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Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Tarea 3.1
Luz Marcela Fernández González.
100576358.

Tomo 1 del capítulo 3 de El Capital: Dinero.

El capítulo 3 de El Capital bosqueja la presentación del dinero como medida, es decir,


las mercancías son valorizables. La equivalencia de las mercancías se proyecta en el
precio del mismo, no se impone sobre las mercancías por los precios. Según Marx, el
dinero como mercancía metálica es de la misma naturaleza que otras mercancías, su
forma, o su socialmente validado monopolio de equivalencia es lo que caracteriza su
función social como dinero.

La equivalencia universal del dinero, permite que el dinero mida el valor, no obstante, el
dinero no tiene precio, por lo que perdería su equivalencia. El valor del dinero esta
implícito en los precios de la mercancía. Marx considera al oro la mercancía dinero por
simplicidad, pues la simplificación establece una única mercancía en especifico y a la
vez una mercancía de un objeto sin valor.

La analogía escrita por Marx sugiere que el dinero debe tener un valor intrínseco para
saber su propio valor. Según Marx, ‘’una cosa puede poseer un precio sin tener un
valor’’, esta afirmación hace referencia a una anticipación del dinero sin valor
intrínseco. Un bien sin valor que se caracteriza por ser equivalente universal personifica
una expresión de valor arraigada a los precios de las mercancías indispensablemente
porque ocupa esa forma. No obstante, cuando esa expresión del valor sea imaginaria,
Marx sustenta que es un hecho dado socialmente, lo que le otorga objetividad social. A
raíz de esta suposición, se crea una apertura para que el dinero necesite un valor
intrínseco; sin embargo, esta idea engloba tanto al dinero como a las mercancías en el
mismo intervalo de precio.

Pero no haría pensar inicialmente en esta medida porque esto incluiría tanto al dinero
como a las mercancías en el mismo círculo de precios. Parecería entonces que el
dinero sí vuelve conmensurables a las mercancías. Debe mostrarse cómo la pérdida
del valor intrínseco del dinero no amenaza la conmensurabilidad de las mercancías
como valores. Como veremos, esa pérdida surge de las propias funciones del dinero.

La materialidad corpórea de la mercancía se transfigura en trabajo concreto, el cual se


convierte en expresión de trabajo humano abstracto, útil. Por ejemplo, Un vestido, se
cataloga como simple materialización, y el trabajo del costurero o sastre como simple
forma de realización del trabajo abstracto.

Según Marx, para que el dinero se convierta en capital debe maniobrar en una
mercancía que sea un valor de uso y no de cambio, esto sucede si se posee una
mercancía que sea fuente de valor a la vez que la materialización del trabajo y creación
de valor, que significa fuerza de trabajo. Se interpreta por fuerza de trabajo al conjunto
de condiciones físicas y espirituales que se efectúan en la corporeidad del hombre. El
consumidor puede adquirir esta fuerza de trabajo, que es una mercancía, cuando el
poseedor de dicha mercancía la vende. De esta interacción surge el proceso de
productividad y el capitalismo.

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