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BIEN JURIDICO

JENNIFER DANIELA CAICEDO BERMEO

ALVARO ORDOÑEZ GRIJALBA

FUNDACION UNIVERSITARIA DE POPAYAN


FACULTAD DE DERECHO
DERECHO PENAL GENERAL I
2022
El concepto de bien jurídico ha cumplido hasta hoy importantes funciones en la
dogmática penal; lo ha hecho como criterio para la clasificación de los delitos, y
como elemento de base y límite al orden penal. El bien jurídico es el interés que
protege la norma penal.
Para que algo sea comprendido como un bien jurídico, debe contar con la
protección de la ley, es decir, debe haberse sancionado una ley o una norma que
castigue las conductas contrarias a su preservación, ya que la sociedad en su
conjunto entiende estos bienes como útiles, necesarios o valiosos. Si dicha norma
no existe, entonces el bien carece de protección legal y pierde su naturaleza
jurídica.
Un ejemplo de ello es la vida misma: la vida de las personas se considera un bien
de mucho valor, amparado por la ley que castiga a los asesinos y prohíbe el
homicidio.
Son bienes jurídicos a aquellos objetos o relaciones, tangibles o intangibles,
considerados de sumo valor por la sociedad y que gozan, por lo tanto, de
protección proveniente del derecho. Por ejemplo: la vida de las personas, la
libertad individual, la administración pública. Se trata de nociones que poseen una
garantía de la ley, de modo tal que terceros no pueden violentarlos o adueñarse
de ellos impunemente.
Mantovani señala que los bienes jurídicos son bienes o intereses preexistentes a
la norma, pero que son reconocidos por una fuente jurídica superior, que es la
Constitución.
El marco constitucional colombiano, particularmente desde 1991 ha permitido
emitir un concepto de bienes jurídicos amparados o tutelados más amplio; más
sustancial; mejor respaldado institucional, procesal y punitivamente. Porque la
Constitución Política pasó del ser mayoritariamente formal, a uno genéricamente
sustantivo, que requiere realizaciones de bienestar y otorgamiento de derechos,
reales, materiales. Así sucede en materia de derechos humanos, debido proceso,
función y servicio público, entre otros.
Bajo esta perspectiva podemos aproximarnos al tema planteado, teniendo claro
que el concepto de bien jurídico no implica un trasiego indiferenciado de preceptos
constitucionales hacia la cápsula de los intereses protegidos, sino una exaltación
de los que corresponde según su naturaleza acoger a cada legislación.

Es clave poder identificar cuál es el bien protegido en cada delito; para ello,
resultaría inidóneo afirmar que es aquel que la ley dice se protege (así, por
ejemplo, en los delitos contra la Administración Pública, el bien jurídico protegido
es la Administración Pública), porque se trata de una tautología.
En el derecho penal, cada delito cometido responde a la vulneración de un bien
jurídico concreto y específico, de modo que a cada delito le corresponde un
castigo proporcional y específico también. La existencia de bienes jurídicos es
fundamental para el imperio de la ley y para llevar una vida organizada en
sociedad.
El concepto de bien jurídico cumple una función instrumental, en cuanto permite
clasificar los diversos delitos en torno a sus respectivos bienes jurídicos. Se habla
así de una función sistemática. Cumple también una función interpretativa, en
cuanto permite interpretar los diversos preceptos a la luz y desde el prisma del
bien jurídico que vienen a tutelar.
El bien jurídico cumple además una tercera función, lo político-criminal, que
significa que sirve para establecer límites a la acción del legislador cuando define
conductas como delitos. Un Derecho penal garantista es aquel que ofrece límites y
barreras a un uso desmedido del ius puniendi, en cuanto no sometido al ius
poenale. El bien jurídico ofrece un límite en cuanto no es posible crear
legislativamente delitos carentes de bien jurídico, en cuanto no pueden elevarse a
la categoría de delito conductas que solamente atentan contra intereses políticos,
ideologías y no contra realidades valoradas socialmente.
Al respecto, el bien jurídico cumple dicha función, toda vez que restringe al
legislador al definir conductas consideradas como delito, limitándolo con medidas
que establezcan como mandato que no puede tipificar un delito, si este no tiene
bien jurídico para proteger, puesto que no tendría sentido que se expidiera una
norma sin relevancia social. Es por esto que, dentro de un Estado Social de
Derecho como lo es Colombia, esta función requiere de una ulterior concreción de
la esfera de actuación del Derecho Penal a la hora de tutelar intereses.

Tipos de bienes jurídicos


Los bienes jurídicos no tienen una entidad material o física, sino que, por el
contrario, son valores ideales que se atribuyen por la comunidad social a
determinados objetos, cosas, situaciones o relaciones en virtud de su aptitud e
idoneidad instrumental para la satisfacción de necesidades individuales y
colectivas.
La manera principal de clasificar los bienes jurídicos es atendiendo a la relación
entre el bien y el sujeto que lo porta, o sea, diferenciando entre bienes jurídicos
individuales, supraindividuales y colectivos.
Los bienes jurídicos individuales: son aquellos que se corresponden con un
único sujeto portador y que tienen que ver con su existencia única y singular. Por
ejemplo, la vida misma, salud, calidad de vida y libertad.
Los bienes jurídicos colectivos: son aquellos que se corresponden con un
grupo de individuos que puede ser pequeño o tan grande como la sociedad
entera. Por ejemplo, la salud pública.
Los bienes jurídicos supraindividuales: Son aquellos que tienen que ver con el
funcionamiento mismo del sistema jurídico, contemplando ya no al individuo ni a
un grupo de ellos, sino al Estado o la sociedad en su totalidad presente y futura.
Por ejemplo, la defensa y seguridad de la nación.
Ejemplos
- La vida de las personas y su integridad física, o sea, su derecho a vivir y a no
sufrir daños de parte de terceros

- La salud pública, es decir, el derecho al bienestar corporal y sanitario de


poblaciones enteras.

- La propiedad de los bienes, esto es, el derecho a la propiedad privada y a


disfrutar de los bienes propios.

- El honor o la dignidad de las personas, o sea, el derecho a no ser sometidas


impunemente a malos tratos, ofensas, discriminaciones y acusaciones falsas.

- La administración pública, es decir, el control y la conducción por parte del


Estado de las instituciones, los recursos y los procedimientos burocráticos que lo
mantienen andando.
- El orden económico y financiero, esto es, el imperio de la ley en los asuntos
bancarios y comerciales, como transacciones, contrataciones, etc.
- La seguridad nacional, o sea, la disposición de las fuerzas y elementos del
Estado para protegerse de intereses foráneos y custodiar su territorio y su aparato
político.

¿Qué bienes jurídicos se pueden defender?


En principio todos los bienes jurídicos son defendibles mediante legítima defensa;
aunque en la mayoría de los casos se presenta ante hechos que ponen en riesgo
la vida y la propiedad de quien se defiende.

¿Sólo puedo defender mis bienes jurídicos o también los de otros?


Nuestro Código Penal expresamente regula la defensa de terceros de modo que,
siempre contando con la existencia de los tres requisitos legalmente establecidos,
el sujeto defensor podrá accionar de igual manera frente al ataque a sí mismo
como frente a terceros por los que interceda.

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