqueo de Nuestra Madre Tierra por el capital transnacional a través de
las empresas mineras, petroleras, hidroeléctricas, monocultivos. Nuestro territorio está siendo saqueado
por empresas nacionales: Cementos Progreso, Compañía Guatemalteca De Níquel, Maya Níquel,
Minas de Guatemala SA, Hidroeléctrica Generación Limpia de Guatemala, SA, HIDROXALBAL,
HIDROXIL, SA, Ingenios, Grupo Pantaleón, Azasgua, diferentes cámaras empresariales aglutinadas en
el CACIF, Palmas del Ixcán, HAME, Multi-inversiones, y por empresas trasnacionales: Holcim, Gold
Corp. (Entre Mares y Montana Exploradora), Enel, Solel Boneh, Minera El Cóndor, Hidroeléctrica Tres
Niñas, Unión Fenosa, Empresa Petrolera Perenco, Cadena Comercial Walmart, GREEN FUEL EARTH,
entre otras, con la complicidad de los gobiernos anteriores y el de turno no importándoles la destrucción
y contaminación que estas empresas ocasionan a la Madre Tierra.
Ante estas amenazas, las comunidades afectadas continuamos el camino para la defensa y
recuperación de la tierra y el territorio que a través de desalojos, engaños, amenazas y persecuciones
nos han ido quitado los terratenientes como en la región del Polochic y Jalapa; el despojo por parte del
Estado al conceder las concesiones a las industrias extractivas irrespetando las consultas comunitarias,
como en el caso de San Juan Sacatepéquez, San Miguel Ixtahuacan, el Estor, La Laguna del Tigre en
el Peten, Huehuetenango, Quiche, y todo en el amplio territorio Maya y Xinka.
En la defensa de nuestro territorio el sistema de justicia racista y excluyente del Estado y las empresas
han implementado mecanismos como la persecución, la intimidación, órdenes de captura contra
dirigentes como a nuestras hermanas de San Miguel Ixtahuacan, San Marcos, y San Juan
Sacatepéquez. De igual manera han realizado encarcelamiento de nuestros hermanos como Ramiro
Choc en Izabal, Abelardo Curup y cuatro compañeros más en San Juan Sacatepéquez. En San Marcos
han asesinado a nuestros compañeros y compañeras quienes han encaminado la lucha legítima por
defender nuestro territorio. En el Estor y Livingston, Izabal tuvimos la pérdida de nuestros hermanos
Mario Caal asesinado extrajudicialmente y Adofo Ich asesinado por las empresas privadas de seguridad
y grupos paramilitares con complicidad de la Policía Nacional Civil.
Criminalizan nuestra lucha por defender nuestro territorio bajo el pretexto de un “desarrollo” basado en
un el modelo capitalista y neoliberal que atenta contra nuestra Vida y la Vida de la Madre Tierra. El
Estado instala Estados de Prevención los cuales restringen derechos de organización, reunión,
manifestación y libre emisión del pensamiento, en tanto las empresas encuentran vía libre para el
traslado de maquinaria, instalación de infraestructura e inicio de la explotación de los bienes de la
Madre Tierra. En el caso de San Marcos Unión Fenosa, (Deocsa y Deorsa) unilateral y autoritariamente
incrementaron el costo de la energía eléctrica afectando económicamente a la población urbana y rural.
Los estados de prevención han permitió que otras fuerzas represivas del Estado y grupos paramilitares
actuaran con toda impunidad llegando al asesinato; como es el caso de la emboscada al vehículo
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donde se conducía una delegación de dirigentes, hecho ocurrido entre los municipios de Coatepeque y
Ocos, donde perdió la vida la dirigente Evelinda Ramírez, de igual manera el asesinato del Licenciado
Armando Sánchez ocurrido en pleno estado de prevención el 23 de diciembre del 2008.
Esta lucha debe ser colectiva, rural y urbana porque lo que se produce en las aéreas rurales son
beneficios para las poblaciones urbanas, el agua que llega a cada casa es sustraída de las montañas
por las cuales nos encontramos en resistencia. Ante ello, invitamos a nuestros hermanos y hermanas
de las ciudades a defender nuestro territorio, ¡no más contaminación!, ¡no más desvío y privatización de
los ríos y lagos!, ¡no más destrucción y comercialización de nuestros bosques!, ¡no más destrucción de
la Madre Tierra!
Fruto de la denuncia, organización, movilización y resistencia de las comunidades indígenas se logró
que el informe del 2009, de la Comisión de Expertos en la Aplicación de Convenios y Recomendaciones
de la Organización Internacional del Trabajo -OIT- publicado en febrero del 2010, en el caso de la
cementera en San Juan Sacatepéquez, se inste al gobierno de Guatemala, a que “se suspendan
inmediatamente las actividades alegadas en tanto se lleve a cabo un diálogo con las partes
involucradas y se evalúe, con la participación de los pueblos interesados, la incidencia social, espiritual
y cultural y sobre el medio ambiente de las actividades previstas y la medida en que los intereses de los
pueblos indígenas se verían perjudicados, según lo dispuesto por los artículo 7 y 15 del Convenio” y en
relación a la empresa minera con presencia en San Marcos (San Miguel Ixtahuacán y Sipakapa) insta al
Gobierno a que suspenda la explotación referida hasta que se realicen los estudios contemplados en el
artículo 7, párrafo 3), del Convenio y las consultas previas previstas en el artículo 15, párrafo 2), del
Convenio.

