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INFORME DEL SISTEMA SOLAR

1. Objetivo: Conocer con más profundidad el sistema solar y sus partes.

2. Fundamento teórico
¿QUÉ ES EL SISTEMA SOLAR?
El sistema solar es un sistema planetario que liga gravitacionalmente a un
conjunto de objetos astronómicos. Un sistema planetario está constituido por
una estrella (o en ocasiones un conjunto de estrellas) y los cuerpos celestes
que giran a su alrededor, es decir, que se encuentran bajo la influencia de su
campo gravitatorio, ya se trate de planetas con sus respectivas lunas,
planetas menores, asteroides, cometas, o polvo estelar.
En el caso del sistema solar, la estrella que da forma a todo el sistema
planetario es el Sol, el cual ocupa el centro de un enorme disco de material
que se extiende por más de 30.000 millones de kilómetros, en el que como
decíamos, se encuentran sus ocho planetas y demás objetos celestes.
¿CUÁLES SON LAS PARTES DEL SISTEMA SOLAR?
La mayor parte del sistema solar, al igual que sucede con el resto de
sistemas planetarios, es un espacio vacío. Sin embargo, alrededor de todo
ese espacio existen multitud de objetos influenciados por la gravedad del Sol,
los cuales componen el sistema solar.
El Sol. - Es la parte más importante del sistema solar. Se encuentra en su
centro, y todos los cuerpos del sistema solar están influenciados por su
gravedad. Se trata de una estrella de tipo G, también conocidas como enanas
amarillas, que se encuentra aproximadamente en la mitad de su vida, a día de
hoy de unos 4.600 millones de años. El sol está formado por tres cuartas
partes de hidrógeno y una de helio, gira sobre su propio eje, alrededor del
cual tarda 25 días en dar una vuelta, y por sí mismo representa
aproximadamente del 99,86 % de la masa total del sistema solar.
Por su tamaño, los siguientes objetos más importantes del sistema solar son
los planetas, los cuales podemos dividir en dos clases diferentes. Así,
ocupando las orbitas internas del sistema solar se encuentran Mercurio,
Venus, La Tierra y Marte. Se trata de los planetas de menor tamaño, por su
posición en el sistema solar conocidos como planetas interiores y por su
naturaleza sólida de roca y metal también denominados planetas rocosos.
Por contrapartida, en las órbitas más externas del sistema solar
encontraremos los planetas exteriores, mucho más grandes y compuestos
por gas, motivo por el que son denominados como gigantes gaseosos y
gigantes de hielo. Así, en orden a su distancia del Sol encontramos a Júpiter,
Saturno, Urano y Neptuno.
Planetas. - Son los cuerpos esféricos que orbitan el Sol, no emiten luz y la
órbita está despejada. En el Sistema Solar existen 8 planetas, a saber,
Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
MERCURIO. - Mercurio es un planeta sólido y rocoso, es el planeta más
cercano al Sol y es también el más pequeño de todos los planetas del
Sistema Solar. Es sólo un poco más grande que la Luna, el satélite natural de
la Tierra, ambos cuerpos celestes se caracterizan por tener una superficie
cubierta de cráteres. Además, cuenta con terrenos lisos y escarpados, así
como acantilados, algunas de estas formaciones se extienden por varios
cientos de kilómetros y tienen hasta 1 milla de altura. A diferencia de la Luna,
Mercurio cuenta con la presencia de hielo. 8 debido a la delgadez de su capa
atmosférica, sus temperaturas son extremas: durante el día pueden alcanzar
los 427-430° Celsius y durante la noche -180° Celsius. Dicho planeta se
conoce por tener una densidad alta y esto es debido a que posee un núcleo
metálico cuyo radio es de aproximadamente 2,000 kilómetros.
VENUS. - Venus es un planeta que pertenece al sistema solar y es el tercero
más grande en cuanto a tamaño se refiere en orden ascendente, es
un planeta que no tiene satélites naturales y que su nombre proviene de la
diosa del amor de origen romano, Venus. Es un planeta muy rocoso según
los estudios hechos por la NASA al punto que recibe el nombre o es llamado
de forma frecuente el planeta hermano de la Tierra, dado que ambos tienen
características similares en lo que respecto a tamaño, masa y composición,
sin embargo son muy diferentes en el ámbito atmosférico. Venus, tiene la
órbita más circular de todo el sistema solar con un 1% de excentricidad y
cuenta con una presión atmosférica casi cien veces mayor a la del planeta
Tierra.

