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UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA

MANUAL PRÁCTICO PARA ELABORAR UN ENSAYO


CRÍTICO

Compilación realizada por:


MSc. María Luisa Miranda Bouillé

Managua, Nicaragua
2015

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ÍNDICE DE CONTENIDO

Página
1. Generalidades del ensayo 3
1.1. Orígenes y concepto 3
1.2. Características 4
2. Ensayo crítico 6
2.1. Concepto 6
2.2. Partes de un ensayo crítico 6
2.2.1. Introducción 6
2.2.2. Desarrollo 7
2.2.3. Conclusión 8
2.2.4. Referencias bibliográficas 8
2.3. Cómo escribir un ensayo crítico 9
2.3.1. Seleccionar un tema 9
2.3.2. Formulación de la intención, la tesis o el punto de vista 10
2.3.3. Elaboración del esquema 10
2.3.4. Revisión bibliográfica 11
2.3.5. Primer borrador 11
2.3.6. Tres partes de un todo 12
2.3.7. Revisión final y edición 12
Referencias Bibliográficas 12

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1. Generalidades del ensayo

Usualmente el ensayo es definido como un género fronterizo entre lo científico y lo


literario, ya que se usa técnicas de investigación, pero combina destrezas literarias
con las ideas o razonamientos del autor/a para convencer y persuadir al lector/a.

A pesar de ello, el ensayo es un ejercicio adecuado para la investigación, la


reflexión y el aprendizaje; una herramienta para educar en la razón, ordenar las
ideas y el pensamiento.

Este argumentativo sirve para transparentar el discurso como expresión ordenada,


lógica y sistemática del pensamiento; hacer visible y juzgable las opiniones, la
originalidad de las ideas y la solidez de las razones. Sin embrago, se trata de una
forma de expresión libre, de relevancia investigativa y de compromiso ético.

1.1. Orígenes y concepto

El ensayo es un género relativamente moderno, aunque pueden rastrearse sus


orígenes desde épocas remotas. Sólo en la edad contemporánea ha llegado a
alcanzar una posición central. Es muy probable que, en su desarrollo y hegemonía,
haya tenido gran influencia el pensamiento liberal y el periodismo. Actualmente se
le considera un género literario (Scribd, 2007).

El término "ensayo" aplicado a un género literario fue escogido por el escritor


francés Miguel de Montaigne (1533-1592) para denominar la publicación de sus
libros (1580): Essais (Alvarado & Borges, 2004).

La palabra ensayo sugiere la acción de probar o comprobar, de ahí que el autor/a


se centre en tratar de convencer y demostrar al lector/a que sus ideas y
pensamientos son correctos, que encierran una verdad.

El término ensayo proviene del latín “exagium”, cuya traducción simple es “pensar
algo”.

Algunas definiciones formales sobre el término ensayo son las siguientes:

▪ Composición escrita en prosa, en la cual se expone la interpretación personal


sobre un tema en particular (Torres, 2007).

▪ Producto de largas meditaciones y reflexiones, lo esencial es su sentido de


exploración, su audacia y originalidad, es efecto de la aventura del pensamiento
(ITSO, s.f.).

▪ Escrito en el cual un autor/a desarrolla sus ideas (Diccionario de la Real


Academia Española, 2001).

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▪ Texto escrito, generalmente breve, que expone, analiza o comenta una
interpretación personal, sobre un determinado tema (Vásquez, 2005).

En palabras de Rodríguez Mancera (s.f.), un ensayo colinda con el tratado, con la


crítica, con el reporte y hasta con el periodismo por su carácter investigativo e
informativo; sin embargo, se diferencia de ellos en que no sigue un carácter
riguroso y sistemático, ni pretende agotar la materia, dar soluciones determinantes.

1.2. Características

La producción de opinión puede tener por vehículo muchos géneros, que varían en
aproximación y hasta profundidad. Por ello, es prudente señalar que no toda
argumentación es un ensayo. Para efectos de un discernimiento sobre las
características de lo que es este género, se podrían enumerar de Sontag (1997)
que:

▪ El ensayo tiene carácter afirmativo: Este escrito sostiene una idea, pone en
consideración una tesis sobre un problema polémico, plantea un argumento con
el propósito de sostenerlo frente a otros sujetos racionales. Vásquez (2005) dice
que “el ensayo no es mera opinión sino reflexión, argumentación; y se
argumenta sobre algo, a favor de algo o contra algo, con razones válidas,
evitando la vaguedad”.

