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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAS RELACIONES


INTERIORES, JUSTICIA Y PAZ
CUERPO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS,
PENALES Y CRIMINALÍSTICAS
CONSEJO PERMANENTE PARA LA EVALUACION DE
MERITOS PARA ASCENSOS

Ensayo Crítico del artículo académico denominado


LA CONSTRUCCIÓN POLICIAL DEL CASO PENAL VENEZOLANO

Nombres y Apellidos: Miguel José Godoy Ocanto


C.I. V- 19.271.743
Jerarquía: Detective Jefe
Credencial: 35887
Ubicación administrativa: Delegación Municipal Trujillo

Abril, 2022
“LA CONSTRUCCIÓN POLICIAL DEL CASO PENAL EN VENEZUELA”

Luis Gerardo Gabaldón, Yoana Monsalve Briceño, Carmelo Boada Tomé


Director, Investigadora Tutelada del Plan II del Programa de Formación de
Personal y Analista de Sistemas, del Centro de Investigaciones Penales y
Criminológicas, Universidad de Los Andes.

Resumen

El artículo discute los resultados de la evaluación de una agencia de policía


judicial en cuanto a la investigación para la preparación de expedientes judiciales,
a través de 100 casos observados en los primeros seis meses de 1995. Se analizó
la incidencia de la visibilidad del hecho, el sitio de ocurrencia y el conjunto de
diligencias efectuadas por la policía en el tiempo de resolución policial del caso y
en la decisión de remitir el expediente al tribunal. Mientras las diligencias
efectuadas dentro de las primeras 72 horas de la averiguación y las diligencias
acumuladas se encuentran asociadas a la decisión de enviar el expediente al
tribunal, el número de testigos, el sitio de ocurrencia, y la percepción de la
gravedad del hecho no guardan relación con dicha decisión. El tiempo de
resolución del caso no está asociado a las variables postuladas para predecir la
activación policial. Se detecta un patrón burocrático de intervención, centrado en la
preparación formal de expedientes judiciales en función del cumplimiento de
cuotas de productividad, y se sugiere investigación ulterior para determinar el
curso de los casos en sede judicial.
ANÁLISIS CRÍTICO SOBRE “LA CONSTRUCCIÓN POLICIAL DEL CASO
PENAL EN VENEZUELA”.

La población de un país, a lo largo del desarrollo de la historia humana, ha


confiado el resguardo de su integridad, seguridad y el orden público a órganos que
han ejercido esta responsabilidad amparados por la autoridad gubernamental. En
la actualidad, este trabajo corresponde a los cuerpos de policía, los cuales actúan,
en el marco de la constitución y las leyes, en diversos campos de acción, los
cuales corresponden con lo que se denomina “espacio de intervención policial”
(Gabaldón et al., 1995) que delimita y, a su vez, especializa los recursos humanos
y tecnológicos que deben dedicarse, por ejemplo: no emplean los mismos
recursos un órgano policial encargado de la seguridad vial que otro que tiene
como responsabilidad el combate contra el tráfico de sustancias ilícitas. Aunque,
quizá a los ojos de la población en general “policía es policía” esto, ciertamente no
es así en la práctica, pues cada cuerpo policial es creado con un objetivo
específico en mente, y cada uno realiza tareas distintas que, en conjunto,
contribuyen al resguardo y mantenimiento de la paz, el orden y la seguridad de la
población.

Entre las responsabilidades que tienen los cuerpos policiales, en especial


de aquellos encargados de la investigación de comportamientos y sucesos
delictivos es la asistencia en la preparación de los procesos penales que
prosiguen a los actos identificados como conducta delictiva. En este particular,
debe delimitarse el ámbito de acción de los cuerpos policiales en un punto en
particular: la administración de justicia corresponde de los tribunales penales, no
de los cuerpos de policía. A pesar que por regla general, la población atribuye esta
responsabilidad ante los funcionarios ante quienes formulan sus denuncias. Los
cuerpos policiales reciben las denuncias, realizan las averiguaciones
correspondientes, recaban la evidencia asociada con el hecho punible, y la
presentan ante el Ministerio Público, que, en adelante, se encargará del proceso
en los tribunales, y serán los jueces los que decidan, en base a la evidencia
suministrada, los argumentos acusatorios y la defensa, la convicción o liberación
de los indiciados en el caso.

Por otra parte, la activación de los procesos investigativos de un cuerpo


policial depende, de acuerdo con Gabaldón et al. (1995), de tres factores: el antes
mencionado espacio de intervención policial, la visibilidad de la ocurrencia y los
recursos que disponga la policía.

El espacio de intervención policial ya ha descrito anteriormente, aunque de


manera somera, y a modo de complemento, se refiere, al ámbito de actuación que
restringe la acción de un cuerpo policial, delimita el campo de acción en el que los
cuerpos policiales desarrollan sus actividades de resguardo y vigilancia, y de las
acciones que derivan de actos y conductas que van en contra del respeto a la
integridad de las personas y los bienes que se encuentran dentro este espacio.
Por otra parte, la visibilidad del suceso se define como "la exposición, apertura y
obviedad del comportamiento que se realiza" (Gabaldón et al., 1995) y está ligado
íntimamente a los recursos que disponga el cuerpo policial, especialmente en
materia de vigilancia y observación, lo cual resulta obvio: si un cuerpo policial
dispone de diversidad de medios para detectar acciones sujetas a observación y
control, mayor posibilidad de intervención tendrá frente a este tipo de actos.

En el caso de Venezuela, particularmente en el anterior Cuerpo de Policía


Técnica Judicial, las investigaciones se abren en el 96% de los casos (Gabaldón
et al., 1995), independientemente de lo que se denomina "gravedad percibida" del
acto, y aunque no son "resueltos" (es decir, enviados a tribunales, o
investigaciones concluidas con o sin detenidos) todos se tratan y procesan con
diligencia, de acuerdo con el apremio correspondiente y los recursos técnicos y
humanos disponibles, además de los casos pendientes que tengan los
funcionarios a su cargo, y de acuerdo con el mínimo de casos procesados y
resueltos exigido como parte de la responsabilidad asociada al cargo
desempeñado por cada funcionario.
Sin embargo, las limitaciones en cuanto a recursos, que en muchos casos
resultan más que obvias, incluso para personas ajenas a la institución; o en cuanto
al factor tiempo, de ninguna manera representan un obstáculo para que cada caso
reciba la atención debida, pues es prioridad de cada funcionario prestar la máxima
colaboración posible a las personas que depositan su confianza en la institución y
sus agentes. Y esa confianza debe ser base fundamental de la relación entre la
población y los cuerpos policiales, puesto que si las personas no sienten que sus
cuerpos policiales les brindan protección y dedican la atención necesaria a lo
casos que presentan, muchos actos delictivos quedarán sin control, ya que un
elemento importante de la visibilidad de la ocurrencia (Gabaldón et al., 1995)
depende de los reportes de la ciudadanía, además que, la falta de acción policial
podría, en última instancia, a mayor cantidad de comportamientos no deseados,
derivado de la búsqueda de “justicia por propia mano” a la que recurren los
individuos cuando no se sienten protegidos por sus cuerpos policiales.
Referencias

Gabaldón, L.; Monsalve, Y.; Tomé, C. (1995) La construcción policial del caso
penal en Venezuela. CENIPEC. Revista del Centro de Investigaciones Penales y
Criminológicas (6), 9-34

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