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ANALIZANDO LOS SUICIDIOS

Claro está, que el principio básico de la Metodología de la Biodescodificacíon es:


“Se recibe un impacto emocional específico, y dicho impacto daña una parte específica
del cerebro, provocando daño en un órgano y/o tejido específico”.
Con esta premisa, tenemos claro que un Suicidio, no se Biodecodificar.
Pero, desde el Transgeneracional, desde el estudio del árbol genealógico, claro que es
posible entender el tipo de impactos emocionales que se han vivido a lo largo de varias
generaciones, para dar como resultado un suicidio.
Para aclarar suicidios, debemos irnos hacia arriba en el árbol genealógico,
aproximadamente cuatro generaciones.
Es decir, que la respuesta no estará en la línea de nuestros padres o tíos. No estará
tampoco en la línea de nuestros abuelos ni en la línea de nuestros bisabuelos. Estará
en la línea de nuestros tatarabuelos.
Y si de casualidad, ya en la línea de nuestros padres y tíos hay suicidios, pues imaginen
cuánto más deberemos de “subir” para encontrar el origen.
Analizando al suicida, desde el punto de vista emocional, tenemos claro que él ha
considerado su vida como “no valiosa”. Ya sea porque siente que no cuenta con sus
padres, ya sea que porque siente que le han fallado, es un sentimiento muy profundo
de “no he recibido lo que yo merezco”.
Porque si algo tiene un suicida, es que no está harto de él mismo, sino que piensa que
su entorno no le ha dado lo que él espera. Hay elementos “Externos” que el suicida
siente como ataques.
Y el suicida se siente culpable, triste, decepcionado, porque si “ese algo” externo, no
hubiera fallado, él no tendría que suicidarse.
Ese bebé nacido un día con alegrías, sueños y esperanzas, poco a poco se ha
minimizado por lo que ha vivido o sufrido, y el suicida sabe y siente, que suicidándose,
está acabando con las pocas esperanzas que aún le quedan.
Todo suicida se quitará la vida pensando que “algo” o “alguien” le ha fallado.
Se dice, dentro del estudio del Transgeneracional, que el modo en que un suicida
termina con su vida, determina la causa emocional que lo ha provocado. Y no
olvidemos que puede ser una memoria “heredada” de la línea de los tatarabuelos.
Balazo:
Mi padre (real o simbólico) me ha destruido con su dureza, con su frialdad, con su
odio, con su trato indiferente. No cuento con el amor, la confianza, el apoyo de mi
padre (Papá, jefe, empresa, gobierno, etc ) Todo lo que pueda para mí, representar un
apoyo, una guía paterna, un sabio maestro.
Balazo específicamente en la boca:
Nunca fui capaz de decir, de expresar lo que en realidad quería, buscaba, yo era, etc.
Ahorcamiento:
La cuerda o el objeto de ahorcamiento, representará siempre el cordón umbilical. Por
lo tanto, ahorcarse va más por el lado de la madre (real o simbólica). Mi madre me
odia, mi madre es muy exigente, mi madre es muy dura, no cuento con mi madre. Y la
típica historia, en donde la madre no quiere al hijo, pero una vez nacido éste, se
convierte en la más amorosa de las madres para reparar su culpa por rechazar al hijo.
Lanzarse desde un lugar muy alto:
Aquí intervienen ambos padres (reales o simbólicos) y el tipo de relación disfuncional
que éstos mantenían. Casi siempre, se trata de padres violentos, agresivos, abusadores
y a su vez, madres sumisas, miedosas, calladas.
Es como si el caer desde lo alto, representara un enfrentamiento entre ambos.
Tomar fármacos:
En la mayoría de los casos, intoxicarse, medicarse, tiene como objetivo inconsciente el
acallar todas las palabras tóxicas y nocivas que escucha de su madre. Sus juicios,
burlas, críticas, órdenes, etc.
Palabras que lo han minimizado y lo han hecho sentir que jamás, haga lo que haga,
conseguirá el reconocimiento y amor de la madre.
Provocar un atropellamiento de auto o tren:
Aquí intervienen los abuelos, ya sea por fue criado por ellos o cuidado por ellos.
Se trata claro de abuelos que jamás permitieron un cambio de creencias antiguas,
costumbres nuevas o el atrevimiento de que dicho nieto o nieta tuviera ideas o modos
originales o diferentes.
Se trata de personas que fueron sometidas a modos, costumbres, creencias del
pasado, rígidas.
Corte en el cuello:
Me impido decir lo que realmente opino de todos aquellos que me hicieron daño. De
todos aquellos que hablaron de mí, que abusaron de mí. Que mintieron en mi nombre.
Con fuego:
Casi siempre el prenderse fuego, habla de historias en las que el padre a abandonado
al hijo o a la hija. Es un sentimiento de dolor por abandono.
Ahogarse:
El utilizar el agua como medio para un suicidio, representa inconscientemente el deseo
infinito de regresar al vientre materno, de volver a nacer, ahora sí con aceptación,
amor y cariño. Habla mucho del deseo por “volver a comenzar la historia” de modo
distinto, mucho más agradable.
Cortarse las venas:
Como sabemos, la sangre representa a la familia, a las relaciones familiares, y cortarse
los conductos que llevan a “mi familia” por mis venas, representa una manera drástica
de romper con la familia y “con todo lo que me ha hecho”.
Algunos autores afirman que puede tratarse además de asuntos de nudos
homosexuales entre padres e hijos, pero en lo personal y simbólicamente, no veo
mucha relación. Yo pienso que va más por el lado “yo como padre o yo como madre,
rechazo a mi hijo o hija homosexual”. Por lo tanto, promueven en los hijos, un afán por
“cortar lazos”, desligarse de la madre o del padre.
Todos sabemos que como causa común de los suicidios, tenemos las relaciones
amorosas fallidas, el fracaso profesional, pero en todos los sentidos, es con la familia,
es en el hogar en donde nos “preparan” para saber y poder afrontar los contratiempos
de la vida. Es por ello, que en un alto porcentaje de los suicidios, la causa simbólica, la
causa emocional es liberarse de padres o familiares que nos “hicieron” incapaces de
superar obstáculos.
Digamos que el detonante, fue el hecho ocurrido, el final de mi relación amorosa, el no
conseguir el amor, el perder mi fortuna o mi reputación, el ser descubierto en algún
asunto secreto, pero el programa para no tener la capacidad emocional de superarlo,
fue heredado por mi familia, consciente o inconscientemente.
Y como pueden comprender, claramente dependerá de cada persona, de cada historia
familiar, lo fuertes que podamos ser para poder superar los conflictos de la vida sin
llegar a estos extremos.
Es importante, que si se sabe de suicidios en la familia, y para liberar a las futuras
generaciones de lo mismo, se escriba una carta de duelo liberando a los hijos, a los
nietos, a los sobrinos del suicidio o de los suicidios de otros familiares. Hay que
expresar que se liberan tan tremendos dolores y destinos.

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