Está en la página 1de 22
IV Caracteristicas y estructuracién de las particulas minerales IV-l. Forma La forma de las particulas minerales de un suelo es de impertancia en el comportamiento mecanico de éste, segiin se desprende de lo dicho en el capitulo II. En los suelos gruesos In forma caracteristica es la equidimensional, en la cual las tres dimensiones de la particula son de magnitud compara- ble. Se origina por la accién de los agentes mecinicos desintegradores y sélo excepcionalmente corresponde a particulas que hayan sufrido algin ataque quimico. Segin la intensidad y lapso con que estos agentes mecd- nicos hayan actuado, se producen variedades en la forma equidimensio- nal, de las cuales pueden considerarse la redondeada, la subredondeada, la subangulosa y la angulosa, en escala decreciente de los efectos del ataque de los agentes desintegradores. La forma redonda es practicamente la esférica, mientras la angulosa es la que presenta aristas y vértices agu- zados (por ejemplo, la piedra triturada). Cuando estos vértices y aristas estin redondeados por el efecto del redado y la abrasién mecanica, se tiene la forma subangulosa, la que por un proceso més intenso de la erosién puede devenir a Ja forma subredondeada final. Las formas angu- losas son tipicas de arenas residuales, y las arenas volc4nicas contienen esas formas en particulas cristalizadas, Las arenas marinas son a menudo también angulosas. Las formas redondeadas son frecuentes en las arenas de rio y en algunas formaciones de playa, si bien, en el primer caso, abun- dan formas subredondeadas y subangulosas, pues las particulas que no se arrastran, no sufren el efecto de la abrasién o el rodamiento; natural- mente que lo anterior es mas cierto en particulas de pequefio tamajio, por su mayor facilidad para mantenerse en suspensién, Las arenas eélicas suelen ser de grano fino y redondeado. 15 76 ‘Mecénica de Suslos En los suelos finos, a causa de su génesis especial, la forma de las particulas tiende a ser aplastada, por lo que los minerales de arcilla, en su mayor parte adoptan la forma Jaminar; como excepcién algunos mine- rales poscen forma acicular. En estos materiales la influencia de la forma es muy importante, pues a cada una de las dos mencionadas corresponde una diferente relacién 4rea a volumen de la particula y, por lo tanto, una muy distinta actividad superficial, en lo que se refiere a adsorcién, La particula de forma laminar tiene dos dimensiones mucho mayores que la tercera; en la forma acicular, una dimensién de la particula es mucho mayor que las otras dos. La forma laminar es, con mucho, la mas frecuen- te en los minerales de arcilla. La forma acicular es mucho més rara (haloisita y algunas otras formas mineralégicas no muy comunes) . Durante muchos afies se creyé que cl tamaio de las particulas era el factor determinante en algunas propiedades mecanicas importantes, coneretamente en la compresibilidad. Hoy se estima que la forma de las particulas juega un papel mucho mAs preponderante en esa propiedad. Se ha realizado un experimento elasico como prucha del anterior ascrto, consistente en Ilenar dos probetas de 1,000 cm’, una con arena y la otra con escamas de mica, de tamafio andlogo; aplicando presién a Ja are- na con un pistén, la compresién es tan pequefia, que dificilmente es apreciable; sin embargo, las mismas presiones aplicadas a la mica pueden producir reducciones volumétricas hasta de 80%. La reduccién de volimenes de un suelo puede lograrse por aplica- cién de presién estitica, por medio de vibracién o por combinacién de ambos métodes. Aunque la muestra de arena no fue afectada por la pre- sign estdtica en forma apreciable, si se le aplica vibracién se nota una compresién volumétrica que puede egar a un 10%. La vibracién afecta también a las escamas de mica, aunque menos que la presién estitica. Una pequefia cantidad de escamas de mica afiadida a la arena, da a ésta_caracteristicas de compresibilidad bajo carga estatica notablemente inerementadas. Terzaghi fue el primero en emitir la opinién de que la proporcién de particulas laminares contenidas en el suelo, es la causa fundamental de la variacién tan grande observada en el comportamiento de los mismos, en lo referente a compresibilidad. G. Gilboy realizé a sugerencia del propio Terzaghi, los primeros experimentos para compro- bar esa idea. Las curvas de compresibilidad obtenidas por Gilboy para mezclas de arena y mica, se revelaron sumamente parecidas a las tradi- cionalmente obtenidas para diferentes arcillas. La compresibilidad de las muestras de arena y mica no se ve afectada si las muestras estén totalmente saturadas, con un tirante de agua sobre ellas; sin embargo, si las muestras estén solamente himedas y con parte de sus vacios Ienos de aire, la vibracién se torna mucho menos efectiva; vibraciones bruscas pueden incluso hacer que el volumen de las arenas aumente (“dilatacién por vibracién”) Porticulas minerales 7 IV-2. Peso especifico relativo El peso especifico relativo de la mayoria de las particulas minerales constituyentes de un suelo (s,) varia entre limites estrechos (2.60 a 2.90). Como ejemplo, el peso especifico relative del cuarzo es 2.67 y el del fel- despato es 2.6. En suelos con abundante hierro, s, puede llegar a 3, En la turba se han IMegado a medir valores