DENUNCIAMOS:

1. El incumplimiento del Estado ante las recomendaciones emitidas por parte de la Organización
Internacional del Trabajo –OIT- y el Comité Contra toda forma de Discriminación Racial –CERD- de las
Naciones Unidas ante los casos de San Juan Sacatepéquez y San Miguel Ixtahuacán, de igual manera
ante el tema de minería en general ya que estas dos comunidades son ejemplo de los daños
irreversibles que ocasionan las trasnacionales.
2. En el caso de la Laguna del Tigre ante la prórroga solicitada por la Petrolera PERENCO, El Ministerio
de Energía y minas en vez de proteger los bienes naturales, manipula a ONGs, comunidades y
CODEDE, patrocinando campos pagados en diferentes medios con el objetivo de aprobar una nueva
concesión de 15 años, provocando la destrucción de una de las reservas naturales de Guatemala y del
continente. Hasta el momento el Presidente Álvaro Colom ha actuado de manera complaciente con la
Empresa PERENCO incumpliendo su palabra dada a las comunidades de no otorgar concesiones
mineras.
3. La Hidroeléctrica Palo Viejo no ha respetado el derecho de las comunidades de Cotzal y Uspantán,
pues con engaños, manipulación, buscan la Instalación de torres de transmisión de energía dentro de
las comunidades. Ante ello, El Estado y la empresa están generando el rompimiento del tejido social de
las comunidades creando división dentro de las mismas, comprando voluntades de líderes y
autoridades en complicidad con las autoridades municipales
4. A pesar de esto, este 13 de abril los diputados de todas las bancadas de derecha aprobaron la Ley
de Concesiones, denominada al Principio “Ley de Participación Público Privada en Materia de
Infraestructura”, y ahora se le conoce como “Ley de Alianzas para el Desarrollo de infraestructura
económica”, la cual que permite la explotación bárbara de la madre tierra bajo el supuesto de la
“atracción de inversión extranjera”.

DEMANDAMOS

1. El respeto y cumplimiento inmediato de las recomendaciones de la Organización Internacional del


Trabajo –OIT- la Corte de Constitucionalidad –CC- y el Comité Contra toda forma de Discriminación
Racial –CERD- de las Naciones Unidas, donde establece la suspensión inmediata de las funciones de

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Cementos Progreso y de la Mina Marlyn. La cancelación de concesiones, exploración, explotación y de
las operaciones mineras, y la construcción de hidroeléctricas.
2. El respeto a las consultas comunitarias como vinculantes, por ser la voz del pueblo, mismas que
están respaldadas legalmente por el Código Municipal, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU.
3. Libertad a los presos políticos, cese de la represión y criminalización, cese de campañas negras en
contra de los defensores de los Derechos de la Madre Tierra.
4. La no autorización de la prórroga de la extracción petrolera en la Laguna del Tigre por parte de
PERENCO.
5. No más desalojos en nuestras tierras y territorios que históricamente hemos habitado los Pueblos
Indígenas.
6. Una Reforma Agraria integral.

FELICITAMOS:

Al presidente de Bolivia Evo Morales Ayma, ante la convocatoria a la Conferencia Mundial de los
Pueblos sobre el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra, siendo este un precedente ya
que se “Afirma que para garantizar el pleno cumplimiento de los derechos humanos en el siglo XXI es
necesario reconocer y respetar los derechos de la Madre Tierra” y que “Seguros de que los pueblos del
mundo, guiados por los principios de solidaridad, justicia y respeto por la vida, serán capaces de salvar
a la humanidad y a la Madre Tierra;” ante ello nos sumamos al cumplimiento de los objetivos planteados
de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático:

1. Analizar las causas estructurales y sistémicas que provocan el cambio climático y proponer medidas
de fondo que posibiliten el bienestar de toda la humanidad en armonía con la naturaleza.
2. Discutir y acordar el proyecto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra.
3. Acordar las propuestas de nuevos compromisos para el Protocolo de Kioto, y para proyectos de
Decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que guiarán el
accionar de los gobiernos comprometidos con la vida en las negociaciones de cambio climático y en
todos los escenarios de Naciones Unidas, respecto a:
4. Trabajar en la organización del Referéndum Mundial de los Pueblos sobre el cambio climático.

a) Restablecer la armonía de la naturaleza, reconociendo los derechos de la Madre Tierra.


b) Cambiar el modelo de sobre consumo y derroche que es el sistema capitalista.
c) Que los países desarrollados reduzcan y reabsorban sus emisiones de gases de efecto invernadero
de manera doméstica para que la temperatura no suba más de un grado centígrado.
d) Trasferir todo lo que se gaste en las guerras y destinar un presupuesto superior al presupuesto de
defensa para el cambio climático.
e) Crear un tribunal de justicia climática para juzgar a quienes destruyan la Madre Tierra.

