BOTELLO 328-B A través del tiempo, en nuestra sociedad podemos contemplar varios cambios generados a partir de la evolución científica, tecnológica y social, y no exageramos al decir que casi todo en nuestro entorno ha sido víctima de diversas modificaciones a lo largo del tiempo. Pues ha habido una gran revolución del diseño de los objetos, y la arquitectura no iba a ser la excepción en una sociedad hiper-moderna Lo increíble de este punto son las personas que no se adaptan a los cambios como estos, ya que prefieren preservar el diseño antiguo con el que se solía trabajar en este ámbito, por otra parte, un gran porcentaje de la sociedad apoya esta estética moderna y es aquí donde se genera un debate.
Al leer «De la ligereza» me percate de tres clases de factores
de gran relevancia, los cuales nos ubican en el origen de la arquitectura moderna, empezando por la técnica y materiales nuevos, después está el destierro del pleonasmo, en los adornos, las molduras, las curvas y la reproducción de estilos históricos, finalmente llegamos a el cubismo y al arte abstracto que entre sus principales características privilegia las formas elementales. Nos podemos dar cuenta, como se menciona en el libro, que a nuestro alrededor el detallismo decorativo, no se limitó a la arquitectura si no que se extendió al dominio de los objetos cotidianos y al mobiliario en particular, pues al igual que en esta, los precursores vanguardistas rechazaron radicalmente las gratuidades estéticas, lo ornamental, la hinchazón, todas las formas de recargamiento en nombre de la sencillez racional, la verdad constructiva y la supremacía de la estructura.
Retomando lo anterior, es importante reconocer que los pioneros
europeos del diseño, inspirándose en los principios de la arquitectura modernista, revolucionaron el estilo de los objetos, crearon un mobiliario económico y racional, el cual se impone con formas abstractas, simples y puras.