de 1.5, debido a la presencia de materia orgdnica. Los minerales de arcilla que constituyen la fraccién coloidal de un suelo, pueden tener un peso especifico promedio compren- dido entre 2.80 y 2.90. Sin embargo, en algunas arcillas volednicas, tal como sucede en el Valle de México, suelen encontrarse valores mds bajos (entre 2.2 y 2.6). Asi pues, es normal que en un suelo real los minerales de las fracciones muy fina y coloidal tengan su peso especifico relativo mayor que los minerales de la fraccién més gruesa, Ello no obstante, en la mayoria de los casos practicos basta determinar el valor promedio del peso especifico relative de la materia sélida, El peso especifico relativo de los sélidos de un suelo se determina en el laboratorio haciendo uso de un matraz con marca de enrase. El matraz se llena hasta su marca, primero con agua y después con agua y la muestra de suelo. El aire atrapado entre Jas particulas de suelo se desaloja por ebullicién o exponiendo la suspensién al vacio. Si la temperatura del agua es la misma que la de la suspensién puede obtenerse una férmula para s,, utilizando los esquemas de la Fig. IV-1. ) Fraseo sin suelo, eno de agua Frasco con suela y agua Figura IV-l. Esquema para ilustrar Ia obtencién de 5, Sea: Wo = Peso del matraz leno de agua, Wao = Peso del matraz con suelo y agua. Entonces, se tiene: Wr — Wye = Ws — Peso del agua desplazada por los sélidos, El peso del agua desplazada por los sélidos del suelo vale: W, fa We = Veyo = 78 Mecdnica de Suelos segiin la expresién (3-4), Por lo tanto: Ww Wine — Wo = We — z , de donde W. °° Wie t Wa Woe (+1) que ¢s una férmpla en la que todas Jas magnitudes son mensurables en laboratorio. El peso del frasco Hleno de agua hasta el enrase es funcién de la temperatura de prueba; ello es debido al cambio de volumen del matraz por la dilatacién del vidrio y a la variacién del peso especifico del agua. No resulta prdctico ejecutar la prueba a una misma tempera- tura, por lo que es conveniente medir el peso del matraz leno de agua (Wye) para varias temperaturas y trazar una grifica de la variacién de esos pesos. De esta curva de calibracién puede obtenere Mj» en cada caso especifico, EI peso seco de los sélidos (H’,) debe determinarse antes de Ia prue- ba en materiales gruesos y después de ella, en suclos finos plastics. La raz6n. es, que en estos filtimos suelos, el secado previo forma grumos de Jos que es dificil desalojar al aire atrapado. En al anexo I'V-a de este capitulo se da una descripcién detallada del procedimiento de prueba en el laboratorio. IV-3. Estructuracién de los suelos Se estudiaran ahora las disposiciones que adoptan las particulas minerales para dar lugar al conjunto llamado suelo. Ante todo conviene insistir en una afirmacién ya asentada (1-2): un suelo nunca es un mero agregado desprovisto de organizacién; antes al contrario, sus particulas se disponen siempre en forma organizada, siguiendo algunas leyes fijas y segtin la accién de fuerzas naturales susceptibles de analisis. En los suclos formados por particulas relativamente grandes (gra- vas y arenas) las fuerzas que intervienen para formar la estructura son bastante bien conocidas y sus efectos son relativamente simples de cali car; por ello, pricticamente no hay discusién respecto al mecanismo de estructuracién que, por otra parte, es verificable a simple vista. Por el contrario, en los suelos formados por particulas muy pequefias (limos y arcillas), las fuerzas que intervienen en los procesos de estructuracién son de un cardcter mucho mas complejo y las estructuras resultantes son s6lo parcialmente verificables por métodos indirectos, relativamente com- plicades y aun en plena etapa de desarrollo. Todo ello hace que los mecanismos de estructuracién y aun las mismas estructuras resultantes sean, de estos suelos, materia de hipétesis. Particuies minerales ” Tradicionalmente se han considerado las estructuras simple, pana- loide y floculenta como las basicas en los suclos reales. En épocas mis modernas se ha tratado de superar aquel cuadro tradicional introdu- ciendo modificaciones en las ideas anteriores, a la luz de algunos resul- tados obtenides en experimentos realizados con técnicas mis modernas. Asi, no sélo estén variando las ideas de muchos investigadores acerca de los mecanismos de estructuracién de los suelos, sino que, inclusive, han aparecido estructuras que, como la dispersa, no estaban incluidas en el cuadro tradicional. En lo que sigue se presenta, en primer lugar, el conjunto de estruc- turas y mecanismos de formacién tradicionales y, en segundo lugar, algu- nas de las ideas de mayor aceptacién actual. @) Estructura simple. Es aquella producida cuando las fuerzas de- bidas al campo gravitacional terrestre son claramente predominantes en Ja disposicién de las particulas; es, por lo tanto, tipica de suelos de grano grueso (gravas y arenas limpias) de masa comparativamente im- portante, Las particulas se disponen apoydndose directamente unas en otras y cada particula posee varios puntos de apoyo. Desde un punto de vista ingenieril, el comportamicnto mecinico e hidrdulico de un suelo de estructura simple, queda definido principal- mente por dos caracteristicas: la compacidad del manto y la orientacién de sus particulas, El témmino compacidad se refiere al grado de acomodo