TIERRA. - La Tierra se encuentra ubicada a 150 millones de kilómetros del Sol


y es el quinto planeta más grande del Sistema Solar. Se formó hace unos
4.570 millones de años y cuenta con único satélite natural: la Luna.
La Tierra se formó hace alrededor de 4550 millones de años, a partir del
material del que se constituyó el resto del sistema solar, que inicialmente era
una nube estelar de gases y polvo cósmico. La formación del planeta tardó
entre 10 y 20 millones de años, a medida que su superficie se enfriaba y se
acumulaba a su alrededor la nube de gases que hoy es la atmósfera.
Eventualmente, a través de un largo período de actividad sísmica y
posiblemente debido al impacto constante de meteoros, la Tierra contó con
los elementos necesarios y las condiciones físicas indispensables para la
aparición del agua líquida.
Gracias a ello, el ciclo hidrológico pudo tener inicio, contribuyendo a enfriar
el planeta más rápidamente hasta niveles en que la vida pudo tener inicio.
Con el tiempo, la gran cantidad de agua líquida en la superficie otorgó a
nuestro planeta su tono azul al ser observado desde el espacio.
La masa terrestre está integrada por un conjunto diverso de elementos
químicos. Los elementos más abundantes son el hierro (32,1%), oxígeno
(30,1%), silicio (15,1%), magnesio (13,9%), azufre (2,9%), níquel (1,8%), calcio
(1,5%) y aluminio (1,4%), dejando un 1,2% para el resto de los elementos.

Se estima que en sus capas interiores abunda el hierro y el níquel, lo cual


sería responsable de la generación de su campo magnético o magnetósfera.
El planeta está compuesto por capas concéntricas de materia que se
extienden hacia el núcleo desde la superficie. Dichas capas son:
LITÓSFERA. Se extiende desde la superficie (0 kilómetros de profundidad)
hasta unos 60 kilómetros hacia adentro, siendo la capa menos densa de
todas y la única que podemos visitar con medios físicos concretos. Es allí
donde están las placas tectónicas, por ejemplo. La litósfera se divide a su vez
en dos capas distintas:
CORTEZA. Va de los 0 a los 35 kilómetros de profundidad, siendo la capa en
donde está ubicada la vida, constituida principalmente de silicatos sólidos.
MANTO SUPERIOR. Va de los 35 a los 60 kilómetros de profundidad, y está
compuesta mayormente por rocas peridotíticas, sumamente básicas, de las
cuales podrían provenir los basaltos.
MANTO TERRESTRE. El manto de la Tierra va desde los 35 kilómetros de
profundidad, hasta los 2890, es decir, hasta la parte externa del núcleo. Es la
capa más ancha de la estructura interna de la Tierra, rica en silicatos,
magnesio y hierro, todo en estado semisólido y de viscosidad variable.
Dentro del manto se halla el manto interior y también la astenósfera.
ASTENÓSFERA. Una capa de baja viscosidad que comprende la zona
superior del manto terrestre, conformada por materiales silicatados en estado
sólido y semifundido o fundido parcialmente, dependiendo de su proximidad
al magma hirviente. Las placas tectónicas se mueven por encima de la
astenósfera. Esta capa va desde los 100 hasta los 700 kilómetros de
profundidad.
Núcleo. El núcleo terrestre es el “corazón” del planeta, y está compuesto
mayormente por metales ferromagnéticos (hierro y níquel), divididos en dos
etapas:
NÚCLEO EXTERNO. Extendiéndose desde los 2890 kilómetros de
profundidad hasta los 5100, esta capa líquida de metal sumamente viscoso
descansa sobre el núcleo interno y comprende mayormente hierro, con trazas
de elementos más livianos.
NÚCLEO INTERNO. El verdadero centro de la Tierra es un núcleo de metal
sólido, que gira con una velocidad angular ligeramente superior al resto del
planeta, y que es responsable de la generación de su magnetósfera. Posee un
radio de aproximadamente 1255 kilómetros y se cree que su composición sea
de un 70% hierro y un 30% níquel, junto a ínfimas porciones de otros metales
pesados como iridio, plomo y titanio.

