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Parte 2 EUROPA: LAS NUEVAS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO, EL CISMA RELIGIOSO Y LOS CAMBIOS POLITICOS IV. Ciencia y tecnologia ENTRELOs SIGLOS XVLy XVII la ciencia registr6 un extraordina- “to-avance, En el transcurso de las tres centurias del Primer ‘Orden Mundial se sentaron la fundaciones del método cientifi- co moderno y de las principales ramas del conocimiento: mat cidad y medicina. Recién en el siglo XX,con los avances en la Gendencia comparable — En aquel periodo se establecieron también las bases de la actividad y la cooperacién cientificas. La creaci6n de universi- dades, laboratorios, sociedades y bibliotecas multiplicaron las vias de difusion de la informacién y los contactos entre los crea- dores de conocimiento. Desde su mismo inicio, la ciencia y los cientificos fueron auténticamente europeos. Los mayores crea- Gores, investigaron y difundieron sus ideas en los principales ceftros de excelcia d€Tealia, el espaci6| jgemnnicnsinglatea) = Ss época has es del siglo XVII. | Cl primer ciclo} Abarca a cientificos y fil6sofos que amplia- “ron Tas Fronteras del conocimiento y fundaron las bases del mé 98 EUROPA: LAS NUEVAS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO dejaron de ser tributarias de las otras civilizaciones ¢ iniciaron em gnomo. U.a aplicacién gel conocimiento cientifico a la produccién de bienes y servicios en los tres siglos del Primer Orden Mundial, fue relativamente modesta. cl desarrollo tecnol6- sgico cumpli6 una funci6n decisiva en tres reas fundamentales “Ta difusin de Tz rojas caraljla guerra la navepacin . En tos tres: oe TapUTATON aviNeerreentlig “que pro- movieron la redistribucién del poder dentro de Europa y posi- bilitaron la expansi6n de ultramar de los pueblos cristianos. Esos avances fueron la imprenta, la artillerfa con pélvora y los nuevos navios y conocimientos marinos. En los otros tertenos, la brecha entre ciencia-y téenologis ‘movide-s6lo_a partir — det Siglo x1X} bajo el impacto de la Reyolucién industrial. — La Revolucién cientifica El extraordinario avance del conocimiento cientifico durante el Primer Orden Mundial procedié en dos grandes ciclos de des- bolo Ea enfoque provocb th impacto profando durante d-y ‘Primer Orden Mundial pero alcanzaria una trascendencia revo- ~ lucionaria sélo a partir de la Revolucién industrial. S La vision d€Bacos)era esencialmente experimental ¢ in- = ductiva. Este enfoque sent una de las grandes tradiciones del = método cientifico. La otra se apoya en las contribuciones del & (fi ni artes {1596-1650}, En contraposicién con el én- sn los datos empiricos, Descartes privilegiéel-métode— deductive y matematico] A principios del siglo xvi la matema- inico$ quienes gestaron fot " Gitado en S. F. Mason, A History of the Sciences, Nueva York, Collier Books, 1962, p. 141, Trad. esp. Historia de las ciencias, Madeid, Alianza. ay 100 EUROPA: LAS NUEVAS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO “Ta ampliacion de las fronteras del conocimiento y de la li- bertad influyeron, en primer lugarienBacody eb Descarte®: aquél, para fundamentar su mécodo experimental: enfatizar la reflexiGn deductiva y el papel de la matematica en la investigacién de las leyes del mundo fisico. A mediados del siglo XVII estaba definitivamente consolidada la convergencia de ambos enfoques como fundamentos del método cientifico del mundo moderno. El debate metodolégico se proyecté a la investigacién cu- \3 Bene dominantes en el periodo son Kepler, Galileo} vr (Harvey. Fl astrénomo y matematico alemdn Johann Kepler \11371-1630), profesor de las universidades de Cabrasiny Ba, procure conciliar la tradicién teolégica con Ta teoria ‘copernicana sobre el sistema solar y el lugar de la Tierra en el mismo. Kepler clarificé la configuracién espacial del sistema so- lar y abrié las fronteras para la comprensién del universo en términos del equilibrio dindmico de fuerzas mecanicas. Galileo Galilei (1564-1642), profesor de las universidades de Padua, Pisa y Florencia, aplicé la matematica para investigar las fuerzas de gravedad, el comportamiento de los cuerpos celestes y la balisti- ca. Empleando las nuevas lentes