alcanzado por las particulas del suelo, dejando més o menos vacios entre ellas. En un suelo muy compacto, las particulas sélidas que lo constituyen tie- nen un alto grado de acomodo y Ia capacidad de defermacién bajo carga del conjunto serA pequefia. En suelos poco compactos el grado de acomodo es menor; en ellos el volumen de vacios y, por ende Ia capa- cidad de deformacién, serin mayores. Una base de comparacién para tener una idea de la compacidad alcanzable por una estructura simple, se tiene estudiando la disposicién de un conjunto de esferas iguales. En la fig. TV-2 se muestran en frente, perfil o planta, los estados mas suelto RE, ro) tb) Estado més sueito Estado més compacta Figura IV-2, Compacidad de un conjunto de esferas iguales. y mas compacto posible de tal conjunto, Los valores de m y ¢ corres: pondientes a ambos casos pueden calcularse facilmente y son: Estado més compacto: n= 26 %; ¢ = 0.35 Estado mis suelto: n= 476%; ¢= 0.91 ao ‘Mecénica de Suelos Las arenas naturales muy uniformes en tamafio poseen valores de n y ¢ que se acercan mucho a Jos arriba escritos. Pero en las arenas comunes, los valores pueden disminuir apreciablemente y un pequefio porcentaje de particulas laminares aumenta notablemente el volumen de vacios en el estado mas suelto; en arenas bien graduadas, con amplia gama de tamaiios, los estados mds sueltos y mds compactos tienen valores de ¢ y n mucho menores que los que corresponden a la acumulacién de esferas iguales. Para medir la compacidad de un manto de estructura simple, Ter- zaghi introdujo una relacién empirica, determinable en laboratorio, Ila- mada Gompacidad Relativa (C,). Cmix. — Coat. C9) = (#2) mix. — min. En la anterior relacién: éméx, ~ Relacién de vacios correspondiente al estado mds suelto del suelo. émin, = Relacién de vacios correspondiente al estado mis compacto del mismo. fast, = Relacién de vacios de la muestra en estado natural, Para determinar ¢ns. debe echarse el suelo a volteo en un recipiente de volumen conocido; previamente el suelo se habrd secado al homo. La relacién de vacios, determinada como se indicé en la Anexo III-d, se toma como la correspondiente al estado mas suelto posible. La emia, S€ determina intreduciendo el suelo seco en el mismo recipiente, pero por capas, varillando y vibrando enérgicamente cada capa, hasta observar que no adquicre mayor compacidad; enrasado el recipiente, puede se- guirse el procedimiento sefialado en cl Anexo I[I-d para calcular la ¢ del material ast tratado, Ia cual, convencionalmente, se acepta como la émja. La determinacién de la éya. puede ser mucho més dificil si el manto en estudio no es facilmente accesible o imposible en muchos casos practicos si esta profundo y bajo el nivel fredtico (en tales casos la com- pacidad relativa medible directamente no puede obtenerse y el ingeniero ha de atenerse a otras fuentes de informacién, como la Prueba Estandar de Penetracién, por ejemplo). Si cl manto arenoso es accesible, puede obtenerse una muestra inalterada presionando cuidadosamente contra el suela un cilindro abierto y con filo, a la vez que se excava el material a los lados del cilindro, hasta que la muestra sobresalga por el borde superior del mismo; el material en exceso puede removerse, enrasando el recipiente cuidadosamente; el método descrito en III-d permite calcu- lar la énas. Para el caso de arenas gruesas limpias, los valores de e en las con- diciones mas compacta y més suelta pueden determinarse en estado seco o en estado completamente saturado, aunque debe estimarse preferible Porticulas minerales n lo primero, En arenas finas puede haber gran diferencia en los resulta- dos, segiin se hagan las determinaciones en uno u otro estado; ademas, cuando se hacen las determinaciones en estado seco, los resultados depen- den del tiempo transcurtido a partir del momento de la extraccién de la muestra del horno o desecador, pues el aire puede trasmitirle humedad. ‘También influyen el tamafo del recipiente donde se compacta la mues- tra (para la determinacién de ein.) y el métado de compactacién; se han propuesto varios métodos, pero hasta hoy, ninguno debe conside- rarse perfecto. Por ejemplo, en un suelo bien graduado, con 10% de particulas de tamafio menor que 0.04 mm de didmetro, se encontré en una prueba que su relacién de vacios variaba entre 0.57 y 0.62 en el esta- do més suelto y entre 0.28 y 0.30, en el mas compacto; estas fluctuaciones se atribuyeron a la humedad higroscépica, pues se han encontrado varia- ciones de 0.01 en una relacién de vacios al sacar la muestra de un desecador y exponerla al aire durante 10 6 15 minutos. En otra muestra del mismo suelo se obtuvieron valores de 0.32 y 0.6 para las relaciones correspondientes a los estados mas compacto y mas suelto, respectiva- mente. Las variaciones anteriores son suficientes para producir una diferencia en la compacidad relativa del orden de 10%. Por lo tanto, dicha compacidad relativa no puede considerarse como una cantidad fija y, en cada caso, debe describirse detalladamente el método de deter- minacién empleado, La orientacién de las particulas de arena sedimentadas en agua, ¢ tanto mds pronunciada cuanto mds se aparta su forma de la esférica: esta orientacién produce, como efecta principal, una muy distinta per- meabilidad del suelo, segiin que el