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CAPITULO 2: ¡DEJAME, NO QUIERO!

Seguían sucediendo más y más cosas, tanto que hasta Alexander hizo que
Benjamín cambiara de pensamiento, Benjamín era un chico que le encantaba
leer, estudiar y siempre mantenerse en una constante evolución cognitiva,
pero por Alexander hasta perdía clases, en fin luego de varios días haciendo
lo mismo, hubo un momento de que se encontraron ambos en los vestuarios
de Le Salle, como era de costumbre rosando nuestros miembros creando una
fricción para ponerse duros, cuando de la nada Alexander se queda en
silencio y simplemente deja de hacer todo lo que hacía, Benjamin noto esto y
le pregunto:

— ¿Está ocurriendo algo malo? ¿Qué sucede?

A lo que Alexander rápidamente respondió:

— Ya estoy cansado de no poder comerte, quiero probar todo tu cuerpo,


pasar mi lengua dentro de tus partes, no quiero solo tocarnos y
besarnos.

Benjamín igual de ansioso que Alexander le respondió:

— Pienso lo mismo que tú, pero mi mamá es ama de casa y se la


mantiene todo el día en la casa, así que no podemos hacer nada.

Alexander llevo sus manos hasta su cara y comenzó a pensar, y mientras


Benjamín miraba al otro chico pensaba “— ¡Ahh, míralo hasta hasta
pensando se ve lindo, Alexander es muy tierno.” Hasta de repente Alexander
mira a Benjamín y muy emocionado le dice.

— ¡Ya se! Este viernes mi madre con mi padre se irán a un viaje de


trabajo para Canadá, tenemos sábado y domingo para vernos ¿Te
parece venir alguno de estos dos días a mi casa?
Benjamín estaba tan feliz de escuchar esto que de una vez sin pensar en sus
consecuencias o en los peligros de esto aceptó su invitación para
encontrarse el sábado y pasar un día diferente.

Pasaron unos días, Pero algo muy extraño estaba ocurriendo entre los 2,
Alexander y Benjamín solo se veían por los pasillos y solo se daban besos a
escondidas, llegó la hora de el almuerzo, como era de costumbre Benjamín
agarro su plato de comida y se dirigía hasta la mesa más solitaria que
encontrará, pero vio a lo lejos sentado a Alexander con sus amigos Scott
Foster y Jeremy , a ellos los conocía por qué eran de los que más hablaban,
primero por qué eran muy lindos y segundo por su forma de ser, eran los
bravucones sin oficio que se la pasaban golpeando chicos, pero este no se
me intimido, así que sin pensar en nada, apretó su bandeja de comida y se
dirigió hasta la mesa de ellos, quería cambiar su vida y comenzar a tener
nuevos amigos, poco a poco ya estaba más cerca de la mesa en dónde se
encontraba Alexander, al llegar a la mesa Benjamín se sentó sonrió mientras
miraba a Alexander y le dijo.

— ¡Hola Alexander! Disculpa sentarme con ustedes, es que realmente ya


no quiero comer solo.

Pero Benjamín pudo notar que su cara cambio y ya no se veía tan dulce, se
notaba mucho más enojado que cualquier otra cosa y este respondió.

— ¿Quién eres tú? Y que haces sentándote aquí con mis amigos.

Al escuchar la forma tan grosera en la que le habló, un poco apenado


Benjamín le respondió

— Yo… yo soy… – Alexander no me dejó ni terminar de hablar cuando le


respondió.

— No me interesa quien eres, mejor lárgate de aquí si no quieres que mis


amigos te saquen a patadas.
Benjamín al escuchar la forma tan grosera en la que le habló Alexander dejó
todo en la mesa y se levanto de golpe y salió de ese lugar, Benjamín quería
estar solo, cargaba mucha impotencia y rabia así que se dirigió hasta el
campo del High school, para en si alejarse lo más posible que pueda de las
personas y se acostó a mirar el cielo en un banco donde de repente las
lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, no podía creer como me había
tratado, si el amor era un sentimiento que lo podría llegar a sentir así de mal,
prefería no enamorarse jamás, pero una y otra vez se decía “— primera vez
que lo veo a el de esa forma pero que más da, no somos nada y además no
creo que haya salido del closet con sus amigos, pero que más me quedaré
aquí en esta banca acostado hasta que toquen la campana, hasta las ganas
de comer se me fueron.”

Al pasar el rato escuchó unos pasos cada vez más y más cercanos a el, y su
curiosidad ganó, así que se levantó de la banca en la que estaba, ya que le
parecía raro, usualmente aquí nadie venía y preguntándose se decía. “—
¿Por qué ahorita justamente cuando no quería hablar con nadie vendría
alguien?” Benjamín tenía mucha rabia así que se levanto de la banca y al
hacerlo se percate que la persona que se acercaba a el era nada más y nada
menos que Alexander, así que se dio media vuelta para darle la espalda y
comenzó a caminar lo último que quería era hablar con el, Alexander corrió
hasta donde se encontraba Benjamín y agarrándole el brazo lo volteo y le
dijo.