▪ El ensayo posee un carácter aproximativo: Explora, sopesa versiones, hurga,


busca ángulos novedosos para conocer, propone nuevos argumentos, variantes
y perspectivas sobre un tema. No es un mero instrumento para trasmitir
información que ya se sabe; no es mera demostración. Por el contrario,
contrasta las ideas propias con las ajenas y para hacerlo requiere de lectura,
despliegue de fuentes, conversación con otros autores y una dosis “amistosa de
citas”, según sugiere Vélez (1998).

▪ El ensayo es lógico: Y lo es tanto en el despliegue de las ideas como en su


estructura. Sigue una ruto lógica de elaboración y pone en juego las operaciones
del pensamiento racional (Vásquez, 2005). Su elaboración es todo un ejercicio
de artesanía intelectual “expone una idea, critica otras y abre las posibilidades
de nuevos campos de investigación” (Castaño, 1991). Como puesta en juego de
las operaciones del intelecto, implicación, inducción, deducción, inferencia,
análisis, síntesis, causalidad, contraste, etc.; “posee rigor por su misma
consistencia lógica”.

▪ El ensayo es elocuente: Su fuerza depende también de la capacidad de


desplegar imágenes convincentes, traer información relevante, incluir otras
voces que convencen con voz propia, tejer un texto que discurra, que mueva al
lector en su cabeza y que se lea con gusto de una sola sentada (Vélez, 1998).
Su capacidad y fuerza de convicción es producto de la fuerza de sus
argumentos.

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▪ El ensayo es un proceso de investigación: Al igual que en la investigación, la
elaboración de un ensayo supone el formular preguntas, desglosarlas,
organizarlas; formular hipótesis, argumentarlas y discutirlas sistemáticamente.
Elaborar un ensayo supone indagación que conlleva sistematicidad la cual no
riñe con la estética, no niega el estilo personal, la impronta del autor/a.

La mezcla armoniosa de la indagación científica y la expresión poética, no hace


más que proporcionar un revestimiento estético, imaginativo y creativo a las ideas,
a la precisión y matemática de las ideas. Sin embargo, parece claro que el
propósito de todo ensayo es trascender la ciencia y anticiparla.

Según el Instituto Tecnológico de Sonora (s.f.), las características siempre


presentes en un ensayo son las siguientes:

✓ Estructura libre o flexible.


✓ Sintético y de extensión relativamente breve.
✓ Variedad temática.
✓ Estilo personal pero cuidadoso y elegante.
✓ Tono variado, que corresponde a la manera particular con que el autor/a ve e
interpreta al mundo. Puede ser profundo, poético didáctico, satírico, etc.
✓ Relativa profundidad en el tratamiento del tema.
✓ Amenidad en la exposición.

Torres (2007), señala además otras características como:

✓ Parte siempre del punto personal del autor/a y puede contener opiniones
críticas, reflexiones, puntos de vista, intereses y aversiones del autor/a.
✓ Por lo general va acompañado de bibliografía.
✓ Suele ser publicado primero en periódicos o revistas. Luego pueden ser
recopilados en libros.

Por su parte, Gamboa (1997), señala que un ensayo se caracteriza por poseer:

✓ Un contenido relevante y bien documentado.


✓ Un argumento apropiado y bien organizado.
✓ El uso correcto e idiomático del lenguaje.

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2. Ensayo crítico

2.1. Concepto

Es considerado un ensayo académico, pues requiere de investigación. Sin


embargo, su finalidad es distinta y tal vez, complementaria, pues además de
describir una realidad, la juzga.

Su categoría intermedia entre el literario y el científico consiste en que mantiene


las características del ensayo literario, en lo flexible, libre e imaginativo y presenta
también algo del rigor científico, al hacer uso del conocimiento como herramienta
crítica y valorativa.