flujo del agua sea normal o paralelo a la direccién de orientacién; el efecto aumenta notablemente si el suelo contiene un porcentaje apreciable de particulas laminares. Aun en are- nas naturales con formas pricticamente equidimensionales el efecto de Ia orientacién sobre la permeabilidad es apreciable &) Estructura panaloide. Esta estructura se considera tipica en gra- nos de pequefio tamafio (0.002 mm de diimetro o algo menores) que se depositan en un medio continuo, normalmente agua y, en ocasiones aire. En estas particulas, la gravitacién ejerce un efecto que hace que tiendan a sedimentarse, pero dada su pequefia masa, otras fuerzas naturales pue- den hacerse de magnitud comparable; concretamente, si la particula, antes de legar al fondo del depésito, toca a otra particula ya depositada, Ja fuerza de adherencia desarrollada entre ambas, puede neutralizar al peso, haciende que la particula quede detenida antes de completar su carrera; otra particula puede ahora afiadirsele y el conjunto de elias podré Megara formar una celda, con cantidad importante de vacios, a modo de panal (Fig, TV-3), Las fuerzas de adherencia, causantes de estas estructuras son fuerzas superficiales, ya mencionadas anteriormente. ¢) Estructura jloculenta. Cuando en el proceso de sedimentacién, dos particulas de diimetros menores de 0,02 mm llegan a tocarse, se adhieren con fuerza y se sedimentan juntas; asi, otras particulas pueden Figura IV-3. Estructura panaloide. unirse al grupo, formando un grumo, con estructura similar a un panal. Cuando estos grumos Ilegan al fondo forman a su vez panales, cuyas bévedas no estan ya formadas por particulas individuales, sino por los grumos mencionados, El mecanismo anterior produce un estructura muy blanda y suelta, con gran volumen de vacios, Hamada floculenta y, a veces, panaloide de ordén superior. Las particulas menores de 0.0002 mm = 0.2 micra se consideran ya coloides; estas particulas pueden permanecer en suspensién indefini- damente, pues en ellas el peso ejerce poca influencia en comparacién con las fuerzas eléctricas desarrolladas entre las particulas cargadas ne- gativamente, segin ya se dijo y con las fuerzas moleculares ejercidas por la propia agua; cuando dos de estas particulas tienden a acercarse, sus cargas ejercen una repulsién que las aleja de nuevo; las vibraciones moleculares del agua impiden que las particulas se precipiten; el resul- tado es un movimiento caracteristico en rapido zigzag, conocido como browniano (el botdnico inglés Brown lo observé por vez primera al estudiar suspensiones de clorofila al microscopic). Por este mecanismo, las particulas coloidales de suelo en suspensién no se sedimentarian jamds. Las cargas eléctricas de las particulas coloidales pueden, sin embargo, neutralizarse bajo la influencia de la adicién de jones de carga positiva opuesta; un electrélito, por ejemplo, un deido tal como el clorhidrico, se disocia en agua en iones positives y negatives (Cl y H'); por el efecto de los iones H* en solucién, los coloides neutralizan sus cargas y chocan entre si, quedando unidos por las fuerzas de adherencia desarrolladas. ‘De esta manera pueden empezar a formarse les fléculos de mayor masa, que ya tienden a depositarse. En las aguas de mar, las sales contenidas actiian como electrélito, haciendo posible la generacién del mecanismo antes descrito; en otras aguas naturales la disociacién normal de algunas moléculas (H*, OH") que siempre se produce, la presencia de sales, etc., logra el mismo efecto. Los fléculos se unen entre si para formar panales, que se depositan conjuntamente, formando al tocar fondo nuevos panales y dando lugar Porticula: mineroles. a3 a una forma extraordinariamente difusa de estructura floculenta, en la que el volumen sélido puede no representar mds de un 5-10%. La fi- gura IV-4 muestra un esquema de tal estructura. Conforme aumenta el peso debido a Ja sedimentacién continua, las capas inferiores expulsan agua y se consolidan més. Durante este pro- ceso, las particulas y grumos se acercan entre si y es posible que esta ZF i Figura IV-4, Esquema de estructura floculenta, estructuracién tan poco firme en principio, alcance resistencias de im- portancia. d) Estructuras compuestas. Se considera que las estructuras ante- riores rara vez se presentan puras en la naturaleza, pues la sedimentacién comprende particulas de todos los tamafios y tipos, para las que rigen las leyes de la naturaleza de modo diferente. Segin las ideas hasta aqui expuestas sobre estructuracién, lo comin seria encontrar en los suelos reales estrtucturas tales como la que ilustra la Fig. IV-5. En estas for- maciones se define un esqueleto constituido por los granos grucsos y por masas coloidales de fléculos que proporcionan nexo entre ellos, Figura IV-5. Una estructura compuesta (segfin A. Casagrande). a4 Marénica de Suslos La estructura que aparece en la Fig, IV-5 se ha formado en condi- ciones que permiten la sedimentacién de particulas gruesas y finas si- multéneamente; csto ocurre frecuentemente en agua de may o lagos, con contenido de sales apreciable, donde el efecto floculante de las sales coexiste con el arrastre de vientos, corrientes de agua, etc, El proceso de acumulacién de sedimentos arriba de un cierto nivel, hace que las capas inferiores se consoliden bajo el peso de