desarrolladas por artesanos ho- landeses, aplicé Ja Sprica para la-abservacién astronémica. Las Galle Tevet conic profundo ents el pensamieso j icy el mundo real, Esta pugna contribuye a explicar la Reforma y el alzamiento contra la autoridad de la Iglesia. Los pioneros de la Revolucién cientifica y la Reforma pro- ‘cIENGHA ¥ TECNOLOGIA 101 testante rechazaron la concepcién jerarquica y geocéntrica del tuniverso y se empefiaron en compatibilizar los nuevos conoci- mientos con la creencia en Dios y los fundamentos del cristia- nismo. La ausencia de la Inquisicién en los paises en que se difundié 5 la Reforma provestante eimine 6, por To meno ends, debi ‘Tifo-las FestFicciones impuestas a la investigacién por el dogma- dogma- tismo religioso. Segin Mason, el predominio de los cientificos — “de credo protestante sobre los caréljcos en el perfodo obedecié = 2 tres causas principales, a sabei'la compatibilidad entre-as osturas iniciales del protestan smd ciensffica¢1_* empleo dela ciencia para aleanzar objetivos religiososty%a con- vergencia de la concepeién cosmic de Ta teologia protestant. “Contos hallazgos de Copémnico, Kepler y Galileo. “Ent Tos primeros tiempos de la Reforma los protestantes ale- manes y suizos predicaron el rechazo de la autoridad de los sacerdotes catdlicos y la biisqueda de la verdad espiritual en la propia experiencia religiosa. El mensaje de la Biblia debia ser interpretado por cada uno y la verdad encontrada en la propia experiencia empirica. En la historia de la Royal Society inglesa, publicada en 1667 por Thomas Sprat, se destacaba el “acuerdo que existe entre los objetivos de la Royal Society y los princi- “¢ pios fundacionales de nuestra Iglesia” {anglicanaJ- |S” A principios del siglo xv, enrtedicina y biologfa el enfoque -espiritualisca y romantico aleman ejercfa considerable influen- 7a vital que se éxpresaba en Ia actividad de la mente ~tiathana, penetraba también el mando fisico. Segin este enfo- ‘que no existe a materia inerte y cada cuerpo deriva su compor- famiento de su fuerza vital itera no de fuentes extemas de,” cenergfa. El médico y quimico suizo Paracelso (1493-1541) jnte gr6 la alquimia heredada del Medioevo con Tos nuevos conoci- 2 Ibid. p. 175. 102. "EUROPA: LAS NUEVAS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO mientos quimicos .dicina para fundar una nueva discipli- na denominada|iatroquimicajEl caracter mistico y precientifico de este enfoque convergi6 con el vitalismo y romanticism ale- “man y desemboc6, mas tarde, en aportes innovadores fundados imales vivos, su morfologia y la teoria de a Pero estos avances tendrian lugar cecién a pastir-de del siglo XV. oD "Mientras tanto, la actitud indagadora se esparcié desde el mundo fisico hacia la biologia y la medicina. La aplicacin de Jos métodos de una disciplina a la otra fue un rasgo dominante del desarrollo cientifico del periodo. Asi como también la estre- cha interaccién entre los investigadores de las diversas discipli- nas en todo el Ambito europeo. El nuevo enfoque confirié al coraz6n y la sangre la posicién dominante en el cuerpo humano que el Sol ejercia en el sistema heliocéntrico. Los aportes de médicos y bidlogos culminaron con el inglés William Harvey (1578-1657), médico de Carlos I de Inglaterra, que incorporo a ‘Ja medicina el enfoque sistémico de la mecanica y establecié la teoria de la circulacién de la sangre. En su concepciéa; ‘cuyas investigaciones sobre la electricidad y el magnetismo y su invencién del pararrayos lo habfan convertido en una celebri- dad en las cortes de Gran Bretaiia y Francia y en los medios cientificos europeos. En la mejor tradicién britdnica, coexistian en él Ia actitud analitica y experimental con Ia capacidad de aplicacién practica de los descubrimientos y de difundirlos por diversos medios, incluyendo su célebre almanaque Poor Ri- chard. Su ocupacién como imprentero y publicista no iba en zaga de su actividad cientifica. La notoriedad de Franklin era premonitoria de la emergencia de los futuros Estados Unidos de América como nueva potencia mundial. Sobre la base de teans- formaciones gestadas durante el periodo colonial convergieron en ese pafs la expansi6n territorial y el aumento