MARTE. - Marte es el segundo planeta más pequeño del Sistema Solar y el


cuarto en orden de distancia del Sol. Presenta una superficie sólida,
polvorienta, fría y desértica. Su nombre proviene de la mitología romana, en
homenaje al dios de la guerra (el color rojizo de su superficie representaba a
la sangre derramada en las batallas). También se lo conoce como “el planeta
rojo” y puede ser visto desde la Tierra.
La NASA tiene evidencias de 57 meteoritos que podrían ser provenientes de
Marte y que impactaron con la Tierra en diversos momentos de la historia.
Las muestras obtenidas de las misiones espaciales son constantemente
comparadas con los materiales encontrados en el suelo terrestre.
Los siguientes tres meteoritos son los considerados como los mayores que
contienen indicios de moléculas orgánicas naturales provenientes de Marte:
ALH84001 (meteorito encontrado en 1984 en la Antártida), Nakhla (meteorito
encontrado en 1911 en Egipto) y Shergotty (meteorito encontrado en 1865 en
India).
Marte tiene una órbita elíptica, al igual que la Tierra, por eso la posición y la
distancia entre ambos planetas no es siempre es la misma. En promedio,
Marte está a 230 millones de kilómetros de distancia de la Tierra. Lo más
alejado que estuvo, según los cálculos científicos, fue de 402 millones de
kilómetros y lo más cerca fue de 57 millones de kilómetros de distancia.
El planeta rojo tarda 2 años terrestres en hacer el movimiento de traslación y
24 horas y 37 minutos en hacer el movimiento de rotación. Otra similitud con
el planeta terrestre es el grado de inclinación de su eje, de 25 grados (contra
los 23,4 grados de la Tierra).
Tiene un diámetro de 6.780 kilómetros (casi la mitad que el de la Tierra) y se
encuentra a 228 millones de kilómetros de distancia del astro luminoso. Marte
se caracteriza porque tiene estaciones climáticas bien diferenciadas,
casquetes polares, valles, cañones y volcanes, como los Valles Marineris (un
sistema de cañones que se extiende a lo largo de un vasto territorio de la
superficie). Además, en Marte se encuentra el Monte Olimpo, el volcán más
grande del Sistema Solar hasta ahora detectado, que es tres veces más alto
que el Everest, la montaña más grande de la Tierra.
Tiene dos pequeños satélites, Fobos y Deimos, que fueron descubiertos en
1877. Se caracterizan por tener poca masa y una forma de elipsis poco
definida debido a la leve fuerza de gravedad que poseen, que no permite que
adquieran una forma esférica como la mayoría de las lunas del Sistema Solar.
Fobos es el satélite más grande y los cálculos científicos estiman que se
estrellara contra el planeta rojo dentro de unos 50 millones de años.
La temperatura de Marte oscila entre los 20 º C y los -140º C. Esas grandes
diferencias de temperatura se deben a que la atmósfera es demasiado ligera
como para mantener el calor que recibe del Sol. Ese contraste entre el clima
del día y de la noche provoca vientos muy intensos que pueden
desencadenar en tormentas de polvo. Una vez que las tormentas cesaron,
pueden pasar meses hasta que todo el polvo se asiente.
La atmósfera de Marte es delgada y tenue, por lo que no ofrece mucha
protección contra los impactos de meteoritos, asteroides o cometas. Está
compuesta en un 90% por dióxido de carbono y en menor medida por
nitrógeno y argón. El vapor de agua es escaso, aunque suficiente como para
que se formen algunas nubes y nieblas de consistencia leve, parecidas a las
que hay en la Tierra. Sin embargo, no se forman precipitaciones por las
condiciones de presión y de temperatura.
Los científicos sostienen que para que se pueda encontrar vida en un cuerpo
celeste debe existir la disponibilidad de agua en estado líquido. Evidencias
obtenidas de las misiones espaciales demuestran que Marte tuvo un extenso
océano en el hemisferio norte, hace unos 4.300 millones de años (que podría
haber existido durante 1.500 millones de años).
Ese pasado acuoso junto con una atmósfera más densa y consistente
podrían haber sido condiciones favorables para el desarrollo de la vida. En la
actualidad no se está buscando la presencia de seres vivos, sino que se
investigan señales de vida pasada en épocas en que el planeta rojo era más
cálido, estaba cubierto de agua y presentaba condiciones propicias para el
desarrollo de la vida.