las supray cientes; las particulas mds gruesas se aproximan ocasionando que la arci- lla floculada entre ellas disminuya de volumen; la compresién resultante de Ja arcilla es mayor en las zonas donde se encuentre mis confinada, esto es, en las regiones de aproximacién entre los granos més grucsos, siempre y cuando no haya flujo lateral de Ja masa en esas regiones. Si el incremento de carga es rapido, existira el flujo lateral y, consecuen- temente, la masa coloidal sufriré un decremento en volumen més. unifor- me; pero en la naturaleza Ia carga crece muy lentamente, por lo que el flujo lateral tiende a producirse en mucho menor medida y las pro- Piedades tixotrépicas de la materia coloidal pueden ayudar eficazmente a impedirlo casi por completo (Anexo TV-b). Asi se produce en las re- giones de aproximacién entre los granos gruesos una liga arcillosa coloidal altamente consolidada, que define fundamentalmente Ja capacidad del esqueleto para soportar cargas, Estas ligas arcillosas estan sujetas a pre- siones mucho mayores que el promedio en la masa de suelo, mientras que la arcilla que Iena los vacios del esqueleto se manticne blanda y suelta, sujeta a presiones comparativamente mucho menores. Con las ideas anteriores es facil entender la diferencia que presen- tan las arcillas en propiedades mecanicas, entre los estados inalterado y remoldeado; el remoldeo destruye la liga de arcilla altamente con- solidada entre las particulas gruesas y permite que la arcilla suave las rodee, actuando como lubricante entre ellas; como resultado, la consis- tencia en el estado remoldeado seri muy blanda. En tanto no sean des- truidas las uniones consolidadas, la arcilla se comporta eldsticamente y pose resistencia a la accién de las cargas, que depende principalmente de la presién a que fue consolidada en Ja naturaleza; la deformacién en la falla decrece a mayor consolidacién previa y a mayor diferencia entre la presién en las zonas arcillosas de acercamiento y la presién promedio en toda la masa; esta diferencia es tanto mayor cuanto mas complicada sea la estructura (arcillas marinas, por ejemplo). Algunos autores han atribuido exclusivamente Ia diferencia de com- portamiento mecdnico de las arcillas, entre los estados inalterado y remoldeado, a las propiedades tixotrépicas de csos materiales (Anexo IV-b). En efecto, la tixotropia' produce cierta rigidizacién reversible en una masa plastica, aumentando ja adherencia eh los puntos de contac- to; como este aumento depende de la posicién relativa de las particulas, existe una deformacién critica que rompe la adherencia y vuelve blando al material. Es muy probable, como ya se dijo, que Ja tixotropia coopere a la formacién de la estructura compuesta y a la coherencia de su es- queleto, impidiendo el flujo lateral de Ia masa coloidal en las regiones Porticules mineroies. a de acercamiento de los granos gruesos; asi, en cuanto mayor grado la propiedad se presente en las masas coloidales, es mayor la posibilidad de mantener el depésito muy suelto bajo grandes cargas, Sin embargo, la resistencia del material de Ja liga de arcilla, no es funcién de la tixo tropia, sino de la intensa concentracién de carga en aquellas ligas, la cual, a su vez, depende de la estructura adoptada y de la carga maxima que “el estrato haya soportado a lo largo de su historia geolégica. e) Estructura en “castillo de naipes”. Algunos otros investigado- res como Goldschmidt y Lambe?¥* han sugerido una interpretacién diferente sobre la génesis de una estructura floculenta y la estructura resultante en si. Segiin estas ideas la forma laminar tipica de los mine- rales de arcilla es fundamental en la estructuracién resultante para los suelos finos. Las investigaciones realizadas en particulas de caolinitas, ilitas y montmorilonitas demuestran que Ia longitud de ellas es del mismo orden de magnitud que su ancho y que el espesor varia de Yfsgq de estas di- mensiones, en Jas montmorilonitas, a 4/19 en las caolinitas, ocupando las ilitas una posicién intermedia, Con estos datos es posible estimar que la superficie especifica de estas particulas (metros cuadrados de drea superficial por gramo de peso) es del orden de 10 en las caolinitas, 80 en. las ilitas y 800 en las montmorilonitas; estas cifras cobran toda su importancia al considerar la accién de las fuerzas superficiales como fac- tor que interviene en la estructuracién, no siendo dificil concebir que tal factor Iegue a ser determinante, Ademés en las Investigaciones de referencia se ha podido notar que, si bien la particula de suclo posee carga negativa, segan ya se dijo, parece cierto que en sus aristas existe una concentracién de carga Ppositiva que hace que esa zona localizada se atraiga con Ja superficie de cualquier particula vecina, Tomando esto en consideracién, los inves- tigadores mencionades han propuesto para las arcillas una estructura tal como la que se muestra en la Fig. IV-6, a la cual se ha denominado en “castillo de naipes” o floculada. Figura TV-G. Estructura en “castillo de naipes”. “ Mecdnica de Suelos Debe notarse que, segtin esta hipétesis de estructuracién, también corresponde al suelo un importante volumen de vacios y que las refle- xiones anteriores sobre consolidacién de zonas bajas por el peso de las suprayacientes conservan su validez. #) Estructura