de la poblacién con fuerzas endégenas del desarrollo, entre las cuales, los apor- tes cientificos y tecnol6gicos de Franklin eran un ejemplo. Esta combinaci6n de factores tangibles ¢ intangibles del poder, en el s 106 EUROPA: LAS NUEVAS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO creciente espacio norteamericano, comenz6 a ganar impulso desde fines del Primer Orden Mundial. El desarrollo institucional de la ciencia Durante los tres-siglos-del Primer Orden Econémico Mundial, fia formacién-de-grupos y sociedades cientificas pstuvo localiza- ‘Gwen los principales centros de fades cents Tomo en otros cam- pos de la cultura, los italianos fueron pioneros también en el desarrollo institucional de la actividad cientifica. Las academias de Napoles) Roma}y Flrencipfandadas en 153, 1601 y 1657 respectivamente, fueron las primeras instituciones de esa nat taleza. Su creacién conté con el patronazgo de personajes de la nobleza, como los Médici en la Academia de Florencia. Fueron miembros de las mismas los principales sabios y cientificos ita lianos en todos los campos del conocimiento. Galileo, por ejem- plo, formé parte de la Academia de Roma. Sin embargo, la existencia de las nuevas instituciones fue relativamente efimera. EI dogmatismo religioso predominante era incompatible con el desarrollo de la investigacién cientifica. Sometidas al rechazo de la concepcién copernicana del universo y, en algunos casos, bajo denuncias de brujeria, concluyeron por disolverse, Hacia (2670/no-subsistia ninguna academia cientificaen lalla. ~ n Alemania, (en Kostock (1622) yAltdorf (1672), se crea- ron por la iniciativarindividal de varios cientificos sociedades y colegios que no sobrevivieron a sus fundadores. Recién en 4700, por iniciativa déLeibniea)y con el respaldo del elector Federico Tae 5Ta Académia de Ciencias de Berlin; Poco después, en 1724; ef emperador ruso Pedro el Grande, establecié la Academia de Ciencias de San Petersburgo. Pero en. ‘ambos casos la creaci6n de esas instituciones académicas reflej6 CHNCIA Y TECNOLOGIA, 107 ‘mas la imicaci6n de lo que estaba sucediendo en las dos poten- cias atlanticas lideres, Gran Bretafia y Francia, que la densidad y trascendencia de la actividad cientifica de Prusia y Rusia. La mayor parte de los cientificos y directivos de ambas acade- mias eran extranjeros y en Ja de Berlin el idioma oficial era el francés. “Fue en Gran Bretafia y Francia en donde se produjo un desa- rrollo institucional de la ciencia fundado en las comunidades cientificas de cada pais y en la estrecha asociacién entte el po- der politico, la actividad econémica y los creadoresde-conoci- S miento. En Gran Bretafia, el-clérigo uritano (John Wilkin ~ (1614-1672) lideré el nucleamiento de jévenes investigadores en el Philosophical College que se reunié regularmente a partir de 1644, inicialmente en Bull Head Tavern en Cheapside y, més tarde, en el Gresham College en Bishopsgate. Willaings popula- i26 la visin copernicana del universo y prociie- compa tl con la teologia calvinista. Formaron parte del colegio los cientificos britnicos mas Sigatficativ. joca. La gue- civil-y-le-disputerentee puritanos y anglicanos,)entre par- lamentaristas y mondrquicos, P iterrumpié el desarrollo institucional de la ciencia en las islas britanicas. El conflicto se propagé.a los dos centros de excelencia, las universidades de(Oxford\y Cambridge) Varios de los principa- les cientificos fueron-expulsados-de-Sus cétedras por sus adhe- rencias religiosas y politicas. ol ~ cay anglicana bajo el régimende Cromwell) més tarde, con Ta _-Fesureton womarauii Tos purtanosy Fepubicanes. ~ El segundo desarrollo tecnolégico\de vasto aleance se refiere Oy 4 Ixantilleria con pélvora, Los portugueses fueron los primeros \\ “en reconocer que, en la lucha naval, lo decisivo era el poder de fuego y no el abordaje. Los primeros enfrentamientos navales en que se utiliz6 la artillerfa tuvieron lugar en el océano Indico. Los combates entre los navios portugueses y los del Islam san- cionaron la supremacia de la nueva tecnologia en la guerta na- val. La batalla de Lepanto}1571), entre el Imperio otomano y las fuerzas cristianas coaligadas bajo el liderazgo espatiol, fue a tiltima