JÚPITER. – Júpiter es el planeta de mayor tamaño del Sistema Solar, ubicado


en quinto lugar respecto al Sol, a unos 750 millones de kilómetros. Está
conformado por gases, en su mayoría, de hidrógeno y de helio. Integra el
grupo de los “planetas exteriores” que son aquellos que se encuentran
pasando el cinturón de asteroides, junto con Saturno, Urano y Neptuno.
Es el planeta más antiguo del Sistema Solar, incluso más que el Sol. Su
nombre proviene de Zeus (de la mitología griega), que representaba al rey de
los dioses, dios del cielo y del trueno. En la mitología romana, Júpiter
ostentaba las mismas cualidades que Zeus, por lo que fue rebautizado.
En 1979 la sonda Voyager descubrió que Júpiter tiene algunos anillos que
son casi imperceptibles (aparentemente están formados por un oscuro polvo
resultante del choque entre lunas). Además, en la actualidad se ha
confirmado la presencia de 79 lunas que conviven con asteroides llamados
“asteroides troyanos” que siguen la órbita de Júpiter debido al campo
gravitacional del planeta.
La atmósfera de Júpiter es muy profunda, tanto que envuelve al planeta
entero desde el interior hasta el exterior. Está compuesta por gases como
hidrógeno (un 87%), helio (13%) y, en menor cantidad, metano, vapor de agua
y otros compuestos.
Es muy turbulenta, fría y contiene varios tipos de nubes. La densidad que
presenta hace suponer que el interior del planeta debe tener la misma
composición que la atmósfera.
Júpiter tiene 79 satélites naturales reconocidos, que se dividen en dos
grupos:
 LOS SATÉLITES GALILEANOS. Son los cuatro principales que fueron
descubiertos por Galileo Galilei en 1610 y fueron nombrados según la
mitología griega como Ío y Europa, los más cercanos al planeta, densos y
rocosos, y Ganimedes y Calisto, los más lejanos, compuestos de hielo y
con una densidad menor.
 LOS SATÉLITES MENORES. Son los 75 restantes que fueron descubiertos
a través de las distintas sondas espaciales enviadas a Júpiter y se dividen,
a su vez, en dos grupos:
 SATÉLITES DE AMALTEA. Son 4 lunas pequeñas que giran en órbitas
internas junto con los satélites galileanos.
Satélites irregulares. Son numerosas lunas que orbitan tan alejadas del
planeta que, incluso la fuerza de gravedad del Sol, distorsiona el recorrido de
sus órbitas.
En 1610, cuando Galileo Galilei descubrió las primeras lunas de Júpiter a
través de su telescopio (el nuevo invento de la época), comprobó la
existencia de cuerpos celestes muy alejados de la Tierra y que se mantenían
en órbitas diferentes a la del planeta.
SATURNO. – Saturno es el segundo planeta más grande del Sistema Solar y
es el sexto en orden de distancia del Sol, ubicado a 1.400 millones de
kilómetros del astro luminoso. Su composición es gaseosa y es el primer
planeta donde se observaron de anillos, compuestos de hielo, roca y polvo
(los anillos de Júpiter y Neptuno se identificaron más recientemente).
El origen de Saturno es incierto, sin embargo, los científicos sostienen la
teoría de que se formó con el inicio del Sistema Solar (hace unos 4.500
millones de años), cuando una fuerza de gravedad que atraía remolinos de
gas y de polvo, generó una gigantesca masa gaseosa. Desde hace unos 4.000
millones de años el planeta se encuentra en la posición actual, es decir, en el
sexto lugar respecto al Sol.