dispersa. Algunas investigaciones modernas han indi- cado que una hipétesis estructural del tipo de “castillo de naipes”, en la cual, las particulas tienen contactos mutuos, si bien puede aceptarse como real en muchos casos, quizi no es la més estable en la que pudiera pensarse. Cualquier perturbacién que pueda existir, como deformacién por esfuerzo cortante, tiende en general a disminuir los dngulos entre las diferentes laminas de material. Conforme esto sucede actian entre las particulas presiones osméticas inversamente proporcionales al espaciamiento entre ellas. Las presiones osméticas tienden a hacer que las particulas ‘e separen y adopten una posicién tal como la que esquem4ticamente se muestra en la Fig. IV-7, Aunque a primera vista no lo parezca, algunos Figura IY-7. Estructura dispersa. autores opinan que este arreglo es el mas estable; ésta es la estructura En las partes a) y b) de la figura se muestra el mecanismo por el cual la presién osnética tiende a hacer, para IMegar a una condicién mas uniforme, que las particulas se separen. En la parte c) se muestra la estructura en su condicién final. Debe hacerse notar que el conjunto de estructuras antes someramente descrito no constituye una serie de posibilidades reales en la naturaleza, sino, simplemente, algunas de las hipétesis de estructuracién de que hoy se habla. Muchos investigadores, que aceptan alguna de las explicaciones Porticulas minarales a7 anteriores, rechazan otras y no existe pleno acuerdo al respecto. También ha de observarse que con las estructuras en “castillo de naipes” o dis- persa se generarin estructuras compuestas andlogas a las ya tratadas con las formas estructurales mas clasicas. ANEXO IV-a Prueba para la determinacién del peso especifico relative de las particulas minerales constituyentes de un suelo IV.a.l. Equipe necesario 1. Un matraz aforado de cuello largo, de 500 cm® de capacidad. 2. Agua destilada. 3. Un dispositive de succién neumdtica capaz de producir el grado de vacio necesario (opcional, pero muy recomendable). 4. Dispositivo para calentar agua, con temperatura controlable (por ejemplo, parrillas de resistencia eléetrica). 5. Una balanza de un centésime de gramo de aproximacién y capa- cidad no menor de 700 g. 6. Un horno de secado, 7, Un desecador. 8. Un batider mecnico. 9. Un termémetro con aproximacién de 0.1°C, graduado hasta 50°C. 10. C4psulas para evaporacién, 11. Un cuentagotas (gotero) o una pipeta. 12, Un embudo de vidrio de conducte largo. IV-.2. Procedimiento para la limpieza del. matrax 1, Prepirese una “mezcla crémica”, disolviendo en caliente 60 g de dicromato de potasio en 300 cm? de agua destilada; déjese enfriar la solucién y afiidanse 460 cm* de dcido sulfirico comercial, de manera que escurra por las paredes del recipiente en que se forma la solucién, 2, Con Ja mezcla crémica enjudguese el matraz para eliminar la gra- sa que pueda tener adherida en su interior, enjudguese de nuevo. con agua destilada y esctirrase perfectamente bafiando el interior con alcohol, para eliminar los residuos de agua; finalmente vuélvase a enjuagar el matraz con éter sulftirico, Para facilitar la eliminacién de les vapores del éter es recomendable colocar el matraz boca abajo durante 10 minutos. 3. A falta de mezcla crémica puede lavarse el matraz con solucién. jabonosa, repitiendo las instrucciones dadas en 2. TV-2.3, Procedimiento para Ia calibracién del matraz 1. Determinese el peso del matraz seco y limpio con una aproxima- cién de 0.01 g (HW). aa Mecénica de Suslos 2, Lignese el matraz con agua destilada a la temperatura ambiente, hasta 0.5 cm abajo de la marca de enrase aproximadamente, y déjese reposar durante unos minutos, 3. Midase la temperatura del agua contenida en el matraz, con aproximacién de 0.1°C, colocando el bulbo del termémetro en el centro del matraz. 4. Con un cuentagotas, complétese el volumen del matraz con agua destilada de modo que la parte inferior del menisco coincida con la marca de enrase. 5. Séquese cuidadosamente el interior del cuello del matraz con un papel absorbente enrollado, respetando ¢! menisco. 6. Pésese el matraz leno, con aproximacién de 0.01 g (Hr). 7. Repitanse las etapas 3 a 6 a la misma temperatura, aproximada- mente, con que se haya trabajado Ia primera vez. 8. Repitanse las etapas 2 a 7 en otros dos ambientes, uno a una temperatura 510°C mayor que el primeramente citado y otro a una tem- peratura 5-10°C menor, 9. Dibiijense los resultados de los pesos obtenidos en funcién de las respectivas temperaturas. IV-.4. Método de prueba en suelos granulares 1. Pésense 80 g aproximadamente de suelo previamente secado al horno y enfriado en desecador, aproximando al 0.01 g (W,). 2. Pasese la muestra cuidadosamente a un matraz limpio, calibrado segiin se indicé en TV-n3 y llénese éste con agua destilada hasta su mitad, 3, Apliquese vacio al matraz usando el aparato correspondiente, du- tante 15 minutos, a fin de extraer el aire contenido en la muestra. Ro- lando cuidadosamente el matraz puede acelerarse el proceso. Si el aparato puede aplicar una succién graduable, cuidese de que la muestra no. sea arrastrada. 