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Conductor que atropelló a una abuela y sus cuatro

nietos en Tolú se presentó a las autoridades


La camioneta Mazda de placas BUF-558 con la que fueron atropellados los
cinco miembros de la misma familia está alquilada a una empresa del
Puerto de Tolú. “Ahora hay una audiencia con el juez de garantías y el
proceso se cumple según la ley”, afirmó el coronel Jorge Andrés Rodríguez
Borbón, comandante de la Policía en Sucre.
Conductor que atropelló a una abuela y sus cuatro nietos en Tolú se
presentó a las autoridades
Su abogado, Álvaro Puello, dijo que su cliente no estaba en estado de
embriaguez. “Fue encandilado por otro vehículo y al reaccionar no se
percató de las personas que caminaban sobre la vía”, dijo.
La camioneta Mazda de placas BUF-558 con la que fueron atropellados
los cinco miembros de la misma familia está alquilada a una empresa del
Puerto de Tolú. “Ahora hay una audiencia con el juez de garantías y el
proceso se cumple según la ley”, afirmó el coronel Jorge Andrés Rodríguez
Borbón, comandante de la Policía en Sucre. Ayer se realizó el sepelio de
Magallys Zuñiga y sus cuatro nietos, que murieron el primero de enero. Las
estrechas calles del balneario de Tolú se llenaron de nativos y turistas que,
unidos, quisieron darles el último adiós. Después de la celebración
religiosa, que se realizó a las 10 de la mañana, los ataúdes fueron llevados
al cementerio de la localidad. El dolor fue más evidente entre los familiares
que en varias oportunidades tuvieron desmayos. “Que todo el peso de la
ley caiga sobre el culpable”, gritaba uno de los asistentes al sepelio.
“Pedimos saber la verdad de esta tragedia que hoy enluta a todos los
toludeños”, dijo el alcalde de la localidad, Adolfo González. El cuadro más
dramático lo presentaron Wilson De Hoyos, albañil de 25 años, y Lorena
Zúñiga de 23, padres de Diego Armando, de 11 años; Katerine, 6 años, y
Luis Ángel, de 5 años, tres hermanos víctimas del fatal accidente Mientras
la madre desvariaba dándoles órdenes en voz alta a sus pequeños
fallecidos, el padre gritaba desconsolado que ya no valía la pena trabajar,
porque no tenía por quién luchar. “El jueves en la noche, él entró al baño y
se llenó la boca de papeles y se amarró una bolsa en la cabeza para quitarse
la vida. Nos dimos cuenta porque se demoraba para salir y entramos”, dijo
su prima Eneida Paternina. LUZ VICTORIA MARTÍNEZESPECIAL
PARA EL TIEMPOTOLÚ (SUCRE)

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