Su nombre surgió en la época de los griegos y los romanos, quienes
heredaron de los sumerios los conocimientos sobre astronomía y sobre el
cielo. Saturno era el dios romano de la agricultura, padre de Júpiter. Dado
que Saturno se encontraba más alejado del Sol en comparación a Júpiter, los
antiguos astrónomos lo identificaron como el “padre”.
Saturno posee 53 satélites naturales y al menos 29 lunas que continúan
siendo estudiadas para comprobar que sean satélites (es decir, aún no se
corroboró si se mantienen en órbita constante alrededor del planeta).
Los satélites de Saturno muy variados, algunos están formados por gases y
cubiertos de neblina (como Titán), otros están formados por superficies
sólidas llenas de cráteres (como Phoebe). Prometeo y Pandora son dos de
los satélites más pequeños que orbitan cerca del sistema de anillos y
contribuyen a modelar la estructura de los halos debido a su propia fuerza
gravitatoria.
El mayor de los satélites es Titán y se caracteriza por tener una atmósfera
(rica en metano), algo poco común para una luna. El resto de los satélites que
pertenecen al grupo de los más grandes son: Mimas, Encélado, Tetis, Dione,
Rea, Hiperión, Japeto y Febe.
Los científicos investigan especialmente a Titán (por ser la luna más grande y
por su notoria atmósfera), a Encélado (porque existe la posibilidad de
contenga agua líquida a poca profundidad de su superficie) y a las lunas
Hiperión y Japeto (que se caracterizan por contener, casi en su totalidad,
agua helada).
El sistema de anillos de Saturno en gran parte está compuesto por agua
helada y desprendimientos rocosos de diversos tamaños. Se distribuyen en
dos grupos que están separados por la “división de Cassini”: los anillos A
(exteriores) y los anillos B (interiores) según su cercanía a la superficie del
planeta. El nombre de la división surgió por su descubridor, Giovanni
Cassini, un astrónomo italiano naturalizado francés que, en 1675, detectó esa
separación de 4.800 kilómetros de ancho. El grupo B está conformado por
cientos de anillos, algunos elípticos que muestran variaciones de densidad
ondulante debido a la interacción gravitacional entre los anillos y los
satélites.
Además, existen estructuras oscuras denominadas “cuñas radiales” que
giran alrededor del planeta a un ritmo diferente que el resto del material de
los anillos (su movimiento se rige por el campo magnético del planeta). Se
desconoce aún el origen de las cuñas radiales y es posible que aparezcan y
desaparezcan de manera estacionaria. Según datos obtenidos en 2005 a
partir de la expedición de la nave Cassini existe una atmósfera alrededor de
los anillos, compuesta principalmente de oxígeno molecular.
Hasta 2015, las teorías sobre cómo se generaron los anillos de Saturno no
lograban explicar la existencia de las pequeñas partículas de hielo. La
científica Robin Canup publicó su teoría que sostiene que, durante el
nacimiento del Sistema Solar, un satélite de Saturno (conformado por hielo y
un núcleo rocoso) se hundió en el planeta provocando una colisión.
Como consecuencia, los enormes fragmentos fueron expulsados hasta
formar una especie de halo o anillo de diversas partículas que continuaron
golpeándose entre sí mientras se alineaban en la órbita planetaria hasta que
dieron origen al gran anillo que se conoce en la actualidad.