4. a) Afiddase con cuidado agua destilada hasta la marca de enrase y vuélvase a aplicar el vacio, a fin de verificar que no queda aire atrapado en la muestra; ello se notaré por Ja permanen- cia de la base del menisco en el nivel del enrase. Si este nivel asciende, repitanse las etapas 1, 2 y 3. b) La presencia de materia orgdnica, puede producir el efecto de aire no removido, a causa de los gases que se forman en contacto con agua. La materia organica podrd descubrirse por clor y por la formacién de una pelicula oleaginosa en la su- perficie del agua. Si esta materia existe, el método del vacio debe sustituirse por otro mds efectivo para remover los gases; este método podria ser la ebullicién de la suspensién en un bafio de glicerina, durante 30 minutos, afiadiendo de cuando en cuando més agua destilada para impedir Ja calcinacién de la muestra; en todo momento el matraz debe estar Ileno hasta Particular minaroles rd su mitad, Tras este periodo déjese enfriar Ja botella a la tem- peratura ambiente y apliquese lo dicho en 4-a, 5. Desaireada la suspensién, afiddase agua destilada hasta que el borde inferior del menisco coincida con la marca de enrase; las ultimas gotas deben afiadirse con cuentagotas; caso de pasarse, retirese algo de agua usando un papel absorbente. 6. Una vez en la seguridad de que el menisco tiene su altura co- rrecta, de que el frasco est exteriormente seco y que no hay agua en el interior del cuello, pésese el matraz con aproximacién de 0.01 g; ast se obtiene Wye. 7. De inmediato determinese. la temperatura de la suspensién, con aproximacién de 0.01°C, introduciendo el bulbo de un termémetro hasta el centro del matraz. 8 La aplicacién de la {érmula 4-1 proporciona el peso especifico relativo. TV-a.5. Método de prueba en suelos arcillosos 1. Pésese suelo hdmedo en cantidad suficiente como para tener apro- ximadamente 80 g de sélidos, 2. Coléquese el suelo en una capsula y afddase agua destilada, mez- clando, hasta obtener una pasta suave. 3. Coléquese la pasta en una batidora con agua destilada, hasta formar aproximadamente 250 cm? de una suspensién uniforme, para lo cual suele bastar un lapso de 15 minutos de agitacién. 4. Procédase como se indicé en los pirrafos 2 a 7 de [V-a.3. 5, ‘Transfiérase toda la suspensién a un recipiente evaporador, usando agua para hacer la transferencia y séquese el conjunto a 105-110°C, a fin de obtener el H,. El secado se prolongara por lo menos 12 h. 6 Usando Ia férmula 4-1, calciilese el 5, del suelo, TV-0.6. Aspectos generales de la prueba La presencia de aire disuelto en el agua destilada usada en Ia cali- bracién del matraz no afecta los resultados de la prueba; de hecho, las moléculas del aire entran en Ja estructura molecular del solvente sin aumento de volumen de éste. El peso total de la solucién es la suma de los pesos de sus constituyentes; el peso del aire es nulo y su presencia, cuando esté disuelto, no cambia ni el peso ni el volumen del conjunto. El aire atrapado en la muestra sf ha de ser removido. IV-a.7. Errores posibles La mayoria de las balanzas de laboratorio con capacidad mayor de 500 g no tienen sensibilidad al centésimo de gramo; ademds es fre- cuente, sobre todo en equipo ya muy usado, que existan fallas de cali- bracién permanentes. Por lo anterior, la misma balanza debe usarse en 90 Macénica de Sualos ena: ‘LOCALIZAcION BouDro |W recua cremoon:SC«éBESO. ESPECIFICO ensure ——— RELATIVO MUESTRA OESCRIFCION ee de eveparatian Peso clpeale © muesire ence tp pare cdesuia ford wl 3 Paso Gel motrer + opus + muestra a TAC 1 motroz) moter + agua a T*C (de braci¢n We * Pero del suelo seco w, = _———__+___. Se Peso evorcitica relative de tes séiigos «So OBSERVACIONES Porticulas minerales ” toda una prueba y, cuando se haya usado en Ja obtencién de la curva de calibracién de un matraz, en todas las pruebas en que se use sa. curva. Asi pueden atenuarse grandemente los errores en pesada, pues en las férmulas a aplicar intervienen diferencias de pesos y no valores de pesos aislados. Otro error muy comin proviene de que el menisco no resulte per- fectamente a nivel de la marca de enrase; es de notar que una sola gota de agua puede dar un error en el peso de 0.05 g; el error se atentia grandemente usando el valor promedio de varias lecturas efectuadas a la misma temperatura. Cuando se usen termémetros graduados en grados centigrados ente- ros, la estimacién requerida de los décimos, puede introducir un error ligero. 8 En Jos suclos granulares, el H’, se obtiene pesando una muestra previamente secada, que después se transfiere al matraz; en esta trans- ferencia puede perderse algo de material, lo cual se traduce en un peso especifico relative aparente mayor del real; el error puede reducirse, usando agua de rescate para pasar el material al matraz. Si la muestra ha tenido ocasién de adquirir humedad higroscépica después del secado en horno o, a falta de este elemento, ha sido secada por otro procedi- miento (lo cual no es recomendable), puede producirse un error de im- portancia en la determinacién de s,. La situacién puede mejorarse guar- dando la muestra en un secador o bien sec4ndola y pesindola después de la prueba. Con mucho, la causa de error importante mas frecuente en la deter- minacién en estudio es la deficiente desaireacién de la muestra, cuando ésta se encuentra en el matraz. ANEXO IV-b Propiedades tixotrépicas de las arcillas Se ha dicho que entre las particulas arcillosas se ejercen fuerzas debidas a las ligaduras fisicoquimicas