La razón por la que un ensayo crítico hace uso de la investigación es porque no es


ético ni responsable, hacer críticas o juicios de valor (que a menudo tienen como
finalidad la denuncia pública o el llamado a una reflexión) sin ningún fundamento.
Sin embargo, debe aclararse, que el término crítico, a veces se enmarca en “el
análisis crítico” de una temática y se elabora con la misma falta de rigor y la
flexibilidad característica de los ensayos personales o reflexivos.

2.2. Partes de un ensayo crítico

No hay criterios unánimes de cómo estructurar un ensayo, esto responde a que la


mayoría de los tipos de ensayo son flexibles, libres y personales, de manera que
no contemplan segmentos de contenidos rígidos en ellos. De manera general se
dice que un ensayo literario o personal, debe tener tres partes: introducción,
desarrollo y conclusión. Tampoco hay reglas que orienten si estas partes deben
hacerse explícitas o puedan quedar implícitas en el documento.

Los ensayos más formales, que tienen fines académicos, investigativos o críticos,
agregan además una parte para las referencias bibliográficas, puesto que para su
elaboración se recurre a diversas fuentes de información. Éstos por lo general,
suelen separar al menos, la introducción y las referencias bibliográficas aunque
esto no se ha establecido formalmente.

A continuación, se detallan los contenidos que deben estar presentes en cada parte
de un ensayo crítico, según Gamboa (1998):

2.2.1. Introducción

De manera general, la introducción contempla los siguientes contenidos (no


necesariamente en el orden que se presentan a continuación):

✓ Breve introducción al tema.


✓ La tesis.
✓ El propósito del escritor.

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✓ La organización que seguirá el ensayo durante el desarrollo.

El primer paso de la introducción consiste en generar ideas sobre un aspecto


concreto y no sobre un tema muy amplio. Por lo tanto, aquí se limita y enfoca el
tema a tratar, esto puede hacerlo mediante una serie de preguntas que el escritor/a
se hace a sí mismo o al lector/a. Se elabora la tesis.

Una tesis es una aseveración afirmativa que puede comprobarse, y que, en este
tipo de ensayo, encierra un juicio de valor. Se destaca utilizando letras cursivas y
subrayándola, puesto que es el centro de todo el trabajo y no debe perderse nunca
de vista.

Explica el propósito o los objetivos que tiene el autor/a para escribir el ensayo y a
menudo también se señala el público meta al cual se le dirige.

Finalmente, suele concluir con una gran panorámica de los aspectos esenciales
que se tratarán por estar en estrecha relación con la tesis.

Durante la introducción, el autor/a debe garantizar la atención del lector/a haciendo


uso de diversas estrategias para generar sorpresa, confirmación, contradicción o
suspenso.

La introducción no suele extenderse a más de dos párrafos, y debe ocupar cerca


de media hoja carta o el equivalente del 20% de la extensión del ensayo.

2.2.2. Desarrollo

Como su nombre lo indica, es la parte del documento donde se desarrollan los


aspectos que se indicaron en la introducción. Por lo general, cada aspecto
mencionado en la tesis ocupará un párrafo del ensayo.

Es un sencillo marco teórico, en el cual se desarrolla la sustentación de la tesis.


Preferiblemente de párrafos cortos para facilitar la lectura y mantener la motivación.

En él se demuestra la capacidad de organización y argumentación del escritor/a.


Así pues, son cruciales en esta sección, el uso adecuado de transiciones y el buen
manejo de la lógica de la estructuración de las ideas.

Tanto el ensayo académico como el crítico, no suelen hacer uso de la descripción


o narración, sino de la exposición, es decir, incluye una declaración general que
parte de la tesis y posteriormente se muestran las evidencia específicas y
suficientes para apoyarla.

Ahora bien, dependiendo del propósito, el escritor/a utilizará una u otra estrategia
de argumentación, que bien puede ser:
✓ El análisis de las partes o componentes involucrados en el tema a tratar.

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✓ La comparación y contraste, útil para señalar semejanzas y diferencias entre
dos o aspectos.
✓ La causa y el efecto, cuando examina un objetos, actitudes o fenómeno y busca
sus orígenes y consecuencias. O bien, la evolución de los mismos en el tiempo.