NEPTUNO. – Neptuno es el octavo planeta del Sistema Solar contando a


partir del Sol, y el cuarto de mayor tamaño. Forma parte de los denominados
planetas exteriores, o planetas gaseosos. Tiene 5 tenues anillos compuestos
de polvo y rocas, 14 satélites o “lunas” y su masa equivale a 17 veces la de la
Tierra. Neptuno se encuentra a una distancia del Sol de 4,03 horas a la
velocidad de la luz, y es el planeta más alejado del astro luminoso. Tarda 16
horas en completar su movimiento de rotación (día neptuniano) y 165 años
terrestres en realizar la órbita completa alrededor del Sol (año neptuniano).
En 2011 completó su primera órbita desde su descubrimiento en 1846. En
astrología, Neptuno representa un planeta «espiritual» o «de la inspiración», y
se lo identifica con el símbolo ♆, un tridente en honor al dios del mar y del
océano. De allí el origen de su nombre por el dios romano “Neptuno” (el
mismo dios que los griegos llamaron “Poseidón”). La atmósfera de Neptuno
se formó a partir de hielos y moléculas complejas, a diferencia de Saturno y
Júpiter, que se formaron a partir de moléculas simples (como hidrógeno y
helio). La atmósfera de Neptuno es similar a la de Urano, al presentar mayor
cantidad de moléculas complejas como gas metano, gas metano, acetileno y
diácetileno. Estos gases forman velos de niebla a una gran altura en la
atmósfera superior, y nubes de metano helado en las partes bajas de la
atmósfera.
En 1989, la sonda espacial Voyager 2 descubrió una «gran mancha oscura»
(semejante a la “mancha roja” de Júpiter), una enorme tormenta rodeada de
capas blancas de metano congelado. Las vistas más recientes de Neptuno
desde el telescopio espacial Hubble indican que la mancha ha desaparecido
con el paso del tiempo. El clima de Neptuno se caracteriza por temperaturas
promedio de -353º F (-214º C) y enormes tormentas con vientos hasta ocho
veces más fuertes que el huracán más poderoso que se haya registrado en
nuestro planeta.
Estos vientos supersónicos pueden alcanzar los 2000 kilómetros por hora,
equivalentes a la velocidad máxima del F/A-18 Hornet, uno de los cazas más
veloces de la fuerza aérea norteamericana.
Neptuno está tan lejos que recibe mil veces menos luz solar que la Tierra. Es
aún un misterio cómo Neptuno obtiene la energía para tal intensidad de clima,
aunque se cree que se debe al gran calor interno del planeta (Neptuno irradia
2,61 veces más energía que la que recibe del Sol).
Hasta ahora se conocen 14 satélites de Neptuno que han sido bautizados con
nombres de deidades menores de la mitología grecorromana. El más
importante es Tritón, que posee un 99 % de la masa en órbita alrededor de
Neptuno.

Tritón fue descubierto por el británico William Lassell (1799-1880) pocos días
después del hallazgo de Neptuno y se trata del único satélite lo
suficientemente grande como para tener forma esferoide.
El hecho de que Tritón posea una órbita retrógrada (contraria a las agujas del
reloj) indica que fue un planeta “capturado” por Neptuno. Este satélite es el
objeto más frío conocido en el Sistema Solar (-198º C) y sobre su superficie
se encuentran volcanes de hielo o criovolcanes.
Otros satélites son Nereida (descubierto en 1949), Larissa (descubierto en
1981), Náyade, Talasa, Despina, Galatea y Proteo (descubiertos en 1989
gracias al sobrevuelo de la sonda espacial Voyager 2), Halímedes, Sao,
Laomedeia, Psámate y Neso (descubiertos entre 2002 y 2003) e Hipocampo
(descubierto en 2013).