— Por favor espera a que te explique todo.

— No hay nada que explicar, todo está muy claro, me trataste como la
propia escoria frente a tus amigos.

— Tengo una razón por la cuál lo hice, aunque igualmente debo pedirte
perdón…

— ¿Hay una razón? A ver cuál es la razón que te hizo tratarme tan mal.

— Mis amigos son súper homofobos así que por eso decidí tratarte así
para que no te traten mal, pero no es por nada en especial.

— Pero no es nada especial, te parece que no fue nada especial como


me trataste y lo más triste es que tus amigos no me dijeron nada,
enserio no se si creerte. – Se volteo y volvió a comenzar a caminar
para dejarlo hablando solo pero Alexander volvió a hacer lo mismo, le
agarró la mano y le impidió seguir avanzando y casi suplicando le dijo.

— Por favor discúlpame soy un tonto, pero realmente créeme que lo hice
pensando en ti, mis amigos son muy babosos y no quiero que te
hagan nada a ti.

— Osea tu dices que para defenderme de ellos, debías humillarme tú,


que buena lógica, además a mi parecer no me proteges a mi, te
proteges a ti ya que tienes la típica imagen del chico heterosexual
guapo por el que más chicas se derriten y tus amigos al verme contigo
empezarán a dudar de tu sexualidad, así que realmente paso.

— Yo sé que hice mal en tratarte como lo hice, pero realmente lo hice


pensando en ti, discúlpame por favor, no quiero perderte y no saben
que soy bisexual todavía porque aún ando experimentando con mi
cuerpo, así como tú. – se acercó a Benjamín, le agarró la cara, para
luego darle un besó en el cachete y abrazarlo de forma muy dulce. –
¿Me personas?

— ¿Y tú piensas que yo soy tonto? Tu dijiste “ya me creyó” ¿Realmente


piensas que me voy a tragar esa basura de cuento?

— Benjamín eres libre de creer lo que quieras, pero enserio si quieres


pregunta por el caso de Andrés Gutiérrez era otro latino así como tú
qué comenzó esta secundaria y dijo cuál era su orientación, al
enterarse de esto Scott y Jeremy juntos le hacían su vida a cuadrito y
quiero evitar eso, me llamas la atención y pues me la paso lindo
contigo. – agarro la cara y de Benjamín lo besó.

— Pues realmente no se que está pasando entre nosotros pero esa


actitud no me gustó, te perdonare está vez, pero no lo vuelvas a
hacer.

— No volverá a suceder créeme, pero evita a estos dos lo más que


puedas. — Alexander se acercó nuevamente a Benjamín, lo abrazo y
lo beso luego de esto ambos se dirigieron hasta los salones para hacer
sus cosas, cada uno tenía diferentes materias que ver.

Tocaron la campana y tocaba la hora de salir así que como siempre


Benjamín salió corriendo para dirigirse al vestuario para encontrarse con su
chico, a los pocos minutos llegó Alexander y como siempre comenzaron los
besos y las caricias combinadas con las erecciones y pasiones, pero luego
que salíamos de ese lugar se notaba una gran distancia entre Alexander y
Benjamín, y mientras más lo pensará Benjamín, menos podía entender el por
qué sucedía, esto lo comenzó a notar debido a que en el receso o en la hora
de almuerzo siempre Alexander se escondía de el, pero a la hora de la salida
pareciera que realmente si quisiera estar con Benjamín.

Benjamín ignoró esto pues ya se acercaba el sábado y lo que más quería era
conocer la casa de Alexander y hacer cosas con este mismo. Llegó el sábado
y comenzaron a hablar por mensaje para concretar a qué hora se iban a
encontrar.

Alexander Blanco:

— ¿A qué hora vienes rey? Te espero con mis boxer más apretados.

Benjamín Kemp:

— Estoy hablando con mi mamá y ya en 15 minutos estaremos allá.

Pasaron los minutos y aproximadamente en 20 minutos llegó a su casa, Está


era muy grande y además muy linda, Alexander le hizo un recorrido de toda
su casa hasta llegar a su cuarto, su cama era muy grande así que ahí podían
hacer lo que quisieran sin ningún tipo de problemas, Benjamín volteo su
mirada y se encontraba Alexander mirándolo de forma penetrante, como si
tuviera muchas ganas, Alexander sin poder ser contener se acercó a
Benjamín y comenzó a besarle de forma muy pasional, las manos de
Benjamin y sus manos eran como niños recorrían todos los lugares en busca
de crear más tensión sexual, era muy grande las ganas que ambos se tenian
y creo que al fin podrían matarlas.
Alexander lanzó hasta la cama a Benjamín y comenzó a besar su cuello
lentamente mientras que Benjamín acariciaba su cabello, era muy sedoso y
listo, Alexander a los pocos minutos le quito la mano de su cabeza y agarro
mi otra mano para pegarlas a la cama, luego se esto puso las piernas de
Benjamín en sus hombros y comenzó a rosar su miembro duro contra
Benjamín creando mucha tensión entre ambos, mientras besaba sin parar a
Benjamín, ya la cosa estaba poniéndose muy caliente.