que se manifiestan en sus respec- tivas peliculas envolventes de agua y cationes adsorbidos. Un amasado enérgico de la arcilla, puede romper esas ligaduras momentineamente, Jo cual se refleja macrofisicamente por una pérdida sensible de las pro- piedades de resistencia del material. Sin embargo, la mayoria de las arcillas vuelven mis o menos lentamente a sus propiedades originales; este fenémeno fue llamado Tixotrepia por Péterfi.', E] fenémeno es con- secuencia del restablecimiento de las peliculas adsorbidas en su primitiva condicién, Las arcillas montmoriloniticas presentan la propiedad en grado mé- ximo y recobran muy rapidamente sus caracteristicas de resistencia, tras un enérgico amasado. or Mecénica de Sueles ‘Una medida de Ja tixotropia puede tenerse determinando una vez el limite liquido de una arcilla inmediatamente tras el remoldeo y otra dejando pasar unos minutos después de éte: si la arcilla es tixotrépica, el valor obtenido en el segundo caso seré mayor que el primeramente obtenido, Terzaghi midié la tixotropia a través; de la sensibilidad de las arci- llas, o sea de la relacién entre Ja resistencia a la compresién simple correspondiente a los estados inalterado y remoldeado, Segiin Terzaghi, el valor normal de la sensibilidad de las arcillas oscila entre 2 y 4, lle- gando a 8 o mds en casos en que la propiedad se manifiesta fuertemente (valores cereanos a 100 se han legado a medir en arcillas extrasensitivas). ANEXO IV-c Problemas ilustrativos: 596 y 1.600 kg/m’. 1.20 ¥ aia, = 0.60. 1. Una arena sobre el nivel fredtico tiene w Su 5, = 2.67, En el laboratorio se vio que emis Caleule Gy y la compacidad relativa, C,. Solucion: Ha de calcularse Ia relacién vacios natural _ We wip Si se hace W, = 1, se tiene Wy, = w = 0.15 (Fig, IV-c.1). Ws 1 = == 2, Ve See 26T 0.37 cm*. 1.15 i, = = 3 Va re 0.72 em! Con los datos anteriores se forma el esquema de la Fig. I'V-e.1. Entonces: Particulos minerales 93 Sain, — 6 G, = Sas =043 0. C, = 43%. mix. — Emin, Vy _ 0.15 . 6 Cam T= agg = 045 vs Go = 43%. ems ors. o.72|a1 5 37 1 Figura IV-c.1. 2. Una muestra de arena se tomé de un depésito natural usando un muestreador cilindrico, con los siguientes datos: Volumen cilindro 382 cm’. Peso muestra natural 707 g Peso muestra seca 664 g Volumen muestra compactada 334 cm’, Volumen muestra suelta 493 cm’. Sa = 2.62 Calcule la ¢ natural de la arena y la compacidad relativa del manto. Solucién: a) Calculo de e natural. Si W, = 664 g, puede ponerse: W, _ 66+ _ : faye 7 Bag 7 Em Ve = Vi — Ve = 382 — 253 = 129 em? Wea Entonces: Vy _ 129 e re 353 0.51. 94 Mecénica de Suslos 4) Caleulo de e min. ¥, es al mismo que en el caso anterior, Solo cambia el volumen total, que ahora es 334 cm‘. =V,— V, = 334-253 = Blom?” enie, = B= 02 c) Gilcule de ¢mis. Vy = 493 cm’. 0.95-051 _ 0.44 ~ o95-0.33~ 0.63797? 3. Una arena tiene épix, = 0.97 y emia, = 0.45; tiene una C, = 40%. Su sy = 2.68. 2) Calcule el ym (saturado) y yg para esa arena, tal como se encuentra. 6) Si un estrato de la arena en cuestién de 3 m de espesor inicial se compacta hasta llegar a una C, = 659% gcudl serd el espesor final al que Hegue? c) gCudles seran los nuevos valores de ya y ym cn las condiciones finales del inciso 6? Solucién: 0.97-2 097-2, 2) O78" OTTO J. 6076, ood ae “=~ yo (i6rmula 3-14) 2.68+0.76 Ym a = 3.44 - Ye = [yg Yo = 1.95 t/t. 2.68 = 288 3 a [zg Yo = SZ n/m &) Deberd caleularse la nueva ¢. 0.97 -e, 065 = . €= 0.63, Porticulcs minerales 8 Si se observa la Fig. IV-c.2 puede verse que V, ¢s el mismo en la arena, antes y después de ser compactada (V, = 1 al hacer los esquemas de la figura). Lo unico que varia es el volumen de vacios, que vale 0.76 y 0,63 en los esquemas respectivos. De la figura se deduce que la altura de la arena se reduce en la proporcién: 1 80) Figura IV-c.2. Por lo tanto, la nueva altura seri: 1.63 Hy = 3X poe = 278m, sete 2.68+0.63 Tre = Tae = 2.03 tn/m*. °) Ym = 2.68 . yes Fogg veo 1.65 n/m’, Problemas para resolucién: 1. En un suelo totalmente seco, ponga la compacidad relativa en funcién de los pesos especificos secos correspondientes a los estados natu- ral, mis compacto posible y mas suelto posible. Respuesta: 1 1 c= 6 Mecénica de Susles Referencias 1, Péterfi—arch. F. Entwicklungsmech d. Organism—1927. 2. Goldschmidt, V. M.—Undersokeler over lersedimenter-Nordisk jordbrugsfors- kning—Niims. 4-7-1926, 3. Lambe, T, W.—The Structure of Inorganic Soils—Proc, A.S.C.E—Volumen 79-1953. Bibliografia K. Terzaghi y R. B. Peck. La Mecénica da Suelos en la Ingenieria Préct (Trad. O. Moretto.) Ed. Bl Atenco—1955 Mecdnica del Suelo—J. A. Jiménez Salas—Ed, Dossat—1954. Principles of Engineering Geology and Geotechnics—D, P, Krynine y W. R. Judd [cGraw-Hill, Co.—1957. Laboratory Testing in Soil Engineering—T. N. W. Akroyd—G. T. Foulis and Co. —1957, Soit Testing jor Engineers—T. W. Lambe—John Wiley and Sons—1958. Basic Soils Engineering —B. K, Hough—Ronald Press., Co.—1957. Physico-chemical properties of Soils: Soil water systems Rosenquist—Nor- wegian Geotechnical Institute—Publication No. 37—1960. iota: El presente capitulo ha sido elaborado prestando especial atencién a un resumen de las clases impartidas por los profesores doctor A. Casagrande e ingeniero S. D. Wilson, en la Universidad de Harvard, Estados Unidos de Norteamérica.

También podría gustarte