En resumen, el desarrollo del tema, contiene la exposición y análisis del mismo.


Plantea las ideas propias y se sustentan con información de las fuentes
bibliográficas necesarias: libros, revistas, internet, entrevistas y otras. Constituye
entre el 60% y hasta el 80% del ensayo; abarca más o menos de 3 a 4 páginas.

Por tratarse de un ensayo más persuasivo, la coherencia de la argumentación y la


suficiente documentación, son aspectos relevantes. De ahí se desprenden las
recomendaciones del cuido de la redacción (especialmente del uso de conectores
de transición) y de correctas normas de citación y referencias.

2.2.3. Conclusión

La conclusión es el último párrafo del ensayo y debe recoger (o recapitular) las


ideas que se presentaron en la tesis.

En la conclusión se invierte la fórmula de la introducción: se empieza con un breve


resumen del ensayo y se termina con una frase bien pensada que llame la atención
del lector/a sobre el punto clave del artículo. Esta última frase debe reflejar bien el
enfoque del ensayo y a menudo servir para situar la idea central dentro de un
contexto más amplio.

En este apartado se permite dar sugerencias de solución, cerrar las ideas que se
trabajaron en el desarrollo y proponer líneas de análisis para posteriores escritos.
Contempla un 20% del ensayo, alrededor de media página.

2.2.4. Referencias bibliográficas

Es el espacio al final y por separado, en donde se escriben las referencias de las


fuentes consultadas y citadas que sirvieron para recabar información y sustentar
las ideas o críticas; estas fuentes pueden ser libros, revistas, internet, entrevistas,
programas de televisión, notas de prensa, etc.

Por políticas institucionales de la Universidad Centroamericana, todas las fuentes


utilizadas deben ser citadas y referenciadas correctamente según las Normas de
la American Psychological Association (APA), séptima edición.

Finalmente, cuando escriba un ensayo debe tener presente la gran importancia del
título, el cual es una guía o señal retórica para el lector/a. El título por sí solo puede
despertar el interés o apatía del lector/a y es también importante porque transmite,
desde el principio, la impresión que quiere comunicar el escritor/a. Pero esto es lo
último que se elabora, una vez que todo el ensayo ha sido terminado y revisado.

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2.3. Cómo escribir un ensayo crítico

La redacción es una actividad procesual. Por lo tanto, vinculado a la investigación


para la elaboración de un ensayo, podríamos dividir este proceso en tres:
planificación (selección y delimitación de un tema, discriminación de un público,
redacción de objetivos, formulación de una tesis, lluvia de ideas y elaboración de
un bosquejo), textualización (preparación de un borrador, incorporación de
observaciones, uso de citas textuales o parafrásticas, análisis de la situación,
respeto a las normas ortográficas, etc), y revisión (reposo del documento, un
vistazo de un colega, lectura en voz alta).

Con detalle, Ossa & Caparroso (2002) ofrecen una receta muy flexible para la
creación de un ensayo.

2.3.1. Seleccionar un tema

Cuando decidimos escribir un ensayo lo hacemos, porque tenemos ya definido un


tema, un problema, una opinión, una hipótesis que debemos poner en
consideración; o bien, se nos impone como una exigencia. Este último es el caso
más frecuente en la universidad.

La solución entonces es delimitar el tema hasta convertirlo en manejable y con


posibilidades de profundización. Si el tema es la democracia, por ejemplo, podría
delimitarse así: Futuro de la democracia en Nicaragua; hacia dónde va la
democracia en Nicaragua; situación de la democracia en Nicaragua durante las
últimas dos décadas, etc.

Un paso sugerido por Kluepfel (1998) es formular preguntas alrededor de ese


concepto general para cerrar el cerco y precisar el enfoque, de modo que
encontremos un punto de aproximación y empezar a tomar decisiones sobre lo que
realmente interesa conocer y hasta dónde. Un ejemplo de preguntas sería: ¿Qué
se entiende por democracia?, ¿Que caracteriza la democracia?, ¿Qué hacer para
alcanzar un buen nivel democrático?, ¿Puede haber democracia en Nicaragua?,
¿Qué interés reviste este tema para el lector/a?, ¿Qué factores determinan la vida
democrática de calidad? ¿Con qué fin o propósito escribo sobre este tema?, ¿A
qué tipo de lector/a voy a dirigirme? ¿Qué léxico y tono debo utilizar para alcanzar
el propósito?, ¿Qué plan debo seguir para alcanzar el propósito?; serían preguntas
que pueden orientar a la focalización del interés, el propósito y finalidad del ensayo
y hasta orientan la consulta o la búsqueda de incubación de ideas.