URANO. – Urano es el séptimo planeta del sistema solar, contando a partir del
Sol, y es uno de los llamados planetas exteriores, es decir, que se encuentra
más allá del cinturón de asteroides que existe entre Marte y Júpiter. Junto
con Júpiter, Saturno y Neptuno, conforma los planetas gigantes o jovianos,
pero a diferencia de los dos primeros no se trata de un gigante gaseoso, sino
de uno helado: la atmósfera de Urano es la más fría del sistema solar, con
una temperatura que ronda los -224 °C.
Identificado con el símbolo astronómico, este planeta recibe su nombre del
dios grecorromano para el cielo, el titán Urano (Uranus o Caelus para los
romanos), padre de Cronos (Saturno) y abuelo de Zeus (Júpiter). Junto con
Gea, diosa de la Tierra, Urano fue el progenitor de la estirpe de los titanes, los
dioses primitivos del imaginario griego, asociados con las fuerzas naturales.
A pesar de que su brillo azulado es observable desde la superficie terrestre a
simple vista, el planeta Urano fue descubierto en 1781 por el astrónomo
germano-británico William Herschel (1738-1822). Fue el primer planeta
conocido gracias a la ayuda de un telescopio, ya que su brillo es opaco y su
órbita lenta, por lo que no fue incluido entre los cinco planetas clásicos
observados desde la Antigüedad.
Inicialmente se supuso que se trataba de un cometa y su confirmación
planetaria supuso una revolución en la astronomía de la época, dado que
ampliaba los límites establecidos del sistema solar.
Su primer nombre fue Georgium Sidus (“la estrella de Jorge”) en homenaje al
rey Jorge III de Inglaterra, pero pronto fue sustituido por Herschel, en
homenaje a su descubridor. Finalmente, el nombre Urano fue propuesto por
el astrónomo alemán Johann Elert Bode (1747-1826), quien planteó que el
nuevo planeta siguiera el orden mitológico de padres e hijos establecido
entre Júpiter y Saturno. La primera y única vez que un artefacto de
fabricación humana visitó Urano fue en 1986, cuando la sonda
estadounidense Voyager 2 pasó por su lado y tomó numerosas fotografías.
Urano está orbitado por alrededor de 27 satélites naturales, equivalentes a la
Luna terrestre, nombrados a partir de personajes de la obra literaria de
William Shakespeare y Alexander Pope. Se trata de un sistema lunar muy
poco masivo, cuyos principales satélites son cinco:
MIRANDA. Con un diámetro equivalente al 14 % del lunar, es el más pequeño
de los cinco satélites de Urano y tiene una superficie de 700.000 km2. Su
superficie está marcada por huellas de algún posible impacto ancestral, y se
compone mayormente de hielo, rocas silíceas y compuestos de metano.
ARIEL. Con un diámetro equivalente al 33 % del lunar, es un satélite muy
poco conocido (se ha explorado apenas 35 % de su superficie) a pesar de que
fue descubierto en 1851. Al igual que la Luna terrestre, presenta rotación
síncrona, es decir, le muestra a Urano la misma cara continuamente.
UMBRIEL. Con un diámetro equivalente al 34 % del lunar, es el satélite más
grande de Urano que se conoce, con un diámetro total de 1172 km2. Tiene
una superficie de grandes cráteres, algunos de hasta 210 km de diámetro, y
apenas alrededor del 40 % de su superficie está cartografiada.
TITANIA. Con un diámetro equivalente al 45 % del lunar, este satélite tiene su
órbita dentro de la magnetósfera de Urano, y está compuesto por un manto
de hielo que envuelve un núcleo rocoso. Al igual que Umbriel, su superficie
está repleta de cráteres de impactos y se conoce cerca del 40 % de su
superficie total.
OBERÓN. Con un diámetro equivalente al 44 % del lunar, este satélite es el
noveno más masivo del sistema solar, y orbita a Urano a 584.000 km de
distancia. Su nombre, así como el de Titania, Miranda y Ariel, proviene de la
obra La tempestad de William Shakespeare.

URANO Y NEPTUNO
Urano y Neptuno son conocidos como los “gigantes helados” del sistema
solar. Esto se debe a que son los planetas más lejanos del Sol y por lo tanto
los que menor calor reciben, razón por la cual sus superficies están cubiertas
de gruesas capas de hielo. Además, a diferencia de los otros dos planetas
exteriores, Júpiter y Saturno, tanto Urano como Neptuno tienen núcleos
rocosos.
Estos dos planetas son bastante similares en composición, y apenas
diferentes en cuestión de tamaño y densidad. Urano es ligeramente mayor en
proporciones, pero tiene una menor masa y por lo tanto menor densidad.
Urano es el planeta más frío del sistema solar y Neptuno es
considerablemente más cálido. Por último, estos planetas se distinguen en su
orientación orbital, en el caso de Urano resulta bastante anómala. Algunas
hipótesis sugieren que esto podría deberse a algún tipo de impacto
astronómico pasado.
El descubrimiento de Neptuno en el siglo XIX se debe indirectamente al de
Urano: cuando el astrónomo francés Alexis Bouchard (1767-1843) publicó las
tablas astronómicas de la órbita de Urano, se hizo evidente que algún cuerpo
celeste estaba perturbando su recorrido.
En 1843 el astrónomo inglés John Couch Adams (1819-1892) dedujo que
debía tratarse de un nuevo planeta, así que procedió a calcular sus órbitas y
así tuvo inicio una competencia astronómica por observar el nuevo planeta.
Finalmente, en 1846, el matemático francés Urbain Le Verrier (1811-1877) y el
astrónomo alemán Johann Galle (1812-1910) fueron los primeros en observar
a Neptuno.