Alexander comenzó a desabrochar el pantalón de Benjamín para quitárselo y


de una también le quito la camisa dejándolo en ropa interior, Benjamín al
notar que ya se encontraba semi-desnudo se levantó y se lanzó encima de él
para así comenzar a besarlo mientras sus manos se fueron hasta el botón de
su pantalón para luego comenzar a soltarlo, al tener su botón del pantalón
abierto, se bajo de encima de él para terminar de quitar su pantalón, al ver
cómo le quedaban su ropa interior de apretada no pudo detenerse y comenzó
a pasarle la lengua desenfrenadamente por su bóxer, hasta que no pudo más
y saco su miembro duro de ahí, no quería que tuviese ropa encima, y
comencé a utilizar su boca, Benjamín nunca lo había hecho pero ya había
practicado con diferentes frutas como la banana y otras que no voy a
mencionar, su lengua pasaba por todo el falo de Alexander, era muy grande y
además muy lindo su amigo.

Luego de un rato de hacer el único oral en su vida, Alexander se levantó de la


cama y me puso en posición de perrito, Benjamín con mucha pena ya que
nunca se había imaginado así, pero de repente todo comenzó a tornarse mal,
no se qué comenzó a pasar por su mente pero Alexander se volvió muy
agresivo y de la nada comenzó a golpear a Benjamín una y otra vez, sabía
que era virgen y comenzó a meterme sus dedos pero de una forma muy
rústica y le estaba doliendo mucho, Benjamín no sabía que sucedía pero lo
que estaba pasando no lo gustaba y sin más le dijo.

— ¡Ah, ya para por favor! – Mientras forcejeaba con Alexander para tratar
de sacar sus dedos, pero este no quería dejarlo de hacer y cada vez
que los sacaba, Alexander los volvía a meter y esto le dolía mucho,
pero este entre risas le decía.

— No seas agua fiesta por favor y resiste un poco.


— ¡No, Alexander, enserio me duele! – Aunque Benjamín le decía que
parará Alexander le hacía caso omiso y seguía introduciendo sus
dedos, no dejaba de hacerlo, Benjamín forcejeando contra Alexander
se levantó de la cama y comenzó a llorar, era su primera vez y
realmente le dolía, la cosa dejo de excitarle tanto así que comenzó a
desagradarle.

Alexander al notar que Benjamín se levanto de la cama, el también se levantó


y lo abraco con sus brazos para así lanzarlo hasta la cama dejándolo todo
sumiso y con una cuerda comenzó a atarle las manos mientras reía y le dijo

— Basta no seas tan niña. – agarro su miembro y comenzó a rosarlo por


su cuerpo, luego de eso comenzó a introducirlo lanzando todo su
cuerpo contra el de Benjamín en la cama, luego de esto al estar dentro
de Benjamín volvió a meterlo pero de forma muy brutal, Benjamín
comenzó a llorar no podía creer que así fuese su primera vez además,
le dolía mucho y sus lágrimas comenzaron a salir más y más.

— ¡Déjame, no quiero!

— ¡Claro que sí quieres, no lo niegues! – Dijo Alexander y mientras garro


las manos de benjamín y las coloco en su espalda dejándome todo
sumiso.

— ¡Ahhh! ¡Por favor para ya! – Y como pudo Benjamín lo golpeo, se


levantó de la cama con sus manos amarradas, pero como pudo se
soltó y agarro sus cosas, se encerró en el baño y para empezar a
cambiarme, este se acercó y tratando de manipular a Benjamín le dijo.

— ¡Oye pensaba que te estaba gustando, por favor no me digas que no


te gusto!

Pero no Benjamín no podía realmente responderle nada, no sabía si todo lo


que habíamos pasado fue solo por ganas o si realmente lo quería, ya vestido
se puso a llorar en el baño y solo deseaba salir de esa casa, así que espero
el momento en dónde se encontrara Alexander distraído para salir de su casa
e irse para la suya, este debía pensar bien las cosas, con la cabeza fría,
realmente sintió que Alexander lo estaba violando, yo no quería seguir pero el
lo hacía, sin más al llegar a su casa se acostó a dormir tratando de olvidar lo
sucedido, la persona que pensaba que era la más fiel y linda termino siendo
un depredador sexual. Al otro día despertó y no tenía ni un solo mensaje de
Alexander, desde ese momento no supo nada más de este chico, ya habían
pasado un largo rato de que tenían sus amoríos pero desde ese momento no
volvió a escribirle más, pero adivinen qué.. ahí no quedaron las cosas… las
cosas comenzaron a empeorarse más para la vida de Benjamín.

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