El siguiente paso es identificar las ideas que sean relevantes o interesantes.


La finalidad del ejercicio no solo es la de desempolvar y ver con claridad lo que ya
sabía sobre el tema, sino también conocer las deficiencias, baches, fortalezas y
debilidades en el manejo del tópico.

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Identificadas las ideas relevantes e interesantes se elabora una lista y se procede
a establecer conexiones entre ellas de modo que se puedan ver sus relaciones e
interconexiones.

La ventaja de un mapa de ideas es que permite no solamente ordenar las ideas en


jerarquías lógicas, sino que permite desechar las que no interesan para el ensayo
en cuestión.

2.3.2. Formulación de la intención, la tesis o el punto de vista

Enfocado el tema se genera una tesis. Es conveniente formular la tesis o el punto


de vista por escrito con claridad y precisión como una proposición afirmativa,
negativa o interrogativa que expresa el propósito o intención del autor/a.

A manera de ejemplo, veamos cómo se proponen algunas tesis o puntos de vistas


sobre determinados temas:

Pretendo mostrar cómo el desarrollo social y la conducta humana actual, no son


logros del presente, sino que se apoyan en el conocimiento de los hecho
pasados; y que el conocimiento es una progresión de ideas y acciones que se
juntan y han sido trasmitidos a través de las épocas. (J. Jaramillo en “La
aventura humana”).

...mi propósito no es enseñar aquí el método que cada cual debe seguir para
conducir bien su corazón, sino solamente mostrar de qué manera he tratado yo
de conducir el mío. (R. Descartes en “El discurso del método”).

Cabe advertir que el ensayo tiende a evidenciar el papel decisivo que, a la par
de los factores de cambio endógenos, han jugado los exógenos como resultado
de la rápida inserción del país en el mercado internacional, a partir de la década
de 1840 (J. L. Vega en “Etapas y procesos de la evolución sociopolítica de Costa
Rica”).

Es importante ver cómo en este último ejemplo no solo se formula la tesis con
claridad, sino que queda claramente delimitada.

2.3.3. Elaboración del esquema

El esquema muestra las líneas generales del ensayo a la manera de un esqueleto,


un contorno y viene a ser como el armazón o estructura útil para darle vida al
escrito. En definitiva, no es más que la disposición que el autor/a decide darle a la
información.
De alguna manera es una organización escrita a partir del mapa de ideas y, por lo
tanto, muestra rutas por dónde empezar y divide el trabajo en partes. Sugiere algún
principio de organización de ideas: puede plantear, por ejemplo, comparación y

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contraste, describir una secuencia evolutiva o índice, un concepto a partir de
referentes empíricos.

Este esquema es la estructura y el mapa de la investigación que muestra por dónde


y para dónde va el trabajo.

2.3.4. Revisión bibliográfica

Este paso puede ser anterior a la elaboración del esquema; depende de con cuánta
información preliminar sobre el tema cuenta el escritor/a.

Ahora sigue la búsqueda de apoyos y argumentos sólidos que respalden la tesis y


las ideas claves. Eso significa tener evidencias, testimonios, referencias
conceptuales, detalles elocuentes que soporten las ideas complementarias y
refuercen la idea principal. En esta etapa es preciso poner en juego las habilidades
para seleccionar y hacer uso de la información disponible.

El ensayo académico exige la contratación de las ideas propias con otras, lo que
implica seleccionar información relevante, buscar y saber buscar la información,
saber cómo usarla, procesarla y ponerla a funcionar a favor del proyecto concreto.

Con el fin de evitar confusiones en el manejo de la información se sugiere:

a) Definir la tesis de manera muy clara y concreta, de modo que ayude a


decantar lo que se desea y a enfocarse en los argumentos que son relevantes.

b) Informarse previamente sobre quiénes son las autoridades académicas en


el tema para revisarlos como referencias obligadas.