Satélites: son los cuerpos que giran alrededor de los planetas. Por ejemplo, la
luna es el satélite de la Tierra, mientras Júpiter y Saturno tienen más de 60
satélites.

Planetas enanos: un cuerpo que orbita el Sol con masa suficiente, pero cuya
órbita presenta escombros, como, por ejemplo, Plutón, Eris, Haumea y
Makemake.
Asteroides: son rocas de forma irregular y tamaño variable, que orbitan
alrededor del Sol. La palabra "asteroide" significa "parecido a estrella". El
asteroide más grande conocido es Ceres, con un diámetro de 950 km.

Cometas: son cuerpos helados que se originan en las regiones más alejadas
del Sistema Solar. Muchos cometas tienen órbitas que los llevan a
aproximarse al Sol. Cuando esto sucede, la radiación solar evapora parte del
material del cometa provocando la aparición de una cola.

Meteoros: son residuos rocosos menores que los asteroides (menos de 100
m de largo). Estos a veces son atraídos por la fuerza gravitacional de la
Tierra. Al entrar en la atmósfera terrestre, la fricción los calienta y los hace
brillar. Los meteoros que tocan la superficie son llamados meteoritos.
¿DÓNDE ACABA EL SISTEMA SOLAR?
No se sabe con exactitud hasta dónde llega el Sistema Solar. Se dice que
"hasta la heliopausa", situada a unos 16.000 millones de kilómetros del Sol,
que es la distancia a la que llega la influencia del viento solar. Como queda
algo lejos, de momento, dejamos para otro día lo de ir a comprobarlo.
En Astromía también puedes realizar un recorrido visual por la colección de
imágenes del Sistema Solar, cada una convenientemente explicada.
3. Materiales
Son los siguientes:
 Plastoformo
 Acrilex
 Pinceles
 Cúter o estilete
 Glittel
 Estrellas de plástico
 CD usado
 Papel
 Plastoformo en esferas
4. Procedimiento
 Primero se investigo en el internet sobre el sistema solar, en consenso se
decidió imprimir un sistema solar pequeño, el más completo para poder
replicar en un plastoformo.
 En segundo lugar se cortó un plastoformo de 19.5 cm por 30 cm, para pintarlo
de color negro para dibujar una réplica que ya se imprimió en pequeño
luego se ubica los lugares de los planetas, se escogió varias esferas de
plastoformo, de distintos tamaños para cortarlas a la mitad, asimilando los
tamaños de los para darle un efecto de alto relieve, se cortó plastoformos
irregulares pintándolos de color negro para que muestre un efecto de relieve
en la materia oscura del sistema solar, luego de ubicar los plantas se pintó
cada uno de acuerdo a las características de textura y color de cada planeta
luego se procedió a dibujar un medio sol, cortándolo con sumo cuidado y
dando forma y también lograr un alto relieve luego se procedió dibujar
unos arcos con el glitter de color plateado para simular el cinturón de
asteroides, para mostrar los anillos de Saturno se utilizó un CD reciclado
para luego pintarlo plateado, después se procedió al colado de los planetas
en cada posición adecuada según el patrón que se investigó, y por ultimo a
imprimir el título el sistema solar y los nombres de los planetas incluyendo
la luna y el sol y cortamos plastoformo para que los nombres también se
vieran en alto relieve luego pegamos con silicona en barra los planetas el
sol el cometa los nombres de los planetas el título “EL SISTEMA SOLAR ”
para dar el resultado querido.
5. Esquema de comprobación

6. Conclusión
7. Bibliografía

https://concepto.de/?s

“EL SISTEMA SOLAR”


Estudiantes:

Abril Nina Coro

Mariana Calla Delgado

Jhesael Román Mamani

Sherpey Martines Choche

Marcelo López Reynaga

Mayeli bravo Fernández

Fernanda olmos Rodríguez


Curso: 3RO azul de secundaria

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