en que el abordaje jugé un papel importante. Poco después (1588), en el océano Atldntico, frente a las costas in- glesas, la artilleria fue el factor vo dela destruccién dela armada invencible de Felipe Hl por la escuadra de Isabel I de Kop Inglaterra, 2 Py S/S fp) tecnolégico trascendental se refiere a los ©) Gonos’ nibles i ja indus 45 La expansién de ultramar hacia Oriente y el Nuevo Mun- jo, confronté a los navegantes europeos con problemas inédi- tos. Hasta principios del siglo XV, Ia navegacién se realizaba normalmente con la costa a la vista. Los viajes a Oriente circun- navegando Africa y hacia el Nuevo Mundo, obligaron a nave- gar en altamar cada vez més lejos de las costas. Esto plante6 el problema de la determinacién de la posicién de los navios y el registro de las rutas seguidas para informacién de los viajes 5, Minchinton, “Tipos y estructura de la demanda (1500-1700), en: C.M. Giolla (ed.), Historia econémica de Europa (Il), Siglos XVI y XVII, Barcelona, Ariel, 1987, p. 86. CCIENCzA ¥ FECNOLOGIA 413 posteriores. La construccién de cartas maritimas exigia repre- sentar la esfera terrestre en un planisferio. El flamenco, cons- tructor de instrumentos, agrimensor y dibujante de mapas, ‘(Gerard Mercato 1592-1594}, resolvié el problema. En 1569 public® un planisferio con una proyeccién de la esfera terrestre en un plano. La otra cuestién crucial era la determinaci6n de la longitud de los navios en altamar. El problema de la latitud respecto de la linea del Ecuador estaba resuelto por la observa- cin del Sol y de la Estrella Polar. Pero.el de la longitud estaba alin pendiente a mediados del siglo oe “Ebtema-era-una citestion de Estado. Felipe I en 1598 esta- bleci6 un premio de mil coronas para quien resolviera la deter- <> minacién de la longitud y, en la misma época, los holandeses = otro semejante de 10 mil florines. En Gran Bretafia se tomé una = decisién mas imporaptL-cteaién en 1675-1676 de abr S vatorio~decGFéenwich, Diversos métodos Fueron intentados © como el de determinar la posicién de la Luna respecto de las estrellas, el de Galileo de observar los eclipses de las lunas de Jupiter y el del comportamiento de la aguja magnética. E! mas simple era medir la diferencia de tiempo, determinada por la rotacién de la tierra, entre dos lugares. El problema practico era, sin embargo, disponer de cronémetros marinos capaces de medir el tiempo respecto de un punto de referencia, como el neridiano de Greenwich. ‘Weron Tos ingleses y los franceses los que dieron los pasos decisivos para resolver el problema de la determinacién de la longitud. Ef 1714, el gobierno briténico establecié una Junta ‘na fraticesa hizo otro tanto. La cuestién fue finalmente resuclea on Ta construcein de cronémetros marinos por el relojero de ‘Yorkshire, John Harrison (1693-1776), y el relojero del Rey de Francia, Pierre Le Roy (1717-1785). A medi siglo XVI ne EUROPA: LAS NUEVAS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO estaban definitivamente resucltos-tados los problemas princi-. Bales de Ta cartografia maritima y dela determinacion de la posicion de los navios en altamar. ~Ta execiente importancia de la guerra naval y el aumento del comercio internacional y de las distancias a recorrer promovi6 importantes mejoras en la industria naval. Para aumentar la rapidez, capacidad de carga, maniobrabilidad y seguridad de Jos navios se introdujeron avances en la construccién y en a disefio de los cascos y los apgzsdos_ Ea todos estos terrenos, hasta principios dehsigho xaos holandesf fueron los pione- ros. El clei ft fue el navio mas éficaz &To largo de todo el siglo xVnl Podia navegar contra el viento y era el mas répido y maniobrable de su tiempo. El fluit fue una de las causas del predominio maritimo de Holanda cuya flota, en 1700, totaliza- ba 900 mil toneladas y era igual o aun mayor que las de Fran- cia, Inglaterra, Espaiia y Portugal combinadas* El progreso técnico en la minerfa, la industria y la agricultu- ra provocaron un efecto modesto sobre el incremento de la pro- duccién y la productividad a lo largo de los tres sighos del Pri- mer Orden Econémico Mundial Sin embargo, pariularmente en el siglo Xvi; se registraron innovaciones que