Ahora llega el momento de leer y tomar notas. Este proceso está guiado por el plan
esquemático y la tesis e ideas de apoyo. Nos ayuda a centrarnos en la información
necesaria y desechar la irrelevante, con lo cual evitamos la pérdida de tiempo, la
abrumadora acumulación de notas y las interferencias.

2.3.5. Primer borrador

A partir del esquema preliminar y los materiales extraídos y seleccionados de la


revisión bibliográfica, se elabora el primer borrador. Este contiene sobrantes e
ideas sin cuajar que deben ser eliminadas las unas y mejoradas las otras. Puede
ocurrir que el primer borrador sugiera un cambio de rumbo de ideas secundarias.

Las sucesivas correcciones deben enfocarse al contenido y no a lo formal o


gramatical. Lo que realmente importa es la lógica interna, la coherencia de las ideas
tanto a nivel local como a nivel global, su cohesión, la validez de los argumentos,
el logro del propósito discursivo, la unidad del escrito, la claridad.

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2.3.6. Tres partes de un todo

Aunque el ensayo es un género libre por excelencia y en su elaboración no existe


un patrón universal, se admiten generalmente tres partes como constitutivas de
este tipo de escrito: introducción, cuerpo y conclusión.

La introducción tiene por objeto resaltar la importancia de la tesis que propone el


autor/a y que en el cuerpo del trabajo defenderá. Su propósito es invitar al lector/a,
informar sobre lo que se va a tratar y las razones por las que vale la pena leerlo,
motivarlo y engancharlo en la lectura. En verdad, la introducción sirve para que el
autor/a comprenda que la tesis surge de una serie de preocupaciones y urgencias
intelectuales o científicas que es preciso abordar y dar respuestas.

El cuerpo del ensayo no es más que el desarrollo lógico (discursivo) de la tesis


sustentada en una serie de razones, sustentaciones, pruebas, y en general
argumentos convincentes. Desde luego estamos hablando de la retórica centrada
en convencer racionalmente.

La conclusión tendrá en cuenta los argumentos centrales que se han traído para
sustentar la tesis, y la tesis misma. Una sugerencia de muchos manuales es la de
que la conclusión tiene la forma del vértice de un triángulo donde la base es la
introducción. Viene a retomar las ideas concretas que se argumentaron y los
nuevos aspectos del conocimiento que se construyeron y vincularlos con las ideas
más amplias que afectan a la sociedad o al conocimiento.

2.3.7. Revisión final y edición

Después de sucesivas correcciones al texto, quizás haya llegado la hora de editar


el ensayo: revisar la corrección gramatical y ortográfica y el encuadre formal del
mismo. Esta tarea se propone dejar el texto en forma definitiva para ser leído.
Observe que la revisión es diferente a la corrección.

Referencias Bibliográficas

Atorresi, A., et al. (2000). Lengua y Literatura III: del uso a la reflexión sobre el
lenguaje. Buenos Aires: Aique.

Castaño, G. (1991). La artesanía intelectual. Bogotá: Plaza & Jánes.

Miranda, L. (Comp.). (2014). El ensayo crítico. Managua: Universidad


Centroamericana.
Ossa, N. & Caparroso, E. (2002). El ensayo como investigación. Recuperado de
http://es.calameo.com/read/0000872439dd5ed965302

Rodríguez Mancera, A. (s.f.). El ensayo. Recuperado de


http://www.icesi.edu.co/blogs/lenguajevirtual/files/2008/10/el-ensayo.PDF

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Sontag, S. (1997). El hijo pródigo. El malpensante (2),11-14.

Sosa, J. (Comp.). (2012). Compendio MTI 2012: Lecturas, guías y documentos


básicos para la asignatura Métodos de Trabajo Intelectual. Managua:
Universidad Centroamericana.

Sotelo Vásquez, J. J. (2006). Andrenio. España: LibrosenRed.

Vásquez, F. (2005). Pregúntale al ensayista. Bogotá: Kimpress.

Vélez, J. (1998). El más humano de los géneros. El malpensante (5), 57-69.

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