5. Analizar y trazar un plan de acción para avanzar en la constitución de un Tribunal de Justicia


Climática
6. Definir las estrategias de acción y movilización en defensa de la vida frente al Cambio Climático y por
los Derechos de la Madre Tierra.
COORDINACIÓN Y CONVERGENCIA NACIONAL MAYA WAQIB’ KEJ
PUEBLOS Y NACIONALIDADES INDÍGENAS DE LA RESISTENCIA AL PODER.
IXIMULEU WO’O KAME
GUATEMALA 22 DE ABRIL 2010
DÍA DE LA MADRE TIERRA IXMUKANE – PACHAMAMA
· Al escuchar los murmullos de los ríos nos están recordando que refrescan y nos dan la vida
permanente a todos los seres.

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· Al escuchar el crepitar del fuego que arde y los retumbos de los volcanes sabemos que es la gran voz
del corazón del mundo.
· Escuchar los augurios del viento es conocer los grandes mensajes de los cuatro rumbos del mundo,
es sentir el aliento de las montañas, es respirar la vida.
· Sentir el aroma de las flores es saborear la fragancia de la madre tierra.
· Hablar con los nawales de la madre naturaleza es caminar a la par de su ritmo con una conciencia
ampliada.
· Olfatear el aroma de la madre tierra es sentir su esencia y mirar al propio gran espíritu de Ixmukane
Madre Tierra.
Ellas, ellos y todos los demás seres se comunican revelando su conciencia, actuando de forma
colectiva, recordándonos el origen y la regeneración de la vida, nos hacen soñar nuestro pasado,
nuestra raíz y retroalimentan nuestro presente recordándonos su alto grado de conciencia y de su
actuación en consenso; ellas y ellos se consultan entre sí, se escuchan, se dan y reciben consejos,
recuerdan su tiempo de actuación. Desde este gran consenso los pueblos originarios hemos
aprehendido el doble consenso, el de la madre tierra de donde se deriva el consenso de sus hijas e
hijos, para saber vivir con equilibrio lo que hoy se nos presenta como reto, la reconstitución del buen
vivir.
Su forma natural de vida ha resistido junto con nuestros pueblos, aun percibimos con todos nuestros
sentidos orientándonos para ser recíprocos con la madre tierra, su resistencia y autoridad se expresa
permanentemente y exige con voz propia que se le respete, que se le considere de la forma natural
posible. Pero en los últimos quinientos años ha sido desafiada por los invasores y sus descendientes
que ven a la madre naturaleza como mercancía, que no tienen la capacidad de escuchar los mensajes
de la madre tierra, que se queja de tanta explotación, estos “civilizadores” se enceguecieron por la
avaricia, y crearon al monstruo de la organización mundial del comercio OMC, neocolonial, neoliberal,
es desde allí donde diseñan los mecanismos de opresión con leyes internacionales que los gobiernos
llamados nacionales se ajustan a esas decisiones.
Las compañías transnacionales y los ricos nacionales andan explotando y explorando donde quedan los
bienes de la madre tierra, ellos les llaman recursos naturales o capital natural, lo relacionan con el
capital cultural y operan sus maquiavélicos procedimientos.
A costa de la vida de la madre tierra y la de los pueblos originarios, en nombre del llamado desarrollo
acumulan capitales y poder deshumanizado, creando hijos desnaturalizados, prepotentes, con
razonamiento dominante, con su complejo dominante, ellos son los responsables del calentamiento
global, del cambio climático, de la grave contaminación que ha trastornado los grandes y pequeños
ciclos de la madre Naturaleza, ellos desafiaron a los ríos, al viento, a las nubes, a la atmosfera, a la
abuela luna hasta generar su basura espacial. Estos humanoides han provocado desastres a la madre
naturaleza y hoy pretenden engañarnos diciéndonos que la naturaleza está provocando desastres.
Pero es necesario aclarar quienes son los primeros desastrosos, los que se han llamado civilizadores,
los que parecen ser cultos, los que miran con gafas y esconden sus ojos, los que quieren esconder su
conciencia, los que han creado la impunidad, los que impulsan guerras de nuevas invasiones en contra
de los pueblos del mundo, en el Medio Oriente, África.
En quinientos años han degradado, han destrozado, han exterminado bosques, ríos, lagos, pueblos, y
no satisfacen su avaricia….
Iximulew, Kaji’ Kan, Sip, 5126
Guatemala, 21 de abril de 2010
Asociación Maya Uk’ux B’e
Miembro de Waqib’ Kej
Leopoldo Méndez
Rosa Chávez
Marta Matzir
Domingo Hernández Ixcoy

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