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La intención original de Dios era que el hombre viviera en Su presencia, no solo que la visitara, o

que tuviera un encuentro, sino que viviera permanentemente en ella.

Al principio, el hombre fue hecho en la presencia de Dios y fue hecho para vivir en Su presencia,
pero debido a la caída del hombre, fue removido de la presencia de Dios.

Dios trabaja en ciclos, comenzó con la presencia y ahora está terminando en Su presencia.

Estos son los tiempos en los que se llevará a cabo la manifestación del tiempo final de la presencia
de Dios.

La presencia no es la gloria. La gloria es la bondad de Dios. La presencia es el rostro de Dios.

Dios no puede ver el pecado. Él ni siquiera pudo ver el pecado que Jesús cargó sobre Sí mismo por
nuestra causa.

El hombre fue removido de la presencia, pero no de la gloria, porque la gloria es la bondad de


Dios.

¿Qué nos lleva de regreso a la presencia?

El arrepentimiento.

Cuando una persona no está bien con Dios en su corazón, no siente la presencia. Le resulta difícil
entrar en la presencia de Dios.

El verdadero arrepentimiento lo llevará de regreso a Su presencia.


Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble
ánimo, purificad vuestros corazones.” —Santiago 4: 8

Hoy, pídale al Espíritu Santo que le revele cualquier área de su vida en la que necesite
arrepentirse. Corra de vuelta a los pies de Jesús y clame por Su presencia.

¿Cómo Sé Si Estoy Realmente En La Presencia De Dios?

Sabes que estás en la presencia cuando estás en descanso y cuando estás en descanso tienes
paz.

“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo
cuerpo; y sed agradecidos”. ––Colosenses 3:15

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús”. ––Filipenses 4:7

Otra evidencia de que estás en la presencia de Dios es que tendrás la plenitud del gozo.

“Me mostrarás la senda de la vida;

En tu presencia hay plenitud de gozo;

Delicias a tu diestra para siempre”. ––Salmos 16:11


“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;

Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,

Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”. ––Salmos 27:4

En días de dificultades, debes buscar la presencia de Dios.

“En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre;

Los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.” ––Salmos 31:20

En tiempos de crisis, el mejor lugar para estar es en Su presencia. En tiempos difíciles, no se busca
al hombre, se busca a Dios.

La presencia es la revelación de la persona de Dios mismo. Sí, Dios está en todas partes pero no se
revela en todas partes.

¿Qué es la presencia de Dios?

La presencia de Dios no es algo que se estudia. Es algo que se te revela, algo que experimentas.

La palabra presencia es la palabra panim en hebreo, que significa “rostro”. Cuando estás en Su
presencia, estás cara a cara con Dios.

Pero cuando alguien está en rebelión––es decir, si no está bien con Dios o está en
desobediencia––evita la presencia de Dios. Porque cuando estás en la presencia, eso trae
convicción.

Mientras el Padre está en el cielo y Jesús está a Su derecha, el Espíritu Santo está aquí en la tierra.
El Espíritu Santo es la manifestación visible de Dios en la tierra.

En Su presencia, hay esplendor, majestad y sanidad. Hay tantas cosas.

¿Qué significa si no siento la presencia de Dios?

Si no puedes sentir la presencia de Dios, es una señal de que debes revisar tu corazón. Pídele al
Espíritu Santo que te revele si hay algún área en tu vida en la que podrías tener falta de perdón o
amargura hacia algo o alguien. También podría ser la ira, el resentimiento o cualquier
desobediencia. Para estar en la presencia debes arrepentirte y estar bien con Dios.

Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados
han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. ––Isaías 59:2

¿Qué debo hacer cuando llegue la presencia?

Primero reconoce a Dios.

Creas una atmósfera con adoración, oración y declaraciones.

“Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” ––Proverbios 3:6

La presencia se manifestará cuando estés en el orden divino. Te engañas a ti mismo si no sientes la


presencia y piensas que todavía estás bien con Dios.
Cuando la presencia viene, despierta nuestra conciencia hacia Dios. Despierta el temor de Dios
dentro de nosotros. No el tipo de temor del terror demoníaco. El temor de Dios es tener respeto y
reverencia hacia Él.

Si no estás bien con Dios, te sentirás horrible cuando la presencia se manifieste. En lugar de huir
de la presencia, arrepiéntanse y busquen a Dios.

“Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.” ––Hechos 5:11

Hoy haz esta oración:

“Dios Padre, hoy vengo ante Ti. Te reconozco en todos mis caminos. Te reconozco como Dios
Todopoderoso, mi Padre Celestial. Soy Tu hijo. Vengo ante Ti y me arrepiento en cualquier área de
mi vida que esté fuera del orden divino. Me arrepiento de cualquier pecado e iniquidad en mi vida.
Reconozco que he fallado, reconozco que no he deseado Tu presencia. Pero hoy, Te pido, Señor,
que me limpies con Tu sangre. Lávame, Jesús, no escondas Tu rostro de mí. No cierres Tus oídos a
mis oraciones. Dios, no escondas Tu rostro de mí. Espíritu Santo, revela Tu presencia hoy. Revela la
presencia del Padre y del Hijo. Una cosa que deseo es estar en Tu presencia. Amén”.

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