sentaron las bases dela Revolucion indusialy el versinose desarrollo tec- ‘nolégico registrado enel siglo xix! En la produccién de Bienes Acs zeny aeaness enicord tperiodo.sereferena lemine\ amine, tia del carbons 1a generacién de energia mecdnica, ¥.la in fustria Nea a ————— problemas técnicos de la produccién carbonifera se acre- centaron en el siglo Xvi. La demanda de madera para la indus- tia naval y de la construcci6n crecia répidamente y competia 4W, Minchinton, sid, p. 131. CIENCIA Y TEGNOLOGIA us con su uso como combustible. En Gran Bretaiia, entre 1500 y 1640 el precio de la leiia, deflacionado por el nivel general de Precios, aument6 cerca de 200%. Consecuentemente, el aumento dela demanda de combustibles se desplaz6 hacia el carb6n y su roduccién desde los bosques del sur hacia las minas del centro y norte de Gran Bretafia. La resolucion de los problemas técni- cos de la explotacién de las minas se convirtié en una cuestién crucial. Entre mediados del siglo xv1 y xvm alrededor del 75% de las patentes ororgadas er fa indivectamente-a | fa del carbon. A medida que aumentaba la profundidad de los yacimientos en explotacién, el problema de la inundacién de las minas era cada vez mas grave. Su solucién dependfa de contar con una fuente de energia mecénica de bajo costo para operat las bom. bas de drenaje. Este fue un problema téenico crucial cuya reso- luci6n impacté, primero, en la mineria del carbén y, luego, en. otras actividades productivas. El empleo del calor y del vapor de agua como fuente de energia en pequefia escala era conocido desde tiempos remo- tos. Su empleo en gran escala para desagotar las minas de carb6n planteaba problemas técnicos inéditos. Ingenieros ita- lianos, franceses ¢ ingleses aportaron diversas soluciones par- -Siales pero de alto costo. Finalmente, el herrero de Dartmouth, Thomas Newcomen (1663-1729) desarroll6 una caldera at- que fue el primer artefacto que transforms el gas en energia mecénica en gran escala. La nueva maquina de vapor fue répidamente empleada en el drenaje de las minas de car- bon y otros minerales, y comenzé a exportarse a partir de 1720. La invencién de Newcomen fue un ejemplo de la signifi- caci6n de los artesanos en el desarrollo tecnolégico y de su participaci6n en la aplicacién de desarrollos tedricos a la tec- nologia y la produccién. us EUROPA: LAS NUEVAS FRONTERAS DEL CONOCIMENTO tipo de cosa que esperan de ély, por consiguiente, emo inter- pretarlo.”€ De este modo, el aprendizaje fue adquiriendo vn papel decisivo en Ia incorporacién de tecnologia yen el proceso perovativo. Como dice Cipolla: “a primera vista, el problema de trasplantar una innovacién a un entorno extrafio puede pare cer que se reduce a introducir nuevos métodos de produccién y Tos instrumentos, herramientas o méquinas apropiados para ellos. Pero de lo que realmente se trata es de una condicién particular y ras profunda que sélo puede ser entendida en términos huma- nos y sociales”. ‘Refiriéndose a la experiencia de la industria de punta de la época, la construcci6n naval, el holandés Nicolaes Witsen decia ten su Tratado de Navegacién de 1671 lo siguiente: “es sorpren- dente que los extranjeros, aunque hayan estudiado los funda- mnentos de la construccién barata en los astilleros de este pais, ‘punea puedan practicarla en su propia tierra [.... De lo que se sigue que incluso si un extranjero tuviera todas las reglas de Ia Construceién en su cabeza no le servirian a menos que hubieran aprendido por su propia experiencia”.’ No bastaba, pues, con at Iibro y los manuales técnicos ni con el trasplante de tecnolo- fia incorporada en equipos y procesos productivos para difun- dir la tecnologia e incorporarla en el tejido productivo de una sociedad. ‘Los requisitos del cambio tecnolégico y del desarrollo eco- némico se planteaban entonces en términos semejantes 2 los retuales. La capacidad de comprender y desagregar en sus di- ‘versos componentes la técnica que se incorpora al proceso pro- ductivo era esencial, entonces como ahora, en las secuencia Co 5 C.M. Cipolla, Historia econémica dela Europa preindustrial, Madrid, ‘Alianza Universidad, 1989, p. 195. 7 Ibid.

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